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Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011)

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Mensaje por Invitado Mar 26 Oct 2010, 11:24 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 4 633_001

ALFONSO RODRIGUEZ CASTELAO.
Centenario de su nacimiento.
Fecha de emisión: 11 Diciembre 1986.
Dentado 12 3/4 x 13 1/4.
Papel fosforecente.
Calcografía.
Tirada: 3.500.000


Alfonso Daniel Manuel Rodríguez Castelao (Rianjo, España, en 1886; Buenos Aires, Argentina, en 1950) fue un político, escritor, pintor, médico y dibujante gallego así como uno de los padres del nacionalismo gallego. Estudió medicina y afirmaba: Fixenme médico por amor ó meu pai; non exerzo a profesión por amor á humanidade ("Me hice médico por amor a mi padre; no ejerzo la profesión por amor a la humanidad").

SU BIOGRAFIA.

Hijo de Manuel Rodríguez Dios, pescador, y de Joaquina Castelao Genme. Manuel emigró a Argentina a los tres meses del nacimiento de Daniel, y en el transcurso del 1895 Joaquina emigró también, llevando al pequeño Alfonso, para ir a vivir con su marido en Bernasconi, en la Pampa. Allí residió hasta 1900 y según contó el propio Castelao descubrió el valor de la caricatura leyendo Caras y Caretas.

Estudió medicina en la Universidad de Santiago de Compostela. Durante sus años en la universidad brota su interés por el dibujo y la pintura y en especial por la caricatura. En 1908 expuso sus dibujos en Madrid y comienza a colaborar con la revista Vida Gallega. Entre 1909 y 1910 hace un curso de doctorado en Madrid y participa en la III Exposición Nacional de Humoristas y colabora como ilustrador con El Cuento Semanal. En 1910 se especializa en Santiago en obstetricia y al terminar se instala en su Rianjo natal. Durante este período colaboró en la fundación del semanario El Barbero Municipal (1910-1914), en el que escribió atacando el régimen caciquil gallego, ingresando en la vida política local dentro del Partido Conservador local en una línea maurista.

Da su primera conferencia en marzo de 1911, en Vigo, hablando sobre la caricatura y a lo largo de los años siguientes realiza exposiciones de sus caricaturas en diversas ciudades gallegas. En 1912 se adhirió al movimiento Acción Gallega y el 19 de octubre del mismo año se casó Virxinia Pereira. Durante esta época colaboró en múltiples publicaciones periódicas, como El Liberal, El Gran Bufón, La Ilustración Gallega y Asturiana, Mi Tierra, Suevia, La Voz de Galicia de Buenos Aires, lo que ayudó a popularizar sus caricaturas.

Un desprendimiento de retina lo deja ciego en 1914, pero una operación le devuelve la vista. En 1915 participó en la Exposición de Bellas Artes de Madrid, en la que obtiene grandes elogios de la crítica. En 1916 obtiene por oposición una plaza en la delegación de Pontevedra del Instituto Geográfico Estadístico y en ese año fue uno de los fundadores de la agrupación local de las Irmandades da Fala. En 1918 comenzó a colaborar con el periódico madrileño El Sol.

Con Vicente Risco, Otero Pedrayo y otros fundó la revista Nós ("Nosotros"), alrededor de la cual brotó la vida política y cultural de Galicia entre 1920 y 1936. En enero de 1921, gracias a una beca de la Junta de Ampliación de Estudios, viajó a Francia, Bélgica y Alemania para estudiar el arte de estos países. Fruto de ese viaje fue el diario que escribió y que publicó parcialmente en la revista Nós y que apareció como libro en 1977 con el título de Diario 1921. En 1926 fue nombrado académico de número de la Real Academia Gallega.

El 3 de enero de 1928 murió su hijo Alfonso de catorce años, y en ese año marchó a Bretaña con su mujer en viaje de estudios para estudiar los cruceros bretones que materializó en el libro As Cruces de Pedra na Bretaña ("Las Cruces de Piedra en la Bretaña") en mayo de 1930. También quedó hondamente afectado por la muerte de Antón Losada Diéguez el 15 de octubre de 1929. En 1931 resultó elegido diputado como galleguista independiente para las Cortes Constituyentes de la Segunda República y participó en la constitución del Partido Galeguista.

Miembro de la Real Academia Gallega desde 1933, fue confinado en Badajoz en noviembre de 1934. Durante su estancia en Extremadura escribió para A Nosa Terra una serie de artículos con el título de Verbas de chumbo ("Palabras de plomo") que posteriormente integraría en Sempre en Galiza. El 6 de septiembre de 1935 se puso fin al destierro tras las gestiones del nuevo ministro de la Gobernación, Manuel Portela Valladares. En 1936 fue escogido de nuevo diputado en la candidatura del Frente Popular. Tomó parte de manera destacada en la campaña por el sí al Estatuto de Autonomía de Galicia, que fue aprobado en plebiscito en junio de 1936.
La sublevación militar que dio origen a la Guerra Civil [cita requerida] le sorprendió en Madrid, instalándose en Valencia a finales de 1936 y posteriormente en Barcelona. En 1938 se exilió en Nueva York y participó en la campaña de las elecciones al Centro Gallego de La Habana y, finalmente, en julio de 1940 marchó a Buenos Aires. Fue el máximo impulsor del Consejo de Galicia, creado en 1944 en Montevideo y que pretendía agrupar a los diputados gallegos en el exilio, constituyéndose en representante de Galicia entre las instituciones republicanas en el exilio. Fue presidente del Consejo hasta su muerte.

Fue ministro sin cartera del gobierno republicano en el exilio presidido por José Giral (1946-1947), estableciéndose en París, ciudad dónde vivió hasta agosto de 1947.

Murió el 7 de enero de 1950 en el sanatorio del Centro Gallego de Buenos Aires, siendo enterrado el 9 de enero en el Cementerio de la Chacarita. Sus restos fueron trasladados de nuevo a Galicia en 1984, y ahora descansan en el Panteón de Gallegos Ilustres, en el monasterio de Santo Domingo de Bonaval. La vida de Castelao ha sido retratada por el documentalista argentino Jorge Preloran.

CREADOR.

Polifacético novelista, dibujante, caricaturista, pintor, teórico del arte y político, su obra siempre reflejó su compromiso con el galleguismo y con el mundo. Durante el exilio franquista, en 1944 publicó Sempre en Galiza, desde entonces el gran texto del nacionalismo gallego. Sus restos mortales fueron repatriados y llevados al Panteón de Gallegos Ilustres en 1984 en medio de manifestaciones nacionalistas que reprochaban a las autoridades que "los que le exiliaron ahora le rinden honores".

Sus dibujos, complementados con agudos textos, muestran la Galicia rural, el caciquismo, los pobres, los ciegos, los desamparados, el pueblo que sufre, desde una visión realista, crítica pero humorística. En el álbum Nós (1931) recogió dibujos hechos entre 1916 y 1918. En los últimos álbumes habitan los horrores de la Guerra Civil.

Se inició en la narrativa con la colección de relatos cortos Un ollo de vidro ("Un ojo de vidrio") en 1922. En Cousas ("Cosas"), Retrincos ("Pedazos") y Os dous de sempre ("Los dos de siempre"), establece un conjunto único en la narrativa gallega que culmina con la colección de ensayos Sempre en Galiza, conectando literatura, política y teoría del galleguismo. Su visión literaria tiende a desmitificar los tópicos costumbristas con un humorismo sarcástico y, de vez en cuando, esperpéntico. Castelao es sin duda el gallego más destacado del siglo XX. Se le dedicó el segundo Día de las Letras Gallegas, en 1964.

SU OBRA.

1.Cego da romería (1913).
2.Un ollo de vidro. Memorias dun esquelete (1922).
3.As cruces de pedra na Galiza.
4.Cousas (1926, 1929).
5.Cincoenta homes por dez reás (1930).
6.As cruces de pedra na Bretaña (1930).
7.Nós (1931).
8.Os dous de sempre (1934).
9.Retrincos (1934).
10.Galicia Mártir (1937).
11.Atila en Galicia (1937).
12.Milicianos (1938).
13.Sempre en Galiza (1944).
14.Os vellos non deben de namorarse (obra teatral representada en 1941, publicada en 1953).
15.As cruces de pedra na Galiza (1950).

SUS DIBUJOS Y PINTURAS.

Sus dibujos, complementados con textos agudos muestran la Galicia agraria, el caciquismo, las pobres gentes del campo, los ciegos, los desamparados, el sufrimiento de los habitantes de Galicia, todo esto bajo un punto de vista crítico y realista pero con un fino vistazo humorista.

En su álbum Nós (1931) muestra una colección de dibujos que datan desde 1916 a 1918. Los últimos álbumes son la expresión de los horrores de la Guerra Civil Española.


Última edición por Feneri el Lun 01 Nov 2010, 3:09 pm, editado 1 vez

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Mensaje por Invitado Miér 27 Oct 2010, 12:29 am

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ILDEFONSO CERDÁ SUÑER.

Ildefonso Cerdá Suñer,(Centellas, España; 23 de diciembre de 1815 – Las Caldas del Besaya, España; 21 de agosto de 1876) fue un ingeniero, urbanista, jurista, economista y político español. Hombre polifacético, escribió la Teoría general de la urbanización, obra pionera de la especialidad, por la cual se le considera uno de los fundadores del urbanismo moderno. Su proyecto más importante fue la reforma urbanística de la Barcelona del siglo XIX mediante el Plan Cerdá, con el que creó el actual barrio del Ensanche. Cerdá no fue un triunfador; concentrado meticulosamente en su trabajo, tuvo problemas familiares, su proyecto de ensanche nunca fue bien visto por los estamentos locales y acabó arruinado, pues el Estado español y el Ayuntamiento de Barcelona no le pagaban los honorarios que le debían. Hubo de pasar un siglo para que se reconociera su legado.

SU BIOGRAFÍA.

Nació en el Mas Cerdá de la Garga, una propiedad que su familia poseía desde el siglo XIV, en Centellas, Osona, Barcelona. Fue el cuarto hijo –tercero de los varones– de seis hermanos, en el seno de una familia con raíces documentadas en la Plana de Vic desde 1440. Pese a su ascendencia rural, los Cerdá eran gente de mundo con intereses ligados al comercio americano, un hecho que sin duda estimuló el espíritu abierto, las inquietudes y la fe en el progreso del joven Ildefonso.

Destinado por su padre a la carrera eclesiástica, cursó estudios de latín y filosofía en el seminario de Vic, ciudad donde su familia, de tradición liberal, se refugió durante la Guerra de los Agraviados en 1827. Tras enfrentarse con su padre para cambiar su orientación profesional, en 1832 se trasladó a Barcelona, donde inició los estudios de arquitectura, matemáticas, náutica y dibujo en la Escuela de la Llotja. No obtuvo el título de arquitecto y, en septiembre de 1835, se trasladó a Madrid para estudiar en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, donde obtuvo el título de ingeniero el año en 1841, tras muchas penurias económicas debidas a la falta de apoyo familiar.

El 20 de junio de 1848 se casó con la pintora Magdalena Clotilde Bosch Calmell, hija del banquero Josep Bosch Mustich, con quien tuvo cuatro hijas: Pepita, Sol, Rosita y Clotilde, que fue una conocida instrumentista de arpa. La relación matrimonial no funcionó bien y Clotilde, la hija menor, fue fruto de las relaciones adúlteras de su esposa, aunque Cerdá la reconoció como propia. Finalmente, en 1862 el matrimonio se separó.
Con la muerte prematura de su padre (1787-1844) y de sus dos hermanos, Ramon (1808-1837) y Josep (1806-1848), heredó un patrimonio importante que le permitió renunciar, en 1849, a su cargo oficial en Obras Públicas, reorientar su profesión, entrar en política y dedicar, como él mismo describió, «mi fortuna toda entera, todo mi crédito, todo mi tiempo, todas mis comodidades, todas mis afecciones, y hasta mi consideración personal en la sociedad, a la idea urbanizadora».

En los últimos días de su vida, enfermo y semiarruinado, pues el gobierno le debía los honorarios de muchos de los trabajos realizados, se trasladó al balneario de Las Caldas del Besaya, en Cantabria, donde murió el 21 de agosto de 1876. El día 23 de agosto el diario La Imprenta publicó una nota necrológica con las palabras siguientes: «El señor Cerdá era liberal y tenía talento, dos circunstancias que en España perjudican y suelen crear muchos enemigos...»

En 1971, y coincidiendo con la reimpresión de su Teoría general de la urbanización, sus restos mortales fueron trasladados y enterrados en el Cementerio Nuevo de Montjuïc en Barcelona.

VIDA POLÍTICA.

Interesado por el estudio del urbanismo, en Barcelona entró en contacto con las doctrinas del socialismo utópico de Étienne Cabet y del mundo utópico de su Voyage en Icarie (1840) y se relacionó con Narciso Monturiol y Ramón Martí Alsina.

Tras haber terminado sus estudios, se alistó en la milicia nacional formada por defensores de los ideales liberales, donde llegó al grado de teniente de granaderos.Su ideología progresista le llevó a participar activamente en la vida pública: llegó a ser diputado por Barcelona en las Cortes Españolas en las elecciones de 1850 –la legislatura empezó el 18 de mayo de 1851–,formando parte de una candidatura progresista junto con Estanislao Figueras, Pascual Madoz y Jacinto Félix Doménech.

Durante el Bienio Progresista fue nombrado comandante del batallón de zapadores de la milicia nacional. Tras este periodo, en 1854 ingresó como regidor en el Ayuntamiento de Barcelona.

Fue en la década de 1850 cuando tomó una mayor conciencia social y fijó las bases de su futuro proyecto urbanístico, al ver como la ciudad, apremiada y ahogada por las murallas que la rodeaban, no podía crecer ni física ni higiénicamente. Sensibilizado con las condiciones de vida de la ciudad y los problemas de las clases obreras, encabezó la movilización que entró en la Casa de la Ciudad de Barcelona el 3 de julio de 1855 para recuperar la bandera que había sido arrebatada a las Asociaciones Obreras que estaban generando una fuerte inestabilidad social. Esta actuación le generó enemistades en las clases dominantes, pero fue la causa por la que acompañó a una delegación de trabajadores barceloneses a Madrid a exponer los problemas del asociacionismo obrero con Manuel Alonso Martínez, ministro de Fomento del gobierno de Baldomero Espartero. El año siguiente, 1856, fue destituido del Ayuntamiento barcelonés por el capitán general Zapatero y Navas y fue encarcelado en dos ocasiones. Entre 1864 y 1866 volvió a ser regidor en el Ayuntamiento de Barcelona.

La revolución de 1868 lo llevó nuevamente a la vida pública e ingresó en el Partido Republicano Democrático Federal. Militante del sector moderado del federalismo, fue elegido diputado por sufragio popular en las elecciones de 1871 por el distrito electoral de Centellas, del partido judicial de Vic, y en la sesión de constitución de la Corporación fue nombrado vicepresidente de la Diputación de Barcelona, desde donde contribuyó a proclamar la Primera República Española en 1873.

En mayo de 1873 dimitió el presidente Benito Arabio, razón por la que Cerdá pasó a ocupar la presidencia de la Diputación hasta enero de 1874, fecha en la que el Capitán General de Cataluña disolvió la Corporación como consecuencia del golpe de estado del general Manuel Pavía. En este periodo hubo un rebrote carlista y la «Junta de Salvación y Defensa de Cataluña» organizó una milicia ciudadana de hombres de entre 20 y 40 años. El gobierno de Madrid no dio su aprobación pero, a pesar de ello, se organizaron cuatro batallones de «Guías de la Diputación».

Cerdá formó parte de la Junta de Obras del Puerto de Barcelona e intervino en la proclamación del Estado Catalán de carácter federalista y republicano de 1873.

TRAYECTORIA PROFESIONAL.

Inició su vida profesional como ingeniero estatal en la jefatura de Obras Públicas y, entre 1839 y 1849, estuvo destinado en Murcia, Teruel, Tarragona, Valencia, Gerona y Barcelona, donde participó en las obras del primer ferrocarril español, la línea Barcelona-Mataró. Este trabajo hizo que se interesara por las aplicaciones de la máquina de vapor en el nuevo y revolucionario sistema de locomoción que representaba el ferrocarril.

Realizó estudios estadísticos y síntesis gráficas con propuestas de viviendas para varias categorías sociales y con diferentes grados de complejidad, desde la casa aislada hasta la colectiva.

Las propuestas jurídicas de Cerdá para las ciudades de Madrid y Barcelona, propiciaron una nueva legislación, pero se encontró falto de precedentes, tanto por la legislación estatal como la extranjera. En Cuatro palabras sobre el Ensanche (1861) desarrolló extensamente el sistema de compensación y la técnica de reparcelación como medio para conseguir una justa distribución de los beneficios y de los gastos del planeamiento urbanístico entre los propietarios y la obtención de terrenos de forma proporcionada y edificables en proporción a la parcela aportada, sistema incluido más tarde en el Proyecto de ley de Posada Herrera e incorporado un siglo después a la Ley del Suelo de 1956.

En la vertiente económica, Cerdá estableció las normas de infraestructura, de división de la propiedad y de atribución de las parcelas de los terrenos de la Barcelona nueva.

En el campo de las ciencias sociales trató de solucionar los problemas de la concentración demográfica de las ciudades y del desarrollo industrial en su obra Teoría general de la urbanización. En este tratado planteó teorías que en gran parte ya había aplicado con anterioridad en el Proyecto de Reforma Interior y Ensanche de Barcelona. Incluyó asimismo una valoración de las condiciones de vida de las clases populares, con una aproximación al estudio de las desigualdades sociales en la salud, donde comparó las diferencias de esperanza de vida según la clase social. Ildefonso Cerdá desarrolló un auténtico estudio sociológico como apéndice en su Teoría general de la Urbanización puesto que consideró a los obreros como su proyecto de ensanche de Barcelona, y solamente legó cifras para la posteridad, dejando atrás los deseos de la masa obrera, que forzosamente debió recoger en sus búsquedas sociales. Según sus cifras, se puede contabilizar el número de obreros que existían en Barcelona en aquella época: de los 54.000 obreros, unos 6.500 podían considerarse "distinguidos", esto es, que podían vestirse y educarse bien. Los otros eran simples jornaleros. Cerdá mencionó que los días de jornal en Barcelona eran, anualmente, de 269, y que el sueldo medio diario del obrero era de 8,55 reales. Sólo los más diestros, generalmente casados, superaban estas cifras salariales. Comparando los ingresos y los gastos, solamente un obrero trabajador en una fábrica textil, como tejedor de primera o segunda categoría, podía atender los gastos de su matrimonio. Pero en cuanto llegaban los hijos amenazaba el déficit, y con él las desazones y las preocupaciones. Una enfermedad o un accidente imprevisto significaba el desempleo forzoso y la pérdida de los ingresos familiares.

EL PLAN CERDÁ.

La obra más importante y más reconocida internacionalmente es su plan de ensanche para la ciudad de Barcelona. Nacido en medio de la polémica por su imposición desde el gobierno de España en contra de la voluntad del consistorio municipal, fue aprobado en junio de 1859 y se empezó a desarrollar un año más tarde.

SU NUEVO LENGUAJE.

El plan aportó la clasificación primaria del territorio: las «vías» y los espacios «intervías». Las primeras constituyen el espacio público de la movilidad, del encuentro, del apoyo a las redes de servicios (agua, saneamiento, gas...), el arbolado (más de 100.000 árboles en la calle), el alumbrado y el mobiliario urbano. Las «intervías» (isla, manzana, bloque) son los espacios de la vida privada, donde los edificios plurifamiliares se reúnen en dos hileras en torno a un patio interior a través del cual todas las viviendas (sin excepción) reciben la luz natural del Sol, la ventilación y la alegría de vivir, como pedían los movimientos higienistas.

Cerdá defendía el equilibrio entre los valores urbanos y las ventajas rurales: «Ruralizad aquello que es urbano, urbanizad aquello que es rural» es el mensaje que se encuentra al principio de su Teoría general de la urbanización.

ESTRUCTURA DEL PLAN CERDÁ.

Del plano propuesto por Cerdà para la ciudad destacaba una previsión de crecimiento optimista e ilimitada, la ausencia programada de un centro privilegiado, su carácter matemático, geométrico y con una visión científica. Obsesionado por los aspectos higienistas que tanto había estudiado, su estructura aprovecha al máximo la dirección de los vientos para facilitar la oxigenación y la limpieza de la atmósfera.

Además de los aspectos higienistas, a Cerdá le preocupaba la movilidad. Definió una anchura de calles absolutamente inusitada, en parte para huir de la densidad inhumana en que vivía la ciudad, pero también pensando en un futuro motorizado, con unos espacios propios separados de los de convivencia social, que reservaba para las zonas interiores.

Incorporó el trazado de las líneas ferroviarias que tanto le habían influido en su visión de futuro cuando visitó Francia, si bien era consciente de que debían ir soterradas, y se preocupó de que cada barrio tuviese una zona dedicada a edificios públicos.

La solución formal más destacada del proyecto fue la incorporación de la manzana de casas; su forma crucial y absolutamente singular con respecto a otras ciudades europeas viene marcada por su estructura cuadrada de 113,33 metros con unos chaflanes de 45º.

GEOMETRÍA DEL ENSANCHE.

La cuadrícula de Cerdá preveía calles de 20, 30 y 60 metros de anchura. Las manzanas tenían construcciones en sólo dos de sus cuatro lados, lo cual daba una densidad de 800.000 personas. Con el diseño original, el ensanche se habría ocupado totalmente hacia 1900, si bien tanto el mismo Cerdá como, posteriormente, algunas acciones especulativas lo densificaron sustancialmente.


Esquema de la luz solar en las manzanas.Cerdá propuso el «Ensanche ilimitado», una cuadrícula regular e imperturbable a lo largo de todo el trazado urbano. A diferencia de otras propuestas que rompían su ritmo repetitivo para meter espacios verdes o servicios, la propuesta de Cerdá los engloba internamente, cosa que le permite fijar una repetición continua en el plan con la capacidad de alterarlo cuando convenga.

La visión del ingeniero era de crecimiento y modernidad; su genialidad le hace anticiparse a futuros conflictos de circulación urbana, 30 años antes de inventarse el automóvil.

Cerdá despliega el trazado sobre la columna vertebral que supone la Gran Via. Trabaja con módulos de 10 x 10 manzanas (que Cerdá considera un distrito) y que se corresponden con los cruces principales (plaza de las Glorias Catalanas; plaza de Tetuán; plaza de la Universidad), con una calle más ancha cada cinco (calle de la Marina; la vía Laietana, que atravesaría la ciudad vieja 50 años más tarde; calle de Urgell). Con estas proporciones, así como la resultante de la medida de la manzana, Cerdá consigue ubicar una de las calles anchas que bajan del mar a la montaña a cada banda de la ciudad vieja (calle de Urgell y paseo de Sant Joan) con 15 manzanas en el medio.

EXCEPCIONES A LA REGULARIDAD.

Hay que mencionar especialmente el diseño del paseo de Gracia y de la rambla de Cataluña donde, con el fin de respetar el antiguo camino de Gracia y la vertiente natural de las aguas –de aquí el nombre de rambla–, trazó sólo dos vías consecutivas de anchura especial cuando en realidad, atendiendo al tramado de 113,3 m, tendría que haber tres calles. Además, el paseo de Gracia, con el fin de respetar el antiguo trazado, no es exactamente paralelo al resto de calles, por lo cual las manzanas existentes entre las dos vías mencionadas, si bien son de diseño ortogonal con chaflanes, presentan irregularidades que les dan forma de trapecio.

A todo eso hay que añadir la presencia de algunas vías de carácter especial que no siguen el trazado reticular sino que lo atraviesan en diagonal, como la misma avenida Diagonal, la Meridiana o la del Paralelo, y otras que fueron trazadas respetando la existencia de antiguas vías de comunicación con los pueblos vecinos.

OPOSICIÓN AL PLAN CERDÁ Y MENOSPRECIO AL AUTOR.

Ya antes de su aprobación contó con la oposición municipal. El grupo dominante de Barcelona actuó en contra del plan de la misma manera que lo hizo contra las crecientes protestas populares. El carácter antiautoritario, antijerárquico, igualitario y racionalista del plan colisionaba con la visión de la burguesía, que prefería como referente de nueva ciudad a París o Washington, con una arquitectura de carácter más particularista.

La figura de Cerdá también generó antipatías entre los arquitectos, ya que no podían perdonar la afrenta que había significado adjudicar una responsabilidad urbanística a un ingeniero. Cerdá sufrió una campaña de desprestigio personal repleta de leyendas y mentiras. No sirvió de nada que fuera de una familia catalana originaria del siglo XV, ni que hubiera proclamado la república federal catalana desde el balcón de la Generalidad, porque se acabó difundiendo que «no era catalán».

Institucionalmente también fue despreciado. El concurso del ensanche fijaba la adjudicación del nombre del ganador a una calle principal del entramado. A Cerdá se le negó este premio hasta que en los años 1960 la plaza Cerdá tomó su nombre. Se trata de una plaza ubicada fuera de la trama que él mismo realizó, con una marginalidad urbanística mantenida hasta hace poco tiempo y recordada por los constantes problemas de inundaciones por un mal diseño del alcantarillado, curiosamente una de las máximas preocupaciones de Ildefonso Cerdá. De la misma manera, se le negó un monumento que ya había sido diseñado en 1889 por Pere Falqués y que el alcalde Francesc Rius no quiso llevar a cabo.

PRINCIPALES OBRAS.

1859 - Teoría de la construcción de las ciudades, vol. 1. Barcelona, 1859. Reeditado en 1991 por el Ministerio de Administraciones Públicas, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ayuntamiento de Madrid. ISBN 84-7088-583-9.
1861 - Teoría de la construcción de las ciudades, vol. 2. Madrid, 1861. Reeditado en 1991 por el Ministerio de Administraciones Públicas, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ayuntamiento de Madrid. ISBN 84-7088-586-3.
1863 - Teoría del enlace del movimiento de las vías marítimas y terrestres.
1867 - Teoría general de la urbanización y aplicación de sus principios y doctrinas a la reforma y ensanche de Barcelona. Madrid: Imprenta Española, 1867. Reeditado por el Instituto de Estudios Fiscales, 1968-1971.
1867 - Monografía estadística de la clase obrera Barcelona, en 1856: Espécimen de una estadística funcional de la vida urbana, con aplicación concreta en dicha clase. Se publicó como un apéndice de la Teoría general de la urbanización.
? - Teoría general de la ruralización.


LLEGADA Y ESTANCIA DE CERDÁ EN CUEVAS.

En estos comienzos de singladura de la flamante Junta de Aguas, se había superado, aunque sólo fuese de modo provisional, el obstáculo de la financiación. A partir de aquí, la principal preocupación de los comisionados se iba a centrar en la búsqueda de un técnico que proyectase y dirigiese los trabajos concernientes a la galería de captación: “Reunida ya la cantidad de diez mil reales y siendo de esperar que muy pronto se complete la totalidad, no perdiendo un momento el dar principio a los trabajos para extraer las aguas que tanta falta hacen; los Sres. de la Comisión acordaron unánimemente se escriba a las ciudades de Cartagena, Murcia u otro punto para que se persone sin demora un Ingeniero hidráulico que reconociendo el río Almanzora en la parte que comprende este término, designe el punto donde pueda extraerse mayor cantidad de agua con la economía posible, encargándose de la dirección de la obra, contratando antes los honorarios o sueldo que se le ha de señalar” . Esta predilección por la vecina Murcia obedecía no sólo a la cercanía, sino también al hecho de que en aquella provincia existían afianzadas zonas de regadío sobre las que se venía actuando con todo tipo de infraestructuras desde el siglo XVI, y fruto de esa experiencia por allí habían pululado prestigiosos arquitectos hidráulicos, alguno de los cuales –como ocurriese con Toribio Martínez de la Vega o fray Pedro de San Agustín- habían sido requeridos por los hacendados cuevanos en la anterior centuria. Precisamente hasta esta provincia se había desplazado Ildefonso Cerdá en 1841, pues nada más finalizar sus estudios de ingeniería en Madrid ingresa, como solía ser habitual, en el Cuerpo de Ingenieros del Estado siendo destinado como funcionario a Murcia y Alicante.

Para contactar con un ingeniero o arquitecto hidráulico se comisionó a Diego Flores Valero, quien sin pérdida de tiempo viajó a la vecina capital. Desde allí escribirá el 21 de marzo: “Después de haberme sido inútiles todos mis esfuerzos para que marchase a ese el Fraile de Orihuela, me acabo de avistar con D. Ildefonso Cerdá, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, a quien hice presente mi cometido, y después de enterado de todo, me ha contestado: Que para el día 1º al 8 del próximo mes pasará a esa Villa, mediante a que sus ocupaciones no le permiten verificarlo antes” . Es la primera vez que aparece el nombre del ingeniero, pero como sustituto de un primer intento fallido, ya que el Fraile de Orihuela -del que nada sabemos aunque debió ser muy conocido en su tiempo al ser mencionado por este nombre genérico- rechazó el requerimiento de los cuevanos.

No obstante, la fecha anunciada para la venida del ingeniero catalán les pareció a los responsables de la Junta de Aguas excesivamente tardía, pues les urgía iniciar cuanto antes los trabajos de reconocimiento del tramo del río bajo el que pretendían horadar la galería de alumbramiento; de ahí que se decidan a solicitar los servicios de un técnico local que, sin estar especializado, pudiese anticipar el planeamiento del trazado de la misma: “En la Villa de las Cuevas día veinte y ocho de Marzo de mil ochocientos cuarenta y dos, reunidos los Señores de la Comisión de Aguas que abajo aparecen por sus firmas en el local del Ayuntamiento de la misma, enterados del oficio antecedente remitido por Diego Flores Valero, individuo de dicha Comisión, acordaron: Que se llame inmediatamente por medio de oficio a D. Antonio Piqueras, arquitecto director de la Fábrica Madrileña, para que dé su parecer de lo que debe hacerse provisionalmente en el término se persone en ésta D. Ildefonso Cerdá Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en atención a lo urgente que es dar principio a la grande obra de la extracción de aguas que se pretende”.

Por fin, dos días después del plazo prefijado en aquella misiva a la que hicimos referencia anteriormente, se produce la llegada de Cerdá a la localidad, si bien su estado de salud –posiblemente por causa de los quebrantos del viaje- no era precisamente bueno: “En la Sala Capitular de esta Villa de Cuevas a diez de abril de mil ochocientos cuarenta y dos, reunidos varios Sres. de este Ayuntamiento Constitucional y algunos otros de la Comisión de Aguas con objeto de conferenciar sobre la venida de D. Ildefonso Cerdá, Ingeniero que se va encargar en la dirección de los trabajos que motivan este Expediente, teniendo noticia de que dicho Sr. se hallaba en su casa algo indispuesto, se acordó pasar todos a tener una entrevista con dicho Sr. con el fin de felicitarle y activar dichos trabajos como en efecto se verificó, y seguido [se ha] convenido en que mañana temprano se pase a los puntos de este río donde deben emprenderse los indicados trabajos para que se haga un reconocimiento exacto de todos aquellos terrenos y por él se pueda formar el Plan de cuanto debe practicarse y para que conste se pone por diligencia que firma el Sr. presidente interino de que certifico”.

El joven ingeniero –todavía en los inicios de su carrera profesional- cumplirá con lo convenido, y la mañana del 11 de abril, escoltado por un nutrido acompañamiento, se desplaza hasta los lugares donde se han proyectado los trabajos: “Diligencia por la que se acredita que en este día de la fecha cuasi todos los Sres. que componen el Ayuntamiento Constitucional, acompañados con algunos de la Comisión de Aguas y un gran número de vecinos, el Sr. D. Ildefonso Cerdá reconoció detenidamente los sitios titulados la Terrera Blanca, La Cueva Negra y otros que cita en este río y en los cuales se han de establecer los trabajos que se tienen proyectados, y después de algunos conocimientos que por personas antiguas se le dieron a dicho Sr., y después que éste manifestó alguna idea para la obra de que se trata, inclinándose por ahora a que darán principio los trabajos en dicho sitio de la Cueva Negra, de común acuerdo se retiró la comitiva a fin de no perder tiempo en las operaciones intentadas. Se autoriza en Cuevas a once de abril de mil ochocientos cuarenta y dos”

EL RELEVO DE CERDÁ.

El ayudante de ingeniero, José Mª de Prado, continuó ocupándose durante los meses sucesivos de las tareas de dirección a pie de obra, así como de la redacción de las bases para la contratación de la madera y el hierro necesarios para la apertura de la galería. Puntualmente asistía a las reuniones de la Comisión de Aguas, a cuyos miembros mantenía informados sobre las incidencias de los trabajos y las dificultades que, ya por entonces, comenzaban a ralentizar la marcha de los mismos: el principal, sin duda, lo provocaba la abundancia de agua que impedía el avance en la construcción de la cimbra al no dar abasto los sistemas de desagüe. Todo ello era conocido por Cerdá, el cual mantenía una fluida comunicación tanto con su ayudante como con los miembros de la Comisión. Es probable que el surgimiento de estos primeros inconvenientes técnicos y la imposibilidad del ingeniero de inspeccionar aquellas obras con la debida asiduidad lo animaran a tomar una decisión: “Así mismo determinaron oficiar a D. Juan Ibáñez para que se persone en ésta a la mayor brevedad como director principal de la Empresa referida según el encargo que le dejó D. Ildefonso Cerdá como consta del oficio remitido por éste con fecha veinte y dos de abril último (…). Es decir, Cerdá depositaba su confianza en este arquitecto murciano, profesional muy experimentado en obras de captación de aguas.

Lo cierto es que una semana más tarde, ya se encontraba en la villa el arquitecto hidráulico con el objeto de llevar a cabo el trabajo de campo preciso para confeccionar el plano definitivo: “En la Villa de Cuevas siendo las nueve de la noche de este día siete de junio de mil ochocientos cuarenta y dos, el Licdº. D. Juan de castro Soler, Abogado de los Tribunales nacionales, Alcalde Constitucional y Presidente del Ilustre Ayuntamiento y de su Comisión auxiliar de aguas dijo: Acaba de llegar en esta noche de la ciudad de Murcia el Ingeniero o Arquitecto D. Juan Ibáñez que substituye al Ingeniero hidráulico D. Ildefonso Cerdá durante su ausencia con el objeto de reconocer y practicar las diligencias conducentes a la Empresa de aguas de la Cueva Negra y ha manifestado que a las cuatro de la mañana siguiente ha resuelto pasar a dicho reconocimiento (…)”. Y efectivamente, la madrugada del 8 de junio ya se halla el técnico murciano recorriendo los lugares por donde ha de discurrir la galería en una primera inspección de los terrenos, para ello exige que lo acompañen personas entendidas de la misma Comisión con el fin de servirle de orientación. De esta primera visita no extrae Ibáñez las suficientes nociones, por lo que decide practicar un reconocimiento más amplio para el día siguiente. A la Junta general del 10 de junio presentará ya plano de la inspección que ha llevado a término: “En la Villa de Cuevas a diez de junio de mil ochocientos cuarenta y dos, reunidos en las Salas Capitulares previa citación los Sres. del Ayuntamiento y de la Junta de Aguas con los interesados hacendadosen la empresa para la extracción de las [aguas] de la Cueva Negra (…), tenida esta reunión a consecuencia de lo acordado en el día de antes de ayer se presentó el Arquitecto Hidráulico D. Juan Ibáñez que sustituye al Ingeniero D. Ildefonso Cerdá presentando un plano de reconocimiento que ha practicado desde el sitio de la Cueva Negra hasta el denominado Peñón de Panes, y manifestando que el referido sitio de la Cueva Negra presenta abundante caudal de aguas que puede cuasar la riqueza y fertilidad de este Pueblo si hubiese continuidad y metálico para continuar esta obra tan grandiosa (…)”.

Finalizados los reconocimientos, el facultativo Ibáñez marchará a Murcia el 14 de junio y la dirección, en ausencia de aquél, volverá a recaer sobre el ayudante José Mª de Prado. Unos meses después, para el 24 de agosto, el arquitecto habrá concluido el trazado del único plano completo –remitido a la Comisión de Aguas el 4 de septiembre-que se conserva de la galería de captación, sobre el que fundamentarán sus trabajos, sin apenas alteraciones, los distintos facultativos que a lo largo de un dilatado período de más de 35 años dirigieron las obras. Aquel plano iba acompañado de una Memoria, en la que, después de introducir los diversos intentos de alumbramientos de aguas durante los siglos XVIII y XIX, establecía las condiciones idóneas de construcción de la futura galería, con las obras de fábrica necesarias, y un presupuesto cuya cuantía ascendía a la nada desdeñable cantidad de 887.913 reales de vellón. Que Ibáñez tuviese en cuenta las observaciones, nivelaciones y otras operaciones ejecutadas por Cerdá en su visita a los lugares de los futuros trabajos, es algo que sólo puede aventurarse, aunque sería lógico considerar que el murciano, convertido en depositario de la confianza del ingeniero catalán, insertase en su estudio técnico los datos y conclusiones de aquél.


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Mensaje por Invitado Miér 27 Oct 2010, 2:28 pm

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HERMANOS ELHÚYAR.

FAUSTO ELHÚYAR.

Dentado: 13 1/4
Huecograbado
6.000.000


Fausto Fermín de Elhuyar o Fausto Fermín Delhuyar (Logroño, 11 de octubre de 1755 - Madrid, 6 de febrero de 1833) fue un químico e ingeniero de minas español, descubridor del wolframio junto a su hermano Juan José Elhuyar en 1783. También estuvo al cargo de la Escuela de Minas de México, D.F. y fue responsable de la edificación del "Palacio de Minería". Elhuyar abandonó México justo después de la independencia.

Los d'Elhuyar en Logroño

Los Elhuyar Lubice eran una familia vascofrancesa que se afincó en Logroño. El padre, Juan d'Elhuyar Surret, nace en Hasparren, Labort, Francia (1718) y fue "cirujano latino". En 1752 ejerce su profesión en Bilbao y desde el 3 de febrero de 1753 en Logroño hasta su muerte. Hijos: Juan José (15 de junio de 1754), Fausto (11 de octubre de 1755), nuestros protagonistas, y María Lorenza (8 de agosto de 1757). Su primera esposa y madre de sus hijos, Úrsula de Lubice, muere en 1758 y Juan se casa en segundas nupcias en 1769 con su sirvienta, Dominique de Elizagaray. Juan completa su sueldo de cirujano con la destilación de "aguardientes de vino y no de heces" que distribuye en toda la zona norte de España. Muere el 16 de agosto de 1784 en Bayona, Francia.

FORMACIÓN ACADEMICA.

Elhúyar estudió medicina, cirugía y química, así como en matemáticas, física e historia natural junto con su hermano en París entre 1773 y 1777. Enseñó en Vergara desde 1781 hasta 1785 como catedrático de Mineralogía y Metalurgia. Su trabajo se centra en dos áreas distintas: la enseñanza y las publicaciones y el trabajo en el Laboratorium Chemicum. Enseña mineralogía, ciencias subterráneas y metalúrgica, así como las materias complementarias de geometría subterránea, docimasia química y dibujo técnico y tecnológico. En el laboratorio trabaja asociado a François Chavaneau, catedrático de Química en Vergara que consiguió la purificación y maleabilidad del platino, en solitario, y durante algunos meses, en el otoño de 1783, con su hermano Juan José, que termina en el aislamiento del Wolframio o tungsteno.

Luego, de nuevo con su hermano, visitó varias universidades europeas,[2] incluyendo la escuela de Minas en Freiberg donde asistió a lecciones de geometría subterránea y dibujo, a las de beneficio de minas, construcción de máquinas y metalurgia y la Universidad de Uppsala en Suecia donde estudió química superior con Torbern Olof Bergman durante seis meses y en Köping visita a Carl Wilhelm Scheele, quien anunció la posible existencia del metal descubierto por Elhúyar.[1] En la primavera de 1783 se queda sin la ayuda de pensionado.

En septiembre de 1785 renuncia a la cátedra y en julio de 1786 es nombrado Director General de Minería de México. Antes de partir recorre Europa entre 1786 y 1788 para conocer el "método de Born" para el beneficiado de la plata y se casa en Viena, 1787 con Juana Raab. Durante los treinta y tres años de estancia americana se ocupó de la creación del Colegio de Minería (1 de enero de 1792), la construcción del Palacio de Minería (1813) y la dirección de los mismos, así como de visitar las "Reales de Minas". En 1788 se le llama como supervisor de la industria minera en México hasta la revolución a comienzos del siglo XIX. De retorno a España es nombrado director general de minas y ministro del estado. Fausto regresa a España en 1822 y se ocupa del reconocimiento oficial de las minas de Almadén, Guadalcanal y Río Tinto. En 1825 es nombrado Director General de Minas. Muere en Madrid el 6 de enero de 1833.

TRABAJOS Y PUBLICACIONES.

Los trabajos de Fausto Elhúyar fueron numerosos, escribió reportes sobre la teoría de amalgamación—un proceso para extraer la plata de su mena—, escribió sobre la historia de las cecas de fabricación de monedas y fue autor sobre la historia de las minas de México y la explotación de las minas españolas. En Madrid, en 1825 publicó un trabajo sobre la influencia de la mineralogía en la agricultura y en la química.

JUAN JOSÉ ELHUYAR.

Juan José Delhuyar y Lubice (Logroño, 15 de junio de 1754 - Bogotá, 20 de septiembre de 1796). Fue un afamado químico español nacido en La Rioja que junto a su hermano Fausto logró aislar el wolframio por primera vez, hecho que aconteció en las instalaciones que la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País tenía en la localidad guipuzcoana de Vergara.

Su muerte se produce el 1796 en la ciudad de Bogotá, en el entonces Virreinato de Nueva Granada y actualmente Colombia.


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Mensaje por Invitado Miér 27 Oct 2010, 9:27 pm

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MIGUEL BIADA BUNYOL,

Fecha de emisión: 2 de Abril de 1974
Dentado: 13 1/4 x 12 3/4
Huecograbado
Tirada: 10.000.000


SU VIDA, SUS OBRAS.

Fue el pequeño de 13 hermanos. Estudió en la Escuela Pía de Santa Ana de Mataró y se graduó en la Escuela de Pilotos de Arenys de Mar. Marchó a Maracaibo (Venezuela) en el año 1808 donde había un hermano suyo. Allí empezó su carrera como comerciante. En el año 1815 regresa a Mataró para casarse con Teresa Prats Vilaseca la cual seguirá viviendo en Mataró. Al año siguiente nace su primer hijo, Miguel.

En el año 1821 ante la grave situación de la entonces colonia española se marcha a vivir a La Habana, donde continúa mercadeando a través de su empresa "Biada y Compañía". En el 1823 nace en Mataró su segundo hijo, Salvador. Los tres restantes Juan, Casimiro y Cristina nacerán en La Habana donde se trasladó a vivir su esposa.

Formó parte de la llamada "camarilla" de amigos del capitán general de Cuba (1834-1838) el general Miguel Tacón y Rosique.

Miguel Biada partició en la construcción del primer ferrocarril en territorio español que se inauguró en la isla caribeña el año 1837.

De regreso a España en 1840 formaría parte de un reducido número de capitalistas para fundar la empresa "Camino de hierro de Barcelona a Mataró" (1843). El primer ferrocarril peninsular se inauguró el 28 de octubre de 1848 entre Barcelona y Mataró de 30 kilómetros. Se le considera junto a D. José M. Roca el principal promotor del proyecto. Él fue el responsable de la economía de la empresa hasta su muerte.

Miguel Biada no pudo ver hecho realidad su proyecto ya que murió en Mataró, su ciudad natal, el día 2 de abril de 1848.

ARENYS DE MAR.

Arenys de Mar es un municipio español de la provincia de Barcelona, Cataluña, situado en la comarca del Maresme. Según datos del INE en 2009 contaba con 14.627 habitantes.

Esta situado en la finalización de la Riera de Arenys, que lo conecta con el interior pasando por Arenys de Munt. Se encuentra también cerca del macizo del Montseny y el Parque Natural del Corredor-Montnegre. Como en todas las poblaciones costeras de la comarca del Maresme) cruzan el municipio, entre el casco urbano y el mar, la N-II y la línea ferroviaria del Maresme.

Es un importante puerto pesquero, el principal de la Provincia de Barcelona y recreativo, tanto es así que el puerto y sus servicios es el motor principal de la economía del municipio.

MIGUEL TACÓN Y ROSIQUE.

Miguel Tacón y Rossique. (Cartagena (Murcia), 10 de enero de 1775 - Madrid, 12 de ocubre de 1855). Militar español.

Gobernador de Popayán en 1809, cuando las posesiones españolas en América comenzaron a levantarse contra el gobierno penínsular, combatió a los patriotas insurrectos siendo derrotado el 5 de abril de 1811. Huyó al Virreinato del Perú en donde permaneció hasta 1819. Nombrado General de Brigada, se trasladó a Madrid.

Destinado en Málaga, ascendió a Teniente General y se le envió como gobernador a Cuba, adonde llegó el 7 de junio de 1834. El buen gobierno de la isla en materias cotidianas y de obras públicas, sobre todo en La Habana, estuvo ensombrecido por sus actos despóticos y su fomento del comercio de esclavos. A su regreso a España en 1852, durante el reinado de Isabel II, fue nombrado senador.


FERROCARRIL DE BARCELONA A MATARÓ.

El primer ferrocarril español de los de servicio regular fue obra del empresario catalán Miquel Biada i Bunyol, nacido en Mataró en el año 1789 y que tras muchas de las vueltas que da la vida acabó llevando el camino de hierro desde la Ciudad Condal hasta su pueblo.

Cuando tenía 19 años, Biada tuvo que marchar a Venezuela por causa de la guerra napoleónica de 1808-14, que afectó severamente a Cataluña. Una vez en tierras americanas, se dedicó a los negocios navieros en el puerto de Maracaibo, hoy en día muy conocido por su actividad petrolera. Poco le iba a durar la tranquilidad al armador, pues el vacío de poder que causó la invasión bonapartista en la Península fue aprovechado por la mayor parte de las colonias de la España de ultramar para iniciar movimientos de independencia, por lo que las juntas de gobierno peninsulares empezaron a sostener dos guerras simultáneamente, contra los franceses y contra Simón Bolívar, uno de los Libertadores de América. Miquel Biada participó en estas guerras del lado español, organizando expediciones contra Puerto Rico y Jamaica, entre otras plazas fuertes de los separatistas.

Con el fin de las guerras napoleónicas fueron restauradas en Europa las viejas monarquías que habían sido destronadas por el Imperio Francés, retornando a España la Casa de Borbón en la persona de Fernando VII. Este rey se caracterizó por un reinado autoritario que anuló las reformas socioculturales heredadas de su abuelo Carlos III, lo que contribuyó a agravar la cuestión de América. Durante el reinado de Carlos III se había promovido la expedición marítima de Alessandro Malaspina, que realizó un exhaustivo reconocimiento geográfico y etnográfico del Nuevo Continente, desde la Tierra de Fuego hasta Alaska, con el fin de determinar, entre otras cosas, la conveniencia de si se debía reorganizar o no el sistema de administración colonial de aquel inmenso imperio. Este deseo de modernización del continente fue abortado con la muerte de Carlos III y la ascensión al poder de oscuros personajes como Godoy, que hicieron caer en desgracia a Malaspina y presagiaron el retroceso cultural que iba a venir con Fernando VII.

Las colonias americanas no tuvieron otra opción que la secesión, estando Miquel Biada durante algunos años más involucrado en más combates contra los hombres de Bolívar. En las décadas de 1820 y 1830 España deja de ser la gran potencia transatlántica que había sido desde los tiempos de Cristóbal Colón, independizándose de ella casi todos sus territorios americanos, salvo las pequeñas islas de Cuba y Puerto Rico, que siguieron bajo soberanía española hasta mucho más tarde, hasta 1898. No quedó ni siquiera la posibilidad de un equivalente a la Commonwealth británica que hubiera mantenido los lazos entre la Península y Ultramar, y las nuevas repúblicas surgidas de la Independencia tampoco fueron capaces de establecer una federación estable entre ellas mismas, lo que sin duda acabó influyendo en el estado de crisis económica que han vivido durante el siglo XX y comienzos del XXI, con gran parte de su población volviendo desesperadamente a la metrópoli en el mismo momento de escribirse estas líneas. Es por ello que quizá el gran “desastre” del mundo hispánico no fuera la pérdida de Cuba y Puerto Rico en 1898 (muy pequeña si comparamos los territorios) sino la “década ominosa” de 1823-1833, muy dura de vivir tanto para los hispanos de este lado del Atlántico como para los del otro.

En la ciudad de La Habana, que sobrevivió a este período conservando la obediencia a la bandera rojigualda, volvemos a encontrarnos con Miquel Biada, como comerciante cada vez más afortunado. La visión en 1837 de las locomotoras empleadas en el tren del azúcar debió de causarle una seria impresión, y viendo en ellas la posibilidad de un negocio perfecto decidió volver a establecerse en España, a donde volvió en el año 1840. Siguiendo la estela de muchos “indianos” de nuestra costa cantábrica, que cuando habían hecho su fortuna en las colonias volvían a sus municipios natales dotándolos de escuelas, carreteras u otros servicios, Biada decide la construcción de un ferrocarril que una Barcelona con su Mataró del alma. El trazado de este ferrocarril sería, por tanto, muy fácil, siguiéndose la costa del Maresme, a veces a través de las propias playas, y sin más obstáculos de importancia que un puente sobre el río Besós, a las afueras de la Ciudad Condal, y un túnel -o foradada, según las crónicas de la época- para salvar el peñasco de Montgat. Para la obra, Biada se asoció en 1845 con el empresario Josep María Roca, con varios ingenieros británicos, pues -como en el caso del FC Habana-Güines- la dependencia tecnológica de Inglaterra era todavía casi absoluta en el resto de las naciones con respecto al invento de Trevithick y Stephenson, y con varios de sus contactos en el mundo financiero conseguidos durante su largo periplo americano.

El 6 de junio de 1845 fue constituida la primera de las compañías ferroviarias que verían la luz en nuestro país, la del Camino de Hierro de Barcelona a Mataró y Viceversa, empezándose los trabajos en 1847. La tecnología empleada fue, como se ha indicado, de origen británico: La infraestructura fue realizada por la empresa McKenzie & Brassey, las cuatro locomotoras empleadas procedían de los talleres de Jones & Potts y el material remolcado de los de Wright.

Los retrasos en las obras de la línea de Madrid a Aranjuez permitieron que fuera la de Mataró la primera en abrirse al servicio, si bien Miquel Biada tuvo la desgracia de no poder asistir a la culminación de su sueño, pues murió de una pulmonía el 2 de abril de 1848 y los primeros trenes de pruebas no circularon hasta el 8 de octubre del mismo año, siendo inaugurado el ferrocarril el día 28, con asistencia de representantes de la autoridad civil, militar, eclesiástica y de numeroso público. La estación principal
de la línea en Barcelona se hallaba no lejos del actual barrio de La Barceloneta, y con el tiempo fue creciendo y sufriendo multitud de ampliaciones, ostentando durante años un cartel con una inscripción que la acreditaba como terminal del primer ferrocarril de España. En la actualidad estos terrenos mantienen su solera ferroviaria con la presencia de la monumental estación de Barcelona-Término, cuyos edificios y marquesina metálica fueron realizados para la Exposición de 1929. Esta estación fue popularmente la Estación de Francia, pues durante el siglo XIX el pequeño ferrocarril de Mataró, fusionado con otro a Granollers, creció hasta la frontera francesa de Port-Bou, permitiendo el viaje al país galo tanto por la costa como por el interior. La denominación popular prendió tanto en el habla de la gente que desde el año de 1992 Renfe ha cambiado los carteles oficiales de “Término” por los de “Barcelona-Estació de França”.

El reloj que dio la salida al primer tren de 1848 se conserva en el Museo del Ferrocarril de Madrid, y la locomotora que hizo circular el tren inaugural, la “Mataró”, tuvo posteriormente una historia algo rocambolesca, pues en 1876, dado su carácter histórico, fue instalada en lo alto de un arco-pedestal durante una exposición de productos catalanes realizada en la Universidad de Barcelona, con la mala suerte de caerse del pedestal, lo que llevó a su almacenamiento y posteriormente a su desguace

La “Mataró” que conocemos hoy en día, que ha participado en multitud de actos conmemorativos, no es sino una réplica realizada en la propia Barcelona para el centenario de la línea en 1948, de ahí el nombre de “Tren del Centenari” que adorna su frontal. De todas maneras, el paso de los años ha ido convirtiendo también a la réplica en una pieza de casi tanto valor simbólico como el original, por lo que representa de lo que fue la antigua tecnología del Ferrocarril.

Al poco se iniciaron las obras para prolongar la línea desde Mataró a Arenys de Mar, no sin problemas con el Ministerio de Marina , pues por una playa de Mataró por donde se iba a hacer pasar la vía había costumbre de varar barcos desde hacía tiempo. Como empezaron a crecer varios ferrocarriles desde Barcelona, se habituaron a tomar nombres de puntos cardinales para diferenciarse unas empresas de otras, un poco a la manera de lo que pasaría muy poco después a nivel de toda España.

De esta manera, el ferrocarril de Mataró pasaría a ser la compañía del Camino de Hierro del Este de Barcelona.

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Mensaje por Invitado Miér 27 Oct 2010, 11:14 pm

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MIGUEL ANGEL CATALÁN SAÑUDO.

Fecha de emisión: 5 de Mayo de 1994.
Dentado: 13 3/4 x 14
Calcografía y offset
Tirada: 2.500.000


Miguel Antonio Catalán Sañudo (Zaragoza, 1894 - Madrid, 1957) fue un espectroscopista español.

Nacido en Zaragoza, obtuvo su título de Química en la Universidad de Zaragoza y se doctoró en Madrid en 1917 con una tesis sobre la espectroquímica del magnesio. Estuvo casado con Jimena Menéndez-Pidal.

En 1920 comenzó a trabajar como investigador en el Imperial College de Londres con una beca de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE). Examinando el espectro del manganeso, determinó que el espectro óptico de átomos complejos contenía grupos de líneas antes desconocidas a los que llamó "multipletes", entre las que existían regularidades características. Catalán demostró que el estudio de los multipletes llevaba a una mejor comprensión de los estados energéticos de los electrones atómicos.

Por invitación de Arnold Sommerfeld trabajó en la Universidad de Múnich y, tras la creación en Madrid del Instituto Nacional de Física y Química por la JAE -con la ayuda financiera de la Fundación Rockefeller- se le nombró en 1930 jefe de la sección de espectroscopia. Fue invitado en numerosas ocasiones de los laboratorios del National Bureau of Standards de Washington, D.C., en la Universidad de Princeton y el MIT.

Publicó más de 70 artículos científicos en revistas especializadas. En 1926 recibió un premio de la Real Academia de Ciencias (España) y en 1930 el premio internacional Pelfort. Tras haber sido separado de sus puestos en el Instituto Nacional de Física y Química y la Universidad a causa de la Guerra Civil, se le permitió volver a la actividad científica a partir de 1946, gracias a la actuación de José María Otero de Navascués. Desde 1950 ejerció como director del Departamento de Espectros del Instituto de Óptica del CSIC en Madrid. En 1952 fue nombrado asesor de la Joint Commission for Spectroscopy (Comisión Conjunta de Espectroscopia), el organismo regulador para este campo. En 1955 fue elegido para de la Real Academia de Ciencias (Madrid).

En 1970 se decidió en su honor llamarle «Catalán» a un cráter lunar que tiene forma irregular pero que es aproximadamente circular.

PREMIO DE INVESTIGACIÓN "MIGUEL CATALÁN".

La Comunidad Autónoma de Madrid concede anualmente el Premio de Investigación "Miguel Catalán" en Ciencias desde el año 2005, en honor a la memoria de Miguel Ángel Catalán. Este premio reconoce la excelencia investigadora durante la carrera científica de toda una vida. Los ganadores reciben una medalla, un diploma y un premio en metálico de 42,000 Euros. Ganadores de este premio han sido: José Elguero Bertolini (2005, químico), Antonio Hernando Grande (2006, físico), Amable Liñán Martínez (2007, ingeniero aeronáutico), José Luis García Fierro (2008, químico) y Miguel Francisco Sánchez Madrid (2009, biólogo). Desde el año 2008 se concede también un Premio de Investigación "Miguel Catalán" para investigadores menores de 40 años. Los ganadores reciben también una medalla, un diploma y un premio de 21,000 Euros. 50,000 Euros son también dados a sus instituciones de origen para financiar sus futuras investigaciones. Pasados ganadores han sido: Oscar Fernández Carpetillo (2008, oncologo) y Luis Raúl Sánchez Fernández (2009, físico).

Los premios “Miguel Catalán”, quieren contribuir a reconocer la excelencia en la investigación, promover los valores científicos desarrollados por investigadores y asimismo, favorecer la aparición de vocaciones en el campo de la investigación estimulando a los jóvenes científicos e investigadores madrileños a valorar la actividad investigadora en la Comunidad de Madrid como aportación al avance del conocimiento científico y tecnológico, y en definitiva su contribución al progreso de la sociedad.

ESPECTROSCOPIA.

La espectroscopia —también pronunciada espectroscopía— es el estudio de la interacción entre la radiación electromagnética y la materia, con aplicaciones en química, física y astronomía, entre otras disciplinas científicas.

Espectro de luz de una flama de alcohol.
Luz visible como parte del espectro electromagnético.El análisis espectral en el cual se basa, permite detectar la absorción o emisión de radiación electromagnética a ciertas longitudes de onda, y relacionar éstas con los niveles de energía implicados en una transición cuántica.

Existen tres casos de interacción con la materia:

1.choque elástico: Existe sólo un cambio en el impulso de los fotones. Ejemplos son los rayos X, la difracción de electrones y la difracción de neutrones.
2.choque inelástico: Por ejemplo la espectroscopía Raman.
3.Absorción o emisión resonante de fotones.

El objetivo de la espectroscopía es obtener información acerca de una prueba o de una cuerpo radiante, por ejemplo:

la estructura interna o la temperatura (por ejemplo de estrellas)
la composición o la dinámica un una reacción química
la espectroscopía analítica identifica átomos o moléculas por medio de sus espectros

ORIGEN.

La luz visible es físicamente idéntica a todas las radiaciones electromagnéticas. Es visible para nosotros porque nuestros ojos detectan esta estrecha banda de radiación del espectro electromagnético completo. Esta banda es la radiación dominante que emite nuestro Sol. Desde la antigüedad, científicos y filósofos han especulado sobre la naturaleza de la luz. Nuestra comprensión moderna de la luz comenzó con el experimento del prisma de Isaac Newton, con el que comprobó que cualquier haz incidente de luz blanca, no necesariamente procedente del Sol, se descompone en el espectro del arcoiris (del rojo al violeta). Newton tuvo que esforzarse en demostrar que los colores no eran introducidos por el prisma, sino que realmente eran los constituyentes de la luz blanca. Posteriormente, se pudo comprobar que cada color correspondía a un único intervalo de frecuencias o longitudes de onda.

En los siglos XVIII y XIX, el prisma usado para descomponer la luz fue reforzado con rendijas y lentes telescópicas con lo que se consiguió así una herramienta más potente y precisa para examinar la luz procedente de distintas fuentes. Joseph von Fraunhofer utilizó este espectroscopio inicial para descubrir que el espectro de la luz solar estaba dividido por una serie de líneas oscuras, cuyas longitudes de onda se calcularon con extremo cuidado. Por el contrario, la luz generada en laboratorio mediante el calentamiento de gases, metales y sales mostraba una serie de líneas estrechas, coloreadas y brillantes sobre un fondo oscuro. La longitud de onda de cada una de estas bandas era característica del elemento químico que había sido calentado. Por entonces, surgió la idea de utilizar estos espectros como huella digital de los elementos observados. A partir de ese momento, se desarrolló una verdadera industria dedicada exclusivamente a la realización de espectros de todos los elementos y compuestos conocidos.

También se descubrió que si se calentaba un elemento lo suficientemente (incandescente), producía luz blanca continua, un espectro completo de todos los colores, sin ningún tipo de línea o banda oscura en su espectro. En poco tiempo llegó el progreso: se pasó la luz incadescente de espectro continuo por una fina película de un elemento químico elegido que estaba a temperatura menor. El espectro resultante tenía líneas oscuras, idénticas a las que aparecían en el espectro solar, precisamente en las frecuencias donde el elemento químico particular producía sus líneas brillantes cuando se calentaba. Es decir, cada elemento emite y absorbe luz a ciertas frecuencias fijas características del mismo.

Las líneas oscuras de Fraunhofer, que aparecían en el espectro solar, son el resultado de la absorción de ciertas frecuencias características por los elementos químicos presentes en las capas más exteriores de nuestra estrella (espectro de absorción). Aún había dudas: en 1878, en el espectro solar se detectaron líneas que no casaban con las de ningún elemento conocido. De ello, los astrónomos predijeron la existencia de un elemento nuevo, llamado helio. En 1895 se descubrió el helio terrestre.

De igual forma que la teoría universal de la gravitación de Newton probó que se pueden aplicar las mismas leyes tanto en la superficie de la Tierra como para definir las órbitas de los planetas, la espectroscopia demostró que existen los mismos elementos químicos tanto en la Tierra como en el resto del Universo.

RELACIÓN CON EL ESTUDIO DE LOS ASTROS.

Los astros, así como la materia interestelar, emiten ondas electromagnéticas; los astrónomos han llegado al conocimiento de cuanto sabemos del ámbito extraterrestre descifrando los mensajes que portan esas ondas cuando llegan a nuestro planeta. Debe advertirse que la emisión y las modificaciones ulteriores experimentadas por esas radiaciones son resultado de no pocos factores: la composición química de la fuente que los emite, temperatura, presión y grado de ionización a que se halla la misma, influencia de los campos magnéticos y eléctricos, etc. Por otra parte, como los físicos han reproducido en sus laboratorios esos diferentes estados de la materia y obtenido los espectros correspondientes, éstos sirven de patrones que permiten analizar los espectros de los cuerpos celestes y extraer toda la información que contienen. en el caso de los espectros luminosos, los estudios constituyen el análisis espectral.

Además de indicar la composición química de la fuente luminosa y el estado físico de su materia, el espectro revela si el cuerpo luminoso y la Tierra se acercan o se alejan entre sí, además de indicar la velocidad relativa a la que lo hacen (efecto Doppler-Fizeau).

Efecto Doppler relativista

En física, el efecto Doppler relativista es el cambio observado en la frecuencia de la luz procedente de una fuente en movimiento relativo con respecto al observador. El efecto Doppler relativista es distinto del efecto Doppler de otro tipo de ondas como el sonido debido a que la velocidad de la luz es constante para cualquier observador independientemente de su estado de movimiento. A su vez, requiere para su explicación el manejo de la teoría de la relatividad especial.

El efecto Doppler relativista no difiere del efecto Doppler normal a velocidades de desplazamiento muy inferiores a las de la luz. Pero a diferencia del efecto Doppler clásico, cuando el objeto se mueve con respecto del emisor en una dirección diferente a la de unión entre ambos se puede definir un efecto Doppler transverso y un efecto Doppler lateral.

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FADRIQUE ÁLVAREZ DE TOLEDO Y ENRIQUE DE GUZMÁN.
Emisión de dos sellos: 12 Octubre 1965
Dentado: 12 3/4
Huecograbado
Tirada: 4.000.000
La serie es de 8 sellos contando con otros personajes.


Fadrique Álvarez de Toledo (1537 – Lisboa, 11 de diciembre de 1583), también llamado Don Fadrique, fue cuarto duque de Alba, duque de Huéscar, marqués de Coria y Comendador Mayor de la Orden de Calatrava.

SU BIOGRAFÍA.

Segundo hijo de Fernando Álvarez de Toledo y de María Enríquez, heredó el ducado de Alba a la muerte de su padre. En 1555 contrajo matrimonio con Guiomar de Aragón, y en 1562 con María Pimentel, con quienes no tuvo descendencia.

Entre 1557 y 1558 sustituyó ocasionalmente a su padre durante las ausencias de éste en el cargo de virrey de Nápoles.

Había dado promesas de matrimonio a Magdalena de Guzmán, dama de la reina doña Ana, pero no las cumplió, lo que le costó el arresto y encarcelamiento en el castillo de La Mota, en Medina del Campo, en 1566. Magdalena de Guzmán sería recluida en el monasterio de Santa Fe de Toledo.

Al año siguiente don Fadrique fue puesto en libertad a cambio de prestar servicio militar durante tres años en la frontera con Orán y sufrir destierro de la corte tres años más, pero en abril de 1568, encontrándose en Murcia esperando embarcarse hacia Orán, Felipe II conmutó este castigo por un nuevo destino en Flandes, donde su padre estaba al frente de los tercios en su condición de gobernador de los Países Bajos españoles.

Don Fadrique fue comandante del ejército de la corona española en los Países Bajos españoles a las órdenes de su padre durante la primera fase de la guerra de los Ochenta Años. Colaboró militarmente con éste en el asedio de Mons y estuvo al mando de las tropas que llevaron a cabo el saqueo de Malinas, Zutphen y Naarden y los asedios de Haarlem y Alkmaar. En 1574 el duque y su hijo don Fadrique regresaron a Madrid.

En 1578, a petición de Magdalena de Guzmán, todavía enclaustrada, Felipe II ordenó reabrir el proceso contra don Fadrique, durante el cual éste fue encarcelado en el castillo de Tordesillas y posteriormente de nuevo en el castillo de la Mota. En el transcurso de las investigaciones que se llevaron a cabo, se descubrió que a fin de evitar su boda con la reclamante, Fadrique se había casado en secreto por poderes con María de Toledo (hija de García Álvarez de Toledo y Osorio, marqués de Villafranca y virrey de Sicilia, primo del duque de Alba), mediante una autorización emitida para tal fin por su padre el duque de Alba, contraviniendo las disposiciones del rey. Fadrique quedó confinado en su prisión, y su padre fue desterrado de la corte, de donde partió al exilio a Uceda.

En atención a su mal estado de salud y a las precarias condiciones de su encierro, en mayo de 1580 Fadrique fue liberado de su prisión, bajo la condición de residir en la villa de Alba, de donde se le prohibió salir.

De su unión con María de Toledo tuvo en 1582 un hijo, muerto en la infancia. Le sucedió en sus títulos de nobleza su sobrino Antonio Álvarez de Toledo y Beaumont.

María de Toledo, mujer de Don Fadrique Álvarez de Toledo, IV Duque de Alba


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FRANCISCO JIMÉNEZ DE CISNEROS.
CARDENAL CISNEROS.

Fecha de emisión: 5 Diciembre de 1963
Serie completa: 4 sellos de 1; 1,50; 25 y 50 pesetas
Dentado: 12 3/4
Calcografía
Tirada: 4.000.000


Francisco Jiménez de Cisneros O.F.M.Obs. cuyo nombre de pila era Gonzalo, más conocido como el Cardenal Cisneros (Torrelaguna, 1436 – Roa, 8 de noviembre de 1517). Cardenal, Arzobispo de Toledo y Primado de España, perteneciente a la Orden Franciscana, tercer Inquisidor General de Castilla y regente de la misma a la muerte de Fernando el Católico. A la muerte de Felipe el Hermoso presidió también el Consejo de Regencia que asumió el gobierno sin consentimiento de la reina Juana, hasta la llegada de Fernando el Católico.

SU BIOGRAFÍA.

Nació en Torrelaguna en 1436, hijo de hidalgos pobres. Posiblemente fue enviado a la cercana villa de Alcalá de Henares en su adolescencia a hacer estudios de gramática; los continuó en el Colegio Mayor de San Bartolomé en Salamanca; de allí pasó a Roma en donde fue ordenado sacerdote.

Tras el fallecimiento de su padre regresa a España y consigue el arciprestazgo de Uceda, enfrentándose con el arzobispo de Toledo, lo que significó el encarcelamiento de don Gonzalo por el arzobispo Carrillo durante algunos años. A pesar de su reclusión, Cisneros no renunció a su cargo, en el que fue mantenido por el cardenal Gónzalez de Mendoza, aunque el encierro debió de durar poco tiempo según se deduce en algunas biografías, pues poco después, en 1478, Cisneros era capellán mayor de la catedral de Sigüenza.

Sufrió una profunda crisis espiritual que le llevó a entrar en la orden de los franciscanos; fue entonces cuando sustituyó su nombre de Gonzalo por el de Francisco en honor a San Francisco de Asís. Se encerró en el convento de la Salceda y durante siete años llevó una vida monacal.

De allí lo sacó la Reina Isabel (Isabel la Católica) en el año 1492, tras convencerle de que aceptara ser su confesor, siguiendo los consejos del entonces arzobispo de Toledo, el cardenal González de Mendoza, primer protector de Cisneros.

Fue nombrado provincial de la orden franciscana y acometió en ella una profunda reforma; más tarde reformó el clero secular.

A la muerte del cardenal Mendoza en 1495, fue nombrado arzobispo de Toledo, lo que en la Baja Edad Media era ostentar el mayor poder tras La Corona, al ser Primado de España.

PERSONAJE POLÍTICO.

Isabel la Católica tuvo en Cisneros no sólo un confesor, también un consejero. Al morir la reina, Juana I de Castilla y su esposo Felipe de Habsburgo fueron nombrados reyes de Castilla. El 24 de septiembre, un día antes de la muerte de Felipe I, los nobles acordaron formar un Consejo de Regencia interina para gobernar provisionalmente el reino presidido por Cisneros y formado por el Almirante de Castilla, el Condestable de Castilla, Pedro Manrique de Lara y Sandoval duque de Nájera, Diego Hurtado de Mendoza y Luna duque del Infantado, Andrés del Burgo embajador del Emperador, y Filiberto de Vere, mayordomo mayor del rey Felipe. La nobleza y las ciudades contendieron acerca de quien debiera desempeñar la Regencia pues unos querían al emperador Maximiliano y otros a Fernando el Católico. Sin embargo la reina Juana trató de gobernar por sí misma, revocó e invalidó las mercedes otorgadas por su marido, para lo cual intentó restaurar el Consejo Real de época de su madre.

Sin consultar a Juana, Cisneros acudió a Fernando el Católico para que regresara a Castilla. Pero a pesar de los intentos de Cisneros, nobles y prelados, la reina no reclamó a su padre para gobernar y de hecho llegó a prohibir la entrada del arzobispo a palacio.Para dar legalidad al nombramiento de regente a Fernando el Católico, el Consejo Real y Cisneros buscaron encauzar el vacío de poder con la convocatoria de Cortes, pero la reina se negó a convocarlas, y los procuradores abandonaron Burgos sin haberse constituido como tales.

Tras regresar de tomar posesión del Reino de Nápoles, Fernando el Católico se entrevistó con su hija el 28 de agosto de 1507,y volvió a asumir el gobierno de Castilla. En diciembre de 1509 pactó con el emperador la renuncia de las pretensiones imperiales de regencia en Castilla, y en las Cortes de 1510 le ratificaron como regente.

Agradecido con Cisneros, el Rey Católico le consiguió el capelo cardenalicio. Entre 1507 y 1516, aun con extremadas dificultades, Cisneros y el rey Fernando consiguieron devolver un tanto el prestigio que la monarquía había perdido. Se renovó el entusiasmo conquistador, desempeñando Cisneros un papel importante en conquista de Orán, al igual que en los tiempos de Isabel la Católica había participado de manera activa en la conquista del Granada.

Muerto Fernando el Católico, por disposición testamentaria, Cisneros queda constituido nuevamente como Regente del Reino de Castilla hasta que el joven príncipe Carlos, que se encontraba entonces en Flandes, viniera a España para ocupar el trono. En esta etapa de casi dos años, Cisneros, que contaba ya con ochenta años, mostró de unas dotes políticas y una habilidad para gobernar extraordinarias. Supo hacer frente a un clima interior extremadamente inestable, con los nobles castellanos ávidos de recuperar el poder perdido, así como a las intrigas de los que pretendían sustituir en el trono español a Carlos por su hermano Fernando, que había sido educado en España por Fernando el Católico. Los acontecimientos se desbordaron y Carlos fue proclamado en Bruselas rey de Castilla y Aragón en un acto que se podría asemejar a un golpe de Estado, pues la reina legítima era Juana y nadie había proclamado su destitución. Sin embargo, Cisneros se advino a los hechos de Bruselas y envió emisarios a Flandes urgiendo la inmediata presencia de Carlos como único medio de parar las inquietudes de rebelión que corrían por el reino. Así pues, de facto había dos gobiernos: el de la corte de Bruselas y el de Cisneros en Castilla.

Cisneros murió en Roa cuando se dirigía a recibir al futuro Carlos I de España.

LABOR CULTURAL.

Durante su vida participó, en mayor o menor medida, en todo lo que se hizo durante el reinado de los Reyes Católicos y contribuyó de forma decisiva a la configuración del nuevo estado. Reformó la vida religiosa que había caído en una gran relajación moral y una variedad intelectual. Supo ver que toda renovación empezaba por la educación y, sin ser un erudito, fundó en Alcalá de Henares una de las instituciones que más ha influido en la cultura española: la Universidad Complutense de Madrid.

La universidad fue fundada en el año 1499 a partir del antiguo Studium General de Alcalá de Henares, del que Cisneros fue alumno. La Universidad Complutense fue la primera universidad renacentista, humanista y universal. Cisneros fue consciente de la transcendencia de su fundación y no escatimó esfuerzos para dotar a su Colegio del marco urbanístico adecuado, de una buena financiación y de los mejores maestros de la época, por lo que la villa de Alcalá de Henares se vio enormemente beneficiada con ello. La primera piedra del edificio que lo albergaría la puso Cisneros el 14 de marzo de 1501; en 1508 comenzaron las clases y en 1510 dotó a su fundación de unas Constituciones. Cisneros dotó a la nueva Universidad de Alcalá con una magnífica biblioteca, donde un elevado porcentaje de libros versaba sobre ciencias naturales.

Además sustituyó el deteriorado templo medieval de San Justo por un bello edificio gótico. Se trata de la Iglesia Magistral de Alcalá de Henares (actualmente Catedral Magistral) situada en pleno centro de la ciudad, en la que se encuentra actualmente enterrado. No obstante, su rica sepultura obra de Domenico Fancelli se encuentra hoy día en la capilla de San Ildefonso, adscrita al antiguo Colegio Mayor del mismo nombre.

ORIGEN DE LAS IGLESIAS MAGISTRALES.

Como curiosidad, actualmente existen dos iglesias Magistrales, una en Alcalá de Henares y otra en Lovaina. ¿Por qué magistral? El título, actualmente poco más que honorífico, significaba entonces que una parte importante del cabildo de la iglesia debía estar formado por maestros (magister) de la Universidad. Con esta disposición, el Cardenal solucionaba otra de sus preocupaciones: dotar de jubilación a sus profesores eméritos, dado que al entrar a formar parte del cabildo estarían percibiendo una pensión vitalicia de las rentas eclesiásticas. De otra manera, al cesar por edad en sus funciones docentes en la universidad, no tendrían más sustento que el que hubieran podido ahorrar durante su vida activa. En su leyenda cuenta que fue un hombre justo.

ORIGEN DEL APELLIDO DE LA FAMILIA.

En 1501 el cardenal Cisneros instituyó la obligatoriedad de la identificación de las personas con un apellido fijo. Hasta entonces las personas se identificaban con su nombre y un apellido o mote que reflejaba el lugar de procedencia, el oficio o alguna característica de la persona, por lo que miembros de una misma familia, incluso hermanos, podían tener diferente apellido. Este sistema producía un tremendo caos administrativo para poder identificar a las personas por familias. A partir de la ordenanza de Cisneros, el apellido del padre quedaba fijado y pasaría a ser el de todos sus descendientes.

UNA CIUDAD CON SU NOMBRE.

Durante la época en la que el Sáhara Occidental pertenecía a España, estaba dividido en dos provincias, y la capital de Río de Oro recibió en honor de este cardenal el nombre de Villa Cisneros, que hoy también se denomina Dajla.

UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.

Los orígenes de la Universidad Complutense se encuentran en la Universidad Cisneriana de Alcalá de Henares. Tras languidecer durante el siglo XVIII, mediante Real Orden de la Reina Regente de 29 de octubre de 1836, se decretó su cierre, hasta que volviera a abrir sus puertas en 1977. Los estudios de la extinta Universidad de Alcalá se trasladaron a Madrid, lo que sirvió para la fundación de la Universidad Literaria de Madrid, poco después Universidad Central y que más de un siglo más tarde de que comenzara su funcionamiento, recibiría el nombre de Universidad Complutense de Madrid. La Real Orden se expidió tras la resolución del Claustro alcalaíno de abandonar Alcalá y trasladarse a Madrid; de ahí que la universidad madrileña mantenga títulos y privilegios de la antigua institución alcalaína. La Universidad se ubicó en un principio en el antiguo Seminario de Nobles, y posteriormente en el convento de las Salesas Nuevas. Entre 1840 y 1843 se trasladaron los fondos de la biblioteca alcalaína. En 1843 pasó a ocupar un edificio desamortizado en la calle Noviciado —el antiguo noviciado de los jesuitas—, donde permanecería casi un siglo.

La nueva Universidad de Madrid pretendía ser un modelo que rompiera con las antiguas estructuras. Orillando la tradición cisneriana, esta de Madrid sería la denominada por más de cien años como «Universidad Central», siguiendo el entonces ponderado modelo centralista francés. En su torno girarían el resto de universidades españolas, para las que debía servir de ejemplo. Se dotaba así a la capital de España de una Universidad de la que carecía. Desde la ley Moyano (1857) esta universidad fue la única autorizada en España para dar el título de doctor, hasta que en 1954, fue concedida esta potestad a la Universidad de Salamanca, tras la celebración de su VII centenario, y posteriormente al resto de las universidades españolas de la época.

En 1927 se planteó la construcción de un barrio universitario, Ciudad Universitaria, en la zona de Moncloa, en terrenos cedidos por el rey Alfonso XIII para tal fin, conocidos antiguamente como «Los descampados» o «altos de la Moncloa». Durante esta etapa se constituyó en núcleo de la denominada Edad de Plata de la cultura española. En sus aulas impartieron magisterio, entre otros, José Ortega y Gasset, Manuel García Morente, Luis Jiménez de Asúa, Santiago Ramón y Cajal y Blas Cabrera.

La Guerra Civil convirtió la Ciudad Universitaria de Madrid en frente de batalla, causando la destrucción de edificios de facultades e institutos ubicados en su recinto, así como la pérdida de parte de su rico patrimonio científico, artístico y bibliográfico, procedente en parte de la antigua Universidad de la ciudad complutense. Se perdió también, en su mayor parte por haberse exiliado, una buena parte del prestigioso profesorado que hasta entonces había ejercido la docencia en la Universidad Complutense de Madrid.

Hacia 1954 las otras universidades de España, empezando por la de Salamanca, recuperan la capacidad de expedir títulos de doctor y la de Madrid pierde el nombre de Universidad Central, pasando a llamarse de manera oficiosa «Complutense de Madrid». En 1970 el Gobierno acomete planes de reforma de la Enseñanza Superior, y la universidad se dividió en dos: las enseñanzas de ciencias experimentales, ciencias de la salud, ciencias sociales y humanidades se agruparon en la Universidad Complutense de Madrid, mientras que las escuelas superiores de enseñanzas técnicas, así como otras que estaban adscritas a otros organismos como el Ejército o el Ministerio de Industria se agruparon en la Universidad Politécnica de Madrid.

Por entonces también se crea el campus de Somosaguas para albergar el grueso de las facultades de Ciencias Sociales, y conseguir así distanciar a los futuros políticos y economistas de las reacciones contra el régimen franquista que se producían en el campus principal de Ciudad Universitaria.

Su actividad se distribuye en dos campus, el de Ciudad Universitaria, situado en distrito de Moncloa y que comparte con la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Nacional de Educación a Distancia, y el de Somosaguas, en el término municipal de Pozuelo de Alarcón.

LOVAINA.

Lovaina es una ciudad de Bélgica. Es la capital de la provincia de Brabante Flamenco en la región flamenca. Tiene 91.732 habitantes (2008).

En Lovaina está la Universidad Católica de Lovaina, la más antigua de Bélgica, fundada en 1425, que se escindió en 1968 como consecuencia del conflicto entre flamencos y valones en una sede flamenca (la Katholieke Universiteit Leuven o KUL), que permanece en Lovaina, y una sede francófona (la Université Catholique de Louvain) que se instaló en Lovaina-la-Nueva, un pueblo creado a propósito en el Brabante valón.

El principal recurso económico de la villa es la universidad, lo que hace que se le conozca desde el barroco como «ciudad de estudiantes y monjas».

DAJLA.

Dajla,también llamada Villa Cisneros, es una ciudad del Sáhara Occidental con una población aproximada de 40.000 habitantes. Se encuentra a unos 550 km al sur de El Aaiún en la costa atlántica, sobre una estrecha península, la península de Río de Oro, que se extiende paralela a la costa en dirección noreste-suroeste.

La colonia, que data de 1502, se incluía entre los enclaves que la bula papal concedía a los españoles al este de las Azores. Posteriormente, esta plaza fue recolonizada por una expedición española, al mando de Emilio Bonelli, en 1884 y bautizada como Villa Cisneros en honor al cardenal Cisneros.

CISNEROS EN SITUACIONES DE ESTADO.

A más de los cuidados que daba á Cisneros la situación de España, tenía que atender á las complicaciones de todo linaje que se suscitaban en el extranjero, principalmente en Italia. No es necesario esforzarse para demostrar la importancia que en todos tiempos y sobre todo en aquel, tenía la embajada de Roma para España. Roma que aun en el día hoy, en que el Papado está en su. período de oscurecimiento, viene á ser como el centro de gravitacion de la política europea, pesaba en aquella edad de una manera irresistible en los destinos de los pueblos. Veía Cisneros síntomas de inteligencia entre el Rey de Francia y el Pontífice, habia sabido que éste habia concedido á aquel la presentación de las iglesias de su reino y otorgándole permiso para predicar la cruzada, cuando no tenía guerra con infieles, al propio tiempo que la negaba á los Españoles, que en cierto modo la manteníamos constante con ellos en tierra de África y por las aguas del Mediterráneo, de suerte que sobre escribir él directamente á sus agentes en Roma, pedia al Rey, en 6 de Octubre de 1516, que era necesario que le fuese á la mano al Papa, «porque —añadia en su carta— si agora al comienço no le van á la mano podría aver otros mayores inconvenientes.» Rogaba al Rey que eligiese por Embajador á un castellano, porque así, los mucbos naturales de Castilla que allí habia, no harían estériles sus esfuerzos, y que se opusiese á que viniera á España, por Nuncio del Papa, un Lorenzo Puch, sobrino del Cardenal del mismo nombre, pues le creía muy poca cosa y la criatura más liviana del mundo. Gracias á las gestiones del Cardenal que, como hemos dicho, se quejó al Papa de que no trataba al Rey D. Cárlos como hijo cuando tales deferencias tenía con el de Francia, al fin se concedió la cruzada para España, si bien exigiendo el Papa previamente que el nuevo Soberano le enviase la obediencia. Cuando Cisneros dio cuenta á la Corte de Flándes del resultado obtenido por sus gestiones, se lamentó de que en Roma hubiera dos Embajadores representando al mismo Soberano, uno por los Estados de España y otro por los de Flándes, y por cierto que en la necesidad de separar á uno de ellos, Cisneros aconsejaba con su cordura habitual que se mantuviese al más antiguo, porque —decía en su carta,— paresce rrezio tiempo hacer mudanza, y quitar sin necesidad al que sabe las cosas.

Tambien Cisneros tenía la vista fija en África, en cuyas costas habia tomado á Argel el corsario Barba-Roja, terror de los cristianos por aquel tiempo. Dispuso que se reuniese una fuerte escuadra, con gran dotación de artillería y con seis ó siete mil infántes para que, á las órdenes de D. Diego de Vera, atacase á Argel y tomase aquella ciudad para España. Desgraciadamente Diego de Vera no se condujo enfrente de Argel con la prudencia que exigía empresa tan arriesgada, pues fiándolo todo al ímpetu de sus soldados, que ya se creyeron dueños de la ciudad cuando vieron franqueadas sus puertas y penetraron por ellas sin miedo ó sin atencion á las asechanzas y ardides de Barba-Roja, se encontró con que sus tropas eran vigorosamente rechazadas y batidas. Recibió Cisneros la infausta noticia, cuando departía con unos amigos sobre materias teológicas, y afectando gran serenidad, cuando en realidad tenía su espíritu muy afectado, sólo interrumpió la conversación para decir estas palabras: Ahora me avisan que nuestro ejército ha sido derrotado en África; España no ha perdido mucho, porque se ha purgado de un gran número de gente perdida y ociosa. Después, al tener Cisneros noticia exacta de lo que había pasado, encargó á sus agentes de Flándes dijeran al Rey que: Lo de Argel fué mucho ménos de lo que quisieron decir, porque presos y muertos no pasan de mill personas y y aquello cabsó la codicia desordenada de la infantería, porque, por atajarlos que no se les fuesen, se dividieron en cuatro partes, lo qual fué cabsa del daño que rrecibieron, que, si se ordenaran y fueran juntos, fácilmente hicieran lo que quisieran. Por cierto que, completando la explicación de esta derrota, hacia una crítica dura del sistema de leva y enganches para formar los ejércitos, sistema que sólo conduce á llenar los cuadros de los batallones con fugitivos y malhechores, con gente vagabunda y perdida, los cuales, valiéndonos de palabras del mismo Cisneros, por doquiera que van hacen mil robos á los pueblos, por lo que el Rey Católico, que tenía mucha experiencia de estos grandes daños é inconvenientes, habia resuelto seguir otro sistema para el reclutamiento del ejército, igual ó parecido al puesto en planta por Cisneros.

Pero la cuestión grave de nuestras relaciones exteriores en aquella época estaba en Francia. Allí se hacían la ilusión de que, por medio de los favoritos franceses que rodeaban al Rey D. Cárlos, conseguirían ganar la Navarra para su favorito de Albret y sustituir con la suya la dominación española de Sicilia y Nápoles. Dejamos dicho cómo frustró sus intentos Cisneros, ganándoles la mano, y derrotando por completo en las quebradas de los Pirineos á los Navarros descontentos y á los Franceses que les auxiliaban. En cuanto á Nápoles y Sicilia, sí Cisneros aumentaba y reforzaba nuestras escuadras, era con esta mira principalmente, y el ejército que Diego de Vera llevó á Argel, tenía orden de dirigirse á Italia, concluida con fortuna aquella diversión. El mantenimiento de Nápoles y Sicilia quitaba el sueño á nuestro Cardenal, continuamente escribía á Flándes para que lo tuvieran en cuenta, recelaba de todos, del Papa, á quien creia inclinado á Francia; de Pedro Navarro, prisionero de los Franceses en la batalla de Rávena y al fin traidor á su pátria; de los Genoveses, entónces muy florecientes y poderosos que suponía nuestros enemigos; enviaba dinero á Flándes para atender á las eventualidades de la guerra, aconsejaba al Emperador Maximiliano, abuelo del Rey de España, que no intentase el sitio de Brescia, que era difícil, y acometiese á Milán, desde donde dominaría fácilmente toda Italia; aconsejaba al Rey que enviase refuerzos á Nápoles y que su alteza no se deve confiar en los franceses avn que haga paz con ellos, porque nunca los franceses la guardaron estándoles otra cosa mejor, y sy alguna paz hazen y es á fin de asegurar, y para poder mejor hazer lo que quieren. Los avisos que recibía Cisneros de todas partes, el sinnúmero de Franceses y Genoveses que con capa de comerciántes recorrían los reinos de Aragón y de Valencia, la fermentación que se observaba en estos puntos, en donde, según decía Cisneros al Rey no quieren obedecer ninguna cosa, ni ay justicia, ni memoria della; y ponense á dezir que sola la persona del rrey han obedecer y no á otro ninguno; y todo aquello está de mala manera, ansy por libertad que dizen que tienen y por sus fueros y privilegios, como por estar tan vecinos á los franceses; las complacencias del Rey de Francia con Pedro Navarro, á propósito de las cuales decía Cisneros que el Rey de Francia quiere tirar la piedra y esconder la mano, los avances que algunos Franceses, en nombre de su Soberano, hicieron á la fidelidad del Virey de Navarra, Duque de Nájera, el cual contestó con fiereza verdaderamente castellana; todos estos hechos, todos estos síntomas, tenían muy alarmado á Cisneros, mucho más cuando le escribían de la Corte de Flándes sus agentes los manejos del Rey de Francia, y que convenía hacerse firme y válida la amistad de Inglaterra, porque alli amaban la casa de Austria tanto como aborrecían á la de Francia, aparte de que no conviniendo que D. Cárlos viniese á España por Francia podía ser que tocase en aquel reino como le ocurrió á su padre una vez embarcado, de modo que según decía el Obispo de Badajoz, la amistad del Rey de Inglaterra ansy por agora como para lo de adelante le paresce al Obispo que seria bien necesaria y provechosa. Las guerras entre España y Francia, que no tardaron en llegar, la empeñada lucha, el prolongado duelo que sostuvieron Cárlos V y Francisco I, los sucesos todos que tuvieron lugar poco después, demuestran la admirable exactitud de las previsiones del Cardenal y la razón de sus desconfianzas.

Ha sido respetada la ortografía original del autor.

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CLARA CAMPOAMOR RODRIGUEZ.

Centenarios, emisión 1988
Serie de 3 sellos, valores 20; 20 y 45 pesetas.
Huecograbado.
Tirada: 3.500.000


Clara Campoamor Rodriguez (Madrid, 12 de febrero de 1888 – Lausana, 30 de abril de 1972), política republicana, de derechas liberal, española, defensora de los derechos de la mujer y principal impulsora del sufragio universal en España, logrado en 1931.

Tras la Transición se llevaron a cabo homenajes y reconocimientos que son valorados como escasos por organizaciones pro-igualdad de la mujer. Institutos, colegios, centros culturales, parques y calles recibieron su nombre. La Secretaría de Igualdad del PSOE instituyó los Premios Clara Campoamor que reconocen anualmente a aquellas personalidades o colectivos que se hayan significado en la defensa de la igualdad de la mujer.

En 2006, 75º aniversario de la aprobación del sufragio universal en España, diversos colectivos comienzan una campaña para pedir el reconocimiento por parte del Congreso de los Diputados de sus aportaciones con la colocación de un busto en sus instalaciones.

Ese mismo año, en noviembre de 2006, el PSOE ha editado una proposición no de ley solicitando al Gobierno que las políticas de igualdad tengan también su reflejo en la acuñación de moneda, la figura femenina elegida para que aparezca en las futuras monedas de euros fue Clara Campoamor, por ser la principal defensora del voto femenino en la Segunda República. Proposición que finalmente fue aprobada el martes 12 de junio de 2007 por el Pleno del Congreso con el apoyo de todos los grupos parlamentarios salvo el PP.

A partir de la transición política innumerables ayuntamientos españoles le han dedicado calles y avenidas en sus localidades.

En 2007, el Ministerio de Fomento botó el Buque Polivalente B-32 Clara Campoamor, bautizado en su honor, operado por la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima.

CITAS.

Defendí en Cortes Constituyentes los derechos femeninos. Deber indeclinable de mujer que no puede traicionar a su sexo, si, como yo, se juzga capaz de actuación, a virtud de un sentimiento sencillo y de una idea clara que rechazan por igual: la hipótesis de constituir un ente excepcional, fenomenal; merecedor, por excepción entre las otras, de inmiscuirse en funciones privativas del varón, y el salvoconducto de la hetaira griega, a quien se perdonara cultura e intervención a cambio de mezclar el comercio del sexo con el espíritu

"(...)resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar , a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras". ("El voto femenino y yo". Editorial Horas.Madrid, 2006, pp 107)

República, república siempre, la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos

Estoy tan alejada del fascismo como del comunismo. Soy liberal (La revolución española vista por una republicana, Ediciones Espuela de Plata, 2005, pp. 177-178)

(...)A mi pudiéronme cargarse todos los pecados políticos imaginarios de la mujer, y pasárseme todas las cuentas del menudo rencor. Lo que no espero ocurra es que se eleve una voz, una sola, de ese campo de la izquierda, de quien hube de sufrirlo todo, por ser el único que ideológicamente me interesa, y al que aún aislada sirvo ("El voto femenino y yo". Editorial Horas.Madrid, 2006, pp 264)

... la división tan sencilla como falaz hecha por el gobierno entre fascistas y demócratas, para estimular al pueblo, no se corresponde con la verdad. La heterogénea composición de los grupos que constituyen cada uno de los bandos (...) demuestra que hay al menos tantos elementos liberales entre los alzados como anti demócratas en el bando gubernamental (La revolución española vista por una republicana, Ediciones Espuela de Plata, 2005, pp. 149)

... la victoria total, completa, aplastante de un bando sobre el otro, cargará al vencedor con la responsabilidad de todos los errores cometidos y proporcionará al vencido la base de la futura propaganda, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras (La revolución española vista por una republicana, Ediciones Espuela de Plata, 2005, pp. 179)

Se torturaba a los acusados en las prisiones; se fusilaba a los presos sin formación de causa en los patios de los cuarteles y se cerraban los ojos a las persecuciones y atrocidades perpetradas por la policía durante aquellos dieciséis meses. Hubo sólo tres ejecuciones oficiales: ¡Cuánta clemencia! Pero hubo millares de presos y centenares de muertos, torturados y mutilados. ¡Execrable crueldad! He aquí el trágico balance de una represión, que, de haber sido severa, pero legal, limpia y justa en sus métodos, hubiera causado mucho menos daño al país. (Sobre la represión del levantamiento revolucionario de Asturias, en 1934)

" El 23 de febrero de 1935, me separé del partido radical, enviando a su jefe ( A. Lerroux) la siguiente carta, que la censura ahogó: (...)" "(...)no fui yo nunca un elemento de derecha, ni aún de centro derecha, en el partido. Cuando me designó usted para la dirección general de beneficencia, desarrollé en ella(...), un plan liberal radical y justo, que respondía en absoluto al espíritu y letra del programa del partido (...).Y esta conducta es, Sr. Lerroux, síntesis y reflejo de toda su actuación en su tercera etapa del gobierno. Las derechas españolas anticonstitucionales, enemigas resueltas de todo cuanto la república representara en su advenimiento, enemigas decididas del programa radical, letra a letra, no encuentran en Usted, ante mis ojos estupefactos, el menor dique, la más leve barrera. Más que colaborador, el partido radical ha descendido a ser el servidor de esas derechas(...)".("El voto femenino y yo". Editorial Horas.Madrid, 2006, pp 236).

"(..) Carecen de interés y de altura , porque aquí la tienen muy pocas cosas, las razones que me movieron a solicitar el ingreso en Izquierda Republicana, con preferencia de otro partido(...)Después de imponer infamantes acusaciones que sobre mi nefanda conducta personal y política se habían podido reunir en tres meses y pico de rebuscar(...), por 183 votos contra 68 se decidió rechazar mi admisión en Izquierda republicana." ("El voto femenino y yo". Editorial Horas.Madrid, 2006, pp 238-242). Sobre la denegación de ingreso en otro partido, tras abandonar en 1935 el Radical, por desacuerdos con su programa y la represión del levantamiento revolucionario de Asturias.

OBRAS ESCRITAS POR CLARA CAMPOAMOR.

El derecho de la mujer en España (1931)

El voto femenino y yo: mi pecado mortal -en mayo de(1935)

La revolución española vista por una republicana. Editorial Librería Plon de París, 1937

El pensamiento vivo de Concepción Arenal (1939)

Sor Juana Inés de la Cruz (1944)

Vida y obra de Quevedo (1945)

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Mensaje por Invitado Vie 29 Oct 2010, 11:40 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 4 224_001

JAUME FERRÁN i CLUA.
JAIME FERRÁN.

Fecha de emisión: 8 Julio 1952
Serie de 2 valores: 2 y 4,50 pesetas.
Dentado 12 3/4 x 13 1/4
Huecograbado
Tirada: 5.000.000


Jaume Ferran i Clua (Corbera de Ebro, Tarragona, 1 de febrero de 1851 - Barcelona, 22 de noviembre de 1929) fue un ilustre médico y bacteriólogo español, que descubrió una vacuna contra el cólera y otras vacunas contra el tifus y la tuberculosis. Normalmente es citado por su nombre castellanizado: Jaime Ferrán.

Hijo del médico del pueblo, realizó los estudios primarios en el Colegio San Luís Gonzaga de Tortosa, el Bachillerato en Tarragona y, en 1873, se licenció en Medicina en la Universidad de Barcelona. Fue premio de la Academia de Ciencias de París (Francia) en 1907. Murió en Barcelona el 1929.

En 1873 terminaba la carrera de Medicina en Barcelona y, en 1879, obtenía la plaza de médico titular de Tortosa. Allí comenzó a interesarse por la naciente bacteriología, siguiendo muy de cerca las investigaciones de Pasteur, en su rudimentario laboratorio. En 1884, la Real Academia de Medicina premiaba su Memoria sobre el parasitismo bacteriano y el municipio barcelonés le enviaba a Marsella para que estudiara la amenazadora epidemia de cólera. Convencido de su etiología bacteriana, recién descubierta por Koch, prepara cultivos atenuados del bacillus virgula con los que logra la primera vacuna de germen conocido aplicada al hombre. Al estallar la epidemia, en 1885, Ferrán es llamado a Valencia, donde procede a la inoculación masiva de la población de Alcira y de otros lugares. A pesar del éxito obtenido, se desata violenta polémica; prevalece el criterio de quienes opinan que es peligroso el método ferraniano, y el Gobierno prohíbe la vacunación. Comisiones científicas acuden de todas partes a examinar el controvertido hallazgo. Por desgracia, Ferrán es más genial que convincente; y acaban por emitir dictámenes desfavorables el propio Ramón y Cajal y la comisión francesa presidida por Brouardel. No por eso faltarían partidarios convencidos en España, Francia y Alemania; figuras de la talla de Calmette y Ehrlich rendirían tributo de admiración al procedimiento inmunitario de Ferrán, que había abierto el camino de otras vacunas bacterianas. Su memoria, publicada en Valencia en 1886, sería vertida al francés en 1893, con el título: L'inoculation préventive contre le choléra morbo asiatique.

Más tarde, al frente del Instituto Municipal de Higiene de Barcelona, desarrolló Ferrán una eficaz labor sanitaria. Realizó interesantes investigaciones sobre la inmunología del tifus abdominal y la difteria y propuso un método supraintensivo para la vacunación antirrábica.

Originales fueron sus observaciones sobre las variaciones morfológicas de algunas bacterias, base para su descubrimiento de la vacuna anti-Alfa que trataba de aprovechar para la inmunidad específica, una de las fases evolutivas del bacilo de Koch (Nueva bacteriología de la tuberculosis, 1920).

«Más precursor que realizador, estudioso de demasiados temas con escasos medios» (Marañón), el Dr. Ferrán vio madurar en otras manos muchas de sus intuiciones. Honrado ya por todos en sus últimos años -que dedicó a tareas humanísticas- murió en Barcelona en 1929.

HONORES.

En 1907 la Academia de Ciencias de París le concedió el Premio Bréant.

En 1952 el Ayuntamiento de Tortosa le nombró hijo adoptivo de la ciudad. Se realizó un homenaje del que hoy perdura una placa conmemorativa (demasiado alta para ser leída desde la calle que lleva su nombre) en el edificio, a orillas del río Ebro, donde residió: la casa de la Diputación del General.

En 1952 se erigió en su honor un monumento en la Calle de la Princesa de Madrid.

El año 1972 los Amigos del paseo Maragall, levantaron en su honor un relieve en bronce sobre una estrella, obra del escultor José Cañas y Cañas (1905-2001), en el Paseo de Maragall, entre las calles Acacias y Garcilaso.

En la actualidad un premio de investigación concedido por la Sociedad Española de Microbiología honra su nombre.
Existe también un Instituto de Educación Secundaria (IES) "Jaime Ferrán Clúa" en San Fernando de Henares (Madrid) y un colegio de educación primaria "Ceip Doctor Ferran i Clua" en la calle Manigua (Barcelona) y uno en Valldoreix "Escola Jaume Ferran i Clua" y otro en Collado Villalba (Madrid)IES.Jaime Ferran.

CORBERA DE EBRO.

Corbera de Ebro o Corberá, oficialmente y en catalán Corbera d'Ebre, es un municipio de Cataluña, España. Perteneciente a la provincia de Tarragona en la comarca de la Terra Alta, situado en la parte NE. de ésta, en el límite con la de Ribera de Ebro. La parte vieja de la población (Poble Vell) quedó destruida durante la Guerra Civil con ocasión de la batalla del Ebro y ha sido rehabilitada en fecha reciente.

MICROBIOLOGÍA.

La microbiología es la ciencia encargada del estudio de los microorganismos, seres vivos pequeños (de mikros "pequeño", bios, "vida" y logos, "estudio"), también conocidos como microbios. Es la rama de la biología dedicada a estudiar los organismos que son sólo visibles a través del microscopio: organismos procariontes y eucariontes simples. Son considerados microbios todos los seres vivos microscópicos, estos pueden estar constituidos por una sola célula (unicelulares), así como pequeños agregados celulares formados por células equivalentes (sin diferenciación celular); estos pueden ser eucariotas (células con núcleo) tales como hongos y protistas, procariotas (células sin núcleo definido) como las bacterias]. Sin embargo la microbiología tradicional se ha ocupado especialmente de los microorganismos patógenos entre bacterias, virus y hongos, dejando a otros microorganismos en manos de la parasitología y otras categorías de la biología.

Aunque los conocimientos microbiológicos de que se dispone en la actualidad son muy amplios, todavía es mucho lo que queda por conocer y constantemente se efectúan nuevos descubrimientos en este campo. Tanto es así que, según las estimaciones más habituales, sólo un 1% de los microbios existentes en la biosfera han sido estudiados hasta el momento. Por lo tanto, a pesar de que han pasado más de 300 años desde el descubrimiento de los microorganismos, la ciencia de la microbiología se halla todavía en su infancia en comparación con otras disciplinas biológicas tales como la zoología, la botánica o incluso la entomología.

Al tratar la microbiología sobre todo los microorganismos patógenos para el hombre, se relaciona con categorías de la medicina como patología, inmunología y epidemiología.

BENEFICIOS DE LA MICROBIOLOGÍA.

Históricamente, los microorganismos han sido vistos de manera negativa a causa de su asociación con muchas enfermedades humanas. Sin embargo, los microorganismos patológicos son un porcentaje muy minoritario dentro del total de microorganismos, la mayoría de los cuales desempeñan papeles absolutamente imprescindibles y que de no existir harían inviable la vida en la Tierra. Algunos ejemplos son las bacterias que fijan nitrógeno atmosférico (posibilitando la vida de los organismos vegetales), las bacterias del ciclo del carbono (indispensables para reincorporar al suelo la materia orgánica) o la multitud de microorganismos que viven de manera simbiótica en nuestro tubo digestivo, sin las cuales la digestión no sería viable. Así pues, los "organismos superiores" (animales, plantas...) no podríamos vivir de no ser por las funciones desempeñadas por estos seres microscópicos. Además, tienen amplias aplicaciones en el terreno industrial, como las fermentaciones (p.e. para la producción de bebidas alcohólicas o productos lácteos), la producción de antibióticos o la de otros productos de interés farmacéutico o biotecnológico (hormonas, enzimas,...). Finalmente, cabe también destacar el papel esencial que los microorganismos juegan en los laboratorios de investigación biológica de todo el mundo como herramientas para la clonación de genes y la producción de proteínas.

REAL ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA.

La Real Academia Nacional de Medicina de España fue fundada el 28 de abril de 1861. Reorganizada por Real Decreto de 28 de abril de 1861, en recuerdo de la antigua Real Academia Médica Matritense (1734), «para fomentar el progreso de la medicina española, publicar su historia bibliográfica, formar la geografía médica del país y un diccionario tecnológico de la Medicina». El Real Decreto de 8 de agosto de 1830 que establecía reglamentos para las academias de medicina, la generalizó a las demás provincias de Castilla la Nueva, la actual Castilla-La Mancha, con el nombre de Academia de Medicina y Cirugía de Castilla la Nueva.

La Academia otorga premios de varias clases mediante concursos y certámenes públicos y ha editado importantes obras como la Farmacopea oficial, la Biblioteca clásica de la Medicina española y unos interesantes Anales. Las medallas académicas ostentan una alegoría de una matrona simbolizando la Medicina y la leyenda Ars cum natura ad salutem conspirans.

Usa por emblema un escudo que representa el descubrimiento de Arquímedes, del que se dice que mediante el uso de numerosos y pequeños espejos, dispuestos en forma parabólica y valiéndose de los rayos del sol, consiguió incendiar la flota romana.

Consta en el 2007 de cincuenta académicos numerarios, académicos de honor, varios correspondientes en Madrid, provincias y extranjero, y además otros honorarios también extranjeros.

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Mensaje por Invitado Sáb 30 Oct 2010, 9:27 pm

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JUAN DONOSO CORTÉS.

Fecha de emisión: 26 Febrero 1965
Serie de 4 valores: 25 y 70 cts; 2,50 y 5 pesetas.
Dentado: 12 3/4
Calcografía
Tirada: 4.000.000


Juan Francisco María de la Salud Donoso Cortés y Fernández Canedo, I marqués de Valdegamas (Valle de la Serena, Badajoz, 6 de mayo de 1809 - París, Francia, 3 de mayo de 1853), fue un filósofo, parlamentario, político y diplomático español, funcionario de la monarquía española bajo el régimen liberal. De ideología conservadora, perteneció al entorno político del moderantismo y los neocatólicos.

Estudió Derecho en las universidades de Salamanca y Sevilla. En 1832 se instaló en Madrid, donde publicó Memoria sobre la monarquía, de línea liberal-conservadora, y donde dio comienzo su actividad como periodista político, influido por el liberalismo doctrinario de Royer-Collard y otras figuras de la Restauración Francesa. Recibió también fuerte influencia del filósofo italiano Giambattista Vico, introduciendo su estudio en lengua española. En 1833 ingresó en la secretaría de Estado e inició su carrera política, que le llevó a ser secretario del gabinete y de la presidencia del consejo en 1836, con el gobierno de Mendizábal. En 1837 fue elegido diputado por Cádiz y en 1840 marchó a Francia, poco antes de que fuese depuesta la regente María Cristina. Donoso se convirtió en hombre de confianza y agente de María Cristina y no volvió a instalarse en España hasta la caída de Espartero, en 1843, como diputado por Badajoz, por el partido Moderado

Apoyó a los isabelinos en la Guerra Carlista y participó en la reforma constitucional de Narváez en 1845.

Contactó en Francia con movimientos católicos y eso determinó su evolución hacia una actitud más ligada a la defensa del régimen tradicional. De hecho, es famoso por este vuelco hacia la tradición, a partir de 1848, en que llevó a la imprenta su famoso Discurso sobre la Dictadura que contiene su teoría de la "dictadura del sable", una apología del gobierno fuerte como efecto del caos que él veía en la revolución de la modernidad. En 1851 salió a la luz su famosa obra Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo, su salto a la filosofía política.

RELACIÓN COMO DIPUTADO.

Fue elegido diputado el 22 de septiembre de 1837 por Cádiz que después repetiría el 18 de enero de 1840. En 1843 saldría elegido esta vez por la circuscripción de Badajoz aprovechando la caída de Espartero siendo dado de alta el 18 de octubre. Desde ese momento volvería a ocupar ese escaño en 4 legislaturas más consecutivas hasta el 5 de noviembre de 1851.
Junto con Jaime Balmes representan una referencia para el desarrollo de la ideología conservadora en España y también del pensamiento tradicionalista, influyendo tanto en Marcelino Menéndez y Pelayo, Juan Vázquez de Mella o José Antonio Primo de Rivera.

Fue nombrado Marqués de Valdegamas y embajador en París, donde murió. Sus restos se encuentran en el cementerio de San Justo de Madrid.

LA DÉCADA MORADA.

Transcurre desde 1844 hasta 1854.Tras la derrota de Espartero, asumieron el poder un grupo de progresistas y moderados. Narváez se encargo de la jefatura del gobierno. Se considera un periodo transcendental para el desarrollo de España por el afan constructivo y organizativo de los dirigentes moderados y sus trabajos en el ambito administrativo, industrial y educativo. La idea que predominaba en este periodo moderado era el orden, la paz, la trankilidad. Algo racional después de muchos años de inestabilidad y conflictos. Era un tiempo para organizar y poder llegar a la construccion de un verdadero estado liberal. Si era necesario utilizaban la fuerza o suspendian las garantias constitucionales, siempre que fuera necesario para mantener la estabilidad politica. Partido moderado era un grupo heterogeneo, se distinguen tres tendencias: una derecha, una izkierda y un centro. La derecha era la Union Nacional en la que se encontraban entre otrtos bravo murillo y que era partidaria de volver al orden constitucional del estatuto real y de reconciliarse con los carlistas, fueron partidarios del matrimonio de la reina Isabel. La izkierda eran los puritanos donde estaban pacheco, rios rosas … que veian ,como unico recurso para lograr el regimen liberal y estable, un entendimiento con los progresistas. Se oponian al cambio constitucional y se centraran en respetar las leyes y las libertades. El centro lo formaban hombres como pidal, mon, gonzalez bravo o Narváez que no aceptaban dialogo ni con progresistas ni con carlistas y eran partidarios de reformar la constitución de 1837 para ofrecer al pais un nuevo sistema politico y social. Narváez era la figura mas destacada y capacitada para imponer la disciplina. La debilidad de su oponente politico, la conformidad de la sociedad española y el apoyo de la reina contribuyeron a mantenerles 10 años en el poder. Ideología moderada los moderadoseran seguidores del liberalismo doctrinario frances. Fueron partidarios de conciliar los cambios sociales y mentales ocasionados por la revolucion, mantenian las dos instituciones fundamentales: rey y Cortes. Respetaron la monarquia como símbolo de unidad y autoridad, defendieron la propiedad privada. Firmaron un concordato con la santa sede para llegar a una reconciliación con la iglesia. La soberania nacional la compartian el rey y las cortes. Apoyaron el bicameralismo y el sufragio restringido a capacidades economicas y educativas. Los moderados socialmente era un grupo homogeneo, formado por burgueses enriquecidos por las desamortizaciones , intelectuales, altos funcionarios publicos, militares y aristócratas. Tenian una condicion social superior al resto. Imponen un sufragio censitario que impide que le arrebaten el poder. Evolucion gobiernos presidencias de Narváez: entre otros estaban pacheco, garcia goyena y bravo murillo. 1 gobierno de Narváez moderados ejercieron una importante labor que se trunco con la dimision del general, se inicia asi una epoca de inestabilidad politica y de crisis. La sociedad cambia de opinión y puritanos y progresistas logran gran numero de escaños. Narváez asume de nuevo la presidencia por los graves problemas que se suceden. Los conflictos siguieron de manos de los progresistas q trataron de acabar con el dominio de los moderados. Tras la caida del gabinete de Narváez accedio al poder bravo murillo, con el que se lograria una prosperidad economica.Obra de gobierno de los moderados lo primero que realizo el gabinete Narváez fue la reforma constitucional, para la cual se disolvieron las Cortes y se convocaron elecciones para una asamblea constituyente. Habia 3 tendencias: la Union Nacional que pretendia acabar con la constitución de 1837, los puritanos que querian conservar dicha constitución y el centro que planteaba modificar la constitución según el gobierno que estuviera en el poder. Un grupo compuesto por Narváez, martinez de la rosa, mayans, mon , pidal y armero redactaron la constitución de 1845. la oposición de bravo murillo impidio q fuera aprobado por las cortes, por lo que este cerro el parlamento y convoco elecciones. La reina ya no confiaba en el y termino por dimitir. Organización administrativa estado liberal(reformas) los moderados llevaron a cabo 4 reformas. La primera la ley de ayuntamientos q ordeno la administración provincial y local sustituyendo la region por provincia y reorganizo los ayuntamientos y diputaciones . la segunda fue la ley de jose pidal que quito ala iglesia el control de la enseñanza y centralizo la educación, tambien creo las universidades provinciales. La tercera se baso en un decreto, mediante el cual el gobierno de bravo murillo intento independizar la administración de la politica.,situación administrativa España era muy inestable. De la 4 reforma se ocupo la ley de Alejandro mon y ramon de santillan dirigida a racionalizar la hacienda que estaba en un mala situación debido al gran déficit publico. Se adoptaron medidas de saneamiento general. Los moderados hicieron una reforma del sistema tributario. Mon y santillan se vieron obligados a realizar la reforma tributaria de 1845. el nuevo sistema fiscal se basaba en dos tipos de impuestos: directos y indirectos. Los directos se dividian en impuestos de producto y personal, los indirectos eran el derecho de hipoteca y el impuesto sobre el consumo de bienes .a) la contribución sobre bienes inmuebles, cultivo y ganaderia fue considerada base del sistema tributario, ya q su aportación suponia el 25% del presupuesto de ingresos y su establecimiento determino las mayores dificultades politicas y administrativas del gobierno Narváez.. b) el subsidio industrial y comercial fue el fracaso de la reforma, se componia de una cuota fija y otra proporcional ala rentabilidad del negocio. c) el derecho de inquilinato fue concebido por Mon por motivos economicos y politicos. Era necesario crear una contribución que permitiera participar en la vida politica a extranjeros viviendo en España. d) el derecho de hipoteca fue un impuesto muy importante, ya que en aquel momento la propiedad inmueble era la base de la riqueza. Fue establecido como fuente de ingresos y como forma de controlar los movimientos de la propiedad inmueble. e) impuesto sobre el consumo de bienes fue el mas impopular de la reforma porke gravaba los productos de primera necesidad. La ley de mon y santillan dejo sin resolver algunas cuestiones importantes. Bravo murillo logro superar el déficit publicoy alcanzar un superavit. Se creo el Banco Español de San Fernando(futuro Banco de España). asi se puso fin a la hacienda del antiguo regimen.

Oposición progresista la politica llevada a cabo entre 1844 - 1854 fue obra conjunta de moderados y progresistas, ya que ambos partidos se limitaban mutuamente. Los progresistas defendian la soberania nacional, la milicia nacional y la libertad de imprenta. Pertenecian ala burguesia media-baja. Eran poco importantes y carecian de la fuerza que tenian en epocas anteriores. La oposición progresista comenzo a manifestarse. Hubo revueltas en alicante,Cartagena,malaga,Alcoy … y motines en Zaragoza y Madrid. Narváez tuvo que hacer frente a una nueva insurreccion. Los sucesos ocurridos en 1848 produjeron revueltas callejeras y conspiraciones que no llegaron a crear una situación revolucionaria. Narváez trato de negociar con los conspiradores, pero los dirigentes revolucionarios rechazaron el pacto moderado. El contacto de Narváez con los dirigentes progresistas tuvo grandes consecuencias para los dos grupos. Los progresistas se dividieron en dos sectores:conspirador y legal. Narváez presento a las cortes un proyecto de ley de poderes excepcionales. La actitud tomada por el gobierno sirvio para enfrentar mas las opiniones politicas. Hubo dos golpes progresistas uno en Madrid y otro en Sevilla pero ambos fracasaron. Lo mas importante fue una conspiracion republicana urdida en Barcelona y la accion frecuente de partidas carlistas en el pirineo. Bravo murillo trato de controlar la situación pero acabo provocando la crisis de su gobierno y la disolución del regimen moderado. Fin de la decada moderadatras bravo murillo se sucedieron tres gobiernos debiles de poca duracion.

En 1844 la reacción contra los progresistas y su líder y jefe de gobierno Olózaga, que había decretado la disolución de las Cortes, llevó al poder a los moderados durante los siguientes diez años. Su jefe, el general Narváez, llevó a cabo con mano firme una política de estabilidad.

El partido moderado lo integraban las clases medias ilustradas, las enriquecidas por la desamortización, la aristocracia latifundista y la burguesía en sentido estricto. De acuerdo con sus intereses se redactó la Constitución de 1845, mucho más moderada que la Constitución progresista de 1837.

Su política se caracterizó por la centralización y unificación del aparato administrativo del Estado: se recortaron los poderes de los ayuntamientos; se creó la Guardia Civil como fuerza armada del gobierno para garantizar la ley y el orden; se promulgó un nuevo Código Penal; se redactó un Plan de Estudios unificado, privando a las universidades de su tradicional independencia; se reformó la Hacienda...

Reforzado con estas medidas, saneado económicamente el Estado y con la mayoría del Ejército de su parte, le fue fácil a Narváez controlar la situación en el interior del país y hacer abortar, primeramente, las nuevas insurrecciones carlistas desencadenadas a partir de 1846 en Cataluña, Aragón, Guipúzcoa y Navarra, el carlismo tenía ahora un nuevo pretendiente, Carlos Luis de Borbón y Braganza, hijo de don Carlos, y había superado sus divisiones internas) y, en segundo término, la tímida revuelta progresista que estalló en 1848 en Madrid, reflejo de las revoluciones europeas del mismo año. La revolución del 48 fracasó en España por falta de respaldo de los progresistas, la falta de verdadera implicación popular y la eficaz represión de Narváez).

Sin embargo, a partir de 1848 comenzaron a aflorar problemas en el seno del propio Partido Moderado que, unidos a los planteados por la oposición, acabarían por desgastarlo e inutilizarlo como fuerza política. Entre estos problemas, el primero serio se planteó cuando Narváez, disconforme con la displicente actitud de sus partidarios, decidió retirarse. Ello constituyó un duro golpe para el moderantismo que, no obstante, trató de capearlo concediendo las riendas del gobierno a otro moderado ilustre, Bravo Murillo (1851). Sin embargo, si éste como administrador llevó a cabo la labor más relevante de su época (fue el primer gobierno español que publicó las cuentas del Estado y dio un impulso extraordinario a la red de ferrocarriles y a las obras del canal de Isabel II) y como político logró reanudar las relaciones con la Santa Sede, que habían quedado rotas con Espartero (Concordato de 1851), fracasó de modo rotundo al intentar imponer un régimen autoritario. A su caída (1852), su partido se halló tremendamente desgastado, a la par que muy desprestigiado entre sus adversarios, también por la salida a la luz pública de algunos escándalos financieros. En junio de 1854, una coalición de progresistas, de moderados ‘puritanos’ (= fracción del partido moderado recelosa de la tendencia excesivamente conservadora que iba tomando el partido), de generales y políticos, que se había venido configurando desde 1852, acabó por hacer estallar la revolución.


Con el título de marqués de Valdegamas, fue pensador, político y escritor. Se convirtió en uno de los principales consejeros de la reina Maria Cristina de Borbón, viuda de Fernando VII. Ingresó en la Real Academia Española, pronunciando un dicurso sobre la Biblia que le valió la reputación de gran orador. Fue embajador de París, cargo que ejerció hasta su fallecimiento en 1853.

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Mensaje por Invitado Dom 31 Oct 2010, 9:29 pm

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La HB es de un cuadro pintado por Esquivel, se puede cotemplar el Estudio de José Zorrilla y al poeta en el centro rodeado de los poetas contemporaneos, José Zorrrilla está leyendo, se distingue bien el personaje.

JOSE ZORRILLA Y MORAL.
Fecha de emisión: 27 de Octubre de 1995
1 HB de 144 x91,8 mm. y serie de 4 sellos con dentado 14x13 3/4
Huecograbado
2.500.000 Hojitas.


José Zorrilla y Moral (Valladolid, 21 de febrero de 1817 – Madrid, 23 de enero de 1893) fue un poeta y dramaturgo español.

SU BIOGRAFÍA.

Vallisoletano, era hijo de José Zorrilla, un hombre conservador y absolutista, seguidor del «pretendiente» Don Carlos V de España; que era relator de la Real Chancillería. Su madre, Nicomedes Moral, era una mujer muy piadosa. Tras varios años en Valladolid, la familia pasó por Burgos y Sevilla para al fin establecerse cuando el niño tenía nueve años en Madrid, donde el padre trabajó con gran celo como superintendente de policía y el hijo ingresó en el Seminario de Nobles, regentado por los jesuitas; allí participó en representaciones teatrales escolares.

Muerto Fernando VII, el furibundo absolutista que era el padre, fue desterrado a Lerma (Burgos) y el hijo fue enviado a estudiar derecho a la Real Universidad de Toledo bajo la vigilancia de un pariente canónigo en cuya casa se hospedó; sin embargo el hijo se distraía en otras ocupaciones y los libros de derecho se le caían de las manos y el canónigo lo devolvió a Valladolid para que siguiera estudiando allí (1833–1836). Al llegar el díscolo hijo fue amonestado por el padre, que marchó después al pueblo de su naturaleza, Torquemada, y por Manuel Tarancón, rector de la Universidad y futuro Obispo de Córdoba.

El carácter impuesto de los estudios y su atracción por el dibujo, las mujeres (una prima de la que se enamoró durante unas vacaciones) y la literatura de autores como Walter Scott, James Fenimore Cooper, Chateaubriand, Alejandro Dumas, Victor Hugo, el Duque de Rivas o Espronceda arruinaron su futuro. El padre desistió de sacar algo de su hijo y mandó que lo llevaran a Lerma a cavar viñas; pero cuando estaba a medio camino el hijo robó una mula, huyó a Madrid (1836) y se inició en su hacer literario frecuentando los ambientes artísticos y bohemios de Madrid y pasando mucha hambre.

Se fingió un artista italiano para dibujar en el Museo de las Familias, publicó algunas poesías en El Artista y pronunció discursos revolucionarios en el Café Nuevo, de forma que terminó por ser perseguido por la policía. Se refugió en casa de un gitano. Por entonces se hizo amigo de Miguel de los Santos Álvarez y del italiano Joaquín Masard. A la muerte de Larra en 1837, José Zorrilla declama en su memoria un improvisado poema que le granjearía la profunda amistad de José de Espronceda y Juan Eugenio Hartzenbusch y a la postre le consagraría como poeta de renombre. Comenzó a escribir para los periódicos El Español, donde sustituyó al finado, y El Porvenir, empezó a frecuentar la tertulia de El Parnasillo y leyó poemas en El Liceo. Su primer drama, escrito en colaboración con García Gutiérez, fue Juan Dándolo, estrenado en julio de 1839 en el Teatro del Príncipe. En 1840 publicó sus famosísimos Cantos del trovador y estrenó tres dramas, Más vale llegar a tiempo, Vivir loco y morir más y Cada cual con su razón. En 1842 aparecen sus Vigilias de Estío y da a conocer sus obras teatrales El zapatero y el rey, El eco del torrente y Los dos virreyes.

En 1838 se casó con Florentina O'Reilly, una viuda irlandesa arruinada mucho mayor que él y con un hijo, pero el matrimonio fue infeliz; un hijo que tuvieron murió, y él tuvo varias amantes. En 1845 abandonó a su esposa y marchó a París en 1845«...donde asistió a algunos cursos en la facultad de medicina».[cita requerida] Allí mantuvo amistad con Alejandro Dumas, Alfred de Musset, Víctor Hugo, Théophile Gautier y George Sand.

Volvió a Madrid en 1846 al morir su madre. Vendió sus obras a la casa Baudry de París, que las publicó en tres tomos en 1847. En 1849 recibió varios honores: fue hecho miembro de la junta del recién fundado Teatro Español; el Liceo organizó una sesión para exaltarle públicamente y la Real Academia lo admitió en su seno, aunque sólo tomó posesión en 1885. Pero su padre murió en ese mismo año y eso le supuso un duro golpe, porque se negó a perdonarle, dejando un gran peso en la conciencia del hijo (y considerables deudas), lo que afectó a su obra.

Huyendo de su mujer otra vez, volvió a París en 1851, donde endulzó sus penas su amante Leila, a la que se entregó apasionadamente, y viajó a Londres en 1853, donde le acompañaron sus inseparables apuros económicos, de los que le sacó el famoso relojero Losada. Después pasó once años de su vida en México, primero bajo el gobierno liberal (1854–1866) y después bajo la protección y mecenazgo del Emperador Maximiliano I, con una interrupción en 1858, año que pasó en Cuba.

Llevó en ese país una vida de aislamiento y pobreza, sin mezclarse en la guerra civil entre federalistas y unitarios. Sin embargo, cuando Maximiliano I ocupó el poder como Emperador de México (1864), Zorrilla se convirtió en poeta áulico y fue nombrado director del desaparecido Teatro Nacional.

Muerta su esposa, regresó a España en 1866, donde se enteró del fusilamiento de Maximiliano; entonces vertió en un poema todo su odio contra los liberales mexicanos así como contra quienes habían abandonado a su amigo, Napoleón III y el Papa. Esta obra es El drama de un alma. Desde entonces su fe religiosa sufrió un duro golpe. Se recuperó casándose otra vez con Juana Pacheco en 1869. Vuelven los apuros económicos, de los que no logran sacarle ni los recitales públicos de su obra, ni una comisión gubernamental en Roma (1873), ni una pensión otorgada demasiado tarde, aunque recibe la protección de algunos personajes de la alta sociedad española como los condes de Guaqui. Los honores sin embargo llovían sobre él: cronista de Valladolid (1884), coronación como poeta nacional laureado en Granada en 1889, etc. Murió en Madrid en 1893 como consecuencia de una operación efectuada para extraerle un tumor cerebral. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de San Justo de Madrid, pero en 1896, cumpliendo la voluntad del poeta, fueron trasladados a Valladolid. En la actualidad se encuentran en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres del cementerio del Carmen de su ciudad natal.

SU LITERATURA.

Cultivó todos los géneros poéticos: la lírica, la épica y la dramática.

Hay en la vida de Zorrilla tres elementos de gran interés para comprender la orientación de su obra. En primer lugar, las relaciones con su padre. Hombre éste despótico y severo, rechazó sistemáticamente el cariño de su hijo, negándose a perdonarle sus errores juveniles. El escritor cargaba consigo una especie de complejo de culpa, y para superarla decidió defender en su creación un ideal tradicionalista muy de acuerdo con el sentir paterno, pero en contradicción con sus íntimas ideas progresistas. Dice en Recuerdos del tiempo viejo: «Mi padre no había estimado en nada mis versos: ni mi conducta, cuya clave él sólo tenía».

En segundo lugar hay que destacar su temperamento sensual, que le arrastraba hacia las mujeres: dos esposas, un temprano amor con una prima, amores en París y México, dan una lista que, aunque muy lejos de la de Don Juan, camina en su misma dirección. El amor constituye uno de los ejes fundamentales de toda su producción.

No es ocioso preguntar, como tercer factor condicionante, sobre la salud de Zorrilla. A cierta altura de su vida, en efecto, se inventó un doble, loco (Cuentos de un loco, 1853), que aparece casi obsesivamente después. En Recuerdos del tiempo viejo, su autobiografía, habla de sus alucinaciones y sonambulismo. ¿Cuándo apareció el tumor cerebral y cómo afectó su comportamiento? Quizá el papel predominante de la fantasía en el escritor encuentre una explicación por este lado.

De su carácter ha dicho su biógrafo Narciso Alonso Cortés que era ingenuo como un niño, bondadoso y amigo de todos, ignorante del valor del dinero y ajeno a la política. Conviene resaltar, además, su independencia, de la que se sentía muy orgulloso. En versos que recuerdan a los de Antonio Machado, confesó que a su trabajo lo debía todo, y llegó a rechazar lucrativos puestos públicos por no sentirse preparado: «Yo temo —afirma en sus Recuerdos del tiempo viejo— que nuestra revolución va a ser infructífera para España por creernos todos los españoles buenos y aptos para todo y meternos todos a lo que no sabemos». En efecto, en su obra hay preocupaciones prerregeneracionistas que asoman de vez en cuando a pesar de su tradicionalismo, auto impuesto para no desairar a su padre.

SUS OBRAS.

Lírica

Religiosa (Ira de Dios, La Virgen al pie de la Cruz)
Amorosa (Un recuerdo y un suspiro, A una mujer)
Sentimental (La meditación, La luna de enero)
Tradicional (Toledo, A un torreón)

Épica

Los Cantos del Trovador (1840)
Granada (1852)
La Leyenda del Cid

Leyenda

A buen juez mejor testigo
Para verdades el tiempo y para justicias Dios
El capitán Montoya
Margarita la tornera
La pasionaria
La azucena silvestre
La princesa Doña Luz
A la memoria de Larra

Poemas dramáticos

El zapatero y el Rey (1839 y 1842) (Edición on-line)
Sancho García (1842)
El puñal del godo (1843)
Don Juan Tenorio (1844)
La Calentura (1847)
Traidor, inconfeso y mártir (1849)

DON JUAN TENORIO.

Don Juan Tenorio es un romance en dos partes publicado en 1844 por José Zorrilla. Constituye una de las dos principales materializaciones literarias en lengua española del mito de Don Juan. Es una obra con gran tradición en la época de muertos principalmente en España y México en donde ha sido representada desde hace muchos años. Ha sido interpretada por diferentes actores, como Gonzalo Vega y Gonzalo Correa; y hoy en dia el actor Matt Blanher es considerado como "El Don Juan Tenorio de Mexico".

La otra es El burlador de Sevilla y convidado de piedra, de 1630, atribuida a Tirso de Molina y de la que Don Juan Tenorio es deudora, según reconoce el propio autor en sus Recuerdos del tiempo viejo (1880), aunque, curiosamente, Zorrilla confunda en ellos a Tirso con Agustín Moreto:

No recuerdo quién me indicó el pensamiento de una refundición de El Burlador de Sevilla, o si yo mismo, animado por el poco trabajo que me había costado la de Las travesuras de Pantoja, di en esta idea registrando la colección de las comedias de Moreto; el hecho es que, sin más datos ni más estudio que El Burlador de Sevilla, de aquel ingenioso fraile y su mala refundición de Solís, que era la que hasta entonces se había representado bajo el título de No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, o El convidado de piedra, me obligué yo a escribir en veinte días un Don Juan de mi confección. Tan ignorante como atrevido, la emprendí yo con aquel magnífico argumento, sin conocer ni Le festín de pierre, de Moliere, ni el precioso libreto del abate Da Ponte, ni nada, en fin, de lo que en Alemania, Francia e Italia se había escrito sobre la inmensa idea del libertinaje sacrílego personificado en un hombre: Don Juan.

CASA MUSEO DE ZORRILLA EN VALLADOLID.

La Casa de Zorrilla en Valladolid, es el inmueble en el que nació el poeta romántico el 21 de febrero de 1817.

Se trata de una casa alquilada por los padres de José Zorrilla al Marqués de Revilla y está situada en la calle Fray Luis de Granada. En ella vivió Zorrilla durante los siete primeros años de su vida y, brevemente, a su vuelta a Valladolid en 1866 tras su regreso de México.

Tras su muerte, el Ayuntamiento de Valladolid decidió adquirir el inmueble para honrar la memoria del poeta, convirtiéndola en casa museo. La planta baja fue habilitada como biblioteca gracias a la labor de Narciso Alonso Cortés, importante estudioso de la obra de José Zorrilla. En 1895 se colocó en su fachada una lápida conmemorativa con un busto del poeta, obra del escultor Pastor Valsero con la inscripción


Aquí nació el eminente poeta
D. José Zorrilla
Año de 1817


La casa es de aspecto y estructura sencilla, consta de dos plantas, sótano y jardín. En ella se conservan algunos muebles originales del poeta, como su escritorio, que fueron donados por su viuda. El amueblamiento de la casa pretende recoger el ambiente de la época en la que desarrolló su vida el poeta.

Entre las pinturas que decoran las paredes del piso principal figuran un gran cuadro titulado La llegada al campamento obra del granadino Ruiz de Valdivia, que representa una escena de guerra carlista; una Vista de Sevilla, atribuida al pintor Rafael Romero Barros; Don Quijote enfermo del vallisoletano Miguel Jadraque, realizado en 1905; un retrato del poeta pintado por Ángel Díaz Sánchez y otro lienzo en el que se muestra el aspecto exterior de la iglesia de La Antigua antes de restauración, pintado en 1876 por Santos Tordesillas.

Entre los recuerdos personales de Zorrilla destaca la mascarilla funeraria que obtuvo de su rostro el escultor Aurelio Rodríguez-Vicente Carretero y que fue utilizada para la realización del monumento al poeta que se encuentra en la Plaza de Zorrilla de Valladolid.


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MARIA ZAMBRANO ALARCÓN.

Fecha de emisión: 18 Enero 1993
Dentado 13 3/4 x 14
Huecograbado
Tirada 2.500.000
Serie completa. (ünico sello)


María Zambrano Alarcón (Vélez-Málaga, España, 22 de abril de 1904 – Madrid, 6 de febrero de 1991) fue una filósofa y ensayista española, discípula del famoso filósofo, también español, José Ortega y Gasset.

SU BIOGRAFÍA.

María Zambrano nace en Vélez-Málaga el 22 de abril de 1904, hija de Blas Zambrano García de Carabante y Araceli Alarcón Delgado, ambos maestros. En 1908 se traslada con su familia a Madrid, y vive concretamente en el n.º 8 de la calle Redondilla. Más tarde, en 1909, la familia se traslada a Segovia donde transcurre su adolescencia, a causa de que a su padre Blas, le habían otorgado la cátedra de Gramática Castellana en la Escuela Normal de Maestros de la ciudad, mientras María estudió en el Instituto de Segovia.

En Segovia su padre ingresa en la Agrupación Socialista Obrera, de la que será presidente, y además funda el periódico Segovia y la revista Castilla. El 21 de abril de 1911 nace su hermana, Araceli Zambrano y en otoño de 1913 comienza los estudios de bachillerato en el Instituto de Segovia. Estos años que coinciden con la gran amistad de su padre, Blas Zambrano, con Antonio Machado, quién llega a Segovia el 2 de noviembre de 1919, para ocupar la plaza de Historia de la Literatura Española en el Instituto de Bachillerato. Se les solía ver a menudo, a don Blas y don Antonio Machado, en las tertulias del café La Unión.

En 1921 María se matricula por libre en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, donde toda su familia se trasladaría en 1924, viviendo primero en la Plaza de los Carros y más tarde en la Plaza del Conde de Barajas. En 1927 asiste a las clases de José Ortega y Gasset y de Xavier Zubiri en la Universidad Central de Madrid, completando así la carrera de Filosofía y asumiendo un papel de mediadora entre Ortega y algunos escritores jóvenes, como Sánchez Barbudo o José Antonio Maravall. En 1931 fue profesora auxiliar de la Cátedra de Metafísica en la Universidad Central, hasta el año 1936, aunque ya por esta época trabaja en la que va a ser su tesis doctoral «La salvación del individuo en Spinoza». En 1933 publicó su primer ensayo, Por qué se escribe, en la Revista de Occidente, y más tarde colabora en otras revistas como Los Cuatro Vientos y Cruz y Raya.

Durante los años de la IIª República conoce y estrecha su amistad con Luis Cernuda, Rafael Dieste, Ramón Gaya, Miguel Hernández, Camilo José Cela o Arturo Serrano Plaja a través de las Misiones Pedagógicas y de otras iniciativas culturales. El 14 de septiembre de 1936 María contrae matrimonio con el historiador Alfonso Rodríguez Aldave, marchándose poco tiempo después a Chile, donde éste había sido nombrado secretario de la Embajada de España. Haciendo escala en La Habana, conoce allí a José Lezama Lima y pronuncia una conferencia sobre Ortega y Gasset. Fue en 1937, el mismo día en que cae la ciudad de Bilbao, cuando María Zambrano y su marido regresan a España; a la pregunta de por qué vuelven si la guerra está perdida, responderán «Por eso». Colabora en la defensa de la República y es nombrada Consejera de Propaganda y Consejera Nacional de la Infancia Evacuada.

El 29 de octubre de 1938 muere su padre, Blas Zambrano, al que Antonio Machado dedica un capítulo de su Mairena póstumo.

Hasta el día de su salida camino del exilio, María Zambrano reside sucesivamente en Valencia y Barcelona. Su marido se incorpora al ejército, y colaborará en defensa de la República como Consejero de Propaganda y Consejero Nacional de la Infancia Evacuada. El 28 de enero de 1939 María cruza la frontera francesa, camino del exilio y en compañía de su madre, Araceli Alarcón, su hermana Araceli y el marido de ésta. Tras unas breves estancias en París y Nueva York se dirige a La Habana, donde reencuentra a Lezama Lima y es invitada como profesora de la Universidad y del Instituto de Altos Estudios e Investigaciones Científicas. De La Habana se dirige a México, donde es nombrada también profesora en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de Morelia, (Michoacán). En 1943 y 1944 dicta cursos en el Dto. de Estudios Hispánicos de la Univ. de San Juan de Puerto Rico, así como en la Asociación de Mujeres Graduadas. Igualmente conferencia en la Asamblea de Profesores de Univ. en el exilio (La Habana).

En septiembre de 1946 viaja desde La Habana a París con motivo del fallecimiento de su madre, permaneciendo en esta ciudad y en esos duros años de postguerra hasta el 1 de enero de 1949. Desde esta fecha se traslada a La Habana, donde vivirá hasta 1953, impartiendo conferencias, cursos y clases particulares. Vuelve a Europa y se instala en Roma hasta 1964, relacionándose con intelectuales italianos como Elena Croce, Elémire Zolla y Victoria Guerrini, y españoles como Ramón Gaya, Diego de Mesa, Carmelo Pastor, Enrique de Rivas, Rafael Alberti y Jorge Guillén. Este mismo año se sitúa en la vieja casa de La Pièce, junto al bosque del Jura francés, lugar que entronca con su libro Claros del bosque.

Con el artículo de José Luis López Aranguren «Los sueños de María Zambrano» (Revista de Occidente, feb. de 1966) se inicia un lento reconocimiento en España de su obra. Todo el año 1973 lo pasa en Roma y de 1974 a 1978 vuelve a residir en La Pièce escribiendo Claros del bosque y manteniendo una intensa correspondencia con Agustín Andreu. El deterioro de su salud física es constante cuando en 1978 se traslada a Ferney-Voltaire, donde permanece dos años, hasta que en 1980 se traslada a Ginebra. En ese año, a propuesta de la colonia asturiana en Ginebra, es nombrada Hija Adoptiva del Principado de Asturias, lo que constituyó su primer reconocimiento oficial.

En 1981 es recompensada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, a su vez el ayuntamiento de Vélez-Málaga, su ciudad natal, la nombra Hija Predilecta. Al año siguiente, el 19 de diciembre, la Junta de Gobierno de la Universidad de Málaga acuerda su nombramiento como Doctora honoris causa. El 20 de noviembre de 1984 María Zambrano pisa de nuevo suelo español y se instala en Madrid, desde donde salió en pocas ocasiones. En esta última etapa la actividad intelectual será incansable, siendo nombrada Hija Predilecta de Andalucía el 28 de febrero de 1985. Después, en 1987, se constituye en Vélez-Málaga la Fundación que lleva su nombre, y en 1989 se le concede el Premio Cervantes.

El 6 de febrero de 1991, María fallece en Madrid, siendo enterrada en su ciudad natal.

No obstante seguirá recibiendo reconocimientos sociales, como el de «Hija Predilecta de la Provincia de Málaga» el 25 de abril de 2002. El 27 de noviembre de 2006 el Ministerio de Fomento bautizó con su nombre la estación central de ferrocarril de Málaga. En 2008 se botó el buque remolcador de Salvamento Marítimo BS-22 María Zambrano, en su honor.

CRONOLOGÍA.

1904–1939 • Estudios en la Universidad de Madrid, principios como escritora; vida intelectual madrileña en los años veinte y treinta; participación en la guerra de 1936 y con el gobierno republicano, que la condujo al exilio.
1940–1953 • Exilio americano (México, Cuba, Puerto Rico, y nuevamente en Cuba), publicación de sus obras filosóficas más importantes.
1954–1983 • Alude a sus años de exilio en Europa, concretamente en Italia, Francia y Suiza.
1984–1991 • Relata los últimos años de su vida, desde su regreso del exilio hasta su muerte, acaecida en Madrid en febrero de 1991.

FILOSOFÍA.

Para María Zambrano la filosofía empieza con lo divino, con la explicación de las cosas cotidianas con los dioses. Hasta que alguien se pregunta ¿Qué son las cosas? entonces se crea la actitud filosófica. Para Zambrano existen dos actitudes: la actitud filosófica, que se crea en el hombre cuando se pregunta algo, por la ignorancia, y la actitud poética, que es la respuesta, la calma y en la que una vez descifrada encontramos el sentido a todo.

LA CUESTIÓN Y SU MÉTODO.

La establece bajo dos grandes cuestiones: la creación de la persona y la razón poética. La primera de ellas presentaría, digamos, el estado de la cuestión: el ser del hombre como problema fundamental para el hombre. Y se constituye como problema para el hombre lo que el hombre sea, porque se presenta su ser en principio como anhelo, nostalgia, esperanza, y tragedia. Si la satisfacción fuera su lote, ciertamente no se propondría su propio ser como problema.

El tema de la razón-poética, por otra parte, sin haberse expuesto especial y sistemáticamente en ninguna de sus obras, subyace no obstante en todas ellas hasta el punto de constituir uno de los núcleos fundamentales de su pensamiento. La razón-poética se construye como el método adecuado para la consecución del fin propuesto: la creación de la persona. Ambos temas abordados con amplitud, aglutinan como adyacentes todas las demás cuestiones tratadas. Así, la creación de la persona se relaciona estrechamente con el tema de lo divino, con el de la historia y con la fenomenología de los sueños, y la razón-poética con la relación entre filosofía y poesía o con la insuficiencia del racionalismo.

LA FENOMENOLOGÍA DE LO DIVINO.

En su prólogo a la edición de 1973 de El hombre y lo divino, Zambrano comentaba que «el hombre y lo divino» podría muy bien ser el título que le conviniese mejor a la totalidad de su producción. Y en efecto, la relación del hombre con «lo divino», con la raíz oscura de lo «sagrado» fuera y dentro de sí, de ese «ser» que ha de darse a luz, a la visión, es una constante en toda su obra. Fenomenología de lo divino, fenomenología de la persona o fenomenología del sueño, siempre se trata de una indagación que apunta a la desvelación de «lo que aparece», el phainómenon que en su aparecer constituye lo que el ser humano es. Búsqueda esencial, por tanto, búsqueda de la esencia sagrada, inasible, de lo humano que sin embargo se muestra de múltiples maneras, bajo aspectos que hemos denominado «los dioses», «el tiempo» o «la historia», por ejemplo.

Desde el albor de la historia, cuando el hombre se veía inmerso en un universo sagrado, hasta el momento de la conciencia en que la historia es asumida con responsabilidad por el individuo en trance de convertirse en persona, ha tenido lugar un largo proceso durante el cual ese individuo ha ido ordenando la realidad, nombrándola, al par que asumía el reto de la pregunta en los momentos trágicos, los momentos en que los dioses ya no eran la respuesta adecuada. Este largo proceso es descrito por Zambrano como el paso de una actitud poética a la actitud filosófica. La poesía, piensa Zambrano, es respuesta, la filosofía, en cambio, es pregunta. La pregunta proviene del caos, del vacío, de la desesperanza incluso, cuando la respuesta anterior, si la había, ya no satisface. La respuesta viene a ordenar el caos, hace al mundo transitable, amable incluso, más seguro.

Tratar con la realidad poéticamente, piensa Zambrano, es hacerlo en forma de delirio, y «en el principio era el delirio», y esto quiere decir que el hombre se sentía mirado sin ver. La realidad se presenta completamente oculta en sí misma, y el hombre que tiene la capacidad de mirar a su alrededor —aunque no a sí mismo—, supone que, como él, aquello que le rodea también sabe mirar, y le mira a él. La realidad está entonces «llena de dioses», es sagrada, y puede poseerle. Detrás de lo numinoso hay algo o alguien que puede poseerle. El temor y la esperanza son los dos estados propios del delirio, consecuencia de la persecución y de la gracia de ese «algo» o «alguien» que mira sin ser visto.

Los dioses míticos se presentan como respuesta inicial; la aparición de estos dioses es una primera configuración ordenada de la realidad. Nombrar a los dioses significa salir del estado trágico donde estaba sumido el indigente porque al nombrarles se les puede invocar, ganar su gracia y apaciguar el miedo.

Los dioses, pues, son revelados por la poesía, pero la poesía es insuficiente y llega un momento en que la multiplicidad de los dioses despierta en los griegos el anhelo de unidad. El «ser» como identidad aparecía en Grecia como la primera pregunta que, no siendo aún del todo filosofía, arrancaba al hombre de su estado inicial porque señalaba la aparición de la conciencia. La primera pregunta es la pregunta ontológica: «¿Qué son las cosas?». Nacida, según Ortega, del vacío de ser de los dioses griegos, esta pregunta daría nacimiento a la filosofía como saber trágico. Toda pregunta esencial es, para Zambrano, un acto trágico porque proviene siempre de un estado de indigencia. Se pregunta porque no se sabe, porque algo se ignora, porque algo falta; la ignorancia es la falta de algo: de conocimiento o de ser. Estos actos trágicos se repiten cíclicamente, porque también es cíclica la destrucción de los universos míticos. Los dioses aparecen por una acción «sagrada», pero también hay un proceso sagrado de destrucción de lo divino. La muerte de los dioses restaura el universo sagrado del principio, y también el miedo. Cada vez que un dios muere sucede, para el hombre, un momento de trágico vacío.

Durante el tiempo que media entre el advenimiento de los primeros dioses y el asentamiento del dios cristiano, había sucedido, al par que una interiorización de lo divino, el descubrimiento de la individualidad. El nacimiento de la filosofía había dado lugar al descubrimiento de la conciencia, y con ella, a la soledad del individuo. Lo divino había tomado el aspecto de la extrema extrapolación de los principios racionales. Por ello, el dios al que mató Nietzsche era el dios de la filosofía, aquel creado por la razón. Nietzsche decidió, según Zambrano, volver al origen, hurgar en la naturaleza humana en busca de las condiciones de lo divino. Con Nietzsche se fraguó la libertad trágica según Zambrano, exultante según el propio Nietzsche y con ella la recuperación, en lo divino, de todo aquello que, definido por la filosofía, había quedado oculto. De esta manera, Nietzsche destruyó los límites que el hombre había establecido para el hombre; recuperó todas sus dimensiones, y por supuesto «los ínferos», los infiernos del alma: sus pasiones. Y en los infiernos: la oscuridad, la nada, lo opuesto al ser y la angustia. La nada ascendió entonces desde los infiernos del cuerpo y penetró por vez primera en la conciencia ocupando allí los lugares del ser.

No obstante la nada, amenazante para el ser cuando éste pretende consagrarse, es también posibilidad, pues cuando una ausencia se hace notar y esto nos recuerda a Sartre se padece: la nada padecida como ausencia es nada de algo, por lo que también es posibilidad de algo. La nada de ser apunta al ser como a su contrario. Pero ¿a qué tipo de «ser»? El de los griegos se había transformado de ontológico en teístico-racional, y éste se había anegado en los abismos existenciales. No era pues recuperable aquel concepto. Pero sí lo era el «origen». Y al «ser» como «origen», a esa nada del comienzo, a ese lugar sin espacio y sin tiempo donde «nada se diferenciaba», a lo sagrado puro, es a lo que Zambrano pretendió volver o llegar. Eso sagrado, no es sino la pura posibilidad de ser. A partir de esa «nada» el hombre habría de tomar sobre sí la responsabilidad de crear su ser, un ser no ya conceptual sino histórico; crearse a sí mismo a partir de la nada, bajo su propia responsabilidad apenas nacida, con la libertad que el surgimiento y la aceptación de la conciencia le proporciona. A partir de aquí puede iniciarse el largo proceso de la creación de la persona.

RACIONALISMO E HISTORIA.

El racionalismo es expresión de la voluntad de ser. No pretende descubrir la estructura de la realidad sino que asienta el poder desde una presuposición: la realidad ha de ser transparente a la razón, ha de ser una e inteligible. El racionalismo, como todo absolutismo, de alguna manera mata a la historia, la detiene, porque realiza la abstracción del tiempo. Situado entre verdades definitivas, el hombre deja de sentir el paso del tiempo y su constante destrucción, deja de sentir el tiempo como oposición, como resistencia, deja de saberse en lucha perpetua contra el tiempo, contra la nada que adviene a su paso. Si toda historia es construcción, arquitectura, el sueño de la razón, del absolutismo y de las religiones monoteístas es construir por encima del tiempo. La conciencia, en esa atemporalidad artificial de lo eterno verdadero, no puede despertar, ya que la conciencia surge al par que la voluntad personal y ésta se crece con la resistencia.

El problema que preocupa a Zambrano es «humanizar la historia y aun la vida personal; lograr que la razón se convierta en instrumento adecuado para el conocimiento de la realidad, ante todo de esa realidad inmediata que para el hombre es él mismo». Humanizar la historia: asumir la propia libertad, y ello mediante el despertar de la conciencia personal, la cual tendrá que asumir el tiempo, y más aún: los distintos tiempos de la persona.

LA CREACIÓN DE LA PERSONA.

Los mismos parámetros con los que define Zambrano la historia social, es aplicado por ella a la historia personal, y no ha de extrañar, puesto que la historia, la de todos, la hacen individuos que proyectan a nivel social sus temores, sus angustias, sus ansias, sus abusos, su ignorancia, sus anhelos. Las deformaciones sociales son la institucionalización de las deformaciones personales, y las constituciones, el precio que paga cada cual por atenuar consensualmente su propia angustia vital. Así pues, el endiosamiento de unos, la enajenación de otros (idolatría y sacrificio), la instrumentalización de la razón y la estructura temporal son pautas correctamente aplicables a la Historia la de todos, la que se construye en comunidad y a esa otra historia que es el argumento de cada ser humano, padecida en la Historia y bajo ella.

EL HOMBRE COMO SER QUE PADECE SU TRANSCENDENCIA.

El hombre no es solamente un ser histórico, aquel cuyo tiempo sea el sucesivo, tiempo de la conciencia aplicado a la realidad como sucesión de acontecimientos. El hombre es ante todo aquel ser destinado a trascender, a trascenderse a sí mismo padeciendo esta trascendencia, un ser, el hombre, en perpetuo tránsito que no es solamente un pasar sino un pasar más allá de sí: de aquellos personajes que el sujeto va ensoñando con respecto a sí mismo. Que el hombre sea un ser trascendente significa que no ha acabado de hacerse, que ha de irse creando a medida que va viviendo. Y si el nacer es salir de un sueño inicial, el vivir será ir saliendo de otros sueños, sucesivos éstos, mediante sucesivos despertares.

LA FENOMENOLOGÍA DEL TIEMPO.

La estructura de la persona se elabora, como la historia, sobre otra estructura: la temporal. Pero aunque la historia se conforme de acuerdo con múltiples tiempos, éstos se incluyen siempre dentro del tiempo propiamente histórico: el sucesivo; la multiplicidad temporal significa tan sólo la multiplicidad de ritmos, el «tempo» de las conexiones entre el suceso, su memoria y su proyección. Los tiempos del sujeto suponen algo más. Esquemáticamente, pueden distinguirse:

Tiempo sucesivo o tiempo de la conciencia y de la libertad, medible en sus tres dimensiones (pasado-presente-futuro);

Tiempo de la psique o atemporalidad inicial, tiempo de los sueños, donde el pensamiento no tiene cabida, ni tampoco la libertad. En esta atemporalidad el sujeto no decide, no mueve sino que es movido por las circunstancias;

Tiempo de creación o estados de lucidez, otro tipo de atemporalidad, pero a diferencia de la anterior, creadora. El sujeto no se encuentra bajo el tiempo, como en la atemporalidad de la psique, sino sobre el tiempo. Esta atemporalidad puede dar origen por un lado a los descubrimientos del arte o del pensamiento, y por otro, al descubrimiento personal o lo que Zambrano entiende por «creación de la persona». Estos instantes de lucidez en que el tiempo de la conciencia se suspende son aquellos en los que se producen los «despertares».

LA FORMA SUEÑO.

La fenomenología de la forma sueño secunda el estudio de los tiempos partiendo de la consideración de que en la vida humana se dan diversos grados de conciencia, y sobre todo, diversas maneras de estar la conciencia adormecida o subyugada. Vio María Zambrano la necesidad de proceder a un examen de los sueños no tanto en su contenido de esto ya se había encargado el psicoanálisis y no siempre con buena fortuna como en su forma, es decir, en el modo que tienen estos estados de presentarse. Distinguió así entre dos formas de sueño:

Sueños de la psique, que corresponden a la atemporalidad de la psique, y entre ellos principalmente los sueños de orexis o de deseo, y los sueños de obstáculo, y

Sueños de la persona, también llamados sueños de despertar o sueños de finalidad, que son los que procuran a la persona la visión necesaria para su cumplimiento. Cuando surgen durante la vigilia, son denominados sueños reales, y han de ser descifrados a modo de enigma.

LA CUESTIÓ ÉTICA: LA ACCIÓN ESENCIAL.

Los sueños de la persona exigen, por parte de ella, una acción, y la única acción posible, bajo el sueño, es despertar. La acción es distinta por completo de la actividad por cuanto que se trata de un hacer libre que le corresponde a la persona mientras que la actividad es el movimiento del personaje, ese continuo activarse que también es propio de la mente cuando actúa sin control. Se trata de la misma distinción que Zambrano hace entre transitar y trascender: el movimiento del personaje es un tránsito; el de la persona es trascendencia, un ir más allá de sí creándose a sí misma. La acción de la persona es siempre acción esencial: está encaminada al cumplimiento de su finalidad-destino, lo cual equivale a decir que, en su acción, la persona se cumple como tal.

La acción proviene siempre de un sujeto, pero de un sujeto que es, ante todo, voluntad, pues hay otra parte del sujeto, el yo, al que se le atribuye propiamente la conciencia. Esta diferencia es importante a la hora de entender que la conciencia a menudo se opone a cualquier tipo de despertar. El yo, sabiéndose vulnerable, actúa a modo de soberano implacable, defendiendo su reino el de la razón, el de las leyes y los hábitos erigiendo murallas que le aíslen del espacio exterior extraconsciente. Al soberano Yo le aterra la idea de ver tambalearse lo bien establecido; teme más que nada saber que su reino, establecido en un espacio y un tiempo conocido y al que posee, es como un barco que navega sobre el mar de la atemporalidad. Pero Zambrano advierte: «si una tal vigilia se cumpliera a la perfección, el sujeto soberano pasaría su vida en estado de sueño». Afortunadamente no es así; el soberano es vulnerable, y en las murallas pueden abrirse brechas que dejen pasar algo de la atemporalidad exterior, algo aún por interpretar, algo con lo que volver a construir la realidad, otra realidad, algo, sobre todo, que modificará a la persona puesto que cualquier acción comprensiva va cumpliendo en ella su destino, que no es otro que, como pensaba Heidegger, «ser comprensivamente».

RAZÓN POÉTICA.

La razón poética es la razón que propone María Zambrano, distinta de la razón vital e histórica de Ortega y de la razón pura de Kant. La razón de Zambrano es una razón que trata de penetrar en los ínferos del alma para descubrir lo sagrado, que se revela poéticamente. La razón poética nace como un nuevo método idóneo para la consecución del fin propuesto: la creación de la persona individual.

Para Zambrano, el hombre, el yo, está dotado de una sustancia en su interior, el ser, ese ser son los sentimientos, las ideas más profundas, lo más sagradado, de que yo, y de una conciencia, no de una conciencia. A través de estas sustancias debe buscar su unidad como persona. El ser es innato, proviene desde el primer día que existimos, aún sin ser consciente, la conciencia se va creando poco a poco en cuánto nos surgen dudas.

El ser está codificado por la palabra poética, esa palabra debe de ser descodificada por la conciencia, y esta a su vez la logra descodificar por el pensamiento poético. Esa palabra poética descodificada llega a la conciencia del hombre y la convierte en palabra verbal, que es la palabra con la que es capaz el hombre de comunicar. Al ser capaz de comunicar su ser, el hombre ya se ha creado como unidad, ya que es capaz de unir su Conciencia, con su Ser.

Si ponemos de ejemplo a un niño chico, el niño quiere, ama, siente dolor, pero no es consciente de ello (porque tiene el ser, pero aún no ha desarrollado la conciencia) hasta que poco a poco, se va dando cuenta de qué es cada cosa y logra descifrarla (Cuándo se le desarrolla la conciencia y consigue descodificar su ser).

EL MÉTODO. LA RAZÓN-POÉTICA.

Un método es un camino, una vía por la que empezar a caminar. Lo curioso, aquí, es que el descubrimiento de este camino no es distinto de la propia acción que ha de llevar al cumplimiento de quien la realiza. Lo propio del hombre es abrir camino, dice Zambrano, porque al hacerlo pone en ejercicio su ser; el propio hombre es camino.

La acción ética por excelencia es abrir camino, y esto significa proporcionar un modo de visibilidad, pues lo propiamente humano no es tanto ver como dar a ver, establecer el marco a través del cual la visión —una cierta visión— sea posible. Acción ética, pues, al par que conocimiento, pues al trazar el marco se abre un horizonte, y el horizonte, cuando se despeja, procura un espacio para la visibilidad.

Puede decirse que el pensamiento de María Zambrano sea una filosofía «oriental» en el sentido en que utilizaban el término los místicos persas: como un tipo de conocimiento que se origina al oriente de la Inteligencia, allí donde el sol o la luz se levanta. Una filosofía por tanto que trata de la visión interior, una filosofía de la luz de aurora. Y la luz inteligible es, claramente en Zambrano, el albor de la conciencia, que no siempre ha de ser la de la razón, o no sólo, o no del todo, pues la razón habrá de estar asistida por el corazón para que esté presente la persona toda entera. La visión depende, efectivamente de la presencia, y quien ha de estar presente es el sujeto, conciencia, voluntad unidos.

La razón-poética, el método, se inicia como conocimiento auroral: visión poética, atención dispuesta a la recepción, a la visión develadora. La atención, la vigilante atención ya no rechaza lo que viene del espacio exterior, sino que permanece abierta, simplemente dispuesta. En estado naciente, la razón-poética es aurora, develación de las formas antes de la palabra. Después, la razón actuará revelando; la palabra se aplicará en el trazo de los símbolos y más allá, donde el símbolo pierde su consistencia mundana manteniendo tan sólo su carácter de vínculo. Entonces es cuando la razón-poética se dará plenamente, como acción metafórica, esencialmente creadora de realidades y ante todo de la realidad primera: la de la propia persona que actúa trascendiéndose, perdiéndose a sí misma y ganando el ser en la devolución de sus personajes.

Razón, pues, pero razón sintética que no se inmoviliza en análisis y deducciones arborescentes; razón que adquiere su peso, su medida y su justificación (su justicia: su equilibrio) en su actividad, siguiendo el ritmo del latir, la propia pulsión interior. Este tipo de razón, a la que Zambrano no ha dudado en llamar «método» no aspira a establecer ningún sistema cerrado. Aspira —y es ésta una aspiración que proviene del alma o aliento de vida— a abrir un lugar que se ensanche como un claro en medio del bosque, ese bosque en que consiste el espíritu-cuerpo de aquel que se cumple en/con el método.

La razón-poética, esencialmente metafórica, se acerca sin apenas forzar el paso, al lugar donde la visión no está in-formada aún por conceptos o por juicios. Rítmicamente, la acción metafórica traza una red comprensiva que será el ámbito donde la razón construya poéticamente. La realidad habrá de presentarse entonces reticularmente, pues éste es el único orden posible para una razón que pretende la máxima amplitud y la mínima violencia.

VERDAD, REALIDAD Y LENGUAJE.

La idea de conocimiento poético o de razón poética lleva consigo una determinada manera de concebir la verdad, la realidad y el lenguaje. Son diversas las perspectivas que se han planteado acerca de estos conceptos.

La realidad que se presenta al conocer poético es aquel fondo en el que reside lo enigmático, lo misterioso, lo sagrado. «La realidad», como ha escrito María Zambrano, «se presenta al hombre que no ha dudado [...] es algo anterior a las cosas, es una irradiación de la vida que emana de un fondo de misterio; es la realidad oculta, escondida; correspondiente en suma a lo que hoy llamamos sagrado» (El hombre y lo divino).

La palabra realidad, en el contexto del conocimiento poético, apunta a todo aquello que el ser humano experimenta poéticamente como fundamental (la vida, el ser), y de ahí que Zambrano acuda a metáforas como la raíz, el corazón, etc.

El pensamiento de María Zambrano es verdaderamente pensamiento filosófico, metafísico, pero en la medida en que se sitúa en la frontera de lo que es accesible a la razón discursiva, es un pensamiento que se acerca a la mística.

Ahora bien, la realidad solamente es accesible en la actitud no violenta, si no «piadosa» y receptiva del que sabe esperar, escuchar y acoger. De ahí que la verdad se entienda como un don que se recibe «pasivamente», y fundamentalmente como revelación.

Esta verdad, no se revela ni manifiesta en cualquier forma de lenguaje, si no en la palabra poética. Esta no es la palabra que sirve como instrumento de dominio, que nombra y define las cosas para dominarlas y apoderarse de ellas. Tampoco se considera instrumento de comunicación.

En la palabra auténtica, más que comunicación, hay «comunión» entre quienes la escuchan y entienden. Claros del bosque (su obra más importante, quizá, la más sugestiva de todas), esta filósofa señala que «la palabra no destinada al consumo es la que nos constituye: la palabra que no hablamos, la que habla en nosotros y nosotros, a veces, trasladamos en decir».

Todas estas reflexiones de María Zambrano apuntan a instaurar «pensamiento poético», un pensamiento capaz de superar el abismo entre filosofía y poesía (esta es la gran preocupación de Zambrano). Justamente este intento hace que en su discurso parezcan confundirse dos niveles distintos:

1.El nivel de la reflexión filosófica acerca de la insuficiencia del racionalismo: es un discurso filosófico.

2.El nivel de «trasladar al decir» es filosófico y de carácter místico-poético. Esta dualidad de planos es, quizá, lo que hace más interesante la lectura de su obra Claros del bosque.

SU OBRA.

Horizontes del liberalismo (1930)
Hacia un saber del alma (1934)
Filosofía y poesía (1939)(FCE México)
Hacia un saber sobre el alma (1950)
El hombre y lo divino (1953)
Delirio y destino (escrito en 1953 y publicado en 1989)
Persona y Democracia: Una historia sacrificial (1958, reeditado en 1988)
España, sueño y verdad
Los sueños y el tiempo (reeditada en 1998)
El sueño creador
Claros del bosque (1977)
La tumba de Antígona, (1967) (Mondadori España S.A., 1989)
De la aurora (1986)
El reposo de la luz (1986)
Los bienaventurados (1979)
Para una historia de la piedad (1989)
Unamuno (escrito en 1940 y publicado en el 2003)
Cartas de la Pièce. Correspondencia con Agustín Andreu (escrito en los 70 y publicado en 2002)
La confesión, género literario y método (Luminar: México, 1943; Mondadori: Madrid 1988 y Siruela: Madrid, 1995).

ALGUNOS DICTADOS Y SENTENCIAS.

La actitud de preguntar supone la aparición de la conciencia.
La pregunta, que es el despertar del hombre.
La palabra de la poesía temblará siempre sobre el silencio y sólo la órbita de un ritmo podrá sostenerla.
Filosófico es el preguntar y poético el hallazgo.
La filosofía es una preparación para la muerte y el filósofo el hombre que está maduro para ella.
La Tierra lo arregla todo, lo distribuye todo. Bueno, quiero decir estas cosas, si la dejan. Pero no la dejan, no. No la dejan nunca ellos, los que mandan. ¿La dejarán alguna vez que haga su trabajo en paz?
Quien tiene la unidad, lo tiene todo.

ALGUNOS POEMAS DE CLAROS DEL BOSQUE.

No me respondes, hermana. He venido ahora a buscarte. Ahora, no tardarás ya mucho en salir de aquí. Porque aquí no puedes quedarte. Esto no es tu casa,es sólo la tumba donde te han arropado viva. Y viva no puedes seguir aquí; vendrás ya libre, mírame, mírame, a esta vida en la que yo estoy. Y ahora sí, en una tierra nunca vista por nadie, fundaremos la ciudad de los hermanos, la ciudad nueva, donde no habrá ni hijos ni padres. Y los hermanos vendrán a reunirse con nosotros. Nos olvidaremos allí de esta tierra donde siempre hay alguien que manda desde antes, sin saber. Allí acabaremos de nacer, nos dejarán nacer del todo. Yo siempre supe de esa tierra. No la soñé, estuve en ella, moraba en ella contigo, cuando se creía ése que yo estaba pensando.
En ella no hay sacrificio, y el amor, hermano, no está cercado por la muerte.
Allí el amor no hay que hacerlo, porque se vive en él. No hay más que amor.
Nadie nace allí, es verdad, como aquí de este modo. Allí van los ya nacidos, los salvados del nacimiento y de la muerte. Y ni siquiera hay un Sol; la claridad es perenne. Y las plantas están despiertas, no en su sueño como están aquí; se siente lo que sienten. Y uno piensa, sin darse cuenta, sin ir de una cosa a otra, de un pensamiento a otro. Todo pasa dentro de un corazón sin tinieblas. Hay claridad porque ninguna luz deslumbra ni acuchilla, como aquí, como ahí fuera.

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SECUNDINO ZUAZO UGALDE.

Fecha de emisión: 25 Febrero 1975
Serie de 3 sellos: 8, 10 y 15 pesetas.
Dentado 13 1/4 x 12 3/4
Calcografía
Tirada: 10.000.000


Secundino Zuazo Ugalde (Bilbao, 21 de mayo de 1887 – Madrid, 12 de julio de 1971) fue un arquitecto y urbanista español.

EL ROMANTICISMO HISTORICISTA.

Zuazo termina su carrera en Madrid, en 1912, residiendo desde entonces en la capital. Inicia sus trabajos en una época de romanticismo historicista que se concreta en arquitectura en multitud de edificios «recubiertos» de falsos elementos regionalistas.

LA ARQUITECTURA RACIONAL.

De espíritu clásico y lógico, estudia la verdadera arquitectura española en una de sus mejores épocas: la de Carlos III, domina su lenguaje y lo emplea de forma magistral en sus proyectos, que plantea siempre con gran valentía. Fue uno de los pocos arquitectos españoles que viajó mucho y tuvo, sin duda, que conocer los movimientos renovadores que, desde 1910, propugnaban en Europa introducir el racionalismo en la arquitectura. Tuvo la honradez de no adoptar ese nuevo lenguaje sin asimilarlo y, sin embargo, la calidad de su obra en la década de 1920–30 es tal, que incluso los jóvenes arquitectos que, en esos mismos años, luchan por introducir las «nuevas ideas», como Carlos Arniches Moltó y otros, admiran la obra de Zuazo, la estudian y le consideran un verdadero maestro.

En esa época destaca su obra para el Palacio de la Música, en Madrid (1926), y el edificio de Correos en Bilbao. En 1929, proyecta dos hoteles en el Parque Metropolitano de Madrid que señalan un fuerte acercamiento al sencillo vocabulario racionalista; sin embargo, en 1931 construye una casa en la Plaza de la Independencia, de Madrid, de bellas proporciones, pero de nuevo en una línea muy clásica.

Co-fundador el 11 de febrero de 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la derecha sostenía un tono condenatorio en relación a los relatos sobre las conquistas y los problemas del socialismo en la URSS.

En 1935 colabora con Eduardo Torroja en el proyecto del desaparecido Frontón Recoletos.

LA CASA DE LAS FLORES.

En 1932 diseña un bloque de viviendas —una manzana completa en el barrio de Argüelles— que supone un hito en la historia de la arquitectura española. Es la denominada Casa de las Flores, en la que introduce audaces criterios urbanísticos, de patios abiertos, y emplea ya con toda soltura el lenguaje racionalista, pero con el enorme interés de haberle incorporado, con una maravillosa armonía, elementos muy tradicionales de la arquitectura española y muy adecuados al clima de la Península.
A partir de esta obra, el papel de Zuazo en la arquitectura española debería haber sido similar al que desempeñó Asplund en los países escandinavos: el indiscutido maestro que había sabido incorporar las aportaciones innegables del racionalismo a los valores permanentes de la arquitectura de su país, pero en 1936, cuando trabajaba en una obra de gran envergadura: los Nuevos Ministerios, en Madrid, estalla la Guerra española y trunca definitivamente esa interesante trayectoria. Zuazo sufre la amargura de la tragedia española y cuando al cabo de los años regresa a España ya no es capaz de recuperar la andadura iniciada. Toda su obra posterior, aunque deja ver siempre su gran calidad como arquitecto, carece de esos valores magistrales que alcanzaron su máxima expresión en la Casa de las Flores.

En urbanismo diseñó el Plan comarcal de Madrid y el proyecto de prolongación de la Castellana en colaboración con el ingeniero alemán Hermann Jansen, que le fue presentado por García Mercadal.

PALACIO DE LA MÚSICA EN MADRID.

Dirección: Gran Vía, 35.

Situado en el segundo tramo de la Gran Vía, fue construido entre 1924 y 1926 por encargo de la SAGE (Sociedad Anónima General de Espectáculos). Su arquitecto fue Secundino Zuazo Ugalde, quien lo concibió como un edificio multifuncional compuesto por una sala de cine y conciertos, una sala de fiestas bajo el patio de butacas, y un cine de verano al aire libre en la azotea.

Durante las obras, en la madrugada del 4 de diciembre de 1925 se hundieron la cubierta y la fachada que daba a la calle Abada, lo que obligó a Zuazo a modificar el proyecto original aligerando el peso propio y sobrecargas de la cubierta, teniendo que suprimir entre otras cosas el cine de la azotea.

Fue inaugurado con el nombre de Cine Sage el 13 de noviembre de 1926, con un concierto dirigido por el maestro Lasalle, y al día siguiente se proyectó la primera película, La venus americana.

El edificio, que a partir de 1928 empezó a ser conocido como Palacio de la Música, tiene un aforo de unas 2000 butacas, lo que hace que esté entre los 20 cines más grandes de Europa. En el exterior destaca la fachada, de concepción claramente clasicista, mientras que en el interior es interesante su decoración barroca, inspirada en el Hospital de la Caridad de Sevilla.

El 22 de noviembre de 1932 sufrió un importante incendio que destruyó, entre otras cosas, un podium para orquesta cubierto por un ábside.

En 1983 el arquitecto Enrique López Izquierdo Camino realizó una reforma para convertirlo en multicines, construyendo dos nuevas salas aprovechando los bajos en donde había estado la sala de fiestas.


EDIFICIO DE CORREOS Y TELEGRAFOS DE BILBAO.

Edificio de Correos y Telegrafos, construido en el año 1927, por el Arquitecto Secundino Zuazo.
Situado en el centro de la ciudad en la calle alameda de Urquijo, entre las calles Bertendona y Euskalduna.

El edificio es como un bloque compacto atraves de sus fachadas firmes y robustas, la entrada principal con el tratamiento barroco; y la solución en esquina en forma de chaflán; los materiales utilizados en la fachada: ladrillo visto, revoco y zócalo de piedra artificial.

La cubierta inclinada y rematada en un gran alero de estilo montañes.

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Mensaje por Invitado Lun 01 Nov 2010, 4:26 pm

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MARÍA TERESA DE VALLABRIGAS ROZAS ESPAÑOL Y DRUMMOND DE MELFORT. (LA INFANTA ARAGONESA)
Motivo: Patio de la Infanta en Zaragoza, pintura de Goya.

Fecha de emisión: 25 Mayo 1990
Hojitas de 105 x 78 mm.
Calcografía y offset.
Dentado: 14 3/4
Tirada: 4.000.000


María Teresa de Vallabriga, Rozas, Español y Drummond de Melfort (Zaragoza 6 de noviembre de 1759 - 26 de febrero de 1820), fue una aristócrata española, nieta de José de Rozas y Meléndez de la Cueva, I Duque de San Andrés, II Conde de Castelblanco, Capitán General y Presidente de la Real Audiencia de Guatemala y de Francisca Drummond de Melfort y Wallace.

Casada con el infante Luis de Borbón y Farnesio. Está enterrada en la cripta de la Basílica del Pilar, con los honores de persona regia.

Hija de José de Vallabriga y Español, señor de Soliveta, teniente coronel del regimiento de voluntarios de España y su madre era Josefa de Rozas y Drummond de Melfort, cuarta condesa de Castelblanco y viuda de José Villalpando, conde de Torresecas. No ostentó el título de infanta consorte hasta la muerte de su marido, debido a su matrimonio morganático, como lo dictaba la Pragmática Sanción de 1776.

Al casarse su hija Maria Teresa de Borbón con Godoy, María Teresa sería resarcida; el rey le permitía usar el título de infanta y fue condecorada junto a sus dos hijas con la Orden de María Luisa.

MATRIMONIO.

Maria Teresa contrae matrimonio con el infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio en 1776

Fueron hijos del infante y de Maria Teresa (llamada "la infanta aragonesa"):

Luis María de Borbón y Vallabriga, XIV Conde de Chinchón y Arzobispo de Toledo.
María Teresa de Borbón y Vallabriga, XV Condesa de Chinchón, esposa de Manuel de Godoy. Fue retratada por Goya (La condesa de Chinchón).
María Luisa de Borbón y Vallabriga, caso con Joaquín José de Melgarejo y Saurín quien ostentaba el ducado de San Fernando de Quiroga.

‎Maria Teresa vivió sus últimos años en Zaragoza no del todo infeliz, manteniendo contacto con sus hijos, rodeada de sus paisanos y familiares y encerrada con la importante colección de arte reunida por su esposo. Ella misma está retratada por Francisco de Goya varias veces, y en la ciudad de Zaragoza se la recuerda con interés.

ALTOS CARGOS PARA SUS HIJOS.

El hijo mayor,Luis María de Borbón y Vallabriga, fue arzobispo de Toledo y cardenal como su padre, pero con verdadera vocación religiosa. De talante liberal, era el único miembro de la familia Borbón que quedó en España durante la guerra de la independencia. Por ese motivo, y por ser el Primado de España, fue presidente de la Regencia instaurada por las Cortes de Cádiz de 1808. La llegada de su primo Fernando VII supuso el final de su carrera política. Está enterrado en la catedral de Toledo, en la sacristía, en un mausoleo neoclásico meritorio de Valeriano Salvatierra.
La segunda hija,María Teresa de Borbón y Vallabriga, al convertirse en esposa de Manuel Godoy, fue la causante de la rehabilitación de sus hermanos, que recuperaron el apellido Borbón, y el tratamiento de Altezas Reales. Además, por renuncia de su hermano, recibió el título paterno de condesa de Chinchón. En suma, su matrimonio permitió su salida del convento toledano donde se había recluido a las hermanas a la muerte de su padre sin otro motivo que incordiar a su madre. Ya como esposa de Godoy fue retratada, una vez más, por Francisco de Goya que al hacerlo firmó su obra maestra que puede contemplarse en el museo del Prado. Su vida fue desgraciada. Está enterrada en la capilla del palacio de Boadilla del Monte. Tuvo una hija llamada Carlota Luisa de Godoy y Borbón.
La tercera hija,María Luisa de Borbón y Vallabriga, casó con Joaquín José de Melgarejo y Saurín , duque de San Fernando de Quiroga. No tuvo sucesión. Está enterrada en la sacristía del palacio de Boadilla del Monte, bajo una sepultura de mármol de Valeriano Salvatierra.

PRAGMÁTICA SANCIÓN DE 1776.

La Pragmática Sanción de 1776, titulada "Pragmática Sanción para evitar el abuso de contraer matrimonios desiguales", fue sancionada por Carlos III el 23 de marzo de 1776 para España. En las posesiones americanas de ultramar su aplicación comenzó luego de la emisión, en El Pardo, el 7 de abril de 1778, de una real cédula «declarando la forma en que se ha de guardar y cumplir en las Indias la Pragmática Sanción de 23 de marzo de 1776 sobre contraer matrimonios».

En los treinta años posteriores a su emisión, fue modificada y reiterada varias veces: 26 y 31 de mayo de 1783, 8 y 22 de marzo de 1787, 19 de abril de 1788, 8 de febrero de 1790, 11 de junio de 1792, 27 de febrero de 1793 y 17 de febrero de 1798, hasta ser, prácticamente, resancionada el 1 de junio de 1803 como la "Real Cédula sobre matrimonios de hijos de familias".

Modificaba sustancialmente la actitud real respecto de las decisiones matrimoniales de sus súbditos «desde las clases más altas del estado hasta las más comunes del pueblo». En América, hasta 1803, los «mulatos, negros, coyetes e individuos de castas y razas semejantes tenidos y reputados públicamente por tales» quedaron excluidos de los alcances de la Pragmática Sanción.

En cuanto a las limitaciones de los matrimonios llamados morganáticos en la familia real, se discutió (sobre todo con ocasión de la boda del Príncipe de Asturias con Letizia Ortiz) si en cierto modo sigue vigente o si ya no tiene cabida en el ordenamiento jurídico posterior a la Constitución de 1978, que reconoce la igualdad ante la ley pero mantiene el derecho histórico de la institución monárquica.

La Constitución reconoce el orden regular o leyes dinásticas de sucesión desde la llegada al trono de Felipe IV hasta ahora. Así, pues, la Constitución reconoce la vigencia de la Pragmática Sanción de 1776, decretada por Carlos III que pretendía evitar la proliferación de matrimonios morganáticos o contraídos entre personas desiguales y prohibía que reyes e infantes bajo la pena de perder sus derechos a la realeza, se desposaran con personas de rango o condición inferior. Por este motivo, el 11 de junio de 1933, estando en el exilio, don Alfonso de Borbón, Príncipe de Asturias, renunció a sus derechos para casarse con la cubana Edelmira Sampedro-Ocejo.

ORDEN DE LAS DAMAS NOBLES DE MARÍA LUISA.

La Real Orden de Damas Nobles de la Reina María Luisa es una orden militar española que fue creada por Carlos IV de España mediante un Real Decreto de 21 de abril de 1792 a instancia de su esposa María Luisa de Parma, para que ésta tuviera una manera de recompensar a las mujeres nobles que se distinguieran por sus servicios o cualidades, por lo que se trata de una distinción reservada únicamente a mujeres.

HISTORIA.

La Orden quedó definida como una institución premial, estrictamente femenina, gobernada por la reina y compuesta por treinta bandas, reservadas a la primera nobleza española. El primer secretario de la Orden fue Miguel de Bañuelos y Fuentes, caballero pensionado de la Orden de Carlos III, e intendente general del Ejército.

En 1796 el rey elevó la Orden a dignidad nobiliaria, concediendo a sus poseedoras y a sus cónyuges el tratamiento protocolario de excelencia, equiparándolas a la Grandeza de España y a los caballeros Grandes Cruces de la Orden de Carlos III. Posteriormente, durante el corto reinado de José I de España firmó un decreto de 18 de septiembre de 1809, disolviendo todas las Órdenes Militares incluyendo la femenina de María Luisa, exceptuando únicamente la Orden del Toisón de Oro, pero estas medidas se anularon lógicamente tras su expulsión de España y la restauración borbónica. Las reinas sucesivas heredaron en su momento las prerrogativas de la reina fundadora de la Orden y se instauró la costumbre de que fuera la actual reina de España la que ejerciera la gobernación de la Orden.

En un Real Decreto de 28 de octubre de 1851 se establecieron unos requisitos fiscales anejos a esta condecoración consistentes en el pago de unos derechos de ingreso de 3.000 reales con un plazo de tres meses para abonarlos o renunciar a la concesión. También se incluyó en el protocolo de concesión la preceptiva autorización del Consejo de Ministros y su publicación en la Gaceta de Madrid (hoy Boletín Oficial del Estado). En 1869, tras la destitución de Isabel II, el regente, general Francisco Serrano y Domínguez modificó la denominación de la Orden por la de Damas Nobles de España.

Don Alfonso XII, por su Real Decreto de 28 de noviembre de 1878, declaró que las Damas Nobles podrían usar sobre el lado izquierdo del pecho, la cruz de la Orden pendiente de un lazo de cinta igual a la Banda, con traje alto y aún con otro de mayor etiqueta, siempre que el acto no requiera por su importancia el uso de la Banda en la forma prescrita en los estatutos de la Orden.

El decreto republicano de 24 de julio de 1931, sin referirse expresamente a esta Orden, la abolió de hecho como institución oficial. Pero tanto Alfonso XIII, hasta enero de 1941, como su hijo Juan de Borbón, conde de Barcelona, otorgaron algunas bandas de esta Orden a princesas de su familia; éste último a sus hijas las Infantas Pilar y Margarita, para conmemorar sus dieciocho años. También le fue concedida a doña Sofía de Grecia al convertirse en Princesa de Asturias por su matrimonio con el futuro Juan Carlos I de España en 1962 y la lució en la ceremonia de proclamación de éste el 22 de noviembre de 1975.

En la actualidad y en virtud de los estatutos vigentes se conserva una única categoría: Dama Noble y el número permanece limitado a 30 titulares, salvo voluntad expresa de los reyes.

INSIGNIA.

Su insignia se describe en el segundo artículo de sus estatutos, y consiste en una banda realizada en tela de moaré, de seda y algodón, compuesta por tres franjas verticales: la central blanca y las dos laterales moradas; su anchura es la mitad que la de las bandas de las órdenes masculinas.

Se coloca terciada desde el hombro derecho hasta el costado izquierdo, y de ella pende una cruz de ocho puntas de oro, en cuyo centro se localiza dentro de un óvalo la imagen de San Fernando esmaltada y visto de cuerpo entero, armado, coronado y con el manto propio de su regia condición, portando en su mano derecha una espada, mientras que en la izquierda sostiene el globo u orbe real; la imagen está rodeada de rayos dorados. El exergo del óvalo central y los bordes de los brazos de la cruz están decorados con esmalte morado, y el interior de los dichos brazos de esmalte blanco. En los espacios entre los brazos de la cruz, aparecen dos leones y dos castillos contrapuestos, unidos entre sí por una pequeña cadena. El conjunto de la cruz pende de una corona de laurel, dorada o verde, según los casos. En el reverso, la cifra de María Luisa y, rodeándola, la leyenda Real Orden de la Reyna María Luisa.

Al principio se imponía la obligación de ostentar cotidianamente esta banda con su venera, como pública muestra del gran honor que les ha sido concedido por la reina. Sin embargo, desde el 28 de noviembre de 1878 se permitió a las señoras agraciadas usar diariamente un lazo con la cruz pendiente, más sencillo y práctico para el uso cotidiano.

Tanto las insignias como la banda eran propiedad de la Orden, que las otorgaba en usufructo y las recuperaba al fallecimiento de la agraciada, aunque hay constancia de que después del destronamiento de Isabel II en 1868 las familias de las Damas Nobles se negaron a devolver las insignias a las nuevas autoridades por lealtad a la monarquía.

PATRONATO Y FESTIVIDADES.

El patronato de la Orden quedó encomendado a San Fernando, rey de Castilla y de León, y a San Luis, rey de Francia y en sus respectivas festividades 30 de mayo y 25 de agosto respectivamente la Reina recibía protocolariamente a las Damas en capítulo. Asimismo, las Damas Nobles de la Orden tenían recomendada estatutariamente especial devoción a sus santos patronos y debían visitar una vez al mes un establecimiento benéfico, en ocasiones la Real Inclusa de Madrid o algún hospital de mujeres como el de la Pasión.

CONCESIONES.

Las mujeres agraciadas con esta distinción la recibían en una ceremonia de investidura oficial descrita en los estatutos, que transcurría en las habitaciones privadas de la reina en el Palacio Real, pero que en ocasiones en caso de enfermedad o impedimento grave podían recibirla en sus propios domicilios, entregada por algún representante de la reina.

Han obtenido esta distinción innumerables personalidades de España y de muchos países de todo el mundo y continúa siendo una de las más grandes mercedes que puede conceder la monarquía española a las mujeres por lo que significa de reconocimiento a sus servicios, prendas y cualidades.

ORDEN DE MARÍA LUISA DESDE 1792-2008.

Son 1193, se relacionan la primera y la última.

1.SM La reina María Luisa (princesa de Parma)

1193.SM La Reina Sofía (Princesa de Grecia y Dinamarca)


PATIO DE LA INFANTA.

Con el nombre de Patio de la Infanta se conoce un patio renacentista de 1550 situado dentro de la sede central de Ibercaja, en la calle San Ignacio de Loyola, 16, de Zaragoza. Se trata del patio interior del palacio residencia de Gabriel Zaporta, un importante comerciante y banquero de origen judío, prestatario de Carlos V. El nombre proviene de la Infanta María Teresa de Vallabriga, esposa de Luis Antonio de Borbón —hermano del rey Carlos III de España—, que ya viuda regresó a Zaragoza para vivir a partir de 1785 en el Palacio de Zaporta.

La casa palacio de Gabriel Zaporta se encontraba entre las calles San Jorge, San Andrés y el callejón Zaporta. Contaba con un jardín en su zona posterior —opuesta a la calle San Jorge a la que daba su fachada—, y un patio labrado con gran riqueza. Tras varios incendios, el inmueble fue derribado en 1903, pero se salvaron la portada —de un estilo gótico final con un mirador de arcos conopiales y alero con canes de lóbulos como el Palacio de los Torrero— y el patio, que fueron adquiridos por un anticuario francés con el fin de alojar su comercio en París en este monumento. En 1957 la Caja de Ahorros Ibercaja compró el patio y en 1980 lo instaló dentro de su sede central, un edificio moderno situado en la plaza Basilio Paraíso. En la actualidad se emplea como sala de exposiciones de cinco cuadros de Goya pertenecientes al banco y otros cinco pertenecientes a la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País.

El Patio de la Infanta, de estructura típicamente aragonesa, dos pisos, y galería superior soportada por columnas, se distingue de otros similares por la profusa decoración de sus elementos arquitectónicos.

La planta baja está construida a dintel, mientras que la principal aloja una galería corrida de arcos de medio punto soportados por columnas abalaustradas. Todas las columnas, tanto inferiores como superiores, son anilladas a dos tercios, característica tradicional de la columna renacentista aragonesa. Además, tanto los elementos sustentantes como todo el resto, están decorados con relieves. Así, las columnas se ornamentan con figuras humanas a modo de cariátides o estípites. Se podría tener como uno de los más tempranos ejemplos de Manierismo, muy poco después de haber comenzado el influjo del renacimiento italiano en Aragón. Grifos, amorcillos, escenas de la serie de los trabajos de Hércules (batalla con la hidra de Lerna, robo de los toros de Gerión, lucha con el gigante Anteo), representación de las Tres Gracias, alegorías de Cupido y de la Ocasión (sobre la rueda de la Fortuna y tomada por el único mechón que posee en su frente, pues una vez pasa la ocasión es calva en la zona occipital y no puede ser tomada de por el cabello), además de otras alusiones a amantes ilustres y a figuras relacionadas con el Eros, forman parte de su abigarrado programa iconográfico que hace pensar en un templo dedicado al poder y al amor.

Este patio se veía directamente desde la calle en el momento de su construcción, pues no existía la transición del habitual zaguán, en un alarde de ostentación que mostraba a todo paseante el estatus social alcanzado por su dueño. En el antepecho del mirador, de frente al espectador de la calle, aparecía la imagen del Emperador, cuya espada lleva la inscripción CAROLVS. También hay medallones con los retratos de César Augusto, Trajano, Marco Aurelio, Adriano, Constantino, Justiniano, Carlomagno, Felipe el Atrevido, Francisco I de Francia y Fernando el Católico. A esta galería de emperadores y reyes ilustres se suma el retrato del propio Gabriel Zaporta.


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CARLOS II DE ESPAÑA (EL HECHIZADO).

Fecha de emisión: 22 Noviembre 1979
Serie: 5 valores
Dentado 13 1/4
Calcografía
Tirada: 10.000.000


Carlos II de Austria (o Habsburgo) (Madrid, España; 6 de noviembre de 1661 – 1 de noviembre de 1700), llamado el Hechizado, fue rey de España entre 1665 y 1700, último de la Casa de Austria. Hijo y heredero de Felipe IV y de Mariana de Austria, permaneció bajo la regencia de su madre hasta que alcanzó la mayoría de edad en 1675. Su sobrenombre le venía de la atribución de su lamentable estado físico a la brujería e influencias diabólicas. Parece ser que los sucesivos matrimonios consanguíneos de la familia real produjeron tal degeneración que Carlos creció raquítico, enfermizo y de corta inteligencia, además de estéril (se sospecha que sufría el síndrome de Klinefelter), lo que acarreó un grave conflicto sucesorio, al morir sin descendencia y extinguirse así la rama española de los Austrias.

Entre 1665 y 1668, Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV y, por tanto, hermanastro de Carlos II, luchó denodadamente por conseguir un puesto de relevancia en la Corte, visiblemente desgastado por sus continuadas campañas militares en Italia, Cataluña, Flandes y Portugal.

Cuando murió Felipe IV, en septiembre de 1665, don Juan tenía 36 años, mientras que su hermanastro, Carlos II, tan solo 3. En su testamento el Rey dejó dispuesto lo siguiente (cláusula 37):

Por cuanto tengo declarado por mi hijo a don Juan José de Austria, que le hube siendo casado, y le reconozco por tal, ruego y encargo a mi sucesor y a la Reina, mi muy cara y amada mujer, le amparen y favorezcan y se sirvan de él como de cosa mía, procurando acomodarle de hacienda, de manera que pueda vivir conforme a su calidad, si no se la hubiero dado yo antes de mi muerte.

No obstante, don Juan quedó excluido de todo puesto político de relevancia, sea en la Junta de Regencia que en el Consejo de Estado, lo que provocó en el un gran estado de postración, como así indicaba por escrito a la Reina:

que no se dirá contra lo más sagrado de mi intención si viesen que Su Majestad me cerraba la puerta que Su Majestad que Dios haya [Felipe IV] me abrió para concurrir en los bancos de un Consejo, que es la puerta del toque de la confianza, y el aprecio de los más relevantes vasallos, ¿acaso lo he desmerecido después acá con mi proceder, o se ha visto sombra o asomo que pueda oscurecerlo? No señora, ni esto ha sido, ni puede Vuestra Majestad permitir que me haga un disfavor de este tamaño.

Reinado de Carlos II (1665–1700)

Carlos II fue proclamado rey en 1665, a los tres años. Era una persona con escaso vigor mental y educado por teólogos sin conocimientos políticos, mantuvo correspondencia con Sor Úrsula Micaela Morata, mística alicantina, para pedirle consejo. Su mala salud hacía sospechar que moriría joven, por lo que nuevamente se descuidó su educación; nadie se preocupó de prepararle adecuadamente para las tareas de gobierno.

La lucha contra Valenzuela aumentó y, apoyándose en la nobleza, Juan José marchó sobre Madrid y tomó el poder en 1677. Valenzuela fue desterrado y la Reina madre abandonó la Corte fijando su residencia en el Alcázar de Toledo.

Juan José de Austria, con el apoyo popular, se convirtió en el nuevo valido. Su gobierno quedó ensombrecido por la lucha política contra sus adversarios y la dramática situación de la Monarquía hispánica, obligada a ceder el Franco Condado a Francia mediante la Paz de Nimega en 1679. En ese mismo año el Rey, de 18 años de edad, se casa en primeras nupcias con María Luisa de Orleans, sobrina de Luis XIV de Francia. Aunque nunca llegó a estar verdaderamente enamorada de su marido, con el paso de los años María Luisa llegó a sentir un genuino afecto hacia él. Carlos, por su parte, amaba tiernamente a su esposa. Ante la falta de sucesor la reina llegó a realizar peregrinaciones y a venerar reliquias sagradas. Finalmente murió en 1689 dejando al rey en un estado depresivo.

El Rey, plenamente consciente de su incapacidad para asumir las funciones de gobierno, deja el mismo en manos del duque de Medinaceli (1680-1685) como su valido, y posteriormente en el conde de Oropesa (1685-1691). El último intentó poner orden en la economía y hacienda real, creando para ello la Superintendencia General de la Real Hacienda, presidida por el marqués de Vélez, que, aunque no funcionó como era de esperar, marcó el comienzo de las futuras reformas borbónicas. Al enfrentamiento con la tradicional aristocracia y la Iglesia, y su falta de sintonía con la nueva reina, Mariana de Neoburgo, segunda esposa del Rey, se unieron los desastres de la guerra contra Francia —pérdida de Luxemburgo por la Tregua de Ratisbona en 1684, invasión francesa de Cataluña en 1691— que precipitaron su caída en junio de 1691.

Uno de los hechos más importantes que cambiaría más tarde la Monarquía hispánica fue la Paz de Ryswick firmada con Francia en 1697 después de la ocupación francesa en el Palatinado. La consecuencia más importante de esta paz fue la posibilidad de Francia de acceder al trono de la Corona española.

EL PROBLEMA SUCESORIO.

Aunque en los últimos años de su reinado el Rey decidió gobernar personalmente, su manifiesta incapacidad puso el ejercicio del poder en manos de su esposa, la reina Mariana de Neoburgo, aconsejada por el arzobispo de Toledo, el cardenal Luis Fernández de Portocarrero. Según un embajador francés, durante los últimos años el rey se encontraba en estado muy precario: «Su mal, más que una enfermedad concreta, es un agotamiento general».

Dada la falta de posteridad directa del Rey, comenzó una compleja red de intrigas palaciegas en torno de la sucesión. Este asunto, convertido en cuestión de Estado, consumió los esfuerzos de la diplomacia europea. Tras la muerte del heredero pactado, José Fernando de Baviera, en 1699, el rey Carlos II hizo testamento el 3 de octubre de 1700 en favor de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia y de la infanta española María Teresa de Austria (1638–1683), la mayor de las hijas de Felipe IV y hermana de Carlos II. Esta candidatura era apoyada por el cardenal Portocarrero. La cláusula 13 del susodicho testamento rezaba:

Reconociendo, conforme a diversas consultas de ministro de Estado y Justicia, que la razón en que se funda la renuncia de las señoras doña Ana y doña María Teresa, reinas de Francia, mi tía y mi hermana, a la sucesión de estos reinos, fue evitar el perjuicio de unirse a la Corona de Francia; y reconociendo que, viniendo a cesar este motivo fundamental, subsiste el derecho de la sucesión en el pariente más inmediato, conforme a las leyes de estos Reinos, y que hoy se verifica este caso en el hijo segundo del Delfín de Francia: por tanto, arreglándome a dichas leyes, declaro ser mi sucesor, en caso de que Dios me lleve sin dejar hijos, al Duque de Anjou, hijo segundo del Delfín, y como tal le llamo a la sucesión de todos mis Reinos y dominios, sin excepción de ninguna parte de ellos. Y mando y ordeno a todos mis súbditos y vasallos de todos mis Reinos y señoríos que en el caso referido de que Dios me lleve sin sucesión legítima le tengan y reconozcan por su rey y señor natural, y se le dé luego, y sin la menor dilación, la posesión actual, precediendo el juramento que debe hacer de observar las leyes, fueros y costumbres de dichos mis Reinos y señoríos.

Mariana de Neoburgo, en cambio, apoyaba las pretensiones de su sobrino el Archiduque Carlos de Austria, hijo del emperador Leopoldo I. Las pretensiones del archiduque austríaco fueron respaldadas por Inglaterra y Holanda, las tradicionales enemigas de España durante el siglo XVI, que además rivalizaban con la Francia hegemónica de Luis XIV.

Recientemente se ha pretendido demostrar que el testamento de Carlos II es falso. Sin embargo, aunque el hechizado Carlos fuera manipulado por su entorno para apuntalar la candidatura del Borbón, éste ya se anteponía a su rival por derecho dinástico.

Carlos II, último de los Habsburgo españoles, falleció el 1 de noviembre de 1700, a los 38 años, aunque aparentaba una mayor edad. Según el médico forense el cadáver de Carlos «no tenía ni una sola gota de sangre, el corazón apareció del tamaño de un grano de pimienta, los pulmones corroídos, los intestinos putrefactos y gangrenados, tenía un solo testículo negro como el carbón y la cabeza llena de agua» [cita requerida]. Se dice que en el momento de expirar se vio en Madrid brillar al planeta Venus junto al Sol, lo cual se consideró un milagro. Al mismo tiempo, en la lejana Bruselas, donde evidentemente no habían llegado aún las noticias de la muerte del rey, se cantó un Tedeum en la iglesia de Santa Gudula por su recuperación. Al enterarse de esto, el astrólogo Van Velen exclamó que rezaban por la mejoría del monarca cuando en realidad acababa de fallecer.

En cuanto Felipe V se aprestó a hacer valer sus derechos, apoyado por el poderoso ejército de su legendario abuelo, una nutrida oposición se levantó contra él dentro y fuera de España, ya que a Inglaterra no le interesaba para nada que los tronos de España y Francia pertenecieran a una sola dinastía enemiga. Comenzaría así la Guerra de Sucesión española, en la que triunfaron los Borbones.

SEMBLANZA DEL REY.

Cuando el joven Rey tenía veinte años, su figura y deplorable estado llegarían a impresionar al Nuncio del Papa:

El rey es más bien bajo que alto, no mal formado, feo de rostro; tiene el cuello largo, la cara larga y como encorvada hacia arriba; el labio inferior típico de los Austria; ojos no muy grandes, de color azul turquesa y cutis fino y delicado. El cabello es rubio y largo, y lo lleva peinado para atrás, de modo que las orejas quedan al descubierto. No puede enderezar su cuerpo sino cuando camina, a menos de arrimarse a una pared, una mesa u otra cosa. Su cuerpo es tan débil como su mente. De vez en cuando da señales de inteligencia, de memoria y de cierta vivacidad, pero no ahora; por lo común tiene un aspecto lento e indiferente, torpe e indolente, pareciendo estupefacto. Se puede hacer con él lo que se desee, pues carece de voluntad propia.

En un informe forense realizado por la UCM a partir de los restos mortales del monarca, se ha averiguado que padeció Síndrome de Klinefelter con posible mosaicismo, una anomalía cromosómica que le causó esterilidad, debilidad muscular y un deficiente desarrollo mental. Este defecto genético se debió probablemente a la política matrimonial de los Austrias.

ÚRSULA MICAELA MORATA.

Úrsula Jerónima Morata e Iscaya, más conocida como Úrsula Micaela Morata, (Cartagena, 21 de octubre de 1628 - Alicante, 9 de enero de 1703), religiosa, mística, fundadora del convento de Clarisas Capuchinas de Alicante.

Nació en el seno de una familia socialmente acomodada, siendo la menor de trece hermanos. Su padre, Marco Aurelio Morata e Iscaya, de origen italiano, era caballero del Estado de Saboya. Su madre, Juana Garibaldo, era madrileña, pero de ascendencia también italiana. Ambos murieron con tres días de diferencia en 1632, contando Úrsula con tres años de edad, quedando entonces al cuidado de su hermana mayor Sebastiana.

A los cuatro años tuvo su primera experiencia mística en medio de un ataque de viruela que la puso al borde de la muerte. La relata así:

dióme un paroxismo que estuve, a mi entender, sin sentidos veinticuatro horas poco más o menos. Lo que en ese tiempo gozó mi alma no es posible de declarar... Halléme en una inmensa claridad y luz divina, que sin ofrecerme objeto ni imagen alguna a la vista gozaban las potencias y sentidos, que a mi parecer parecía estaba ya en la gloria.

Comienzó así su aprendizaje espiritual, adquiriendo las ideas dominantes de la época en lo tocante a oración, ayuno y mortificación, sobreviniéndole en su práctica otras experiencias místicas.

Con respecto a su educación, hay que destacar que por disposición de su hermana aprendió a leer y escribir, cosa poco corriente en su época, especialmente en las mujeres.

En 1642 inició un noviazgo con un pariente suyo, que ella misma rompería al año siguiente. La idea de ser monja se fue afianzando, dándole el último empujón un sueño profético que le anunció la muerte de un sacerdote conocido de la familia. Venciendo la oposición de sus familiares, ingresó en el Monasterio de Capuchinas de Murcia, fundado en 1644 por la Beata María Ángela Astorch, abadesa y maestra de novicias del mismo. Profesó el 20 de enero de 1647, adoptando el nombre de Micaela.

En 1648 la peste azotó Murcia, convirtiéndose Sor Úrsula en enfermera de las apestadas. En 1651 y 1653 el desbordamiento del río Segura obligó a la comunidad de religiosas a abandonar el monasterio y refugiarse en el Monte de las Ermitas. Durante este período, Sor Úrsula Micaela vivió la noche oscura, etapa de crisis espiritual entre los místicos. En 1652 recibió el mandato de su confesor de escribir su autobiografía.

ANDADURA ESPIRITUAL.

En 1653, como conclusión de la noche oscura, experimentó la transverberación del corazón de modo semejante a Santa Teresa de Jesús:

«Me fue mostrado en espíritu un ángel con un dardo de fuego que me lo metió en el corazón. Fue tan grande el dolor y fuego que sentí, que me penetró todos mis huesos y caí en tierra desmayada. Mas el ángel me detuvo para que no me hiciese mal. Estuve así cosa de una hora gozando y padeciendo lo que yo no sé decir, sino que me abrasaba y quemaba en llamas de amor divino»

Sor Úrsula Micaela vivió diversas experiencias sobrenaturales también presentes en otros místicos: visiones, locuciones, milagros, percepción extrasensorial, etc. Destacando especialmente por la bilocación, que la llevó incluso a otras naciones; y por la profecía, que la convirtió en un oráculo al que se acercaba el pueblo en busca de consejo, entre ellos Carlos II y Juan José de Austria, con quienes mantuvo correspondencia epistolar.

En 1661 fue elegida consejera y secretaria de la comunidad.


TRANSVERBERACIÓN.

La palabra transverberación proviene del latín "transverberare", que quiere decir "traspasar de un golpe, hiriendo". Los teólogos lo definen como una gracia espiritual especial por la que la persona que la recibe, llena de amor divino, y que tiene el corazón traspasado por una espada. Es un signo de comunión sublime con Jesucristo sufriente. Santa Teresa de Jesús no fue la única que "sufrió" este fenómeno, sino que también se cuenta de la vida de la franciscana italiana Clara de Montefalco. Es notable Santa Teresa escribía esta situación en su diario:

"Le veía en las manos de Ángel un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Esto me parecía meter por el corazón algunas veces y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. Era tan grande el dolor que me hacía dar aquellos quejidos, y tan excesiva la suavidad que me pone este grandísimo dolor, que no hay desear que se me quite, ni se contenta el alma con menos que Dios. No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo, y aún harto. Es requiebro tan suave que pasa entre el alma y Dios, que suplico yo a su bondad lo dé a gustar a quien pensare que miento".

BILOCACIÓN.

Bilocación, es un término utilizado para describir el fenómeno en el cual una persona u objeto está ubicado en dos lugares simultáneamente. Supuesto teórico que se emplea en el cálculo complejo de ecuaciones con varias incógnitas de indeterminaciones; por ejemplo, en física cuántica. En el caso de las personas, la persona que lo experimenta es capaz de interactuar con su entorno normalmente, incluida la posibilidad de experimentar sensaciones y de manipular objetos físicos exactamente como si hubiera llegado a través de medios naturales.

FUNDACIÓN EN ALICANTE.

En 1669 comenzaron las gestiones para fundar un convento de Clarisas Capuchinas en la ciudad de Alicante. Las dificultades fueron diversas, y la fundación no se llevó a cabo hasta 1672. La primera residencia fue provisional, en una casa que carecía de las condiciones apropiadas para la vida comunitaria. Por ello se inició la construcción de convento e iglesia, costeados con las limosnas de los alicantinos y de Juan José de Austria, y bajo la protección de Carlos II. Las obras no finalizarían hasta 1682. El título del monasterio fue Triunfos del Santísimo Sacramento, nombre inspirado en una de las visiones de Sor Úrsula Micaela.

Ejerció el cargo de vicaria hasta 1699 en que fue elegida abadesa, oficio que desempeñó hasta su muerte. En su Autobiografía no recogió sus últimas vivencias, pues dejó de escribir en 1684. Sin embargo las monjas contemporáneas dejaron testimonios y escritos referentes a esta última etapa de su vida. Además la ciudad de Alicante editó un panegírico de honras fúnebres tras su fallecimiento, donde registraron los datos más importantes de su vida.

MUERTE Y CAUSA DE BEATIFICACIÓN.
Tras dos años de penosa enfermedad murió el 9 de enero de 1703, a la edad de 75 años. La fama de santidad y el prestigio social que había alcanzado hizo que su cadáver permaneciese expuesto en la iglesia por 6 días. El cuerpo permaneció incorrupto, caliente y flexible en todo momento, por lo que no se le dio sepultura. En 1742 el obispo de Orihuela D. Juan Elías Gómez de Terán, al encontrarlo todavía intacto, mandó que el cadáver permaneciese en un arca sin ser enterrado. Así se ha conservado hasta la actualidad, permaneciendo todavía incorrupto y flexible.

La fama de santidad con que murió Sor Úrsula Micaela, llevó al obispo de Orihuela D. José de la Torre y Orumbella a instruir expediente sobre su vida y virtudes en 1703 con vistas al proceso de beatificación. Por la quema de archivos durante la Guerra de Sucesión (1702-1713) y la Guerra Civil (1936-1939), estos documentos se perdieron. Sin embargo se salvaron la Autobiografía, 24 cartas, y algunos otros testimonios relativos a la Sierva de Dios. El proceso informativo diocesano para la beatificación fue abierto por el obispo de Orihuela-Alicante D. Rafael Palmero Ramos el 11 de octubre de 2006 y clausurado el 11 de junio de 2009.

En 1645 las capuchinas fundan en Murcia el monasterio de la Exaltación del Santísimo Sacramento, y aquí la madre María Ángela, fundadora, transcurrirá los veinte últimos años de su vida hasta la muerte, en 1665. Allí deja este mundo a los 73 años y allí en el monasterio de capuchinas reposa su cuerpo.
Había sido una contemplativa, con un corazón materno abierto al mundo, a las dolencias de su patria, Cataluña, en tiempos de la guerra, a la santa Iglesia, nuestra Madre -¡hija de la Iglesia!, cómo lo gustaba-, a los fieles cristianos, a todos. ¡Lástima, y muy grande, que no haya escrito, al estilo de Teresa de Jesús, un tratado, a su estilo, explicándonos con orden las cosas de Dios!
Escondido en uno de los rincones del Malecón descubrimos el Monasterio de Monjas Clarisas Capuchinas, allí se encuentran los restos de la beata María Angela Astorch, fundadora del Monasterio, en otra ubicación de la ciudad, en el barrio de San Andrés, hacía 1645. Y por la que un buen numero de murcianos sienten especial devoción.

Pero al margen de las importantes connotaciones religiosas que el lugar tiene, resulta agradable visitar el monasterio, pues como ya es tópico, en sus alrededores y en su interior, en la parte a la que se puede acceder, se respira paz y sosiego, algo tan deseado y a la vez tan cercano, pues el monasterio se encuentra a un paso del centro de Murcia.

Merece la pena descubrir este curioso y acogedor lugar tanto si no se es religioso como si se es, y en este último caso podemos obtener estampas con reliquia, medallas con reliquia, la autobiografía de la beata, o entregar un donativo en la portería del convento.

La dirección exacta del Monasterio es calle Alcalde Gaspar de la Peña, 26 en Murcia.

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ANTONIO GAUDÍ i CORNET (Arquitecto).

Fecha de emisión: 25 Febrero 1975
Serie de 3 sellos.
Calcografía
Tirada: 10.000.000


Antoni Gaudí i Cornet (Riudoms o Reus, 25 de junio de 1852 – Barcelona, 10 de junio de 1926) fue un arquitecto español, máximo representante del modernismo catalán.

Gaudí fue un arquitecto con un sentido innato de la geometría y el volumen, así como una gran capacidad imaginativa que le permitía proyectar mentalmente la mayoría de sus obras antes de pasarlas a planos. De hecho, pocas veces realizaba planos detallados de sus obras; prefería recrearlos sobre maquetas tridimensionales, moldeando todos los detalles según los iba ideando mentalmente. En otras ocasiones, iba improvisando sobre la marcha, dando instrucciones a sus colaboradores sobre lo que tenían que hacer.

Dotado de una fuerte intuición y capacidad creativa, Gaudí concebía sus edificios de una forma global, atendiendo tanto a las soluciones estructurales como las funcionales y decorativas. Estudiaba hasta el más mínimo detalle de sus creaciones, integrando en la arquitectura toda una serie de trabajos artesanales que dominaba él mismo a la perfección: cerámica, vidriería, forja de hierro, carpintería, etc. Asimismo, introdujo nuevas técnicas en el tratamiento de los materiales, como su famoso “trencadís” hecho con piezas de cerámica de desecho.

Después de unos inicios influenciado por el arte neogótico, así como ciertas tendencias orientalizantes, Gaudí desembocó en el modernismo en su época de mayor efervescencia, entre finales del siglo XIX y principios del XX. Sin embargo, el arquitecto reusense fue más allá del modernismo ortodoxo, creando un estilo personal basado en la observación de la naturaleza, fruto del cual fue su utilización de formas geométricas regladas, como el paraboloide hiperbólico, el hiperboloide, el helicoide y el conoide.

La arquitectura de Gaudí está marcada por un fuerte sello personal, caracterizado por la búsqueda de nuevas soluciones estructurales, que logró después de toda una vida dedicada al análisis de la estructura óptima del edificio, integrado en su entorno y siendo una síntesis de todas las artes y oficios. Mediante el estudio y la práctica de nuevas y originales soluciones, la obra de Gaudí culminará en un estilo orgánico, inspirado en la naturaleza, pero sin perder la experiencia aportada por estilos anteriores, generando una obra arquitectónica que es una simbiosis perfecta de la tradición y la innovación. Asimismo, toda su obra está marcada por las que fueron sus cuatro grandes pasiones en la vida: la arquitectura, la naturaleza, la religión y el amor a Cataluña.

La obra de Gaudí ha alcanzado con el transcurso del tiempo una amplia difusión internacional, siendo innumerables los estudios dedicados a su forma de entender la arquitectura. Hoy día es admirado tanto por profesionales como por el público en general: la Sagrada Familia es actualmente uno de los monumentos más visitados de España. Entre 1984 y 2005 siete de sus obras han sido consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

SU BIOGRAFÍA.

Antoni Gaudí nació en 1852, hijo del industrial calderero Francesc Gaudí i Serra (1813-1906) y de Antònia Cornet i Bertran (1819-1876). Era el menor de cinco hermanos, de los que sólo llegaron a edad adulta tres: Rosa (1844-1879), Francesc (1851-1876) y Antoni. Los orígenes familiares de Gaudí se remontan al sur de Francia, en Auvergne, desde donde uno de sus antepasados, Joan Gaudí, vendedor ambulante, pasó a Cataluña en el siglo XVII; el apellido en su origen podría ser Gaudy o Gaudin.

Se desconoce el lugar exacto del nacimiento de Gaudí, ya que no se conserva ningún documento que lo especifique, existiendo una controversia entre Reus y Riudoms (dos municipios vecinos y colindantes de la comarca del Baix Camp) sobre la localidad natalicia del arquitecto. Aun así, en la mayoría de documentos de Gaudí, tanto de su época de estudiante como en los de su época profesional, figura como nacido en Reus. Sin embargo, el propio Gaudí manifestó en diversas ocasiones que era de Riudoms, lugar de origen de su familia paterna. Lo que sí es seguro es que fue bautizado en la iglesia prioral de Sant Pere Apòstol de Reus el día después de su nacimiento. El nombre que consta en su partida de bautismo es Antoni Plàcid Guillem Gaudí i Cornet.

Fuese como fuese, Gaudí sintió un gran aprecio por su tierra natal, lo que evidenciaba en su gran mediterraneísmo, hecho que influyó notablemente en su arquitectura: Gaudí decía que los pueblos mediterráneos tienen un sentido innato del arte y el diseño, que son creativos y originales, mientras que los pueblos nórdicos son más técnicos y repetitivos. En palabras del propio Gaudí:

”Nosotros poseemos la imagen. La fantasía viene de los fantasmas. La fantasía es de la gente del Norte. Nosotros somos concretos. La imagen es del Mediterráneo. Orestes sabe adónde va, mientras que Hamlet divaga perdido entre dudas”

La estancia en su tierra natal le sirvió asimismo para conocer y estudiar profundamente la naturaleza, sobre todo durante sus estancias veraniegas en el Mas de la Calderera, la casa de los Gaudí en Riudoms. Le gustaba el contacto con la naturaleza, por lo que posteriormente se hizo miembro del Centro Excursionista de Cataluña (1879), entidad con la que realizó numerosos viajes por toda Cataluña y el sur de Francia. También practicó durante un tiempo la equitación, y hasta su vejez caminaba unos diez kilómetros diarios.

El pequeño Gaudí era de naturaleza enfermiza, y padeció reumatismo desde niño, lo que le transmitió un carácter un tanto retraído y reservado. Quizá por eso, de mayor se convirtió en vegetariano y en partidario de las teorías higienistas del doctor Kneipp. Debido a estas creencias –y por motivos religiosos–, en ocasiones se entregaba a severos ayunos, tanto que en ocasiones ponía en peligro su propia vida, como en 1894, año en que cayó gravemente enfermo a causa de un prolongado ayuno.

Realizó sus primeros estudios en el parvulario del maestro Francesc Berenguer, padre del que sería uno de sus principales colaboradores, y luego pasó a los Escolapios de Reus; destacó en dibujo, colaborando con el semanario El Arlequín. También trabajó durante un tiempo como aprendiz en la fábrica textil “Vapor Nou” de Reus. En 1868 se trasladó a Barcelona para cursar enseñanza media en el Convento del Carmen de la ciudad condal. En su adolescencia estuvo cercano al socialismo utópico, realizando junto con dos compañeros de estudios, Eduard Toda i Güell y Josep Ribera i Sans, un proyecto de restauración para el monasterio de Poblet que lo convertiría en un falansterio utópico-social.

Entre 1875 y 1878 realizó el servicio militar en el Arma de Infantería en Barcelona, siendo destinado a Administración Militar. Pasó la mayor parte del tiempo rebajado de servicio a causa de su salud, por lo que pudo continuar con los estudios. Gracias a ello no tuvo que entrar en combate, pues coincidió en esas fechas con la Tercera Guerra Carlista. En 1876 tuvo lugar el triste suceso de la muerte de su madre, a los 57 años, así como la de su hermano Francesc a los 25, médico recién titulado que no llegó a ejercer.

Cursó arquitectura en la Escuela de la Llotja y en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, donde se graduó en 1878. Junto a las asignaturas de arquitectura asistió a clases de francés y cursó algunas asignaturas de Historia, Economía, Filosofía y Estética. Su expediente académico fue regular, con algún que otro suspenso; Gaudí se preocupaba más de sus propios intereses que de las asignaturas oficiales. Elies Rogent, director de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, dijo en el momento de otorgarle el título:

”Hemos dado el título a un loco o a un genio, el tiempo lo dirá”.

Para pagarse la carrera, Gaudí trabajó como delineante para diversos arquitectos y constructores, como Leandre Serrallach, Joan Martorell, Emili Sala Cortés, Francisco de Paula del Villar y Lozano y Josep Fontserè. Quizá por eso, al recibir el título, Gaudí, con su irónico sentido del humor, comentó a su amigo el escultor Llorenç Matamala:

”Llorenç, dicen que ya soy arquitecto”

MADUREZ Y LABOR PROFESIONAL.

Sus primeros proyectos fueron los de las Farolas para la Plaza Real, el proyecto irrealizado de Kioskos Girossi y la Cooperativa Obrera Mataronense. Con su primer encargo importante, la Casa Vicens, Gaudí empieza a adquirir renombre, y recibe encargos cada vez de mayor envergadura. En la Exposición Universal de París de 1878 Gaudí expuso una vitrina realizada para la Guantería Comella. El diseño modernista, a la vez funcional y estético de dicha obra, impresionó al industrial catalán Eusebi Güell que, a su regreso, contactó con el arquitecto para encomendarle varios proyectos que tenía en mente. Comenzó así una larga amistad y un fructífero mecenazgo que dio origen a algunas de las más destacadas obras de Gaudí: las Bodegas Güell, los Pabellones Güell, el Palacio Güell, el Parque Güell y la Cripta de la Colonia Güell. Asimismo, se relacionó con el marqués de Comillas, suegro del conde Güell, para el que realizó El Capricho de Comillas.

En 1883 aceptó hacerse cargo de continuar las recién iniciadas obras del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. Gaudí modificó totalmente el proyecto inicial, convirtiéndola en su obra cumbre, conocida y admirada en todo el mundo. A partir de 1915 se dedicó casi por completo a este proyecto, hasta que murió. Gaudí comenzaba a recibir cada vez más encargos, por lo que, al trabajar en varias obras a la vez, tuvo que rodearse de un amplio equipo de profesionales de todos los campos relacionados con la construcción; en su estudio se formarían numerosos arquitectos que con el tiempo alcanzarían un puesto de renombre en el sector, como Josep Maria Jujol, Joan Rubió, Cèsar Martinell, Francesc Folguera y Josep Francesc Ràfols. En 1885, para escapar de la epidemia de cólera que asolaba Barcelona, Gaudí pasó una estancia en Sant Feliu de Codines, residiendo en la casa de Francesc Ullar, al que en agradecimiento diseñó una mesa de comedor.

Uno de los acontecimientos de la época para la capital catalana, y que sirvió de punto de partida para el modernismo, fue la Exposición Universal de 1888, donde los principales arquitectos del momento expondrían sus mejores obras. Gaudí participó con el edificio de la Compañía Trasatlántica, y recibió un encargo para reestructurar el Salón de Ciento del Ayuntamiento de Barcelona, que finalmente no se llevó a cabo. En los primeros años 1890 recibió dos encargos fuera de Cataluña: el del Palacio Episcopal de Astorga y el de la Casa Botines en León. Así, la fama y el prestigio del arquitecto reusense se iba extendiendo por toda España. En 1891 viajó a Málaga y Tánger para examinar el terreno de un proyecto para unas Misiones Católicas Franciscanas, que le había encargado el 2º marqués de Comillas; el proyecto no se efectuó, pero las torres proyectadas para las Misiones le sirvieron a Gaudí como modelo para las torres de la Sagrada Familia.

En 1899 se hizo socio del Cercle Artístic de Sant Lluc, sociedad artística de corte católico fundada en 1893 por el obispo Josep Torras i Bages y los hermanos Josep y Joan Llimona. También se afilió a la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat, entidad catalanista igualmente de signo católico. Se evidencia así el carácter conservador y religioso de su pensamiento político, vinculado a la defensa de la identidad cultural del pueblo catalán. Pese a la aparente contradicción entre los ideales utópicos de su juventud y su posterior adscripción a posiciones más conservadoras, la evolución puede resultar natural si tenemos en cuenta la profunda espiritualidad del arquitecto; en palabras de Cèsar Martinell, “sustituyó la filantropía laicista por la caridad cristiana”.

El principio de siglo encontró a Gaudí embarcado en numerosos proyectos, en los que se evidenciaba el cambio de su estilo, cada vez más personal e inspirado en la naturaleza. En 1900 recibió el premio al mejor edificio del año por la Casa Calvet, otorgado por el Ayuntamiento de Barcelona. Durante la primera década del siglo se ocupa de proyectos como la Casa Figueras, más conocida como Bellesguard, el Parque Güell, proyecto de urbanización que no tuvo éxito, y la restauración de la Catedral de Santa María de Palma de Mallorca, para la que realizó varios viajes a la isla. Entre 1904 y 1910 construye la Casa Batlló y la Casa Milà, dos de sus obras más emblemáticas.

La fama de Gaudí iba en aumento, provocando por ejemplo que en 1902 el pintor Joan Llimona escogiese la fisonomía de Gaudí para representar a San Felipe Neri en las pinturas del crucero de la iglesia de San Felipe Neri de Barcelona. Ese año funda con Joan Santaló, hijo de su amigo el doctor Pere Santaló, una sociedad dedicada al forjado de hierro, que fracasó.

Desde su traslado a Barcelona, Gaudí había cambiado a menudo de domicilio: en su época de estudiante vivió de pensión, generalmente en la zona del Barrio Gótico; al iniciar su carrera, pasó a diversos pisos de alquiler en la zona del Eixample. Por fin, en 1906 se instaló en una casa de propiedad, en el Parque Güell, construida por su ayudante Francesc Berenguer como casa de muestra de la urbanización; actualmente es la Casa-Museo Gaudí. Aquí vivió con su padre (fallecido en 1906 a los 93 años) y su sobrina, Rosa Egea Gaudí (fallecida en 1912 a los 36 años). Vivió en esta casa hasta 1925, pocos meses antes de su muerte, residiendo este último tiempo en el taller de la Sagrada Familia.

Uno de los sucesos que marcaron profundamente a Gaudí fueron los acontecimientos de la Semana Trágica de 1909; Gaudí permaneció ese tiempo recluido en su casa del Parque Güell, pero debido al ambiente anticlerical y a los atentados contra iglesias y conventos temió por la integridad de la Sagrada Familia –que afortunadamente no sufrió daños.

En 1910 se celebró en el Grand Palais de París una exposición dedicada a Gaudí, dentro del salón anual de la Société des Beaux-Arts de Francia. Gaudí participó a instancias del conde Güell, concurriendo con una serie de fotos, planos y maquetas en yeso de varias de sus obras. Aunque participó fuera de concurso, recibió muy buenas críticas por parte de la prensa francesa. Buena parte de esta exposición se pudo ver al año siguiente en el I Salón Nacional de Arquitectura celebrado en el Pabellón Municipal de Exposiciones del Buen Retiro de Madrid.

Mientras se celebraba la exposición de París, en mayo de 1910, Gaudí pasó una estancia de reposo en Vic, donde diseñó dos farolas de basalto y hierro forjado para la Plaza Mayor de Vic, con ocasión del centenario de Jaume Balmes. Al año siguiente también se vio obligado a pasar una temporada en Puigcerdà, a causa de unas fiebres de Malta; en ese periodo de descanso concibió la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia. Debido a su gravedad, el 9 de junio redactó un testamento ante el notario Ramon Cantó i Figueres; por fortuna, pudo reponerse por completo.

Los años 1910 fueron duros para Gaudí, que sufrió varias desgracias: en 1912 murió su sobrina Rosa; en 1914 falleció su principal colaborador, Francesc Berenguer; en 1915 una grave crisis económica casi paraliza las obras de la Sagrada Familia; en 1916 murió su amigo Josep Torras i Bages, obispo de Vic; en 1917 se interrumpen las obras de la Colonia Güell; en 1918 falleció su amigo y mecenas, Eusebi Güell. Quizá por todo ello desde 1915 se dedica por entero a la Sagrada Familia, refugiándose en su trabajo. Gaudí confiesa a sus colaboradores:

”Mis grandes amigos están muertos; no tengo familia, ni clientes, ni fortuna, ni nada. Así puedo entregarme totalmente al Templo”.[

Efectivamente, los últimos años de su vida los dedica por completo a la “Catedral de los pobres” –como es popularmente conocida–, para la que incluso llegará a pedir limosna a fin de poder continuar con las obras. Aparte de esa dedicación, realiza pocas más actividades, casi siempre relacionadas con la religión: en 1916 participó en un cursillo de canto gregoriano impartido en el Palau de la Música Catalana por el monje benedictino Gregori M. Sunyol.

Gaudí vivió dedicado por completo a su profesión, permaneciendo soltero toda su vida. Al parecer, tan sólo en una ocasión se sintió atraído por una mujer, Josefa Moreu, maestra de la Cooperativa Mataronense, hacia 1884, pero no fue correspondido.[35] Desde entonces Gaudí se refugió en su profunda religiosidad, en la que encontraba gran sosiego espiritual. A menudo se ha pintado la imagen de un Gaudí huraño y antipático, de bruscas contestaciones y gestos altaneros; pero la gente que lo trató más de cerca lo describió como persona afable y cortés, buen conversador y fiel con sus amigos, entre los que destacaron especialmente su mecenas, Eusebi Güell, y el obispo de Vic, Josep Torras i Bages, así como los escritores Joan Maragall y Jacint Verdaguer, el doctor Pere Santaló y algunos de sus más fieles colaboradores, como Francesc Berenguer y Llorenç Matamala.

La apariencia personal de Gaudí –de rasgos nórdicos, pelo rubio y ojos azules– sufrió una radical transformación con el paso del tiempo: de ser un joven con aspecto de “dandi” (trajes caros, pelo y barba bien arreglados, gustos de gourmet, frecuente asistencia al teatro y a la ópera, incluso visitaba las obras montado en su carruaje), pasó en su vejez a la más estricta sencillez, comiendo con frugalidad, vistiendo trajes viejos y gastados, con un aspecto descuidado, tanto que a veces lo tomaban por mendigo, como por desgracia pasó en el momento del accidente que le provocó la muerte.

Gaudí no dejó prácticamente escritos, aparte de informes técnicos de sus obras requeridos por instancias oficiales, algunas cartas a amigos (principalmente a Joan Maragall) y algún artículo periodístico. Se conservan algunas frases suyas recogidas por algunos de sus ayudantes y discípulos, principalmente Josep Francesc Ràfols, Joan Bergós, Cèsar Martinell e Isidre Puig i Boada. El único escrito dejado por Gaudí es el conocido como Manuscrito de Reus (1873-1878), una especie de diario de estudiante donde recogía diversas impresiones sobre arquitectura y decoración, exponiendo sus ideas al respecto; destacan los análisis que hizo sobre el templo cristiano y la casa solariega, así como un texto sobre ornamentación y una memoria para una mesa-escritorio.

Gaudí se reconoció siempre partidario del catalanismo, aunque nunca quiso vincularse con la política –algunos políticos como Francesc Cambó o Enric Prat de la Riba le propusieron presentarse a diputado, pero él declinó el ofrecimiento–. Aun así, tuvo diversos altercados con la policía: en 1920 fue golpeado por la misma en un tumulto formado en la celebración de los Juegos Florales; el 11 de septiembre de 1924, Día Nacional de Cataluña, durante una manifestación en contra de la prohibición del uso del catalán por parte de la dictadura de Primo de Rivera, fue arrestado por la Guardia Civil, pasando una breve estancia en el calabozo, del que salió con una fianza de 50 pesetas.

FALLECIMIENTO.

El 7 de junio de 1926 Gaudí se dirigía a la iglesia de San Felipe Neri, que visitaba a diario para rezar y entrevistarse con su confesor, mosén Agustí Mas i Folch; pero al pasar por la Gran Via de les Corts Catalanes, entre las calles Girona y Bailén, fue atropellado por un tranvía, que lo dejó sin sentido. Siendo tomado por un mendigo, al ir indocumentado y a causa de su aspecto descuidado, con ropas gastadas y viejas, no fue socorrido de inmediato, hasta que un guardia civil paró un taxi que lo condujo al Hospital de la Santa Creu. Al día siguiente lo reconoció el capellán de la Sagrada Familia, mosén Gil Parés, pero ya era tarde para hacer nada por él. Murió el día 10 de junio de 1926, a los 74 años de edad, en la plenitud de su carrera. Fue enterrado el 12 de junio, con presencia de grandes multitudes que quisieron darle el último adiós, en la capilla de Nuestra Señora del Carmen de la cripta de la Sagrada Familia. En su lápida figura la siguiente inscripción:

Antonius Gaudí Cornet. Reusensis. Annos natus LXXIV, vitae exemplaris vir, eximiusque artifex, mirabilis operis hujus, templi auctor, pie obiit Barcinone dit X Junii MCMXXVI, hinc cineres tanti hominis, resurrectionem mortuorum expectant. R.I.P

DISEÑO Y ARTESANÍA.

En su etapa de estudiante, Gaudí frecuentó diversos talleres artesanales, como los de Eudald Puntí, Llorenç Matamala y Joan Oñós, donde aprendió los aspectos básicos de todos los oficios relacionados con la arquitectura, como la escultura, la carpintería, la forja, la vidriería, la cerámica, el moldeado en yeso, etc. Asimismo, supo asimilar los nuevos avances tecnológicos, incorporando a su técnica la construcción en hierro o en hormigón armado. Todo ello se debió a la visión global que Gaudí tenía de la arquitectura como obra de diseño multifuncional, en la que debía elaborarse hasta el más mínimo detalle en un conjunto compenetrado, proporcionado. Estos conocimientos le permitieron no sólo dedicarse a sus proyectos arquitectónicos, sino diseñar igualmente todos los elementos de las obras que creaba, desde el mobiliario hasta la iluminación o los acabados en forja de hierro.

Gaudí también fue un innovador en el terreno de los oficios artesanales, ideando nuevas soluciones técnicas o decorativas con los materiales que utilizaba, como por ejemplo su forma de diseñar aplacados en cerámica hecha con piezas de desecho (“trencadís”), en combinaciones originales y fantasiosas. Para la restauración de la Catedral de Mallorca creó una nueva técnica de hacer vidrieras, consistente en yuxtaponer tres vidrios de los colores primarios –y a veces uno neutro–, variando el grueso del cristal para poder graduar la intensidad de la luz.
Asimismo, diseñó personalmente muchas de las esculturas de la Sagrada Familia, aplicando un curioso método de trabajo ideado por él: en primer lugar hacía un profundo estudio anatómico de la figura, centrándose en las articulaciones –para lo que estudió detenidamente la estructura del esqueleto humano–; a veces se servía de muñecos confeccionados con alambre para probar la postura adecuada de la figura a esculpir. En segundo lugar, realizaba fotografías de los modelos, utilizando un sistema de espejos que proporcionaban múltiples perspectivas. A continuación, hacía moldes en yeso de las figuras, tanto de personas como de animales (en una ocasión tuvo que izar un burro para que no se moviese). Sobre estos moldes modificaba las proporciones para conseguir una perfecta visión de la figura dependiendo de su ubicación en el templo (más grandes cuanto más elevadas). Por último, se esculpía en piedra.

Además de arquitecto, Gaudí fue urbanista y paisajista, procurando siempre ubicar sus obras en el entorno más adecuado, tanto natural como arquitectónico. Realizaba un profundo estudio del emplazamiento de sus construcciones, las cuales procuraba que se integrasen de una manera natural en el paisaje circundante, llegando a utilizar en numerosas ocasiones el material más común en su entorno, como la piedra pizarrosa en Bellesguard o el granito gris del Bierzo en el Palacio Episcopal de Astorga. Muchos de sus proyectos incluían jardines, como la Casa Vicens o los Pabellones Güell, o incluso eran totalmente ajardinados, como el Parque Güell o los Jardines de Can Artigas. Un ejemplo perfecto de integración en la naturaleza fue el Primer Misterio de Gloria del Rosario Monumental de Montserrat, donde el marco arquitectónico es la propia naturaleza –en este caso la roca de Montserrat–, que da cabida al grupo escultórico que decora el camino a la Santa Cueva.
Igualmente, Gaudí destacó como interiorista, encargándose personalmente de la decoración de la mayoría de sus edificios, desde el diseño del mobiliario hasta los detalles más nimios. En cada caso supo aplicar particularidades estilísticas, personalizando la decoración según el gusto del dueño, el estilo predominante del conjunto o su ubicación en el entorno, ya fuese urbano o natural, o dependiendo de su tipología, laica o religiosa –buena parte de su producción estuvo ligada al mobiliario litúrgico–. Así, desde el diseño de un pupitre para su propio despacho al comienzo de su carrera, pasando por el mobiliario diseñado para el Palacio de Sobrellano de Comillas, realizó todo el mobiliario de las casas Vicens, Calvet, Batlló y Milà, del Palacio Güell y de la Torre Bellesguard, para desembocar en el mobiliario litúrgico de la Sagrada Familia. Es de remarcar que Gaudí efectuó estudios de ergonomía para adaptar su mobiliario a la anatomía humana de la forma más óptima posible. Buena parte del mobiliario que diseñó se expone actualmente en la Casa-Museo Gaudí del Parque Güell.

Otro aspecto a destacar es la inteligente distribución del espacio, pensado para crear un ambiente de confort e intimidad en el interior de todos sus edificios. Para ello organiza el espacio en diferentes secciones o ambientes adaptados a su uso específico, mediante el empleo de tabiques, falsos techos, puertas corredizas, vidrieras o armarios de pared. Además de cuidar hasta el último detalle todos los elementos estructurales y ornamentales, se cuidada de que sus construcciones tuviesen una perfecta iluminación y ventilación, para lo que estudiaba con detalle la orientación del edificio respecto a los puntos cardinales, así como la climatología de la zona y su encaje en el entorno natural circundante. En aquella época comenzaba la demanda de un mayor confort doméstico, con la canalización de agua, gas y luz eléctrica, elementos que Gaudí supo incorporar de forma magistral en sus construcciones. Para la Sagrada Familia, por ejemplo, llevó a cabo profundos estudios de acústica e iluminación, para optimizarlas. Gaudí decía lo siguiente respecto a la luz:

”La luz que consigue la máxima armonía es la que tiene una inclinación de 45°, pues incide en los cuerpos de modo que no es de forma horizontal ni vertical. Es la que se puede considerar luz media y da la más perfecta visión de los cuerpos y su matización más exquisita. Es la luz del Mediterráneo”.

La iluminación le sirve igualmente a Gaudí para organizar el espacio, atendiendo de forma cuidadosamente estudiada a la gradación de la intensidad lumínica para adaptarse adecuadamente a cada ambiente específico. Esto lo consigue con distintos elementos como tragaluces, vidrieras, persianas o celosías; cabe destacar en este sentido la gradación cromática utilizada en el patio de luces de la Casa Batlló para conseguir una distribución uniforme de la luz en todo el interior. Asimismo, suele orientar las casas al sur para aprovechar al máximo la luz solar.

CULMINACIÓN DE SU ESTILO.

En los últimos años de su carrera, dedicados casi en exclusiva a la Sagrada Familia, Gaudí llega a la culminación de su estilo naturalista, haciendo una síntesis de todas las soluciones y estilos probados hasta aquel entonces. Gaudí logra una perfecta armonía en la interrelación entre los elementos estructurales y los ornamentales, entre plástica y estética, entre función y forma, entre contenido y continente, logrando la integración de todas las artes en un todo estructurado y lógico.

El primer ejemplo de su etapa final lo tenemos en un edificio sencillo pero muy ingenioso, las Escuelas de la Sagrada Familia, pequeño edificio destinado a escuela para los hijos de los obreros que trabajaban en el templo. Construido en 1909, tiene planta rectangular de 10 x 20 metros, y constaba de tres aulas, vestíbulo y capilla. La construcción se realizó con ladrillo visto, en tres capas superpuestas, siguiendo la técnica tradicional catalana. Tanto las paredes como el tejado tienen forma ondulada, que confiere a la estructura una sensación de ligereza pero a la vez una gran resistencia. Las Escuelas de la Sagrada Familia han sido un ejemplo en genialidad constructiva y han servido de fuente de inspiración para muchos arquitectos, por su simplicidad, resistencia, originalidad del volumen, funcionalidad y pureza geométrica.
En mayo de 1910 Gaudí pasó una breve estancia de reposo en Vic, donde recibió el encargo de diseñar unas farolas para la Plaza Mayor de la ciudad, en conmemoración del primer centenario del nacimiento de Jaume Balmes. Eran una farolas en forma de obelisco, con base y fuste de piedra basáltica de Castellfollit de la Roca y brazos de hierro forjado, rematadas por la cruz de cuatro brazos; la decoración era de motivos vegetales e incluía las fechas de nacimiento y defunción de Balmes. Las farolas fueron derribadas en 1924, pues presentaban mal estado de conservación.

Ese mismo año, con motivo de la obtención del título de conde por parte de Eusebi Güell, Gaudí diseñó un escudo de armas para su gran mecenas: hizo un escudo con la parte inferior de forma catenaria, tan típica en Gaudí; lo dividió en dos con la figura del templete del Palacio Güell, poniendo a la derecha una paloma con una rueda dentada –en alusión a la Colonia Güell de Santa Coloma de Cervelló (“coloma” es paloma en catalán) –, con la leyenda “ahir pastor” (ayer pastor) y a la izquierda un búho posado sobre media luna –símbolo de prudencia y sabiduría– con la leyenda “avuy senyor” (hoy señor). Remata el escudo un yelmo con la corona condal y la paloma símbolo del Espíritu Santo.

En 1912 construyó dos púlpitos para la iglesia de Santa María de Blanes: el del lado del Evangelio tenía planta hexagonal, decorado con la paloma del Espíritu Santo y los nombres en latín de los cuatro evangelistas y los siete Dones del Espíritu Santo; el de la Epístola tenía los nombres de los apóstoles que escribieron epístolas (San Pedro, San Pablo, San Juan Evangelista, San Judas Tadeo y Santiago el Mayor), con las tres virtudes teologales y las llamas del fuego de Pentecostés. Estos púlpitos fueron quemados en julio de 1936. Para la restauración de la Catedral de Manresa se pidió a Gaudí en 1915 que realizase una valoración del anteproyecto realizado por el arquitecto Alexandre Soler i March, encargado de las obras. Gaudí sugirió algunas correcciones, como colocar un pórtico junto al baptisterio, una cubierta a dos aguas sobre la nave principal y una sala sobre el pórtico para museo y archivo.

Desde 1915 Gaudí se dedicó prácticamente en exclusiva a su obra cumbre, la Sagrada Familia, que supone la síntesis de toda la evolución arquitectónica del genial arquitecto. Después de la realización de la cripta y el ábside, todavía en estilo neogótico, el resto del templo lo concibió en un estilo orgánico, imitando las formas de la naturaleza, donde abundan las formas geométricas regladas. El interior debía semejar un bosque, con un conjunto de columnas arborescentes inclinadas, de forma helicoidal, creando una estructura a la vez simple y resistente. Gaudí aplicó en la Sagrada Familia todos sus hallazgos experimentados anteriormente en obras como el Parque Güell o la cripta de la Colonia Güell, consiguiendo elaborar un templo estructuralmente perfecto a la vez que armónico y estético.

La Sagrada Familia tiene planta de cruz latina, de cinco naves centrales y transepto de tres naves, y ábside con siete capillas. Ostenta tres fachadas dedicadas al Nacimiento, Pasión y Gloria de Jesús, y cuando esté concluido tendrá 18 torres: cuatro en cada portal haciendo un total de doce por los apóstoles, cuatro sobre el crucero invocando a los evangelistas, una sobre el ábside dedicada a la Virgen y la torre-cimborio central en honor a Jesús, que alcanzará los 170 metros de altura. El templo dispondrá de dos sacristías junto al ábside, y de tres grandes capillas: la de la Asunción en el ábside y las del Bautismo y la Penitencia junto a la fachada principal; asimismo, estará rodeado de un claustro pensado para las procesiones y para aislar el templo del exterior. Gaudí aplicó a la Sagrada Familia un alto contenido simbólico, tanto en arquitectura como en escultura, dedicando a cada parte del templo un significado religioso.
Durante la vida de Gaudí sólo se completaron la cripta, el ábside y, parcialmente, la fachada del Nacimiento –de la que Gaudí sólo vio coronada la torre de San Bernabé–. A su muerte se hizo cargo de la construcción su ayudante, Domènec Sugrañes; posteriormente, ha estado bajo la dirección de diversos arquitectos, siendo Jordi Bonet i Armengol director de las obras desde 1987. En la decoración escultórica han trabajado artistas como Llorenç y Joan Matamala, Carles Mani, Jaume Busquets, Joaquim Ros i Bofarull, Etsuro Sotoo y Josep Maria Subirachs, autor de la decoración de la fachada de la Pasión.

Durante los últimos años de su vida, aparte de su dedicación a la Sagrada Familia, sólo intervino en pequeños proyectos que no fueron llevados a término: en 1916, al morir el obispo de Vic Josep Torras i Bages, amigo de Gaudí, proyectó un monumento en homenaje al clérigo, que pensó instalar frente a la fachada de la Pasión de la Sagrada Familia. Realizó un boceto del proyecto, que finalmente no se llevó a cabo, y se realizó un busto de yeso del obispo Torras, obra de Joan Matamala bajo las órdenes de Gaudí; instalado en la Sagrada Familia –habría formado parte del monumento–, fue destruido en 1936.[138] Otro proyecto de monumento conmemorativo, igualmente irrealizado, fue el dedicado a Enric Prat de la Riba, que se habría situado en Castellterçol, lugar de nacimiento del político catalán. El proyecto data de 1918, y habría consistido en una alta torre con dos pórticos y una aguja rematada en una estructura de hierro de la que pendería la bandera catalana. El dibujo del proyecto fue de Lluís Bonet i Garí, ayudante de Gaudí.

En 1922 recibió Gaudí un encargo de parte del padre franciscano Angélico Aranda de una iglesia dedicada a la Asunción en Rancagua (Chile).[140] Gaudí se excusó diciendo que ocupaba su tiempo en exclusiva a la Sagrada Familia, pero envió a Chile unos bocetos de la capilla de la Asunción que había proyectado para el ábside de la Sagrada Familia, que más o menos coincidían un poco con los solicitado por el padre Aranda. Lamentablemente este proyecto tampoco se llevó a cabo, aunque en la actualidad existe la intención de retomarlo –por parte del arquitecto chileno Christian Matzner–, y construir por fin una obra diseñada por Gaudí en el Nuevo Continente.

Ese mismo año Gaudí recibió una consulta para la construcción de una estación monumental de trenes para Barcelona (la futura Estación de Francia). Gaudí sugirió una estructura de hierro en forma de gran toldo suspendido, solución original bastante adelantada a su época; quizá por ello, el proyecto arredró a los ingenieros encargados, que declinaron el ofrecimiento de Gaudí. Los últimos proyectos conocidos del arquitecto son el de una capilla para la Colonia Calvet en Torelló, de 1923, y el de un púlpito para Valencia (se desconoce el lugar exacto), de 1924. Desde entonces Gaudí trabajó ya exclusivamente para la Sagrada Familia, hasta el fatídico día del accidente que le causó la muerte.

PRINCIPALES OBRAS.

Cooperativa Obrera Mataronense 1878-1882 Mataró
El Capricho 1883-1885 Comillas
Casa Vicens 1883-1888 Barcelona
Templo Expiatorio de la Sagrada Familia 1883-1926 Barcelona
Pabellones Güell 1884-1887 Barcelona
Palacio Güell 1886-1890 Barcelona
Colegio de las Teresianas 1888-1889 Barcelona
Palacio Episcopal de Astorga 1889-1915 Astorga
Casa Botines 1891-1894 León
Bodegas Güell 1895-1897 Sitges
Casa Calvet 1898-1900 Barcelona
Torre Bellesguard 1900-1909 Barcelona
Parque Güell 1900-1914 Barcelona
Casa Batlló 1904-1906 Barcelona
Jardines de Can Artigas 1905-1906 La Pobla de Lillet
Casa Milà 1906-1910 Barcelona
Cripta de la Colonia Güell 1908-1915 Colonia Güell (Santa Coloma de Cervelló)

TEMPLO EXPIATORIO DE LA SAGRADA FAMILIA.

El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia (en catalán Temple Expiatori de la Sagrada Família), conocido simplemente como la Sagrada Familia (Sagrada Família), es un gran templo católico de Barcelona (España), diseñado por el arquitecto catalán Antoni Gaudí. Iniciado en 1882, todavía está en construcción (octubre de 2010). Es la obra maestra de Gaudí, y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana.

La construcción comenzó en estilo neogótico, pero, al asumir el proyecto Gaudí en 1883, fue completamente replanteado. Según su proceder habitual, a partir de bocetos generales del edificio improvisó la construcción a medida que avanzaba. Se hizo cargo con sólo 31 años, dedicándole el resto de su vida, los últimos quince en exclusiva.

Una de sus ideas más innovadoras fue el diseño de las elevadas torres cónicas circulares que sobresalen apuntadas sobre los portales, estrechándose con la altura. Las proyectó con una torsión parabólica dando una tendencia ascendente a toda la fachada, favorecida por multitud de ventanas que perforan la torre siguiendo formas espirales.

El templo, cuando esté terminado, dispondrá de 18 torres: cuatro en cada una de las tres entradas-portales y, a modo de cúpulas, se dispondrá un sistema de seis torres, con la torre cimborio central, dedicada a Jesús, de 170 metros de altura, otras cuatro alrededor de ésta, dedicadas a los evangelistas, y un segundo cimborio dedicado a la Virgen. El interior estará formado por innovadoras columnas arborescentes inclinadas y bóvedas basadas en hiperboloides y paraboloides buscando la forma óptima de la catenaria.

En 1926 murió Gaudí; sólo se había construido una torre. Del proyecto del edificio sólo se conservaban planos y un modelo en yeso que resultó muy dañado durante la Guerra Civil española. Desde entonces han proseguido las obras: actualmente están terminados los portales del Nacimiento y de la Pasión, y se ha iniciado el de la Gloria, y están en ejecución las bóvedas interiores. La obra que realizó Gaudí, es decir, la fachada del Nacimiento y la cripta, ha sido incluida por la Unesco en el año 2005 en el Sitio del Patrimonio mundial «Obras de Antoni Gaudí». Es además, desde 2007, uno de los 12 Tesoros de España.

El templo será dedicado el 7 de noviembre de 2010 por el papa Benedicto XVI. En la ceremonia de dedicación al culto, la iglesia será elevada a la dignidad de basílica menor.


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La Basílica de La Sagrada Familia.

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Mensaje por Invitado Dom 14 Nov 2010, 8:27 pm

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ANTONIO GAUDÍ ( Parte II )

Además de idear el templo de la Sagrada Familia de Barcelona, ya consagrado por el Papa Benedicto XVI como BASÍLICA MENOR el día 7 de noviembre de 2010, el arquitecto Antonio Gaudí ha unido familias rotas, ha curado enfermedades, ha propiciado profundas conversiones al catolicismo, ha logrado puestos de trabajo, etc.

Lo aseguran numerosos testimonios de los cinco continentes en primera persona, recogidos por la Asociación Pro Beatificación de Antonio Gaudí, que en su día presentó el estado actual del proceso de canonización del arquitecto catalán.

En una rueda de prensa celebrada ante su tumba, en la cripta de la Sagrada Familia de Barcelona, los representantes de la asociación mostraron su confianza en que Gaudí pueda ser beatificado el 10 de junio de 2016, fecha del 90º aniversario de su muerte.

Los impulsores de este proceso de beatificación reconocieron que ello depende de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, en consonancia con la devoción que suscite el arquitecto y, en último término, con la voluntad de Dios.

Sin embargo, uno de los fundadores de la asociación, explicó que se han fijado ese “horizonte de trabajo” porque ya existe un “milagro solvente”.

El posible milagro hace referencia a la curación inexplicable de una enfermedad en la retina testimoniada desde la localidad de Reus, en la que Gaudí fue bautizado al día siguiente de su nacimiento. También destaca otro testimonio en el que se afirma la curación milagrosa de una úlcera en la cadera, ambos por intercesión de Antonio Gaudí.

La Asociación Pro Beatificación de Antonio Gaudí nació en 1992 por el entusiasmo de cinco laicos convencidos de la santidad del artista y con un presupuesto inicial de 300 euros.

La fase diocesana de la causa se llevó a cabo en Barcelona entre los años 2000 y 2003, y en julio de ese año, se abrió en Roma el proceso para la beatificación.

Ahora la asociación espera que la Congregación para las Causas de los Santos confirme que Gaudí vivió las virtudes cristianas de manera heroica y que su intercesión ha propiciado un milagro, y el Papa lo declare Venerable.

Para ello, entregará, a la Congregación para las Causas de los Santos a principios del año 2012, una biografía documentada de Gaudí de entre 1.200 y 1.444 páginas.

El hecho de que sea el Papa quien ha consagrado la Sagrada Familia “acelera la fama de santidad de Gaudí y por tanto la presión que los cardenales amigos puedan hacer en el Vaticano para que se aceleren los trámites que hacen los funcionarios de la Congregación”. Detrás de este maravilloso y emblemático Templo Basílica hay un excepcional arquitecto, todo arte, que también destacó por su profunda cristiandad.

La profundización en los estudios, la búsqueda en archivos y el interés de cada vez mayor numero de estudiosos ha incorporado nuevos conocimientos sobre el arquitecto y su obra a pesar de la dificultad que supuso la destrucción de su archivo en julio de 1936 y el poco interés de Gaudí en explicar el sentido de sus trabajos. Se preocupó de construir y dirigir sus obras minuciosamente, con interés permanente y precisión absoluta pero le importó muy poco que los demás conocieran sus principios, razones o símbolos. No quiso ir a París en 1910 cuando don Eusebio Güell presentó una magna exposición Gaudí en el Grand Palais. Estas investigaciones han permitido localizar obras y proyectos suyos que habían pasado desapercibidos a los estudiosos y facetas de su carácter conocidas a través a través de sus contemporáneos o publicaciones de su tiempo. Por de pronto a lo largo del año 2002 se van a publicar muchos libros, artículos y monografías. Se preparan exposiciones en la toda España y se tienen previstas conferencias, cursos y seminarios en todas las Universidades y entidades culturales catalanas y españolas.

Se seguirá hablando y escribiendo sobre Gaudí pero, sobre todo, se reafirmará la creencia en la fuerte personalidad de este hombre que pasó por la vida dejando constancia de una sencilla, contundente y casi milagrosa manera de entender el arte que lo sitúa en la cumbre de la montaña arquitectónica situada a caballo entre los siglos XIX y XX. Es de esperar que su lección arquitectónica de buscar la inspiración en las admirables formas de la Naturaleza, obra del Altísimo, cale hondo en las nuevas generaciones de arquitectos y que su sentido moral y cristiano de la vida sea ejemplo para todos los hombres de buena voluntad.

Su inconmensurable obra arquitectónica, original y sorprendente, sigue asombrando al mundo tres cuartos de siglo después de su muerte y esto es lo que importa, pues de su vida privada bien poco se sabe ya que nunca se preocupó de divulgar su íntimo pensamiento. Fue un ferviente católico amigo de varios obispos y sacerdotes que le informaron de las disposiciones litúrgicas de los templos, información que concentró especialmente en la obra de la Sagrada Familia y también en la inconclusa iglesia de la Colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló, donde ensayó de forma magistral su particular sistema de estructuras a compresión que se manifestó igualmente en el pequeño edificio de las Escuelas Provisionales de la Sagrada Familia. De profundos e intensos ojos azules tuvo un carácter al modo que describió Cervantes, tardo en airarse y presto en deponer la ira. Fue un trabajador infatigable. Apenas participó en actividades sociales, excepto a poco de terminar la carrera y, en sus últimos años practicó las teorías higiénicas del abate Kneipp, con una extrema frugalidad en las comidas y largos paseos diarios, sumido constantemente en su particular visión de la arquitectura.

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EL SUEÑO DE ANTONIO GAUDÍ CUMPLIDO.

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El sueño de Antoni Gaudí, y con él, el de toda la Iglesia en Cataluña, se ha cumplido. De ahora en adelante, cualquier cristiano podrá participar de la celebración de la Eucaristía en el que ya es uno de los grandes templos del mundo: la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona.

"VENDRÁN DE TODAS PARTES"

La conversión al culto de la Sagrada Familia, el emblemático monumento modernista Patrimonio de la Humanidad, ha hecho cumplir el sueño del genial arquitecto Antoni Gaudí, católico devoto en proceso de beatificación por la Iglesia.

"Vendrán de todas partes para ver qué estamos haciendo", pronosticó Gaudí a principios del siglo XX sin prever que esta afirmación se haría realidad un 7 de noviembre de 2010.

La Sagrada Familia es la novena basílica de la capital catalana, después de la Catedral, Santa María del Mar, Basílica de la Mercè, Basílica Santa María del Pi, Sant Josep Oriol, la Concepción, Sagrado Corazón de Jesús del Tibidabo y la de Sant Just i Pastor.

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Mensaje por Invitado Sáb 27 Nov 2010, 5:55 pm

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ANTONIO GAUDÍ (Parte III).

AQUÍ ESTÁ TODO EL CRISTIANISMO.

“Un día, un arquitecto fue a buscar a Gaudí. Estaba sentado en su mesa de trabajo, concentrado en un trozo de papel: ‘Mira, aquí está todo el cristianismo’, le dijo. Era la planta de la Sagrada Familia”.

Con estas palabras, bastaría para entender que la Sagrada es más que una iglesia, y por qué la consagración de esta “Biblia de piedra” en el corazón de Europa por parte de Benedicto XVI supone un acontecimiento histórico.

GAUDÍ, EL HOMBRE.

Era un hombre que hablaba poco, y cuando hablaba lo hacía de manera muy ponderada. No era un inventor, sino un gran “copista”: en vez de inventar formas nuevas, llevó a la arquitectura todas las formas que encontraba en la naturaleza, porque ahí hallaba una geometría distinta de la de los arquitectos. En la naturaleza no encontraremos nunca una recta, un plano o un punto, éstas son abstracciones que nacieron con Euclides y con los griegos. Piensa, sin embargo, en el cuerpo humano, o en un árbol: ésta es la geometría que nace de la creación de Dios.

Gaudí no tenía que repetir una fórmula adquirida. Mirando a su alrededor, encontraba todas las formas que necesitaba. Por eso, no es comparable a ningún otro en la historia de la arquitectura. Sus edificios son diferentes de todos los demás, aparte de que también son distintos entre sí. Por ejemplo, la casa de La Pedrera y la Casa Batlló, aun siendo de la misma época, son totalmente distintas. Este era el secreto de Gaudí: mientras todos los arquitectos se copiaban unos a otros, él copiaba la naturaleza.

ESA ESPECIAL FORMA DE MIRAR DE GAUDÍ.

Se basó, sobre todo en su familia, no eran ni arquitectos ni pintores, sino caldereros y campesinos. Si un zapatero crea un par de botas, no busca la perfección geométrica del zapato, sino que obedece a la forma del pie. Gaudí aprendió así esta capacidad de ver las cosas como son. En Gaudí, todo es sencillo. Quizá por eso a muchos les cuesta trabajo entenderlo.

Nosotros tendemos a hacer un ejercicio intelectual, pero él miraba la realidad tal cual es, no como debería ser. Los domingos, por ejemplo, después de la misa, caminaba con algunos de sus alumnos hasta la puerta. Desde allí observaba las olas que chocaban contra el muelle. Pero lo que le fascinaba no era la geometría de los bloques de cemento, sino las formas siempre distintas que el agua creaba. Por eso, como me hizo saber un mexicano apasionado por el surf, algunos arcos de Gaudí tienen la misma forma que las olas que se ven en Acapulco. Y los campanarios de la Sagrada Familia corresponden a la forma de las montañas de arena mojada.

Es el juicio más sencillo: ver las cosas como son, no como nos dicen que deben ser. Por eso, Gaudí afirmaba que los arquitectos del Renacimiento sólo eran decoradores, porque lo que creaban tenía que someterse a la simetría y a la perspectiva, y eso no es real. Mientras que la arquitectura popular, donde todo nace por la necesidad y no por invención del hombre, es la más verdadera.

LA RELACIÓN DE GAUDÍ CON SUS OBREROS.

Era una amistad y una identificación total. Cuando Juan Matamala, uno de sus escultores, cayó enfermo, Gaudí fue a verlo al hospital. Es la misma idea que sostiene la Sagrada Familia. Para él, las relaciones entre los trabajadores y los jefes debían reflejar las de San José, la Virgen y Jesús. Además, se sabe que muchos albañiles, al salir de sus canteras, iban a la Sagrada para ver cómo trabajaban los albañiles de Gaudí. Él siempre estaba con ellos. Con los balcones de La Pedrera, por ejemplo, estaba de la mañana a la noche con los forjadores, enseñándoles lo que debían hacer.

Gaudí sabía que la naturaleza es obra de Dios, por lo que hay que seguir los principios que Dios ha dispuesto. El hombre sencillamente desarrolla la creación, no la inventa. Gaudí, de todas formas, tuvo la posibilidad de elegir entre la fe y la posición de los revolucionarios anticlericales, con los que tenía relación. Y eligió la primera. Creo que esta libertad suya, ahora que está en curso su causa de beatificación, es muy importante. Como ha descrito un colaborador suyo, esta lucha duró toda su vida, siempre fue un hombre entero.

De hecho, a la Sagrada se la conoce como “la Biblia de piedra” porque allí encontramos toda la simbología cristiana. Sucede lo mismo con sus obras no religiosas, como la Casa Batlló, coronada por la cruz. No existe nunca nada que no sea un símbolo.

SUS OBRAS EN FUNCIÓN DEL HOMBRE.

En la Casa Batlló, algunas ventanas tienen pequeños agujeros para dejar entrar aire fresco del exterior: una especie de sistema de aire acondicionado. ¿Cómo se le ocurrió esta idea? Para él, la cuestión no era realizar un esfuerzo imaginativo, sino mirar la realidad y llevarla a la arquitectura. En esto consiste la originalidad: en volver al origen. No significa alejarse de la realidad sino llegar a la realidad.

Los residuos de la fábrica se aprovechan como ladrillos negros, las agujas de coser terminan en las rejillas de las ventanas, fragmentos de cerámica componen los mosaicos… Así nació el trencadís, la técnica con la que los materiales sobrantes servían para formar un nuevo diseño. Siempre para colaborar con el verdadero arquitecto, Dios.

Gaudí siempre vio en la naturaleza las formas del Creador. Para él, la fe no era ciega: él ve la Gloria de Dios. Nosotros vivimos cansados porque estamos acostumbrados a un mundo en el que todo está regulado por una ley que lo define todo. Sin embargo, Gaudí no daba definiciones.

EL VALOR FUNDAMENTAL DE LA VISITA DEL PAPA.

Es la mejor publicidad para España y Europa. Cuando vico Juan Pablo II visitó la Catedral y el Sepulcro de Santa Eulalia, pero con Benedicto XVI ja sido una ocasión verdaderamente especial porque ha venido en una época de profundo racionalismo. Mientras que la Sagrada es la obra de un hombre que sabía usar la razón para entender la realidad. Al consagrar la Sagrada Familia, el Papa consagra a Gaudí entero.

ARQUITECTO DE DIOS.

Arquitecto de Dios, también dedicó su vida a hacerse arquitecto de sí mismo. Descubriendo formas nuevas y descubriéndose a sí mismo en la oración y en la pobreza, fue alzándose el sólido edificio de santidad que Dios iba construyendo en él.
Educado en los Escolapios de Reus, durante toda su vida, tanto en su actuación personal como en sus obras profesionales, puso de manifiesto su profunda vivencia de la fe. Su preocupación social también era evidente. Llegó a Barcelona en 1869, en plena efervescencia revolucionaria y su colaboración fue solidaria con las iniciativas cooperativistas de los obreros. Construyó la Cooperativa Obrera de Mataró. Fue uno de los arquitectos y artistas más reconocidos de su tiempo y de todo el siglo XX. Los testimonios de los que junto a él pasaron momentos de su vida son esenciales para comprender lo que fue la existencia de un arquitecto que consagró su vida a Dios. Era al mismo tiempo muy activo y muy contemplativo. Desde Él y para Él, llevó hasta sus últimas consecuencias el significado de todas y cada una de las obras que creó, con un simbolismo y una originalidad que sólo podía nacer de un profundo amor y una entrega absoluta a Dios:

Se trataba con gran austeridad sobre todo durante el último tercio de su vida; era austerísimo en el vestir, en el comer, en el descanso. Oía la santa misa y comulgaba diariamente, y todos los días visitaba a Jesús sacramentado, y jamás faltaba en las grandes manifestaciones religiosas de la ciudad, o del templo. Las demás horas del día las pasaba en el trabajo y en la oración. Su esperanza en Dios le daba una completa paz y serenidad de espíritu en los momentos de adversidad. “Dios lo quiere así -decía-; su Divina Providencia sabe lo que hace”.Gaudí sostenía que la curva es la línea de Dios, y la recta, la de los hombres. Quizás por eso la curva es esencial en su obra; descubrió nuevas formas arquitectónicas, y supo copiar de la naturaleza, obra de Dios. Gaudí tenía el sueño de construir una gran catedral medieval, pero para el siglo XX. Un estilo que él calificaría como gótico perfeccionado. Pero no sólo la Sagrada Familia, sino que el Palacio episcopal de Astorga y el resto de sus creaciones estaban entendidas con un gran afán de trascendencia. De hecho, se ha llegado a hablar de Gaudí y de su Sagrada Familia como el templo en honor de Dios. Sus tres fachadas están dedicadas al Nacimiento, a la Pasión y a la Gloria de Cristo.

Tras su última decepción amorosa con una empleada de la industria textil, Gaudí decide consagrar su vida al templo de la Sagrada Familia. Deja su lujoso estudio y se instala en un humilde cuarto del mismo templo. Como los grandes héroes, Gaudí quema las naves por un gran ideal. Renuncia a una brillante carrera profesional y a la vida cómoda de la burguesía catalana, y se auto inmola en el templo expiatorio cuando apenas sobrepasaba la treintena… Esta decisión junto a una vida de ascesis y de piedad va transformando al “cristiano viejo” en una vida ejemplar. Si el proceso de beatificación sigue su curso, Gaudí se convertirá en el primer artista laico santo. Todo un camino para los consagrados al mundo de la cultura.

Gaudí era un profundo cristiano y un gran catalán. Cataluña y la Iglesia. Dos realidades que según su amigo, el obispo Torres i Bages, “no se pueden separar”. Su espiritualidad y su genio le permitieron ironizar sobre la frágil situación financiera de las obras de la Sagrada Familia afirmando que “su Cliente no tenía prisa”. Murió el 10 de junio de 1926 en una casa de caridad tras ser atropellado por un tranvía. Y murió como vivió: pobre de comodidades y reconocimientos, pero rico de afectos y Caridad.

AHORA LA SAGRADA FAMILIA ES OTRA.

Todo colaboraba con la belleza de una ceremonia solemne en la que Cristo tomaba posesión de Su iglesia. “Hasta los rayos del sol que entraban por los hiperboloides (las aperturas arquitectónicas del techo) parecían moverse siguiendo un orden divino sobre el altar y sobre los fieles”. Mientras, el Santo Padre la consagraba a Dios. “¿Qué significa dedicar esta iglesia?”, preguntó desde el altar. “En el corazón del mundo, frente a la mirada de Dios y de los hombres, en un humilde y gozoso acto de fe, elevamos una inmensa mole de materia, fruto de la naturaleza y de un incalculable esfuerzo de la inteligencia humana, constructora de esta obra de arte; signo visible del Dios invisible”.
Entre las primeras filas, los discípulos de Gaudí. “Conmovidos, lloraban como niños”.


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Mensaje por Invitado Lun 29 Nov 2010, 6:58 pm

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XAVIER MARÍA DE MUNIBE E IDIÁQUEZ.

Fecha de emisión: 11 Diciembre 1985
Tirada: 4.000.000


Xavier Maria de Munibe e Idiakez, más conocido por Conde de Peñaflorida (Azcoitia, 1723 - Vergara, 1785), fue un Ilustrado español escritor en euskera y músico fundador de una academia en 1748 que daría lugar a la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.

Estudió en Toulouse donde contactó con los jesuitas. Volvió a Guipúzcoa en 1746. Fue Diputado general a partir de 1750.

En su casa de Azcoitia, junto con José María de Eguía, marqués de Narros, y Manuel Ignacio Altuna, todos de la misma ciudad, que eran conocidos como los "Caballeritos de Azcoitia" o el "Triunvirato de Azcoitia", fundaron una academia de tipo ilustrado. De aquí surgiría la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, que en 1763 se presentó el plan de creación y fue aprobado en 1765. El conde fue el principal impulsor y sería nombrado director perpetuo.

De este triunvirato también surgiría en 1767 el Seminario de Vergara. Estos serían centros pilotos del pensamiento ilustrado y de la ciencia españoles.

La academia celebraba sesiones con el siguiente programa: lunes, matemáticas; martes, física; miércoles: historia y literatura; jueves y domingo, concierto; viernes, geografía; sábado, cuestiones de actualidad.

HISTORIA DE LA REAL SOCIEDAD BASCONGADA DE AMIGOS DEL PAIS.

Corrían los años medios del siglo XVIII. La Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País nace primero como una idea, devanada y considerada en todos sus aspectos, en las reuniones y tertulias que el Conde de Peñaflorida celebraba en su residencia de Insausti en Azkoitia, a las que asistían puntualmente el Marqués de Narros y Altuna. Se trataba en todos los casos de personas que por su situación social y económica habían viajado por Europa, conocían el nivel industrial y cultural de otros países, y se sentían desolados ante el panorama que presentaba el País Vasco al que se sentían unidos. Cristalizaron estos anhelos de modificar las estructuras que les rodeaban en una asociación que posteriormente pudo transformarse en la Sociedad Bascongada de los Amigos del País, y sus primitivos Socios o Amigos llegaron a ser conocidos como "los Caballeritos de Azkoitia".

En 1763 se presentó el plan de creación, el año siguiente se fundó de hecho en Vergara y en 1765 fue aprobado en Junta General, seguida de una segunda en Azkoitia. Las terceras, a mediados del año siguiente tuvieron lugar en Vitoria, en el 67 en Marquina y a fines de octubre del 68 de nuevo en Vergara. Con lo más importante de estas Juntas Generales se formó un "Ensayo" en el que, después de un Discurso Preliminar del Conde de Peñaflorida, se estudiaban con detenimiento las cuatro secciones (agricultura, ciencias y artes útiles, industria y comercio y política y buenas letras) en que habían dividido las actividades de la Sociedad. Esta distribución muestra a las claras cuales eran los intereses de los Amigos, verdaderos ilustrados y europeos. Entre los Socios figuraron, tanto en este siglo como en el futuro, algunos de los más importantes reformistas de la época (Foronda, Villahermosa, Olavide, Azara, Meléndez Valdés, Samaniego...
La Bascongada tuvo desde el primer momento una ardiente preocupación por la educación de los jóvenes, entendiendo que de su buena formación y preparación cultural, científica y moral, dependía el futuro del País. En su deseo de contar con un buen Seminario o Colegio y aprovechando la expulsión de los jesuitas que dejaron libres muchos centros de enseñanza, pidió en primer lugar al Ministerio el Colegio del Monumento de Loyola que le fue denegado. Insistió la Sociedad nuevamente, y tras varias incidencias y con el apoyo de la villa de Vergara, y en 1769 lo consiguió del Real Consejo bajo el nombre de "Real Seminario" con orden de colocar sobre su puerta el escudo de las armas reales. Pero el verdadero espaldarazo a la recién creada institución llegó al convertirse en "Real Seminario Patriótico Bascongado" . El propio Carlos III, comprendiendo la importancia de esta iniciativa, contribuyó con respetable suma para los Profesores de las cátedras de química y mineralogía y para sus respectivos laboratorios. Se convirtió así el Seminario en un centro cultural de primera importancia en Europa, en el que se contó con profesores extraordinarios procedentes algunos de toda Europa, entre los que merece citarse a Proust, Chavaneaux, Brisseau, así como otros científicos de primera fila como los hermanos Elhuyard,.Erro, Mas, Samaniego, Santibáñez, Foronda y otros muchos que contribuyeron a que los estudios de Vergara llegaran a conocerse y valorarse en toda Europa. Así, en el Seminario se hizo por vez primera la fundición de la platina y se trabajaron los aceros y la mejora de las técnicas de ferrerías. . Uno de los éxitos obtenidos en este laboratorio fue el aislamiento del wolframio.

La Sociedad comprendió rápidamente que la mujer, como educadora y compañera, debía igualmente ser formada de una manera diferente a lo que se venía realizando en la sociedad del XVIII. En marzo de 1784 fue aprobado por el Rey el "Proyecto de fundación de un Seminario de Señoritas". Después de muchas gestiones en Vitoria, donde contaban ya con un edificio apropiado, el proyecto lamentablemente no llegó a realizarse. De la lectura de sus Estatutos se desprende que la puesta en práctica de sus directrices hubiera sido un importante paso en la formación de la mujer, que sin duda tendría que haber repercutido en los años venideros.

El propio Conde de Peñaflorida, que por su formación en el extranjero tenía el convencimiento de que era necesario conocer sistemas y adelantos para su adopción si se quería empujar al País en el camino de la modernidad, no dudó en enviar a su propio hijo a varios países del extranjero para adquirir conocimientos especiales y ponerlos a disposición de la Sociedad a su regreso; murió este hijo siendo aún muy joven, pero el Conde envió a su segundo hijo con la misma finalidad. La Bascongada tuvo un buen número de jóvenes pensionados en Madrid y en el extranjero, así como profesores expresamente enviados para estudio de diversas ciencias.

Tampoco puede olvidarse la creación de las Escuelas de Dibujo en Vitoria, Bilbao y Vergara en 1777, y poco más adelante en San Sebastián y Placencia. Concretamente la de Vitoria, que ahora celebra el 225 aniversario de su creación, sigue funcionando en la Ciudad convertida en Escuela de Artes y Oficios Artísticos, y con una importante actividad de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País en su Junta Fundación.

Falleció Peñaflorida en 1785, y se convirtió el Marqués de Montehermoso, su primo, en el segundo Director de la Sociedad. Aún continuaba la marcha ascendente de la Sociedad, y en Vitoria se creó un "Gabinete Numismático" de importancia, sugerido por el nuevo Director que poseía una importante colección. La muerte de Carlos III, benefactor indudable de la Sociedad, marca también un descenso en la actividad de la Bascongada. Continúan recibiéndose grandes sumas enviadas por los Amigos de América, pero pronto también estas ayudas van a desaparecer y empiezan incluso a faltar los pagos de pensiones de algunos alumnos americanos, hecho motivado sin duda por el comienzo de las convulsiones políticas en las Colonias. Cierto es que el número de Socios continuaba siendo alto (1.216 se contabilizan en el año 1793). Sin embargo, en las Juntas de 1792 celebradas en Vitoria, se presenta una interesante "Guía de Forasteros en Vitoria, por lo respectivo a las tres bellas artes, Pintura, Escultura y Agricultura, con otras noticias curiosas que nacen de ellas". En este documento se hace una hermosa descripción de la "casa que el presente ocupa la Real Sociedad Bascongada" , lo que da idea de que en Vitoria la Sociedad continúa su vida de forma bastante satisfactoria.

Llegan, pues, malas épocas para la Bascongada. A las guerras americanas se une la revolución francesa, que desde 1793 incidía de forma directísima en las actividades europeas. Finalmente, a fines de agosto de 1794 las tropas francesas llegan a Vergara saqueando la villa y destrozando completamente el Seminario. También las villas de Eibar, Ermua y Ondarroa fueron incendiadas y saqueadas. La situación de la Sociedad se hace insostenible y ya habían dejado de funcionar las cuatro comisiones.

Fueron muchas las actividades culturales, sociales y sobre todo de formación ética que la Sociedad emprendió y llevó a efecto. Pueden destacarse en esta época las gestiones realizadas ante la Administración Central hasta conseguir la inscripción de la Sociedad en el registro de asociaciones sin alterar el fondo de los Estatutos, la restauración de edificios históricos como el inicio de obras de la Catedral de Santa María de Vitoria y del Casco Viejo de la Ciudad, las restauraciones de las Torres de Quejana y Mendoza, las actividades de la Escuela de Artes y Oficios (antigua Escuela de Dibujo creada por la Bascongada), los Seminarios de Historia de la Bascongada, el estudio de las especialidades forales del País, el Proyecto Loyola como estudio de la Universidad dirigido a la juventud, y el ciclo de conferencias sobre "Euskadi ante Europa" que estudió la situación europea de los aspectos "Tercera Edad" , "Transportes terrestres", "La energía", "La competitividad y los recursos humanos", "Los servicios jurídicos", "El deporte", "La investigación y el desarrollo", "La industria vasca de automoción", "La sanidad" y "La comercialización y distribución de productos agroalimentarios en el Mercado Europeo".

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Mensaje por Invitado Lun 29 Nov 2010, 7:39 pm

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VICENTE ALEIXANDRE.

Fecha de emisión: 24 Julio 1985
Tirada: 3.500.000
Serie de 4 sellos.


Vicente Pío Marcelino Cirilo Aleixandre y Merlo (Sevilla, 26 de abril de 1898 – Madrid, 13 de diciembre de 1984; aunque oficialmente figurase el día 14 como el de su muerte, en realidad falleció el día 13 a las 23:23 hora española). Poeta español de la llamada generación del 27. Elegido académico en sesión del día 30 de junio de 1949, ingresó en la Real Academia Española el 22 de enero de 1950. Ocupó el sillón de la letra O.

Premio Nacional de Literatura en 1933 por La destrucción o el amor, de 1932-33, Premio Francisco Franco en 1949 y Premio de la Crítica en 1963 por En un vasto dominio, y en 1969, por Poemas de la consumación, y Premio Nobel de Literatura en 1977.

Hijo de una familia de la burguesía española, su padre fue ingeniero de ferrocarriles. Nace en Sevilla en 1898 pero pasa su infancia en Málaga, donde comparte estudios con el futuro escritor Emilio Prados.

Se traslada a Madrid donde cursa estudios de Derecho y Comercio. En 1919 se licencia en Derecho y obtiene el título de intendente mercantil. Ejerce de profesor de Derecho Mercantil desde 1920 hasta 1922 en la Escuela de Comercio.

En 1917 conoce a Dámaso Alonso en Las Navas del Marqués, lugar donde veraneaba, y este contacto supone el descubrimiento de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Inicia de este modo una profunda pasión por la poesía.

Su salud empieza a quebrantarse en 1922. En 1925 se le declara una nefritis tuberculosa, que termina con la extirpación de un riñón, operación realizada en 1932. Publica sus primeros poemas en la Revista de Occidente en 1926. Establece contacto con Cernuda, Altolaguirre, Alberti y García Lorca. A lo largo de su vida ocultó su homosexualidad. En los años treinta el poeta conoce a Andrés Acero y ambos inician una intensa relación amorosa que será interrumpida por el exilio a México de Andrés tras la Guerra Civil. En palabras de Molina Foix, "Aleixandre era muy pudoroso de su condición homosexual por el daño que pudiera hacer a su familia, sobre todo a su hermana, pero a mí me dijo que cuando muriese no le importaba que se supiera la verdad; consideraba que no era ningún desdoro".Después de la Guerra Civil no se exilia, a pesar de sus ideas izquierdistas, permanece en España y se convierte en uno de los maestros de los jóvenes poetas. Murió en 1984.

OBRA POÉTICA.

Su obra poética presenta varias etapas:

Poesía pura. Su primer libro, Ámbito, compuesto entre 1924 y 1927 y publicado en Málaga en 1928, es la obra de un poeta incipiente, que aún no ha encontrado su propia voz. Predomina el verso corto asonantado y la estética de la poesía pura juanramoniana y guilleniana, además de ecos ultraístas y de la poesía clásica española de la Edad de Oro, especialmente Fray Luis de León y Góngora.

Poesía surrealista. En los años siguientes, entre 1928 y 1932, se produce un cambio radical en su concepción poética. Inspirado por los precursores del surrealismo (en especial por Arthur Rimbaud y Lautréamont) y por Freud, adopta como forma de expresión el poema en prosa (Pasión de la Tierra, de 1935) y el verso libre (Espadas como labios, de 1932; La destrucción o el amor, de 1935, Sombra del Paraíso, de 1944). La estética de estos poemarios es irracionalista, y la expresión se acerca a la escritura automática, aunque sin aceptar la misma como dogma de fe. El poeta celebra el amor como fuerza natural ingobernable, que destruye todas las limitaciones del ser humano, y critica los convencionalismos con que la sociedad intenta apresarlo.

Poesía antropocéntrica. Tras la guerra, su obra cambia, acercándose a las preocupaciones de la poesía social imperante. Desde una posición solidaria, aborda la vida del hombre común, sus sufrimientos e ilusiones. Su estilo se hace más sencillo y accesible. Dos son los libros fundamentales de esta etapa: Historia del corazón, de 1954 y En un vasto dominio, de 1962.

Poesía de vejez. En sus últimos libros (Poemas de la consumación, de 1968, y Diálogos del conocimiento, de 1974), el estilo del poeta vuelve a dar un giro. La experiencia de la vejez y la cercanía de la muerte le llevan de vuelta al irracionalismo juvenil, aunque en una modalidad extremadamente depurada y serena. A estos dos títulos canónicos, esto es, de los publicados en vida por el propio poeta, podría añadirse un tercero, «En gran noche», de aparición póstuma, en 1991, y en la misma línea metafísica y reflexiva que los dos anteriores.

OBRA EN PROSA.

Aunque menos conocida, Aleixandre también tiene una producción en prosa, tan interesante como breve. A ella pertenecen Vida del poeta: el amor y la poesía (1950, discurso de ingreso en la RAE), Algunos caracteres de la nueva poesía española (1955) y, sobre todo, Los encuentros (1958, colección de 39 evocaciones de escritores españoles, que luego fueron ampliadas hasta el número final de cincuenta y dos semblanzas). Recientemente se ha publicado una recopilación bastante exhaustiva, que incluye una muestra de su riquísimo epistolario: Prosas completas.

LIBROS DE POESÍA.

Ámbito, Málaga (6.º Suplemento de Litoral), 1928.
Espadas como labios, M., Espasa-Calpe, 1932.
La destrucción o el amor, M., Signo, 1935 (Premio Nacional de Literatura 1933).
Pasión de la tierra, México, Fábula, 1935 (2ª edición aumentada: Madrid, Adonais, 1946).
Sombra del Paraíso, M., Adán, 1944.
En la muerte de Miguel Hernández, Zaragoza, Cuaderno de las Horas Situadas, 1948.
Mundo a solas, M., Clan, 1950.
Poemas paradisiacos, Málaga, El Arroyo de los Ángeles, 1952.
Nacimiento último, M., Ínsula, 1953.
Historia del corazón, M., Espasa-Calpe, 1954.
Ciudad del Paraíso, Málaga, Dardo, 1960.
Poesías completas, M., Aguilar, 1960.
En un vasto dominio, M., Revista de Occidente, 1962 (Premio de la Crítica).
Retratos con nombre, B., Col. El Bardo, 1965.
Obras completas, M., Aguilar, 1968 (2º edición aumentada: 1977).
Poemas de la consumación, B., Plaza y Janés, 1968 (Premio de la Crítica).
Poesía surrealista. Antología, B., Barral, 1971.
Sonido de la guerra, Valencia, Hontanar, 1971.
Diálogos del conocimiento, B., Plaza y Janés, 1974.
Tres poemas seudónimos, Málaga, Col. Juan de Yepes, 1984.
Nuevos poemas varios, B., Plaza y Janés, 1987.
En gran noche. Últimos poemas, B., Seix Barral, 1991.
Álbum. Versos de juventud (con Dámaso Alonso y otros), B., Tusquets, 1993

PREMIO NOBEL.

Once de los autores galardonados con el premio fueron de habla hispana: los españoles José Echegaray (1904), Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989); los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971); el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967); el colombiano Gabriel García Márquez (1982); el mexicano Octavio Paz (1990) y el peruano Mario Vargas Llosa (2010).

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HELEN KELLER.

Fecha de emisión: 27 Junio 1980
Tirada: 8.000.000


Helen Keller (*27 de junio de 1880 – 1 de junio de 1968) fue una autora, activista política, y oradora estadounidense sordociega.

Helen Keller nació en Tuscumbia, una pequeña ciudad rural de Alabama, Estados Unidos. Su sordoceguera fue causada por una fiebre en febrero de 1882 cuando tenía tan solo 19 meses de edad. Su incapacidad para comunicarse en tan temprana etapa de desarrollo fue muy traumática para ella y su familia, debido a esto, estuvo prácticamente incontrolable por un tiempo.

A pesar de sus discapacidades, muchos años después daría discursos acerca de su vida, e incluso escribiría libros sobre sus experiencias personales. Todo esto fue posible gracias a la gran ayuda e influencia de su institutriz Anne Sullivan, quien le enseñó a leer y comunicarse con los demás, junto con llevar una vida disciplinada.

Para que aprendiera a escribir, Sullivan le consiguió a su discípula un tablero especialmente diseñado, acanalado de modo que un lápiz podía formar letras.
Para enseñarle a hablar, Sullivan ponía la mano de Helen en su garganta para que pudiera sentir las vibraciones creadas al comunicarse. Sullivan hacía que Helen tratara de formar estas mismas vibraciones. Este procedimiento se utilizó para enseñarle a Helen a hablar desde joven.

Su discurso, sin embargo, seguía siendo confuso. No fue hasta años después que, con la ayuda de la técnica de un profesor de voz y el apoyo de Annie, Helen pudo finalmente hablar de manera clara.

Eventualmente Helen Keller fue a la Universidad de Radcliffe y se graduó con honores. Publicó su primer libro en 1902, "La Historia de Mi Vida", el mismo que fue redactado por John Macy.

Hija del capitán Arturo Henley Keller y Kate Adams Keller, Helen nació con la vista y la audición completas. Hoy en día la naturaleza de su enfermedad sigue siendo un misterio. Los doctores en su tiempo la llamaron "fiebre del cerebro", mientras que los médicos de hoy piensan que pudo haber sido escarlatina o meningitis.

Cualquiera que haya sido la enfermedad, por muchos días lo único que se esperaba es que Helen muriera. Cuando la fiebre bajó, la familia de Helen se puso feliz creyendo que su hija iba a estar bien otra vez. Sin embargo, la madre de Helen pronto notó que su hija no podía responder cuando sonaba la campana de cena, o cuando ella pasaba su mano delante de los ojos de su hija. Llegó así a ser evidente que la enfermedad de Helen la había dejado ciega y sorda.

Los siguientes años fueron muy difíciles para Helen y su familia. Helen se hizo una niña muy difícil, aventaba los platos y lámparas y aterrorizaba la casa entera con rabietas, gritos y su mal genio. Los parientes la miraban como un monstruo.

Pero su familia - y ella misma - no se resignan con ese destino, y lo fueron superando a fuerza de voluntad y constancia, y gracias también a tutores y amigos que la ayudaron; entre ellos, Anne Sullivan.

Anne Sullivan fue su profesora personal, y amiga de toda la vida. Anne le ayudó primero a controlar su mal genio, y después le enseñó a leer, en primer lugar con el alfabeto manual táctil y más adelante, con el sistema Braille, a escribir de forma normal y a través de las máquinas de escribir en Braille.

Helen fue a la escuela de Cambridge para señoritas desde 1896 y en el otoño de 1900 entró en la Universidad de Radcliffe, siendo la primera persona sordociega que podía alcanzar el reto de presentarse y transitar en una Universidad.

La vida en Radcliffe era muy difícil para Helen y Anne, y la cantidad enorme de trabajo condujo al deterioro de la visión de Anne.

Durante su tiempo en la universidad Helen comenzó a escribir sobre su vida. Ella escribía la historia en Braille y en una máquina de escribir normal. Fue en este tiempo que Helen y Anne resolvieron con Juan Albert Macy que él debía ayudar a corregir el primer libro de Helen ("La historia de mi vida"), el cual fue publicado en 1903 y aunque al principio no fuese exitoso en ventas, se convirtió más adelante en una obra clásica.

El 28 de junio de 1904 Helen se graduó "Con Honores" de la Universidad de Radcliffe, siendo la primera persona sordociega en obtener un título universitario. Ese mismo año en la exposición de San Luis habla por primera vez en público.

Helen y Anne iniciaron en los años siguientes una gira de charlas y conferencias sobre sus experiencias. Helen contaba su vida y su discurso era interpretado frase a frase por Anne Sullivan, lo que siempre generaba sesiones de preguntas y respuestas acerca de sus historias. A causa de sus viajes, Helen y Anne buscaron una nueva forma de vivir a través de sus conferencias y la venta de sus obras literarias.

En 1918 la demanda de sus obras había disminuido, pero ellas seguían viajando con más interés, mostrando las cosas increíbles de Helen, como la primera vez que entendió el significado de la palabra "agua". Ese año Helen, Anne y John (Esposo de Anne), se trasladaron a Forest Hills en Nueva York. Helen usaba su nueva casa como la sede para consecución de fondos de la Fundación Americana para Ciegos.

Ella no solo recolectaba dinero, también hacía campañas para mejorar la calidad de vida y las condiciones de las personas ciegas, quienes eran rechazados y erróneamente educados en asilos. Su insistencia fue uno de los factores importantes para que las condiciones de éstos cambiaran.

En 1957 fue presentada por primera vez "La trabajadora milagrosa" un drama donde Anne Sullivan muestra sus primeras formas de comunicación cuando Helen era una niña, fue la primera aparición en televisión en los Estados Unidos. En 1959 esta obra fue presentada en Broadway y llegó a ser un éxito por casi dos años.

En 1962 se realizó otra película en donde las actrices que hacían el papel de Anne y Helen recibieron premios Oscar por sus actuaciones.

En octubre de 1961 Helen sufrió el primero de una serie de accidentes cerebro vascular, y su vida pública se fue cerrando. En los últimos años de su vida se dedicaría entonces a cuidar su casa en Arcan Ridge.

En 1964, Helen fue galardonada con la Medalla Presidencial de la Amistad, el más alto premio para personas civiles otorgada por el presidente Lyndon Johnson. Un año más tarde fue elegida como La mujer del “Salón de la Fama” en la Feria Mundial de Nueva York.

Poco antes de su muerte en 1968, a la edad de 87 años, Helen Keller le dice a un amigo: "En estos oscuros y silenciosos años, Dios ha estado utilizando mi vida para un propósito que no conozco, pero un día lo entenderé y entonces estaré satisfecha."

El primero de junio de 1968, en Arcan Ridge, Helen Keller muere mientras dormía. Su cuerpo fue cremado en Bridgeport, Connecticut, y su funeral se realizó en la Catedral Nacional de Washington DC. La urna más tarde sería llevada a un lugar cerca de donde descansaban los restos también de Anne Sullivan y Polly Thomson.

Hay una calle dedicada a ella en la localidad española de Getafe y una escuela para ciegos lleva su nombre en Santiago de Chile. En Corrientes, Argentina, una escuela para sordos fue fundada con su nombre. En Córdoba, también Argentina, hay un colegio para ciegos que lleva su nombre. De igual forma en Caracas, Venezuela, un colegio para niños con deficiencias auditivas lleva su nombre.

LIBRO "LUZ EN MI OSCURIDAD".

Helen Keller es amada en todas partes del mundo. Sus logros, a despecho de singulares dificultades, han despertado en la humanidad el sentido de lo heroico. Su paciente lucha y convincente triunfo es verdaderamente conmovedor. Nadie puede apreciar el secreto de su desarrollo sin conocer algo de su fundamento espiritual. Para ella la religión es una manera de vivir día a día, y la vida espiritual es tan real y práctica como la vida natural. Su cristianismo se basa en el evangelio del amor.
A menudo se le pregunta en público acerca de su religión. Aunque responde brevemente, siempre suspira por decir más. Por eso, cuando le pidieron que escribiera un libro sobre sus creencias religiosas, aprovechó la oportunidad de decir a sus muchos amigos cuáles son sus ideales en este sentido y de dónde provienen. Ha sido una obra de amor en la que ha volcado el alma entera, no por probar un punto de vista, sino más bien para compartir con los otros lo que para ella es de inestimable valor.
A través de su libro podemos observar una mente que desde la niñez ha sido extraordinariamente pura; una experiencia religiosa libre de toda ceguera sectaria; un discernimiento espiritual, un don de percepción en manera alguna amortiguado por la absorción en las cosas relacionadas con la vida sensorial; una criatura en quien el Señor ha obrado un milagro. Con razón dice: «Sólo sé que antes era ciega y ahora veo.»


LA PELICULA: EL MILAGRO DE ANNE SULLIVAN (The miracle worker)

Temas: Educar en el esfuerzo y una valoración real de él, es una asignatura pendiente. La película se presta a un amplio debate sobre la necesidad de armonizar exigencia, comprensión y disciplina.


EE.UU. 1962. 105 min. B/N.

Director: Arthur Penn.

Montaje: Ernest Caparros.

Guión: Helen Keller, William Gibson.

Música: Laurence Rosenthal.

Intérpretes: Peggy Burke, Inga Swenson, Anne Bancroft.

Sinopsis: Anne Sullivan llega a casa de los Keller para encargarse de una tarea casi imposible: enseñarle el mundo exterior a Helen Keller, una niña de siete años ciega y sordomuda desde los dieciocho meses, a causa de una enfermedad.

Oscar a la Mejor Actriz en 1962.

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Mensaje por Invitado Mar 30 Nov 2010, 12:03 am

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AGUSTINA DE ARAGÓN.

Fecha de emisión: 8 Abril 1968
Tirada: 10.000.000
Serie de 4 valores.


Agustina Raimunda María Zaragoza Doménech, «Agustina de Aragón» (Barcelona, bautizada el 6 de marzo de 1786 – Ceuta, 29 de mayo de 1857), fue una heroica defensora de Zaragoza durante los Sitios, en la Guerra de la Independencia Española.

Se discute si Agustina nació en Reus, provincia de Tarragona, o en otros lugares, pero abunda la bibliografía aragonesa reciente que ubica su nacimiento en 1786 en la ciudad de Barcelona, concretamente en el barrio de La Ribera, en la calle de Sombrerers. Hija de Francisco Ramón Zaragoza Labastida y de Raimunda Doménech Gasull, fue bautizada el 6 de marzo de 1786 en la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona, contigua a la calle donde nació.

Agustina se casó a los 16 años con Juan Roca Vilaseca, cabo de artillería, el 17 de abril de 1803. Éste participó desde el principio en la Guerra de la Independencia Española, tomando parte en la batalla del Bruc. Los acontecimientos de la guerra los llevaron a él y a Agustina a Zaragoza.

Durante el asedio de Zaragoza, Agustina llevó a cabo la acción heroica que la hizo célebre. Tras haber caído heridos o muertos todos los defensores de la puerta llamada del Portillo, las tropas francesas se aprestaron a tomarla al asalto. La situación era desesperada y entonces Agustina, que formaba parte de un grupo de mujeres que atendía a los numerosos heridos, consiguió disparar un cañón sobre las tropas francesas que corrían sobre la entrada aparentemente indefensa. Los asaltantes franceses, temiendo una emboscada, se batieron en retirada, y nuevos defensores acudieron a tapar el boquete, defendiéndose la ciudad una vez más.

Había nacido el mito de Agustina de Aragón o La Artillera, nombre que se le dio a partir de entonces a la mujer, que impulsada por el amor a su patria, pasó a ocupar en mayúsculas un lugar destacado en las páginas de los libros de historia de nuestro país. Enterado el General Palafox de tal hazaña, mandó llamar a la joven y allí mismo,sobre el campo de batalla, la felicitó y concedió el distintivo de subteniente con el uso de los escudos de distinción con el lema de cada uno de ellos: "Defensora de Zaragoza" y "Recompensa del valor y patriotismo". A pesar de haber salido airosa de su gesta, Agustina no cesó en su empeño de defender su ciudad de los franceses y participó activamente en la defensa de otros sitios de Zaragoza. El 21 de febrero de 1809 y tras dos meses de frenética resistencia, la ciudad maña no pudo aguantar la presión de las tropas napoleónica y cayó irremediablemente.

Agustina de Aragón murió en Ceuta, el 29 de mayo de 1857, a los 71 años de edad. Hasta 1870 no fueron trasladados sus restos a Zaragoza, descansando primero en el Pilar y, desde el 14 de junio de 1908, en la capilla de la Anunciación de la Iglesia de Nuestra Señora del Portillo, donde son venerados como los de una gran heroína que con valor y decisión repelió las adversidades y venció al enemigo. Se la considera como uno de los símbolos más representativos de la resistencia española contra los invasores napoleónicos. Fue cantada por Lord Byron en su Childe Harold.

En 1950 se estrenó la película Agustina de Aragón dirigida por Juan de Orduña, y Aurora Bautista interpretó a la heroína.

BATALLA DEL BRUCH.

La Batalla del Bruch es el nombre de dos enfrentamientos que tuvieron lugar entre tropas españolas y francesas en las inmediaciones de la localidad barcelonesa del Bruch durante la Guerra de la Independencia Española.

PRIMER ENFRENTAMIENTO.

El 4 de junio de 1808 una columna francesa comandada por Schwartz salió de Barcelona en dirección a Lérida y Zaragoza. También tenía la orden de pasar por Manresa e Igualada. Los efectivos de la columna francesa sumaban 3.800 hombres. Para llegar a Manresa, debían forzar el paso del Bruch.

El mismo día 4 un gran aguacero sorprendió a la columna francesa, que se refugia en Martorell. Esta situación permitió organizar la acción del Bruch, que tuvo lugar el 6 de junio de 1808. Las fuerzas que se enfrentaron a los franceses estaban encabezadas por soldados del Regimiento de Soldados Suizos número 1 de Wimpffen y soldados desertores valones escapados de la guarnición de Barcelona. Los voluntarios y somatenes catalanes que se incorporaron a la batalla provenían de Manresa y su corregimiento, así como de Igualada y sus pueblos vecinos. En total llegaban a unos 2.000 hombres. El resultado de la emboscada estratégica fue la retirada de la columna francesa, con 300 hombres muertos y uno de los cañones perdido al hundirse el puente de Abrera, cuando se retiraban en dirección a Barcelona.

SEGUNDO ENFRENTAMIENTO.

El 14 de junio de 1808 tuvo lugar el segundo enfrentamiento. Los franceses llegaron al Bruch con dos columnas de ejército, una que avanzaba por Collbató y una segunda que seguía por la carretera. Sin embargo, los defensores, que habían tenido tiempo de fortificarse, les recibieron con un nutrido fuego artillero. Los franceses, tras el enfrentamiento, retrocedieron de nuevo, dejando tras de sí nuevos saqueos y edificios incendiados en el Bruch.

LEYENDA.

Aquí es donde surge la historia del Niño del Tambor. Esta historia cuenta el episodio del joven pastorcillo que pone en fuga a las tropas napoleónicas con la colaboración del eco de las montañas de Montserrat. Isidre Lluçà i Casanoves, el niño de la historia, no podía combatir por su edad, pero quiere ayudar a su pueblo contra los franceses, así que toma su tambor y se pone a tocar. El eco de las montañas hace que dé la impresión que son miles de tamborileros, por lo que el ejército francés se bate en retirada.

En el lugar, hay un monumento, y una inscripción, que dice:

Viajero, para aquí, que el francés también paró, el que por todo pasó no pudo pasar de aquí.

La importancia de las batallas del Bruch es que rompieron con el mito de la imbatibilidad del ejército de Napoleón.

El Diario de Manresa del 26 de septiembre de 1808 explica los hechos de una manera (sólo con sus propias fuerzas, sin caballería, artillería ni jefe militar que los dirigiese ...) que sería el embrión de la creación de la leyenda respecto a la lucha de un pueblo desarmado frente al gran ejército invasor. Ya en 1809 el historiador Cabanes escribe sobre un muchacho de Santpedor erigido en general en jefe y posteriormente se dijo que era Isidre Lluçà y Casanoves que utilizaba un tambor de las cofradías.

Cuenta la leyenda que la reverberación del sonido del tambor al chocar con las paredes de Montserrat hizo creer que el número de soldados españoles era muy superior al que realmente había.

El tamborilero del Bruch tiene varios monumentos en el Bruc, en Santpedor y Barcelona.

IGLESIA PARROQUIAL DE NUESTRA SEÑORA DEL PORTILLO.

Tiene su origen en la Reconquista, en una iglesia dedicada a la Virgen, reconstruida en estilo barroco en 1702. Muy dañada durante los Sitios de Zaragoza por encontrarse en la muralla, cerca de la puerta del Portillo, el edificio actual es resultado de reconstrucciones y restauraciones de los siglos XIX y XX. El exterior es de ladrillo.

En el interior, de tres naves en planta de salón, hay que destacar las decoraciones en estuco realizadas en 1728, que forman un manto vegetal que cuelga de pilastras y muros y que adornan las pechinas de la cúpula con Ester, Judith, Jahël y Débora, las cuatro mujeres fuertes de la Biblia. El retablo mayor es manierista y fue traído del convento de Santo Domingo. Resulta interesante, en la capilla del Ecce Homo, una talla del siglo XVII. En el siglo XIX se añadió la capilla de las Heroínas, para homenajear a las defensoras de la ciudad durante las luchas napoleónicas, en el muro derecho Agustina Zaragoza, Casta Álvarez y Manuela Sancho y en el izquierdo una serie de nombres de los héroes de los combates.

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Mensaje por Invitado Jue 02 Dic 2010, 10:00 pm

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RAMÓN PÉREZ DE AYALA.

Emisión: 9 Agosto 1980
Tirada: 15.000.000



Ramón Pérez de Ayala y Fernández del Portal (Oviedo, 9 de agosto de 1880 - Madrid, 5 de agosto de 1962) fue un escritor y periodista español.

Bautizado en la iglesia de San Isidoro, Oviedo. Su padre, Don Cirilo, oriundo de Tierra de Campos (provincia de León) fue un comerciante de textiles que en su juventud residió en Cuba. Perdió a su madre, Doña Luisa, asturiana, en su primera infancia. Siempre se resintió de esta orfandad, padeciendo soledad y miserias afectivas derivadas, además, de estar la mayor parte de su mocedad interno en colegios de la Compañía de Jesús, San Zoilo en Carrión de los Condes e Inmaculada en Gijón. Eso le reportó un gran caudal de conocimientos humanísticos, debidos en parte al único profesor con el que simpatizó, el gran erudito Julio Cejador y Frauca, a la sazón incómodo huésped en una orden que no tardaría en abandonar. El anticlericalismo que le inspiró la educación jesuítica está plasmado en su novela autobiográfica A.M.D.G., cuyo título hace alusión al lema Ad maiorem Dei gloriam, propio de la Compañía de Jesús.

Estudió derecho en Oviedo bajo la protección de Leopoldo Alas, "Clarín". Allí entró en contacto con los pensadores del Krausismo, entre ellos Rafael Altamira, Posada y otros. Dispuso de la excelente biblioteca del marqués de Valero de Urría. Por entonces se deja melenas y viste con chaleco y monóculo como un dandy y exhibe una personalidad volteriana y liberal. Le atrae tanto el Regeneracionismo de sus mentores como el Decadentismo estético de la Europa de preguerra. Aborrece el conservadurismo burgués de la ciudad de Oviedo, que en su obra aparece bajo el nombre de "Pilares". Otras denominaciones encubren en su obra literaria lugares y personajes reales: "Noreña" es Cenciella; "Novillo" es el presidente de la diputación Corbera, en Belarmino y Apolonio; "Pia Octava Cioretti" en La pata de la raposa es Natalia Perotti, viuda de Martín Escalera.

El ovetense Pedro González Blanco le puso en contacto con los modernistas de Madrid: Jacinto Benavente, Francisco Villaespesa, Mariano Miguel de Val, Gregorio Martínez Sierra, Juan Ramón Jiménez, Ramón María del Valle-Inclán y José Martínez Ruiz, "Azorín". En 1902 El Progreso de Asturias imprimió por entregas su primera novela, Trece dioses. Fragmentos de las memorias de Florencio Flórez, muy en la órbita decadentista del Valle-Inclán de las Sonatas. En 1903 funda con los Martínez Sierra, Gregorio Martínez Sierra y María Lejárraga, Helios. Revista del Modernismo. A partir de 1904 empieza a colaborar en El Imparcial y ABC, y marcha a Londres en 1907 para huir del escándalo provinciano que se monta al publicarse su novela Tinieblas en las cumbres, inciada dos años antes con otro título, Eclipse de sol; allí se mantiene con la ayuda de su padre y una corresponsalía periodística. En 1908 se entera de la ruina y suicidio de su padre.

Comparte ideas radicales con su amigo Azorín, al que sirvió de "negro", como López Pinillos, cuando este se sumió en una crisis depresiva. Viajó por Francia, Italia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos y fue corresponsal de guerra durante la del 14 para La Prensa de Buenos Aires. De su visita a los campos de batalla surgió su obra Hermann encadenado (1917). En 1927 obtiene el Premio Nacional de Literatura. 1928 es elegido miembro de la Real Academia Española.
En 1931, con José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón, firma el manifiesto «Al servicio de la República», manifiesto antimonárquico que tuvo extraordinaria influencia sobre la opinión pública y valió a los tres el apelativo "Padres espirituales de la República". El Gobierno de la República le nombró director del Museo del Prado y en 1932, Embajador en Londres. Sobre este periodo de su vida, figuran numerosas alusiones, más bien burlonas, en las "Memorias" de Manuel Azaña. Descontento con el rumbo político pre-revolucionario que imponía en España el Frente Popular dimitió de su cargo en junio de 1936 y al iniciarse la Guerra Civil Española se exilió a Francia. Dos hijos suyos se alistaron como voluntarios en el Ejército Nacional y Pérez de Ayala explicó y defendió su toma de posición en una «carta abierta» publicada el 10 de junio de 1938 en el diario londinense The Times.

Vivió sucesivamente en París y en Biarriz y más tarde en Buenos Aires, donde fue nombrado Agregado Honorario de la Embajada de España. Regresó provisionalmente a España en 1949 para resolver algunos asuntos personales, regresando después a la Argentina. Diversos reveses familiares y sociales le sumieron en una aguda depresión. Cada vez más alejado de sus muertos, los libros, colaboraba cada vez menos en los periódicos, donde su firma ya no era requerida con el apremio de antaño. La amputación de la pierna del menor de sus hijos, primero, y la muerte, después, del mayor, fueron los golpes de gracia que hicieron del suyo un verdadero «dolorido sentir» y lo que le decidió a volver a Madrid, en diciembre del 54. Había pasado fuera de España veinte años. Sus libros en la España nacional no tenían libre circulación y los americanos estaban prohibidos. A pesar de los esfuerzos que hizo para congraciarse con los nuevos gobernantes, éstos parece que le desdeñaron con la vieja frase de «Roma no paga a traidores». Tras varias visitas ocasionales, acabó regresando definitivamente a España en 1954 y desde entonces allí residió, publicando regularmente artículos sobre temas literarios en el diario ABC. Murió en Madrid unos días antes de cumplir 82 años.

SU LABOR.

Cultivó todos los géneros y destacó en todos ellos menos en el teatro, que intentó en 1905 al estrenar en Oviedo una obra escrita con Antonio de Hoyos y Vinent, la comedia Un alto en la vida errante; Sentimental club (patraña burlesca) es una antiutopía que, aunque se publicó, no pasó a las tablas. Hoyos adaptó al teatro su novela Tigre Juan en 1928. En la lírica se aprecia la inspiración simbolista y culturalista del Modernismo; es poesía ideológica y conceptual, pero provista de emoción humana, y aun ha sido mal estudiada. Con Miguel de Unamuno es, pues, uno de los cultivadores de la poesía filosófica en esa época, pero no desdeña la sonoridad en el verso. Escribió tres libros de poemas, La paz del sendero (1904), cuyo título alude a la tierra, donde se percibe la huella del Modernismo, un modernismo no grandilocuene ni de receta, de Gonzalo de Berceo y de Francis Jammes; es un libro intimista y horaciano, y no desdeña la musicalidad. El sendero innumerable (1915) es su segundo libro, cuyo título alude al mar. El sendero andante (1920), cuyo título alude al río, cierra su obra poética con una aproximación al pesimismo del la generación del 98, sin abandonar su tendencia modernista. Quedó por editar un cuarto libro que sería el verdadero cierre de la obra poética del autor, El sendero ardiente. En sus libros se evocan temas de la poesía áurea española; otros temas son la soberbia intelectual, que aparece en un poema sobre San Agustín; la ataraxia, la búsqueda de equilibrio y de paz, etc.

Destacó también el el ensayo, género en él dominante y que asoma también en su poesía lírica y su novela, muy intelectualizadas. Cultivó sobre todo la crítica teatral y la literaria. A la primera consagró los dos volúmenes de Las máscaras (1917-1919). Política y toros (1918) recoge sus artículos sobre ambos temas.

En cuanto a su producción narrativa, los críticos suelen distinguir dos etapas en su actividad novelística.

En la primera, correspondiente a su época juvenil, aparece como un escritor realista con una visión pesimista de la vida, que se trasluce a través de una sutil ironía. Pertenecen a esta etapa una serie de novelas en parte autobiográficas (el protagonista de las novelas, Alberto Díaz de Guzmán, o Bertuco, es el alter ego del autor, que tomó el apellido de unos parientes suyos de Logroño con los que vivió unos meses) como Tinieblas en las cumbres (1907), historia cruda de libertinaje, publicada con el seudónimo de Plotino Cuevas, que noveliza la historia real del viaje en tren desde Oviedo al puerto de los señoritos y las pupilas del más lujoso burdel de Oviedo, para ver un eclipse de sol; también aparece la idea del artista desencantado con su educación castrante y burguesa que persigue una pureza regeneradora; la estética alterna naturalismo, decadentismo y modernismo; otro personaje de la novela reaparecerá después, la obrerita seducida, con un hijo y convertida en hetaira para poderlo mantener, Rosina; la obra termina con una apoteosis de nihilismo; La pata de la raposa (1911), segunda parte de la anterior, análisis del amor puro y sensual; A. M. D. G. (1910), obra de carácter antijesuítico que causó un cierto escándalo en su descripción de la vida de un colegio de internado administrado por jesuitas, del cual se escapa un chico, y donde algún sacerdote da rienda suelta a sus tendencias pedófilas; Troteras y danzaderas (1913), descripción de la vida bohemia de Madrid. En estas novelas se realizan algunos experimentos narrativos, como la alternancia de puntos de vista en contrapunto.

De transición pueden considerarse las novelas cortas recogidas en Bajo el signo de Artemisa (1916), que son Prometeo, Luz de domingo, La caída de los limones y El ombligo del mundo, donde se encuentra una visión muy negra y sórdida de la brutalidad y violencia caciquista de la vida rural.

Con Belarmino y Apolonio (1921) empieza su segunda etapa, donde abandona el realismo en favor del simbolismo caricaturesco y el lenguaje se recarga con componentes ideológicos propios del ensayo. En ella analiza el tema de la duda trascendental en un alma profundamente religiosa. Pertenecen también a esta etapa Luna de miel, luna de hiel (1923) y su segunda parte, Los trabajos de Urbano y Simona (1923) recogidos luego en una sola obra con el título de la segunda. Se trata de la historia de dos jóvenes educados tan estrictamente que no saben qué es el sexo y se les concierta su casamiento; pero no hacen nada sexual y deciden llevarlos al campo para que en contacto con la naturaleza desarrollen sus instintos reprimidos. Hay puntos de contacto con otra novela de Miguel de Unamuno, Amor y pedagogía. Tigre Juan (1926) es considerada como la mejor novela de Pérez de Ayala, y refleja la evolución de un hombre extremadamente machista hacia una comprensión más humana mediante el torcedor de la infidelidad de su mujer. La segunda parte, El curandero de su honra, constituye un sutilísimo examen psicológico del machismo, que coloca a Pérez de Ayala en la cima de la narrativa psicológica en castellano.

El estilo de Ramón Pérez de Ayala se caracteriza por la ironía y el uso de un lenguaje muy refinado, donde abundan las alusiones, las citas encubiertas y la intertextualidad, por la abundancia de cultismos y helenismos y por el uso ocasional de las técnicas degradantes del esperpento. El perspectivismo y el contrapunto son técnicas que a veces utiliza, dividiendo incluso la página en dos columnas para contrastar puntos de vista. En su primera etapa reproduce de forma casi naturalista los sonidos.

SUS OBRAS.

LÍRICA.

La paz del sendero (1904).
El sendero innumerable (1916).
El sendero andante (1921).

ENSAYO.

Hermann encadenado. Libro del espíritu y el arte italiano (1917).
Las máscaras (1917-1919).
Política y toros (1918).
Amistades y recuerdos (1961)
Fábulas y ciudades (1961).

NOVELA.

Sonreía, 1909. Novela corta en «Los contemporáneos».
Tinieblas en las cumbres (1907).
La pata de la raposa (1911).
A. M. D. G. (1910).
Troteras y danzaderas (1913),
Prometeo, Luz de domingo, y La caída de los limones, (Novelas poemáticas de la vida española), 1916. Novelas cortas.
Bajo el signo de Artemisa (1924), novelas cortas: Prometeo, Luz de domingo, La caída de los limones.
El ombligo del mundo (1924)
Los trabajos de Urbano y Simona (1923).
Belarmino y Apolonio (1921).
Tigre Juan y El curandero de su honra (1926). Novela en dos volúmenes

FILMOGRAFÍA.

En 2007 se estrena una de las obras del escritor en la película Luz de Domingo.

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Mensaje por Invitado Dom 05 Dic 2010, 7:52 pm

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SAN MATEO EVANGELISTA.

Fecha de emisión: 19-09-1974
Serie de 8 valores.


Mateo el Evangelista, en hebreo (también conocido como Mateo Leví, Leví de Alfeo o Mateo el Apóstol) fue uno de los doce apóstoles elegidos por Jesús de Nazaret. La tradición cristiana le atribuye la autoría del evangelio de Mateo, pero la crítica actual descarta esta atribución.

FUENTES BÍBLICAS.

Mateo es citado en los evangelios como Leví, hijo de Alfeo, publicano y recaudador de impuestos en Cafarnaúm (Mateo 9:9, Marcos 2:14, Lucas 5:27-29). Existen pequeñas diferencias en el tratamiento que dan a Mateo los distintos evangelios.

En el evangelio de Lucas se le llama Leví. En el de Marcos, se le da el nombre de Mateo en la lista de los apóstoles, pero es llamado Leví cuando se relata la historia de su vocación. Según los tres sinópticos, lo dejó todo al ser llamado por Jesús. Ese mismo día hizo una gran fiesta a la que asistieron Jesús y sus discípulos.

Es mencionado en los Hechos de los Apóstoles, aunque apenas se ofrece información sobre él (Hechos 1:13). Es también uno de los pocos discípulos mencionados por su nombre en el Evangelio de Tomás.

Según Eusebio de Cesarea, predicó durante quince años en Judea, donde escribió su evangelio hacia el año 80. Según Rufino, después se marchó a Etiopía.

Algunas tradiciones afirman que fue martirizado en Etiopía. En cambio, de acuerdo con Epifanio de Salamis –obispo de Chipre–, Mateo murió en Hierápolis (en Partia) y quien sufrió martirio en Etiopía habría sido Matías, el sustituto de Judas Iscariote.

Mateo es considerado santo por todas las confesiones cristianas que admiten esta distinción. La Iglesia Católica celebra su fiesta el 21 de septiembre y la Ortodoxa el 16. Según la tradición, sus restos se conservan en Salerno (Italia).

ATRIBUCIÓN DEL EVANGELIO DE MATEO.

La tradición cristiana atribuye a Mateo la autoría del Evangelio que lleva su nombre. El primer autor conocido en establecer esta atribución fue Papías, quien, hacia 110 ó 120, en un texto citado por Eusebio de Cesarea, dice que «Mateo puso en orden los logia en dialecto hebreo e interpretó cada uno como pudo" (Historia eclesiástica, III, 39,16). De acuerdo con esta información, algunos antiguos autores cristianos consideraron a Mateo autor de un primer evangelio, escrito en arameo, lengua vernácula de Palestina del Siglo I, cuya traducción al griego sería el texto ahora conocido como evangelio de Mateo. San Ireneo de Lyon, Clemente de Alejandría, Eusebio de Cesarea, Orígenes y Jerónimo de Estridón se cuentan entre los que consideraron al apóstol Mateo autor de este evangelio.

El primitivo original semítico está perdido aunque varios autores primitivos lo citan; pareció basarse en los dichos de Jesucristo y fue utilizado por Mateo para su propia predicación. La Iglesia utilizó con carácter oficial canónico el nuevo texto griego, aparentemente traducido por el mismo Mateo. El Evangelio de Mateo, es el Evangelio eclesiástico por excelencia, no solo por ser el más utilizado por la tradición primitiva de la Iglesia, sino porque en su estructura y formulación encarna una preocupación eclesial apologética vivida en las primeras generaciones cristianas.

El objetivo del Evangelio está claro desde su redacción original: es el de demostrar a los judíos que en Jesucristo se cumplen todas las profecías del Antiguo Testamento relativas al Mesías.

Cada vez más, los críticos descartan la teoría de que fue escrito después del Evangelio de San Marcos, ya que éste contiene muchos detalles que Mateo no cita.

ICONOGRAFÍA.

Al igual que los otros evangelistas, Mateo es representado a menudo en el arte cristiano. Su atributo particular es un hombre alado, en alusión al tetramorfos del profeta Ezequiel tan común en la representación de los evangelistas. Destacan sobre todo las pinturas acerca de su vida realizadas por Caravaggio para la iglesia de San Luis de los Franceses, en Roma.

CATEDRAL DE SALERNO.

La Catedral domina la vieja ciudad. Contiene los restos de San Mateo Evangelista. Es la principal atracción turística de Salerno.

La catedral de Salerno, dedicada a Santa María de los Ángeles y al apóstol san Mateo, patrono de la ciudad de Salerno, fue construida entre el año 1080 y el 1085 tras la conquista de la ciudad por parte de Roberto el Guiscardo, mientras era arzobispo Alfano I. Fue consagrada en junio de 1084 por el Papa Gregorio VII, quien fue sepultado allí mismo.

Edificada sobre una iglesia paleocristiana del mismo nombre y esta a su vez sobre un templo romano. los trabajos iniciales fueron más bien modestos. Los proyectos fueron ampliados sucesivamente tras encontrar los restos del evangelista en la antigua iglesia el 4 de mayo de 954. A causa de la excesiva rapidez con la que fue construida y al hundimiento del terreno consecuencia de numerosos temblores, sufrió diversas reconstrucciones; se recuerda sobre todo la del año 1688 por obra de los arquitectos napolitanos (Giambattista Buratti, Arcangelo Guglielmelli y Ferdinando Sanfelice) al cual se debe el aspecto interno actual y la bóveda, pero recientemente ha sido repuesta su estructura románica original.

La tumba de san Mateo está en el centro de la cripta y representa el Sancta Sanctorum. Se encuentra exactamente bajo el altar mayor de la catedral, está semienterrada y constituida por un amplio baldaquino de mármol que muestra los escudos de los Borbones. Sobre este hay una estatua de bronce del evangelista cuando escribe, obra de 1605 del escultor Michelangelo Naccherino. Inmediatamente bajo ella, en una celda, está encerrada la caja donde se encontraba el maná de san Mateo.[1] A los lados del altar, hay ocho candelabros dorados que fueron donados al inicio del siglo XIX por la escuela médica salernitana.

La tumba auténtica se puede alcanzar mediante una escala abierta tras la Segunda Guerra Mundial y visible desde una ventana circular: tiene una disposición muy simple, representado por una lastra de mármol con fragmentos decorativos bizantinos, bajo la cual se conservan las dos urnas con los restos. En una columna revestida de cobre y visible desde el fondo de la lastra, se recogía el maná de san Mateo.


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Mensaje por Invitado Dom 05 Dic 2010, 8:15 pm

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SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE.

Fecha de emisión: 14-02-1979
Tirada: 12.000.000
Serie 1 valor.


San Juan Bautista de La Salle (Jean-Baptiste de La Salle) (30 de abril de 1651, Reims Francia - 7 de abril de 1719, Saint-Yon, Distrito de Ruán) fue un sacerdote y pedagogo francés innovador, que consagró su vida a formar maestros destinados a la educación de hijos de artesanos y de niños pobres de la época. Fue el fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, Instituto religioso católico de carácter laical dedicado a la educación de niños y jóvenes, especialmente de los más pobres. El 15 de mayo 1950 fue declarado patrono especial de todos los educadores de la infancia y de la juventud y Patrono universal de los educadores, por el papa Pío XII.

VOCACIÓN SACERDOTAL.

Nacido en una familia acomodada de juristas, era el hijo primogénito de Luis de La Salle y de Nicolasa Moet. Su padre le había preparado una carrera jurídica, pero Jean tenía vocación religiosa. Durante su infancia, Juan Bautista de La Salle se complacía en ejercicios serios, la oración y la lectura de libros. A muy temprana edad se sintió impulsado por el deseo de consagrarse a Dios en el estado eclesiástico. Fue su firmeza y determinación lo que motivó a sus padres a darle consentimiento. El 11 de marzo de 1662, a 7 semanas antes de cumplir los 11 años, cursaba sus estudios en el College des bons enfants.

El 17 de marzo de 1668 recibe las órdenes menores en Reims y el 9 de enero de 1667 se convirtió en canónigo en Reims sustituyendo al primo hermano de su abuelo Pedro Dozet.

Toda esta vocación fue puesta en espera debido a la muerte de parte de sus seres queridos. Su madre el 19 de julio de 1671, y su padre el 9 de abril de 1672. Asumiendo la tutela de sus hermanos y hermanas; encontrando un nuevo padre en su primo Nicolás Roland, tan sólo 9 años mayor que él. Canónigo y teologal de la catedral de Reims.

Tomó de nuevo por las tardes sus cursos de teología, y el 11 de julio de 1672 se dirigió a Cambray para recibir el subdiaconado.

Estudió teología en París a partir de 1670 y durante 4 años, de 1672 a 1676 concilió sus actividades de canónigo con sus obligaciones familiares. Esto lo recordaría más tarde cuando quisiera inculcar el espíritu a los maestros de las escuelas, llamados por él “Hermanos”.

Fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678 y el 27 de abril del mismo año, fallece su primo Nicolás Roland. Finalmente, en 1680, recibió el título de doctor en teología.

SU OBRA.

Adrian Nyel, personaje crucial en la vida de Juan Bautista de La Salle, muy celoso de la educación cristiana en los pobres, ha ayudado a abrir escuelas gratuitas para niños y niñas tanto en Reims como en sus alrededores. Desde los 22 años contrajo un contrato que lo ligaba a la oficina de los pobres del hospital general de Rouen. Se ocupa de la enseñanza de los niños y se dedica a catequizarlos.

La señora Maillefer, originaria de Reims y prima de San Juan bautista, patrocinaba en ese tiempo, el proyecto para abrir escuelas para pobres con Nicolás Roland, pero con su muerte se suspende este proyecto. Aun así la señora Maillefer no renuncia a su idea y le deja el proyecto a Adrián Nyel, a quien envía a Reims portando dos cartas una para la Superiora de las Hermanas del Niño de Jesús y otra para su Primo Juan Bautista de la Salle.

A principios de 1679 Juan Bautista de la Salle alquila una casa, en la que funda una escuela gratuita para los pobres y en 1681 comienza a recibir a varios enseñantes pobres, donde les fija un reglamento, en primer lugar el de acostarse, el segundo para la Oración, el tercero para las Santas Misas y para las comidas.

En 1683 renuncia a sus bienes y el 25 de mayo de 1684 funda la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, para a continuación abrir escuelas profesionales, escuelas dominicales y hogares de educación para los jóvenes que vivían en la calle. En 1684 funda en Reims la que la mayoría considera la primera escuela de profesores. En 1688 abre las primeras escuelas en París.

Introdujo dos innovaciones: la lección no era impartida individualmente sino en una clase y se enseñaba a leer en francés, no en latín. Estas novedades revolucionaron la pedagogía en Francia.

Fue un pionero en la fundación de Escuelas de Formación de Maestros Rurales (Escuelas Normales), escuelas especiales para jóvenes con condenas judiciales, escuelas técnicas y escuelas secundarias para lenguas modernas, letras y ciencias.

Juan Bautista de la Salle escribió un buen número de obras escolares y espirituales. Entre las primeras destaca La Guía de las Escuelas Cristianas, uno de los mejores libros de pedagogía del siglo XVII y el que se hizo dominante en las escuelas francesas de varones hasta nuestro siglo. Hay que destacar de él que fue un libro colectivo en el que Juan Bautista de la Salle recogió su propia experiencia pedagógica y la de los primeros Hermanos. También podíamos destacar como manual importante el titulado Reglas de la Cortesía y Urbanidad Cristianas. De lectura obligatoria por los escolares, son consejos para la buena educación francesa adaptados a los hijos de los artesanos y los pobres que acudían a sus escuelas. Escribió también silabarios, salterios y catecismos para uso escolar.

Entre las obras de carácter espiritual es de destacar el libro Meditaciones. En las 16 tituladas: Meditaciones para el tiempo de retiro (apenas 40 folios) traza un completo itinerario espiritual para los maestros cristianos.

Para la formación de los hermanos, crea en Vaugirard en 1692 el primer noviciado y en 1698 termina de redactar las reglas de la Congregación.

Juan Bautista de la Salle muere el 7 de abril de 1719 en Saint-Yon, Ruán.

Fue beatificado en 1888 y canonizado el 24 de mayo de 1900 por el Papa León XIII. Su festividad se celebra el 7 de abril. En 1937 sus reliquias fueron trasladadas a Roma. El 15 de mayo de 1950, el Papa Pío XII lo nombró patrón de los maestros.


A menudo se confunde el Instituto que fundó, los Hermanos de las Escuelas Cristianas (más conocidos simplemente como Hermanos de la Salle), con la congregación de los hermanos cristianos, fundada por Edmund Ignace Rice. Los primeros miembros de esta congregación se inspiraron en la obra de Juan Bautista de la Salle. El término lasaliano suele confundirse también con salesiano, adjetivo propio de la Congregación Salesiana fundada en el s. XIX.

Entre las aportaciones de De La Salle a la Pedagogía encontramos: 1. Ordenamiento de los alumnos por grupos de nivel. 2. Horario definido para las clases. 3. Enseñanza en lengua vernácula (la lengua de los alumnos en lugar del latín). 4. Apertura de la primera Correccional en Francia. 5. Apertura de la primera Escuela de formación para maestros que se conoce. 6. Su obra "Conduite des Ècoles" que fungió como manual pedagógico básico para los educadores catòlicos y muchos otros desde el siglo XVIII y hasta principios del XX. 7. Interpretación de la cortesía y amabilidad como formas de caridad. Lo Desarrolla en su obra. 8. Desarrollo de una Teología de la Educación. 9. Es precursor de la actual escuela Secundaria.

HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS.

El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, F.S.C.: Fratres scholarum christianorum (más conocidos en algunos sitios como Hermanos de La Salle) es una congregación de maestros laicos fundada por San Juan Bautista de La Salle. Este instituto religioso fue aprobado por la Santa Sede el 26 de enero de 1725 por el papa Benedicto XIII. La congregación reúne a cerca de 7.100 hermanos y educa a cerca de un millón de alumnos en más de 85 países.

Ha sido la única congregación religiosa que obtuvo su permiso por medio de una Bula Papal, por el hecho de ser una congregación muy diferente a las demás, y su fin es la educación de la niñez y de la juventud. Anterior a la aprobación papal, obtuvo las Letras Patentes el 28 de septiembre de 1724, otorgadas por Luis XV, las cuales le permitieron su posterior aceptación por la Santa Sede.

Aun cuando se lleva una vida de congregación, los hermanos lasallistas están facultados para ser ministros de la comunión y es común que en sus colegios se celebren misas en determinadas épocas y ocasiones especiales, donde los hermanos colaboran con el sacerdote en el momento de la comunión.

HISTORIA.

Una memoria escrita en Ruán el año 1721, dos años después de la muerte de Juan Bautista De La Salle, expresa de forma sucinta lo que este hombre había conseguido entre los años 1679 y 1719.

El Señor De La Salle,tuvo la idea de crear escuelas en las que los hijos de los artesanos y de los pobres aprendieran gratuitamente a leer, escribir y aritmética, y recibieran una educación cristiana por medio de catecismos y otras instrucciones apropiadas para la formación de buenos cristianos. Con este propósito reunió un grupo de hombres solteros. Trabajó para hacerles vivir de un modo coherente con el fin de su Instituto, y para renovar la vida de los primeros cristianos, les compuso unas Reglas.

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Mensaje por Invitado Dom 05 Dic 2010, 8:55 pm

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SAN ENRIQUE DE OSSÓ Y CERVELLÓ.

Fecha de emisión: 7-06-1977
Tirada: 10.000.000
Serie 1 valor.


Enrique de Ossó (16 de octubre de 1840 - 27 de enero de 1896) fue sacerdote español, fundador de la Congregación de Hermanas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, es uno de los hombres que en el siglo pasado intentaron mantener viva la fe cristiana en España, con una fuerte convicción a favor de la Iglesia y la Sede Apostólica.

INFANCIA Y JUVENTUD.

Nació en Vinebre, Diócesis de Tortosa, provincia de Tarragona, el 16 de octubre de 1840. Su madre soñaba verlo sacerdote del Señor. Su padre le encaminó al comercio.

Gravemente enfermo, recibió la primera Comunión por Viático. Durante el cólera de 1854 perdió a su madre, y en este mismo año -trabajaba como aprendiz de comercio en Reus- abandonó todo y se retiró a Montserrat. Vuelto a casa con la promesa de poder emprender el camino elegido, inició en el mismo año 1854 los estudios en el Seminario de Tortosa.

Ordenado sacerdote en Tortosa, el 21 de septiembre de 1867, celebró la primera misa, en Montserrat, el domingo 6 de octubre, festividad de Nuestra Señora del Rosario.

Sus clases como profesor de Matemáticas y Física en el Seminario no le impidieron dedicarse con ardor a la catequesis, uno de los grandes amores de su vida. Organizó en 1871 una escuela metódica de catecismo, en doce Iglesias de Tortosa y escribió una "Guía práctica" para los catequistas. Con este libro inicia Enrique su actividad como escritor, apostolado que le convirtió en uno de los sacerdotes más populares de la España de su tiempo. Desde niño tuvo devoción entusiasta por Santa Teresa de Avila. La vida y doctrina de la Santa, asimilada con la lectura constante de sus obras, inspiró su vida espiritual y su apostolado, mantenidos por la fuerza de su amor ardiente a Jesús y María y por una adhesión inquebrantable a la Iglesia y al Papa.

Para acrecentar y fortificar el sentido de piedad, reunió en asociaciones a los fieles, especialmente a los jóvenes, para quienes la revolución y las nuevas corrientes hostiles a la fe católica resultaban una amenaza.

Después de haber dado vida en los primeros años de sacerdocio a una "Congregación mariana" de jóvenes labradores del campo tortosino, fundó en 1873 la Asociación de "Hijas de María Inmaculada y Santa Teresa de Jesús". En 1876 inauguraba el "Rebañito del Niño Jesús". Los dos grupos tenían un fin común: promover una intensa vida espiritual, unida al apostolado en el propio ambiente. El Movimiento Teresiano de Apostolado (MTA) recoge en la actualidad el carisma teresiano de nuestro Santo para hacer de los niños, jóvenes y adultos cristianos comprometidos mediante la oración y el apostolado.

Para facilitar la práctica de la oración a los asociados, Enrique publicó en 1874 "El cuarto de hora de oración", libro que el autor mandó imprimir 15 veces y del que hasta la fecha se han publicado más de 50 ediciones.

Convencido de la importancia de la prensa, inició en 1871 la publicación del semanario, "El amigo del pueblo" que tuvo vida hasta mayo de 1872, cuando por un motivo fútil de la autoridad civil, contraria a la Iglesia, lo suprimió. Sin embargo, en octubre de este mismo año inicia la publicación de la Revista mensual Santa Teresa de Jesús, que durante 24 años fue la palestra en la que el Santo expuso la verdadera doctrina católica, difundió las enseñanzas de Pío IX y León XIII, enseñó el arte de la oración, propagó el amor a Santa Teresa de Avila e informó de manera actualizada sobre la vida de la Iglesia en España y en el mundo. Para formar a la gente humilde publicó en 1884 un Catecismo sobre la masonería fundado en la doctrina del Papa. Y en 1891 ofreció lo esencial de la Rerum Novarum en un Catecismo de los obreros y de los ricos, prueba concreta de su atención a los signos de los tiempos, según el corazón de la Iglesia.

Su gran obra fue la Congregación de las Hermanas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús que se extendió, viviendo aún el Fundador por España, Portugal, México y Uruguay. En la actualidad la Congregación se extiende por tres continentes: Europa, Africa y América.

San Enrique quiso que sus hijas, llenas del espíritu de Teresa de Avila, se comprometiesen a "extender el reino de Cristo por todo el mundo", "formando a Cristo en la inteligencia de los niños y jóvenes por medio de la instrucción y en su corazón por medio de la educación".

Había soñado junto con la institución de "Hermanos Josefinos" la de una Congregación de "Misioneros Teresianos"", que viviendo santamente el propio sacerdocio en la mayor intimidad con Cristo y al servicio total de la Iglesia, siguiendo las huellas de Teresa, fuesen los apóstoles de los tiempos nuevos. En vida su proyecto no llegó a realidad. Sin embargo, desde hace pocos años, un grupo de jóvenes mexicanos se preparan al sacerdocio con el mismo espíritu teresiano de Ossó.

Sacerdote según el corazón de Dios, el Santo fue un verdadero contemplativo que fundió en sí con equilibrio extraordinario un ideal apostólico abierto a todo lo bueno que ofrecían los nuevos tiempos. De fe viva, no miraba sacrificios ni oposiciones; en una época especialmente hostil a la Iglesia, anunció valerosamente el Evangelio con la palabra, con los escritos, con la vida.

Murió el 27 de enero de 1896 en Gilet (Valencia), en el convento de los Padres Franciscanos, donde se había retirado durante algunos días para orar en la soledad. Las últimas páginas que escribió antes de su muerte trataban de la acción de la gracia del Espíritu Santo en la vida de los cristianos dóciles a su amor.

Es el mensaje de su vida: siempre fiel a las mociones del Espíritu Santo, vivió como apóstol que transmite la fuerza del Evangelio animada por la comunión constante con Dios y por un amor inmenso a la Iglesia. Su existencia, consumida al servicio de los hermanos en una entrega sin límites, revela que el verdadero amor de Cristo cuanto más posee a un ser lo hace más disponible a la caridad siempre nueva y siempre colmada de quien intenta ser reflejo de la presencia de Dios y de su amor en el mundo.

SU GRAN OBRA.

En 1870 organiza la "Asociación de congregantes de la Purísima Concepción" para jóvenes. Seis años más tarde fundará la "Hermandad Josefina" que agrupaba a los hombres sin discriminación de trabajo o edad.

Luego de haber fundado una "Congregación mariana" de jóvenes labradores del campo, fundó en 1873 la Asociación "Hijas de María Inmaculada y Santa Teresa de Jesús"; hoy Movimiento Teresiano de Apostolado MTA, quienes viven el "Ser cristianos auténticos cristianos en el propio ambiente". Y para facilitar la oración de los miembros de sus instituciones, publicó en 1874 "El cuarto de hora de oración", uno de los libros más importantes de toda su carrera, y publicado en muchos idiomas y dialectos.

El Padre Ossó creía en la efectividad de la prensa por lo cual desde 1871 se dedica sistemáticamente a publicar cuestiones relativa a la Iglesia en España o las enseñanzas de los Papas Pío IX y León XIII. Esto se basó básicamente en la difusión de la encíclica Rerum Novarum y en el catecismo dirigido a obreros.

Pero su admiración hacia Santa Teresa de Avila era mayor, razón por la cual fundó la Compañía de Santa Teresa de Jesús (más conocida como "Teresianas"), el 23 de junio de 1876; fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, convirtiéndose así en su mayor obra. La Compañía luego se extendió por múltiples países como Chile, España, México, Portugal, Paraguay y Uruguay. Su misión: "Extender el reinado del conocimiento y amor a Jesucristo por todo el mundo por medio de los apostolados de la oración, enseñanza y sacrificio".

Y durante principios del siglo XX, las Hermanas Teresianas estaban presentes en los cinco continentes extendiendo el pensamiento de su fundador, San Enrique de Ossó y de Santa Teresa de Avila con una notable labor evangelizadora y educativa. Sin olvidar que "son enviadas por la Iglesia a ser signo y testimonio de una especial presencia del Señor entre los hombres, y de la vida nueva y eterna conquistada por Cristo, dedicándole todo su ser y obrar; en las escuelas "para formar a Cristo Jesús en la mente y en el corazón del niño y del joven", viviendo en comunidades, según el espíritu de Santa Teresa de Jesús: espíritu de oración, de verdad de fortaleza, de grandeza de alma, de humildad y desprendimiento, de alegría y obediencia" En palabras de San Enrique la teresiana debe ser: " Un alma de fuego a quien conmueva y abrace el celo de las almas, que aspire siempre a lo mejor y más santo; de perfecto orden en los afectos, severa disciplina en las costumbres, constancia y preseverancia en la oración, robustez en las acciones, fervor en todas sus obras, asuidad en el combatir al enemigo" ( E.E.O. II,p. 277)

En el centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, San Enrique elaboró su grande proyecto de los Misioneros de Santa Teresa de Jesus (MTJ). Ese proyecto se hizo realidad, después de su muerte en 1896, en México.


PENSAMIENTO DE SAN ENRIQUE DE OSSÓ.

Educar a un niño es educar a un hombre, y educar a una mujer, es educar una familia.

Todo por Jesús.

"Pensar, sentir, amar como Cristo Jesús".

ENCICLÍCA RERUM NOVARUM.

Rerum novarum (latín: 'De las cosas nuevas') es la primera encíclica social de la Iglesia Católica. Fue promulgada por el papa León XIII el viernes 15 de mayo de 1891. Fue una carta abierta dirigida a todos los obispos, que versaba sobre las condiciones de las clases trabajadoras. En ella, el papa dejaba patente su apoyo al derecho laboral de formar uniones o sindicatos, pero sin acercarse al marxismo, pues también se reafirmaba en su apoyo al derecho de la propiedad privada. Además discutía sobre las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una organización socioeconómica que más tarde se llamaría corporativismo.

Aun cuando se ha debatido sobre sus posiciones o declaraciones particulares, es claro que este trabajo fue notable como resumen de muchos asuntos planteados por la revolución industrial, por el creciente problema obrero y las sociedades democráticas modernas. Con esta encíclica la Iglesia pretendió, entre otras cosas, paralizar la "descristianización" de las masas trabajadoras, en un período en el cual la credibilidad de la Iglesia se veía disminuida debido a que los sectores populares de la cristiandad e incluso del clero, se inclinaban por las ideas revolucionarias o que las soluciones vendrían de las acciones conjuntas de la Iglesia, del estado, el patrón y los trabajadores. Precisó los principios para buscar la justicia social en la economía y la industria. Se acepta generalmente que la encíclica Rerum Novarum es la carta de fundación de la democracia cristiana y una pieza clave de la Doctrina social de la Iglesia.

Defensa de la propiedad

Frente a las ideas socialistas la Iglesia señaló:

Al pretender los socialistas que los bienes de los particulares pasen a la comunidad, agravan la condición de los obreros, pues, quitándoles el derecho a disponer libremente de su salario, les arrebatan toda esperanza de poder mejorar su situación económica y obtener mayores provechos

(Encíclica R. Novarum).

En el documento hay influencias del liberalismo: hay una defensa de la propiedad privada:

por ser el hombre el único animal dotado de inteligencia, hay que concederle necesariamente la facultad, no sólo de usar las cosas presentes, como los demás animales, sino de poseerlas también con derecho estable y perpetuo
Sostenía que la propiedad privada era un "derecho natural", dentro de los límites de la justicia, haciendo referencia al iusnaturalismo:

Se halla en la misma ley natural el fundamento y razón de la división de bienes y de la propiedad privada

Justicia Social

La encíclica también condenó al capitalismo como causa de la pobreza y degradación de muchos trabajadores, retomando el concepto de John Locke de que la apropiación excesiva era injusta.

Recordó a los ricos y patrones que:

no deben considerar al obrero como un esclavo; que deben respetar la dignidad de la persona y la nobleza que a esa persona agrega el carácter cristiano.

Afirmó que cada trabajador debe recibir un salario que le permita subsistir y tener una vida razonablemente cómoda y que, si aceptaba malas condiciones laborales debido a la necesidad o al temor, el trabajador era una víctima de la injusticia.

Partiendo de la competencia del magisterio de la Iglesia en cuestiones sociales manifestó la necesidad de adoptar medidas en favor de los obreros, con la consiguiente intervención del Estado (normas de higiene y seguridad en el trabajo, tutela del descanso dominical, limitación de horarios y jornadas laborales, etc.).

Sindicalismo

Fue un elemento indispensable para el fomento de las mejoras en las condiciones de los obreros la constitución y fomento de asociaciones obreras católicas (junto a las ya existentes por aquella fecha). Esta encíclica constituye, pues, un importante estímulo para el incipiente
catolicismo social.

Recomendó a los católicos, si lo deseaban, organizar partidos laboristas propios y uniones de trabajadores bajo principios católicos.


esta solución habrán de darla los obreros cristianos, si, agrupados en asociaciones y valiéndose de consejeros prudentes, vuelven a entrar por el camino que con gran provecho, particular y público, siguieron antiguamente sus antepasados.

Se marcan los deberes de los obreros:

poner íntegra y fielmente el trabajo que libre y equitativamente se ha contratado; no perjudicar de modo alguno al capital, ni hacer violencia personal contra sus amos; al tratar de defender sus propios derechos, abstenerse de la fuerza y no armar sediciones, ni asociarse con hombres malvados y pérfidos que falsamente les hagan concebir desmedidas esperanzas.

El arzobispo de Westminster, cardenal Henry Edward Manning, influyó mucho en la redacción de Rerum Novarum.

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Mensaje por Invitado Dom 05 Dic 2010, 9:10 pm

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PEDRO VIVES VICH.

Fecha de emisión: 10-12-1980
Serie de 4 valores.
Tirada: 8.000.000.


Pedro Vives Vich, en catalán Pere Vives Vich, (Igualada, 20 de enero de 1858 - Embajada de Noruega, Madrid, 9 de marzo de 1938). Fundador y primer jefe de la Aeronáutica Española.

Hijo de un empresario textil, estudió en los escolapios de de Igualada, y el bachillerato en Manresa. Un encuentro con las fuerzas carlistas en un teatro en Manresa, despierta su vocación militar. A los 16 años ingresa en la Academia de Ingenieros de Guadalajara en 1874, siendo el primero de su promoción y consiguiendo el grado de alférez en 1878. También es premiado con una Cruz Blanca al Mérito Militar.

CARRERA MILITAR.

Dirigió en calidad de ingeniero militar y publicista obras de ingenieria en Canfranc, Tarifa, Lérida, Cuba, Marruecos entre otros sitios, y posteriormente participó en las campañas de Melilla de 1893. En 1886En 1892 fue nombrando comandante de ingenieros.

Fue un pionero en el campo de la aerostática: fue el responsable de un novedoso Servicio Aerostático, que hizo avanzar transmitiendo todo el conocimiento y experiencia adquiridos en sus viajes al extranjero para estudiar al detalle todas las particularidades de las diferentes modalidades de globo. Todo y que se trataba de un militar, colaboró con los ambientes científicos.

El año 1904 era teniente coronel y en 1907 fue nombrado coronel. En 1909 estrenaba el dirigible "España" por el cielo de Madrid, lo que representó un gran avance en la conquista del aire en España.

En 1910 el Coronel Vives es nombrado jefe de la Aeronáutica Española y se le confía la construcción del primer campo de aviación militar la Academia de Ingenieros de Guadalajara. Tras tres años, el 1913, la aviación militar española, bajo el mando del Coronel Vives, establece los primeros aeródromos militares en África y forma la primera escuadra de combate española, consiguiendo uno de los éxitos más importantes de la campaña de África.


Su preocupación fue la formación de pilotos y personal cualificado, el impulso de una industria nacional capaz de fabricar basicamente motores para la aviación y mantener el personal en plena forma. En 1915, víctima de una conspiración, fue destituido de sus cargos.

Es nombrado jefe de los ingenieros de Cataluña, de donde es trasladado a Ceuta en 1917, y ascende a general de brigada por méritos de guerra, en 1921 ascende a General de Divisió. En este cargo se convierte en uno de los puntale de la victoria española sobre los marroquíes a pesar de los obstáculos del gobierno de Madrid.

CARGOS POLÍTICOS.

En 1922 es destinado a Cartagena; después va de Comandante General a Melilla. Pero al estar en desacuerdo con el gobierno en la forma en que se habían de desarrollar sus actividades, vuelve a Cartagena como Gobernador Militar.

En 1923 es nombrado Ministro de Fomento por Primo de Rivera. Desde Madrid también se acuerda de Igualada, su ciudad natal y consigue la ampliación en 600 hectáreas de su término municipal.

Durante este período hizo dos visitas a Igualada la última de las cuales, en 1925, fue nombrado hijo predilecto de la Ciudad y se dió su nombre a un tramo de la Rambla.

En 1929, ya cesado como ministro, es elegido Presidente de la Confederadación Hidrográfica del Pirineo Oriental. Fue su último cargo de carácter oficial y un año y medio después se retiró a Azuqueca de Henares.

Durante la II Republica, y dada su avanzada edad, declina la firme oferta a ser propuesto como Presidente del Parlamento Catalán desde el entorno de Estat Catalá y Esquerra Republicana de Catalunya (como catalán y ex-compañeros en el Arma de Ingenieros militares,le unió amistad personal con el President de la Generalitat Francésc Maciá).

En 1936 durante el inicio de la Guerra Civil Española se encuentra en Madrid. A pesar de sus ideas liberales, ha de refugiarse de los republicanos en la Embajada de Noruega en Madrid. Murió en estas mismas condiciones en 1938.

HOMENAJES.

Igualada le ha dedicado un monumento en el paseo de Verdaguer, y ha dado su nombre a un instituto de enseñanza media, al aeródormo, a una de las ramblas y a un pasaje. También se erigió un monumento en el Museo del Aire de Madrid. En 1980, se emitió en España un sello con su imagen, uno de los cuatro que integran la Serie "Pioneros de la Aviación Española".

En España, ya se conocía el hidroavión desde 1912 a través de los vuelos del francés Beaumont
en Bilbao y del chileno Sánchez Besa en Barcelona. Fueron demostraciones que no convencieron
en demasía, pero contando nuestro país con más de 3000 kms. de costa y ante la ineludible
necesidad de cooperar en las operaciones militares que se habrían de iniciar pronto en las costas
de África, se barruntaba que el hidroavión iba a ser elemento de fundamental importancia; por
tanto era necesario disponer de un plantel de pilotos entrenados en esta especialidad.
No tardaría el Ministerio de la Guerra en ponerse manos a la obra. El ministro, general Linares,
encargó en la primavera de 1914 al coronel de ingenieros, don Pedro Vives y Vich, director del
Servicio de la Aeronáutica Militar, la el proyecto de buscar el lugar más adecuado para el
establecimiento de una base de hidroaviones. Tras llevar a cabo el correspondiente estudio de
gabinete, Vives organizó un selecto grupo de asesores, entre los que habían pilotos e ingenieros
militares, un marino, un meteorólogo, un fotógrafo y un topógrafo; y, poniéndose al frente, se lanzó
a recorrer, en la primavera de 1915, los posibles emplazamientos que sobre el plano habían
seleccionado. Vives y su equipo recorrieron todo el litoral peninsular desde la bahía de Algeciras a
la de Rosas (Gerona), en total cerca de 900 millas en un viaje rápido pero minucioso (Herrera,
1980).
Al finalizar el periplo, durante el que se tomaron todos los datos necesarios al efecto y realizar los
estudios correspondientes, el coronel Vives presentó al ministro de la Guerra, un detallado informe
del trabajo realizado, proponiendo como emplazamiento más adecuado Los Alcázares, localidad
situada en el centro de la ribera occidental del Mar Menor. Verdaderamente las características del
Mar Menor eran y son excelentes para las operaciones de hidroaviones: con unas dimensiones de
25 kms. de largo por 15 de ancho y una profundidad máxima de 7 metros, se halla desprovisto de
obstáculos en todos los rumbos, cuenta con una climatología muy favorable, con 330 días de sol
al año y alrededor de 300 milímetros de precipitación anual y una temperatura ambiente
excepcional tanto en invierno como en verano. No es extraño, por tanto, que Vives finalizará su
exposición de este estudio añadiendo: el lugar más adecuado es Los Alcázares, en la parte que
depende de Torre Pacheco; todo en él son espléndidas notas positivas (Manzanares, 1969).


Así, en 1915, entra en la historia de la aviación española el aeródromo de Los Alcázares que
llegaría a convertirse en uno de los pilares de la Aeronáutica militar española.
Elegido el emplazamiento exacto, se adquirió un polígono, al sur de la población, de 1500 metros
de largo por 330 de ancho, propiedad de doña Isabel Fuster y don Gerardo Murphy, por el que se
pagó 500 pesetas por fanega. De la dirección de las obras de acondicionamiento del campo de
vuelo, se encargó el capitán de ingenieros Enrique Vidal, quien pronto levantó el primer edificio: un
barracón de tres cuerpos de mampostería, madera y techo de cinc que se utilizó como taller
mecánico, comedor y pabellón de oficiales.


Primer vuelo de un hidroavión militar en España. La Escuela de hidroaviones de Los
Alcázares (1915-1920)

Coincidiendo con las obras en Los Alcázares, fueron comisionados por el coronel Vives -siguiendo
las órdenes del ministro de la Guerra- el comandante de ingenieros Emilio Herrera Linares y el
teniente de navío Juan Viniegra Aréjula -piloto desde 1913 y el primero de los oficiales de la
Armada que obtuvo este título- para que marcharan a EEUU con el fin de adquirir doce biplanos
de la casa Curtiss: seis terrestres, tipo JN-2, y seis hidros, tipo JN-2 Seaplane.
En noviembre de 1915, llegaron a Cádiz los doce aviones. Los terrestres fueron enviados a Cuatro
Vientos y los seis hidros, al nuevo aeródromo de Los Alcázares, que ya contaba con una rampa
de madera para el acceso de los aviones al mar, y en donde fueron montados por Al J. Engel,
mecánico y piloto de la casa Curtiss.
Según relata Luis Manzanares, escritor de la vecina localidad de Torre Pacheco, en su libro Un
Curtiss en el cielo (1969), Engel voló el primero de estos hidros el 22 de noviembre de 1915,
aunque hubo periodistas que afirmaron que sólo había descrito varios saltos gallináceos por el
Mar Menor.
Sin embargo, no será hasta diciembre cuando se constate el primer vuelo de un hidroavión militar
en España. Por estas fechas, había sido destinado a Los Alcázares el teniente de caballería
Roberto White Santiago como jefe de la escuadrilla de Curtiss. White había volado los JN-2
terrestres de Cuatro Vientos, pero no tenía ninguna experiencia en hidroaviones. El 12 de
diciembre de 1915, tras escuchar algunas instrucciones del comandante Herrera, despegó, voló
varios minutos y amerizó con toda normalidad sobre las aguas del Mar Menor, registrándose así
en los anales de la Aeronáutica española el primer vuelo de un hidroavión militar.
De 1915 a 1920, Los Alcázares es la única base de hidros española y, en ella, White organiza la
escuela de hidros junto a los oficiales pilotos Valencia (capitán de infantería), Olivié (teniente de
ingenieros) y Navarro Capdevila (alférez de navío). El plan de formación previsto se centró en la
transformación de pilotos para tripular hidros. Los aviadores venían de Cuatro Vientos, en donde
ya habían pilotado los Curtiss terrestres, y realizaban su formación para hidroavión en Los
Alcázares. Los primeros cursos para hidristas dieron comienzo a mediados de 1916, y, hasta el 29
de octubre de este mismo año, no se produjo la primera salida de los hidroaviones Curtiss fuera
de la base de Los Alcázares. Consistió en un vuelo de tres aparatos en formación de Los
Alcázares a Alicante y regreso. Pilotados por White, Valencia y Navarro, despegaron los tres
hidroaviones a las ocho menos cuarto de la mañana y mantuvieron la formación en cuña hasta
llegar al destino establecido. A la altura de San Pedro del Pinatar, a una milla de la costa, se les
unió el torpedero nº 8, procedente de la base naval de Cartagena. Grande fue la expectación que
este vuelo produjo en Alicante, en donde miles de vecinos acudieron al puerto a presenciar el
amerizaje de los aviones. En la tarde de ese mismo día, y precedidos de nuevo por el torpedero,
regresaron a su base de Los Alcázares, en donde amerizaron sin novedad.
Durante estos años, tras el capitán Roberto White (1915), fueron jefes del aeródromo de Los
Alcázares el capitán José Valencia (1916-1917) y el teniente de navío Gil de Sola (1919-1920).
En cuanto al material aeronáutico disponible, estaba compuesto por los hidroaviones Curtiss JN-2
Seaplane con motor OXX de 100Cv, fabricados en madera y tela; y, en 1917, los Curtiss JN-2
terrestres, que montaban un motor OX de 90 CV.

ESCUELA ELEMENTAL DE PILOTOS (1920-1921)


A finales de enero de 1920, el general Echagüe, Director del Servicio de Aeronáutica Militar,
presentó a la firma del ministro de la Guerra, general Villalba, un decreto trascendental que
supone una clara muestra de lo que ha de ser la aviación militar española. Por Real Orden de 31
de enero de 1920, se convoca un curso de aspirantes a pilotos que se desarrollará en los cuatro
aeródromos existentes (Cuatro Vientos, Getafe, Sevilla y Los Alcázares), así como en el de
Zaragoza, improvisado para ese año (Gomá, 1946).
A este curso, conocido como “la promoción grande”, asisten 95 oficiales, previamante
seleccionados, y pertenecientes a la Legión, Regulares de África, Policía Indígena, Infantería,
Artillería, Ingenieros, Caballería, Armada.
En Los Alcázares, dan comienzo las clases de vuelo elemental el 10 de febrero de 1920, y en
ellas toman parte 18 alumnos, entre los que destacan dos oficiales que desempeñaron un
importantísimo papel en la historia del aeródromo de Los Alcázares durante la Guerra Civil
española, los tenientes de infantería José Melendreras y Juan Ortiz Muñoz.
El cuerpo docente lo integran el capitán de caballería Roberto White Santiago y el capitán de
infantería José Valencia Fernández, auxiliados por el piloto francés Michel Sáinz. El jefe del
aeródromo y de la escuela era el capitán González Camó
Estas prácticas de vuelo elemental se realizan en aviones Caudron G.3 (biplaza de escuela) y
Avro 504K.
El curso finalizó en abril de 1921, y por problemas con el material, sólo ocho oficiales obtuvieron el
título de piloto elemental; los restantes tuvieron que realizar las pruebas en otras escuelas.


Durante este período, las necesidades de infraestructura son cada vez más acuciantes en todos
los aeródromos y el de Los Alcázares, por su doble función terrestre y marítima, no va a ser una
excepción. Así, en estos años comienzan las obras para la construcción de un gran hangar doble
para hidros y otro, también doble, para aparatos terrestres –ambos se conservan aún.-
Asimismo, en 1921, se adquieren cuatro hidroaviones FBA tipo H para la enseñanza de pilotos de
hidro en Los Alcázares, siendo profesor el italiano Umberto Guarnieri y el ruso blanco Vsevo-lod
Marchenko, antiguo piloto de la Marina Imperial rusa. Dados los informes positivos que se emiten
sobre este hidro de canoa, se adquirirán otros cuatro, convirtiéndose en el hidroavión de escuela
standard de Los Alcázares hasta, por lo menos, 1927.


Por lo que respecta a la escuela de hidroaviones, el gran protagonista fue el moderno Dornier Wal.
El primero, de un pedido de 6 unidades, llegó a Los Alcázares, procedente de Marina de Pisa
(Italia), en noviembre de 1922. En diciembre de este mismo año, el general Echagüe, director de
Aeronáutica Militar y el general Vives, por entonces gobernador militar de Cartagena, realizan un
vuelo con el nuevo y sensacional hidroavión. El 21 de marzo de 1923, S.M. el Rey Alfonso XIII
visitó el aeródromo de Los Alcázares para conocer in situ los dos primeros Dornier de la aviación
militar española. Posteriormente, entre 1924-1925, y dado su satisfactorio rendimiento, la aviación
militar adquiere otros seis Dornier Wal, entre los que se encontraba el W-12, matriculado MMWAL,
el inmortal Plus Ultra, con el que el comandante Franco realizó en 1926 el vuelo de Palos
de Moguer a Buenos Aires.
Con los hidroaviones Dornier Wal, construídos por CASA, se creó en 1930 el Grupo de Hidros
número 6, con base en Los Alcázares.



Última edición por Feneri el Dom 05 Dic 2010, 11:26 pm, editado 2 veces

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Mensaje por Invitado Dom 05 Dic 2010, 10:22 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 4 481_001

BENITO LOYGORRI PIMENTEL.

Fecha de emisión: 10-12-1980
Serie de 4 valores.
Tirada: 8.000.000.


Benito Loygorri Pimentel, (Biarriz, (Francia), 4 de septiembre de 1885 - Madrid, 1 de febrero de 1976), fue un ingeniero y pionero de la aviación español.

A los 18 años vio volar a los Hermanos Wright en Pau y Le Mans. El 30 de agosto de 1910, se convirtió en el primer español en conseguir el título de piloto de la FAI (Federación Aeronáutica Internacional) a bordo de un biplano modelo Henri Farman con motor Gnome 50CV, en la escuela Voisin de la localidad francesa de Mourmelon-le-Grand, cerca de Reims.

Representante de la casa Farman, proveyó los primeros aviones al ejército español. También formó a pilotos en México, desde 1914.

A finales de la década de 1910 sufrió un accidente en Bridgeport, Estados Unidos, que hizo que abandonase la aviación, centrándose en su carrera de ingeniero, trabajando para la General Motors. Desde 1932 hasta 1949 fue gerente de la General Motors Peninsular (España y Portugal).

Bridgeport es la ciudad con más población del estado de Connecticut, y la quinta ciudad más grande de Nueva Inglaterra. Situada en el Condado de Fairfield, la ciudad tiene una población estimada de 137.912 habitantes y es el corazón del área de Greater Bridgeport, que está considerada parte del área de mercado de trabajo de la ciudad de Nueva York.

Connecticut es uno de los 50 estados de los Estados Unidos de América, localizado en la Región de Nueva Inglaterra. Es el tercer estado más pequeño en extensión territorial de los EE. UU., solamente Delaware y Rhode Island son menores. Sin embargo, con sus 3.405.565 habitantes es el cuarto estado más densamente poblado del país.

Biarriz (Biarritz en francés, Miarritze o Biarritz en euskera, y Biàrritz en gascón) es una ciudad y comuna francesa del suroeste, situada en el departamento de Pirineos Atlánticos, en la región de Aquitania.

Limita al oeste con el mar Cantábrico , al norte y al este con Anglet , al sur con Arcangues , Arbonne y Bidart , cerca de Bayona y a 20 km de la frontera con España. A una distancia de 40 km se halla la ciudad española de San Sebastián, desarrollada como ciudad balneario por la realeza española siguiendo el modelo de Biarriz.

Es una de las principales localidades del territorio vascofrancés de Labort, formando junto con Bayona y Anglet la comunidad de aglomeración Biarritz-Anglet-Bayona (BAB), el área urbana más importante de la región.

Federación Aeronáutica Internacional.

La Federación Aeronáutica Internacional (en francés, Fédération Aéronautique Internationale, FAI) es un organismo que se dedica a la elaboración de normas y el mantenimiento de registros para la aeronáutica y la astronáutica. También es el órgano rector internacional de los deportes aéreos. Fue fundada en 1905.

REGISTROS.

Entre las responsabilidades de la FAI están la verificación de los récords de vuelo. Para que un vuelo se registre como "récord mundial" tiene que ajustarse a las normas estrictas de la Federación, que incluyen como condición que el registro debe superar el récord previo en un determinado porcentaje. Desde 1930, los aviones militares han dominado algunos récords, tales como de velocidad, distancia, carga útil y altura, aunque otros récords regularmente son reclamados por aviones civiles.

Algunos registros son reclamados por países como marcas propias, a pesar de que sus logros no cumplen con las normas de la FAI. Por ejemplo, Yuri Gagarin obtuvo el reconocimiento del primer vuelo espacial tripulado (en su nave espacial Vostok 1), a pesar de que no cumplía los requisitos de la FAI. La FAI inicialmente no reconoció el logro porque no fue en la Tierra, pero más tarde reconoció que Gagarin fue el primer humano en volar al espacio. La FAI creó entonces el premio "Medalla Yuri A. Gagarin", con la que han sido galardonados desde 1968 los mejores competidores.

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Mensaje por Invitado Dom 05 Dic 2010, 10:31 pm

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ALFONSO DE ORLEANS Y BORBÓN.

Fecha de emisión: 10-12-1980
Serie de 4 valores.
Tirada: 8.000.000.


Alfonso de Orleans y Borbón, (nombre completo Alfonso María Francisco Antonio Diego) (Madrid, 12 de noviembre de 1886 - Sanlúcar de Barrameda, Provincia de Cádiz, 6 de agosto de 1975), Infante de España, V Duque de Galliera y aviador militar.

Fue hijo de la infanta Eulalia de Borbón (hija de la reina Isabel II) y del príncipe Antonio de Orleans y Borbón (hijo del príncipe Antonio de Orleans, duque de Montpensier, y nieto del rey Luis Felipe I de Francia). Su bautismo tuvo lugar en el Palacio Real de Madrid, concediéndosele en ese momento la Gran Cruz de la Orden de Carlos III.

En 1906 realizó su formación militar en la Academia Militar de Toledo y en 1910 se formó como piloto en Francia. De regreso a España logró convertirse en uno de los primeros y más destacados aviadores militares españoles.

Ocupó diversos destinos en la aviación militar española hasta la caída de la monarquía en 1931, llegando a participar, como jefe, en las operaciones aéreas del Desembarco de Alhucemas que tuvo lugar en 1925.

Al proclamarse la II República española, el 14 de abril de 1931, el infante Alfonso partió hacia el exilio en Londres, ciudad en la que residió hasta que regresó a España en 1937, iniciada la Guerra Civil, para sumarse a la aviación del bando nacional. Finalizada la guerra fue ascendido a general de división y ocupó la jefatura de la Segunda Región Aérea en 1940. Tres años más tarde se le nombró general de brigada.

Alfonso de Orleans renunció, en 1945, a la jefatura de la Región Aérea del Estrecho para mostrar su apoyo al Manifiesto de Estoril, texto en el que Don Juan de Borbón, jefe de la Casa Real Española, reclamó la restauración de la monarquía. Con esta decisión el infante Alfonso tuvo que poner fin a su carrera militar aunque continuó pilotando aviones.

En 1909 contrajo matrimonio con la princesa Beatriz de Sajonia-Coburgo-Gotha, hija de Alfredo de Sajonia-Coburgo-Gotha, duque de Edimburgo, que fue uno de los hijos de la reina Victoria del Reino Unido y de la Gran Duquesa María de Rusia, hija del zar Alejandro II. El matrimonio tuvo tres hijos:

Álvaro de Orleans, Sexto duque de Galliera, (1910 - 1997)
Alfonso de Orleans (1912 - 1936)
Ataulfo de Orleans (1913 - 1974)

FUNDACIÓN INFANTE DE ORELANS.

La Fundación Infante de Orleans, es un museo de aviones históricos en vuelo cuyo origen se
remonta a 1984, cuando un grupo de pilotos creó la Sección de aviones Históricos del Aeroclub
José Luis Aresti.
Para consolidar esta iniciativa se constituyó en 1989 la Fundación, con el con el objetivo de
contemplar la más amplia colección posible de aviones que han jugado un papel prominente en
el desarrollo de la aeronáutica española.
La colección de aviones de la fundación cuenta en la actualidad con 38 ejemplares de 32
modelos diferentes, que representan un periodo muy importante de la historia aeronáutica
española, en perfectas condiciones de vuelo.
Entidad colaboradora del Instituto de Historia y Cultura Aeronáutica y acreedora del Diploma de
Honor de la Federación Aeronáutica Internacional, la Fundación Infante de Orleans amplía su
campo de actividad a todas aquellas acciones que tienen por objeto difundir la cultura aeronáuitica española.


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Mensaje por Invitado Dom 05 Dic 2010, 10:58 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 4 498_001

ALFREDO KINDELÁN.

Fecha de emisión: 10-12-1980
Serie de 4 valores.
Tirada: 8.000.000.


Alfredo Kindelán Duany fue un militar y aviador español que participó en el alzamiento militar contra la II República.

Nació en Santiago de Cuba el 13 de marzo de 1879, hijo del ingeniero militar Ultano Kindelán y Manuela Duany pertenecientes a acomodadas familias cubanas de origen irlandés. Murió en Madrid el 14 de diciembre de 1962.

Su familia, que se había trasladado a España en 1882 por un cambio de destino de su padre, ingeniero militar, perdió toda su fortuna como consecuencia de la guerra con los Estados Unidos en 1898. Quedó huérfano de padre a los 13 años y a los 14 ingresó como cadete en la Academia de Ingenieros de Guadalajara. Es nombrado teniente en 1899.
Además de hacer frente a sus obligaciones familiares, contribuyendo al sostenimiento de la familia y a la educación de sus hermanos, se dedicó en los años siguientes a la aeronáutica. Tras obtener el título de piloto de globo libre en el Servicio de Aerostación militar en 1901, donde fue el colaborador más próximo al general Vives, realizó numerosas ascensiones en globo y se convirtió en el primer piloto español de dirigible, destacando en el campo de la aerostación europea, al obtener el tercer y cuarto puesto en sus dos únicas participaciones en la Copa Gordon Bennett, verdadero campeonato del mundo de aerostación.

Publicó los libros Dirigibles y Aeroplanos en 1910 y La flota aérea española en 1916.

Participó con el ingeniero Torres Quevedo en los trabajos de construcción del primer dirigible semirrígido español, el España.

AVIACIÓN MILITAR.

Con la llegada del aeroplano, por encargo del gobierno y junto al general general Vives desarrolla el estudio para la creación de una escuela de pilotos militar que finalmente se establece en Cuatro Vientos y de la que se le encarga la dirección, obteniendo el primer título de piloto militar de aeroplano que en ella se expide.

En 1913 se funda el Servicio Aeronáutico Militar, en cuyo seno se le nombra jefe de Aviación, asumiendo el mando de la primera escuadrilla, con la que participa en la guerra de Marruecos.

Destinado de nuevo a la península, en 1921 pone en marcha en Los Alcázares (Murcia) la Escuela de Combate y Bombardeo y en 1925 manda la Escuadra Expedicionaria, componente aéreo de la operación del desembarco en Alhucemas.

En 1926, ya general, fue nombrado por Primo de Rivera Director General de Aeronáutica. Bajo su dirección se realizan los grandes vuelos de la aviación española. Profundamente monárquico, al proclamarse la República pasó a voluntad propia a la reserva y se trasladó a Francia y a Suiza, donde trabaja como ingeniero en la empresa Saurer, Arbon. Regresa a España en 1934 donde colaboró muy activamente en la preparación de la sublevación del 18 de julio de 1936.

GUERRA CIVIL.

Iniciada ésta, se hizo cargo de la jefatura de los servicios del aire, que desempeñó durante toda la guerra. Participó en las reuniones de la Junta de Defensa Militar en septiembre de 1936, en las que el general Franco fue designado jefe de los sublevados. Ejerció como jefe del Aire durante la contienda.

POSGUERRA.

Para Ricardo de la Cierva era el candidato ideal para el primer ministerio del Aire, ya que como tal había ejercido durante la guerra, pero una vez concluida, en lugar de ponerle al frente del nuevo ministerio, Franco le nombra Capitán General de Baleares (1939-1941), donde el notable estratega de la guerra civil se mostraría muy proclive al bando aliado y entraría en el Estado Mayor de la conspiración monárquica contra Franco en los años venideros.

A pesar de todo recibe el nombramiento de Capitán General de Cataluña (1941-1942). El 13 de diciembre de 1941 la embajada alemana se quejó de que Kindelán hubiese invitado al cónsul inglés a su palco del Liceo de Barcelona.

En 1943 fue destinado a la Escuela Superior del Ejército como director de la misma y se le nombró académico de número de la Real Academia de la Historia, aunque no se le permitió tomar posesión del cargo debido a su enfrentamiento con Franco y sobre todo con el entorno del cuñado de éste, Serrano Súñer, que ejercía una notable influencia en el gobierno y de marcada tendencia germanófila.

Tras la guerra en Europa evolucionó hacia posturas monárquicas, siendo desterrado a las Canarias por su enfrentamiento con Franco. En 1944 es rehabilitado con motivo de la designación de Juan Carlos de Borbón como heredero. Es entonces cuando el régimen le reconoce los méritos, permitiéndole tomar posesión de su puesto en la Academia de Historia, concediéndole la Medalla Aérea y el título de marqués de Kindelán, que sólo acepta con la aprobación de Juan de Borbón. Pasó a la reserva en 1949.

Según Paul Preston, Kindelán era un monárquico conservador y, probablemente, la más persistente e irritante espina en el costado del general Franco. Sin embargo, no estaba dispuesto a proceder más allá de las críticas verbales.

OBRA ESCRITA.

Dirigibles y Aeroplanos, 1910
La flota aérea española, 1916
Mis cuadernos de guerra (1936-1939)
Plus Ultra, Madrid, 1945


MUSEO AERONÁUTICO DE LOS ALCÁZARES.

Historia

El Museo Aeronáutico Municipal de Los Alcázares, localizado al sur del Municipio, se encuentra junto a la histórica Base Aérea de Los Alcázares.

Esta Base Aérea nació en el año 1915, convirtiéndose en la primera Base de Hidroaviones de España. Posteriormente fue ampliada a Escuela de Combate y Bombardeo Aéreo, siendo conocida con el nombre de Aeródromo Burguete.

A partir del final de la Guerra Civil ostentaría diversas denominaciones: Academia General del Aire, Escuela de Suboficiales del Aire, Aeródromo de Los Alcázares,...etc.

La Base Aérea de Los Alcázares gozó de gran importancia en el contexto militar español, teniendo entre sus mandos a Ramón Franco, Kindelán, Aymat, el Infante de Orleáns, el Comandante Burguete y el Comandante Ortiz.

El solar origen del Museo Aeronáutico Municipal de Los Alcázares estaba situado en la finca propiedad de José Nieto, siendo iniciativa del entonces Comandante Burguete, construir un edificio que acogiese a los pobres y transeúntes que pasasen por la localidad.

En la década de los treinta , José Nieto cede el solar a la población de Los Alcázares, al objeto de proceder a la construcción de la que sería conocida como 'La Casa del Transeúnte' o 'La Casa del Pueblo'.

Finalizada la Guerra Civil, la casa es ocupada por un Comandante de Ingenieros del Ejército, quien la transforma en chalet, pasando a funcionar como vivienda para jefes de Aviación destinados al Aeródromo de Los Alcázares.

A finales de la década de los cuarenta llega a Los Alcázares, procedente de Molina de Segura, Pedro López Nadal, pater del cuerpo eclesiástico del Ejército. Éste conviene solicitar a José Nieto la elaboración de un documento de segregación y donación a la Parroquia del disputado inmueble, que pasa a convertirse en Casa Parroquial.

A principios de la década de los noventa, el inmueble fue adquirido y rehabilitado por el Ayuntamiento de Los Alcázares, con el fin de reconvertirlo en un Museo que albergase la extensa colección de fotografías, documentos, planos, uniformes, maquetas y diversos materiales, vinculados a la historia del legendario Aeródromo de Los Alcázares.

El Museo Aeronáutico Municipal de Los Alcázares fue inaugurado el 13 de Octubre de 1999.

Arquitectura

El Museo Aeronáutico Municipal de Los Alcázares se encuentra en un edificio de los años treinta, originalmente creado por suscripción popular para acoger a transeúntes.

A lo largo del siglo XX, la construcción ha ido experimentando diversas modificaciones con el fin de adaptarse a las diferentes funciones para las que ha sido utilizada.

Se trata de un inmueble de líneas sencillas y armoniosas, realizado siguiendo los modelos de los edificios militares de la vecina Base Aérea de Los Alcázares.

El edificio es de una sola planta y tiene 188 m2, distribuidos por sus tres salas. Está enmarcado en un solar de 480 m2.


AÉRODROMO DE LOS ALCÁZARES.

Tras una larga selección de lugares donde ubicar un aeródromo, labor que se encomendó al coronel Vives, el Gobierno eligió en 1915 Los Alcázares como el emplazamiento ideal. En diciembre de aquel año el hidroavión Curtis, pilotado por el teniente White, sobrevolaba Los Alcázares. Pronto comenzaron sus pilotos a participar en las fiestas locales y así, en agosto de 1916, mientras tenían lugar las regatas, los pilotos Valencia, White y Navarro, realizaban vuelos diarios sobre los participantes y espectadores causando auténtica sensación.

La importancia del aeródromo llevó a las autoridades nacionales a querer establecer en la zona una Escuela Aeronáutica, expropiando terrenos a tal efecto en 1920. Ese año ingresaba como alumno Rafael Martínez Esteve, futuro Coronel y el murciano Antonio Menárguez quien con solo 17 años ya era mecánico montador. Era teniente de aviación ese año Jesús Torres.

En 21 el Conde de Romanones, en un arranque de generosidad y patriotismo, donaba la isla Perdiguera para establecer el equipo de tiro en ella y el 17 de noviembre ya tenían lugar las primeras prácticas con presencia del Gobernador militar y los coroneles del Estado Mayor.

Visita del Infante Alfonso de Orleans

En mayo de 1922 visitó la Escuela de Combate y Bombardeo Aéreo el Infante Alfonso de Orleans que además era piloto-aviador. Tras ser recibido en la estación de Pacheco por el comandante de la Escuela, Alfredo Kindelán, se alojó en el Hotel-balneario de La Encarnación.

Eran oficiales en esos momentos: Rodríguez, Díaz Gómez, Súnico, Melendreras, Rivera, Díaz Montero, Arias Salgado y Hermoso, destacando la presencia del piloto francés Foix y el italiano Guarniete. La tarde del día 13 de mayo realizaron prácticas de tiro con ametralladora y el Infante Alfonso pilotó un Bristol. Aquella noche se realizaron por primera vez vuelos nocturnos con el hidroavión tipo Saboya. Fueron protagonistas los pilotos Súnico y Díaz Montero con el italiano Guarniere.


Pero el gran día para la Base y los propios Alcázares fue el 21 de marzo de 1923, fecha en la que recibieron la visita del rey Alfonso XIII. A las 10,30 de aquel día el monarca pasaba revista al batallón de instrucción y recorría los hangares y dependencias del aeródromo.

Posteriormente, contempló la exhibición de la escuadrilla de hidroaviones Bristol, realizando un bombardeo sobre la isla Perdiguera. Los pilotos fueron los capitanes: Salgado, Díaz, Gómez, Sánchez Carpio y el ruso Mastrenzo.

El día 24 se celebraron las segundas pruebas de tiro con armas portátiles sobre cuatro aeronaves; estuvieron coordinadas por el Jefe de Estudios del Aeródromo, el teniente coronel Avilés y el capitán Blanco de Navarro.

Los ministros de la Guerra, Duque de Tetuán y de Marina, Sr. Cornejo visitaban la base aérea en julio de 1926.

Tras pasar revista a las tropas y efectuar el recorrido pertinente por las instalaciones, tuvo lugar una prueba de vuelo y bombardeo a cargo de la patrulla Bristol. Formaban parte de ella el capitán Warleta y los pilotos Salvo, Marchenco, Grado, Villa. El jefe superior del aeródromo era el coronel Kindelán bajo cuyas órdenes estaba el Jefe de la Escuela José María Aynat.

Una Base abierta a distintos eventos

Encomendada la base de Los Alcázares a la Virgen de Loreto, patrona de la aviación, cada año se celebraban en diciembre una serie de actos oficiales y diversos festejos.Así, en 1926 se organizaron novillada y partido de fútbol entre el equipo local y otros de la provincia.

Hidroavión de 1929

El resto de la programación, a cargo de los capitanes aviadores Melendreras y Arizón, contemplaba: festejos infantiles, proyecciones cinematográficas, carreras de cintas en bicicleta e incluso un simulacro de entierro de la sardina, cerrando los actos una procesión con la patrona.

Al año siguiente, en junio de 1927, tuvo lugar en Getafe (Madrid) una demostración aeronáutica a la que acudió el jefe de escuadrilla Ismael Warleta de Quintana acompañando al piloto Alfonso de Orleans y Borbón a bordo de un avión Bristol. Esos días se hizo cargo de la Escuela de Combate el comandante Ricardo Burguete. En esos años era armero de la Base el joven Juan Abellán.

Pero fue a partir de 1929 y 1930 cuando el prestigio y fama de la Base aérea de Los Alcázares alcanzó hitos importantes en su trayectoria. Desde ella se intentó en junio de 1929 batir un récord de distancia en vuelo llegando hasta Nueva York en seis días. El intento estuvo protagonizado por los aviadores Ramón Franco, Gallarza y Ruíz de Alda a bordo de un hidroavión ,si bien resultó un fracaso.


AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS: LA ESCUELA DE COMBATE Y BOMBARDEO
AÉREOS (1921-1936)

Inicialmente, se denominó Escuela de Ametralladores y Bombarderos o Escuela de Tiro y
Bombardeo. Sin duda, es este período el más importante del aeródromo de Los Alcázares.
El comandante Kindelán, primer jefe de la escuela, tras asistir a un curso de ametralladorbombardero
en la escuela francesa de Cazaux, organizó en octubre de 1921 la Escuela de
Combate y Bombardeo Aéreos de Los Alcázares, según programas, experiencias y textos de otras
escuelas similares de Francia, Italia e Inglaterra.
En Los Alcázares, se formarían los ametralladores–bombarderos (clase de tropa) y se instruía en
esas disciplinas a los oficiales-alumnos de la Escuela de Observadores de Cuatro Vientos.
Asimismo, las unidades aéreas hacían sus prácticas aquí y su escuela de hidros conservaba,
aunque de manera menos intensa, su actividad.
La primera promoción de ametralladores-bombarderos fue convocada por Real Orden de 5 de
noviembre de 1921.
Lógicamente, para hacer frente al reto que suponía esta escuela, hubo que incorporar gran
cantidad de material, infraestructuras y personal. A finales de 1921, se incorporarían los primeros
De Havilland DH.6, con motores Hispano-Suiza 8A y 8Ab, empleándose para remolcar mangasblanco
en el entrenamiento de los ametralladores. También pasaron a Los Alcázares, los primeros
Bristol F.2B, equipados para tiro y bombardeo, con motores Hispano-Suiza 8Fb, de 300CV. Al
finalizar 1921 dos escuadrillas de estos Bristol se preparaban para incorporarse a Marruecos, la
primera en Los Alcázares bajo el mando del capitán Vicente Roa y la segunda en Getafe a cargo
del capitán Díaz Sandino.
Además, la Escuela de Combate y Bombardeo Aéreos contó con varios aeroplanos de caza Spad
13, De Havilland DH-9, Hispano–Suiza E-30, Breguet XIX –que componían la escuadrilla de
entrenamiento avanzado Y-2-, e hidroaviones FBA, Macchi, (tipo M.7 de caza y M.9 de
reconocimiento y M.18 de escuela) y Savoias S.16, S.16Bis. y S.16Ter.



En la jefatura de la escuela suceden a Kindelán nombres igualmente importantes de la aviación
militar española como: el Infante don Alfonso de Orleáns y Borbón, primer piloto militar español, y
jefe de la escuela de septiembre de 1926 a noviembre de 1927; el comandante Ramón Franco, de
octubre de 1928 a julio de 1929, héroe del vuelo del “Plus Ultra” que llegaría a ser Jefe Superior
de Aeronáutica; el comandante Ricardo Burguete Reparaz, héroe de la Guerra de Marruecos y
laureado con la Cruz de San Fernando, jefe-director de mayo de 1931 a febrero de 1932, que tras
su muerte daría nombre al aeródromo (1934); el comandante Juan Ortiz Muñoz, personaje de vital
importancia en la historia, no sólo del aeródromo, sino también del pueblo de Los Alcázares
durante los sucesos de julio de 1936. Abortó, sin derramamiento de sangre, la sublevación de la
Base Aeronaval de San Javier y promovió, directamente, la creación del primer ayuntamiento de
Los Alcázares en 1937.
El comandante Kindelán diseñó un moderno y novedoso plan de enseñanza que comprendía
clases teóricas y prácticas para cada una de las especialidades; contando como profesores con
los aviadores más distinguidos, como Emilio Herrera, Barberán, Warleta, Arias Salgado,
Melendreras, etc. Además consiguió dotar a la nueva escuela con los elementos más modernos
de enseñanza: instrumentos propios para toda clase de estudios sobre navegación, sala de
bombardeo “de gabinete” provista de material adecuado y tapiz giratorio destinado a la práctica
del visor y lanzabombas; galería de tiro, tiro al blanco con ametralladoras de torreta…
Verdaderamente interesante eran los ejercicios de combate aéreo que se realizaban con tiro a
blancos remolcados por aviones.
En la cercana isla de La Perdiguera, cedida al Ramo de la Guerra por el Conde de Romanones,
se colocaban blancos para prácticas de bombardeo aéreo con fuego real, existiendo observatorios
blindados para advertir la precisión del tiro.
Eran muy comunes, las prácticas de bombardeo en el mar contra blancos fijos (pirámides de lona
sobre flotadores) o móviles (blancos arrastrados por el deslizador Lambert, una especie de
10
overcraft, construido en los talleres del aeródromo, que era propulsado por una hélice de avión y
que podía alcanzar los 80 kms./h.).
Para realizar esta prácticas en el aire, lo alumnos previamente habían realizado ejercicios de
bombardeo de “gabinete”: en el piso superior de lo que hoy es el edificio de Jefatura, se colocaba
al alumno observador-bombardero provisto de visor y cronómetro al borde de una trampilla por la
que aparecía, en la planta baja, una cinta sin fin, que simulaba la velocidad del avión sobre el
terreno; el alumno al localizar en ella el objetivo soltaba una diminuta bomba de yeso sobre la
cinta.
En 1926, Kindelán es nombrado Jefe Superior de Aeronáutica y crea la Escala del Aire. Para
acceder a ella, los oficiales deberían ser pilotos y observadores. Como la mitad del curso de
observadores se realizaba en Los Alcázares, esto hizo que pasaran por aquí tanto los nuevos
aspirantes a piloto como gran número de aquellos aviadores que no tenían el título de observador.
En 1931, la Escuela de Combate y Bombardeo Aéreos era una de las grandes escuelas aéreas
militares de España junto a las de Pilotaje en Alcalá, la de Clasificación en Guadalajara y la de
Observadores y Mecánicos de Cuatro Vientos (Madrid).
V. GRANDES VUELOS
El período histórico en el que se enmarca los grandes vuelos abarca desde 1919 a 1939
coincidiendo con el período de entreguerras. Durante estos veinte años, se desarrollaron las
infraestructuras terrestres necesarias para facilitar el vuelo, se construyeron aeropuertos, se
desarrollaron códigos internacionales de comunicación y se investigó sobre las ayudas a la
navegación que se podían ofrecer desde tierra.
En España, sin embargo, no es hasta 1926 –año en el que la situación en la Guerra de Marruecos
hacía presagiar un desenlace favorable-, cuando muchos aviadores españoles vieron la
oportunidad de hacer realidad antiguos proyectos de grandes raids aéreos, al estilo de los que
realizaban por entonces pilotos de otros países. Pese a ello, no faltaría entre nuestros aviadores ni
estímulo ni calidad, y buena prueba de ello es que no sólo emularon a los más distinguidos
nombres de la aeronáutica universal, sino que, incluso, llegaron a superar su gloria, logrando
hazañas no realizadas hasta entonces: casos de Ramón Franco, Martínez Estévez, Loriga,
Gallarza, Jiménez, Iglesias, Haya, Rodríguez Díaz, Barberán, Collar…
El aeródromo de Los Alcázares fue, prácticamente, desde su origen lugar de referencia para
muchos de estos grandes vuelos, tanto nacionales como de otros países, que, aprovechando su
estratégica situación y las notables infraestructuras que ofrecía la por entonces denominada
Escuela de Combate y Bombardeo Aéreos y la Escuela de Hidroaviones, lo incluirían en sus libros
de ruta. En este apartado, destacaría:

1- La escala que, en noviembre de 1925, realizó en Los Alcázares el hidroavión Savoia S-55
“Alcione”, del Jefe del Ministerio de Aeronáutica italiano, Eugenio Casagrande, que intentaba

realizar un vuelo transoceánico entre Italia y Brasil –objetivo que no alcanzó.- Este hidroavión
coincidió en aguas del Mar Menor con el Dornier Wal W-12, más conocido como “Plus Ultra”, en la
escala que esté realizó en Los Alcázares, procedente de la factoría italiana de Marina de Pisa,
rumbo a Melilla, meses antes de que el comandante Ramón Franco Bahamonde efectuara el
prodigioso vuelo Palos de Moguer (Huelva)-Buenos Aires.

2- El aeródromo de los Alcázares sirvió en 1927 de escala para la Vuelta Aérea Nocturna a
España, a cargo de los tenientes Haya y Tauler. Esta vuelta, realizada a bordo de un De Havilland
DH.9 Napier, saldría de Melilla a las 4 horas del 9 de septiembre, y realizó escalas en Almería,
Los Alcázares, Barcelona, Logroño, Vitoria, Bilbao, Santander, León, Salamanca, Madrid,
Badajoz, Sevilla, Tetuán y llegada a Melilla el 11 de septiembre; en total, 72 horas, empleando
casi continuamente el radiogoniómetro, haciendo recaladas exactas durante la noche en puntos
previamente marcados y mostrando una competencia y una preparación perfectas en el nuevo
sistema de navegación aérea.

3- Por su espectacularidad, unos sesenta hidroaviones frente a las costa de Los Alcázares,
mencionaremos la llegada en mayo de 1928 de la Crociera del Mediterraneo Occidentale,
compuesta por cinco escuadrillas de hidros Savoia 59 y otra de Savoia S-55 “Santamaría”. Estas
seis escuadrillas estaban al mando del ministro de la Aeronáutica italiana Italo Balbo y del general
De Pinedo. Realizaron escala en Los Alcázares dentro del itinerario Orbettelo-Cagliari, Cagliari-
Pollesa, Pollensa-Los Alcázares, Los Alcázares-Los Alfaques (Tarragona), Los Alfaques-Marsella,
Marsella-Orbetello, Orbetello-Lago Bracciano.

4- Pero, indudablemente, en este capítulo de grandes vuelos, destacaremos el raid que Ramón
Franco proyectó realizar entre Los Alcázares-Nueva York-Washington-Terranova-Galicia. Tras un
primer intento fallido de vuelta al mundo con el hidroavión “Numancia”, el comandante Franco fue
designado jefe del aeródromo y de la base de hidros de Los Alcázares en el otoño de 1928. Desde
aquí, propone a la superioridad llevar a cabo, para el verano de 1929, este vuelo a Norteamérica,
lo que supondría batir todos los records establecidos de duración y distancia con hidroaviones. En
esta ocasión, utilizaría el último de los Dornier Wal adquiridos en Italia, el W-15. Por razones de
prestigio nacional, sin embargo, se decidió que el hidro para este raid fuera el primer Dornier Wal
fabricado en Cádiz por la empresa CASA. Este avión, el W-16, montaba dos motores Hispano-
Suiza de 600 CV. Franco, no obstante, consideraba más fiable para esta empresa al W-15
italiano, por lo que, sin autorización superior, “disfrazó” al Dornier nº 15 con la numeración y la
matrícula del Dornier Wal nº 16, y el 21 de julio de 1929, junto a González Gallarza, Ruíz de Alda
y el mecánico Madariaga, despegó del Mar Menor rumbo a las Azores. Al día siguiente de su
partida, se perdió la posición del W-15-16. Una semana estuvo a flote sin ser encontrado.
Finalmente, y cuando se temía lo peor, el 29 de julio, fue localizado y rescatado por el portaviones
británico Eagle en una posición muy próxima a la isla de Santa María, en el archipiélago de Las
Azores (González-Ruano y De la Cruz, 1929).

En estos años, se había puesto muy de moda las grandes travesías aéreas en formación. Era
frecuente la presencia en el aeródromo de Los Alcázares de escuadras de aviones militares
extranjeros como es el caso del llamado “Crucero Negro” compuesto por treinta aviones franceses
Potez 25 TOE, que realizaron escalas de ida (8-XI-1933) y vuelta (23-XII-1933) en Los Alcázares,
en su vuelo Istres (Francia) – Bangui (República Centroafricana), en el que recorrieron unos
veintidós mil kilómetros.
5- El 30 de junio de 1934, doce hidroaviones integrantes de los Grupos nº 6 de Los Alcázares y nº
10 del Atalayón (Melilla) parten del Mar Menor para llevar a cabo una vuelta a España en
formación. Entre los pilotos, se encontraban Ramón Franco, el comandante Ortiz, Burguete, entre
otros. El itinerario a cubrir fue Los Alcázares, Huelva, Vigo, La Coruña, Santander, Bilbao, San
Sebastián, Rosas, Tarragona, Pollensa y regreso a Los Alcázares. El objetivo de este vuelo era
recoger datos de los puertos que podían ser utilizados por los hidroaviones (González-Betes,
1997).

VI. EL AERÓDROMO BURGUETE
El ocho de mayo de 1931, instaurada ya la II República Española, se hizo cargo del aeródromo y
base de hidroaviones de Los Alcázares el comandante Ricardo Burguete Reparaz, héroe de la
Guerra de África y condecorado con la cruz laureada de San Fernando. Pese a que el mandato de
Burguete fue breve (hasta mayo de 1933), sin embargo, fue uno de los más admirados y
respetados militares que pasaron por este aeródromo y, como expresa Hidalgo de Cisneros en su
obra Cambio de Rumbo, imprimió en Los Alcázares un fuerte ambiente republicano.
Debido a las heridas de guerra de Burguete, el capitán Ismael Warleta de la Quintana (uno de los
más destacados profesores de la Escuela de Los Alcázares) fue el sustituto accidental del
aeródromo de Los Alcázares hasta que el comandante Juan Ortiz Muñoz, quien había sido oficialprofesor
de hidros en Los Alcázares entre 1925-1926, fue nombrado jefe de aeródromo el 1 de
diciembre de 1933. Uno de los primeros actos que presidió el comandante Ortiz fue la jura de la
bandera del Arma de Aviación, trasladada a tal efecto a Los Alcázares por el teniente coronel
Antonio Camacho Benítez, jefe de la Escuadra Número 1 de Getafe, y el homenaje que el pueblo
y el aeródromo de Los Alcázares brindó al ya fallecido Ricardo Burguete, en el cual se descubrió
una placa que daba nombre a una de las principales calles del pueblo y se levantó un monumento
13
a su memoria en el jardín existente frente al pabellón de oficiales del aeródromo de Los Alcázares,
que pasaría a llamarse por un decreto de 29 de enero de 1934 dispone que “para honrar la
memoria del comandante del Arma de Aviación Ricardo Burguete Reparaz, fallecido a
consecuencia de enfermedad producida por heridas recibidas en campaña, el Aeródromo de Los
Alcázares se denominará Aeródromo Burguete”.

El 27 de mayo de 1934, en Cartagena tuvo lugar el solemne acto de entrega de una bandera por
parte de la ciudad departamental l Grupo de Hidros nº 6 de Los Alcázares, actuando como
madrina la señorita Rosario Sánchez, hija del alcalde de Cartagena, quien entregó la enseña al
Ministro de la Guerra, que presidía el acto acompañado de las primeras autoridades civiles y
militares de la provincia. La madrina, tras recibir la bandera de manos del Ministro, la entregó al
jefe del aeródromo y base de hidros de Los Alcázares, el comandante Ortiz quien en su discurso
expresó el honor que para todos los aviadores y para él representaba la bandera y dedicó un
sentido recuerdo al fallecido comandante Burguete. Para finalizar el acto, las tropas de aviación
allí formadas, realizaron la correspondiente descarga de ordenanza, desfilando a continuación
ante las autoridades el pueblo de Cartagena allí reunido. Por último, la bandera fue depositada por
Ortiz y Ramón Franco, por entonces Jefe del grupo nº 6 e hidros de Los Alcázares, en el Dornier
Wal W-16, regresando en vuelo con escolta de honor a la base de hidros marmenorense.
El mandato del comandante Ortiz fue clave en el devenir histórico no sólo del aeródromo de Los
Alcázares, sino del mismo pueblo: la actividad que se generaba durante estos años en el
aeródromo de Los Alcázares fue fundamental para el desarrollo económico y social de esta
localidad, provocando un aumento de los servicios (bares, cines, comercios, clubes sociales…),
demanda de personal civil (más de 100 paisanos trabajaban en la base en estos años), incluso se
construyó un club civil de vuelo, una muestra más de la vinculación entre la población civil y su
base. Este desarrollo económico y demográfico de Los Alcázares fue aprovechado por Ortiz para
promover la creación de una entidad jurídica propia: el primer ayuntamiento de Los Alcázares,
constituido en sesión de 30 septiembre de 1936 y que tendrá como término municipal todo aquel
que reciba directamente la influencia del aeródromo Burguete.
Ortiz emprende asimismo, la ampliación hacia el Norte del aeródromo Burguete; construyendo
importantes edificios como el hospital-botiquín, la estación radiotelegráfica, el comedor, el cuerpo
de guardia. Todo quedaría en el interior de un nuevo muro con verja, que desde entonces
circunda el recinto militar y en el que quedaría abierta la actual entrada, flanqueda por los
torreones de sus esquinas, equipados con los reflectores procedentes del buque PELAYO.
Durante el año que duró el primer mandato de Ortiz, el aeródromo de Los Alcázares tuvo como
profesores a los capitanes Warleta de la Quintana, Negrón de las Cuevas y al anteriormente
mencionado comandante Franco como Jefe del Grupo nº 6 de hidros.

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Mensaje por Invitado Dom 12 Dic 2010, 11:57 pm

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MARÍA DE MAEZTU.

Fecha de emisión: 7 Febrero 1989
Serie: 1 valor
Tirada: 4.500.000


María de Maeztu Whitney (Vitoria, 18 de julio de 1881 – Buenos Aires, 7 de enero de 1948) fue una pedagoga española.

Hija del ingeniero Manuel de Maeztu Rodríguez, un hacendado cubano de origen navarro que conoció a su madre, Juana Whitney, hija de un diplomático inglés, en París, y con la que se casó cuando esta tenía dieciséis años. Se establecieron en Vitoria. Pronto se queda huérfana de padre y les acaece la ruina por confusos problemas administrativos. Para poder hacer frente a la repentina viudez y a las necesidades de sus hijos, su madre Juana marchó a Bilbao y montó allí una residencia de señoritas donde su hija María colaboró, lo que fue el germen de su vocación pedagógica. Tuvo además cuatro hermanos, uno de ellos el famoso escritor y periodista Ramiro de Maeztu; los otros fueron Ángela, Miguel y el pintor Gustavo de Maeztu. Perteneció a la Institución Libre de Enseñanza y tuvo entre sus maestros a Unamuno en la Universidad de Salamanca y a Ortega y Gasset en la de Madrid. Se licenció en Magisterio y se doctoró en Filosofía y Letras en 1936. Desde el año 1902 comienza a ejercer la docencia en una escuela pública bilbaína donde enseñará durante diez años, renovando los métodos memorísticos, dando clases al aire libre, creando cantinas y colonias escolares de verano y apostando por una educación laica, hecho que habría de granjearle numerosos enemigos. Invitada por la Universidad de Oviedo a dar unas conferencias, formula uno de sus conocidos principios pedagógicos:

Es verdad el dicho antiguo de que la letra con sangre entra, pero no ha de ser con la del niño, sino con la del maestro.

Como puede verse se revela como una conferenciante de gran elocuencia, capaz de impartir sus doctrinas pedagógicas y feministas por Gran Bretaña, Estados Unidos, México, Cuba, Argentina y distintas ciudades españolas. Su conocimiento de idiomas, poco frecuente en la España de entonces, le valió ejercer un papel de embajadora y situarse en una posición privilegiada para representar a España en Congresos Internacionales e importar los ejemplos de asociacionismo feminista de tipo anglosajón. En 1908, María forma parte, como observadora, de la Comisión nombrada por el Gobierno para el certamen pedagógico celebrado en Londres. A su vuelta, en la sociedad bilbaína El Sitio, da una conferencia en la que afirma:

El progreso de Inglaterra se debe, no a las peculiares condiciones de la raza y el clima, sino a los elementos predominantes en la dirección de aquel país, singularmente a la acción social de la escuela.

Fundó en 1915 en Madrid la Residencia Internacional de Señoritas, en estrecha colaboración con la Institución Libre de Enseñanza y donde, con el espíritu del Krausismo, dirigió la formación de jóvenes universitarias. En un artículo titulado «Lo único que pedimos» y publicado en la revista La mujer moderna, explicaba su postura frente a la liberación de la mujer:

Soy feminista; me avergonzaría no serlo, porque creo que toda mujer que piensa debe sentir el deseo de colaborar como persona, en la obra total de la cultura humana.

María de Maeztu consiguió compatibilizar la Residencia con la creación del Instituto-Escuela de Segunda Enseñanza en 1918, en el que puso en práctica todas sus ideas pedagógicas, lugar de elite en el que estudiaron los hijos de Negrín, Madariaga, Azcárate o Casares Quiroga, y por ejemplo la escritora Carmen Bravo-Villasante, que reflejó así el ambiente de la institución:

Se estudiaban idiomas, el francés era obligatorio, y se escogía entre el inglés o el alemán. Aparentemente no se trabajaba nada, no se obligaba a nada, y el alumno tenía la sensación de pasarlo bien y de escuchar nada más a los profesores... Los profesores eran nuestros amigos, su vocación y su entrega era completa; el sistema de las tutorías, ejemplar; el plan de estudios, perfecto. Nos íbamos a nuestras casas los sábados deseando que llegase el lunes para volver al colegio, no teníamos tareas ni deberes, no teníamos obligaciones monstruosas, como los niños de ahora... Yo deseo que todos los niños y todos los jóvenes que estudian salgan de su colegio como yo salía del mío, con el recuerdo de una de las épocas más maravillosas de mi vida.

En línea con su militancia feminista fundó, y presidió también desde 1926, el Lyceum Club Femenino a semejanza de los ya existente en Europa; si bien desde un principio ella abogaba por un club mixto, tuvo que aceptar el reglamento internacional que regía en Europa. Tenía como objetivo fomentar el espíritu colectivo de las mujeres y ser también un lugar abierto a las mujeres casadas que no querían tener como único horizonte las cuatro paredes del hogar. Fue también llamado el club de las maridas, porque en ella confluyeron varias esposas de personajes de la época, especialmente de las élites intelectuales. Se inauguró con ciento cincuenta socias de todas las tendencias. Se constituyó según el modelo internacional, con secciones de Literatura, Ciencias, Artes Plásticas e Industriales, Social, Música e Internacional. Eran vicepresidentas Isabel Oyarzábal y Victoria Kent; secretaria, Zenobia Camprubí; vicesecretaria, Miss Helen Phipps; tesorera, Amalia Galinizoga, y bibliotecaria, María Martos de Baeza. En el Lyceum participaron Margarita Nelken, María Lejárraga, Carmen Baroja, Ernestina de Champourcín, Concha Méndez, María Teresa León, Elena Fortún, Mabel Pérez de Ayala y la presidencia honorífica la ostentaba la reina Victoria Eugenia y la Duquesa de Alba. Carmen Monne Baroja, para recaudar fondos, organizó funciones y rifas de cuadros en su teatrito particular de aficionados «El mirlo blanco». María de Maeztu organizaba cursillos, conferencias, conciertos, exposiciones, a cargo de intelectuales, científicos y de artistas nacionales y extranjeros. García Lorca leyó allí su Poeta en Nueva York y dio en sus salones la conferencia Imaginación, inspiración y evasión en poesía, Unamuno leyó allí su drama Raquel encadenada; Rafael Alberti se presentó una tarde de noviembre, vestido de tonto, metido en una levita inmensa, con un pantalón de fuelle, cuello ancho de pajarita y un pequeño sombrero hongo, con una paloma enjaulada en una mano y un galápago en la otra, ya que la conferencia se llamaba: «Palomita y galápago (¡No más artríticos!)» y armó la marimorena, sorprendiendo a unos, escandalizando a otros y divirtiendo a los demás. Jacinto Benavente, en cambio, el día que le invitaron a dar una conferencia en el Lyceum, replicó: «A mí no me gusta hablar a tontas y a locas».

A estas tareas hubo de sumar la de asambleísta, pues en 1927 Primo de Rivera la elige, junto con otras 12 mujeres, para que se incorpore a la Asamblea Nacional, en concreto a la sección dedicada a la educación.

En 1936 es fusilado su hermano Ramiro, un intelectual de derechas perteneciente a la Generación del 98, al empezar la Guerra Civil, y María de Maeztu marchó en 1937 a Buenos Aires, donde fijó su residencia y obtuvo la cátedra de Historia de la Educación en la Universidad, que mantuvo hasta su muerte. Volvió una única vez a España, en 1945, por asuntos personales, pero volvió a Buenos Aires. Su cadáver fue repatriado al mausoleo familiar de Estella.

Fue nombrada «Doctora Honoris Causa» por distintas universidades del mundo. Tradujo del inglés dos obras de Paul Natorp: su Curso de pedagogía (Madrid: Ediciones de la Lectura, 1915) y su Religión y humanidad: la religión dentro de los límites de la humanidad: contribución a la fundación de la pedagogía social (Barcelona: Estudio, 1914). También la Historia de la pedagogía de Paul Monroe (Madrid: Ediciones de La Lectura, 1918, dos vols.; reimpresa en el mismo lugar y editorial en cuatro volúmenes, 1931).


SUS OBRAS.

Historia de la cultura europea. La edad moderna: grandeza y servidumbre. Intento de ligar la historia pretérita a las circunstancias del mundo presente, Buenos AIres: Juventud Argentina, Bibl. de la Esfinge. (Libros para la Mujer), 1941.
«La Pedagogía en Londres y las escuelas de párvulos» en VV. AA., Anales de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, Madrid, Impr. y Encuadernación E. Raso, 1909, t. I, memoria 8.
El problema de la Ética: la enseñanza de la moral.
El trabajo de la mujer: nuevas perspectivas: conferencias pronunciada el día 8 de abril de 1933 Madrid: Escuela de Enfermeras del Hospital Central de la Cruz Roja Española, 1933.
Antología. Siglo XX. Prosistas españoles. Semblanzas y comentarios. Madrid.

RESIDENCIA DE SEÑORITAS.

La Residencia de Señoritas fue el primer centro oficial destinado a fomentar la enseñanza universitaria para mujeres en España.

Fue fundada en 1915 en la calle Fortuny de Madrid (en el edificio ocupado actualmente por la Fundación José Ortega y Gasset) por la Junta para Ampliación de Estudios según el modelo de la Residencia de Estudiantes, y dirigida por la ilustre pedagoga María de Maeztu hasta 1936. La Primera Guerra Mundial había impedido la salida de los pensionados de la JAE, por lo que el dinero presupuestado para los viajes fue destinado a otros fines, como la creación de la Residencia de Señoritas.

Su objetivo principal era el fomento de la educación universitaria para la mujer. Entre sus instalaciones disponía de alojamiento para las estudiantes, laboratorios para realizar prácticas (pues de las escasas mujeres que accedían a la enseñanza superior muchas cursaban farmacia) y biblioteca (donde se comenzó a impartir las primeras clases de biblioteconomía).

La Residencia de Señoritas mantuvo una estrecha relación con el Instituto Internacional, organismo estadounidense, que contribuyó decisivamente a su desarrollo mediante la colaboración tanto material como humana. El Comité de Boston realizó numerosas aportaciones económicas que permitían costear salarios, mejorar las instalaciones, etc. También se llevó a cabo intercambio de estudiantes y la Residencia de Señoritas alojaba a alumnas extranjeras.

La Residencia de Señoritas estaba prácticamente vacía cuando se inició la Guerra Civil en 1936 debido al parón vacacional. Sus instalaciones se emplearon como hospital, enfermería y orfanato. Una delegación se instaló en Valencia. María de Maeztu presentó su dimisión y partió hacia el exilio.

En 1940 reabrió como Colegio Mayor Teresa de Cepeda, pero, debido a las circunstancias políticas, sin guardar ninguno de sus principios originarios institucionistas.

INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA.

La Institución Libre de Enseñanza o ILE fue un famoso intento pedagógico que se realizó en España, inspirado en la filosofía de Karl Christian Friedrich Krause (Krausismo) que tuvo una repercusión excepcional en la vida intelectual de la nación, en la que desempeñó una labor fundamental de renovación. Fue fundada en 1876 por un grupo de catedráticos (Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Teodoro Sainz Rueda y Nicolás Salmerón, entre otros) separados de la Universidad Central de Madrid por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a cualquier dogma oficial en materia religiosa, política o moral.

En consecuencia, tuvieron que proseguir su labor educativa al margen del Estado creando un establecimiento educativo privado laico, que empezó en primer lugar por la enseñanza universitaria y después se extendió a la educación primaria y secundaria.

Apoyaron el proyecto los intelectuales más progresistas del país: Joaquín Costa, Augusto González de Linares, Hermenegildo Giner, Federico Rubio y otras personalidades comprometidas en la renovación educativa, cultural y social.

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SAN BENITO.

Fecha de emisión: 17 Junio 1981
Serie: 3 sellos
Tirada: 8.000.000


San Benito de Nursia (Nursia, 480 – Montecasino, 21 de marzo de 547), es considerado el iniciador de la vida monástica en Occidente, fundó la orden de los benedictinos cuyo fin era establecer monasterios autosuficientes, o sea, que se autoabastecieran. Éstos comúnmente estaban organizados en torno a la iglesia de planta basilical y el claustro. Es considerado patrón de Europa y patriarca del monacato occidental. Benito escribió una regla para sus monjes que fue llamada "La Santa Regla" y que ha sido inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas.

La única fuente con información sobre la vida de San Benito de Nursia es el libro segundo de los Diálogos, escritos por san Gregorio Magno (c. 540-604). Para estos relatos, el pontífice se basó en el testimonio de algunos monjes que conocieron al santo. Este libro, en algunos pasajes, carece del rigor histórico tal como se entiende en la actualidad.

Era hijo de un noble romano. Su hermana gemela se llamaba Escolástica y también fue reconocida como santa. Su infancia se desarrolla en Nursia donde realiza sus primeros estudios. Es enviado a Roma para capacitarse en filosofía y retórica, pero decepcionado por el desorden moral de los habitantes de la ciudad y deseando una vida más espiritual, pronto abandona la capital para retirarse a Enfide (actual Affile), de donde huyó, según la leyenda, tras realizar un milagro. Con ayuda del abad de un monasterio cercano llamado Román, se instaló en una gruta de difícil acceso, en un lugar cercano llamado Subiaco, para vivir allí como un ermitaño. Después de pasar tres años en ese lugar, dedicado a la oración y el sacrificio, fue descubierto por unos pastores, quienes extendieron su fama de santidad.

A partir de allí, y especialmente gracias a sus supuestas dotes de taumaturgo, fue visitado constantemente por personas que buscaban su consejo y dirección espiritual. Es elegido abad de un monasterio en Vicovaro, en el norte de Italia, pero dado que los monjes no aceptan su régimen de vida exigente, intentan envenenarlo. Según la leyenda, Benito descubre las intenciones de los monjes porque, en el momento de impartir la bendición, el recipiente se hace pedazos. Tras esto, el abad decide abandonar la comunidad. Vuelve a Subiaco, donde, debido a una gran afluencia de discípulos, funda allí varios monasterios. En 529, a causa de la envidia de un sacerdote de la región, se refugia en Montecasino donde funda un monasterio y desde donde se extiende la Orden Benedictina. En 540 escribe su famosa Regula monasteriorum (Regla de los monasterios). Murió en el año 547.

ICONOGRAFÍA

A Benito se le representa habitualmente con el libro de la Regla, una copa rota, y un cuervo con un trozo de pan en el pico, en memoria del pan envenenado que recibió Benito de parte de un sacerdote de la región de Subiaco que le envidiaba. San Gregorio cuenta que, por orden del santo, el cuervo se llevó el pan adonde no pudiera ser encontrado por nadie.

DEVOCIÓN.

Algunos creyentes invocan a san Benito para protegerse contra las picaduras de las ortigas, el veneno, la erisipela, la fiebre y las tentaciones.

Es patrono de los archiveros, agricultores, ingenieros, curtidores, moribundos, granjeros, de la villa Heerdt cerca de Düsseldorf en Alemania, de enfermedades inflamatorias, de los arquitectos italianos, de los que padecen enfermedades de riñón, de los monjes, de la villa de Nursia (su ciudad natal), de Italia, de los religiosos (entiéndase pertenecientes a congregaciones religiosas), de los escolares, de los criados, de los espeleólogos.

Las reliquias de San Benito están conservadas en la cripta de la abadía de Saint-Benoît-sur-Loire (Fleury), cercana a Orleans y de Germigny-des-Prés, donde se encuentra una iglesia carolingia, en el centro de Francia.

Se creó un galardón con su nombre, que fue recibido por el entonces cardenal Joseph Ratzinger (ahora Benedicto XVI) el 1 de abril de 2005.


LA REGLA DE SAN BENITO.

La Regula monasteriorum, que consta de 73 capítulos y un prólogo, fue retomada por Benito de Aniano en el siglo IX, antes de las invasiones normandas; él la estudió y la codificó dando origen a su expansión por toda la Europa carolingia, aunque fue adaptada para restarle importancia a los trabajos manuales, en relación a la liturgia y a los monjes. Posteriormente, a través de la Orden de Cluny y la centralización de todos los monasterios bajo la Regla de San Benito en cabeza de los cluniacenses, fue como la Regla de San Benito adquirió gran importancia en la vida religiosa europea durante la Edad Media. En el siglo XI apareció la reforma del Císter, que buscaba recuperar un régimen benedictino más ajustado a la Regula. Otras reformas (como la camaldulense, la olivetana o la silvestrina) han buscado darle también énfasis a diferentes aspectos de la Regla de San Benito.

A pesar de diferentes momentos históricos, en los cuales la indisciplina, las persecuciones o las agitaciones políticas han hecho decaer la práctica de la Regla de San Benito o han diezmado la población monástica, los monasterios benedictinos han mantenido en todos los tiempos un gran número de religiosos y religiosas. Actualmente, alrededor de 700 monasterios masculinos y unos 900 monasterios y casas religiosas femeninas, ubicados en los cinco continentes, siguen la Regla de San Benito. Se incluyen en esta cifra monasterios de confesión protestante, tanto anglicanos como luteranos.

Su influencia en el monacato es considerable tanto en occidente como en el mundo, especialmente en lo que concierne a la vida intelectual del cristianismo. Esta Regla es un modelo de vida colectiva, tomada como ejemplo en la organización de algunas empresas.

Sobre las diferentes ediciones de la Regla, el padre García M. Colombàs (†2010), monje de Montserrat (Cataluña, España), registra en su edición de la misma, el siguiente dato: "Entre 1930 y 1968-69, según datos provisonales, vieron la luz 60 ediciones en latín, 32 en alemán, 31 en inglés, 30 en francés, 21 en italiano, 9 en holandés, 4 en español, 2 en checo, croata húngaro, portugués y japonés, y 1 en catalán, irlandés, árabe y coreano".

MONACATO.

El monacato (del griego monachos, persona solitaria) es la adopción de un estilo de vida más o menos ascético dedicado a una religión y sujeto a determinadas reglas en común. En varias religiones se encuentran formas de vida monásticas, aunque sus características varían enormemente entre ellas: budismo, cristianismo, taoísmo, shintoismo, hinduismo e islamismo.

Al miembro de una comunidad que lleva una vida monástica se lo denomina monje. Se rigen por las reglas características de la orden religiosa a la que pertenecen y llevan una vida de oración y contemplación. Algunos viven como ermitaños y otros en comunidad, a la que se llama monasterio.

CRISTIANISMO.

Una tradición religiosa surgida en Egipto fue el monasticismo de los Padres del desierto, quienes renunciaban al mundo material con el fin de seguir una vida de pobreza y devoción a la Iglesia. Los cristianos de Egipto asumieron el monaquismo con tanto entusiasmo que el emperador Valente tuvo que limitar el número de hombres que podría convertirse en monjes. El monasticismo fue exportado de Egipto al resto del mundo cristiano. A partir del siglo V se difundió en Occidente el monacato, uno de los aportes más ricos de la Edad Media.

En la Iglesia católica, los monjes están agrupados en lo que se conoce como clero regular, y pertenecen a órdenes monásticas, en oposición al clero secular o seglar.

La reforma protestante suprimió el monacato.

PADRES DEL DESIERTO.

Con la denominación Padres del desierto, Padres del yermo o Padres de la Tebaida se conoce, dentro del Cristianismo, a los monjes, eremitas y anacoretas que en el siglo IV tras la paz constantiniana abandonaron las ciudades del Imperio romano (y otras regiones vecinas) para ir a vivir en las soledades de los desiertos de Siria y Egipto (famosa se hizo la Tebaida por tal fenómeno).
El primero, entre los conocidos, de tales anacoretas fue el egipcio Pablo El Ermitaño, que fue conocido gracias a Antonio Abad tambien anacoreta. En Siria hubo otros, como Simón el estilita.

En la ascesis solitaria tales padres (en arameo sing.: abba) y madres ( amma ) buscaban lo que en griego se ha llamado hésykia, es decir una paz interior para posibilitar la re-unión o "unión mística" con Dios.
Al ser el testimonio de una especie de fe cristiana radical, tuvieron numerosos discípulos durante toda la Edad Media y sus dichos o Apotegmas fueron recopilados y traducidos a numerosos idiomas originando de este modo un género literario, el llamado de los Pateriká, con algunos de estos escritos se inicia también la tradición de la Filocalia.

Junto a la Vida de Antonio escrita por el obispo de Alejandría Atanasio el Grande y a la Historia Lausaiaca de san Paladio, las diversas recopilaciones resultan los documentos más importantes para tener nociones de la historia de estos personajes

El tema de los Padres del Desierto ha sido motivo para diversas obras, en pintura Paolo Uccello, Sassetta, El Bosco, Mathis Grünewald trataron el tema (en particular las célebre Tentaciones de san Antonio, retratadas luego surrealísticamente por Max Ernst y Salvador Dalí. En literatura Gustave Flaubert y Anatole France (siempre para mencionar a los artistas más renombrados) tomaron este tema y en música lo han hecho Paul Hindemith y Ottorino Respighi.

MEDALLA DE SAN BENITO.

La medalla jubilar de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia como poseedor de un gran poder de exorcismo. Fue instituido en memoria de San Benito. Como todo sacramental, los católicos no ponen su poder en la medalla misma, pues consideran que ese poder viene de Cristo, quien lo otorga a la Iglesia, y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla.

La fecha exacta sobre la manufactura de la primera Medalla de San Benito es un misterio. En algún punto de la evolución de esta devoción cristiana se encontraron letras en la parte de atrás de la medalla. En el año 1647, unas mujeres fueron juzgadas por hechicería, en el proceso declararon que no habían podido dañar el monasterio de los benedictinos, porque se encontraba protegido por el signo de la santa Cruz. Se buscó entonces en el monasterio de Metten ( Baviera, Alemania)y se encontraron pintadas antiguas representaciones de esta cruz, con la inscripción que se explicará más abajo. Pero estas iniciales misteriosas no pudieron ser interpretadas, hasta que en un manuscrito de la biblioteca, iluminado en el mismo Monasterio de Metten, en 1414 y conservado hoy en la biblioteca Estatal de Munich, se vio una imagen de san Benito, con esas palabras. Un manuscrito anterior, del siglo XIV y procedente de austria, que se encuentra en la biblioteca de Wolfenbüttel, parece haber sido el origen de La imagen y del texto. En el siglo XVII J.R. Thiers, erudito francés, la juzgó supersticiosa, por los enigmáticos caractéres que la acompañan, pero el Papa Benedicto XIV, la aprobó en 1742 y la fórmula de su bendicion se incorporó al Ritual Romano. La versión final de esta medalla data del año 1880 en memoria de los 1400 años del natalicio de San Benito.

La medalla es usada de diversas maneras: colgado alrededor del cuello con una cadenita, en el rosario, en el bolsillo, en el centro de una cruz, en carro o casa de los fieles, en los cimientos de un edificio.

ORDEN DE SAN BENITO.

La Orden de San Benito (en latín: Ordo Sancti Benedicti), (O.S.B.) es la orden religiosa fundada por Benito de Nursia, que sigue la Regla dictada por éste a principios del siglo VI para la abadía de Montecassino. Benito de Nursia contribuyó decididamente a la evangelización cristiana de Europa, por lo que es patrón de Europa.

Actualmente la Orden está extendida por todo el mundo, con monasterios masculinos y femeninos.

Siguiendo su ejemplo e inspiración, diversos fundadores de órdenes religiosas han basado la normativa de sus monasterios en la Regla dejada por Benito, cuyo principio fundamental es Ora et labora, es decir, Oración y Trabajo.

Los monasterios benedictinos están siempre dirigidos por un superior que, dependiendo de la categoría del monasterio, puede llamarse prior o abad; este es escogido por el resto de la comunidad. El ritmo de vida benedictino tiene como eje principal el Oficio Divino, también llamado Liturgia de las Horas, que se reza siete veces al día, tal como San Benito lo ordenó. Junto con la intensa vida de oración en cada monasterio, se trabaja arduamente en diversas actividades manuales, agrícolas, etc., para el sustento y el autoabastecimiento de la comunidad.

REFORMAS.

Durante el transcurso de su historia, la Orden Benedictina ha sufrido numerosas reformas, debido a la eventual decadencia de la disciplina en el interior de los monasterios. La primera reforma importante fue la adelantada por Odón de Cluny en el siglo X; esta reforma, llamada cluniacense (nombre proveniente de Cluny, lugar de Francia donde se fundó el primer monasterio de esta reforma, donde Odón fue el segundo abad), llegó a tomar un gran impulso, a tal punto que durante gran parte de la Edad Media prácticamente todos los monasterios benedictinos estaban bajo el dominio de Cluny.

Los cluniacenses adquirieron gran poder económico y político, y los abades más importantes llegaron a formar parte de las cortes imperiales y papales. Varios pontífices romanos fueron benedictinos provenientes de los monasterios cluniacenses (Alejandro II, 1061-73; san Gregorio VII, 1073-85; beato Víctor III, 1086-87; beato Urbano II, 1088-99; Pascual II, 1099-1118; Gelasio II, 1118-19; y un largo etcétera).

Tanto poder adquirido llevó a la decadencia de la reforma cluniacense, que encontró una importante contraparte en la reforma cisterciense, palabra proveniente de Císter (Cîteaux en idioma francés), lugar de Francia donde se fundó el primer monasterio de esta reforma. San Roberto de Molesmes, san Esteban Harding y san Roberto de Chaise-Dieu fueron los fundadores de la Abadía de Císter en 1098. Buscaban apartarse del estilo cluniacense, que había caído en la indisciplina y el relajamiento de la vida monástica. El principal objetivo de los fundadores de Císter fue imponer la práctica estricta de la Regla de San Benito y el regreso a la vida contemplativa.

El principal impulsor de esta reforma fue san Bernardo de Claraval (1090-1153), quien fue discípulo de los fundadores de Cîteaux, habiendo ingresado allí hacia el año de 1108. Se le encargó la fundación de la Abadía de Claraval (Clairvaux, en francés), de la que fue abad durante unos 38 años, hasta su muerte. Bernardo de Claraval se convirtió en el principal consejero de los papas, y varios de sus monjes llegaron igualmente a ocupar la Sede Pontificia. Bernardo predicó también la Segunda Cruzada. Al morir había fundado 68 monasterios de su orden.

La reforma cisterciense subsiste hasta hoy como orden benedictina independiente, dividida igualmente en dos ramas: la Orden del Císter (O. Cist.) y la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia (OCSO), también conocidos como Trapenses. Se les llama también "benedictinos blancos", debido al color de su hábito, en contraposición a los demás monjes de la Orden de San Benito, a quienes se llama "benedictinos negros".

Durante la Edad Media surgieron otras reformas importantes de la Orden Benedictina. La de san Romualdo (†1027), quien dio inicio a la reforma camaldulense. Esta reforma subsiste hasta hoy en dos ramas: la primera forma parte de Confederación Benedictina (benedictinos negros); la segunda es independiente, pero se rige igualmente por la Regla de San Benito. Otra reforma importante fue la emprendida por san Juan Gualberto (†1073), quien fundó los Benedictinos de Valle Umbrosa, por el lugar en Italia en que se construyó el primer monasterio de esta reforma; es igualmente hoy en día una congregación de la Confederación Benedictina. La reforma de san Silvestre (1177-1267), fundador de los Benedictinos de Montefano, que subsiste también hoy como congregación asociada a la Confederación Benedictina. La reforma de san Bernardo Tolomei (1272-1348), que dio origen a los Benedictinos de Monte Oliveto, hoy también parte integrante de la Confederación Benedictina.

Después de agitados períodos de la historia, como la Reforma en Alemania y los Países Bajos, la expulsión o ejecución de religiosos católicos por Enrique VIII en Inglaterra, seguido del período revolucionario en Francia, así como también la decadencia de la disciplina en los monasterios, llevó a que se diezmara la población de monjes. Después de la Revolución francesa, fue Dom Prosper Guéranger quien hizo renacer la orden benedictina en Solesmes a partir de 1833, en Francia.

En la Edad Media los monjes benedictinos llevaban camisa de lana y escapulario. El hábito o vestidura superior es negro, por lo que el pueblo los llamó los monjes negros, en oposición a los cistercienses, que llevan túnica blanca y escapulario negro, denominados los monjes blancos.

DIFUSIÓN DE LA REGLA (SIGLOS VI-X).

Según el relato de su vida, San Benito es fundador y abad del monasterio de Montecassino. De acuerdo a la tradición, el papa Gregorio Magno es quien encomienda hacia el año 597 a un grupo de monjes de la región vecina a Roma la evangelización de los anglosajones en la provincia romana de Inglaterra. Allí el líder de este grupo, San Agustín de Canterbury, habría propagado la vida benedictina fundando varios monasterios. En el S. VIII, desde Inglaterra parte la misión de otro monje-obispo: San Bonifacio, quien predica el Evangelio especialmente en la provincia de Germania, funda monasterios, y corona su vida con el martirio, acaecido en la Galia en 754. La difusión de la Regla benedictina por toda Europa fue realizándose gradualmente, siendo adoptada en los monasterios ya existentes y en los nuevos monasterios que se van fundando. Otro monje de nombre Benito, más tarde conocido como San Benito de Aniano (750-821), es el primer gran reformador monástico. Estudia y recopila las diversas Reglas monásticas existentes, y promueve la implantación de la Regla de San Benito en los monasterios del imperio carolingio. En el año 910 surge en la Galia el monasterio de Cluny, cuyos primeros santos abades buscaron manifestar por medio de la liturgia, el trabajo manual y la caridad, su búsqueda de la Belleza de Dios. La alabanza se convirtió en el centro de su vida monástica. Cluny formó una gran Congregación de monasterios, y fué durante varios siglos un foco de irradiación para toda la cristiandad. Algunos de sus monjes, entre ellos Hildebrando - luego San Gregorio VII -, ocuparon la cátedra de Pedro.

CONGREGACIONES Y ÓRDENES (Siglos XI-XVII).

En toda Europa continuaron surgiendo monasterios, y nacieron nuevas familias monásticas inspiradas en la Regla de San Benito: Camaldoli, Valleumbrosa, los Silvestrinos, Monte Oliveto, el Cister. Esta última tuvo un papel preponderante. Fundado por San Roberto en 1098, se afianza y expande con San Bernardo de Claraval (1090-1153), quien le da su contenido doctrinal y su cohesión como Orden monástica, extendiéndose rápidamente por toda Europa. El IV Concilio Lateranense (1215) prescribe reuniones trienales a los abades de los monasterios de una misma región, y visitas periódicas para velar por la observancia. El papa Benedicto XII reagrupa los monasterios en provincias. Así surgen las primeras Congregaciones Benedictinas: Melk (Austria), Sta. Justina de Padua (Italia), Bursfeld (Alemania), Valladolid (España), Pannonhalma (Hungria). El Concilio de Trento (1563) dió a estas Congregaciones un carácter canónico, y estableció normas para el noviciado y las visitas canónicas. Entretanto llega el monacato a tierras americanas por medio de la Congregación Benedictina de Portugal, primera en establecer monasterios en el nuevo mundo. En 1581 se funda el primer monasterio de toda América: São Sebastião do Bahia (nordeste del Brasil), y le siguen fundaciones en Rio de Janeiro (1586), Olinda (1590), Paraiba do Norte (1596) y São Paulo (1598). En 1596 se constituye la Provincia brasilera de la Congregación Benedictina de Portugal. En Francia, en 1618 surge la Congregación de San Mauro. El trabajo intelectual de sus monjes dió a la "lectio divina" y al estudio un lugar importante en la vida de los monasterios. En esta misma época comienza una nueva reforma dentro del Cister: el abad Rancé, del monasterio de La Trappe (Francia), impulsa un retorno a la letra de la Regla de San Benito, en espíritu de penitencia, oración y trabajo manual. Nace así la Orden Cisterciense Reformada ó de la Estricta Observancia, más conocida como Trapenses.

RESTAURACIÓN (Siglos XVIII-XIX).

Hacia finales del s. XVIII y comienzos del s. XIX, es llevada a cabo en toda Europa, por motivos políticos, la sistemática supresión de las órdenes religiosas. Pero a mediados del s. XIX comienza la restauración de la vida benedictina. En 1833 Dom Prosper Gueranger restaura la abadía de Saint Pierre de Solesmes (Francia); en 1850 Dom Jean Baptiste Muard funda La-Pierre-qui-Vire (Francia); en 1863 los hermanos Plácido y Mauro Wolter reinician la vida benedictina en Beuron (Alemania). Junto con las restauraciones de los monasterios se van creando nuevas Congregaciones. En Italia, Dom Pedro Casaretto realiza la reforma de los monasterios que le encomendara el papa Pio IX, y da origen de la Congregación de Subiaco. En Brasil, los monasterios constituyen en 1827 la Congregación Benedictina Brasilera. Decenios más tarde dicha congregación necesitaría un nuevo impulso, que se concretó con la llegada en 1895 de monjes de Beuron (Alemania). Entre 1841 y 1881 se realizan las fundaciones de benedictinos y cistercienses en los Estados Unidos de Norteamérica. En 1884 surge en Alemania la Congregación de Santa Otilia. Ya en el s. XX, las monjas del monasterio de Stanbrook (Inglaterra) fundan en 1911 el primer monasterio benedictino femenino de América Latina en São Paulo (Brasil). El papa León XIII contribuye a dar fuerza al movimiento expansivo de las diversas Congregaciones benedictinas con la creación de la Confederación Benedictina en el año 1893, a cuyo frente coloca al Abad Primado, elegido como signo visible de unidad entre todos los abades de la Orden. Dicho Papa restaura también la Abadía de San Anselmo en Roma, que había sido fundada por Inocencio XI en 1687. Este monasterio comienza a ser desde entonces sede del Abad Primado y casa de estudios para toda la Confederación Benedictina.

LA CONFEDERACIÓN BENEDICTINA (SIGLO XX)

La Orden Benedictina es canónicamente una Confederación de Congregaciones, formada por las siguientes Congregaciones Benedictinas (entre paréntesis los países donde poseen monasterios):

1.Congregación Casinense (Italia) 2.Congregación Inglesa (Gran Bretaña, EEUU, Perú, Zimbabwe)
3.Congregación Húngara (Hungría, Brasil, Austria)
4.Congregación Helvetica (Suiza, Camerún)
5.Congregación Austriaca (Austria)
6.Congregación Bavara (Alemania)
7.Congregación Brasilera (Brasil)
8.Congregación Solesmense (Francia, EEUU, España, Lituania, Gran Bretaña, Canadá, Holanda, Senegal)
9.Congregación Americano-Casinense (EEUU, China, Japón, Bahamas, Brasil, Colombia, Canadá, México, Puerto Rico)
10.Congregación Sublacense (Provincias: Italiana, Inglesa, Holandesa, Francesa, Española, Alemana, de Africa y Madagascar, Filipina, Vietnamita)
11.Congregación Beuronense (Alemania, Austria)
12.Congregación Helvetico-Americana (EEUU, Belice, México, Guatemala, Canadá)
13.Congregación Otiliense (Alemania, Corea del Sud, Tanzania, EEUU, Venezuela, Austria, Suiza, Sudáfrica, Kenya, Colombia, Filipinas, Uganda, India, China)
14.Congregación de la Anunciación (Bélgica, Ruanda, Zaire, Trinidad y Tobago, Guyana, Irlanda, Nigeria, Polonia, Alemania, EEUU, Perú, India, Francia)
15.Congregación Eslava (República Checa, Eslovaquia, Hungría)
16.Congregación Olivetana (Italia, Francia, Brasil, EEUU, Gran Bretaña, Israel, Guatemala, Corea del Sud, México)
17.Congregación Vallumbrosana (Italia, Brasil)
18.Congregación Camaldulense (Italia, EEUU, Brasil)
19.Congregación Silvestrina (Italia, Sri Lanka, EEUU, Australia, India)
20.Congregación del Cono Sur (Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay)

ESTRUCTURA DE LA CONFEDERACIÓN BENEDICTINA.

•Monasterios benedictinos masculinos: 335 monasterios (270 abadías, 15 prioratos y 50 casas dependientes) con alrededor de 8000 monjes
•Congregaciones Benedictinas: los monasterios masculinos forman 20 Congregaciones Benedictinas (enumeradas arriba). Todas juntas forman la Confederación Benedictina (llamada tradicionalmente: Orden Benedictina)
•Monasterios benedictinos femeninos: 840 abadías y monasterios femeninos, con alrededor de 16000 monjas y hermanas. Forman 61 Congregaciones y Federaciones asociadas a la Confederación Benedictina.•Abades Presidentes: cada una de las Congregaciones Benedictinas masculinas elige un Abad Presidente
•Sínodo de Abades Presidentes: reunión anual de los Abades Presidentes de todas las Congregaciones Benedictinas
•Congreso de Abades: reunión cuatrienal de los Abades de todos los monasterios pertenecientes a la Confederación Benedictina
•Abad Primado: elegido por el Congreso de Abades, representa a toda la Confederación Benedictina.

MONJAS BENEDICTINAS EN MURCIA.

El edificio actual, sede de las Religiosas Benedictinas se encuentra ubicado junto al Santuario de La Fuensanta con una pasarela interior que permite el acceso al Santuario de las monjas. Dicho edificio es de planta rectangular y varias alturas. Posee un piso bajo, un cuerpo central y un piso alto. La decoración de las fachadas se hace a base de ventanas enmarcadas, siendo las del piso inferior y superior, de dimensiones más reducidas que las del piso central. Anteriormente dicho edificio albergaba el Hotel de La Fuensanta con máximo auge en los años 70, un hotel de lujo en el monte que no encontró el suficiente apoyo para su mantenimiento.

Además posee una portada en piedra de color blanco que enmarca la puerta y la ventana del piso noble, con la técnica del almohadillado típico romano.

Sus fachadas se articulan a base de una especie de verdugadas, de distinta piedra, es decir, el paramento más cercano a las ventanas se hace con un tratamiento más pulido, mientras que las franjas centrales de los paramentos, se hacen a base de un tratamiento más rústico. La cornisa superior, que sobresale bastante, protege al edificio de la lluvia.

El santuario se encuentra al cuidado de las monjas benedictinas y está rodeado de diferentes espacios y construcciones religiosas: la Fuente Santa con un frente de estilo renacentista y situada unos metros ladera abajo, la casa del Cabildo situada a unos cien metros en un cerro y el monasterio de las monjas benedictinas junto al santuario.


SANTUARIO DE LA FUENSANTA, UBICADO EN LA PEDANÍA DE ALGEZARES (MURCIA).

El Santuario de la Virgen de la Fuensanta se encuentra situado en la pedanía de Algezares en Murcia (España); se comenzó a construir en 1694 sobre los restos de una antigua ermita medieval. En este santuario se aloja la imagen de la Virgen de la Fuensanta, patrona de la ciudad de Murcia y su huerta.

El edificio actual comenzó a gestarse en 1694 en la sierra de Carrascoy en una zona en la que existieron diversas construcciones religiosas anteriores. Según la tradición durante la edad media se construyó una ermita en una cueva existente y que estaba cuidada por monjes, existiendo información sobre la misma desde 1429. Ante el deterioro de la ermita se realizan planes de reparación de la misma en 1624 y 1664, aunque su construcción no comienza hasta el 16 de febrero de 1694.

La imagen de la virgen de la Fuensanta era una más de las diversas imágenes existentes y se tenía conocimiento de la misma desde el siglo XV, celebrándose su culto durante la Encarnación y la Natividad. En alguna ocasión se habría celebrado una romería hasta el hospital, pero nunca hasta la catedral. A finales del siglo XVII se produjo una importante sequía y fueron muchos los fieles que fueron a rezar a la virgen y tras la romería al templo celebrada en 1694 finalizó la sequía, este hecho se repitió varias veces y de este modo a mitad del siglo XVIII la Virgen de la Fuensanta se convierte en la patrona de la ciudad lo que proporciona mayor relevancia al nuevo templo.


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Mensaje por Invitado Mar 14 Dic 2010, 9:04 pm

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SAN ESTEBAN, MARTIR.

Fecha de emisión: 24 Marzo 1970
Serie: 10 valores
Tirada: 7.500.000


San Esteban (del griego Stephanos, corona) fue diácono y protomártir, considerado el primer mártir cristiano.

La figura de San Esteban se encuadra a principios del siglo I, momento en el que el Cristianismo era considerado una secta más del Judaísmo. Según los Hechos de los Apóstoles, Esteban era el líder de los siete diáconos nombrados por los apóstoles en defensa de los judíos helenistas, esto es, aquellos judíos de la diáspora que hablaban griego a pesar de vivir en Jerusalén. Desde esta posición, Esteban denunciará las preferencias que la Iglesia daba a los judíos hebreos frente a los judíos helenistas, condenando a su vez el uso del Templo de Jerusalén como asiento de la idolatría contraria a la Ley de Moisés y afirmando que sólo Jesús estaba llamado a espiritualizar el culto del templo.

Estas ideas chocarán con los intereses materiales de la casta sacerdotal y con las creencias del pueblo judío, lo que acabará incomodando a los fariseos de algunas sinagogas, quienes acusarán a Esteban ante el Sanedrín de blasfemia contra Moisés y contra Yahveh. La asamblea lo considerará culpable y Esteban será lapidado a las afueras de Jerusalén mientras, según la tradición, este oraba por sus verdugos, diciendo: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado". Entre los participantes se encontrará el futuro San Pablo, aunque las fuentes nos dicen que aparentemente no participó en el apedreamiento, sino que se limitó a cuidar la ropa de los que lo hacían.

A la muerte de Esteban, el grupo de los helenistas se dispersará por Palestina y Antioquía, donde la prédica se hará incluso a los paganos. El martirio de San Esteban supondrá el final del Cristianismo como secta del Judaísmo, al separar el culto cristiano del culto judío practicado en Jerusalén. Los helenistas sentarán las bases del Cristianismo concebido como una religión universal, no exclusivamente judía, concepto que más tarde llevará a su máxima expresión San Pablo y que se ratificará en el Concilio de Jerusalén.

SAN ESTEBAN
Protomártir
(† 37)
SU BIOGRAFÍA EN EL SANTORAL CATÓLICO.


Un lustro hacía que Cristo había muerto en la cumbre del Calvario. Día tras día, sus discípulos se iban aumentando en la Ciudad Santa, venidos unos de las sinagogas de Palestina, otros de entre los judíos de la Diáspora. Los primeros, celosos conservadores de la lengua y costumbres hebreas en toda su integridad, despreciaban a los segundos, que en su continuo ir y venir a través del Imperio habían perdido la rigidez farisaica en su concepto de la vida. Sin embargo, un mutuo amor unía a los convertidos de uno y otro bando, y, como dicen los Actos de los Apóstoles, en aquella santa multitud sólo había un alma y un corazón, como no había más que una bolsa común.

Pero el poder de la gracia no llegó a destruir todas las prevenciones. Parecíales a los helenizantes que en la distribución diaria salían ellos perjudicados, y esto dio motivo a quejas y murmuraciones. Los Doce se dieron cuenta de ello, y resolvieron apaciguar los ánimos con un acto de desinterés. «No conviene — dijeron a los creyentes — que, abandonando la predicación, sirvamos nosotros a las mesas. Escoged, pues, entre vosotros siete hombres de probidad reconocida, llenos del Espíritu Santo y eximios por su sabiduría, para que les encomendemos este ministerio.» Inmediatamente la asamblea escogió esos siete hombres y se los presentó a los Apóstoles para que les impusiesen las manos. Eran los primeros diáconos, los ministros temporales de aquel régimen comunista que adoptaron los primeros discípulos de Jesús. Todos ellos llevaban nombres griegos, lo cual parece ser un indicio de que procedían de entre el grupo de la Dispersión. Al frente de ellos se hallaba Esteban, «hombre lleno de fe».

Ellos debían administrar los bienes de la Iglesia, distribuir leí limosna entre los pobres y dispensar la Eucaristía a los fieles, y aun ayudar a los Apóstoles en la predicación. Por aquellos días, el grupo de los discípulos del Crucificado gozaba de paz y de respeto. Uno de los más grandes doctores, Gamaliel, le miraba con simpatía; varios de entre los sacerdotes y los levitas se habían agregado a él, y en cuanto a los jefes de la sinagoga, la familia de Anas, ocupábanse más de política que de religión. Nada al exterior distinguía a la fervorosa comunidad gobernada por Pedro del resto del judaísmo. Observaba la ley mosaica, acudía al templo tres veces al día y parecía acatar las viejas tradiciones. Sus miembros eran, a los ojos del pueblo, fariseos más perfectos que los demás, verdaderos celadores del mosaísmo. Pronto, sin embargo, nació la sospecha de que los discípulos de Cristo querían separarse de la sinagoga. Se les espió, se les odió, y el odio se convirtió en una persecución sangrienta.

Era natural que la primera manifestación de aquella tendencia separatista viniese de los helenizantes, ajenos ya a muchas prescripciones del espíritu farisaico y preparados a sacar las consecuencias de la enseñanza del Maestro cuando hablaba del culto en espíritu y en verdad, de la destrucción del templo, del remiendo que se echa a un vestido usado, del vino nuevo en odres viejos. Esteban fue el primero en predicar este aspecto de la buena nueva, y su intervención levantó las más furiosas contradicciones. Pedro y los demás Apóstoles callaban todavía, y esta actitud hace más notable la audacia del santo diácono. Nada nos dice el texto sagrado sobre su origen. Probablemente pertenecía al grupo de los helenizados, y es casi seguro que había visto a Jesús, puesto que le reconoció, próximo a morir viéndole a la diestra del Padre. Su historia comienza con la elección de los diáconos. Inmediatamente empieza a distinguirse por su intrepidez. «Estaba lleno de fe y del Espíritu Santo.» Como los Apóstoles, «empezó a obrar grandes prodigios y maravillas en el pueblo.» Hombre impetuoso, buscaba la controversia; instruido en las letras helénicas, buscaba a los doctores más ilustres de la Dispersión, y discutía en todas las sinagogas que los judíos de fuera de Palestina tenían en Jerusalén: la de los libertos de Roma, la de los alejandrinos, la de los cirenenses, la de los asiáticos y la de los de Cilicia, en la cual disputó acaso con el joven fariseo Saulo de Tarso.

El magnánimo diácono no se contentaba con exponer su doctrina, como los Apóstoles; la defendía acaloradamente, la presentaba con toda su claridad, deshacía argumentos de los adversarios, y siempre llegaba a la misma conclusión: poniendo a Cristo por encima de Moisés, declaraba su doctrina independiente de las prescripciones levíticas, llegando a decir que el templo dejaría de ser el único lugar donde Yahvé debía ser adorado. «Los jefes de las sinagogas de extranjeros se levantaban contra él, pero nadie podía resistir a la sabiduría y al Espíritu que en él hablaban.» A falta de argumentos, tenían un buen medio de ahogar la verdad: el que habían usado unos años antes contra el Maestro. Los sucesos políticos les ofrecieron un momento propicio para ello.

Desde su isla de Caprea, un viejo «alto y encorvado, de miembros frágiles, de frente calva, de faz roída por las úlceras y cubierta de emplastos», enviaba a Roma edictos de proscripción y de muerte. A pesar de todo, tenían que agradecer la política moderada de Tiberio. Poncio Pilato acababa de ser removido de Palestina por sus crueldades con los samaritanos, y Jerusalén estaba sin procurador. En este momento llega la noticia de la muerte de Tiberio, y los sanedritas se aprovechan de todas estas circunstancias para recuperar los derechos de vida y muerte que Roma les había retirado. El fanatismo se aumenta, y los doctores, humillados por la elocuencia del diácono, creen llegado el momento de ejecutar su venganza. Como en el proceso de Jesús, empezóse por alborotar a la muchedumbre. En medio de la agitación, los helenistas se arrojaron sobre Esteban y le arrastraron a la amplia sala del Gazith, contigua al Sancta Santorum, donde el Sanedrín tenía sus sesiones. Los testigos entraron uno a uno, hicieron su juramento y formularon su acusación. Era la misma que se había presentado contra Jesús, pero ahora los testimonios estaban más conformes. «Este hombre—decían todos ellos—no cesa de hablar contra el lugar santo y la ley, porque le hemos oído decir que Jesús de Nazareth destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que Moisés nos ha dejado.»

Esteban escuchaba sereno las acusaciones, y hasta miraba con cierto aire de agresividad. Cuando el gran sacerdote le preguntó: «¿Es verdad todo esto?», no quiso responder explícitamente, porque se proponía predicar por última vez su doctrina, como lo había hecho en las sinagogas. Aún conservamos, palabra por palabra, este discurso, recogido por los notarios del Sanedrín, y transmitido a San Lucas, probablemente por Saulo de Tarso, que fue uno de los jueces. Su concepción nos desconcierta a primera vista. Vemos al diácono internándose en una selva de recuerdos históricos y de digresiones que parecen no tener relación ninguna con su causa. Pero es el Oriente quien habla, y esa manera refleja un gusto plenamente oriental. «Hermanos y padres míos, escuchad.» Así empezó el acusado. Después continuó: «El Dios de gloria apareció a nuestro Padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, y le dijo: Sal de tu país y de tu parentela y ve a la tierra que Yo te mostraré. Entonces, saliendo de la tierra de los caldeos, habitó en Carán. Y después que murió su padre. Dios le hizo pasar a esta tierra que ahora habitáis... E hizo con él la alianza de la circuncisión, y más tarde, Abraham, habiendo engendrado a Isaac, le circuncidó al octavo día. Isaac circuncidó a Jacob; Jacob, a los doce patriarcas.»

Gran sorpresa en la concurrencia: un hombre sobre el cual pesa la pena capital, que no se defiende, ni se digna siquiera mirar a sus acusadores. Sin embargo, se le escucha, y se le escucha con complacencia. Todos miran su cara «como la cara de un ángel». Es joven y hermoso; el Espíritu obra en él, inflamando su corazón, su rostro y su mirada. Tal vez no han llegado a comprender la intención de esta primera parte del discurso: antes del pacto de la circuncisión, Dios puso sus ojos en Abraham sin mirar otra cosa que su fe. Es el pensamiento que más tarde desarrollará uno de aquellos oyentes, que ahora asaetea al diácono con miradas de odio. Habló luego de José, insinuando a los jueces que habían rechazado un Salvador más grande que el hijo de Jacob. Tampoco le comprendieron. Exalta la figura de Moisés, cuya ley se le acusaba de destruir; pero aduce textos mosaicos relativos a la cesación de la ley y del templo. Había tocado el fondo de la cuestión, y los sanedritas seguían escuchándole entre aburridos y desdeñosos; hasta que el reo, después de recordar los últimos tiempos de la historia de Israel, inflamado por una visión de infidelidades, matanzas y apostasías, exclamó sin poderse contener: «¡Cabezas duras, incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís eternamente al Espíritu Santo, lo mismo que vuestros padres. ¿Qué profeta no persiguieron? Mataron a los que anunciaban la venida del Justo, a quien vosotros habéis entregado y crucificado, vosotros que habéis recibido la ley por ministerio de los ángeles y no la guardáis.»

No pudo decir más. Un salvaje clamoreo se levantó del grupo venerable de los sanedritas. Parecían una manada de lobos que aullaban en uno de esos accesos de furia que sólo el Oriente conoce. Seguro de que iba a morir, levantó los ojos al Cielo, y, en un arrobamiento inefable, exclamó: «He aquí que veo los Cielos abiertos y al Hijo del Hombre en pie a la diestra de Dios.» Estas palabras, las mismas que Cristo había pronunciado para anunciar su próximo triunfo, parecieron una nueva blasfemia. Gritando frenéticamente y tapándose los oídos, se arrojaron sobre Esteban y le sacaron de la ciudad para apedrearle. Atravesaron la Puerta Dorada, y al llegar al valle del Cedrón, enfrente de Gethsemaní, los testigos, «colocando sus mantos a los pies de un adolescente que se llamaba Saulo», arrojaron las primeras piedras. El protomártir, acordándose del ejemplo del Maestro, poniéndose de rodillas, clamó en voz alta: «Señor, no les imputes esto a pecado.» Luego volvió a caer y se durmió en el Señor.

BENEDICTO XVI TRAZA UNA SEMBLANZA DE SAN ESTEBAN, EL PRIMER MÁRTIR.

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 10 enero 2007, intervención de Benedicto XVI durante la audiencia general de este miércoles dedicada a presentar la figura del primer mártir del cristianismo, san Esteban.

Queridos hermanos y hermanas:
Después de las fiestas, volvemos a nuestras catequesis. Había meditado con vosotros en las figuras de los doce apóstoles y de san Pablo. Después habíamos comenzado a reflexionar en otras figuras de la Iglesia naciente. De este modo, hoy queremos detenernos en la persona de san Esteban, festejado por la Iglesia el día después de Navidad. San Esteban es el más representativo de un grupo de siete compañeros. La tradición ve en este grupo el germen del futuro ministerio de los «diáconos», si bien hay que destacar que esta denominación no está presente en el libro de los «Hechos de los Apóstoles». La importancia de Esteban, en todo caso, queda clara por el hecho de que Lucas, en este importante libro, le dedica dos capítulos enteros.

La narración de Lucas comienza constatando una subdivisión que tenía lugar dentro de la Iglesia primitiva de Jerusalén: estaba formada totalmente por cristianos de origen judío, pero entre éstos algunos eran originarios de la tierra de Israel, y eran llamados «hebreos», mientras que otros procedían de la de fe judía en el Antiguo Testamento de la diáspora de lengua griega, y eran llamados «helenistas». De este modo, comenzaba a perfilarse el problema: los más necesitados entre los helenistas, especialmente las viudas desprovistas de todo apoyo social, corrían el riesgo de ser descuidas en la asistencia de su sustento cotidiano. Para superar estas dificultades, los apóstoles, reservándose para sí mismos la oración y el ministerio de la Palabra como su tarea central, decidieron encargar a «a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría» para que cumplieran con el encargo de la asistencia (Hechos 6, 2-4), es decir, del servicio social caritativo. Con este objetivo, como escribe Lucas, por invitación de los apóstoles, los discípulos eligieron siete hombres. Tenemos sus nombres. Son: «Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquia. Los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos» (Hechos 6,5-6).

El gesto de la imposición de las manos puede tener varios significados. En el Antiguo Testamento, el gesto tiene sobre todo el significado de transmitir un encargo importante, como hizo Moisés con Josué (Cf. Números 27, 18-23), designando así a su sucesor. Siguiendo esta línea, también la Iglesia de Antioquía utilizará este gesto para enviar a Pablo y Bernabé en misión a los pueblos del mundo (Cf. Hechos 13, 3). A una análoga imposición de las manos sobre Timoteo para transmitir un encargo oficial hacen referencia las dos cartas que San Pablo le dirigió (Cf. 1 Timoteo 4, 14; 2 Timoteo 1, 6). El hecho de que se tratara de una acción importante, que había que realizar después de un discernimiento, se deduce de lo que se lee en la primera carta a Timoteo: «No te precipites en imponer a nadie las manos, no te hagas partícipe de los pecados ajenos» (5, 22). Por tanto, vemos que el gesto de la imposición de las manos se desarrolla en la línea de un signo sacramental. En el caso de Esteban y sus compañeros se trata ciertamente de la transmisión oficial, por parte de los apóstoles, de un encargo y al mismo tiempo de la imploración de una gracia para ejercerlo.

Lo más importante es que, además de los servicios caritativos, Esteban desempeña también una tarea de evangelización entre sus compatriotas, los así llamados «helenistas». Lucas, de hecho, insiste en el hecho de que él, «lleno de gracia y de poder» (Hechos 6, 8), presenta en el nombre de Jesús una nueva interpretación de Moisés y de la misma Ley de Dios, relee el Antiguo Testamento a la luz del anuncio de la muerte y de la resurrección de Jesús. Esta relectura del Antiguo Testamento, relectura cristológica, provoca las reacciones de los judíos que interpretan sus palabras como una blasfemia (Cf. Hechos 6, 11-14). Por este motivo, es condenado a la lapidación. Y san Lucas nos transmite el último discurso del santo, una síntesis de su predicación.

Como Jesús había explicado a los discípulos de Emaús que todo el Antiguo Testamento habla de Él, de su cruz y de su resurrección, de este modo, san Esteban, siguiendo la enseñanza de Jesús, lee todo el Antiguo Testamento en clave cristológica. Demuestra que el misterio de la Cruz se encuentra en el centro de la historia de la salvación narrada en el Antiguo Testamento, muestra realmente que Jesús, el crucificado y resucitado, es el punto de llegada de toda esta historia. Y demuestra, por tanto, que el culto del templo también ha concluido y que Jesús, el resucitado, es el nuevo y auténtico «templo». Precisamente este «no» al templo y a su culto provoca la condena de san Esteban, quien, en ese momento --nos dice san Lucas--, al poner la mirada en el cielo vio la gloria de Dios y a Jesús a su derecha. Y mirando al cielo, a Dios y a Jesús, san Esteban dijo: «Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre que está en pie a la diestra de Dios» (Hechos 7, 56). Le siguió su martirio, que de hecho se conforma con la pasión del mismo Jesús, pues entrega al «Señor Jesús» su propio espíritu y reza para que el pecado de sus asesinos no les sea tenido en cuenta (Cf. Hechos 7,59-60).

El lugar del martirio de Esteban, en Jerusalén, se sitúa tradicionalmente algo más afuera de la Puerta de Damasco, en el norte, donde ahora se encuentra precisamente la iglesia de Saint- Étienne, junto a la conocida «École Biblique» de los dominicos. Al asesinato de Esteban, primer mártir de Cristo, le siguió una persecución local contra los discípulos de Jesús (Cf. Hechos 8, 1), la primera que se verificó en la historia de la Iglesia. Constituyó la oportunidad concreta que llevó al grupo de cristianos hebreo-helenistas a huir de Jerusalén y a dispersarse. Expulsados de Jerusalén, se transformaron en misioneros itinerantes. «Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Buena Nueva de la Palabra» (Hechos 8, 4). La persecución y la consiguiente dispersión se convierten en misión. El Evangelio se propagó de este modo en Samaria, en Fenicia, y e Siria, hasta llegar a la gran ciudad de Antioquía, donde, según Lucas, fue anunciado por primera vez también a los paganos (Cf. Hechos 11, 19-20) y donde resonó por primera vez el nombre de «cristianos» (Hechos 11,26).

En particular, Lucas especifica que los que lapidaron a Esteban «pusieron sus vestidos a los pies de un joven llamado Saulo» (Hechos 7, 58), el mismo que de perseguidor se convertiría en apóstol insigne del Evangelio. Esto significa que el joven Saulo tenía que haber escuchado la predicación de Esteban, y conocer los contenidos principales. Y San Pablo se encontraba con probabilidad entre quienes, siguiendo y escuchando este discurso, «tenían los corazones consumidos de rabia y rechinaban sus dientes contra él» (Hechos 7, 54). Podemos ver así las maravillas de la Providencia divina: Saulo, adversario empedernido de la visión de Esteban, después del encuentro con Cristo resucitado en el camino de Damasco, reanuda la interpretación cristológica del Antiguo Testamento hecha por el primer mártir, la profundiza y completa, y de este modo se convierte en el «apóstol de las gentes». La ley se cumple, enseña él, en la cruz de Cristo. Y la fe en Cristo, la comunión con el amor de Cristo, es el verdadero cumplimiento de toda la Ley. Este es el contenido de la predicación de Pablo. Él demuestra así que el Dios de Abraham se convierte en el Dios de todos. Y todos los creyentes en Cristo Jesús, como hijos de Abraham, se convierten en partícipes de las promesas. En la misión de san Pablo se cumple la visión de Esteban.

La historia de Esteban nos dice mucho. Por ejemplo, nos enseña que no hay que disociar nunca el compromiso social de la caridad del anuncio valiente de la fe. Era uno de los siete que estaban encargados sobre todo de la caridad. Pero no era posible disociar caridad de anuncio. De este modo, con la caridad, anuncia a Cristo crucificado, hasta el punto de aceptar incluso el martirio. Esta es la primera lección que podemos aprender de la figura de san Esteban: caridad y anuncio van siempre juntos.

San Esteban nos habla sobre todo de Cristo, de Cristo crucificado y resucitado como centro de la historia y de nuestra vida. Podemos comprender que la Cruz ocupa siempre un lugar central en la vida de la Iglesia y también en nuestra vida personal. En la historia de la Iglesia no faltará nunca la pasión, la persecución. Y precisamente la persecución se convierte, según la famosa fase de Tertuliano, fuente de misión para los nuevos cristianos. Cito sus palabras: «Nosotros nos multiplicamos cada vez que somos segados por vosotros: la sangre de los cristianos es una semilla» («Apologetico» 50,13: «Plures efficimur quoties metimur a vobis: semen est sanguis christianorum»). Pero también en nuestra vida la cruz, que no faltará nunca, se convierte en bendición. Y aceptando la cruz, sabiendo que se convierte y es bendición, aprendemos la alegría del cristiano, incluso en momentos de dificultad. El valor del testimonio es insustituible, pues el Evangelio lleva hacia él y de él se alimenta la Iglesia. San Esteban nos enseña a aprender estas lecciones, nos enseña a amar la Cruz, pues es el camino por el que Cristo se hace siempre presente de nuevo entre nosotros.

Al final de la audiencia el Papa saludó a los peregrinos en varios idiomas. En español, dijo:

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy queremos poner de relieve la figura de Esteban, testigo preclaro del Evangelio y primer mártir cristiano. El Nuevo Testamento lo muestra como el más representativo de los llamados «siete diáconos», a los cuales impusieron las manos los Apóstoles, indicando así que les conferían un encargo, e imploraban sobre ellos la gracia divina para ejercerlo. Les encomendaron una tarea específica: atender con equidad a los todos los necesitados de la comunidad cristiana, fueran de origen judío o griego.

Estos diáconos no sólo se ocupaban del servicio caritativo: Esteban, sobre todo, proclamó también el Evangelio, interpretando de modo nuevo toda la historia del pueblo de Israel desde la perspectiva central de Cristo. Eso provocó la persecución y la condena a muerte, muriendo lapidado. Corroboró así su testimonio de fe derramando por ella su sangre. Hoy sigue enseñándonos a no disociar el compromiso social del anuncio valiente de la fe, y a no decaer ante las dificultades, aunque nos cueste la vida.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de Latinoamérica y de España. Que el ejemplo de san Esteban nos enseñe el valor insustituible del testimonio personal, al que nos conduce el Evangelio y del cual se alimenta la Iglesia.

Muchas gracias por vuestra presencia.


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Mensaje por Invitado Miér 15 Dic 2010, 1:21 am

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FELIPE II DE ESPAÑA.

Fecha de emisión: 13 Noviembre 1961
Serie: 6 valores
Tirada: 3.500.000


Felipe II de Austria (o Habsburgo), llamado El Prudente (Valladolid, 21 de mayo de 1527 – San Lorenzo de El Escorial, 13 de septiembre de 1598), fue Rey de España desde el 15 de enero de 1556 hasta su muerte, de Nápoles y Sicilia desde 1554 y de Portugal y los Algarves (como Felipe I) desde 1580, realizando una ansiada unión dinástica con Portugal, que duró 60 años. Fue asimismo Rey de Inglaterra, por su matrimonio con María I, entre 1554 y 1558.

Hijo y heredero de Carlos I de España e Isabel de Portugal y Aragón, hermano de María de Austria y Juana de Austria, nieto por vía paterna de Juana I de Castilla y Felipe I y de Manuel I de Portugal y María de Aragón por vía materna. Murió a los 71 años de edad el 13 de septiembre de 1598, tras pasar unos años en unas condiciones de vida malas debido a la enfermedad que padecía, y que se agravaba con el paso del tiempo.

Desde su muerte fue presentado por sus defensores como arquetipo de virtudes, y como un monstruo fanático y despótico por sus enemigos. Esta dicotomía entre la Leyenda Negra y la Leyenda Blanca o Rosa fue favorecida por el propio Rey Prudente, que se negó a que se publicaran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia. Aún hoy en día, la historiografía anglosajona y protestante representa a Felipe II como un ser fanático, despótico, criminal, monstruo imperialista y genocida. Sus victorias fueron minimizadas hasta lo anecdótico (salvo unos pocos ejemplos como la Batalla de Lepanto) y sus derrotas magnificadas en exceso, a pesar de que no supusieron grandes cambios políticos o militares, como la pérdida de una pequeña parte de la Grande y Felicísima Armada debido a un fuerte temporal, que además los historiadores anglosajones "transformaron" en una gran victoria inglesa.

Durante su gobierno, el Imperio español dirigió la exploración global y la extensión colonial a través del Atlántico y Océano Pacífico, convirtiéndose durante mucho tiempo en el principal país y potencia europea en todo el mundo. Su imperio, el Imperio español se convirtió bajo su gobierno en el primer imperio global, porque por primera vez un imperio abarcaba posesiones en todos los continentes, las cuales, a diferencia de lo que ocurría en el Imperio romano o en el Carolingio, no se comunicaban por tierra las unas con las otras.

EXTENSIÓN DE LA MONARQUÍA.

DUQUE DE MILÁN.


Tras la muerte, el 1 de noviembre de 1535, de Francisco II, último Sforza, el Ducado de Milán quedó sin soberano. Los reyes de Francia, emparentados con la familia Visconti, reclamaban el ducado. Esta fue una de las causas de las sucesivas guerras italianas. Francisco I vio en la muerte del duque de Milán una nueva oportunidad para hacerse con el territorio, originando una tercera guerra contra Carlos I de España, que acabó con la Tregua de Niza en 1538.

En 1540 el ducado seguía sin soberano, estando a cargo de un gobernador. En un primer momento, el propio Carlos I pensó nombrarse a sí mismo duque, ya que Milán era un Estado feudatario del Sacro Imperio Romano Germánico y, el emperador tenía potestad para conceder el título. Pero esto podría ser considerado un casus belli en Francia, y además, dañaría su imagen de libertador y no conquistador. Entonces decidió conceder el título al príncipe Felipe. El 11 de octubre de 1540 fue investido Felipe como duque de Milán. La ceremonia fue secreta y no se consultó con los príncipes electores para evitar problemas internacionales.

En 1542 estalló una nueva guerra entre Francia y España. Entre las condiciones de la Paz de Crépy, que puso fin a las hostilidades en 1544, se encontraba la boda de Carlos, duque de Orleans e hijo de Francisco I, con la hija de Carlos I, María de Habsburgo (y los Países Bajos y el Franco-Condado como dote), o con la hija del Rey de Romanos Fernando, Ana de Habsburgo (y Milán como dote). La elección fue Milán, pero en 1545 la muerte del duque de Orleans dejó sin validez los acuerdos. Nuevamente de forma secreta el príncipe Felipe fue investido Duque el 5 de julio de 1546.En 1550 se hizo finalmente público el nombramiento de Felipe y, el 10 de febrero del mismo año, Ferrante Gonzaga, gobernador de Milán, le prestó juramento de fidelidad en su nombre y en el de la ciudad.

REY DE NÁPOLES.

A finales de 1553 se anunció la boda de Felipe con su tía segunda María I de Inglaterra. Pero el problema era que Felipe era únicamente príncipe y duque, y era impensable el matrimonio de la reina con alguien de rango inferior. La solución de Carlos I fue renunciar al Reino de Nápoles en favor de su hijo.

El 24 de julio de 1554 Juan de Figueroa, enviado especial de Carlos I y Regente de Nápoles, llegó a Inglaterra con la investidura formal de Felipe como Rey de Nápoles y Duque de Milán. Al día siguiente se celebraron los esponsales.


REY DE INGLATERRA.

El 25 de julio de 1554 Felipe se casó con la reina María I de Inglaterra. Al final de la ceremonia fueron proclamados:

Felipe y María, por la gracia de Dios, Rey y Reina de Inglaterra, Francia, Nápoles, Jerusalén, Irlanda, Defensores de la Fe, Príncipes de España y Sicilia, Archiduques de Austria, Duques de Milán, Borgoña y Brabante, Condes de Habsburgo, Flandes y el Tirol, en el primero y segundo año de su reinado.

Las cláusulas matrimoniales eran muy rígidas (equiparables a las de los Reyes Católicos) para garantizar la total independencia del Reino de Inglaterra.

Felipe tenía que respetar las leyes y los derechos y privilegios del pueblo inglés. España no podía pedir a Inglaterra ayuda bélica o económica. Además, se pedía expresamente que se intentara mantener la paz con Francia.

Si el matrimonio tenía un hijo, se convertiría en heredero de Inglaterra, los Países Bajos y Borgoña. Si María muriese siendo el heredero menor de edad, la educación correría a cargo de los ingleses. Si Felipe moría, María recibiría una pensión de 60.000 libras al año, pero si fuera María la primera en morir, Felipe debía abandonar Inglaterra renunciando a todos sus derechos sobre el trono.

Felipe actuó conforme a lo estipulado en el contrato matrimonial y no se entrometió en el gobierno de su esposa. Durante gran parte de su reinado estuvo ausente, especialmente a partir de 1556 cuando su padre abdicó en él la Corona de España.

El 17 de noviembre de 1558 María murió sin descendencia, dejando Felipe de ser Rey de Inglaterra.

SOBERANO DE LOS PAÍSES BAJOS Y CONDE DE BORGOÑA.

En 1555 Carlos I, anciano y cansado decidió renunciar a más territorios en favor de su hijo Felipe. El 22 de octubre del mismo año, Carlos abdicó en Bruselas como Soberano Gran Maestre de la Orden del Toisón de Oro. Tres días después, en una grandiosa y ostentosa ceremonia ante decenas de invitados, se produjo la abdicación como Soberano de la Países Bajos y conde de Borgoña.

Carlos pensó que España defendiese desde esos territorios al Sacro Imperio Romano Germánico, más débil que Francia. A diferencia de Castilla, Aragón, Nápoles y Sicilia, los Países Bajos no eran parte de la herencia de los Reyes Católicos, y veían al monarca como un rey extranjero y lejano.

Los Estados del norte pronto se convirtieron en un gran campo de batalla, ayudados por Francia e Inglaterra, que explotaron la situación de rebelión constante de Flandes para debilitar a la Corona Hispánica.

REY DE ESPAÑA, SICILIA Y LAS INDIAS.

El 16 de enero de 1556, Carlos I en sus habitaciones privadas y sin ninguna ceremonia, cedió a Felipe la Corona de los Reinos Hispánicos, Sicilia y las Indias. Felipe ya desempeñaba funciones de gobierno desde 1544, después de que Carlos I escribiera en 1543, a su regreso a España, las Instrucciones de Palamós, que preparaban a Felipe para la regencia de los reinos peninsulares hasta 1550 cuando éste aún tenía dieciséis años.

Aunque durante su juventud vivió 12 años fuera de España en Suiza, Inglaterra, Flandes, Portugal, etc. Una vez convertido en Rey de España fijó su residencia en Madrid y potenció el papel de esta ciudad como capital de todos sus reinos.

REY DE PORTUGAL.

El 4 de agosto de 1578, tras la muerte sin descendientes del rey Sebastián I de Portugal en la batalla de Alcazarquivir, heredó el trono su tío abuelo, el cardenal Enrique. Durante el reinado de éste, Felipe II se convirtió, como hijo de Isabel de Avis, en candidato al trono portugués junto a Antonio, el prior de Crato, Caterina de Portugal y Ranuccio I Farnesio. Los principales aspirantes eran Felipe, con el apoyo de la nobleza y el alto clero, y Antonio, apoyado por la gran mayoría del pueblo llano.

A la muerte de Enrique I, Antonio se autoproclamó Rey de Portugal el 24 de julio de 1580. Ante tal hecho, Felipe II reaccionó enviando a un ejército al frente del duque de Alba para luchar contra el prior de Crato y reclamar sus derechos al trono. La batalla de Alcántara culminó una rápida y exitosa campaña militar que obligó a Antonio a huir y refugiarse en las islas Azores (de donde fue desalojado en 1583 tras la batalla de la Isla Terceira).

Una vez tomada Lisboa, Felipe II fue proclamado Rey de Portugal el 12 de septiembre de 1580 con el nombre de Felipe I y jurado como tal por las Cortes reunidas en Tomar el 15 de abril de 1581.

CULTURA Y ARTE.

El gobierno de Felipe II, coincide con la etapa conocida como Renacimiento. Aunque el cambio ideológico no es tan extremo como en otros países; no se rompe abruptamente con la tradición medieval, no desaparece la literatura religiosa, y será en el Renacimiento cuando surjan autores ascéticos y místicos; por ello se habla de un Renacimiento español más original y variado que en el resto de Europa.

La literatura religiosa está encabezada por escritores como: Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, fray Luis de Granada, San Juan de Ávila y fray Juan de los Ángeles.

Miguel de Cervantes empieza a escribir sus primeras obras.

La poesía renacentista de este se dividió en dos escuelas: la Salmantina (Fray Luis de León) y la Sevillana (Fernando de Herrera).

En el teatro destaca la figura de Lope de Vega, que aún acaparará más importancia en el reinado de Felipe III, al igual que Miguel de Cervantes.

Entre los pintores más famosos destacan El Greco, Tiziano, Antonio Moro o Brueghel el Viejo. Alonso Sánchez Coello fue el pintor de cámara de Felipe II.

Es el apogeo de los arquitectos españoles, entre los que destacan Juan de Herrera, Juanelo Turriano, Francisco de Mora o Juan Bautista de Toledo, que tiene como resultado la aparición de un nuevo estilo, que se caracteriza por el predominio de los elementos constructivos, la ausencia decorativa, las líneas rectas y los volúmenes cúbicos. Este estilo sería bautizado posteriormente como estilo herreriano. Construyeron edificios religiosos y mortuorios como el Monasterio del Escorial o la Catedral de Valladolid; civiles o administrativos como la Casa de la Panadería, o militares como la Ciudadela de Pamplona.

De hecho, a esta época, en la que existen escritores y dramaturgos de gran talla, y acaban de nacer los que destacarán bajo el gobierno de Felipe III, se le conoce como el Siglo de Oro o el apogeo de la cultura española.

ARQUITECTURA, ESTILO HERRERIANO.

A mitad del siglo XVI, la iniciación del Monasterio de San Lorenzo del Escorial como símbolo del poder de Felipe II de España por Juan Bautista de Toledo (fallecido en 1567) y Juan de Herrera supuso la aparición de un nuevo estilo, que se caracteriza por el predominio de los elementos constructivos, la ausencia decorativa, las líneas rectas y los volúmenes cúbicos. Significa además la introducción de los postulados manieristas provenientes de Italia.

Este estilo bautizado posteriormente como estilo herreriano en honor de la figura indiscutible de Juan de Herrera, dominó la arquitectura española durante casi un siglo, y entre sus seguidores se encuentran figuras tan relevantes como Francisco de Mora, Juan Gómez de Mora o el portugués Juan Gómez de Trasmonte establecido en México donde alcanzó a ser maestro mayor de su catedral ya en el siglo XVII.

En todos los casos, los conceptos de la arquitectura y urbanismo de España en el Renacimiento, fueron llevados a las colonias de América, dónde encontró campo fértil para su difusión dada la urbanización extensiva que se dio a lo largo de tres siglos y que recibió, también, a estilos posteriores como el Barroco y el Neoclásico.


OBRAS FAMOSAS:
FACHADA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA.


Fachada de la Universidad de Salamanca.
Construida hacia 1529 en Salamanca, es del tipo fachada-retablo, de autor anónimo. Utiliza elementos italinizantes como amorcillos, grutescos y tondos (el central con la imagen de los Reyes Católicos). Se considera el ejemplo más acabado del plateresco español, por la exquisita calidad de la talla y su exhaustiva minuciosidad.

'Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada (Pedro Machuca).
Este palacio es la muestra del más puro estilo renacentista. Sorprende por el juego de las dos formas geométricas ideales de la arquitectura renacentista: el cuadrado (la planta) y el círculo (el patio interior) en los que se alternan los órdenes clásicos.

MONASTERIO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL.

Enorme conjunto arquitectónico, palacio, panteón, iglesia y monasterio de 206 metros de fachada y 161 de fondo, culminación del renacimiento español. Edificado entre 1563 y 1584. Con su marcada simetría clasicista y su austera fachada, su estilo se conoce también como Escurialense o Herreriano.

Sacra Capilla del Salvador, (Diego de Siloé, Andrés de Vandelvira)
Esta iglesia-panteón, símbolo de Úbeda (Jaén), se sitúa en la Plaza Vázquez de Molina de la ciudad. El Salvador es la empresa más ambiciosa de toda la arquitectura religiosa privada del Renacimiento español. Fue declarada monumento histórico-artístico en 1931.

POLÍTICA INTERIOR.

Durante su reinado hizo frente a muchos problemas internos entre los cuales caben destacar: su hijo Carlos, su secretario Antonio Pérez y la guerra de las Alpujarras. También acabó con los focos protestantes en España, localizados principalmente en Valladolid y Sevilla.

EL PRINCIPE CARLOS (1545 a 1568) Y EL PROBLEMA DINÁSTICO.

El príncipe Carlos nació en 1545, hijo de su primera esposa María de Portugal con la que se casó dos años antes y la cual murió en el parto. Caracterizado por su desequilibrio mental, de muy posible origen genético pues tenía cuatro bisabuelos (en lugar de los ocho naturales) y seis tatarabuelos (en lugar de dieciséis), tuvo una complexión débil y enfermiza. Fue educado en la Universidad de Alcalá de Henares junto al hermanastro del rey, don Juan de Austria. Conspiró con poco disimulo con los rebeldes flamencos contra su padre. Tras asombrosos escándalos relacionados con esto, como el intento de acuchillar en público al Duque de Alba, fue detenido por su propio padre, procesado y encerrado en sus aposentos. Posteriormente fue trasladado al Castillo de Arévalo donde murió de inanición (se negaba a comer) y en total delirio en 1568. Este terrible hecho marcó profundamente, y de por vida, la personalidad del monarca.

De su segundo matrimonio con María Tudor no hubo hijos, pero de su tercer matrimonio con Isabel de Valois tuvo dos hijas, con lo que al morir en 1568 Isabel de Valois y su primogénito Carlos, Felipe II se encontró con 41 años, viudo y sin descendencia masculina. Éste fue uno de los peores años para Felipe II: a la tragedia personal se unían la rebelión en los Países Bajos y las Alpujarras, el avance imparable de la herejía protestante y calvinista en Francia y Europa Central, la piratería berberisca y el resurgir de la amenaza otomana tras el fracaso del Sitio de Malta y la muerte de Solimán el Magnífico.

En 1570, Felipe II se casa por cuarta vez, con Ana de Austria, hija de su primo el emperador Maximiliano II, con quien tuvo cuatro hijos, de los cuales sólo uno, Felipe (14 de abril de 1578 – 31 de marzo de 1621), futuro Felipe III, llegó a la edad adulta.

Quedando finalmente resuelto el problema de la descendencia, Ana de Austria moriría en 1580. Felipe II no volvería a casarse


LA REBELIÓN EN LAS ALPUJARRAS (1568 a 1571).

En 1567 Pedro de Deza, presidente de la Audiencia de Granada, proclama la Pragmática bajo orden de Felipe II. El edicto limita las libertades religiosas, lingüísticas y culturales de la población morisca.

Esto provoca una rebelión de los moriscos de las Alpujarras que Juan de Austria reduce militarmente.

La Rebelión de las Alpujarras fue un conflicto acontecido en España entre 1568 a 1571 durante el reinado de Felipe II. La abundante población morisca del reino de Granada se alzó en protesta contra la Pragmática Sanción de 1567, que limitaba las libertades religiosas de dicha población. Cuando el poder real consiguió vencer a los sublevados, se decidió dispersar a más de 80.000 moriscos procedentes del reino de Granada por varios puntos de la península Ibérica, para evitar que su concentración provocara nuevas rebeliones. Por la gravedad y la intensidad de sus combates también se le conoce como la Guerra de las Alpujarras.

Pedro de Deza, presidente de la Audiencia de Granada, emitió un edicto proclamando la pragmática el primero de enero de 1567 y comenzó a hacerlo cumplir. En los meses siguientes los moriscos se dispusieron a negociar a través de Jorge de Baeza y Francisco Núñez Muley, sus representantes, quienes defendieron que las tradiciones perseguidas por el edicto no eran incompatibles con la doctrina cristiana y que el comercio, principal actividad económica de la población morisca después de la agricultura, se podía ver afectado, con la consiguiente disminución de ingresos reales. Estos argumentos, que habían funcionado en negociaciones similares en tiempos de Carlos I, no lo hicieron en esta ocasión.

Tras un año de infructuosas negociaciones, la población morisca granadina decidió levantarse en armas en 1568. No recibieron mucho apoyo en la capital, pero la rebelión se extendió rápidamente por la Alpujarra. A la cabeza del levantamiento morisco se situó Fernando de Córdoba y Válor, que fue proclamado rey cerca de Narila y que se hacía llamar en árabe Abén Humeya (o Abén Omeya), por declararse descendiente la dinastía del Califato de Córdoba. Farax Aben Farax, uno de sus seguidores, fue nombrado alguacil mayor del rey. En 1569 Abén Humeya fue asesinado, ocupando su puesto como rey su primo Abén Aboo. La rebelión fue apoyada militar y económicamente desde Argelia, con el objetivo de debilitar a Felipe II, pasando de los 4.000 insurgentes en 1569 a los 25.000 en 1570, incluyendo bereberes y turcos.

La guerra, que comenzó con incursiones y emboscadas, sorprendió a Felipe II con la mayoría de sus tercios en los Países Bajos. En 1570, ante el grave cariz que tomaba la revuelta, el rey destituyó al marqués de Mondéjar como Capitán General de Granada y nombró en su lugar a su hermanastro don Juan de Austria, quien comandó un ejército regular traído de Italia y del levante español, que sustituyó a la milicia local y que consiguió sofocar la revuelta en 1571. Entre los que pelearon contra los moriscos estuvo el escritor Inca Garcilaso de la Vega. Los últimos rebeldes, tras perder el Fuerte de Juviles, fueron asediados en sus cuevas, muriendo Aben Aboo, apuñalado por sus seguidores, en una cueva de Bérchules.

Los moriscos de Granada que sobrevivieron fueron dispersados hacia otros lugares de la Corona de Castilla, especialmente hacía Andalucía Occidental y Castilla, para evitar otra rebelión. Finalmente en 1609 Felipe III decretó la total Expulsión de los moriscos españoles.

Existe una novela histórica escrita por Ildefonso Falcones llamada "La Mano de Fátima", cuya trama tiene como entorno la rebelión de los moriscos.

LA CRISIS DE ARAGÓN (1590 a 1591) Y ANTONIO PÉREZ.

Antonio Pérez, aragonés, fue el secretario del rey hasta 1579. Fue arrestado por el asesinato de Juan de Escobedo (hombre de confianza de don Juan de Austria) y por abusar de la confianza real al conspirar contra el rey.

La relación entre Aragón y la corona estaba algo deteriorada desde 1588 por el pleito del virrey extranjero y los problemas en el condado estratégico de Ribagorza. Cuando Antonio Pérez escapa a Zaragoza y se ampara en la protección de los fueros aragoneses, Felipe II intenta enjuiciar a Antonio Pérez mediante el tribunal de la Inquisición para evitar la justicia aragonesa (la Justicia Mayor aragonesa era teóricamente independiente al poder real). Este hecho provoca una revuelta en Zaragoza, que Felipe II reduce usando la fuerza.

ALTERACIONES DE ARAGÓN.

A una situación ya algo deteriorada en Aragón desde 1588 por el pleito del virrey extranjero y los problemas en el condado estratégico de Ribagorza, en abril de 1590 y ayudado por su esposa, Antonio Pérez escapó de su prisión en Madrid y huyó a Zaragoza, dónde pidió la protección de los fueros aragoneses y fue acogido al Privilegio de Manifestación - protección de la justicia aragonesa-. En Aragón encontró el apoyo del duque de Villahermosa (al que se le expropió sus dominios en Ribagorza), el Conde de Aranda, y principalmente Diego de Heredia (de la baja nobleza). Felipe II usó un tribunal contra el que los fueros aragoneses y la Justicia aragonesa no podían oponerse: La Inquisición. En septiembre de 1591 se trasladó a Antonio Pérez a la prisión de la Inquisición. Heredia y sus seguidores lo sacaron y lo dejaron libre, dirigiendo una revuelta, cuyo impacto fue casi exclusivamente en Zaragoza debido a que el campesinado y las villas no apoyaron la subversión, manifestándose a favor de Felipe II, tal vez dolidos por el uso del Privilegio de los Veinte, por parte de la ciudad y el miedo de posicionarse contra el rey por unos motivos, oscuros y no muy claros.

Felipe II ordenó a un ejército de 12.000 soldados cruzar la frontera con Aragón, y en octubre de 1591 se acabó con el levantamiento armado, a cuyo frente la Diputación del General del Reino de Aragón había opuesto un contingente de dos mil hombres encabezados por el Justicia de Aragón, Juan V de Lanuza, que avanzaron hasta Utebo para presentar batalla. Sin embargo, ante la gran superioridad de los Tercios reales, el ejército aragonés se disgregó, huyendo hacia el sur. Pérez y sus seguidores huyeron a Béarn (Francia) desde donde intentó una invasión fallida con la ayuda de Enrique de Navarra. A Heredia se le capturó en Francia y fue ejecutado, Juan V de Lanuza fue decapitado en la plaza del mercado, la misma suerte que corrieron muchos de los que apoyaron la revuelta. Villahermonsa y el Conde de Aranda fueron apresados en Épila, junto al justicia y enviados a Castilla donde murieron misteriosamente en prisión. Pérez escapó a Francia y más tarde a Inglaterra, lugares en donde estimuló la leyenda negra contra el monarca y murió en 1611. En diciembre de 1593 se retiraron las tropas de Felipe II de Aragón.

ACUERDO CON LAS CORTES ARAGONESAS.

En 1592 Felipe II convocó a las Cortes de Aragón en Tarazona. No se suprimió ninguna institución aragonesa, pero fueron remodeladas: El rey tenía ahora el derecho a nombrar a un virrey no aragonés; la Diputación del Reyno (comité de las Cortes) perdió parte del control sobre los ingresos aragoneses y vigilancia regional, quitándole además el poder de llamar a representantes de las ciudades; La Corona podía retirar de su puesto al Justicia de Aragón y la Corte de Justicia se puso bajo control del rey; y finalmente, se modificaron aspectos del sistema legal aragonés.

La mayoría de historiadores coincide en que el acuerdo en las Cortes de Tarazona fue un compromiso entre los nobles y el rey. Los nobles preferían aceptar la autoridad del rey como garante de sus privilegios aún cediendo poder en los fueros. Se coincide también en que Felipe II estaba en posición de haber acabado con los fueros y crear una estructura centralizada (tenía un ejército y los sublevados estaban solos con apoyo limitado en Aragón y sin el apoyo deseado de Cataluña ni Valencia). Pero no fue así, las causas son varias: Felipe II, a pesar de ser un monarca absoluto no se encontraba totalmente a disgusto reinando a través de virreyes y Consejos. Un intento centralizador hubiera requerido abolir los fueros en Cataluña y Valencia, los cuales no le dieron razón para ello pues fueron leales al rey durante la revuelta. Los componentes de la corona de Aragón pasaban por un momento de ya larga depresión económica y sus Cortes normalmente le concedían los créditos solicitados, además conservaba el mayor poder en las partes más ricas del Reino: Castilla y América. Pero no perdió la oportunidad para erosionar algunos poderes de la nobleza aragonesa a su favor limitando los fueros.

REFORMAS ADMINISTRATIVAS.

Su padre Carlos I había gobernado como un emperador, y como tal, España y principalmente Castilla habían sido fuente de recursos militares y económicos para unas guerras lejanas, de naturaleza estratégica, difíciles de justificar localmente puesto que respondían a su ambición personal (y aún más, a las ambiciones de la Casa de Austria) y que se habían convertido en carísimas con las innovaciones tecnológicas bélicas. Todo mantenido con los fondos castellanos y con las riquezas americanas, que llegaban a ir directamente desde América a los banqueros holandeses, alemanes y genoveses sin pasar por España.

Felipe II como su padre, fue un rey absolutista, continuó con las instituciones heredadas de Carlos I, y con la misma estructura de su imperio y autonomía de sus componentes. Pero gobernó como un rey nacional, España y especialmente Castilla eran ahora el centro del imperio, con su administración localizada en Madrid. Felipe II no visitó apenas sus territorios de fuera de la península y los administró a través de oficiales y virreyes quizá porque temía caer en el error de su padre, Carlos I, ausente de España durante los años de las rebeliones comuneras; quizá porque, a diferencia de su padre (que aprendió muy mayor el castellano) Felipe II se sentía profundamente español.

Convirtió España en el primer reino moderno, realizó reformas hidráulicas (presa del Monnegre) y una reforma de la red de caminos, con posadas, con una administración (y una burocracia) desconocida hasta entonces, los administrativos de Felipe II solían tener estudios universitarios, principalmente de las universidades de Alcalá y Salamanca, la nobleza también ocupaba puestos, aunque en menor cantidad. Ejemplos reseñables de su meticulosa administración son:

En 1561, Felipe II decide trasladar la sede de la corte y convierte Madrid en la primera capital permanente de la monarquía española. Desde entonces, salvo un breve intervalo de tiempo entre 1601 y 1606, bajo el gobierno de Felipe III, en el que la capitalidad pasó temporalmente a Valladolid, Madrid ha sido la capital de España y sede del Gobierno de la Nación.
La Grande y Felicísima Armada (Armada Invencible), de la que se conocía hasta el nombre del ínfimo grumete, mientras que los ingleses no tienen noticia cierta ni siquiera de todos los barcos que participaron.


Los tercios eran las mejores unidades militares de su época. Creados por su antecesor, Carlos I de España, fueron decisivos para Felipe II en las victorias que obtuvo frente a los franceses, ingleses y holandeses en su reinado (ver apartados correspondientes). Eran expertos en tácticas como el asedio (Asedio de Amberes).

Aparte de tener los mejores soldados, también disponía de los mejores generales de su época, tanto en tierra como en el mar. De estos destacan Duque de Alba, Alejandro Farnesio, Álvaro de Bazán y Juan de Austria entre otros.
Innovaciones militares en todos los sentidos. Aparición de los arcabuceros y mosqueteros, que combatían junto con los piqueros y la Caballería. Asimismo se disponía de artillería: desde cañones de bronce o hierro colado, medioscañones, culebrinas hasta falconetes. En el aspecto táctico, destaca la utilización de ataques por sorpresa nocturnos (Encamisada). Si se trataba de un asedio, los Tercios realizaban obras de atrincheramiento para rodear la plaza y aproximar los cañones y minas a los muros. Uno de los escuadrones se mantenía en reserva para rechazar cualquier tentativa de contraataque de los sitiados.

En el mar, destacaba la utilización masiva de galeones, ya que su combinación de tamaño, velamen y la posibilidad de transportar armamento y tropas lo hacían idóneo para las largas travesías oceánicas, combinando así la capacidad de transporte de las naves de carga con la potencia de fuego que requerían las nuevas técnicas de guerra en el mar, permitiendo disponer de barcos de transporte fuertemente armados.
Carlos I creó el 27 de febrero de 1537 la Infantería de Marina de España, convirtiéndola en la más antigua del mundo al asignar de forma permanente a las escuadras de galeras del Mediterráneo las compañías viejas del mar de Nápoles. Sin embargo, fue Felipe II el que creó el concepto actual de Fuerza de Desembarco, concepto que aún perdura en nuestros días.
Destinó gran cantidad de dinero para crear la mejor red de espionaje de la época. Es muy conocido el uso de la tinta invisible y de la escritura microscópica por parte de los servicios secretos de Felipe II. Bernardino de Mendoza, fue militar, embajador y jefe de los servicios secretos en diversas regiones del Imperio español bajo Felipe II y durante este tiempo estuvo destinado como embajador español en París. Una de las acciones más importantes atribuidas a este antepasado de los actuales servicios secretos, fue el asesinato de Guillermo de Orange a manos de Balthasar Gérard.

Creación del Camino Español, una ruta terrestre para transportar dinero y tropas desde las posesiones españolas en Italia, hacia los países bajos españoles.
El comercio con las colonias españolas estaba fuertemente controlado. Por ley, las colonias españolas sólo podían comerciar con un puerto en España (primero Sevilla, luego Cádiz). Los ingleses, holandeses y franceses trataron de romper el monopolio, pero este duró durante más de dos siglos. Gracias al monopolio, España se convirtió en el país más rico de Europa. Esta riqueza permitió sufragar sobre todo las guerras contra los protestantes del centro y norte de Europa. También causó una enorme inflación en el siglo XVI, lo que prácticamente destruyó la economía española.
Felipe II se comunicaba casi diariamente con sus embajadores, virreyes y oficiales repartidos por el imperio mediante un sistema de mensajeros que tardaba menos de tres días en llegar a cualquier parte de la península o unos ocho días en llegar a los Países Bajos.
En 1566 realizó una reforma monetaria con el fin de aumentar el valor del escudo de oro, y se pusieron en circulación diferentes especies de vellón rico.
En 1567 Felipe II encargó a Jerónimo Zurita y Castro reunir los documentos de Estado de Aragón e Italia y juntarlos con los de Castilla en el castillo de Simancas, creando uno de los mayores archivos nacionales de su tiempo.


El gobierno mediante Consejos instaurado por su padre seguía siendo la columna vertebral de su manera de dirigir el estado. El más importante era el Consejo de Estado del cual el rey era el presidente. El rey se comunicaba con sus Consejos principalmente mediante la consulta, un documento con la opinión del Consejo sobre un tema solicitado por el rey. Asimismo existían seis Consejos regionales: el de Castilla, de Aragón, de Portugal, de Indias, de Italia y de Países Bajos y ejercían labores legislativas, judiciales y ejecutivas.

Felipe II también gustaba de contar con la opinión de un grupo selecto de consejeros, formado por el catalán Luis de Requesens, el castellano duque de Alba, el vasco Juan de Idiáquez, el cardenal borgoñés Antonio Perrenot de Granvela y los portugueses Ruy Gómez de Silva y Cristóbal de Moura repartidos por diferentes oficinas o siendo miembros del Consejo de Estado.

Felipe II y su secretario se encargaban directamente de los asuntos más importantes, otro grupo de secretarios se dedicaba a asuntos cotidianos. Con Felipe II la figura de secretario del rey alcanzó una gran importancia, entre sus secretarios destacan Gonzalo Pérez, su hijo Antonio Pérez, el cardenal Granvela y Mateo Vázquez de Leca.

En 1586 se crea la Junta Grande, formada por oficiales y controlada por secretarios. Otras juntas dependientes de ésta, eran la de Milicia, de Población, de Cortes, de Arbitrios y de Presidentes.

FINANZAS.

Durante su reinado, la Hacienda Real se declaró en bancarrota tres veces (1557, 1575 y 1596), aunque, en realidad, eran suspensiones de pagos, técnicamente muy bien elaboradas según la economía moderna, pero completamente desconocidas por entonces.

Felipe II heredó una deuda de su padre de unos veinte millones de ducados, y dejó a su sucesor una cantidad que quintuplicaba esta deuda. En 1557, al poco de entrar al poder el rey, la Corona hubo de suspender los pagos de sus deudas declarando la primera bancarrota. Pero los ingresos de la Corona se doblaron al poco de llegar Felipe II al poder, y al final de su reinado eran cuatro veces mayor que cuando comenzó a reinar, pues la carga fiscal sobre Castilla se cuadruplicó y la riqueza procedente de América alcanzó valores históricos. Al igual que con su predecesor, la riqueza del Imperio recaía principalmente en Castilla, y dependía de los avances a gran interés de banqueros holandeses y genoveses. Por otra parte, también eran importantes los ingresos procedentes de América, los cuales suponían entre un 10% y un 20% anual de la riqueza de la Corona. Los mayores consumidores de ingresos fueron los problemas en los Países Bajos y la política en el Mediterráneo, juntos, unos seis millones de ducados al año.

El estado de las finanzas dependía totalmente de la situación económica castellana. Los Países Bajos eran los principales receptores de la lana castellana, y debido al ya abierto conflicto de los Países Bajos, la ruta lanera se interrumpió, lo que produjo una recesión en la economía castellana en 1575. Como consecuencia, en ese mismo año se produjo una segunda suspensión de pagos al declararse la segunda bancarrota. En 1577 se llegó un acuerdo con banqueros genoveses para seguir adelantando dinero a la Corona, pero a un precio muy alto para Castilla, que agravó su recesión. Esto se conoce como El Remedio General de 1577, que consistió en una consolidación de la deuda a largo plazo, pudiendo llegar a 70 u 80 años. Se entregaron así juros (bonos) a los acreedores como compromiso de la Corona de la devolución del dinero con un interés del 7%. Dicho dinero se iría devolviendo a medida que se volviera a tener de nuevo liquidez y con el aval de los metales americanos. Paralelamente, entre 1576 y 1588, Felipe usó la intermediación financiera de Simón Ruiz, que le facilitaba pagos, cobros y préstamos a través de letras de cambio.

Anteriormente a Felipe II ya existían diversos impuestos: La alcabala, impuesto de aduanas; la cruzada impuesto eclesiástico; el subsidio, impuesto sobre rentas y tierras; y las tercias reales, impuestos a órdenes militares. Felipe II además de subir estos durante su reinado, implantó otros, entre ellos el excusado en 1567, impuestos sobre parroquias. De la Iglesia Felipe II consiguió recaudar hasta el 20% de la riqueza de la Corona, lo que supuso la crítica de algunos eclesiásticos.

En 1590 se aprueban en las Cortes los millones, consistentes en ocho millones de ducados al año para los seis siguientes años, los cuales se dedicaron en la construcción de una nueva Armada y para la sangrante política militar. Esto terminó por arruinar a las ciudades castellanas y fulminar con los ya débiles intentos de industrialización que quedaban. En 1597 se produjo una nueva suspensión de pagos al declararse la tercera bancarrota, recurriéndose a un nuevo Remedio General. Esto provocó ya un endeudamiento de la Corona gigantesco y desproporcionado, pero permitió la continuación de la política exterior.

A la ya malparada situación económica en Castilla que recibió de Carlos I, Felipe II dejó España al borde de la crisis. La vida de los españoles del tiempo era dura: La población soportaba una inflación brutal, p.ej. el precio del grano subió un 50% entre los últimos cuatro años del siglo; la carga fiscal tanto en productores como en consumidores era excesiva. Debido a la inflación y la carga fiscal, cada vez existían menos negocios, mercaderes y empresarios dejaban sus negocios en cuanto podían adquirir un título nobiliario (con su baja carga fiscal). En las últimas Cortes, los diputados protestaron efusivamente ante otra demanda de más dinero por parte del rey, urgiendo por una retirada de los ejércitos de Flandes, buscar la paz con Francia e Inglaterra y concentrar su formidable poder militar y marítimo en la defensa de España y su Imperio. En 1598, Felipe II firmó la paz con Francia, con Flandes no consiguió un acuerdo e Inglaterra no ponía las cosas fáciles con su constante piratería y hostilidad hacia España. La situación se agravaría con Felipe III debido a la reducción de ingresos procedentes de América y se comenzarían a oír aún más voces acerca de que Castilla no podía seguir soportando la carga de tantas guerras y de que el resto de miembros debían también contribuir al bien común.

La presión fiscal en la Corona de Aragón sin ser tan brutal a la de Castilla, no era mucho menor. Pero en este caso, la mayor parte de lo recaudado no iba a formar parte de la Corona española, sino que gracias a la protección de los fueros, pasaban a formar parte de la riqueza de la oligarquía y de la nobleza de esos reinos. El comercio en el Mediterráneo para Aragón (especialmente Cataluña) seguía muy dañado por el dominio turco y la competencia de genoveses y venecianos.
Los ingresos procedentes de otras partes del imperio: Países Bajos, Nápoles, Milán, Sicilia se gastaban en sus propias necesidades. La anexión de Portugal fue económicamente un gran esfuerzo para Castilla, pues pasó a costear la defensa marítima de su extenso Imperio sin aportar Portugal nada al conjunto.

La mayoría de historiadores coincide en subrayar que la situación de pobreza que sumió al país al final de su reino está directamente relacionada por la carga del Imperio y su papel de defensor de la cristiandad. Durante el reinado de Felipe II apenas hubo un respiro en el esfuerzo militar. Hubo de compaginar dos durante la mayor parte de su reino: el Mediterráneo contra el poder turco y los Países Bajos contra los rebeldes. Al final de su reino contaba con tres frentes simultáneos: Los Países Bajos, Inglaterra y Francia. La única potencia capaz de soportar esta carga en el siglo XVI era España, pero con unos beneficios discutibles y a un precio muy alto para sus habitantes.

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FELIPE II REY DE ESPAÑA (Parte II)

POLÍTICA EXTERIOR, GUERRAS CON FRANCIA.

Mantuvo las guerras con Francia, por el apoyo francés a los rebeldes flamencos, obteniendo grandes victorias en San Quintín y Gravelinas (1558). La primera de ellas ocurrió el 10 de agosto de 1557, festividad de San Lorenzo, en recuerdo de lo cual hizo edificar el Monasterio de El Escorial, edificio con planta en forma de parrilla (1563–1584). En este monumental edificio, el más grande de su tiempo (y llamado entonces la octava maravilla del mundo), y concretamente en la Cripta Real están enterrados desde entonces casi todos los reyes españoles y sus miembros familiares más cercanos.

En la Paz de Cateau-Cambrésis de 1559, Francia reconoció la supremacía hispánica, los intereses españoles en Italia se vieron favorecidos y se pactó el matrimonio con Isabel de Valois. Los problemas continuaron a partir de 1568 por el apoyo a los rebeldes flamencos de los hugonotes franceses.

Al término de las guerras italianas en 1559, la Casa de Austria había conseguido asentarse como la primera potencia mundial, en detrimento de Francia. Los estados de Italia, que durante la Edad Media y el Renacimiento habían acumulado un poder desproporcionado a su pequeño tamaño, vieron reducido su peso político y militar al de potencias secundarias, desapareciendo algunos de ellos.

En 1582 Álvaro de Bazán, el mejor marinero de la época, derrota a una escuadra de Corsarios franceses en la Batalla de la Isla Terceira, en la que se emplearon por primera vez en la historia fuerzas de infantería de tierra para la ocupación de playa, barcos y terreno, lo que se considera como «el nacimiento de la Infantería de Marina»

CONFLICTOS CON LOS PAÍSES BAJOS.

Los Países Bajos fueron dejados a Felipe II en herencia por su padre, Carlos I, en unión del Franco Condado, para que España, la nación más poderosa del mundo, defendiera al Imperio de Francia. Por esta razón, era un punto a la vez estratégico y de debilidad para Felipe II. Estratégico pues a mediados del siglo XVI Amberes era el puerto más importante de Europa del norte, que servía como base de operaciones a la Armada española, y un centro donde se comerciaba con bienes de toda Europa y se vendía la lana castellana. Lana, de oveja merina, procesada en los Países Bajos que, vendida a precios razonables, llegaría manufacturada a España, con el correspondiente valor añadido, pero menor que si hubiera sido manufacturada en la península puesto que allí la mano de obra era más barata.

Una debilidad, pues para los Países Bajos no sólo supuso un cambio de rey sino también un cambio de «dueño», pasaron de formar parte de un imperio a formar parte del reino más poderoso de la época. A diferencia de Castilla, Aragón y Nápoles, los Países Bajos no eran parte de la herencia de los Reyes Católicos, y veían a España como un país extranjero. Así lo sentían los propios ciudadanos de los Países Bajos, pues veían, a diferencia de Carlos I a un Rey extranjero (nacido en Valladolid, con la Corte en Madrid, nunca vivía en aquellos territorios y delegaba su gobierno). A esto hay que añadir el choque religioso que se estaba gestando dentro de Flandes, y que sería azuzado por la posición de Felipe II en el plano religioso, las guerras de religión volvían al corazón de Europa después de la Guerra de los Treinta Años.

Gobernados por su hermana Margarita de Parma desde 1559, se encaró a los nobles rebeldes que pedían una mayor autonomía y a los protestantes que exigían el respeto a su religión dando inicio a la Guerra de los Ochenta Años. Sin embargo, Felipe II era de otra opinión. El Rey quería aplicar los acuerdos tridentinos, como había exigido a Catalina de Médicis en Francia contra la nobleza hugonota francesa.

Al conocer en los Países Bajos la decisión de aplicar los acuerdos tridentinos, las mismas autoridades civiles se mostraron reacias a aplicar las penas dictadas por los inquisidores y, fruto de un gran malestar, comenzó un ambiente de revolución. La baja nobleza se concentró en Bruselas el 5 de abril de 1566 en el palacio de la gobernadora, siendo despreciada como mendigos, adjetivo que tomarían los siguientes nobles en sus reivindicaciones, vistiéndose como tales. Los miembros del compromiso de Breda mandan a Madrid a Floris de Montmorency, Barón de Montigny, y luego al Marqués de Berghes, que ya no volverían.

Tras aumentar la tensión y los conflictos en Amberes, la gobernadora pidió al Guillermo de Orange que pusiera orden, aceptando éste de mala gana pero pacificando la ciudad.

El Príncipe de Orange, el Conde de Egmont y el Conde de Horn volvieron a pedir a Margarita de Parma más libertad. Ella se lo hizo saber a su hermano, pero Felipe II no cambiaba de opinión y avisaba de sus intenciones al Papa:

podéis asegurar a Su Santidad que antes de sufrir la menor cosa en perjuicio de la religión o del servicio de Dios, perdería todos mis Estados y cien vidas que tuviese, pues no pienso, ni quiero ser señor de herejes

Antes de que llegaran estas noticias, el 14 de agosto un grupo de incontrolados calvinistas asaltó la principal iglesia de Saint-Omer. Le siguió una rebelión generalizada en Ypres, Courtrai, Valenciennes, Tournai y Amberes.

Felipe II recibió a Montigny y le prometió convocar al Consejo de Estado. El 29 de octubre de 1566, el Rey convocó a los consejeros más allegados: Éboli, Alba, Feria, el Cardenal Espinosa, don Juan Manrique y el conde de Chinchón, junto con los secretarios de Estado Antonio Pérez y Gabriel Zayas. El acuerdo fue proceder de manera urgente, y, pese a las diferencias en la forma, el monarca optó por la fuerza. Así se acordó mandar al Tercer Duque de Alba a sofocar las rebeliones. Este hecho propició un enfrentamiento entre el Príncipe Don Carlos y el Duque de Alba, puesto que el heredero se veía desplazado de sus asuntos.

El 28 de agosto el Duque de Alba llega a Bruselas. El Duque de Alba —al frente del ejército— efectuó rápidamente una durísima represión ajusticiando a los nobles rebeldes, lo que propició la dimisión de Margarita de Parma como gobernadora de los Países Bajos, dimisión al punto aceptada por su hermano el Rey. Además, el 9 de septiembre, Egmont y Horn fueron prendidos, y degollados el 5 de junio de 1568.

Felipe II buscó soluciones con los nombramientos de Luis de Requesens, Juan de Austria (fallecido en 1578) y Alejandro Farnesio que consiguió el sometimiento de las provincias católicas del sur en la Unión de Arras. Ante esto los protestantes formaron la Unión de Utrecht.

El 26 de julio de 1581, las provincias de Brabante, Güeldres, Zutphen, Holanda, Zelanda, Frisia, Malinas y Utrech, anularon en los Estados Generales, su vinculación con el Rey de España, por el Acta de abjuración, y eligieron como soberano a Francisco de Anjou.

Pero Felipe II no renunció a esos territorios, y el gobernador de los Países Bajos Alejandro Farnesio, inició la contraofensiva y recuperó a la obediencia del rey de España de gran parte del territorio, especialmente tras el asedio de Amberes, pero se parte de ellos se volvieron a perder tras la campaña de Mauricio de Nassau.

Antes de la muerte del Rey de España, el territorio de los Países Bajos, en teoría las diecisiete provincias, pasó conjuntamente a su hija Isabel Clara Eugenia y su yerno el archiduque Alberto de Austria por el Acta de Cesión de 6 de mayo de 1598.

GUERRA DE LOS OCHENTA AÑOS.

La Guerra de los Ochenta años o Guerra de Flandes fue una guerra que enfrentó a las Diecisiete Provincias de los Países Bajos contra su soberano, el rey de España, con el fin de conseguir la independencia. La rebelión contra el monarca hispánico comenzó en 1568 y finalizó en 1648 con el reconocimiento de la independencia de las siete Provincias Unidas, hoy conocidas como Países Bajos. Los países que hoy se conocen como Bélgica y Luxemburgo formaban parte de las Diecisiete Provincias, pero permanecieron leales a la corona española (los territorios bajo el dominio del Obispado de Lieja no formaban parte de las Diecisiete Provincias, sino del Sacro Imperio Romano Germánico y, por tanto, no tomaron parte en la guerra).

Las Provincias Unidas emergieron de la guerra como una potencia mundial gracias a su poderosa armada y flota mercante, y experimentaron un importante auge económico y cultural.

Para la corona española, la independencia de las Provincias Unidas representó una gran pérdida de prestigio. El mantenimiento económico de la guerra durante un periodo tan prolongado contribuyó en gran parte a provocar las sucesivas bancarrotas de la corona española a lo largo de los siglos XVI y XVII, y al hundimiento de la economía de España.

PROBLEMAS CON INGLATERRA.

Se ha mostrado en varias obras literarias y especialmente en películas el agobio causado por la continua piratería inglesa y francesa contra sus barcos en el Atlántico y la consecuente disminución de los ingresos del oro de las Indias. Sin embargo, investigaciones más profundas[10] indican que esta piratería realmente consistía en varias decenas de barcos y varios cientos de piratas, siendo los primeros de escaso tonelaje, por lo que no podían enfrentarse con los galeones españoles, teniéndose que conformar con pequeños barcos o los que pudieran apartarse de la flota.

En segundo lugar está el dato según el cual, durante el siglo XVI, ningún pirata ni corsario logró hundir galeón alguno; además de unas 600 flotas fletadas por España (dos por año durante unos 300 años) sólo dos cayeron en manos enemigas y ambas por marinas de guerra no por piratas ni corsarios.

La ejecución de la reina católica de Escocia, María Estuardo, le decidió a enviar la llamada Grande y Felicísima Armada (en la Leyenda Negra, Armada Invencible) en 1588, la cual fracasó. El fracaso posibilitó una mayor libertad al comercio inglés y holandés, un mayor número de ataques a los puertos españoles —como el de Cádiz que fue incendiado por una flota inglesa en 1596— y, asimismo, la colonización inglesa de Norteamérica.A partir de estos hechos y hasta el final de la guerra, España e Inglaterra consiguieron victorias a la par en los combates navales librados por ambos reinos, tanto en la mar como en tierra. Con lo que la guerra se mantuvo en un empate de pérdidas de recursos para los países hasta el final. Mientras los ingleses saqueaban las posesiones españolas y no consiguieron nunca el objetivo de capturar una flota de Indias, la Armada española se preparó sin mucho éxito para invadir Inglaterra, repelió algún ataque inglés y los corsarios españoles capturaban toneladas de mercancías de barcos ingleses. Los ataques ingleses ( y de piratas o corsarios a sueldo suyo) solían acabar en fracasos con pérdidas nada desdeñables, entre los que destaca el fracaso de la Armada Inglesa o Contraarmada. La situación se equilibró, hasta que Felipe III firmó el tratado de Londres en 1604, con Jacobo I, sucesor de Isabel I. En algunas de las expediciones bajo su mando, se llegó a desembarcar en el sur de Inglaterra o en Irlanda (Carlos de Amésquita desembarcó en 1695 en el sur de Inglaterra).

Felipe II refuerza urgentemente su escuadra, encarga doce nuevos galeones y para 1591, la reconstituida columna vertebral de su armada ya dispone de diecinueve de estos buques, entre los que encontramos tres nuevos, dos capturados a los ingleses, y cuatro veteranos supervivientes de Portugal. Alonso de Bazán, hermano del fallecido Álvaro de Bazán, procede contra Thomas Howard con una flota de 55 velas, logrando atrapar a los ingleses entre Punta Delgada y Punta Negra. Los ingleses huyen , pero el galeón Revenge. es abordado y apresado. En 1595 (los ingleses) preparan la definitiva toma e instalación de una base en Panamá con una flota de 28 barcos. Pero las cosas no fueron bien para los piratas. Al mando de Drake, marchan a Panamá, y es allí donde concluye su existencia sir Francis.Después de diversas vicisitudes, tan sólo ocho barcos de la expedición lograron regresar a la patria. Tras la contraofensiva inglesa Carlos de Amezquita desembarca en las costas de Cornwall. Siembra el Pánico en Pezance y otras localidades cercanas y se retira.

Además, un sistema sofisticado de escolta y de inteligencia frustraron la mayoría de los ataques corsarios a la Flota de Indias a partir de la década de 1590: las expediciones bucaneras de Francis Drake, Martin Frobisher y John Hawkins en el comienzo de dicha década fueron derrotadas.

GUERRAS CONTRA EL IMPERIO OTOMANO.

Turquía, que ya había sido contrincante de Carlos I de España, se vuelve a enfrentar al Imperio español. Inicia el Sitio de Malta , en 1565, que será fallido y además es considerado como uno de los asedios más importantes de la historia militar y desde el punto de vista de los defensores, el más exitoso. Sin embargo, anteriormente, en 1560, la flota turca; que era una potencia de primer orden, había derrotado a los cristianos en la Batalla de Los Gelves.

En 1570, después de unos años de tranquilidad, los turcos inician una expansión atacando varios puertos venecianos del Mediterráneo Oriental, conquistaron Chipre a Venecia[12] con 300 naves y ponen sitio a Nicosia.

Venecia pide ayuda a las potencias cristianas, pero sólo el papa Pío V les responde. El Papa consigue convencer al rey de España para que también ayude, y se forma una armada para enfrentarse a los turcos. Esta armada se reúne en el puerto de Suda, en la isla de Candia (Creta).

Turquía, que ya había sido contrincante de Carlos I de España, se vuelve a enfrentar al Imperio español. Por si fuera poco, los barcos turcos y los piratas berberiscos atacaban a los barcos en todo el Mediterráneo y saqueaban las costas de los países cristianos.


La batalla de Lepanto por Paolo Veronese.Finalmente, se forma una coalición de reinos, conocida como Liga Santa, que se enfrenta a una flota turca en el golfo de Lepanto, el 7 de octubre de 1571, contra una flota turca, librándose la Batalla de Lepanto («la más alta ocasión que vieron los siglos»,) que acaba en una gran victoria de los aliados católicos.

Así la describe el Marqués de Lozoya:

Durante dos horas se peleó con ardor por ambas partes, y por dos veces fueron rechazados los españoles del puente de la galera real turca; pero en un tercera embestida aniquilaron a los jenízaros que la defendían y, herido el almirante de un arcabuzazo, un remero cristiano le cortó la cabeza. Al izarse un pabellón cristiano en la galera turca arreciaron el ataque las naves cristianas contra las capitanas turcas que no se rendían; pero al fin la flota central turca fue aniquilada.

Después de este combate, los turcos rehicieron la flota de nuevo; la flota turca, otra vez aliada con los piratas berberiscos, seguía siendo la más potente del Mediterráneo.

Durante casi dos años la flota otomana evitó el combate, y no fue hasta después de la toma de Túnez y La Goleta por Don Juan de Austria, en 1573, cundo Selim II envió una fuerza 250 y 300 naves de guerra y un contingente de unos 100.000 hombres para reconquistar ambas plazas, labor en la perecieron cerca de 30.000 hombres, aunque con resultado satisfactorio. Fue la última gran batalla en el Mediterráneo.

Sin embargo, lo que no había resuelto las batallas y los combates, lo resolvió la diplomacia y las negociaciones internacionales, para beneficio de ambos imperios. Felipe II veía como se agravaba la guerra en Flandes, y Selim II, sucesor de Solimán el Magnífico, tenía que hacer frente a la guerra con Persia. Ambos se encontraban librando campañas militares en otras fronteras, y ninguno se sentía con la fuerza suficiente para continuar el conflicto. Convencidos de la distinta situación que ambos imperios vivían, decidieron firmar una serie de treguas que terminaron por alejar definitivamente la guerra en el Mediterráneo durante unos cuantos años.

EXPÀNSIÓN POR EL ATLÁNTICO Y EL PACIFICO.

Continuó con la expansión en tierras americanas e incluso se agregaron a la Corona las islas Filipinas (Miguel López de Legazpi, 1565–1569), denominadas así en su honor. La colonización española de las islas codiciadas también por ingleses, holandeses y portugueses no se aseguró hasta 1565 cuando Miguel López de Legazpi, enviado por el Virrey de Nueva España construye el primer asentamiento español en Cebú. La ciudad de Manila, capital del archipiélago, se funda por el propio Legazpi en 1571. Una vez descubierto el circuito de corrientes oceánicas y vientos favorables para la navegación entre América y Filipinas, se establece la ruta regular de flotas entre Manila y Acapulco conocida como el Galeón de Manila.

Florida fue colonizada en 1565 por Pedro Menéndez de Avilés al fundar San Agustín, y al derrotar rápidamente un intento ilegal del capitán francés Jean Ribault y 150 hombres de establecer un puesto de aprovisionamiento en el territorio español. San Agustín se convirtió rápidamente en una base estratégica de defensa para los barcos españoles llenos de oro y plata que regresaban desde los dominios de las Indias.

En el Pacífico sur, frente a las costas del actual Chile, Juan Fernández descubrió una serie de islas entre los años y 1563 y 1574. Le puso su propio nombre a ese archipiélago, quedando finalmente conocidas como Archipiélago Juan Fernández.

Los primeros europeos en llegar a las islas que hoy son Nueva Zelanda lo hicieron en el probable viaje de Juan Jufré y de Juan Fernández a Oceanía, ocasión en la cual habrían descubierto Nueva Zelanda para España, a finales de 1576; éste suceso se basa en un documento que se presentó a Felipe II y en vestigios arqueológicos (cascos estilo español) encontrados en cuevas en el extremo superior de la Isla Norte.

Se medito incluso la conquista de China, para el imperio Español, durante su reinado.Como demuestra una carta del gobernador y el arzobispo de Filipinas en la que ambos le comentaban que si les enviaba 5.000 hombres y 30 buques podrían hacer con China lo que Cortés había hecho en México. Sin embargo, Felipe II nunca llegó a responder a esa carta.

Se ampliaron los dominios en África: Mazagán (incorporada al imperio por que era una colonia portuguesa), al igual que Casablanca, Tánger, Ceuta e Isla de Perejil. Se reconquistó a los árabes el Peñón de Vélez de la Gomera, en una operación a cargo de García Álvarez de Toledo y Osorio, marqués de Villafranca y Virrey de Cataluña.

Además, debido a la anexión de Portugal, también se añadieron las colonias que este territorio poseía en Asia: Macao, Nagasaki y Malaca.

MATRIMONIOS E HIJOS.

Casó en primeras nupcias con María Manuela de Portugal (1527-1545) el 15 de noviembre de 1543. Tuvieron un único hijo:
Carlos de Austria (1545 - 1568), Príncipe de Asturias.
Casó en segundas nupcias con María I de Inglaterra (1516-1558), en Winchester el 25 de julio de 1554. No tuvieron hijos.
Su tercer matrimonio con Isabel de Valois (1545-1568) tuvo lugar el 22 de junio de 1559. Tuvieron dos hijas:
Isabel Clara Eugenia (1566 – 1633), casada con su primo hermano, el Archiduque Alberto de Austria.
Catalina Micaela (1567 – 1597), casada con Carlos Manuel I, Duque de Saboya.
Casó en cuartas nupcias con Ana de Austria (1549-1580), el 12 de noviembre de 1570. Tuvieron cuatro hijos y una hija:
Fernando (4 de diciembre de 1571 – 18 de octubre de 1578), Príncipe de Asturias.
Carlos Lorenzo (12 de agosto de 1573 – 30 de junio de 1575).
Diego Félix (15 de agosto de 1575 – 21 de noviembre de 1582), Príncipe de Asturias.
Felipe (14 de abril de 1578 – 31 de marzo de 1621), Príncipe de Asturias, futuro rey de España como Felipe III.
María (14 de febrero de 1580 – 5 de agosto de 1583).

SEMBLANZA.

Su carácter psicológico era reservado y ocultó su timidez e inseguridad bajo una seriedad que le valió una imagen de frialdad e insensibilidad. No tuvo muchos amigos, y ninguno gozó completamente de su confianza, pero no fue el personaje oscuro y amargado que se ha transmitido en la historia a través de la leyenda negra.

Fue un hombre considerado como inteligente, muy culto y formado, aficionado a los libros, la pintura y el coleccionismo de obras de arte, relojes, armas, curiosidades, rarezas y muy especialmente a la arquitectura. Era un gran aficionado a la caza y la pesca.

La mayor parte de su vida su salud fue delicada. Padeció numerosas enfermedades, y durante sus diez últimos años de vida la gota le tuvo postrado. Llegó a perder la movilidad de la mano derecha sin poder firmar los documentos. Comulgó por última vez el 8 de septiembre, ya que los médicos se lo prohibieron a partir de ese momento por miedo a ahogarse al tragar la hostia. A las cinco de la madrugada del domingo 13 de septiembre de 1598 fallecía en el Monasterio de El Escorial el monarca más poderoso de la tierra en aquel momento, en cuyos dominios nunca se ponía el sol. Tenía 71 años y su agonía duró 53 días, en los que sufrió todo tipo de enfermedades: gota, artrosis, fiebres tercianas, accesos e hidropesía entre otras. Fue sepultado en el Monasterio del Escorial, que él había ordenado construir.

CONVENTO DE SAN ESTEBAN EN CEHEGIN (MURCIA).

Por cédula de 1566, Felipe II autoriza la fundación del convento de Cehegín. Su adyacente iglesia se construye sobre una ermita de S. Esteban, de patronato municipal. El Concejo exige que el titular de la iglesia y del convento sea S. Esteban. Durante sus cuatro siglos de existencia, el convento de San Esteban ha tenido diversos destinos: convento de Recolección (1566-1667), convento de la Observancia (1667-1690), Colegio de Misioneros Apostólicos (1690-1836), Ayuda de parroquia en tiempo de la Exclaustración (1836-1878), Noviciado (1878-1887), Colegio Seráfico o Seminario Menor franciscano (1887-1997). En 1878, el P. Malo comenzaría la restauración de la Provincia franciscana de Cartagena con la apertura del convento de Cehegín. A partir de 1725 la iglesia es el santuario de Ntra. Sra. de las Maravillas, patrona oficial de Cehegín desde 1927. Por último, en 1966, la iglesia fue erigida Parroquia de las Maravillas.

El 4 de junio de 1976 el Gobierno declaró "monumento histórico-artístico" el conjunto formado por la iglesia y convento de San Esteban, de Cehegín. En arquitectura, la iglesia es de estilo barroco primitivo, con aditamentos rococó. Su planta es de cruz latina, construida con pilastras. Consta de tres naves, las dos laterales muy bajas. En 1755 se abrió el lateral izquierdo del crucero para ampliar la iglesia con la nueva capilla de San José. Sólo se conservan en la iglesia dos retablos antiguos del siglo XVIII: el neoclásico de San José y el churrigueresco del altar mayor con sendos lienzos de S. Ildefonso y de S. Esteban. El mayor tesoro que alberga la iglesia es la imagen de la Virgen de las Maravillas, patrona de Cehegín, labrada en Nápoles por el escultor Nicola Fumo. Encargada a instancias del P. Francisco Moreno, arribó a Cehegín el 25 de julio de 1725. Fue coronada canónicamente en 1925 con corona de Félix Granda, robada en 1937. En 1950 se renovó la coronación con la ofrenda de nueva corona, también de Granda. A juicio del escultor José Sánchez Lozano, quien la restauró en 1981, la talla supera en belleza y policromía a las del mismo Salzillo.

Todos los religiosos están dedicados plenamente a las tareas parroquiales, tanto ministeriales y de culto, como formativas y catequéticas. Cabe destacar la atención domiciliaria a mayores y enfermos, y la dirección de Asociaciones religiosas, principalmente la OFS, sin olvidar la asistencia espiritual a religiosas clarisas de conventos cercanos y la casa de postulantado para acoger y formar a los aspirantes en el primer año de preparación para la vida religiosa. Desde este año casa de Postulantado para los jóvenes que inician su camino en la vida religiosa.

CONVENTO E IGLESIA DE SAN ESTEBAN EN CEHEGIN (Murcia)
HISTORIA Y PERSONAJES.
El origen del convento

Su origen se remonta al siglo XVI, como en muchos casos, aprovechando una primitiva ermita dedicada a San Esteban, del que conserva el nombre hasta la actualidad. Las obras patrocinadas por D. Alonso Fernández Peñalver se iniciaron en 1568 con el maestro Ginés de Egea como director de las mismas.

Evolución histórico-arquitectónica y contexto histórico

La dilatada historia de esta fundación se ha visto repleta de momentos de gran auge y esplendor, junto con periodos de recesión y crisis; de su importancia dentro de las fundaciones de la Provincia Franciscana de Cartagena no cabe ninguna duda, habiendo sido motivo de estudios profundos, como el extenso publicado en el año 2000 por el Instituto Teológico de Murcia, por lo que haremos un breve resumen de su historia.

En el año 1690 se instituye aquí el Colegio-Seminario de Misioneros para la formación de religiosos destinados al apostolado en América, que acogía un gran área de influencia, desde Valencia hasta Granada con parte de la Mancha, y que potenció el desarrollo de las dimensiones del conjunto.

Durante el siglo XVIII y a consecuencia del florecimiento de la vida seminarista, se produce el momento de máximo esplendor y de mayores cambios en las construcciones, con ampliaciones ambiciosas tanto de la iglesia como del convento.

Los años de crisis

La primera gran crisis la provoca la invasión napoleónica en 1812, que destruye parte de las instalaciones incendiándolas y expulsa temporalmente a los religiosos del convento; a continuación y en poco tiempo es clausurado en la primera Desamortización, entre 1820-23. La vuelta de los religiosos, muy mermado el número, durará hasta 1836 en que se produce la clausura del Colegio Seráfico con la exclaustración de Mendizábal, aunque un reducido grupo de franciscanos mantuvo la custodia del convento y su iglesia durante este paréntesis hasta su nueva reapertura el 15 de agosto de 1878.

El deterioro que se produjo durante la Guerra Civil, convirtiéndose en cárcel de mujeres, dio paso a la última remodelación hacia 1940, manteniéndose con una gran actividad entre los años 50 a 70, para progresivamente declinar su importancia en función de la crisis de vocaciones que ha venido afectándole en las últimas décadas, con el abandono de algunas zonas por falta de uso y la utilización del segundo de sus claustros como instituto de educación secundaria.

Protagonistas de su historia

Entre los personajes relacionados con la historia del edificio, destacamos los siguientes:

Alonso Fernández Peñalver. Las obras patrocinadas por D. Alonso Fernández Peñalver se iniciaron en 1568 con el maestro Ginés de Egea como director de las mismas.

Francisco Ganga Santacruz. Miembro de una importante familia de retablistas murcianos, proyecta el camarín (1802-3) de la iglesia donde se encuentra la imagen de la Virgen de las Maravillas.

Nicola Fumo (1645-1725). En 1645 nace en Nápoles Nicola Fumo, autor de la imagen de la Virgen de las Maravillas, Patrona de Cehegín. Fue discípulo de Fansaga, y Dominici el primer biógrafo de este gran imaginero.

VIRGEN DE LAS MARAVILLAS DE CEHEGIN (Murcia)

La llegada de la Virgen en el siglo XVIII

La historia de las Fiestas en honor a la Virgen de las Maravillas de Cehegín se remonta al mismo momento en el que la imagen llegó a la villa hace más de 275 años.

Cehegín ya disponía de patrón, San Zenón. El culto a este Santo lo llevaron a la villa posiblemente los Templarios desde Tierra Santa en la Edad Media. Pero la insistencia de los padres franciscanos del Convento de San Esteban hizo posible el acontecimiento de la llegada de la imagen de la Virgen a Cehegín en 1725.

En especial se recuerda la labor del Padre Francisco Moreno, que en 1723 logró que un capitán de navío mercante, Pedro Peretti, le encargara en Nápoles al escultor Nicola Fumo, la imagen de una Virgen con el Niño en sus brazos, llevándola una vez acabada el mismo marino a la localidad.

Cuando la Virgen llegó el 25 de julio del año 1725 se aprovecharon los días de fiesta en honor a San Zenón para que también lo fueran en honor de la Virgen. De esta forma quedaron instaurados el día 9 de septiembre el de Zenón, y el 10 el de la Virgen. El nombre con el que se iba a invocar a esta imagen fue el de "Maravillas", aunque no estuviera acuñado en el santoral.

El culto a la Virgen se impuso rápidamente y desbancó a la Virgen de la Peña. No tardó en convertirse en co-patrona de la ciudad junto a San Zenón.

Rápidamente se nombraron mayordomos para recaudar fondos para las Fiestas de la Virgen. El Concejo ya destinaba partidas cuantiosas para su festividad a mediados del siglo XVIII.

Al mismo llegar caló en los corazones de los cehegineros, y el pueblo se volcó con ella. Poco tiempo después muchas niñas ya llevaban su nombre, y en 1734 se dota a la Virgen y el Niño con coronas de plata.

Consolidación y devoción de la imagen en el siglo XIX

El culto a la Virgen de las Maravillas siguió aumentando a pasos agigantados, hasta que a finales del siglo XIX comienzan a figurar las Fiestas de la Virgen como las únicas en el calendario, olvidándose las de San Zenón.

Por aquellos años las Fiestas en honor de la Virgen de las Maravillas tenían una duración variable, pudiendo oscilar entre los tres o seis días. Pero el programa parecía inamovible, apareciendo ya muchos de los actos de los que se compone actualmente. Entre ellos los actos religiosos, serenatas de bandas de música, corridas de toros y fuegos artificiales. Sin embargo, lamentablemente, otros se han ido perdiendo con el tiempo.

Los actos religiosos eran los más importantes y marcaban el comienzo y el fin de las fiestas con los traslados de la Virgen. En estas procesiones los vecinos, además de ir tras la imagen, preparaban los descansos o altares callejeros.

En los festejos civiles había pólvora, música de la banda y concursos de cucañas.

Fue durante este sigo XIX cuando se unió a las Fiestas en honor a la patrona la Feria de ganado y artesanía, con al fin de estimular la economía local. Esta Feria desaparecería a fines de la centuria para ser recuperada en 1900, cuando las condiciones económicas lo permitieron. Ese mismo año llegó la luz eléctrica a la Feria y Fiestas de Cehegín, brindándole mayor espectacularidad y alegría.

Los actos del siglo XX

El culto y la devoción a la Virgen de las Maravillas llegaron a su máxima expresión cuando en 1927 fue nombrada patrona oficial de la localidad.

En este contexto se celebraron los actos de conmemoración en las Fiestas patronales por el 200, 225 y 250 aniversario de su llegada Cehegín.

En la actualidad, y tras el 275 aniversario de la llegada de la Virgen de las Maravillas, esta es una festividad muy sentida y vivida por los cehegineros que cada año se esmeran más en su celebración.

La Feria y Fiestas en honor a la Virgen de las Maravillas constituyen las fiestas patronales de Cehegín.

El 25 de julio de 1725 es la fecha en la que los vecinos de la localidad se pusieron bajo la advocación de la Virgen de las Maravillas.

Esta bella imagen mariana, joya escultórica del barroco napolitano, llegó desde el primer momento a los corazones de los cehegineros. Desde entonces las fiestas en su honor han tenido una larga trayectoria en la que no han faltado obstáculos ni sobresaltos.

En pleno siglo XXI la festividad en honor a la Virgen de las Maravillas se halla perfectamente consolidada y cada año la participación se vuelve más entusiasta. Los actos de la Feria y Fiestas aumentan para satisfacer las demandas de la población que, agrupada en peñas, disfruta en sus barracas lo máximo posible.

Se trata de unos días en los que Cehegín se transforma en una explosión de alegría y júbilo por contar un año más con la protección de su patrona, la Virgen de las Maravillas.

Celebración: Del 8 al 14 de septiembre


CONVENTO DE SAN ESTEBAN-CEHEGIN (Murcia)

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VIRGEN DE LAS MARAVILLAS-CEHEGÍN (Murcia)

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BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE JESÚS DE NAZARETH.

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La Bienaventurada Virgen María es la madre de Jesucristo, la madre de Dios.

En general, la teología y la historia de María la Madre de Dios siguen el orden cronológico de sus fuentes respectivas, esto es, el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, los primeros cristianos y los testigos judíos.

La primera profecía referente a María se encuentra en los capítulos iniciales del Libro del Génesis (3:15): "Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; ella te aplastará la cabeza y tú estarás al acecho de su talón".

TIPOS Y FIGURAS DE MARIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.

Para estar seguros del significado de un tipo, este significado debe ser revelado, es decir, debe habernos sido transmitido a través de la Sagrada Escritura o de la tradición. Algunos escritores piadosos han desarrollado por su cuenta numerosas analogías entre ciertos datos del Antiguo Testamento y los datos correspondientes del Nuevo Testamento; sin embargo, por muy ingeniosas que estas correlaciones puedan ser, no demuestran que Dios tuviera de hecho la intención de transmitir en los textos inspirados del Antiguo Testamento las verdades de la correspondencia establecida. Por otra parte, debe tenerse presente que no todas las verdades contenidas ya sea en las Escrituras o en la tradición han sido explícitamente propuestas a los creyentes como verdades de fe por definición expresa de la Iglesia. De acuerdo con el principio "Lex orandi est lex credenti" debemos tratar al menos con reverencia las innumerables sugerencias contenidas en la liturgia y oraciones oficiales de la Iglesia. De esta forma es como debemos considerar muchos de los tratamientos otorgados a Nuestra Señora en la letanía y en el "Ave maris stella". Las Antífonas y Responsos que se encuentran en los Oficios recitados en las varias festividades de Nuestra Señora sugieren un número de tipos referentes a Nuestra Señora que difícilmente hubieran sido mostrados con tanta viveza de otra manera a los ministros de la Iglesia. La tercera antífona de Laudes de la Festividad de la Circuncisión contempla en "el arbusto que arde sin consumirse" (Exodo 3:2) la figura de María en la concepción de su Hijo sin perder su virginidad. La segunda antífona de Laudes del mismo Oficio contempla en el vellón de lana de Gedeón, húmedo por el rocío mientras que la tierra a su alrededor había permanecido seca (Jueces 6:37-38), un tipo de María recibiendo en su vientre al Verbo Encarnado. El Oficio de la Bienaventurada Virgen aplica a María muchos de los pasajes referentes a la esposa del Cantar de los Cantares y también los referentes a la sabiduría del Libro de los Proverbios 8:22-31. Un "jardín cerrado, una fuente sellada" mencionado en Cantares 4:12 aplicado a María es sólo un ejemplo concreto de todo lo referido anteriormente. Además, Sara, Débora, Judit y Ester son utilizadas como tipos de María; el arca de la Alianza, sobre la que se manifiesta la misma presencia de Dios, es utilizada como la figura de María llevando al Verbo Encarnado en su vientre. Pero es especialmente Eva, la madre de todos los vivientes (Génesis 3:20), la que es considerada como un tipo de María, que es la madre de todos los vivientes en el orden de la gracia.

EL NOMBRE DE MARÍA.

Para los hebreos el nombre no era un simple apelativo, estaba íntimamente ligado a la persona, por ello usaban nombres que describirían la personalidad, el carácter, así es muy usada la expresión "su nombre será tal" cuando se quería designar una misión o carácter especial al niño por nacer.

María es un nombre conocido en el Tanaj o Antiguo Testamento por haber sido nombre de la hermana de Moisés y Aarón, originalmente escrito como Miryām, la versión de los Setenta lo menciona como Mariám (Mαριαμ), el cambio en la primera vocal señala tal vez la pronunciación corriente, la del arameo, que se hablaba en Palestina antes del nacimiento de Cristo. Al igual que con los nombres de Moisés y Aarón, que fueron tomados con sumo respeto, el de María no se usó más como nombre común, pero la actitud cambió con el tiempo y fueron puestos como señal de esperanza por la era mesiánica. En el texto griego del Nuevo Testamento, en la versión de los Setenta, el nombre usado era Mariám, María sería probablemente la forma helenizada de la palabra.

Aunque en la Edad Media se le buscó significados más piadosos que exactos, bajo los actuales descubrimientos arqueológicos, "Alteza" o "Ensalzada" son los significados más cercanos al nombre de origen hebreo.

María es asimismo conocida como "Estrella de los Mares" o "Estrella del Mar" (Stella Maris). Dicho nombre procede de la interpretación de un pasaje del Antiguo Testamento, primer libro de los Reyes, 18:41-45.

MARIA EN LOS EVANGELIOS.

El lector de los Evangelios se queda al principio sorprendido al encontrar tan poco sobre María; pero esta oscuridad de María en los Evangelios ha sido estudiada exhaustivamente por el Beato Pedro Canisius, Augusto Nicolás, el Cardenal Newman y el muy reverendo J. Spencer Northcote. En el comentario del "Magnificat" publicado en 1518, incluso Lutero expresa su convencimiento de que los Evangelios alaban suficientemente a María al llamarla (ocho veces) la Madre de Jesús.

María es mencionada por su nombre por primera vez al escribirse el evangelio más antiguo, el evangelio según san Marcos, pero de forma tangencial. En el evangelio según san Mateo se la menciona con motivo de la narración de la concepción milagrosa de Jesús y de su nacimiento y huida a Egipto.

Aquí el evangelista menciona que es María aquella de quien habló el profeta Isaías al decir: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". El evangelio según san Lucas es el que más datos da sobre María, al desarrollar con más detalle los temas de la infancia de Jesús, algunos de los cuales se amplían más abajo: la Anunciación, la Visita a Isabel, el Nacimiento de Jesús, la Presentación de Jesús en el Templo (aquí el anciano Simeón le profetiza: a ti misma una espada te atravesará el corazón, aludiendo al dolor de María durante la Pasión de su Hijo) y la pérdida de Jesús y su hallazgo en el templo. También es san Lucas quien dice que María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. En el evangelio según san Juan, Jesús hace su primer milagro a pedido de ella, en Caná. Y en la cruz, la entrega como madre a san Juan mismo, y san Juan es entregado a María como hijo. La teología católica y ortodoxa destaca, a raíz del milagro de Caná, la eficacia de la intercesión de María ante su Hijo; y en la entrega al pie de la cruz, la proclamación simbólica de María como Madre de la Iglesia, es decir, de todos los cristianos, figurados en la persona de Juan. También se le menciona en los Hechos de los Apóstoles como miembro destacado de la comunidad cristiana primitiva.

PADRES Y FAMILIA.

Sobre sus padres, el catolicismo romano ha tomado los nombres de Joaquín y Ana como los de sus progenitores, tomados del Protoevangelio de Santiago, uno de los evangelios apócrifos más famosos y tomado como referencia para muchos datos piadosos sobre la vida de la Virgen María.

No se tiene seguridad de si María tuvo hermanas. Aunque algunos toman por ciertos datos del evangelio de San Juan y San Mateo quienes mencionan a una "hermana de su madre", la cual sería María de Cleofás, Hegesipo menciona a esta María como esposa de Cleofás, hermano de José y por tanto cuñada de María. [Un matrimonio hebreo no colocaría el mismo nombre a dos de sus hijas carnales].

En el Nuevo Testamento, aunque en algunos pasajes se habla de hermanos de Jesús sólo dice que María es la madre de Jesús. El catolicismo, la religión ortodoxa y la confesión Copta, basadas en el uso del lenguaje hebreo de aquella época y en la tradición eclesial, interpretan este término como parientes, y declara que María permaneció siempre virgen. La mayoría de las confesiones protestantes (con excepciones como los luteranos y la Comunidad anglicana), por su parte, dicen que María, después de la concepción virginal, tuvo otros hijos.

MATRIMONIO DE MARÍA.

Los evangelios hacen aparecer a María cuando narran la concepción de Jesús. Según lo que narran se puede ver que María en ese momento era prometida de José de Nazaret, quien era carpintero. Los relatos evangélicos se inician después de los desposorios de María con San José. El evangelio según san Lucas dedica dos capítulos a la concepción e infancia de Jesús. Es en Lucas también donde es llamada "muy favorecida", "bendita entre todas las mujeres", "madre del Señor". El apelativo "muy favorecida", frecuente en las traducciones prostestantes, se traduce en las biblias católicas en general como "llena de gracia" (siguiendo el "gratia plena" de la Vulgata). La Biblia de Jerusalén apunta en la glosa del evangelio según san Lucas 1,28 que este saludo en forma literal significa: "tú que has estado y sigues estando llena del favor divino".

Según la tradición judía de aquel momento, los jóvenes varones se desposaban entre los dieciocho y veinticuatro años, mientras que las jóvenes mujeres a partir de los doce años eran consideradas doncellas, a partir de esa edad podían desposarse. El matrimonio judío tenía dos momentos, desposorio y matrimonio propiamente dicho: el primero era celebrado en la casa de la novia y traía consigo acuerdos y obligaciones, aunque la vida en común era posterior. Si la novia no había estado casada antes se esperaba un año después del desposorio para llegar a la segunda parte, el matrimonio propiamente dicho, donde el novio llevaba solemnemente a la novia desde la casa de sus padres a la de él.

Según la costumbre judía, la unión de José y María tenía que ser concertada por los padres de José. Uno se puede preguntar por qué María accedió a sus esponsales, cuando estaba ligada por su voto de virginidad. De la misma manera que ella había obedecido la inspiración divina al hacer su voto, también la obedeció al convertirse en la novia prometida de José. Además, hubiera sido un caso singular entre los judíos el rehusar los esponsales o el matrimonio, ya que todas las doncellas judías aspiraban al matrimonio como la realización de un deber natural. María confió implícitamente en la guía de Dios, y por ello estaba segura de que su voto sería respetado incluso en su estado de casada.

ANUNCIACIÓN.

La presencia de María en los relatos bíblicos comienza con la narración de la aparición del Arcángel Gabriel a María, según lo relata el evangelista Lucas en 1:26 al 28:

"Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: ¡Salve, llena de gracia! (Gracia Plena) El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres."

LA VISITACIÓN.

Según Lucas 1:36, el ángel Gabriel le dijo a María en el momento de la Anunciación, "Isabel, tu parienta, también ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el mes sexto de la que era estéril". Sin poner en duda la verdad de las palabras del ángel, María decidió enseguida contribuir a la alegría de su piadosa pariente. Por ello, continúa el evangelista (1:39):" En aquellos días se puso María en camino y con presteza fue a la montaña, a una ciudad de Judá, y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel". Aunque María debe haberle comunicado a José su propósito de realizar esa visita, es difícil determinar si él la acompañó; si dio la casualidad de que el momento de la visita coincidía con alguna de las temporadas de fiestas en que los israelitas tenían que acudir al Templo, habría pocas dificultades acerca de la compañía.

La casa de Isabel ha sido localizada en varios emplazamientos según los diferentes escritores: ha sido situada en Machaerus, unas diez millas al este del Mar Muerto, o en Hebrón, o de nuevo en la antigua ciudad sacerdotal de Jutta, unas siete millas al sur de Hebrón, o finalmente en Ain-Karim, la tradicional S. Juan-en-la-Montaña, unas cuatro millas al oeste de Jerusalén. Sin embargo, los tres primeros sitios no poseen ningún monumento conmemorativo del nacimiento o de la vida de S. Juan; además, Machaerus no estaba situada en las montañas de Judá; Hebrón y Jutta pertenecían a Idumea, después de la cautividad babilónica, en tanto que Ain-Karim está situada en las "montañas" mencionadas en el texto inspirado de S. Lucas.

Después de un viaje de unas treinta horas, María "entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel" (Lucas 1:40). Según la tradición, en la época de la visitación Isabel no vivía en su casa de la ciudad sino en su villa, a unos diez minutos de la ciudad; antiguamente este lugar estaba señalado por una iglesia superior y otra inferior. En 1861 se erigió sobre los antiguos cimientos la pequeña iglesia actual de la Visitación.

"Así que oyó Isabel el saludo de María, exultó el niño en su seno". Fue en este momento cuando Dios cumplió la promesa hecha por el ángel a Zacarías (Lucas 1:15), "desde el seno de su madre será lleno del Espíritu Santo"; en otras palabras, el niño que Isabel llevaba en su seno fue purificado de la mancha del pecado original. Se desbordó la plenitud del Espíritu Santo en el alma de su madre, "e Isabel se llenó del Espíritu Santo" (Lucas 1:41). Así, tanto la madre como el hijo fueron santificados por la presencia de María y del Verbo Encarnado; llena como estaba del Espíritu Santo, Isabel "clamó con fuerte voz: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque así que sonó la voz de tu salutación en mis oídos, exultó de gozo el niño en mi seno. Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se le ha dicho de parte del Señor" (Lucas 1:42-45). Dejemos a los comentaristas la explicación completa del pasaje precedente, y centremos nuestra atención sólo en dos puntos:

•Isabel comienza su saludo con las mismas palabras con las que el ángel había terminado su salutación, mostrando de esta manera que ambos hablaban por inspiración del Espíritu Santo.
•Isabel es la primera en llamar a María por su título más honorable "Madre de Dios".

La respuesta de María es el cántico de alabanza denominado comunmente Magnificat, por la primera palabra de su texto en latín.

"Magnificat", cántico inspirado en varios salmos que María debía conocer. El "Magnificat" incluye una profecía: "Todas las generaciones me llamarán bienaventurada".

El Magníficat (magnificat en latín) es un canto y una oración cristiana. Proviene del evangelio de Lucas Lucas 1:46-55 y reproduce las palabras que, según este evangelista, María, Madre de Jesús, dirige a Dios cuando visita a su prima Isabel, Lucas 1:13, madre de Juan el Bautista y esposa de Zacarías.

El nombre de la oración está tomado de la primera frase en latín, que reza Magnificat anima mea Dominum. Dentro de la Liturgia de las Horas, el Magnificat es el Canto Evangélico empleado en el rezo de las vísperas.


LA PROFECÍA DE MARÍA.

En el momento culminante del Magnificat, María profetiza que "todas las generaciones la llamarán bienaventurada". Dice el escritor Giuseppe Ricciotti: "¿Cabría imaginar predicción más inverosimil que ésta?... Una muchacha de quince años escasos, desprovista de bienes de fortuna y de toda posición social, desconocida a sus compatriotas y habitante de una aldea no menos desconocida, proclamaba confiadamente que la llamarían bienaventurada todas las generaciones. ¡Fácil parecía coger la palabra a aquella muchacha profetizante con la certeza absoluta de verla desmentir antes de la primera generación! Hoy han pasado veinte siglos y puede hacerse el cotejo entre la predicción y la realidad. Ahora puede ver la historia sin trabajo si María previó con justeza y si la humanidad hoy la exalta más que a Herodes el Grande, entonces árbitro de Palestina, y que a Cayo Julio César Octaviano Augusto, entonces árbitro del mundo."

En efecto, a través de la historia los hombres han mencionado numerosas profecías, la mayoría de ellas oscuras y difíciles de desentrañar. La profecía de María, madre de Jesús, ha sido de cumplimiento evidente y constante después de tantos siglos, como ha sido clara y concreta su formulación.


En general el «Magníficat» se inspira en el cántico de Ana 1Samuel 2:1-11 y en la visión de Isaias 29:19-20 y en los Salmos 113:7,136:17-23,146:1-9 que hacen parte de los Hal-lel recitados en las mañanas de Pascua.

Esta oración se utiliza en el Oficio Divino o Liturgia de las Horas, en la oración de la tarde, Vísperas, que es la oficial de Iglesia Católica. También es un himno utilizado en Acción de Gracias, junto con el Te Deum, entre otros.


LA ORACIÓN DEL MAGNIFICAT.

Proclama mi alma la grandeza del Señor,

y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;

porque ha puesto sus ojos en la humildad de su esclava,

y por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,

porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:

su nombre es Santo,

y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.

Él hizo proezas con su brazo:

dispersó a los soberbios de corazón,

derribó del trono a los poderosos

y enalteció a los humildes,

a los hambrientos los colmó de bienes

y a los ricos los despidió vacíos.

Auxilió a Israel, su siervo,

acordándose de la misericordia

-como lo había prometido a nuestros padres-

en favor de Abraham

y su descendencia por siempre.


El evangelista termina su relato de la Visitación con las palabras: "María permaneció con ella como unos tres meses y se volvió a su casa" (Lucas 1:56). Muchos ven en esta breve frase del tercer evangelio una sugerencia implícita de que María permaneció en casa de Zacarías hasta el nacimiento de Juan el Bautista, mientras que otros niegan tal implicación. Dado que la Festividad de la Visitación fue emplazada el 2 de julio por el cuadragésimo tercer canon del Concilio de Basilea (1441 d. de J.C.), el día siguiente a la octava de la Festividad de S. Juan Bautista, se ha deducido que posiblemente María permaneciera con Isabel hasta después de la circuncisión del niño; pero no hay más pruebas que corroboren esta suposición. Aunque la Visitación es descrita con tanta precisión en el tercer evangelio, su festividad no parece haberse celebrado hasta el siglo XIII, cuando fue introducida a través de la influencia de los franciscanos; fue instituida oficialmente en 1389 por Urbano VI.

EL EMBARAZO DE MARÍA LLEGA A CONOCIMIENTO DE JOSÉ.

Después del regreso de casa de Isabel, "se halló haber concebido María del Espíritu Santo" (Mateo 1:18). Dado que entre los judíos los esponsales constituían un verdadero matrimonio, el uso del matrimonio después del tiempo de los esponsales no era nada extraño entre ellos. Por ello, el embarazo de María no podía sorprender a nadie mas que al mismo S. José. La situación debió haber sido extremadamente dolorosa tanto para él como para María, ya que él no conocía el misterio de la Encarnación. El evangelista dice: "José, su esposo, siendo justo, no quiso denunciarla y resolvió repudiarla en secreto" (S. Mateo 1:19). María dejó la solución a esta dificultad en manos de Dios, y Dios informó en su momento al asombrado esposo de la verdadera condición de María. Mientras José "reflexionaba sobre esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir en casa a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1:20-21).

No mucho después de esta revelación, José concluyó el ritual del contrato de matrimonio con María. El Evangelio dice sencillamente: "Al despertar José de su sueño hizo como el ángel del Señor le había mandado, recibiendo en casa a su esposa" (Mateo 1:24). Si bien es cierto que deben haber pasado al menos tres meses entre los esponsales y el matrimonio, durante los cuales María permaneció con Isabel, es imposible determinar con exactitud el lapso de tiempo transcurrido entre las dos ceremonias. No sabemos cuánto tiempo después de los esponsales le anunció el ángel a María el misterio de la Encarnación, y tampoco sabemos cuánto duró la duda de S. José antes de que fuera iluminado por la visita del ángel. Teniendo en cuenta la edad a la que las doncellas judías se convertían en casaderas, es posible que María diera a luz a su Hijo cuando contaba alrededor de trece o catorce años de edad. Ningún documento histórico nos dice qué edad tenía en realidad en el momento de la Natividad.

EL VIAJE A BELÉN.

Lucas (2:1-5) explica cómo José y María viajaron desde Nazaret hasta Belén obedeciendo un decreto de César Augusto que ordenaba un empadronamiento general. Las cuestiones relacionadas con este decreto han sido tratadas en el artículo CRONOLOGÍA BÍBLICA. Se dan varias razones por las que María debe haber acompañado a José en este viaje: es posible que ella no deseara perder la protección de José durante este periodo crítico de su embarazo, o puede que haya seguido una inspiración divina especial que la impulsaba a marchar para que se cumplieran las profecías referentes a su divino Hijo, o también puede que fuera obligada a ir debido a la ley civil, ya fuera como heredera o para satisfacer el impuesto personal que había que pagar por las mujeres mayores de doce años.

Dado que el empadronamiento había atraído a multitud de extranjeros a Belén, María y José no encontraron sitio en la posada de la caravana y tuvieron que alojarse en una gruta que servía de refugio para los animales.

NACIMIENTO DE JESÚS.

"Estando allí, se cumplieron los días de su parto" (Lucas 2:6); este lenguaje no deja claro si el nacimiento de Nuestro Señor ocurrió inmediatamente después de que José y María se hubieran alojado en la gruta, o varios días después. Lo que se narra acerca de los pastores "estaban velando las vigilias de la noche sobre su rebaño" (Lucas 2:8) muestra que Cristo nació durante la noche.

Después de dar a luz a su Hijo, María "le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre" (Lucas 2:7), señal de que no sufrió dolores ni debilidades en el parto. Esta deducción coincide con las enseñanzas de algunos de los principales Padres y teólogos: S. Ambrosio (56), S. Gregorio de Nyssa , S. Juan Damasceno, el autor de Christus patiens, Sto. Tomás, etc. No era adecuado que la madre de Dios estuviera sujeta al castigo pronunciado en Génesis 3:16 contra Eva y sus hijas pecadoras.

Poco después del nacimiento del niño los pastores, obedientes a la invitación del ángel, llegaron a la gruta "y encontraron a María, a José y al Niño acostado en un pesebre" (Lucas 2:16). Podemos suponer que los pastores divulgaron las felices nuevas que habían recibido durante la noche entre sus amigos en Belén, y que la Sagrada Familia fue recibida por alguno de sus habitantes piadosos en un alojamiento más adecuado.

MARÍA EN EL CRISTIANISMO.

A pesar de ser una figura con pocas (aunque muy importantes) menciones en los evangelios, con el paso de los siglos, la atención sobre la persona de María llegó a ser muy notable. Por ejemplo, San Ireneo la denominaba “nuestra más eminente abogada” En el Siglo II: de Ella se decía: “Y en Ti, hasta el último día, el Señor hará ver la redención por Él concedida a los hijos de Israel.” (Protoevangelio de Santiago) De modo que llegaron a surgir en las reflexiones sobre ella todo tipo de virtudes y cualidades. Sin embargo, se debe mencionar que en los orígenes del cristianismo, es decir, en el Siglo I, y en el Nuevo Testamento, no existen demasiados indicios acerca de María. Cabe mencionar que algunos ven en la veneración a María similitudes con la veneración de mujeres en otras culturas paganas.

MARÍA EN LAS IGLESIAS CATÓLICA, ORTODOXA Y COPTA.

Como la doctrina de la Trinidad considera a Jesús una de las personas divinas (Padre, Hijo y Espíritu Santo), se le da a María el título de theotokos, 'Madre de Dios'. Isabel había dicho: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1,45). Aquí "el Señor" es indudablemente Dios. Por lo tanto cuando a continuación la llama: "la madre de mi Señor", la referencia es muy clara: la consideraba 'Madre de Dios'.

Según la teología ortodoxa y también católica, es correcto denominarla de esta forma pues Jesús unía en una misma persona dos naturalezas (la humana y la divina), y cuando se habla de María como Madre de Dios se refiere a María como madre de Jesús en toda su persona. La ortodoxia encuentra correcto el referirse a María como Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, y Esposa del Espíritu Santo. Su razonamiento lógico es el siguiente; "Si Jesús es Dios y María es madre de Jesús, entonces María es Madre de Dios". La encarnación significa que en un instante la segunda Persona de la Trinidad, el Verbo, de naturaleza divina, asumió plenamente la naturaleza humana -sin menoscabo de su condición divina- al ser concebido milagrosamente en María. Como fue instantánea y esencial, María en ese momento empezó a ser madre de Jesús: hombre-Dios.

En la iglesia ortodoxa también existe la creencia de la "Santísima dormición de la Virgen María"; en Jerusalén se encuentra la benedictina Abadía de Hagia Maria o de la Dormición, en cuya cripta se dice descendió María y fue dormida antes de su asunción al cielo. Por otro lado también se cree lo dicho por los padres de la Iglesia desde San Melitón de Sardes en el siglo II después de Cristo de que María fue coronada en el cielo después de su asunción, basándose esto en el relato del libro del Apocalipsis en el capítulo 12. En la iglesia católica, la Coronación de María es el 5to. Misterio glorioso del Rosario.

DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

En 1854, se produjo la proclamación, por parte del Papa Pío IX del dogma de la Inmaculada Concepción: María fue liberada del pecado original en su propia concepción, de manera que vivió una vida completamente sin pecado, cuestión que tampoco es aceptada por los protestantes. Por tanto, la Iglesia Católica considera dogma de Fe que "la Santísima Virgen, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio concedido por Dios omnipotente, en previsión de los méritos de Jesucristo Salvador del género humano, fue preservada inmune de toda mancha de pecado original"

Por medio de la Constitución Apostolica "Munificentíssimus Deus" del Papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción de la Virgen el 1 de noviembre de 1950: "Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo". Al definir este dogma, Pío XII no hizo más que definir solemnemente lo que los fieles siempre habían creído, es decir, la "necesidad" de que la carne de la Mujer que había dado carne al Hijo de Dios escapara a la corrupción de la carne. Las confesiones protestantes niegan esta proposición.


DOGMA.

Un dogma es una doctrina sostenida por una religión u otra organización de autoridad y que no admite réplica, es decir, es una creencia individual o colectiva no sujeta a prueba de veracidad, cuyo contenido puede ser religioso, filosófico, social, sexual, etc., impulsado por una utilidad práctica. La enseñanza de un dogma o de doctrinas, principios o creencias de carácter dogmático se conoce como adoctrinamiento.

En su origen el término podía significar también una norma o decreto emitido por una autoridad, o una opinión característica de una escuela filosófica. Con el crecimiento de la autoridad de la Iglesia, la palabra adquirió el que ahora es su significado principal, dogma teológico, del que derivan, por analogía, el resto de los usos habituales. Serían así dogmas no sólo las llamadas verdades de la religión católica, sino las de cualquier otra religión, o cualquier otra creencia que es proclamada verdad indiscutible.

DOGMA EN EL CATOLICISMO.

En la doctrina católica, un dogma es la adhesión irrevocable a verdades contenidas en la Revelación divina o verdades que tienen con ellas un vínculo necesario. Sin embargo la Iglesia tiene una posición muy clara con respecto al dogma, y es que las verdades divinas siempre han existido, solo que cuando se tiene un escollo, por ejemplo una duda, o una desviación doctrinal, es necesario reafirmarla por medio de un dogma. Por ejemplo: todo cristiano ha reconocido a Jesucristo como hijo de Dios, ahora bien, cuando se dio una desviación doctrinal sobre la naturaleza divina de Jesucristo, fue necesario hacer un artículo de fe, que determinara y zanjara una situación, de manera que ya no habrá dudas, sino que se determinará como una verdad. Es importante señalar que un católico puede disentir de un dogma y seguir siendo católico, en la medida que lo haga en plena conciencia y sin influir en otros para que sigan su interpretación, del mismo modo las reglas u orientaciones que la Iglesia dicta, o el propio Papa en forma de encíclica (Carta Universal que no es dogma) o los obispos locales, son "orientaciones", pero no devienen en obligatoriedad como señalan facciones como el "Opus Dei", un precepto aceptado y considerado fundamental en la vivencia del catolicismo está en la libertad de conciencia del sujeto que actúa, por ello, medidas como la prohibición de la hostia para separados, la ex-comunión de facto proclamada por prelados de una determinada localidad no tienen real efecto. Es el caso de la excomunión de las mujeres que usaban bikini en los años 60 en la localidad de Viña del Mar en Chile. La misión de la Iglesia es la de anunciar e instaurar entre todos los pueblos el Reino de Dios inaugurado por Jesucristo, por tal motivo es quien interpreta la revelación de Dios. Véanse los Dogmas de la Iglesia Católica Apostólica Romana. La misión de la Iglesia es profética y sacerdotal, lo que se explicita (o debería hacerse)en el bautizo por el ministro. La misión profética es doble, en primer lugar anunciar la venida del Reino de Dios, del cual somos instrumentos aunque no lo sepamos y en segundo lugar, denunciar todo aquello que contradiga el espíritu de la fe, como la violencia, la tortura o la pobreza. Dado eso es claro que clérigos no siempre cumplen su labor, por tanto es propio y obligación de un católico practicante actuar en el contexto privado o público en que no se respete lo esencial de la doctrina que ha quedado establecida definitivamente por Jesucristo mismo, por tanto, no hay lugar a interpretaciones posteriores como lo pretenden algunas agrupaciones.

La misión sacerdotal tiene que ver con la capacidad del bautizado de ejercer su soberanía de bendecir (jamas de maldecir) a los cercanos y lejanos en su cotidianeidad, misión que antiguamente realizaba el padre respecto de los hijos, ese es parte del valor del beso de despedida cuando un hijo sale de la casa.

Los laicos cristianos han aceptado u obviado su responsabilidad profética y sacerdotal dejándola en manos de los clérigos, pero es un hecho que la Iglesia ha precisado de la presencia del Espíritu de Dios en el actuar de los laicos, cada vez que los clérigos se desvían del "querer" de Dios.

DOGMA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

El dogma de la Inmaculada Concepción es un dogma de fe del catolicismo que sostiene la creencia en que María, madre de Jesús, a diferencia de todos los demás seres humanos, no fue alcanzada por el pecado original sino que, desde el primer instante de su concepción, es decir, de su ser personal, estuvo libre de todo pecado. No debe confundirse esta doctrina con la de la maternidad virginal de María, que sostiene que Jesús fue concebido sin intervención de varón y que María permaneció virgen antes, durante y después del embarazo.

Al desarrollar la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia Católica contempla la posición especial de María por ser madre de Jesús de Nazaret y sostiene que Dios preservó a María libre de todo pecado y, aún más, libre de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, que es también Dios. La doctrina reafirma con la expresión "llena eres de gracia" (Gratia Plena) contenida en el Saludo del Ángel (Lc. 1,28) y en la oración del Ave María este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.

DEFINICIÓN DOGMÁTICA.

Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho.

MARÍA EN LOS DOCUMENTOS DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS

Hasta ahora hemos recurrido a los escritos y a la tradición de la iglesia dejada por los primeros cristianos para poder complementar y explicar las enseñanzas del Antiguo o del Nuevo Testamento referentes a la Bienaventurada Virgen. En los siguientes párrafos tendremos que llamar la atención sobre el hecho de que estas mismas fuentes, hasta un cierto punto, complementan la doctrina de las Escrituras. A este respecto, constituyen la base de la tradición; si la evidencia que aportan es suficiente, en un caso dado, para garantizar su contenido como parte genuina de la Divina revelación, es un hecho que debe ser determinado de acuerdo con los criterios científicos ordinarios seguidos por los teólogos. Sin entrar en estas cuestiones puramente teológicas, presentaremos este material tradicional, en primer lugar, que arroja luz sobre la vida de María después del día de Pentecostés; en segundo lugar, en cuanto que nos proporciona pruebas de la actitud de los primeros cristianos hacia la Madre de Dios.

VIDA POST-PENTECOSTAL DE MARÍA

El día de Pentecostés, el Espíritu Santo había descendido sobre María cuando vino sobre los Apóstoles y discípulos reunidos en la habitación del piso alto de Jerusalén. Sin duda, las palabras de S. Juan (19:27) "y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa", se refieren no sólo al tiempo entre Pascua y Pentecostés, sino que se extienden a toda la vida posterior de María. Sin embargo, el cuidado de María no interfirió con el ministerio apostólico de Juan. Incluso los documentos inspirados (Hechos 8:14-17; Gálatas 1:18-19; Hechos 21:18) muestran que el apóstol estuvo ausente de Jerusalén en numerosas ocasiones, aunque debe haber participado en el Concilio de Jerusalén, en el 51 ó 52 d. de J.C. Debemos también suponer que en María se cumplían las palabras de Hechos 2:42: "perseveraban en oír la enseñanza de los apóstoles y en la unión, en la fracción del pan y en la oración". De este modo, María fue un ejemplo y una fuente de ánimo para la comunidad de los primeros cristianos.

LA ACTITUD DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS HACIA LA MADRE DE DIOS

Ningún cuadro ha conservado para nosotros el verdadero aspecto de María. Las representaciones bizantinas, de las cuales se dice que fueron pintadas por S. Lucas, pertenecen ya al siglo VI, y reproducen una imagen convencional. Existen veintisiete copias, de las cuales diez se encuentran en Roma. (140) Incluso S. Agustín expresa la opinión de que la apariencia externa real de María es desconocida para nosotros, y que a este respecto no sabemos ni creemos nada. La pintura más antigua de María es la hallada en el cementerio de Priscila; representa a la Virgen como si fuera a amamantar al Niño Jesús, y cerca de ella esta la imagen de un profeta, Isaias o quizá Miqueas. El cuadro pertenece a principios del siglo II, y resiste favorablemente la comparación con las obras de arte encontradas en Pompeya. Del siglo III poseemos pinturas de Nuestra Señora presente durante la Adoración de los Magos; fueron encontradas en los cementerios de Domitila y Calixto. Los cuadros pertenecientes al siglo IV fueron encontrados en los cementerios de S. Pedro y Marcelino; en uno de éstos ella aparece con la cabeza descubierta, en otro con los brazos medio extendidos como en actitud de súplica, y con el Niño de pie frente a ella. En las tumbas de los primeros cristianos, los santos figuraban como intercesores por sus almas, y entre estos santos, María ocupó siempre un lugar de honor. Además de los frescos y las pinturas de los sarcófagos, las catacumbas proporcionan asimismo cuadros de María pintados sobre discos de vidrio dorado sellados mediante otro disco de vidrio soldado al anterior. Estas pinturas pertenecen generalmente a los siglos III o IV. La leyenda MARIA o MARA acompaña con frecuencia estas pinturas.

Hacia fines del siglo IV el nombre de María se había vuelto muy frecuente entre los cristianos; esto muestra otra señal de la veneración que sentían por la Madre de Dios.

Dado que es aceptado que las alabanzas de María crecen conforme crece la comunidad cristiana, podemos concluir en resumen que la veneración y la devoción a María comenzaron incluso en tiempos de los Apóstoles.

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BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE JESÚS DE NAZARETH. (PARTE II).

EL MISTERIO DE LA NAVIDAD.

La Navidad nos introduce a las paradojas con las cuales el evangelio se matiza de principio a fin: el Dios infinito, está ahí, en un pequeño niño; el Dios todopoderoso se hace presente en la debilidad de un recién nacido; la palabra se ha hecho llanto. ¿Ha sido suficientemente enfatizado que estos hechos están en profunda coherencia con el resto de la vida de Jesús? Por error, algunas personas los dejan a un lado, como si fueran residuos de una forma de religión todavía muy sobrenatural. ¿Nos da vergüenza la aparición de una estrella? Debemos mirar el hecho al cual esta nos guía: un niño desnudo en un pesebre. Ante todo veamos que estamos celebrando: Dios que se expresa, no con fuerza o violencia, sino a través de un ser que necesita de ayuda, y totalmente entregado.

En Navidad, tengamos también el coraje de escuchar las palabras de Jesús: «Quien me ve, es al Padre a quien ve» (Juan 14.9). Como resultado, el miedo de Dios, miedo que, a veces, se insinúa con facilidad, no tiene razón de ser. San Pedro Crisólogo escribió que Dios se hizo niño para que dejemos de tener miedo de él.

Muchos contemporáneos de San Juan, tanto judíos como griegos, podrían haber escrito, «Al principio estaba la Palabra…» Sólo Juan, el cristiano, que había tocado con sus manos a la Palabra de Vida, puede escribir, «La Palabra se hizo carne». Por «carne» tenemos que entender debilidad, finitud, criaturas mortales. Aquí radica el escándalo de la fe cristiana. Un escándalo no solo reservado al nacimiento de Cristo ni tampoco a su existencia terrena, sino que continúa presente, hoy, en su manera de ser. Desde este punto, San Agustín, elaboró toda su lógica de los sacramentos.

¿Por qué nos conciernen los acontecimientos de la Navidad? Al leerlos algo resuena en nuestro interior, como una llamada a despojarnos de nuestros caparazones, a deshacernos de nuestras corazas y de nuestra auto suficiencia. Nuestros corazones están hechos para confiar. Charles de Foucauld dice en su conocida oración: «Padre me pongo en tus manos… porque te amo y necesito darme, ponerme en tus manos con infinita confianza, porque eres mi padre».
A menudo, el corazón sólo se abre en presencia de alguien más humilde que uno mismo. No lo olvidemos: Es el Otro que está recostado en el pesebre. Pero el niño nos previene de pensar de pensar en la trascendencia como distancia o amenaza. Abriéndonos a su presencia, no perderemos nuestra libertad. Seremos guiados a hacer de nuestras vidas una «creación con». Si, el Emmanuel está ahí, en ese niño: «Dios-con-nosotros»

ORÍGENES DE LA NAVIDAD.

La Navidad (latín: nativitas, «nacimiento» )? es una de las fiestas más importantes del Cristianismo –junto con la Pascua y Pentecostés–, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén. Esta fiesta se celebra el 25 de diciembre por la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras Iglesias protestantes y la Iglesia Ortodoxa Rumana; y el 7 de enero en otras Iglesias Ortodoxas, ya que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano, para pasar a nuestro calendario actual, llamado gregoriano, del nombre de su reformador, el Sumo Pontífice Gregorio XIII.

Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.

Aunque para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte). La Iglesia cristiana mantiene el 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en la primavera u otoño la Iglesia celebra la Pascua.

La Navidad (latín: nativitas, «nacimiento» )? es una de las fiestas más importantes del Cristianismo –junto con la Pascua y Pentecostés–, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén. Esta fiesta se celebra el 25 de diciembre por la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras Iglesias protestantes y la Iglesia Ortodoxa Rumana; y el 7 de enero en otras Iglesias Ortodoxas, ya que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano, para pasar a nuestro calendario actual, llamado gregoriano, del nombre de su reformador, el Sumo Pontífice Gregorio XIII.

Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.

Aunque para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte). La Iglesia cristiana mantiene el 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en la primavera u otoño la Iglesia celebra la Pascua.

La Navidad (latín: nativitas, «nacimiento» )? es una de las fiestas más importantes del Cristianismo –junto con la Pascua y Pentecostés–, que celebra el nacimiento de Jesucristo en Belén. Esta fiesta se celebra el 25 de diciembre por la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, algunas otras Iglesias protestantes y la Iglesia Ortodoxa Rumana; y el 7 de enero en otras Iglesias Ortodoxas, ya que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano, para pasar a nuestro calendario actual, llamado gregoriano, del nombre de su reformador, el Sumo Pontífice Gregorio XIII.

Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche de bendición’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.

Aunque para algunos historiadores la celebración de la Navidad histórica debería situarse en primavera (entre abril y mayo), y para otros, siguiendo el relato de Lucas 2:8, que indica que la noche del nacimiento de Jesús, los pastores cuidaban los rebaños al aire libre y que el cielo estaba lleno de estrellas, es poco probable que este acontecimiento hubiera ocurrido en el invierno (hemisferio norte). La Iglesia cristiana mantiene el 25 de diciembre como fecha convencional, puesto que en la primavera u otoño la Iglesia celebra la Pascua.

FORMACIÓN DE LA NAVIDAD COMO FIESTA DE DICIEMBRE.

Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos” asignan no sólo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto. Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.

El papa Julio I pidió en 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado el 25 de diciembre, lo cual fue decretado por el papa Liberio en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V.

ADOPCIÓN DE LA FECHA DE NAVIDAD COMO 25 DE DICIEMBRE.

En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre,[1] aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.

En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha.

Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo cuarto como día de fiesta cristiano después de que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtió al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura atenta de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno. En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.

Los primeros cristianos celebraban principalmente la Epifanía, cuando los Reyes Magos visitaron al Niño Jesús. (Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Ecuador, Perú, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Uruguay, y Venezuela) . Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que es ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros.

Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).

PROHIBICIÓN DE LA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD.

Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes, llamándola "Trampas de los papistas" y hasta "Garras de la bestia", debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las Celebraciones Navideñas, utilizando argumentos puritanos.

En la América colonial, los Puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681. Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desagrado de los Estados Unidos después de la Revolución Americana, cuando se estimó que era una costumbre inglesa.

En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.

La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.

En la actualidad, "Los Testigos de Jehová" no celebran la Navidad por considerarla una festividad pagana, además rechazan que sea el 25 de diciembre la verdadera fecha del nacimiento de Cristo Jesús porque en 'el calendario judío, el mes que cae entre noviembre y diciembre es el mes llamado kislev', que "es frío y lluvioso". Luego viene tebet, entre diciembre y enero, que es el mes con las temperaturas más bajas del año e incluso algunas nevadas en las zonas altas". Haciendo referencia al Evangelio de Lucas 2:8-12 dicen que cuando nació Jesús, había pastores en los campos pasando la noche al aire libre con sus rebaños, algo que no sería posible si fuese invierno.

CELEBRACIÓN LITÚRGICA EN LA IGLESIA CATÓLICA.

Para el catolicismo la Navidad no solo es un día de fiesta, sino una temporada de fiestas, y de la misma forma que la Pascua, contiene un tiempo de preparación, llamado Adviento, que inicia cuatro domingos antes del 25 de diciembre.

Es costumbre que se celebren varias misas en Navidad, con distinto contenido según su horario. Así, la noche anterior (Nochebuena) aunque sea domingo, se reza la famosa Misa de Gallo o Misa de Medianoche; en algunos lugares hay incluso una Misa de la Aurora que se celebra precisamente al amanecer del 25 de diciembre. Y la Misa de Mediodía, en la que es costumbre que antes o después de ella, el Papa dé un mensaje de Navidad a todos los fieles del mundo, este mensaje es conocido como Urbi et Orbi (en latín: a la Ciudad de Roma y al Mundo).

Posterior a la celebración del 25 de diciembre de Navidad, tienen lugar las fiestas de san Esteban, protomártir (26 de dic.), san Juan Evangelista (27 de dic.), los Santos Inocentes (28 de dic.), la Sagrada Familia (domingo siguiente a la Navidad o 29 de dic. si Navidad cae en domingo), María Madre de Dios (1 de enero), la Epifanía que se celebra el 6 de enero aunque en algunas diócesis se traslade al Segundo Domingo después de Navidad, y el Bautismo de Nuestro Señor (Domingo siguiente a Epifanía), con el que termina el tiempo litúrgico de la Navidad.

TRADICIONES NAVIDEÑA.

La Navidad es la fiesta cristiana más popularizada, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Y por tal motivo es la que contiene más tradiciones:

La Cena de Navidad, consiste en un banquete a medianoche, en honor del nacimiento de Cristo que tuvo lugar a esa hora; de manera parecida al banquete judío del Pésaj. Tradicionalmente se come pavo, bacalao, cerdo, cordero y otros platos, dependiendo del lugar en que se celebre o las tradiciones de la familia.

Los Belenes, Pesebres o Nacimiento navideño consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo en donde nació Jesús, la Sagrada Familia, los animales y los pastores, también los 3 reyes magos y una estrella con una estela que también suele colocarse en lo alto del árbol de Navidad. Según la tradición san Francisco de Asís fue su inventor. En Argentina, México, Colombia, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Perú y Chile, la figura del Niño no se coloca hasta la llegada de la Navidad, fecha en que se celebra su nacimiento, y luego de ser «arrullado» es colocado entre José y María.

La Corona de Adviento, corona hecha a base de ramas de ciprés o pino atada con un listón rojo en la cual se colocan cuatro velas por lo general de color rojo las cuales marcan los cuatro domingos de adviento anteriores al día de Navidad, las familias se reúnen a su alrededor cada domingo, se enciende una vela y se recitan oraciones y villancicos como preparación al Nacimiento de Jesús. Esta tradición es más recurrente en la Iglesia Católica ya que la corona debe ser bendecida en la Iglesia.
Los Villancicos canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia. Algunos como Noche de Paz tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre.

Las Villas Navideñas representaciones de pueblos en época de nieve.
Las Posadas son una serie de fiestas populares, que recuerdan el trayecto de san José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en México y sus países vecinos.

Novena de Aguinaldos costumbre católica, donde las familias o grupos de personas se reúnen a rezar un novenario, del 16 al 24 de diciembre, consumir platos típicas de Navidad, como buñuelos o la natilla y cantar villancicos, además de divertirse, y hacer juegos motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Fue escrita por Fray Fernando de Jesús Larrea en el siglo XVIII.

Las Piñatas consiste en una olla de barro adornada con picos y papel picado o figuras de cartón adornadas con papel picado de colores, ambas rellenas de dulces, fruta y en ocasiones juguetes y confetti, que se rompen en cada uno de los días de las Posadas. Según la tradicion la piñata debe llevar 7 picos ya que cada uno representa los 7 pecados capitales.

Las Chocolatadas son celebraciones para niños durante las semanas previas al 24 de diciembre en el Perú. Consiste en espectáculos infantiles con payasos, bailes, y entrega de regalos para todos. Se le denomina así pues es infaltable el chocolate caliente y el paneton, o pan de dulce con frutas confitadas.

LA NAVIDAD EN LA ACTUALIDAD.

Aparte del origen cristiano de la Navidad, esta fiesta ha ido mezclando su carácter religioso con la tradición de convivencia familiar, debido en gran medida a la popularidad de esta celebración y a la mercadotecnia.

Es desde el siglo XIX cuando la Navidad empieza a afianzarse con el carácter que tiene hoy día, pues en ese siglo se popularizó la costumbre del intercambio de regalos; se creó a Santa Claus y regalar tarjetas de Navidad. Costumbres que con el tiempo la mercadotecnia (en especial la norteamericana) aprovecharía para expander la Navidad por el mundo dándole un carácter distinto al religioso, y con temas que poco o nada tienen que ver con la tradicional celebración navideña.

La Navidad es celebrada por los cristianos, pero también los no cristianos y algunos ateos utilizan la Navidad, como mero festejo de convivencia social y familiar. Hoy día el país que celebra más la navidad mundialmente es Puerto Rico: sus festividades navideñas comienzan desde el día después del día de acción de gracias (noviembre) y culminan en febrero, en la celebración de la candelaria. También es destacable que en muchos lugares de Europa y América hay una creciente tendencia, impulsada principalmente desde las parroquias locales, para recuperar el sentido religioso de la navidad y su verdadero significado.

BELÉN (ESCENA DEL NACIMIENTO DE JESÚS).

El belén, también llamado nacimiento, pesebre, portal o pasitos en los diferentes países y regiones de habla hispana, es la representación plástica de escenas de la Natividad de Jesucristo, que se suele exponer durante la Navidad en hogares, iglesias y muchos centros públicos, como escuelas, organismos oficiales, comercios, etc. La construcción y exhibición de belenes forma parte de la liturgia navideña en muchas partes del mundo, especialmente en la tradición católica.

HISTORIA.

La primera celebración navideña en la que se montó un belén para la conmemoración del nacimiento de Jesús fue en la Nochebuena de 1223, realizado por San Francisco de Asís en una cueva próxima a la ermita de Greccio (Italia). La escena del nacimiento de Cristo no fue representada con figuritas y miniaturas de objetos cotidianos, como hacemos actualmente, ni con personas, aunque para la ocasión San Francisco sí utilizó animales. Se celebró la misa nocturna acompañada de una representación simbólica de la escena del nacimiento, mediante un pesebre (sin niño) con el buey y la mula, basándose en la tradición cristiana y los Evangelios apócrifos, así como en la lectura de Isaías: "Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne" (Is. 1,3). Estos animales ya aparecen en el pesebre del siglo IV, descubierto en las catacumbas de la Basílica de San Sebastián de Roma, en el año 1877. Cuenta San Buenaventura en su "Legende de Santi Francisci" que tras celebrar la misa el sacerdote sobre el pesebre (utilizándolo como altar), San Franciso cantó el Evangelio y realizó la predicación sobre el nacimiento de Cristo, hijo de Dios, en circunstancias tan humildes como las que en aquel momento se reproducían (es decir, en una fría noche de invierno, en el interior de una cueva, resguardado en el lugar donde comían los animales que, junto al Niño, lo calentaban con su aliento, causando una enorme emoción entre los asistentes, de tal forma que el señor del lugar, Juan de Greccio "aseguró que vio un hermoso niño dormido en el pesebre, que el padre Francisco cogió en sus brazos y lo hizo dormir" Se supone que tras esta primera ocasión, que más que un belén puede asimilarse a un drama litúrgico se fue popularizando la instalación de belenes en las iglesias durante la Navidad, con figuras de terracota, cera o madera en vez de seres vivos.

Antes de la celebración de Greccio existen muchos antecedentes de representación plástica del nacimiento de Jesús, tanto en las Catacumbas romanas (lo que da idea de su relación con el cristianismo primitivo) como en las iglesias y otros lugares relacionados con el culto religioso cristiano. Los antropólogos e historiadores relacionan directamente las figuras del belén con diferentes objetos de culto de formas antropomórficas y animales, desde las Venus prehistóricas hasta las pequeñas esculturas griegas llamadas tanagras, pero muy especialmente por el culto romano a los dioses del hogar (lares) que se realizaba también mediante pequeñas esculturas con forma humana y que se custodiaban en el larario.

En todo caso, a partir del siglo XIV, (fundamentalmente a través de los monjes franciscanos, cuya regla consistente en estricta pobreza, humildad, sencillez y cercanía al pueblo -frente a órdenes más ricas, "aristocráticas" y cercanas al poder político- se avenía muy bien con el humilde nacimiento del Mesías, por lo que usaron su representación como elemento de predicación, considerándose por tanto el pesebre un invento franciscano, cultivado especialmente por éstos y por sus las restantes órdenes franciscanas, como las clarisas y los capuchinos) el montaje de los belenes por Navidad se consolidó como tradición en la península itálica y fue pasando al resto de Europa, al principio como práctica eclesiástica, posteriormente aristocrática y finalmente popular. Sucedió de esta forma en España, ya que cuando a mediados del siglo XVIII el rey de Carlos VII de Nápoles pasó a ser rey de España, promovió la difusión de los nacimientos entre la aristocracia española, llegando posteriormente a la práctica popular en la toda España y en América.

En el siglo XVIII en América, tras la disolución por decreto papal de la orden de los jesuitas, los franciscanos ocuparon su lugar y usaron los belenes como método de evangelización. Allí son habitualmente anacrónicos, ya que incluyen animales y plantas americanas, que en Palestina no se conocían en tiempos de Jesús, como los guajolotes, magüeyes y nopales; pero que recuerdan el carácter rural de la escena. Esta peculiaridad se debe también a que en la parte latinoamericana situada en el Hemisferio Sur del planeta, en Navidad no se celebra el solsticio de invierno, sino el del verano, por lo que el clima y los productos agrícolas sudamericanos son muy diferentes a los europeos y palestinos[10]

Los países belenistas son, en Europa: España, Portugal, Francia, Italia, Alemania, Austria, Hungría, Chequia y Eslovaquia y Polonia; asimismo son construidos en toda Sudamérica y en la actualidad en los Estados Unidos. La tradición de las iglesias protestantes no es aficionada al belén, por su origen iconoclasta.

A partir del siglo XIX apareció en Europa el arte (o afición artesana) del belenismo, que en general se practica a través de Asociaciones Belenistas, la primera de las cuales fue la de Wenns (Tirol, Austria) en 1860; aunque se cree que en Barcelona ya existía una asociación belenista anterior a esta fecha, su creación oficial es en 1863 ; en todo caso, y puesto que la asociación de Wens desapareció al cabo de un año de su fundación, la barcelonesa es la asociación con actividad en la actualidad más antigua del mundo. La asociación internacional es la Universalis Foederatio Praesepistica (UN-FOE-PRAE), fundada en Barcelona en 1952 y sede actual en Roma (Italia).

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 4 Nacimiento_napolitano

Nacimiento estilo napolitano, el más conocido y posiblemente apreciado en todo el mundo.

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 4 400px-Sagrada2

Fachada del Nacimiento del Templo de la Sagrada Familia, Barcelona, las escenas del belén ocupan la totalidad de la fachada, las figuras talladas en piedra son de tipo local, salvo la Sagrada Familia y los Reyes Magos.

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Mensaje por Invitado Vie 24 Dic 2010, 7:29 pm

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BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE JESÚS DE NAZARETH. (PARTE III).

PERPETUA VIRGINIDAD.

El dogma católico de la Perpetua Virginidad de María señala que María fue virgen antes, durante y después del parto. El mismo, además de las citas del Segundo Concilio de Constantinopla referidas más arriba -en la sección referida a la maternidad divina- en las cuales se llama a María "siempre virgen", fue declarado con estas palabras:

Si alguno no confiesa, de acuerdo con los Santos Padres, propiamente y según verdad por madre de Dios a la santa y siempre Virgen María, como quiera que concibió en los últimos tiempos sin semen por obra del Espíritu Santo al mismo Dios Verbo propia y verdaderamente, que antes de todos los siglos nació de Dios Padre, e incorruptiblemente le engendró, permaneciendo ella, aun después del parto, en su virginidad indisoluble, sea condenado.

Concilio de Letrán (649), convocado por el Papa San Martín I


La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a confesar la virginidad real y perpetua de María incluso en el parto del Hijo de Dios hecho hombre. En efecto, el nacimiento de Cristo "lejos de disminuir consagró la integridad virginal" de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a María como la Aeiparthenos, la ‘siempre-virgen’.

Catecismo de la Iglesia Católica, 499


La palabra Aeiparthenos señala tanto el aspecto físico de la virginidad como lo moral al no pecar nunca contra la castidad o la pureza. Los padres de la Iglesia como San Ignacio de Antioquía y San Justino resaltan tanto la concepción maravillosa de Jesucristo como la virginidad de su madre. La virginidad fue negada por, entre otros, judaizantes que por odio a la figura de Cristo decían que era nacido en adulterio. La virginidad en la concepción de Jesús nunca fue negada entre la comunidad cristiana, mientras que la virginidad durante el parto fue negada por Tertuliano y muchos años después por Joviniano quien junto a otros seguidores fue condenado por el Papa Siricio. Los protestantes siempre aceptaron la concepción virginal y en un inicio incluso algunos afirmaron la perpetua virginidad, pero con el tiempo fueron negando todo vestigio del credo católico respecto a María.

ASUNCIÓN DE MARÍA.

El dogma católico de la Asunción de María, definido como tal en 1950, señala que María, en toda su persona: cuerpo y alma (sin ser dualista) en toda su integridad goza de la glorificacion a la cual están llamados todos los seres humanos porque la forma dogmática no incluye el termino "privilegio". Es modelo y paradigma de esperanza en la vida después de la vida.

Por tanto, después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces e invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para acrecentar la gloria de esta misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, por la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y por la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Constitución Apostólica Munificentissimus Deus, Pío XII


Este dogma no encuentra relatos bíblicos que lo sustenten, sino que se basa en la tradición. Entre los Padre de la Iglesia, los primeros en referirse a la asunción son san Efrén y san Epifanio. A partir del siglo V se componen numerosos relatos apócrifos denominados Transitus Mariae u Obsequia Virginis, que narran la muerte de María y su posterior resurrección o asunción (según la tradición que sigan). A partir del siglo VI se celebra tanto en Oriente como en Occidente una fiesta mariana el 15 de agosto que bajo diversos nombres (Dormitio, Assumptio, Transitus, Pausatio, Dies natalis) celebra la muerte de María o su asunción. Del siglo VII al siglo X, los autores eclesiásticos se dividen. Unos aceptan la asunción de María; otros la muerte normal de María que espera la resurrección o consideran que no se sabe cuál fue el destino final de la Virgen. A partir del siglo X se asume la convicción piadosa de que María fue asunta al cielo tanto en Oriente como en Occidente. El hecho de que en el ámbito protestante se negara la asunción de María muestra que era considerada una doctrina cierta, a pesar de no haber sido definida dogmáticamente. La primera petición a Roma pidiendo la definición fue presentada por Cesáreo Shguanin en el siglo XVIII. A esta siguieron otras muchas, entre ellas la de Isabel II de España. En 1946, Pío XII envió la encíclica Deiparae Virginis a todos los obispos católicos, consultando si deseaban y veían posible esta definición. Dada la respuesta afirmativa mayoritaria definió el dogma el 1 de noviembre de 1950 en la Constitución Apostólica Munificentissimus Deus, citada más arriba. Al hacerlo, evitó pronunciarse sobre la cuestión de si la Virgen murió y fue inmediatamente resucitada, o si fue asunta al cielo sin pasar por la muerte, eligiendo cuidadosamente las palabras "terminado el curso de su vida terrena".

ALGUNAS CITAS DE LOS SANTOS SOBRE ELLA.

Creamos, pues, en Jesucristo, nuestro Señor, nacido del Espíritu Santo y de la virgen María. Pues también la misma bienaventurada María concibió creyendo a quien alumbró creyendo. Después de habérsele prometido el hijo, preguntó cómo podía suceder eso, puesto que no conocía varón. En efecto, sólo conocía un modo de concebir y dar a luz; aunque personalmente no lo había experimentado, había aprendido de otras mujeres -la naturaleza es repetitiva- que el hombre nace del varón y de la mujer. El ángel le dio por respuesta: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, lo que nazca de ti será santo y será llamado Hijo de Dios. Tras estas palabras del ángel, ella, llena de fe y habiendo concebido a Cristo antes en su mente que en su seno, dijo: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Cúmplase, dijo, el que una virgen conciba sin semen de varón; nazca del Espíritu Santo y de una mujer virgen aquel en quien renacerá del Espíritu Santo la Iglesia, virgen también. Llámese Hijo de Dios a aquel santo que ha de nacer de madre humana, pero sin padre humano, puesto que fue conveniente que se hiciese hijo del hombre el que de forma admirable nació de Dios Padre sin madre alguna; de esta forma, nacido en aquella carne, cuando era pequeño, salió de un seno cerrado, y en la misma carne, cuando era grande, ya resucitado, entró por puertas cerradas. Estas cosas son maravillosas, porque son divinas; son inefables, porque son también inescrutables; la boca del hombre no es suficiente para explicarlas, porque tampoco lo es el corazón para investigarlas.Creyó María, y se cumplió en ella lo que creyó.Creamos también nosotros para que pueda sernos también provechoso lo que se cumplió. Aunque también este nacimiento sea maravilloso, piensa, sin embargo, ¡oh hombre!, qué tomó por ti tu Dios, qué el creador por la criatura: Dios que permanece en Dios, el eterno que vive con el eterno, el Hijo igual al Padre, no desdeñó revestirse de la forma de siervo en beneficio de los siervos, reos y pecadores. Y esto no se debe a méritos humanos, pues más bien merecíamos el castigo por nuestros pecados; pero, si hubiese puesto sus ojos en nuestras maldades, ¿quién los hubiese resistido?Así, pues, por los siervos impíos y pecadores, el Señor se dignó nacer, como siervo y hombre, del Espíritu Santo y de la virgen María.

San Agustín (Padre y Doctor de la Iglesia).

Todo el mundo espera la respuesta de María.
Oíste, Virgen, que concebirás y darás a luz a un hijo; oíste que no será por obra de varón, sino por obra del Espíritu Santo. Mira que el Ángel aguarda tu respuesta, porque ya es tiempo que se vuelva al Señor que lo envió. También nosotros, los condenados infelizmente a muerte por la divina sentencia, esperamos, Señora, esta palabra de misericordia.

Se pone entre tus manos el precio de nuestra salvación; en seguida seremos librados si consientes. Por la Palabra eterna de Dios fuimos todos creados, y a pesar de eso morimos; mas por tu breve respuesta seremos ahora restablecidos para ser llamados de nuevo a la vida.

Esto te suplica, oh piadosa Virgen, el triste Adán, desterrado del paraíso con toda su miserable posteridad. Esto Abrahán, esto David, con todos los santos antecesores tuyos, que están detenidos en la región de la sombra de la muerte; esto mismo te pide el mundo todo, postrado a tus pies.

Y no sin motivo aguarda con ansia tu respuesta, porque de tu palabra depende el consuelo de los miserables, la redención de los cautivos, la libertad de los condenados, la salvación, finalmente, de todos los hijos de Adán, de todo tu linaje.

Da pronto tu respuesta. Responde presto al Ángel, o, por mejor decir, al Señor por medio del Ángel; responde una palabra y recibe al que es la Palabra; pronuncia tu palabra y concibe la divina; emite una palabra fugaz y acoge en tu seno a la Palabra eterna.

¿Por qué tardas? ¿Qué recelas? Cree, di que sí y recibe. Que tu humildad se revista de audacia, y tu modestia de confianza. De ningún modo conviene que tu sencillez virginal se olvide aquí de la prudencia. En este asunto no temas, Virgen prudente, la presunción; porque, aunque es buena la modestia en el silencio, más necesaria es ahora la piedad en las palabras.

Abre, Virgen dichosa, el corazón a la fe, los labios al consentimiento, las castas entrañas al Criador. Mira que el deseado de todas las gentes está llamando a tu puerta. Si te demoras en abrirle, pasará adelante, y después volverás con dolor a buscar al amado de tu alma. Levántate, corre, abre. Levántate por la fe, corre por la devoción, abre por el consentimiento.

Aquí está —dice la Virgen— la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.

San Bernardo de Claraval (doctor de la Iglesia).

Por medio de la Santísima Virgen vino Jesucristo al mundo y por medio de Ella debe también reinar en el mundo.
Confieso, con toda la Iglesia, que siendo María una simple criatura salida de las manos del Altísimo, comparada con tan infinita Majestad, es menos que un átomo, o, mejor, es nada, porque sólo El es EL QUE ES. Por consiguiente, este gran señor siempre independiente y suficiente a Sí mismo, no tiene ni ha tenido absoluta necesidad de la Santísima Virgen para realizar su voluntad y manifestar su gloria. Le basta querer para hacerlo todo. Afirmo, sin embargo, que dadas las cosas como son, habiendo querido Dios comenzar y acabar sus mayores obras por medio de la Santísima Virgen desde que la formó, es de creer que no cambiará jamás de proceder: es Dios y no cambia ni en sus sentimientos ni en su manera de obrar.

La Iglesia, con el Espíritu Santo, bendice primero a la Santísima Virgen y después a Jesucristo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús». Y esto, no porque la Virgen María sea mayor que Jesucristo o igual a El lo cual sería intolerable herejía sino porque para bendecir más perfectamente a Jesucristo hay que bendecir primero a María. Digamos, pues, con todos los verdaderos devotos de la Santísima Virgen y contra sus falsos devotos escrupulosos. «María, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús».

San Luis María Grignion de Montfort.

APARICIONES MARIANAS.

En el catolicismo, las apariciones marianas son las presuntas manifestaciones de la Bienaventurada Virgen María –también llamadas mariofanías– ante una o más personas, en un lugar y tiempo histórico determinado. Algunas han sido reconocidas por la Iglesia.

Algunas de estas apariciones han dado origen incluso a lugares de culto o peregrinación conocidos como Santuarios Marianos, algunos de ellos muy famosos (como el Santuario de Fátima, en Portugal, y el Santuario de Lourdes, en Francia). Otras han inspirado la creación de órdenes religiosas (Orden de los Carmelitas, Orden de los Mercedarios, Orden Dominicana, entre otras), pero la mayoría no han tenido un fin institucional, sino de renovación espiritual, y sirven también en los casos más conocidos como destino de peregrinación.


APARICIONES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.

Las llamadas "apariciones" o manifestaciones de la Virgen María son fenómenos que aparentemente suceden a lo largo de la historia de la Iglesia, sobre todo durante el siglo XX. La Iglesia Católica ha reconocido muy pocas, y aún éstas son consideradas "revelaciones privadas", dejando a los fieles en libertad de creer en ellas o no.

La primera es la de la Virgen del Pilar al Apóstol Santiago en Zaragoza, en torno al año 40 d. C. Luego aparece la Virgen del Monte Carmelo a través de San Simón Stock. En la Edad Media aparece en Puy. Aproximadamente en 1392 se aparece bajo la advocación de Virgen de la Candelaria a dos pastores guanches en Canarias, España. En 1481, se aparece en la isla de Gran Canaria bajo la advocación del Pino. En el siglo XVI la aparición a San Juan Diego en México bajo el nombre de Guadalupe. La llamada Virgen del Huerto se le apareció al joven Sebastian descalzo (en la mitad del siglo del 1700). En el siglo XIX aparece en La Salette a los pastores Melanie Calvat y Maximin Giraud (1846); en Lourdes (1858) a Santa Bernadette Soubirous; y en Fátima (1917) a los pastorcitos Lucía dos Santos y Francisco y Jacinta Marto; también el 13 de julio de 1945 se le aparece a Pierina Gilli en Montichiari y Fontanelle, Italia, llamándose María Rosa Mística.

Otro ejemplo lo encontramos con las apariciones en la región de la ex-Yugoslavia, en el pueblo de Medjugorje en Bosnia y Herzegovina, donde 6 niños, desde el día 24 de junio de 1981, aseguran que se les aparece la Virgen (o como ellos la llaman en su lengua "'Gospa'") de manera frecuente y donde actualmente los videntes –hoy ya adultos– dicen que continúan teniendo las visitas. las apariciones en Medjugorje aun están bajo investigación. El papa Juan Pablo II en múltiples ocasiones ha expresado su devoción a la Reina de La Paz de Medjugorje, y su estima por los videntes. También muchos cardenales y líderes de la iglesia han expresado opiniones similares.

Prácticamente cada santuario mariano tiene como origen una revelación o un fenómeno extraordinario vinculado a la Virgen María. La actitud de la Iglesia Católica ante estos fenómenos ha oscilado entre la aceptación, luego de un proceso de investigación y análisis intenso del caso, o de rechazo. Muchas apariciones, especialmente sucedidas en el siglo XX, no cuentan aún con este veredicto formal. Benedicto XV fijó las normas a seguir para estudiar estos casos, en los que participa también la ciencia.

La era de la aceptación fácil de las mariofanías en la Iglesia finalizó aproximadamente con la era de las grandes madres espirituales, como Santa Gertrudis y Santa Matilde. A partir del siglo XIV, la teología se hace mucho más racionalista y se construye, sobre todo desde la obra de Jean de Gerson (s. XIV), la opinión dominante muy restrictiva en la práctica eclesiástica, cuyo máximo ejemplo negativo será la condena a Juana de Arco.

La praxis de los favorecidos con las mariofanías, incluidos fundadores de órdenes religiosas, ha sido el secretismo de las supuestas comunicaciones de María, por temor al malentendido y el miedo a que la obra de fundación se viera perjudicada.

Los contrarios a las mariofanías las asocian a movimientos marginales en la Iglesia, a expresiones excesivas de la piedad popular o incluso a alucinaciones colectivas, y desde fuera de la Iglesia se las atribuye a veces a manipulaciones de la ignorancia popular por los eclesiásticos o por los mismos Gobiernos.

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La gruta de La Virgen de Lourdes.

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 4 401px-Fatima

Santuario de La Virgen de Fátima.

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Mensaje por Invitado Mar 28 Dic 2010, 9:21 pm

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REYES MAGOS.

Fecha de emisión: 3 Noviembre 1969
Serie: 2 valores
Tirada: 21.000.000


TRADICIÓN.

Estos magos fueron, según la tradición, a adorar al Mesías que acababa de nacer en Belén de Judea, el que posteriormente se llamaría Jesús de Nazaret. La Biblia no especifica ni sus nombres, ni su número, ambos creados por tradiciones posteriores. En todo caso, esos magos actuaron, según los relatos evangélicos, siguiendo un extraño astro, calificado de estrella fugaz, que habían visto en sus observaciones del universo, ya que también se cree que eran en realidad magos o sabios en el sentido de personas estudiosas de la astronomía y la ciencia (a diferencia de la visión tradicional, que los ha venido identificando como "reyes"). La teología aprovecha esta consideración de los magos como sabios o astrónomos para identificar en esta adoración el encuentro entre la ciencia y Dios.

Los Reyes Magos (también conocidos como los Reyes Magos de Oriente) es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes (tres según la consideración más extendida) que, tras el nacimiento de Jesús, habrían acudido desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.

El evangelio sólo habla de magos, en ninguna parte se indica que fuesen reyes. Esta creencia apareció varios siglos después y se ha mantenido en la tradición popular. Tampoco se mencionan sus nombres en el evangelio.

Estos "magos", según la creencia Católica, eran representantes de religiones paganas de pueblos vecinos y por eso ve en el Evangelio, las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación.[1]

En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía. Pero en otros países se le llama "Pesebre" a toda esta representación.

La palabra “Mago”, proviene del elamita (Ma-ku-ish-ti) que pasando por el persa (Ma-gu-u-sha) y por el acadio(Ma-gu-shu)[2] llegó al griego como Μαγός (Magós, plural: μαγοι, magï) y de ahí al latín Magi (Cf. Magíster) de donde llegó al español. Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa de la época aqueménide y durante todo el reinado de Darío el Medo (521-486 a. C.) (Para otras connotaciones, véase: otras interpretación abajo en este mismo artículo).

La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de "Reyes") quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al «Rey de los Judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.

Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás (o Evangelios de la infancia de Tomás) del siglo II, sin embargo, dan su número y les asignan nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar, posiblemente sacerdotes zoroastristas provenientes de Persia. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca. Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de Europa, Asia, y de África respectivamente.

REY MELCHOR.

Se cree que este nombre proviene de Europa, ya que es tradicionalmente representado por una persona de piel clara y barba blanca, representando una persona adulta. En supuesta alusión a los pueblos europeos. En representaciones teatrales populares, desfiles, etc. se le representa con una barba blanca. Su significado en hebreo es "rey de la luz". Representa la edad adulta del hombre. Porta oro.

En la novela Ben-Hur, Melchor es un brahmán procedente de la India.

REY GASPAR.

Dícese que vivió 109 años y que murió mártir junto con sus compañeros Melchor y Baltasar.

Gaspar es el que regala incienso.

Gaspar se representa con la barba castaña o rubia.

REY BALTASAR.

ETIMOLOGÍA.

Se cree que este nombre (Bel-Sar-Utsor, equivalente de Dios protege al Rey) proviene de Babilonia, del mencionado en los libros del profeta Daniel como rey Baltasar. Representa la juventud del hombre. Era el portador de la mirra.

Desde la alta Edad Media, las representaciones iconográficas del Rey Baltasar lo representan como una persona de raza negra. Esto se debe a un cambio dirigido por la iglesia en el afán de universalizar el cristianismo y representar la adoración de los "Reyes" de "todos los continentes" a Jesús, como símbolo de la servidumbre de los monarcas del mundo al Papa de Roma. Tradicionalmente es el portador de la mirra como regalo para Jesús niño, como representación de su vertiente humana, ya que la mirra se utilizaba en los entierros.

En la novela Ben-Hur, Baltasar es un príncipe y sacerdote procedente de la la ciudad egipcia de Alejandría.


MONUMENTOS DEDICADOS A LOS REYES MAGOS.

En la plaza de la localidad alicantina de Ibi se encuentra un monumento dedicado a la figura de los tres Reyes Magos de Oriente, tan entroncados con la industria juguetera y de fuerte implantación en la localidad desde principios del siglo XX. Dicho monumento, de 5800 kilos, fue inaugurado el 5 de enero de 1974 y es una obra en piedra caliza del escultor granadino D. Aurelio López Azauste.

Otra localidad que también ha honrado a la figura de los tres Reyes Magos de Oriente es Juana Díaz, en la isla caribeña de Puerto Rico. Este pueblo es sede de las mas destacadas devociones en honor a los tres Reyes Magos, y como homenaje al arraigo de esta tradición entre los puertorriqueños hay dos monumentos dedicados a los Reyes Magos:

El mas antiguo ubicado en la plaza de recreo frente al Ayuntamiento y la parroquia católica de San Ramón Nonato. Esta escultura fue erigida por el Consejo Juanadino Pro Festejos de Reyes el 6 de enero de 1986. Fue obra del barranquiteño Naldo de la Loma.
El mas reciente se encuentra ubicado cerca de la intersección de la carretera PR-149 y la Autopista Luis A. Ferré (entrada sur a la localidad de Juana Díaz). Fue erigido por el Ayuntamiento de Juana Díaz el 24 de diciembre de 2000.


AUTO DE LOS REYES MAGOS (MURCIA).

El Auto de los Reyes Magos es una de las más antiguas reliquias teatrales españolas, y goza de gran tradición y popularidad en diversos enclaves de la geografía murciana, especialmente en Aledo y la pedanía de Churra.

Con las primeras claras de la mañana del 6 de enero, los vecinos de numerosos pueblos y pedanías de la Región de Murcia se disponen a interpretar y contemplar, por calles y plazas, la escenificación del Auto de los Reyes Magos.

Orígenes

El origen de esta pieza teatral se remonta al siglo XII, época en la que la Europa medieval veía florecer un teatro basado en el dramatismo litúrgico. De ella se conservan solamente 147 versos de un autor desconocido.

De manera sencilla e ingenua, el Auto de los Reyes Magos relata el Misterio de la Epifanía, mostrando la sorpresa de los Reyes Magos ante el descubrimiento de la Estrella y su entrevista en Jerusalén con Herodes.

Auto de los Reyes Magos, también conocido como Representación de los Reyes Magos, es una primitiva pieza dramática toledana, escrita probablemente en el siglo XII según se deduce de la letra. Se encontró en un códice en la biblioteca del Cabildo de Toledo, por el canónigo don Felipe Fernández Vallejo, conservándose actualmente en la Biblioteca Nacional de España. El nombre lo asignó en 1900 Menéndez Pidal. Se considera la primera obra teatral castellana y española.


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Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; Y enviándolos a Belén, dijo: Id allá, y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléiss, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron: y he aquí la estrella que habían visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.

Y entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, le adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes, oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino".

Otra leyenda menciona que sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos.

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Las reliquias de los Tres Reyes Magos en la catedral de Colonia, Alemania

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Mensaje por Invitado Miér 29 Dic 2010, 12:10 am

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FRUELA I DE ASTURIAS.

Fecha de emisión: 27 Noviembre de 1961
Serie completa: 6 valores
Tirada: 3.500.000


Fruela I de Asturias (722 - Cangas de Onís, 768) Rey de Asturias entre los años 757 y 768. Fue hijo del rey Alfonso I el Católico, a quien sucedió en el trono, y de la reina Ermesinda.

SU BIOGRAFÍA.

Al comienzo de su reinado se enfrentó a un ejército enviado por Abderramán I, emir de Córdoba, en Pontucio (Galicia). En esta batalla se tomó prisionero a Ahumar, hijo de Abderramán, que fue degollado.

Repobló Galicia hasta el río Miño, el cual marco la frontera suroccidental de su reino.

Tuvo que reprimir duramente las incursiones de los vascones de Álava contra sus territorios de Cantabria. Tras campaña satisfactorias contra ellos pactaría con intercambio de rehenes acordándose su matrimonio con la hija del señor vascón llamada Munia, haciéndola su reina esposa. El hijo de ambos sería protegido tiempo después en el territorio de sus parientes maternos y apoyado por ellos para recuperar el trono. Poco después tuvo que reprimir otra rebelión de los nobles gallegos en el año 766.

Reformó el clero de su reino, prohibiendo el casamiento a los clérigos e incluso obligando a dejar la esposa a los casados, lo que le granjeó la enemistad de gran parte de este estamento.

Fruela fundó diversos monasterios de la Orden de San Benito, entre ellos el de San Vicente de Oviedo, que fue origen de la ciudad de Oviedo; donde está enterrado junto a su esposa. El Cartulario de San Millán de la Cogolla recoge la constitución, otorgada por Fruela el 24 de abril de 759, de un convento femenino de 28 monjas con su presbítero en San Miguel de Pedroso (Burgos), en la frontera este del reino, donde un fuerte núcleo visigodo-cristiano resistió a la invasión árabe al amparo de los Montes de Ayago y la Sierra de la Demanda.

Viendo que su hermano Vimarano ganaba las simpatías de la aristocracia lo mató personalmente, acusándolo de encabezar una conspiración para destronarlo. Tras el asesinato, Fruela tomó al hijo de Vimarano, llamado Bermudo (que no se debe confundir con el rey de Asturias Bermudo I), y lo hizo criar como un hijo, tal vez tratando de reparar el daño causado con la muerte de aquél.

Aún así, el homicidio de su hermano le concitó la enemistad de la nobleza, que se confabuló para asesinarlo en la corte de Cangas de Onís. Una vez asesinado Fruela, resultó elegido como sucesor al trono su primo Aurelio, hijo de Fruela Peréz.

SEPULTURA DEL REY FRUELA I.

Después de su defunción, el cadáver del rey Fruela I recibió sepultura en la iglesia de San Salvador de Oviedo, que él había ordenado edificar, y en la que también fue sepultada su esposa, la reina Munia de Álava. Posteriormente, la iglesia de San Salvador de Oviedo fue saqueada y arrasada, en el año 794, por las tropas musulmanas y, a continuación, el rey Alfonso II de Asturias ordenó la reedificación del templo.

En el siglo XVI, el cronista cordobés Ambrosio de Morales señaló la posibilidad de que Alfonso II el Casto trasladase los restos de su padre, el rey Fruela I de Asturias, a la nueva iglesia de San Salvador de Oviedo, que él ordenó levantar, o bien que ordenase su traslado a la desaparecida iglesia de Santa María de Oviedo, cercana a la de San Salvador, y que el mismo monarca ordenó edificar.

No obstante lo anterior, el historiador Carballo señaló que Alfonso II ordenó trasladar los restos mortales de Fruela I a la capilla del Rey Casto de la Catedral de Oviedo, lo que supondría que en la actualidad yacen junto a los de los otros monarcas allí sepultados. No obstante, debido a la reconstrucción del Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo, llevada a cabo a comienzos del siglo XVIII, resultaría imposible en la actualidad la identificación e individualización de los restos mortales del rey Fruela, que se cuenta entre los allí sepultados.

NUPCIAS Y DESCENDENCIA.

Contrajo matrimonio con Munia de Álava, y fruto de esa unión nacieron dos hijos:

Alfonso II el Casto (c.760-842). Fue sepultado en el Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo, que él había ordenado erigir.

Jimena.

SAN MIGUEL DE PEDROSO.

San Miguel de Pedroso es un pueblo de la provincia de Burgos (España), situado en la comarca del río Tirón, cercano a Belorado.

HISTORIA.

Lo más significativo de la historia de San Miguel de Pedroso es la constitución el 24 de abril de 759 de un convento femenino de 28 monjas con su presbítero. La constitución del Monasterio Femenino de San Miguel de Pedroso se hace a cargo de la Abadesa Nonna Bella.

Este es el resumen del texto o acta fundacional:

CL VIII De decanias et de divisas er de colaceos et de hereditates de monasterio Sancti Micaelis de Petroso. Sub nomine sancte et individue Trinitatis. Ego igitur abbatissa Nonna Bella pactum feci, et corpues y anima huic sancto monasterio offerre eyt comendare curavi, quem iuxta Tiri abtavi, et ex reliquias almi Dei arcangeli Micaeli et sanctorum apostolorum Petri et Pauli es sancti Prudencii sacrare disposui, et meum sororumque soram predictis patribus, id est, gioriosi Froilani regis et Valentín pontificis nomina nostra in hac regula sancta roboravimus sub die VIII kalendas madias, era DCCz. Lxa. VIIa. Maria hiz roboravi. Amunna hic roboravi. Monnia hoc roboravi. Eilo hic roboravi. Donna hic roboravi. Scemena hic roboravi. Umma hix roboravi. Munnoza hic roboravi. Scemena dis Roboravi.... Urbana... Cinta... Alduara... Sancia... Maria...Auria...Anderazo...Munnata... Eugenia...Clarea... Susanna... Mumadonna... Tota.... Anderquina... Flagina... Guntroda... Gometiza... Urraca hic roboravi. Luponi presbiter hii omnes roboravit in Christo, amen.

El nombre de Froila nos lleva a la época de Fruela I (757-768), que sucede a su hermano Alfonso I, hijos ambos de Pedro de Cantabria, Señor visigodo de estas tierras antes de la invasión musulmana. El obispo Valentín se explica mejor en este momento que en el siglo X, cuando la documentación recoge ya los nombres de la mayor parte de los obispos, entre los cuales no aparece ninguno así llamado.

Por lo demás, la presencia de los cristianos en esta zona y a tan temprana edad de la reconquista, hace suponer que estas comarcas de los Montes de Ayago y Sierra de la Demanda no cayeron en manos de los musulmanes y cumplió un papel de similar refugio al que cumplieron los Montes de Covadonga. Parece que este convento pervivió hasta la época de la desamortización.

MUNIA DE ÁLAVA.

Munia de Álava (¿? - después de 768). Reina consorte de Asturias por su matrimonio con el rey Fruela I de Asturias, y madre de Alfonso II el Casto, rey de Asturias.

La ascendencia de la reina Munia es mencionada en una de las crónicas árabes de la época. El historiador Gonzalo Martínez Díez cita un texto en la primera parte de la historia de Ibn Hayyan, publicada por E. Lévi-Provençal, y en la que se narra una razia musulmana, donde se mencionan las bajas cristianas. Según dicha crónica árabe, en el año 816:

fue la campaña de hayib Abd al-Karim ibn Abd al Wahid ibn Mugut con la aceifa contra el enemigo de Dios Balask al Yalasqi (el vascón Velasco), señor de Pamplona (…) Murieron muchos, entre ellos Garsiya Ibn Lubb (García López) hijo de la hermana de Barmud (Bermudo I), el tío materno de Idfuns (Alfonso II)...

De ello se deduce que la reina Munia fue hija de un individuo llamado Lope, y que por lo tanto, debería llevar el apellido patronímico López, y de una hija de Fruela de Cantabria. La madre de la reina Munia fue hermana del Bermudo I el Diácono, y fue prima carnal del rey Fruela I y, por ello, la reina Munia habría sido prima en segundo grado de su esposo, el rey Fruela I.

SU BIOGRAFÍA.

Aunque se desconoce su fecha de nacimiento, debió de ocurrir alrededor del año 745. El rey Fruela I se la trajo de una expedición por tierras alavesas y de la Bureba para convertirla en su esposa y reina de Asturias, al mismo tiempo que estrechaba las relaciones con Álava.

Una vez fallecido su esposo, su viuda, la reina Munia, temiendo por las vidas de sus hijos, los envió al Monasterio de Samos, que había sido fundado por su esposo.

Se desconoce su fecha de defunción, aunque debió de ocurrir después del año 768, fecha de la defunción de su esposo.

Después de su defunción, el cadáver de la reina Munia recibió sepultura en la iglesia de San Salvador de Oviedo, que su esposo, el rey Fruela I de Asturias, había ordenado edificar, y en la que también fue él mismo sepultado. Posteriormente, la iglesia de San Salvador de Oviedo fue saqueada y arrasada, en el año 794, por las tropas musulmanas y, a continuación, el rey Alfonso II de Asturias ordenó la reedificación del templo.

A principios del siglo IX el rey Alfonso II ordenó la construcción de la iglesia de Nuestra Señora del Rey Casto, en la ciudad de Oviedo, a fin de destinarla a panteón real, y diversos autores señalan que trasladó a ella los restos de sus padres, que se encontraban en el cementerio de la iglesia de San Salvador. No obstante, debido a la reconstrucción del Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo, llevada a cabo a comienzos del siglo XVIII, resultaría imposible en la actualidad la identificación e individualización de los restos mortales de la reina Munia, que se cuenta entre los allí sepultados.

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Mensaje por Invitado Miér 29 Dic 2010, 8:24 pm

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ALFONSO II DE ASTURIAS.

Fecha de emisión: 27 Noviembre de 1961
Serie completa: 6 valores
Tirada: 3.500.000


Alfonso II de Asturias (c.760 - 842), apodado el Casto. Rey de Asturias en dos periodos distintos: primero, en el año 783, y posteriormente, entre los años 791 y 842, en que falleció.

Durante su reinado, que abarcó un periodo de cincuenta y un años, se descubrió en Galicia la tumba del Apóstol Santiago.

SU BIOGRAFÍA.

Era hijo de Fruela I y Munia. Nació en Oviedo hacia el año 760. Al morir su padre quedó al cargo de su tía Adosinda, esposa del rey Silo; aunque hay una tradición que dice que fue llevado al monasterio de Samos, en Galicia. Durante el reinado de Silo desempeñó el gobierno del Palacio. A la muerte de éste es elegido rey gracias al apoyo de su tía Adosinda y de los magnates de la corte, pero su tío Mauregato organizó una fuerte oposición y consiguió deponer a Alfonso, que buscó refugio en Álava entre sus parientes maternos.

Cuando Bermudo I renuncia al trono debido a su derrota en la batalla de Burbia, Alfonso regresa a Asturias y es proclamado rey el 14 de septiembre de 791.

Se sabe que mantuvo contactos con el emperador Carlomagno, pues hay constancia de que tres delegaciones de la Gallaecia viajaron a la corte de los francos en los años 796, 797 y 798, aunque se desconocen los asuntos de los que trataron. Por una parte, se piensa que pudo ser para mantener la integridad de su reino frente a los ataques de los hermanos musulmanes Ibn-Mugait en el oriente de Asturias. Por otra, se cree que pudieron tener relación con la herejía adopcionista contra la que Carlomagno combatía activamente.

Saqueó Lisboa en 798 aprovechando disensiones en el gobierno de Córdoba y venció a los musulmanes en Narón y en Anceo (825). Gracias a las victorias sobre los musulmanes, afianza su presencia en Galicia, León y Castilla, que reorganizará políticamente.

Fijó su corte en Oviedo, en donde construyó varias iglesias y un palacio. En la actualidad sólo quedan restos de la iglesia de San Tirso. En las afueras de los límites del Oviedo de su época levantó la iglesia de Santullano.


La situación interna del reinado de Alfonso II tuvo un momento de gravedad entre los años 801 y 808, cuando el rey fue obligado a retirarse al monasterio de Ablaña ante la presión de un grupo nobiliario. Recuperó el trono gracias al noble Teudano, poniendo en marcha desde ese momento una importante labor de reorganización del reino, vinculándose a la herencia visigoda para reforzar el poder real. El autor anónimo de la Crónica Albeldense manifiesta que Alfonso restauró en Oviedo "todo el orden gótico toledano, tanto en la Iglesia como en Palacio".

La Crónica Sebastianense dice de él que murió en 842 «tras haber llevado por 52 años casta, sobria, inmaculada, piadosa y gloriosamente el gobierno del reino».

La tradición afirma que bajo su reinado se produjo el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago por un ermitaño en Compostela (814), hecho que convirtió a este lugar en uno de los más importantes centros de peregrinación de toda la cristiandad.


NUPCIAS.

Contrajo matrimonio con Berta, emparentada según algunos historiadores con la Casa real francesa. Sin embargo, las crónicas de la época señalan que el rey Alfonso II no mantuvo relaciones íntimas con su esposa y que falleció sin dejar descendencia.

SEPULTURA.

Después de su defunción, el cadáver del rey Alfonso II recibió sepultura en el Panteón de reyes de la iglesia de Ntra. Sra. del Rey Casto de Oviedo, que el monarca había ordenado erigir, y en el que también fue sepultada su esposa, la reina Berta, según refiere el Cronicón de Cardeña.Junto a la entrada al panteón real, se encontraba el sepulcro que contenía los restos del rey Alfonso II, alzado dos pies sobre el suelo, y cubierto por una tapa acofrada carente de adornos y de inscripción. Sin embargo, la tradición y el lugar preeminente que ocupaba dicha tumba señalaban, en opinión de diversos historiadores, que en ella reposaban los restos del fundador de la iglesia y del panteón real.

No obstante, debido a la reconstrucción del Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo, llevada a cabo a comienzos del siglo XVIII, resulta imposible en la actualidad identificar e individualizar los restos mortales del rey Alfonso II el Casto, que se cuenta entre los allí sepultados.

ADOSINDA.

Adosinda (¿? - después de 785). Reina consorte de Asturias por su matrimonio con el rey Silo de Asturias.

Fue hija de Alfonso I el Católico, rey de Asturias, y de la reina Ermesinda, y hermanastra del rey Mauregato de Asturias.

SU BIOGRAFÍA.

Fue hija de Alfonso I el Católico, rey de Asturias, y de la reina Ermesinda. Por parte paterna era nieta del duque Pedro de Cantabria, y por parte materna eran sus abuelos el rey Don Pelayo, primer monarca asturiano, y su esposa, la reina Gaudiosa. Fue hermana del rey Fruela I de Asturias y, tras el asesinato de éste último, Adosinda, temiendo por la vida de su sobrino Alfonso, hijo de su difunto hermano, lo envió al monasterio de San Julián de Samos, en Lugo, a fin de darle protección y formación cultural.

Tras el asesinato de su hermano permaneció en la corte asturiana, bajo la protección del rey Aurelio, y es en esta época cuando conoció a Silo, un ricohombre gallego. Lo eligió como esposo, hecho inusual en la época y, tras la muerte del rey Aurelio de Asturias, ocurrida en el año 774, su esposo, Silo, pasó a ser rey de Asturias, convirtiéndose de ese modo Adosinda en reina consorte de Asturias. Su esposo reinó en Asturias desde 774 hasta 783.

Al morir su esposo en el año 783 sin dejar descendencia, Adosinda intervino en la elección de su sucesor, que pasó a ser su sobrino Alfonso, hijo de su hermano, el rey Fruela I. No obstante, el rey Mauregato, hermanastro de la reina Adosinda, expulsó del trono a Alfonso II el Casto y se apropió de él, obligando con ello al depuesto rey Alfonso II a refugiarse en Álava.

Debido al apoyo que prestó a su sobrino, la posición de Adosinda en la corte se hizo insegura, y fue obligada a ingresar en el monasterio de San Juan de Santianes de Pravia , donde profesó como religiosa el 26 de noviembre de 785 o del 783 según el cronista Ambrosio de Morales, en presencia del abad Fidel y de Beato y Eterio, siendo éstos dos últimos conocidos por la controversia que mantuvieron con Elipando de Toledo, arzobispo de Toledo.

Se desconoce su fecha de defunción, aunque algunos autores señalan que residió en el monasterio de San Juan de Santianes de Pravia hasta su muerte.

Después de morir, el cadáver de la reina Adosinda recibió sepultura en la iglesia de San Juan de Santianes de Pravia, en la que había sido enterrado su esposo, el rey Silo de Asturias, quien había ordenado erigir dicho templo. En la iglesia de San Juan de Santianes de Pravia aún se conserva la tumba en la que se supone que yacen los restos del rey y los de su esposa, la reina Adosinda.

En el mismo templo había sido sepultado el rey Mauregato de Asturias, hijo ilegítimo del rey Alfonso I el Católico, y hermanastro de la reina Adosinda.


SILO DE ASTURIAS.

Silo de Asturias (¿? - Pravia, 783). Rey de Asturias entre los años 774 y 783. Sucedió en el trono al rey Aurelio. Accedió al trono al estar casado con Adosinda, hija del rey Alfonso I el Católico. Trasladó la capital del reino de Cangas de Onís a Pravia. Fue coetáneo de Abderramán I, emir Omeya de Córdoba, y de Carlomagno, rey de los francos.

ACCESO AL TRONO.

El acceso en el trono era, en aquel momento, electivo como lo había sido en el reino visigodo, pero no obstante restringido a las familias reinantes, pasando de padres a hijos preferentemente, y si no fuese posible, al marido de la hija del rey, como en el caso de Alfonso I y el de Silo, o bien a otro varón de las familias reales en condiciones de gobernar.

No obstante es un asunto muy discutido y hay diversas teorías: elección de tipo visigodo, la indigenista de sucesión matrilineal y la hereditaria dentro del linaje real explicada anteriormente. El caso del acceso al trono de Silo es de los más discutidos y justificados en cada una de estas teorías.

Vivió en paz con los musulmanes, según la Crónica Albeldense, ob causam matris, por causa de su madre, que puede significar o bien que su madre era musulmana con algún tipo de ascendente sobre Abd-al-Rahman I o bien que su madre fuera enviada a Córdoba en calidad de rehén, pero realmente es una frase muy oscura sobre la que no hay una explicación verosímil.

Puede explicar la inactividad musulmana respecto al reino de Asturias el que el reinado de Silo coincidiera con la intervención de Carlomagno en España en 778, en la que no pudo mantener el asedio a la ciudad de Zaragoza y se tuvo que retirar por Roncesvalles, sufriendo allí una gran derrota, y la subsiguiente campaña de Abd-al-Rahman I en 781 al valle del Ebro en venganza contra los que habían propiciado la invasión franca.

Sin embargo en el interior se produce la segunda rebelión de Galicia, después de la que hubo en tiempos de Fruela I, sin que las crónicas aclaren los motivos y protagonistas de la misma. Los rebeldes reunieron un ejército que se enfrentó a las tropas de Silo en Monte Cubeiro (Lugo) donde fueron derrotados y la rebelión sofocada.

Durante el reinado de Silo se produjo el documento escrito medieval más antiguo que se conoce de la Península Ibérica: es el Diploma del rey Silo, en el que el 23 de agosto de 775 dicho rey dona a varios religiosos ciertas propiedades en el lugar llamado Tabulata hoy Trabada, aldea de la romana "Lucis" (Lugo). Un documento contractual de donación "proanima", se estudia en la carrera diplomática.

MUERTE Y SUCESIÓN.

Al no tener descendencia, Silo y Adosinda favorecieron a Alfonso, hijo de Fruela I, y sobrino de Adosinda, nombrándolo gobernador del Palatium siendo aun muy joven.

El rey Silo falleció en Pravia en el año 783. La Primera Crónica General relata del siguiente modo la defunción del rey:

"Andados ocho annos del regnado del rey Silo, que fue en la era de ochocientos et dizisiete annos, murio esse rey Silo, e fue enterrado en la eglesia de sant Johan apostol et evangeliste, la que el fiziera en su vida."


La reina Adosinda consiguió hacer elegir rey a su sobrino Alfonso antes de fallecer Silo, pero una revuelta dio el trono a Mauregato, hijo ilegítimo de Alfonso I el Católico, habido con una esclava de origen musulmán.

Después de su defunción, el cadáver del rey Silo recibió sepultura en la iglesia de San Juan de Santianes de Pravia, que el monarca asturiano había ordenado erigir, y en la que aún se conserva la tumba en la que se supone que yacen los restos del rey y los de su esposa, la reina Adosinda, que fue inhumada en el mismo templo.

No obstante lo anterior, el maestro Custodio señaló que los restos del rey Silo fueron trasladados al monasterio de San Juan de las Dueñas, de la ciudad de Oviedo, y que detrás del altar mayor se encontraba la sepultura del rey.

DIPLOMA DEL REY SILO (resumen).

775, agosto, 23
El rey Silo hace un documentos de donación a favor del abad Esperaután,
previa solicitud de los presbíteros Pedro, Avito y Valentino, y de los converso
Alanto y Lubino, que le besaron pies. Mediante él reciben el cellario que posee en
Lucis (lugar situado entre los ríos Eo y Masma) y dos castros, para que funden un
monasterio y rueguen por la salvación de su alma.
ACL, nº 1. Original. Pergamino de forma irregular, 495 X 110/140 mm.
Escritura cursiva visigótica. Buena conservación en general, aunque el texto se
encuentra desgastado y borroso en algunos puntos, y le falta un fragmento en la
primera columna de confirmantes. Se trata del primer diploma original y auténtico
de la diplomática española.
Traducción según lectura directa del texto latino del diploma señalado.
(Crismón) Silo. Acto importante y virtuoso es hacer donación de un lugar de
residencia por la salvación de un alma a los hermanos y siervos de Dios Pedro,
presbítero, Alanto, converso, Lubino, converso, Avito, presbítero, Valentino,
presbítero, demás hermanos que se encuentran en el mismo lugar, ya quien Dios allí
llevare, porque esos siervos de Dios nos besaron los pies para que yo les donara un
lugar de oración en nuestro cellario, que está entre el Eo y el Masma, entre el
riachuelo Alesancia y el Mera; lugar denominado Lucis, que limita con la villa
donde habitó nuestro colmenero Epasando, Piago Negro, junto al monte
denominado Faro, Pedras Albas, la laguna hasta otra laguna y el mojón, la laguna,
el villar denominado de Desiderio, el arroyo denominado Alesancia, otro mojón
que está hincado en el monte sobre Tablada, y la calzada que corta el límite hasta
el lugar denominado Arcas y el arroyo denominado Comadio, con todas sus
entradas y salidas; y dos castros con todas sus prestaciones, montes, helechales9,
recintos amurallados que allí hay, y todo el ejido.
Todo lo arriba indicado dono y concedo a vosotros y a Dios a favor de
nuestro fiel hermano el abad Esperaután, para que oréis por la salvación de mi alma
en la iglesia que allí se edificare. Sea todo ello quitado de mi dominio, confiado y
confirmado en el vuestro, y poseáis vosotros todo de modo firme e irrevocable. Y
que, aquellos a quienes Dios condujere a profesar en este santo lugar, lo
reivindiquen [asistidos] por todo el derecho que les confiere mi oposición [al
quebrantamiento de esta carta], dispongan de ellos y lo defiendan de todo hombre.
Y después de este día alguien pretendiere inquietarles por [la propiedad de] ese
lugar y de todo lo que está escrito, en primer lugar sea apartado de la sagrada
comunión, quede expulsado de la comunidad cristiana y de la Santa Iglesia,
júzguesele merecedor del castigo del traidor Judas, y alcáncele tal pena divina que
todos cuantos la vean se atemoricen y cuantos la escuchen se estremezcan.


MAUREGATO DE ASTURIAS.

Mauregato de Asturias (¿? - 789). Rey de Asturias entre los años 783 y 789. Era hijo natural del rey Alfonso I el Católico y de la esclava musulmana Sisalda.

REINADO.

Al morir el rey Silo fue elegido como rey el hijo de Fruela I, el joven Alfonso II, a instancias de la reina Adosinda, esposa del difunto rey Silo. Sin embargo, parte de la nobleza asturiana nombró rey a Mauregato, pues no habían olvidado las acciones cometidas por el rey Fruela I de Asturias.Mauregato organizó una fuerte oposición, obligando al nuevo rey a retirarse hacia tierras alavesas. Tras ello, Mauregato se apropió del poder en Asturias, proclamándose rey.

A Mauregato se le atribuye el llamado Tributo de las cien Doncellas. Según la leyenda, el rey habría pactado la paz con el emir de Córdoba, Abderramán I, a cambio de dar un tributo anual de cien doncellas cristianas.

Un hecho sobresaliente del reinado de Mauregato fue la disputa ocasionada por la doctrina herética adopcionista, en la que intervinieron Carlomagno, el obispo de Toledo, Elipando, y el monje Beato de Liébana.

SEPULTURA.

Después de su defunción, el cadáver del rey Mauregato recibió sepultura en la iglesia de San Juan de Santianes de Pravia, en un sepulcro liso, y en la misma iglesia habían recibido sepultura el rey Silo de Asturias y su esposa, la reina Adosinda, hija del rey Alfonso I el Católico, y hermanastra del rey Mauregato. El historiador Tirso de Avilés y Hevia señaló que sobre la tumba del rey Mauregato fue esculpido el siguiente epitafio:

"Aquí en Pravia yace el que fue depravado"

BERMUDO I DE ASTURIAS.

Bermudo I de Asturias, llamado el Diácono (¿? - Oviedo, 797). Rey de Asturias del 789 al 791. Era hijo de Fruela de Cantabria, hermano del rey Alfonso I el Católico. Fue hermano del rey Aurelio de Asturias y nieto del duque Pedro de Cantabria.

Fue hijo de Fruela de Cantabria, hermano del rey Alfonso I el Católico, hermano del rey Aurelio de Asturias, y nieto del duque Pedro de Cantabria. Fue destinado por su padre a la carrera eclesiástica.

Fue elegido rey por los nobles para reemplazar en el trono al rey Mauregato de Asturias. Durante su reinado el reino sufrió incursiones musulmanas en Álava y Galicia. Tras ser derrotado varias veces por tropas andalusíes de Hisham I en la batalla del río Burbia, en El Bierzo, abdicó y regresó a su antiguo estado clerical, en el año 791. Tras su abdicación vivió en la corte de su sucesor, Alfonso II el Casto

Falleció en el año 797, y pasó a la historia como un rey generoso, magnánimo e ilustrado.

SEPULTURA.

Existe controversia entre los historiadores sobre el paradero de los restos del rey Bermudo I, pues mientras que algunos señalan que sus restos descansan en la capilla del Rey Casto de la catedral de Oviedo, otros manifiestan que se encuentran en el monasterio de San Juan de Corias. Según refiere el cronista Ambrosio de Morales, Bermudo I fue sepultado en la ermita de Ciella, junto con su esposa, la reina Uzenda Nunilona, y su hija, la infanta Cristina, y sus restos mortales permanecieron allí hasta que Alfonso VII el Emperador, rey de Castilla y León, ordenó trasladarlos al monasterio de San Juan de Corias. Allí fueron colocados los restos de los tres individuos, frente al altar de San Martín, en el interior de tres arcos de piedra, sobre los que fue colocado el siguiente epitafio, desaparecido en la actualidad:

"SEPVLCHRVM REGIS VEREMVUNDI ET VXORIS DOMINAE OZENDAE, ET INFANTISSAE DOMINAE CHRISTINAE. TRANSLATI A CIELLA."

No obstante lo anterior, la Primera Crónica General señala que el rey Bermudo I fue sepultado en Oviedo junto con su esposa, la reina Uzenda Nunilona, lo que vendría a confirmar la hipótesis de que el rey fue sepultado en el Panteón de reyes de la capilla de Nuestra Señora del Rey Casto de la Catedral de Oviedo.[2] No obstante, debido a la remodelación que sufrió el Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo a comienzos del siglo XVIII, resultaría imposible en la actualidad la identificación e individualización de los restos mortales del rey Bermudo I, que se cuenta entre los allí sepultados.

NUPCIAS Y DESCENDENCIA.

Contrajo matrimonio con Uzenda Nunilona, quien en las crónicas de Rodrigo de Toledo y Lucas de Tuy es llamada Imilo o Nunilo, y que era hija de Flavio Ataúlfo, magnate gallego nieto del rey godo Witiza. Fruto de su unión nacieron cuatro hijos:

Ramiro I de Asturias (c.790-850). Heredó el trono de Asturias a la muerte del rey Alfonso II el Casto. Fue sepultado en el Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo.

Cristina. Una inscripción colocada en el monasterio de San Juan de Corias, indicaba que fue sepultada allí, junto con sus padres.

García. Es mencionado en una donación efectuada por su hermano, el rey Ramiro I de Asturias, a la iglesia de Santiago.

Thisiena.

BATALLA DEL RIO BURBIA.

La batalla del río Burbia fue un enfrentamiento militar ocurrido en el año 791 entre las tropas del Reino de Asturias, dirigidas por el rey Bermudo I el Diácono, y las del Emirato de Córdoba, encabezadas por Yusuf ibn Bujt, en el contexto de las razias del emir Hisham I contra los rebeldes cristianos del norte de la península Ibérica. El encuentro, que tuvo lugar cerca del río Burbia, posiblemente en lo que hoy es Villafranca del Bierzo (Castilla y León, España), se saldó con una victoria musulmana.

El emir estaba dispuesto a anexionarse el Reino de Asturias. Organizó dos ejércitos: uno debía conquistar la zona de Galicia y el otro las Vascongadas. Cuando Hisham I volvía con el botín de sus saqueos los cristianos atacaron. Los musulmanes, con el hábil general Yusuf ibn Bujt, lograron defenderse y aplastaron a las fuerzas astures.

CONSECUENCIAS.

La derrota del ejército astur provocó la abdicación del rey Bermudo en favor de Alfonso II el Casto, hijo del antiguo rey de Asturias Fruela, nieto de Alfonso I el Católico y bisnieto de Don Pelayo. La primera medida de Alfonso sería trasladar la capital a Oveato (Oviedo en la actualidad), antigua colonia romana. Fue coronado según el rito de los anteriores reyes visigodos de Toledo el 14 de septiembre de 791.

Por su parte, Bermudo regresó a su antiguo estado clerical (791), muriendo en una fecha cercana o posterior al año 797. Sería recordado como un rey generoso, magnánimo e ilustrado.

Esta derrota obligó a postergar la Reconquista durante numerosos años.

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Mensaje por Invitado Miér 29 Dic 2010, 9:03 pm

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ALFONSO III DE ASTURIAS.

Fecha de emisión: 27 Noviembre de 1961
Serie completa: 6 valores
Tirada: 3.500.000


Alfonso III de Asturias, llamado el Magno (c. 848 - Zamora, 20 de diciembre de 910). Rey de Asturias desde el año 866, hasta poco antes de su defunción, ocurrida en el año 910. Hijo y sucesor de Ordoño I y de su esposa, la reina Nuña, Alfonso III fue el último rey asturiano, o el primero de León, ya que en esta ciudad residió largas temporadas, y allí tenía su Consejo de Gobierno y Tribunal de Justicia.

Desde su ascenso al poder hubo de hacer frente a una serie de problemas internos: revueltas nobiliarias, conatos de rebelión en la propia dinastía, como el caso del infante Bermudo el Ciego. Llevó a cabo una fuerte actividad repobladora, acogiendo a una importante inmigración mozárabe, y consolidó el Duero como frontera meridional del reino, en torno a las plazas fuertes de Toro y Zamora. Luchó enérgicamente contra los musulmanes, a los que derrotó en Polvoraria. Rechazó la yihad del rebelde omeya Ibn al-Qitt y pactó con Ibn Marwan al-Yalliqi, valí de Mérida.

Casó con Jimena Garcés (866-910), cuya estirpe todavía se discute, aunque probablemente era hija del rey García de Pamplona. De este matrimonio nacieron los tres primeros reyes propiamente leoneses, García, Ordoño y Fruela, que ya en vida de su padre gobernaron respectivamente la frontera centro-oriental (la futura Castilla), Galicia y Portugal, y Asturias.

Sus últimos años de reinado son oscuros. Por motivos desconocidos, García trató de derrocarlo, lo que logró finalmente con el concurso de sus hermanos. Alfonso III abdicó, aunque conservó el título real, y murió en Zamora, al parecer tras emprender una última incursión en territorio musulmán.

SU VIDA.

Su juventud es desconocida. Fue asociado al trono en 853 y se ocupó del gobierno de Galicia. Al morir su padre, tuvo que enfrentarse a Fruela Bermúdez, conde de Lugo, que le disputaba la corona, y hasta parece que llegó a usurparle el trono, quizá refugiándose Alfonso en alguna parte de Castilla. Hay que tener en cuenta que hasta hacía poco la monarquía había sido electiva, y todavía habría quien rechazara la sucesión dinástica. Sin embargo, un año más tarde Alfonso III recuperó la Corona gracias a la ayuda del conde Rodrigo de Castilla, que posiblemente fuera tío suyo.

Al año siguiente, 867, tuvo que dominar a los vascones, que se sublevaron dirigidos por el conde Eilo.

Su padre Ordoño había comenzado la repoblación de los territorios fronterizos, y continuó con ello: en 878 envió huestes a afincarse al norte de Portugal, conquistando así Coímbra y Oporto, y situando la frontera sudoccidental en el río Mondego.

Alfonso III tuvo hacer frente a las ofensivas del príncipe al-Mundir, hijo del emir cordobés Mohámed I. La lucha fue casi cosntante entre 875 y 883. Las primeras incursiones omeyas tuvieron lugar en León y el Bierzo, pero fracasaron. La contraofensiva cristiana se saldó con la toma de Deza y Atienza.


Abd al-Rahmán ibn Marwán, el Gallego, señor de Mérida y rebelde al emir de Córdoba le envió para congraciarse con él al ministro de éste, Hashim ibn Abd al-Aziz, lo que provocó que en 878 Al-Mundir dirigiese sus huestes de nuevo hacia León y Astorga, mientras que Salid ben Ganim llegaba hasta el Órbigo. El Rey Magno, para evitar la unión de ambos ejércitos, salió al encuentro del segundo, al que derrotó en la batalla de Polvoraria, en la confluencia de los ríos Órbigo y Esla. Al-Mundir emprendió entonces la retirada, pero Alfonso III le interceptó en el valle de Valdemora, donde le derrotó. El emir Muhámmad se vio obligado a pagar rescate y a firmar una tregua de tres años: era la primera vez que Córdoba pedía la paz.

Ambos reyes consideraron la tregua como un paréntesis, preparándose para el siguiente asalto: Muhámmad armó una flota para atacar Galicia por mar, pero fue destrozada por una tormenta. Alfonso e Ibn Marwán se dirigieron por el valle del Tajo y derrotó al ejército cordobés en el monte Oxifer, junto al río Guadiana.

Como desquite, Muhámmad atacó en el año 882 al reino de Zaragoza, a donde Alfonso había enviado a su hijo, Ordoño, para que se educara con los Banu Qasi, hijos de Musa, y avanzó por la vía romana hasta León. Hubo un intercambio de prisioneros, y los cordobeses se retiraron, repitiendo la campaña en 883, con el mismo resultado.

En 884 Muhámmad I y Alfonso III firmaron la paz, pues ambos empezaban a tener serios problemas internos. El Rey Magno se encontró con un levantamiento de sus hermanos Froila, Odoario y Vermudo, que se hicieron fuertes en Astorga, apoyados por varios condes, pero rápidamente fueron derrotados y ajusticiados.

En 901 Ibn Qitt predicó la guerra santa atacando Zamora, que pudo resistir. En esos años, Córdoba sufrió rebeliones civiles, por lo que dejó de inquietar al reino de Asturias, que sin embargo hizo frente a sus antiguos aliados de Mérida y del valle del Ebro: aliado con el conde de Pallars, dio un golpe de estado que consiguió derrotar a los Banu Qasi e instalar un navarro, Sancho Garcés I, en el trono pamplonés.

Al final de sus días, se sublevó su hijo García, que se había casado con Nuña, hija del Conde de Castilla Nuño Fernández, que fue el instigador de la conjura contra el Rey. Capturado García por su padre, su suegro Nuño provocó un levantamiento ayudado por Jimena, Ordoño y Fruela. Según la Crónica General de España de Alfonso X el Sabio, la reina Jimena "basteció estos castiellos en tierras de León, Alba, Gordón, Arbolio y Luna, et diólos a su fijo el infant don García". El castillo de Luna tenía singular importancia, al acoger el tesoro regio. Para evitar la guerra civil, Alfonso III se retiró junto a su esposa a Zamora, donde moriría en 910.

Desde ese momento, el Reino de Asturias, engrandecido ya de forma majestuosa y con extensos territorios que gobernar, trasladará la capital desde Oviedo a León y comenzará a hablarse del Reino de León, con ocasionales divisiones del reino Asturleonés entre Asturias y León. Con las fronteras ampliadas hasta el río Duero y el Mondego, empezaron a afluir mozárabes. Aunque el reino es dividido entre sus tres hijos durante unos años: para García, León; para Ordoño, Galicia y para Fruela, Asturias. Gonzalo, que era clérigo, continuó siendo arcediano de Oviedo; y a Ramiro, por su corta edad, se le dio el título de rey pero sin territorio.

MATRIMONIO Y DESCENDENCIA.

Contrajo matrimonio con Jimena de Asturias, cuya filiación no está confirmada, aunque algunos historiadores consideran que fue hija de García Íñiguez, rey de Pamplona, y hermana del rey Fortún Garcés. Fruto de su matrimonio nacieron ocho hijos:

García I de León (870-914). Rey de León.

rdoño II (871-924). Rey de Galicia, y posteriormente de León. Heredó el trono leonés a la muerte de su hermano mayor, García I.

Gonzalo (¿?-¿920?). Confirmó en numerosos privilegios de la época, emitidos por sus padres y hermanos, y fue arcediano de la Catedral de Oviedo. Algunos autores señalan que probablemente sería sepultado en el Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo.[2]

Fruela II el Leproso (875-925). Rey de Asturias, y posteriormente de León.

amiro (¿?-929). Algunos autores señalan la posibilidad de que heredase el reino de Asturias cuando su hermano, Fruela, heredó el trono leonés a la muerte de Ordoño II, hermano de ambos. Según Jaime de Salazar y Acha, pudo haber casado con la reina Urraca, viuda de su hermano Fruela. Según la inscripción en su sepulcro en el Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo, falleció el 31 de marzo de 929.

Sancha.

Dos hijas de las que se desconoce el nombre.

MUERTE Y SEPULTURA.

Alfonso III falleció en la ciudad de Zamora el día 20 de diciembre del año 910.

Sarcófago de San Justo de la Vega, que contuvo los restos de Alfonso III el Magno. Museo Arqueológico Nacional. Madrid.Su cadáver fue conducido a la ciudad de Astorga, y enterrado en la catedral de dicha ciudad, en la que posteriormente sería sepultada su esposa, la reina Jimena de Asturias quien falleció dos años después en 912. Sus restos fueron depositados en el sarcófago de San Justo de la Vega, hallado en el municipio leonés de San Justo de la Vega, y que desde el año 1869 se halla expuesto en el Museo Arqueológico Nacional, ubicado en Madrid.

Posteriormente, en el año 986, los restos de Alfonso III y los de su esposa, la reina Jimena de Asturias, fueron trasladados, por orden del rey Bermudo II el Gotoso, a la ciudad de Oviedo, pues el monarca leonés temía que los restos mortales de ambos fuesen profanados por las tropas musulmanas dirigidas por Almanzor, que en esos momentos avanzaban hacia el reino de León[3] siendo depositados en el Panteón de reyes de la capilla de Nuestra Señora del Rey Casto de la Catedral de Oviedo, donde se hallaban sepultados numerosos miembros de la realeza astur-leonesa.

CULTURA.

1.Convocó el segundo Concilio ovetense en el 893.

2.Mandó elaborar la Cruz de la Victoria, que figura en la actual bandera de Asturias, convertida en símbolo del Principado. La joya fue hecha por orfebres procedentes del reino franco. Ordenó su elaboración a principios del siglo X, como donación a la catedral de San Salvador. Hoy se guarda en la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, y una copia cuelga del puente romano de Cangas de Onís

3.El hallazgo del sepulcro de Santiago convierte a Compostela en la 2ª sede apostólica después de Roma, con autoridad sobre clérigos de otros reinos y condados cristianos. Santiago se convierte en destino de peregrinos, verdaderos transmisores de cultura.

4.Con respecto al arte asturiano, durante el reinado de Alfonso III el Magno se da la llamada "Etapa Postrramirense" de la arquitectura prerrománica asturiana, con edificios de la importancia de San Salvador de Valdediós, Santo Adriano de Tuñón y la Basílica de Santiago de Compostela.

5.Ordenó la redacción de tres crónicas, en las que rehace la historia presentando al Reino de Asturias como el heredero del Reino visigodo:

Crónica Albeldense (c. 881)

Crónica profética (c. 883)

Crónica de los reyes visigodos o Crónica de Alfonso III (c. 911)

ORDOÑO I DE ASTURIAS.

Rey de Asturias entre los años 850 y 866. Fue hijo del rey Ramiro I de Asturias, y padre de Alfonso III el Magno.

SU BIOGRAFÍA.

Pasó los primeros años de su vida en Oviedo, en la corte de Alfonso II, y fue probablemente asociado al trono en su juventud. A la edad de nueve años se trasladó a Galicia con su familia, región de la que su padre había sido nombrado gobernador. Completó su educación en la ciudad de Lugo, donde residía, y allí mismo inició su formación militar.

Fue nombrado gobernador provisional de Galicia mientras su padre, Ramiro I, acudía a las Bardulias para contraer matrimonio con Paterna, que sería su segunda esposa. Durante dicho viaje, la vida de Ordoño cambió radicalmente, puesto que durante el mismo falleció Alfonso II. Todo parecía indicar que Ramiro sería proclamado rey de inmediato, pero Nepociano, un noble que contaba con numerosos apoyos, se hizo proclamar rey de Asturias, hecho que favoreció la ausencia de Ramiro.

Ordoño colaboró entonces en las tareas de organización del ejército que su padre quería utilizar contra Nepociano, aunque no luchó, puesto que quedó en Galicia como gobernador, todavía provisional. Tras el ascenso de Ramiro al trono, quedó confirmado en dicho puesto.

Poco después, a la edad de 26 años (en el 847), contrajo matrimonio con una noble llamada Munia o Nuña, probablemente hermana de Íñigo Arista, Rey de Pamplona. De esta unión nacieron al menos seis hijos, de cuales el primogénito fue Alfonso III el Magno.

Sucedió a su padre Ramiro I a su muerte, acaecida el día 1 de enero del 850. De esta forma se convirtió en el primer rey de Asturias en acceder al trono por herencia, no por elección de la nobleza. Poco después tuvo que hacer frente a una sublevación de los vascones, apoyados probablemente por los Banu Qasi de Zaragoza. Tras sofocar la rebelión, y mientras regresaba a Oviedo, tuvo noticias de que los musulmanes tenían intención de atacar las Vardulias. Ante esto se dirigió a su encuentro y les venció en las orillas del Ebro.

Ambas victorias no mejoraron mucho su tranquilidad, puesto que tras esto, el gobernador de Zaragoza, Musa ibn Musa, decidió fortificar la ciudad de Albaida (la actual Albelda de Iregua). Ante el peligro que esto suponía para sus intereses, asedió y posteriormente arrasó la ciudad.

En cuanto a sus relaciones con Al-Ándalus, apoyó a los mozárabes sublevados contra la autoridad del emir de Córdoba, acción que le valió la derrota de Batalla de Guadalacete (854).

Este fracaso le obligó a consolidarse en la zona comprendida entre el Duero y la Cordillera Cantábrica, repoblando y amurallando las ciudades de León, Astorga, Amaya y Tuy, convirtiéndolas en la defensa del reino.

Intentó avanzar en la reconquista a expensas del señor árabe de Tudela, consiguiendo controlar los accesos a Navarra y a las tierras de los vascones. El gobernante musulmán de Córdoba reaccionó mandando una fuerte expedición al valle de Miranda y Álava, que fue arrasada, donde el primer conde castellano Rodrigo fue completamente derrotado en la Batalla de la Morcuera. Esto frenó la reconquista por unos años.

NUPCIAS Y DESCENDENCIA.

Contrajo matrimonio con Nuña, de quien se desconocen sus orígenes familiares. Fruto de su matrimonio nacieron, por lo menos, seis hijos:

Alfonso III el Magno (c.848-910). Rey de Asturias. Heredó el trono de Asturias a la muerte de su padre y contrajo matrimonio con Jimena de Asturias, con quien tuvo descendencia. Fue sepultado en el Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo.

Vermudo. Cuando su hermano Alfonso III subió al trono, se rebeló contra él, y fue el único de los hermanos del rey que se libró de ser cegado, debido al hecho de que buscó refugio entre los musulmanes.

Nuño. Se rebeló junto con sus hermanos contra Alfonso III el Magno, y éste último ordenó cegarlo.

Fruela. Se rebeló junto con sus hermanos contra Alfonso III el Magno, y éste último ordenó cegarlo.

doario. Se rebeló junto con sus hermanos contra Alfonso III el Magno, y éste último ordenó cegarlo.

Leodegundia, casada con un infante de la casa real de Pamplona, posiblemente García Íñiguez de Pamplona.

Ordoño I, enfermo de gota, falleció en la ciudad de Oviedo el día 27 de mayo del año 866, y fue sucedido en el trono por su hijo primogénito, Alfonso III el Magno. La Primera Crónica General describe del siguiente modo la defunción de Ordoño

Andados X annos desse rey don Ordonno -et fue esto en la era de DCCC et LXX et un annos- enfermo el rey de los pies, de una enfermedad a que dizen en la fisica podagra...Et desta enfermedad podagra enfermo el rey Ordonno, et murio ende en Oviedo, et enterraronle y muy onrradamientre como a rey en la eglesia de Santa Maria. La su alma reyne con Dios, ca muy buen rey fue.


Recibió sepultura en el Panteón de reyes de la capilla de Nuestra Señora del Rey Casto de la Catedral de Oviedo, en el que también fue sepultada su esposa, la reina Nuña. En el sepulcro de piedra en el que fueron depositados sus restos mortales, que estaba colocado junto al de Alfonso II el Casto, se hallaba esculpido el siguiente epitafio:

ORDONIUS ILLE PRINCEPS, QUEM FAMA LOQUETUR, CUIQUE REOR SIMILEM SECULA NULLA FERENT. INGENS CONSILIIS ET DEXTERAE BELLIGER ACTIS. OMNIPOTENSQUE TUIS NON REDDAT DEBITA CULPIS. OBIIT SEXTO KAL. JUNII. ERA DCCCCIIII.

Nuña. Reina consorte de Asturias por su matrimonio con el rey Ordoño I de Asturias. Fue la madre de Alfonso III el Magno, rey de Asturias.

Se desconocen su fecha de nacimiento y sus orígenes familiares. Contrajo matrimonio con el rey Ordoño I de Asturias, hijo de Ramiro I de Asturias. Su nombre figura en numerosos documentos emitidos por su esposo, y realizó diversas donaciones a las iglesias de Santiago, Oviedo, y al monasterio de San Julián de Samos.

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Fecha de emisión: 27 Noviembre de 1961
Serie completa: 6 valores
Tirada: 3.500.000

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SAN ILDEFONSO.

Fecha de emisión: 15 Noviembre 1967
Serie: 4 valores
Tirada: 8.000.000


San Ildefonso de Toledo (Toledo, 607 - 667) fue arzobispo de Toledo del año 657 al 667 y es uno de los Padres de la Iglesia.

VIDA.

Nacido en el 607, durante el reinado de Witerico en Toledo, de estirpe germánica, era miembro de una de las distintas familias regias visigodas. Según una tradición que recoge Nicolás Antonio (Bibliotheca Hispana Vetus, PL 96,11), fue sobrino del obispo de Toledo San Eugenio III, quien comenzó su educación. Por el estilo de sus escritos y por los juicios emitidos en su De viris illustribus sobre los personajes que menciona, se deduce que recibió una brillante formación literaria. Según su propio testimonio fue ordenado de diácono (ca. 632-633) por Eladio, obispo de Toledo (De vir. ill. 7: PL 96,202). En un pasaje interpolado del Elogium, se dice que siendo aún muy niño, ingresó en el monasterio Agaliense, en los arrabales de Toledo, contra la voluntad de sus padres. Más adelanté se afirma que «se deleitaba con la vida de los monjes», frase que debe interpretarse siguiendo a Flórez (V,276) en el sentido de que desde niño se inclinó al estado religioso. Ildefonso estuvo muy vinculado a este monasterio, como él mismo recuerda al hablar de Eladio, y como se deduce del De vir. ill. con el que pretende exaltar la sede toledana y quizá mostrar el papel privilegiado que correspondía al monasterio Agaliense. Estando ya en el monasterio, funda un convento de religiosas dotándolo con los bienes que hereda, y en fecha desconocida (650?), es elegido abad. Firma entre los abades en los Concilios VIII y IX de Toledo, no encontrándose su firma, en cambio, en el X (656). Muerto el obispo Eugenio III es elegido obispo de Toledo el a. 657, y según el Elogium obligado a ocupar su sede por el rey Recesvinto. En la correspondencia mantenida con Quirico, obispo de Barcelona, se lamenta de las dificultades de su época. A ellas atribuye el Elogium que dejase incompletos algunos escritos. Muere el 667, siendo sepultado en la iglesia de Santa Leocadia de Toledo, y posteriormente trasladado a Zamora.

MILAGRO DEL ENCUENTRO CON LA VIRGEN.

La noche del 18 de diciembre del 665 San Ildefonso junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Ildefonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la Virgen María, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María al ir hizo una seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.

Esta aparición y la casulla fueron pruebas tan claras, que el concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. El evento aparece documentado en el Acta Sanctorum como El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición. La importancia que adquiere este hecho milagroso sucedido en plena Hispania Ghotorum y transmitido ininterrumpidamente a lo largo de los siglos ha sido muy grande para Toledo y su catedral. Los árabes, durante la dominación musulmana, al convertirse la Basílica cristiana en Mezquita respetaron escrupulosamente este lugar y la piedra allí situada por tratarse de un espacio sagrado relacionado con la Virgen Maria a quien se venera en el Corán. Esta circunstancia permite afirmar que el milagro era conocido antes de la invasión musulmana y que no se trata de una de las muchas historias piadosas medievales que brotaron de la fantasía popular. En la catedral los peregrinos pueden aun venerar la piedra en que la Virgen Santísima puso sus pies cuando se le apareció a San Ildefonso.

OBRAS.

Sobre la virginidad perpetua de Santa María contra tres infieles (De virginitate Sanctae Mariae contra tres infideles), su obra principal y más estimada, de estilo muy cuidado y llena de entusiasmo y devoción marianos (fue llamado el Capellán de la Virgen en la comedia que, con ese mismo título, escribió Lope de Vega). Los tres herejes a que se refiere son Joviniano y Elvidio, refutados ya por San Jerónimo, y un judío anónimo. Esto da pie a pensar que intenta refutar a algunos de su época, que, quizá por influencia judía, resucitaban los mismos errores. Consta de una oración inicial y de 12 capítulos. En el primero defiende contra Joviniano la virginidad de María en la concepción y en el parto; en el segundo mantiene contra Elvidio que María fue siempre virgen; a partir del tercero muestra que Jesucristo es Dios y la integridad perpetua de María. Depende estrechamente de San Agustín y San Isidoro, y constituye el punto de arranque de la teología mariana en España. Fue traducida por el Arcipreste de Talavera.

Comentario sobre el conocimiento del bautismo (como reseña San Julián) o Anotaciones sobre el conocimiento del bautismo (Liber de cognitione baptismi unus), descubierto por E. Baluze y publicado en el libro VI de su Miscelánea (París 1738). Es de sumo interés para la historia del bautismo en España. Escrito con finalidad pastoral, expone al pueblo sencillo la doctrina de la Tradición sobre este sacramento. Dividido en 142 capítulos, en los 13 primeros trata de la creación del hombre y de la caída original; en los cap. 14-16, del bautismo de Juan y del bautismo de Cristo, afirmando que sólo el último perdona los pecados; en 17-35, expone cómo se ha de recibir el bautismo y explica las ceremonias; en 36-95, explica el Credo, que ha de aprenderse de memoria (es un valioso documento para el estudio de la historia del Símbolo en España); en 9.6-131, vuelve sobre las ceremonias bautismales; en 131-137, explica el Padrenuestro; en 138-140 trata de la Comunión, y en 141-142 explica la liturgia del lunes y martes de Pascua como coronación de las ceremonias de la iniciación cristiana. Las fuentes principales son: las Enarrationes in psalmos de San Agustín, las Moralia de San Gregorio Magno y las Etimologías de San Isidoro.

Sobre el progreso del desierto espiritual (De progressu spiritualis deserti), prolongación de la obra precedente. Tras el bautismo, simbolizado por el paso del mar Rojo, el alma camina por el Evangelio, como los israelitas por el desierto. Utiliza excesivamente la alegoría.

Sobre los varones ilustres (De viris illustribus), continuación del de San Isidoro. A diferencia de éste, enumera no sólo a escritores, sino a eclesiásticos ilustres por su santidad o dotes de gobierno. De los 13 personajes que en ella figuran, 7 son toledanos. En cambio, autores tan importantes como Braulio de Zaragoza o Isidoro de Sevilla, son apenas destacados. En el estilo y noticias depende de San Jerónimo, Genadio y San Isidoro. Aunque no está reseñada esta obra en el Elogium, dada la atribución manuscrita que se la atribuye unánimemente, puede darse por auténtica.

Sobre los varones ilustres (De viris illustribus), continuación del de San Isidoro. A diferencia de éste, enumera no sólo a escritores, sino a eclesiásticos ilustres por su santidad o dotes de gobierno. De los 13 personajes que en ella figuran, 7 son toledanos. En cambio, autores tan importantes como Braulio de Zaragoza o Isidoro de Sevilla, son apenas destacados. En el estilo y noticias depende de San Jerónimo, Genadio y San Isidoro. Aunque no está reseñada esta obra en el Elogium, dada la atribución manuscrita que se la atribuye unánimemente, puede darse por auténtica.

DOCTRINA.

El Elogium dice de Ildefonso que fue notable por su elocuencia. Muy enraizado en la tradición patrística, su esfuerzo principal estriba en dar al pueblo en forma asequible «la doctrina de los antiguos». Su teología es fundamentalmente mariana y sacramentaria. Merece destacarse la claridad con que afirma su fe en el parto virginal: «No quiero que alegues que la pureza de nuestra Virgen ha sido corrompida en el parto... no quiero que rompas su virginidad por la salida del que nace, no quiero que a la Virgen la prives del título de madre, no quiero que a la madre la prives de la plenitud de la gloria virginal» (Sobre la virg., cap. I), y la insistencia con que la proclama Madre de todos los hombres. En la doctrina sacramentaria, recomienda la comunión diaria («Pedimos en esta oración del padrenuestro que este pan, el mismo Cristo, se nos dé cada día», Anot., cap. 136), defiende que el bautismo administrado por los herejes es válido y no debe iterarse (ib. 121), y que no es válido, en cambio, si se omite en la fórmula alguna de las tres divinas Personas. El bautismo sólo pueden conferirlo los sacerdotes, excepto en los casos de grave necesidad (ib. 115). Después habla de la Confirmación, relacionándola con el sacerdocio de los fieles: «Puesto que somos raza de elección y sacerdocio real, somos ungidos después del bautismo del agua con el crisma» (ib. 123) y de la infusión del Espíritu por la imposición de las manos (ib. 128).

LAS POSIBLES APORTACIONES ILDEFONSIANAS A LA LITURGIA HISPANA.

La fiesta de Santa Maria: En un contexto de afianzamiento de la fe católica frente a un arrianismo que no terminaba de superarse del todo particularmente en algunos ambientes visigodos relacionados tal vez económica y organizativamente con grupos judíos, se perfila una remodelación del antiguo calendario que permita un contexto más favorable para celebrar el misterio de la Encarnación del Verbo a la celebración de la maternidad virginal de María.El arrianismo caló fuertemente en los visigodos, no por una convicción, sino por la sintonía de este con las concepciones religiosas bastante simples de un pueblo guerrero y no muy dado a al distinción sutil.El abad Ildefonso, autor del canon 1º del X Concilio de Toledo (656), que fija la fiesta de la Encarnación (25 de marzo) o de Santa María en la fecha adventicia del 18 de diciembre a ocho días de la Navidad (25 de diciembre). A el también se le atribuyen la Misa y el Oficio de esta fiesta así como algunos posibles retoques en la Misa de Navidad.

Alusiones a la Virgen María en otros lugares de la liturgia: En España a Santa María, la Madre del Señor, se la conoce como “La Virgen”, tal y como en Francia es “Nuestra Señora” o en Italia “La Señora”. Se debe a San Ildefonso y a como caló en el pueblo cristiano su teología.

Con todo esto se puede percibir hasta que punto el siglo de Ildefonso(589-711) es un siglo apasionante en la vida de la Iglesia española y que se refleja fuertemente en su impronta sobre la Liturgia, la Teología y la Espiritualidad.

CONCILIOS DE TOLEDO.

Concilios de Toledo es el nombre que reciben los dieciocho concilios celebrados en Toledo entre el año 397 y el 702, y salvo el primero, acaecieron durante la dominación visigoda de la Península Ibérica. En la España Visigoda existieron asambleas de representación colectiva: el llamado Senatus y los Concilios de Toledo.

Las reuniones visigodas conciliares fueron de dos clases: provinciales, que agrupaban el episcopado provincial bajo la presidencia metropolitana; y generales, que agrupando los obispos del reino, trataban temas de interés común.

Estas asambleas político-religiosas de la monarquía visigótica eran convocadas por el Rey y presididas por el Arzobispo más antiguo (posteriormente por el de Toledo), donde la representación se reducía a las altas jerarquías eclesiásticas y a la nobleza.

LA PRESENCIA DE SAN ILDEFONSO EN LOS SIGUIENTES.

CONCILIO VIII.

Concilio celebrado en Toledo, iniciado el 16 de diciembre del 653 en la Iglesia de los Santos Apóstoles con asistencia del propio rey y de cincuenta y dos obispos más los representantes de otros diez, además de diez abades, el arcipreste y el primicerio de la Catedral (y por primera vez asistieron con voz y voto y firmaron las actas personalidades seculares, concretamente dieciséis condes palatinos). Entre los asistentes figuraba el Obispo de Calahorra, Gavinio, que ya había asistido al IV Concilio.

Por primera vez el rey dirigió un escrito al Concilio (conocido por "tomus") en el cual exponía los temas que deseaba que fueran tratados por los Obispos. El rey solicitó que se redujeran las penas impuestas a los traidores, suprimiéndose el juramento efectuado por los nobles y Obispos en tiempos de Chindasvinto de infligir tales penas. La ley de Chindasvinto del 643 establecía que todos aquellos que hubieran recurrido a un poder extranjero o que hubieran intentado hacerlo, para incitar a este poder contra los godos, serían condenados a muerte.

Los Obispos consideraban que los términos de la ley no autorizaban al rey a tener piedad de los rebeldes, aunque algunos de ellos (como por ejemplo Fructuoso de Braga) aconsejaban la mayor misericordia. El debate fue tenso. El juramento efectuado el 643 prohibía a los obispos perdonar a los traidores. La ley había sido pensada para evitar que un rebelde triunfante pudiera amnistiar a los suyos y a sí mismo. Pero ahora el mismo rey legitimo, vencedor de los culpables, pedía su perdón. Finalmente se llegó a un acuerdo de consenso: el juramento quedaba suprimido en cuanto a la pena de muerte o mutilaciones físicas pero seguía siendo valido para el resto de la Ley. Por tanto aquellos que habían perdido sus propiedades, confiscadas por el Tesoro, no las recobrarían, y los desterrados no podrían regresar; en cambio los que habían recibido propiedades que antes pertenecieron a rebeldes podían respirar tranquilos pues su propiedad perpetua quedaba confirmada.

El Concilio abordó también redactar un Código legal y que solo los bienes que Chindasvinto hubiera poseído antes de su acceso al trono debían conservarse como propiedad de su hijo Recesvinto o de sus hermanos, con facultad de libre disposición.

Recesvinto no tardó en contestar, reconociendo la codicia de los reyes anteriores y el expolio del pueblo en beneficio de los reyes, aunque no reconoció expresamente los cargos hechos a su padre. Declaró propiedad de la corona (no del rey) todas aquellas propiedades confiscadas desde los tiempos de Suintila así como las que los sucesivos reyes adquirieran en el futuro, pero con una limitación trascendental: quedaban excluidas de la propiedad de la corona aquellos bienes que, aun no siendo legalmente propiedad de los reyes, habían sido legadas por éstos en testamento y por tanto habían pasado a sus descendientes o amigos, quienes a su vez habrían dispuesto de ellas. En cuanto a los bienes adquiridos por Chindasvinto se reservó una total libertad, si bien confirmó que los bienes que poseía su padre antes de su acceso al trono eran propiedad personal, así como que los bienes heredados por Chindasvinto (y por cualquier rey) durante el desempeño del cargo eran bienes privativos (ya lo habían establecido así los concilios V y VI).

La ley de Recesvinto no satisfacía las peticiones de los obispos, pero hubieron de acceder a confirmarla. Respecto a la parte final de la ley, los obispos añadieron que no podría ser rey quien llegara al trono por medio de la conspiración de unos pocos o de un levantamiento sedicioso de la “plebe rústica”; el acceso al trono debía efectuarse en Toledo, o en su defecto en el lugar donde hubiera muerto el rey anterior y que la elección debería ser hecha por los obispos y los `maiores palatii'; el rey debería ser un defensor de la fe católica y debería defenderla frente a herejes y judíos.

El V Concilio de Toledo había establecido la pena de excomunión a todo el que hablase mal del rey. Ahora el VIII Concilio, a propuesta de Recesvinto, dispuso que todo noble, eclesiástico o laico, culpable de insultos verbales al rey, perdería la mitad de sus bienes y además sufriría el castigo que el rey estimase conveniente.

En relación a los sínodos decidió que las decisiones de éstos obligaban a todos los clérigos; el clérigo que las ignorase, que las criticase o que no las defendiese perdería su rango y no podría comulgar. Se atacó duramente a la simonía para el acceso al obispado, que no había podido ser extinguida sino que, al contrario, había proliferado: el que comprara un cargo seria anatematizado, excomulgado y condenado a penitencia perpetua en un monasterio; el que aceptase el pago sería secularizado, si era clérigo, o anatematizado, si era laico.

CONCILIO IX.

El noveno concilio celebrado en la ciudad de Toledo fue un sínodo de Obispos de la Cartaginesa en el Reino de los Visigodos, del año 655.

Tuvo lugar entre el 2 de noviembre de 655 y el 24 de noviembre del 655 en la Iglesia de Santa María y asistieron dieciséis o diecisiete obispos, seis abades, dos dignatarios y cuatro condes palatinos. Se promulgaron diecisiete cánones relativos a la honestidad del clero, los bienes de la Iglesia y el celibato eclesiástico. Se acordó la celebración de otro Sínodo provincial el 1 de noviembre del 656.

Estudió de nuevo la apropiación de bienes de la Iglesia por parte de algunos Obispos y clérigos y la cuestión del celibato eclesiástico. Se autorizó a los obispos a entregar a cualquier Iglesia de su elección una tercera parte de las rentas de otra Iglesia de su diócesis. Se aprobó que si un clérigo (desde obispo a subdiácono) tuviera un hijo con una mujer libre o esclava, este hijo se convertiría perpetuamente en esclavo de la Iglesia en la que servía el padre. Ningún hombre o mujer liberto eclesiástico podría casarse con un hombre libre (romano o godo); en caso de hacerlo los hijos del matrimonio serían esclavos de la Iglesia.

Asimismo en dicho Sínodo se estableció que los judíos bautizados deberían pasar las fiestas cristianas en compañía del obispo local para que éste diera fe de la veracidad de su conversión. La pena por incumplimiento sería de azotes o ayuno, según la edad.

QUIRICO, OBISPO DE BARCELONA.

Obispo de Barcelona, amigo y correspondiente de San Ildefonso de Toledo y de Tajo, Obispo de Zaragoza.

X CONCILIO EN EL QUE ESTUVO PRESENTE .

El X Concilio de Toledo fue convocado por el rey Recesvinto en el año 656.

A este concilio no asistieron obispos de la Narbonense y Tarraconense.

El concilio se abrió el 1 de diciembre de 656. La asistencia total fue de diecisiete obispos (tres metropolitanos, el de Toledo, Eugenio II, el de Braga, Fructuoso y el de Sevilla, Fugitivo), más otros cinco obispos que estuvieron representados.

En el concilio se trataron diversos temas, y entre ellos las penas por el quebrantamiento del juramento de lealtad al rey por clérigos y laicos, estableciéndose que el culpable sería secularizado o exilado. En otro canon se hace referencia al alto precio injustificado de las ventas efectuadas por sacerdotes, de esclavos cristianos a los judíos. Los obispos declararon que los clérigos que en el futuro se dedicaran al comercio de esclavos cristianos con los judíos serían expulsados de la Iglesia. Se redactaron cánones relativos a la disciplina eclesiástica y se trataron dos asuntos internos de la Iglesia: la retirada del Obispo Potamio a un monasterio y el testamento del Abad de Dumium, Recimiro que había establecido un mayor número de legados de los que podía. Destacan entre los temas tratados ciertas irregularidades de los obispos tanto religiosas como civiles.

EL MONASTERIO AGALIENSE DE TOLEDO.

En la " Vida del glorioso doctor San Ildefonso Arzobispo de Toledo Primado de Las Españas", impresa en Toledo en el año 1618, se encuentran las noticias referentes al Monasterio Vigido de Toledo.

Llamado Agaliense por encontrarse en las cercanias de un caserío llamado Agalula.

Ciertamente, los retiros de los virtuosos y celebérrimos sabios de los tiempos de la dominación Visigoda, no debieron de ser suntuosos palacios,ni aún conventos del carácter y ornamentación de la Edada Media.

Las costumbres, la cultura y el refinamiento de las artes decorativas coétaneas, impiden en absoluto el admitir, la pobreza, la miseria, la carencia de los medios y construcciones indispensables para la oración de mortificación y estudio.

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RUBÉN DARÍO.

Fecha de emisión: 15 Noviembre 1967
Serie: 4 valores
Tirada: 8.000.000


Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (Metapa, hoy Ciudad Darío, Matagalpa, 18 de enero de 1867 - León, 6 de febrero de 1916), fue un poeta nicaragüense, máximo representante del Modernismo literario en lengua española. Es posiblemente el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas.

COMIENZOS.

Fue el primer hijo del matrimonio formado por Manuel García y Rosa Sarmiento, quienes se habían casado en León el 26 de abril de 1866, tras conseguir las dispensas eclesiásticas necesarias, pues se trataba de primos segundos. Sin embargo, la conducta de Manuel, aficionado en exceso al alcohol y a las prostitutas, hizo que Rosa, ya embarazada, tomara la decisión de abandonar el hogar conyugal y refugiarse en la ciudad de Metapa, en la que dio a luz a su hijo, Félix Rubén. El matrimonio terminaría por reconciliarse, e incluso Rosa llegó a dar a luz a otra hija de Manuel, Cándida Rosa, quien murió a los pocos días. La relación se volvió a deteriorar y Rosa abandonó a su marido para ir a vivir con su hijo en casa de una tía suya, Bernarda Sarmiento, que vivía con su esposo, el coronel Félix Ramírez Madregil, en la misma ciudad de León. Rosa Sarmiento conoció poco después a otro hombre, y estableció con él su residencia en San Marcos de Colón, en el departamento de Choluteca, en Honduras.

Aunque según su fe de bautismo el primer apellido de Rubén era García, la familia paterna era conocida desde generaciones por el apellido Darío. El propio Rubén lo explica en su autobiografía:

Según lo que algunos ancianos de aquella ciudad de mi infancia me han referido, un mi tatarabuelo tenía por nombre Darío. En la pequeña población conocíale todo el mundo por don Darío; a sus hijos e hijas, por los Daríos, las Daríos. Fue así desapareciendo el primer apellido, a punto de que mi bisabuela paterna firmaba ya Rita Darío; y ello, convertido en patronímico, llegó a adquirir valor legal; pues mi padre, que era comerciante, realizó todos sus negocios ya con el nombre de Manuel Darío.

La niñez de Rubén Darío transcurrió en la ciudad de León, criado por sus tíos abuelos Félix y Bernarda, a quienes consideró en su infancia sus verdaderos padres (de hecho, durante sus primeros años firmaba sus trabajos escolares como Félix Rubén Ramírez). Apenas tuvo contacto con su madre, que residía en Honduras, ni con su padre, a quien llamaba "tío Manuel".

Sobre sus primeros años hay pocas noticias, aunque se sabe que a la muerte del coronel Félix Ramírez, en 1871, la familia pasó apuros económicos, e incluso se pensó en colocar al joven Rubén como aprendiz de sastre. Según su biógrafo Edelberto Torres, asistió a varias escuelas de la ciudad de León antes de pasar, en los años 1879 y 1880, a educarse con los jesuitas.

Lector precoz (según su propio testimonio aprendió a leer a los tres años), pronto empezó también a escribir sus primeros versos: se conserva un soneto escrito por él en 1879, y publicó por primera vez en un periódico poco después de cumplir los trece años: se trata de la elegía Una lágrima, que apareció en el diario El Termómetro, de la ciudad de Rivas, el 26 de julio de 1880. Poco después colaboró también en El Ensayo, revista literaria de León, y alcanzó fama como "poeta niño". En estos primeros versos, según Teodosio Fernández sus influencias predominantes eran los poetas españoles de la época Zorrilla, Campoamor, Núñez de Arce y Ventura de la Vega. Más adelante, sin embargo, se interesó mucho por la obra de Víctor Hugo, que tendría una influencia determinante en su labor poética. Sus obras de esta época muestran también la impronta del pensamiento liberal, hostil a la excesiva influencia de la Iglesia católica, como es el caso su composición El jesuita, de 1881. En cuanto a su actitud política, su influencia más destacada fue el ecuatoriano Juan Montalvo, a quien imitó deliberadamente en sus primeros artículos periodísticos. Ya en esta época (contaba catorce años) proyectó publicar un primer libro, Poesías y artículos en prosa, que no vería la luz hasta el cincuentenario de su muerte. Poseía una superdotada memoria, gozaba de una creatividad y retentiva genial, y era invitado con frecuencia a recitar poesía en reuniones sociales y actos públicos.

En diciembre de ese mismo año se trasladó a Managua, capital del país, a instancias de algunos políticos liberales que habían concebido la idea de que, dadas sus dotes poéticas, debería educarse en Europa a costa del erario público. No obstante, el tono anticlerical de sus versos no convenció al presidente del Congreso, el conservador Pedro Joaquín Chamorro y Alfaro, y se resolvió que estudiaría en la ciudad nicaragüense de Granada. Rubén, sin embargo, prefirió quedarse en Managua, donde continuó su actividad periodística, colaborando con los diarios El Ferrocarril y El Porvenir de Nicaragua. En la capital se enamoró de una muchacha de once años, Rosario Emelina Murillo, con la que incluso proyectó casarse. Poco después, en agosto de 1882, se embarcaba en el puerto de Corinto, hacia El Salvador.

EN EL SALVADOR.

En El Salvador, el joven Darío fue presentado por el poeta Joaquín Méndez al presidente de la república, Rafael Zaldívar, quien lo acogió bajo su protección. Allí conoció al poeta salvadoreño Francisco Gavidia, gran conocedor de la poesía francesa. Bajo sus auspicios, Darío intentó por primera vez adaptar el verso alejandrino francés a la métrica castellana.El uso del verso alejandrino se convertiría después en un rasgo distintivo no sólo de la obra de Darío, sino de toda la poesía modernista. Aunque en El Salvador gozó de bastante celebridad y llevó una intensa vida social, participando en festejos como la conmemoración del centenario de Bolívar, que abrió con la recitación de un poema suyo, más tarde las cosas comenzaron a empeorar: pasó penalidades económicas y enfermó de viruela, por lo cual en octubre de 1883, todavía convaleciente, regresó a su país natal.

Tras su regreso, residió brevemente en León y después en Granada, pero finalmente se trasladó de nuevo a Managua, donde encontró trabajo en la Biblioteca Nacional, y reanudó sus amoríos con Rosario Murillo. En mayo de 1884 fue condenado por vagancia a la pena de ocho días de obra pública, aunque logró eludir el cumplimiento de la condena. Por entonces continuaba experimentando con nuevas formas poéticas, e incluso llegó a tener un libro listo para su impresión, que iba a titularse Epístolas y poemas. Este segundo libro tampoco llegó a publicarse: habría de esperar hasta 1888, en que apareció por fin con el título de Primeras notas. Probó suerte también con el teatro, y llegó a estrenar una obra, titulada Cada oveja..., que tuvo cierto éxito, pero que hoy se ha perdido. No obstante, encontraba insatisfactoria la vida en Managua y, aconsejado por algunos amigos, optó por embarcarse para Chile, hacia donde partió el 5 de junio de 1886.

EN CHILE.

Desembarcó en Valparaíso el 23 de junio de 1886. En Chile, gracias a recomendaciones obtenidas en Managua, recibió la protección de Eduardo Poirier y del poeta Eduardo de la Barra. A medias con Poirier escribió una novela de tipo sentimental, titulada Emelina, con el objeto de participar en un concurso literario que la novela no llegó a ganar. Gracias a la amistad de Poirier, Darío encontró trabajo en el diario La Época, de Santiago desde julio de 1886.

Juan ValeraEn su etapa chilena, Darío vivió en condiciones muy precarias, y tuvo además que soportar continuas humillaciones por parte de la aristocracia del país, que lo despreciaba por su escaso refinamiento y por el color de su piel. No obstante, llegó a hacer algunas amistades, como el hijo del entonces presidente de la República, el poeta Pedro Balmaceda Toro. Gracias al apoyo de éste y de otro amigo, Manuel Rodríguez Mendoza, a quien el libro está dedicado, logró Darío publicar su primer libro de poemas, Abrojos, que apareció en marzo de 1887. Entre febrero y septiembre de 1887, Darío residió en Valparaíso, donde participó en varios certámenes literarios. De regreso en la capital, encontró trabajo en el diario El Heraldo, con el que colaboró entre febrero y abril de 1888. En el mes de julio, apareció en Valparaíso, gracias a la ayuda de sus amigos Eduardo Poirier y Eduardo de la Barra, Azul..., el libro clave de la recién iniciada revolución literaria modernista. , novelista y crítico literario, cuyas cartas dirigidas a Rubén Darío en el diario El Imparcial consagraron definitivamente a Rubén Darío. Azul... recopilaba una serie de poemas y de textos en prosa que ya habían aparecido en la prensa chilena entre diciembre de 1886 y junio de 1888. El libro no tuvo un éxito inmediato, pero fue muy buen acogido por el influyente novelista y crítico literario español Juan Valera, quien publicó en el diario madrileño El Imparcial, en octubre de 1888, dos cartas dirigidas a Rubén Darío, en las cuales, aunque reprochaba a Darío sus excesivas influencias francesas (su "galicismo mental", según la expresión utilizada por Valera), reconocía en él a "un prosista y un poeta de talento". Fueron estas cartas de Valera, luego divulgadas en la prensa chilena y de otros países, las que consagraron definitivamente la fama de Darío.

PERIPLO CENTROAMERICANO.

Esta fama le permitió obtener el puesto de corresponsal del diario La Nación, de Buenos Aires, que era en la época el periódico de mayor difusión de toda Hispanoamérica. Poco después de enviar su primera crónica a La Nación, emprendió el viaje de regreso a Nicaragua. Tras una breve escala en Lima, donde conoció al escritor Ricardo Palma, llegó al puerto de Corinto el 7 de marzo de 1889. En la ciudad de León fue agasajado con un recibimiento triunfal. No obstante, se detuvo poco tiempo en Nicaragua, y enseguida se trasladó a San Salvador, donde fue nombrado director del diario La Unión, defensor de la unión centroamericana. En San Salvador contrajo matrimonio civil con Rafaela Contreras, hija de un famoso orador hondureño, Álvaro Contreras, el 21 de junio de 1890. Al día siguiente de su boda, se produjo un golpe de estado contra el entonces presidente, el general Menéndez, cuyo principal artífice fue el general Ezeta (que había estado presente, en calidad de invitado, en la boda de Darío). Aunque el nuevo presidente quiso ofrecerle cargos de responsabilidad, Darío prefirió irse del país. A finales de junio se trasladó a Guatemala, en tanto que la recién casada permanecía en El Salvador. En Guatemala, el presidente Manuel Lisandro Barillas estaba iniciando los preparativos de una guerra contra El Salvador, y Darío publicó en el diario guatemalteco El Imparcial un artículo, titulado "Historia negra", denunciando la traición de Ezeta.

En diciembre de 1890 le fue encomendada la dirección de un periódico de nueva creación, El Correo de la Tarde. Ese mismo año publicó en Guatemala la segunda edición de su exitoso libro de poemas Azul..., sustancialmente ampliado, y llevando como prólogo las dos cartas de Juan Valera que habían supuesto su consagración literaria (desde entonces, es habitual que las cartas de Valera aparezcan en todas las ediciones de este libro de Rubén Darío). En enero del año siguiente, su esposa, Rafaela Contreras, se reunió con él en Guatemala, y el 11 de febrero contrajeron matrimonio religioso en la catedral de Guatemala. En junio, el diario que dirigía Darío, El Correo de la Tarde, dejó de percibir la subvención gubernamental, y tuvo que cerrar. Darío optó por probar suerte en Costa Rica, y se instaló en agosto de ese año en la capital del país, San José. En Costa Rica, donde apenas era capaz de sacar adelante a su familia, agobiado por las deudas a pesar de algunos empleos eventuales, nació su primer hijo, Rubén Darío Contreras, el 12 de noviembre de 1891.

VIAJES.

Al año siguiente, dejando a su familia en Costa Rica, marchó a Guatemala, y luego a Nicaragua, en busca de mejor suerte. Inesperadamente, el gobierno nicaragüense lo nombró miembro de la delegación que ese país iba a enviar a Madrid con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América, lo que para Darío suponía ver realizado su sueño de viajar a Europa.

En el viaje hacia España hizo escala en La Habana, donde conoció al poeta Julián del Casal, y a otros artistas, como Aniceto Valdivia y Raoul Cay. El 14 de agosto de 1892 desembarcó en Santander, desde donde siguió viaje por tren hacia Madrid. Entre las personalidades que frecuentó en la capital de España están los poetas Gaspar Núñez de Arce, José Zorrilla y Salvador Rueda, los novelistas Juan Valera y Emilia Pardo Bazán, el erudito Marcelino Menéndez Pelayo, y varios destacados políticos, como Emilio Castelar y Antonio Cánovas del Castillo. En noviembre regresó de nuevo a Nicaragua, donde recibió un telegrama procedente de San Salvador en que se le notificaba la enfermedad de su esposa, que falleció el 23 de enero de 1893.

A comienzos de 1893, Rubén permaneció en Managua, donde renovó sus amoríos con Rosario Murillo, cuya familia le obligó a contraer matrimonio con la joven. En abril viajó a Panamá, donde recibió la noticia de que su amigo, el presidente colombiano Miguel Antonio Caro le había concedido el cargo de cónsul honorífico en Buenos Aires. Dejó a Rosario en Panamá, y emprendió el viaje hacia la capital argentina. Antes de llegar, pasó brevemente por Nueva York, ciudad en la que conoció al ilustre poeta cubano José Martí, con quien le unían no pocas afinidades; y realizó su sueño juvenil de viajar a París, donde fue introducido en los medios bohemios por el guatemalteco Enrique Gómez Carrillo y el español Alejandro Sawa. En la capital francesa, conoció a Jean Moréas y tuvo un decepcionante encuentro con su admirado Paul Verlaine (posiblemente el poeta francés que más influyó en su obra). Finalmente, el 13 de agosto de 1893 llegó a Buenos Aires, ciudad que le causó una honda impresión.

EN ARGENTINA.

En Buenos Aires, Darío fue muy bien recibido por los medios intelectuales. Colaboró con varios periódicos: además de en La Nación, del que ya era corresponsal, publicó artículos en La Prensa, La Tribuna y El Tiempo, por citar algunos. Su trabajo como cónsul de Colombia era meramente honorífico, ya que, como él mismo indica en su autobiografía, "no había casi colombianos en Buenos Aires y no existían transacciones ni cambios comerciales entre Colombia y la República Argentina." En la capital argentina llevó una vida de desenfreno, siempre al borde de sus posibilidades económicas, y sus excesos con el alcohol fueron causa de que tuviera que recibir cuidados médicos en varias ocasiones. Entre los personajes que trató allí se encuentran políticos ilustres, como Bartolomé Mitre, pero también poetas como el mexicano Federico Gamboa, el boliviano Ricardo Jaimes Freyre y los argentinos Rafael Obligado y Leopoldo Lugones.

El 3 de mayo de 1895 murió su madre, Rosa Sarmiento, a quien el poeta apenas había conocido, pero cuya muerte le afectó considerablemente. En octubre del mismo año surgió un nuevo contratiempo, ya que el gobierno colombiano suprimió su consulado en Buenos Aires, por lo cual Darío se quedó sin una importante fuente de ingresos. Para remediarlo, obtuvo un empleo como secretario de Carlos Carlés, director general de Correos y Telégrafos.

En 1896, en Buenos Aires, publicó dos libros cruciales en su obra: Los raros, una colección de artículos sobre los escritores que, por una razón u otra, más le interesaban; y, sobre todo, Prosas profanas y otros poemas, el libro que supuso la consagración definitiva del Modernismo literario en español. Como el propio Rubén explica en su autobiografía, con el tiempo los poemas de este libro alcanzarían una gran popularidad en todos los países de lengua española. Sin embargo, en sus comienzos no fue tan bien recibido como hubiera sido de esperar.

Las peticiones de Darío al gobierno nicaragüense para que le concediese un cargo diplomático no fueron atendidas; sin embargo, el poeta vio una posibilidad de viajar a Europa cuando supo que La Nación necesitaba un corresponsal en España que informase de la situación en el país tras el desastre de 1898. Con motivo de la intervención militar de los Estados Unidos en Cuba, Rubén Darío acuñó, dos años antes que lo hiciera José Enrique Rodó, la oposición metafórica entre Ariel (personificación de Latinoamérica) y Calibán (el monstruo que representa metafóricamente los Estados Unidos). El 3 de diciembre de 1898, Darío se embarcaba de nuevo rumbo a Europa. El 22 de diciembre llegaba a Barcelona.

ENTRE PARÍS Y ESPAÑA.

Darío llegó a España con el compromiso, que cumplió impecablemente, de enviar cuatro crónicas mensuales a La Nación acerca del estado en que se encontraba la nación española tras su derrota frente a Estados Unidos en la Guerra hispano-estadounidense, y la pérdida de sus posesiones coloniales de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam . Estas crónicas terminarían recopilándose en un libro, que apareció en 1901, titulado España Contemporánea. Crónicas y retratos literarios. En ellas, Rubén manifiesta su profunda simpatía por España, y su confianza en la recuperación de la nación, a pesar del estado de abatimiento en que la encontraba.

En España, Darío despertó la admiración de un grupo de jóvenes poetas defensores del Modernismo (movimiento que no era en absoluto aceptado por los autores consagrados, especialmente los pertenecientes a la Real Academia Española). Entre estos jóvenes modernistas estaban algunos autores que luego brillarían con luz propia en la historia de la literatura española, como Juan Ramón Jiménez, Ramón María del Valle-Inclán y Jacinto Benavente, y otros que hoy están bastante más olvidados, como Francisco Villaespesa, Mariano Miguel de Val, director de la revista Ateneo, y Emilio Carrere.

En 1899, Rubén Darío, que continuaba legalmente casado con Rosario Murillo, conoció, en la Casa de Campo de Madrid, a Francisca Sánchez del Pozo, campesina analfabeta, natural de Navalsauz, en la provincia de Ávila, que se convertiría en la compañera de sus últimos años.

En el mes de abril de 1900 Darío visitó por segunda vez París, con el encargo de La Nación de cubrir la Exposición Universal que ese año tuvo lugar en la capital francesa. Sus crónicas sobre este tema serían recogidas posteriormente en el libro Peregrinaciones.

En los primeros años del siglo XX, Darío fijó su lugar de residencia en la capital de Francia, y alcanzó una cierta estabilidad, no exenta de infortunios. En 1901 publicó en París la segunda edición de Prosas profanas. Ese mismo año Francisca dio a luz a una hija del poeta, Carmen Darío Sánchez, y, tras el parto, viajó a París a reunirse con él, dejando la niña al cuidado de sus abuelos. La niña fallecería de viruela poco después, sin que su padre llegara a conocerla.

En 1902, Darío conoció en la capital francesa a un joven poeta español, Antonio Machado, declarado admirador de su obra. En marzo de 1903 fue nombrado cónsul de Nicaragua, lo cual le permitió vivir con mayor desahogo económico. Al mes siguiente nació su segundo hijo con Francisca, Rubén Darío Sánchez, apodado por su padre "Phocás el campesino". Durante esos años, Darío viajó por Europa, visitando, entre otros países, el Reino Unido, Bélgica, Alemania e Italia.

En 1905 se desplazó a España como miembro de una comisión nombrada por el gobierno nicaragüense cuya finalidad era resolver una disputa territorial con Honduras. Ese año publicó en Madrid el tercero de los libros capitales de su obra poética: Cantos de vida y esperanza, los cisnes y otros poemas, editado por Juan Ramón Jiménez. También datan de 1905 algunos de sus más memorables poemas, como "Salutación del optimista" y "A Roosevelt", en los cuales enaltece el carácter hispánico frente a la amenaza del imperialismo estadounidense. En particular, el segundo, dirigido al entonces presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt:

Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.


Ese mismo año de 1905, el hijo habido con Francisca Sánchez, "Phocás el campesino", falleció víctima de una bronconeumonía.

En 1906 participó, como secretario de la delegación nicaragüense, en la Tercera Conferencia Panamericana que tuvo lugar en Río de Janeiro. Con este motivo escribió su poema "Salutación del águila", que ofrece una visión de Estados Unidos muy diferente de la de sus poemas anteriores:

Bien vengas, mágica águila de alas enormes y fuertes
a extender sobre el Sur tu gran sombra continental,
a traer en tus garras, anilladas de rojos brillantes,
una palma de gloria, del color de la inmensa esperanza,
y en tu pico la oliva de una vasta y fecunda paz.


Este poema fue muy criticado por algunos autores que no entendieron el súbito cambio de opinión de Rubén con respecto a la influencia de Estados Unidos en Latinoamérica. En Río de Janeiro, el poeta protagonizó un oscuro romance con una aristócrata, tal vez la hija del embajador ruso en Brasil. Parece ser que por entonces concibió la idea de divorciarse de Rosario Murillo, de quien llevaba años separado. De regreso a Europa, hizo una breve escala en Buenos Aires. En París se reunió con Francisca Sánchez, y juntos fueron a pasar el invierno de 1907 a Mallorca, isla en la que frecuentó la compañía del después poeta futurista Gabriel Alomar y del pintor Santiago Rusiñol. Inició una novela, La Isla de Oro, que no llegó a terminar, aunque algunos de sus capítulos aparecieron por entregas en La Nación. Por aquella epoca, Francisca dio a luz a una niña que falleció al nacer.

Interrumpió su tranquilidad la llegada a París de su esposa, Rosario Murillo, que se negaba a aceptar el divorcio a menos que se le garantizase una compensación económica que el poeta juzgó desproporcionada. En marzo de 1907, cuando iba a partir para París, Darío, cuyo alcoholismo estaba ya muy avanzado, cayó gravemente enfermo. Cuando se recuperó, regresó a París, pero no pudo llegar a un acuerdo con su esposa, por lo que decidió regresar a Nicaragua para presentar su caso ante los tribunales. A fines de año nació el cuarto hijo del poeta y Francisca, Rubén Darío Sánchez, apodado por su padre "Güicho", y el único hijo superviviente de la pareja.

EMBAJADOR EN MADRID.

Tras dos breves escalas en Nueva York y en Panamá, el poeta llegó a Nicaragua, donde se le tributó un recibimiento triunfal, y se le colmó de honores, aunque no tuvo éxito en su demanda de divorcio. Además no se le pagaron los honorarios que se le debían por su cargo de cónsul, por lo que se vio imposibilitado de regresar a París. Después de meses de gestiones, consiguió otro nombramiento, esta vez como ministro residente en Madrid del gobierno nicaragüense de José Santos Zelaya. Tuvo problemas, sin embargo, para hacer frente a los gastos de su legación ante lo reducido de su presupuesto, y pasó dificultades económicas durante sus años como embajador, que sólo pudo solucionar en parte gracias al sueldo que recibía de La Nación y en parte gracias a la ayuda de su amigo y director de la revista Ateneo, Mariano Miguel de Val, que se ofreció como secretario gratuito de la legación de Nicaragua cuando la situación económica era insostenible y en cuya casa, en la calle Serrano 27, instaló la sede. Cuando Zelaya fue derrocado, Darío tuvo que renunciar a su puesto diplomático, lo que hizo el 25 de febrero de 1909. Permaneció fiel a Zelaya, a quien había elogiado desmedidamente en su libro Viaje a Nicaragua e Intermezzo tropical, y con el que colaboró en la redacción del libro de este Estados Unidos y la revolución de Nicaragua, en el que acusaba a Estados Unidos y al dictador guatemalteco, Manuel Estrada Cabrera, de haber tramado el derrocamiento de su gobierno.

Durante el desempeño de su cargo diplomático, se enemistó con su antiguo amigo Alejandro Sawa, quien le había solicitado ayuda económica sin que sus peticiones fueran escuchadas por Darío. La correspondencia entre ambos da a entender que Sawa fue el verdadero autor de algunos de los artículos que Darío había publicado en La Nación.

ÚLTIMOS AÑOS.

En 1910, viajó a México como miembro de una delegación nicaragüense para conmemorar el centenario de la independencia del país azteca. Sin embargo, el gobierno nicaragüense cambió mientras se encontraba de viaje, y el dictador mexicano Porfirio Díaz se negó a recibir al escritor. Sin embargo, Darío fue recibido triunfalmente por el pueblo mexicano, que se manifestó a favor del poeta y en contra de su gobierno. En su autobiografía, Darío relaciona estas protestas con la Revolución mexicana, entonces a punto de producirse:

Por la primera vez, después de treinta y tres años de dominio absoluto, se apedreó la casa del viejo Cesáreo que había imperado. Y allí se vio, se puede decir, el primer relámpago de la revolución que trajera el destronamiento.

Ante el desaire del gobierno mexicano, Darío zarpó hacia La Habana, donde, bajo los efectos del alcohol, intentó suicidarse. En noviembre de 1910 regresó de nuevo a París, donde continuó siendo corresponsal del diario La Nación y desempeñó un trabajo para el Ministerio de Instrucción Pública mexicano que tal vez le había sido ofrecido a modo de compensación por la humillación sufrida.

En 1912 aceptó la oferta de los empresarios uruguayos Rubén y Alfredo Guido para dirigir las revistas Mundial y Elegancias. Para promocionar estas publicaciones, partió en gira por América Latina, visitando, entre otras ciudades, Río de Janeiro, São Paulo, Montevideo y Buenos Aires. Fue también por esta época cuando el poeta redactó su autobiografía, que apareció publicada en la revista Caras y caretas con el título de La vida de Rubén Darío escrita por él mismo; y la obra Historia de mis libros, muy interesante para el conocimiento de su evolución literaria.

Tras el final de esta gira, tras desligarse de su contrato con los hermanos Guido, regresó a París, y, en 1913, viajó a Mallorca invitado por Joan Sureda, y se alojó en la cartuja de Valldemosa, en la que muchas décadas atrás habían residido Chopin y George Sand. En esta isla empezó Rubén la novela El oro de Mallorca, que es, en realidad, una autobiografía novelada. Se acentuó, sin embargo, el deterioro de su salud mental, debido a su alcoholismo. En diciembre regresó a Barcelona, donde se hospedó en casa del general Zelaya, que había sido su protector mientras fue presidente de Nicaragua. En enero de 1914 regresó a París, donde pleiteó largamente con los hermanos Guido, que aún le debían una importante suma de sus honorarios. En mayo se instaló en Barcelona, donde dio a la imprenta su última obra poética de importancia, Canto a la Argentina y otros poemas, que incluye el poema laudatorio del país austral que había escrito años atrás por encargo de La Nación. Su salud estaba ya muy deteriorada: sufría de alucinaciones, y estaba patológicamente obsesionado con la idea de la muerte.

Al estallar la Primera Guerra Mundial, partió hacia América, con la idea de defender el pacifismo para las naciones americanas. Atrás quedó Francisca con sus dos hijos supervivientes, a quienes el abandono del poeta habría de arrojar poco después a la miseria. En enero de 1915 leyó, en la Universidad de Columbia, de Nueva York, su poema "Pax". Siguió viaje hacia Guatemala, donde fue protegido por su antiguo enemigo, el dictador Estrada Cabrera, y por fin, a finales de año, regresó a su Nicaragua natal. Llegó a León, la ciudad de su infancia, el 7 de enero de 1916 y falleció menos de un mes después, el 6 de febrero. Las honras fúnebres duraron varios días. Fue sepultado en la Catedral de León el 13 de febrero del mismo año, al pie de la estatua de San Pablo cerca del presbiterio debajo de un león de concreto, arena y cal hecho por el escultor granadino Jorge Navas Cordonero; dicho león se asemeja al León de Lucerna, Suiza, hecho por el escultor danés Bertel Thorvaldsen.

El archivo de Rubén Darío fue donado por Francisca Sánchez al gobierno de España en 1956 y ahora están la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid. Con Darío tuvo Francisca tres hijos -dos murieron siendo muy niños, el otro en la madurez, está enterrado en México-. Muerto Darío, Francisca se casó con José Villacastín, un hombre culto, que gastó toda su fortuna en recoger la obra de Rubén que se encontraba dispersa por todo el mundo y que entregó para su publicación al editor Aguilar, de quien era buen amigo.

SU POESÍA.

Para la formación poética de Rubén Darío fue determinante la influencia de la poesía francesa. En primer lugar, los románticos, y muy especialmente Víctor Hugo. Más adelante, y con carácter decisivo, llega la influencia de los parnasianos: Théophile Gautier, Catulle Mendès, y José María de Heredia. Y, por último, lo que termina por definir la estética dariana es su admiración por los simbolistas, y entre ellos, por encima de cualquier otro autor, Paul Verlaine. Recapitulando su trayectoria poética en el poema inicial de Cantos de vida y esperanza (1905), el propio Darío sintetiza sus principales influencias afirmando que fue "con Hugo fuerte y con Verlaine ambiguo".

Ya en las "Palabras Liminares" de Prosas profanas (1896) había escrito un párrafo que revela la importancia de la cultura francesa en el desarrollo de su obra literaria:

El abuelo español de barba blanca me señala una serie de retratos ilustres: "Éste —me dice— es el gran don Miguel de Cervantes Saavedra, genio y manco; éste es Lope de Vega, éste Garcilaso, éste Quintana." Yo le pregunto por el noble Gracián, por Teresa la Santa, por el bravo Góngora y el más fuerte de todos, don Francisco de Quevedo y Villegas. Después exclamo: "¡Shakespeare! ¡Dante! ¡Hugo...! (Y en mi interior: ¡Verlaine...!)"
Luego, al despedirme: "—Abuelo, preciso es decíroslo: mi esposa es de mi tierra; mi querida, de París."

Muy ilustrativo para conocer los gustos literarios de Darío resulta el volumen Los raros, que publicó el mismo año que Prosas profanas, dedicado a glosar brevemente a algunos escritores e intelectuales hacía los que sentía una profunda admiración. Entre los seleccionados están Edgar Allan Poe, Villiers de l'Isle Adam, Léon Bloy, Paul Verlaine, Lautréamont, Eugénio de Castro y José Martí (este último es el único autor mencionado que escribió su obra en español). El predominio de la cultura francesa es más que evidente. Darío escribió: "El Modernismo no es otra cosa que el verso y la prosa castellanos pasados por el fino tamiz del buen verso y de la buena prosa franceses".

No quiere esto decir, sin embargo, que la literatura en español no haya tenido importancia en su obra. Dejando aparte su época inicial, anterior a Azul..., en la cual su poesía es en gran medida deudora de los grandes nombres de la poesía española del siglo XIX, como Núñez de Arce y Campoamor, Darío fue un gran admirador de Bécquer. Los temas españoles están muy presentes en su producción ya desde Prosas profanas (1896) y, muy especialmente, desde su segundo viaje a España, en 1899. Consciente de la decadencia de lo español tanto en la política como en el arte (preocupación que compartió con la llamada Generación del 98 española), se inspira con frecuencia en personajes y elementos del pasado. Así ocurre, por ejemplo, en su "Letanía de nuestro señor Don Quijote", poema incluido en Cantos de vida y esperanza (1905), en el que se exalta el idealismo de Don Quijote.

En cuanto a los autores de otras lenguas, debe mencionarse la profunda admiración que sentía por tres autores estadounidenses: Emerson, Poe y Whitman.

EVOLUCIÓN.

La evolución poética de Rubén Darío está jalonada por la publicación de los libros en los que la crítica ha reconocido sus obras fundamentales: Azul... (1888), Prosas profanas y otros poemas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905).

Antes de Azul... Darío escribió tres libros y gran número de poemas sueltos, que constituyen lo que se ha dado en denominar su "prehistoria literaria". Los libros son Epístolas y poemas (escrito en 1885, pero no publicado hasta 1888, con el título de Primeras notas), Rimas (1887) y Abrojos (1887). En la primera de estas obras es patente la huella de sus lecturas de clásicos españoles, así como la impronta de Víctor Hugo. La métrica es clásica (décimas, romances, estancias, tercetos encadenados, en versos predominantemente heptasílabos, octosílabos y endecasílabos) y el tono predominantemente romántico. Las epístolas, de influencia neoclásica, van dirigidas a autores como Ricardo Contreras, Juan Montalvo, Emilio Ferrari y Víctor Hugo.

En Abrojos, publicado ya en Chile, la influencia más acusada es la del español Ramón de Campoamor. En cuanto a Rimas, publicado también en Chile y en el mismo año, fue escrito para un concurso de composiciones a imitación de las Rimas de Bécquer, por lo que no es extraño que su tono intimista sea muy similar al de las composiciones del poeta sevillano. Consta de solo catorce poemas, de tono amoroso, cuyos procedimientos expresivos (estrofas de pie quebrado, anáforas, antítesis, etc.) son característicamente becquerianos.

Azul... (1888), considerado el libro inaugural del Modernismo hispanoamericano, recoge tanto relatos en prosa como poemas, cuya variedad métrica llamó la atención de la crítica. Presenta ya algunas preocupaciones características de Darío, como la expresión de su insatisfacción ante la sociedad burguesa (véase, por ejemplo, el relato "El rey burgués"). En 1890 vio la luz una segunda edición del libro, aumentada con nuevos textos, entre los cuales una serie de sonetos en alejandrinos.

La etapa de plenitud del Modernismo y de la obra poética dariana la marca el libro Prosas profanas y otros poemas, colección de poemas en las que la presencia de lo erótico es más importante, y del que no está ausente la preocupación por temas esotéricos (como en el largo poema "Coloquio de los centauros"). En este libro está ya toda la imaginería exótica propia de la poética dariana: la Francia del siglo XVIII, la Italia y la España medievales, la mitología griega, etc.

En 1905, Darío publicó Cantos de vida y esperanza, que anuncia una línea más intimista y reflexiva dentro de su producción, sin renunciar a los temas que se han convertido en señas de identidad del Modernismo. Al mismo tiempo, aparece en su obra la poesía cívica, con poemas como "A Roosevelt", una línea que se acentuará en El canto errante (1907) y en Canto a la Argentina y otros poemas (1914). El sesgo intimista de su obra se acentúa, en cambio, en Poema del otoño y otros poemas (1910), en que se muestra una sencillez formal sorprendente en su obra.

No todos los poemas de Darío fueron recogidos en libros en vida del poeta. Muchos de ellos, aparecidos únicamente en publicaciones periódicas, fueron recopilados después de su muerte.

SIMBOLOS.

El símbolo más característico de la poesía de Darío es el cisne, identificado con el Modernismo hasta el punto de que cuando el poeta mexicano Enrique González Martínez quiso derogar esta estética lo hizo con un poema en el que exhortaba a "torcerle el cuello al cisne". La presencia del cisne es obsesiva en la obra de Darío, desde Prosas profanas, donde el autor le dedica los poemas "Blasón" y "El cisne", hasta Cantos de vida y esperanza, una de cuyas secciones se titula también "Los cisnes". Salinas explica la connotación erótica del cisne, en relación con el mito, al que Darío se refiere en varias ocasiones, de Júpiter y Leda. Sin embargo, se trata de un símbolo ambivalente, que en ocasiones funciona como emblema de la belleza y otras simboliza al propio poeta.

El cisne no es el único símbolo que aparece en la poesía de Rubén Darío. El centauro, en poemas como el "Coloquio de los centauros", en Prosas profanas, expresa la dualidad alma-cuerpo a través de su naturaleza medio humana medio animal. Gran contenido simbólico tienen también su poesía imágenes espaciales, como los parques y jardines, imagen de la vida interior del poeta, y la torre, símbolo de su aislamiento en un mundo hostil. Se han estudiado en su poesía otros muchos símbolos, como el color azul, la mariposa o el pavo real.

RUBÉN DARÍO Y LA GENERACIÓN DEL 98.

Desde su segunda visita a España, Darío se convirtió en el maestro e inspirador de un grupo de jóvenes modernistas españoles, entre los que estaban Juan Ramón Jiménez, Ramón Pérez de Ayala, Francisco Villaespesa, Ramón del Valle-Inclán, y los hermanos Antonio y Manuel Machado, colaboradores de la revista Helios, dirigida por Juan Ramón Jiménez.

En varios textos, tanto en prosa como en verso, Darío dio muestra del respeto que le merecía la poesía de Antonio Machado, a quien conoció en París en 1902. Uno de los más tempranos es una crónica titulada "Nuevos poetas españoles", que se recogió en el libro Opiniones (1906), donde escribe lo siguiente:

Antonio Machado es quizá el más intenso de todos. La música de su verso va en su pensamiento. Ha escrito poco y meditado mucho. Su vida es la de un filósofo estoico. Sabe decir sus enseñanzas en frases hondas. Se interna en la existencia de las cosas, en la naturaleza.

Gran amigo de Darío fue Valle-Inclán, desde que ambos se conocieron en 1899. Valle-Inclán fue un rendido admirador del poeta nicaragüense durante toda su vida, e incluso le hizo aparecer como personaje en su obra Luces de bohemia, junto a Max Estrella y al marqués de Bradomín. Conocido es el poema que Darío dedicó al autor de Tirano Banderas, que comienza así:

Este gran don Ramón de las barbas de chivo,
cuya sonrisa es la flor de su figura,
parece un viejo dios altanero y esquivo
que se animase en la frialdad de su escultura.


Menos entusiasmo por la obra de Darío manifestaron otros miembros de la Generación del 98, como Unamuno y Baroja. Sobre su relación con este último, se cuenta una curiosa anécdota, según la cual Darío habría dicho de Baroja: "Es un escritor de mucha miga, Baroja: se nota que ha sido panadero", y este último habría contraatacado con la frase: "También Darío es escritor de mucha pluma: se nota que es indio".

LEGADO.

La influencia de Rubén Darío fue inmensa en los poetas de principios de siglo, tanto en España como en América. Muchos de sus seguidores, sin embargo, cambiaron pronto de rumbo: es el caso, por ejemplo, de Leopoldo Lugones, Julio Herrera y Reissig, Juan Ramón Jiménez o Antonio Machado.

Darío llegó a ser un poeta extremadamente popular, cuyas obras se memorizaban en las escuelas de todos los países hispanohablantes y eran imitadas por cientos de jóvenes poetas. Esto, paradójicamente, resultó perjudicial para la recepción de su obra. Después de la Primera Guerra Mundial, con el nacimiento de las vanguardias literarias, los poetas volvieron la espalda a la estética modernista, que consideraban anticuada y excesivamente retoricista.

Los poetas del siglo XX han mostrado hacia la obra de Darío actitudes divergentes. Entre sus principales detractores figura Luis Cernuda, que reprochaba al nicaragüense su afrancesamiento superficial, su trivialidad y su actitud "escapista". En cambio, fue admirado por poetas tan distanciados de su estilo como Federico García Lorca y Pablo Neruda, si bien el primero se refirió a "su mal gusto encantador, y los ripios descarados que llenan de humanidad la muchedumbre de sus versos". El español Pedro Salinas le dedicó el ensayo La poesía de Rubén Darío, en 1948.

El poeta mexicano Octavio Paz, en varios textos dedicados a Darío y al Modernismo, subrayó el carácter fundacional y rupturista de la estética modernista, para él inscrita en la misma tradición de la modernidad que el Romanticismo y el Surrealismo. En España, la poesía de Rubén Darío fue reivindicada en los años 60 por el grupo de poetas conocidos como los "novísimos", y muy especialmente por Pere Gimferrer, quien tituló uno de sus libros, en claro homenaje al nicaragüense, Los raros.

Rubén Darío ha sido escasamente traducido a otras lenguas, por lo que no es muy conocido fuera de los países hispanohablantes.

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ENRIQUE GRANADOS.

Fecha de emisión: 15 Noviembre 1967
Serie: 4 valores
Tirada: 8.000.000



Pantaleón Enrique Joaquín Granados y Campiña, más conocido como Enrique Granados (Lérida, 27 de julio de 1867 - Canal de la Mancha, 24 de marzo de 1916) fue un compositor y pianista español. Es conocido por su obra pianística, especialmente para la suite Goyescas (1911), en el que basó también la ópera del mismo nombre. Creó la escuela de piano en Barcelona, que ha producido figuras tan relevantes como Frank Marshall y Alicia de Larrocha. Suele encuadrársele en el neo-romanticismo por su vinculación estilística con el piano de Chopin, Schubert, Schumann y Edvard Grieg. Murió en el naufragio de la nave Sussex, en el Canal de la Mancha, al ser torpedeada por la armada alemana en el transcurso de la Primera Guerra Mundial.

INFANCIA.

Enrique Granados fue hijo de Calixto Granados Armenteros y de Enriqueta Elvira Campiña. El padre había nacido en la entonces provincia española de Cuba, y era capitán del Ejército de Navarra. Elvira había nacido en Santander (Cantabria).

Enrique nació en Lérida el 27 de julio de 1867, donde su padre se encontraba destinado en ese momento, pero poco después la familia se trasladó a Canarias al haber sido nombrado el padre Gobernador Militar de Santa Cruz de Tenerife. Los Granados permanecieron allí tres años y medio, que fueron suficientes para dejar una huella indeleble en el pequeño Enrique. Granados recordaría en años sucesivos con inmenso cariño aquel tiempo en Canarias, refiriéndose frecuentemente al huerto de naranjos y limoneros que veía desde su ventana de su casa como “el paraíso de su infancia”.

En 1874 su padre sufrió un grave accidente al caerse de su caballo, y las complicaciones de salud surgidas a raíz del percance llevaron a la familia a trasladarse nuevamente a la Península, esta vez a Barcelona. La familia se afincó inicialmente en el Carrer Fenosa, y posteriormente en el Paseo de Grácia. Para entonces Enrique ya denotaba una clara inclinación hacia la música, que sus padres estimularon con la ayuda de un compañero de su padre, el capitán José Junqueda, quien dio al jovencísimo Granados sus primeras lecciones de piano y solfeo. El progreso de Enrique era tan rápido que sus padres buscaron enseguida la manera de proporcionar al muchacho estudios musicales más formales.

De ese modo ingresó en 1879 en la Escolanía de la Mercé, en la que empezó a recibir clases del maestro Francisco Javier Jurnet, quien después diría de Granados que había sido el alumno más brillante que había tenido nunca. Jurnet infundió en Granados un entusiasmo nuevo por la música y lo apoyó cuanto pudo en su deseo de superarse, organizando durante esos años varios conciertos ante audiencias importantes que diesen a conocer el talento del pequeño. Entre otros, es interesante mencionar el que ofreció ante el depuesto Emperador del Brasil, Pedro II, durante el viaje que éste realizó por Europa a finales de la década de 1870. Naturalmente, no sólo el talento innato llevó eventualmente a Enrique a la cima. Por aquel entonces ya estudiaba alrededor de diez horas diarias, repasando ayudado por su madre todo lo que había aprendido de Jurnet. Se ha especulado con la posibilidad de que la temprana muerte de su padre infundiese en Enrique Granados un especial sentido de la responsabilidad y la disciplina. Los Granados eran familia muy numerosa y Enrique era uno de los hermanos mayores. Los estudios de Enrique se vieron interrumpidos durante una breve estancia en Olot (Gerona) donde su hermano mayor, militar como el padre, se hallaba destinado.

Al margen de su dedicación al estudio, Enrique tocaba frecuentemente para los visitantes. Uno de los asíduos de la casa de los Granados, el pianista Joan Picó, consideraba al joven Granados como un verdadero “niño prodigio”, y convenció a su madre para que fuesen a visitar al maestro Juan Baptista Pujol (1835-1898), considerado por aquel entonces como el mejor profesor de piano de Barcelona. Pujol era un compositor brillante conocido por sus arreglos musicales para ópera. Había estudiado en el Conservatorio de París y había escrito un nuevo método para el estudio del piano, el Nuevo Mecanismo del Piano sobre el que, además de Granados, se formaron otros compositores de la época tales como Isaac Albéniz (1860-1909), Carles Vidiella (1856 – 1915) y Joaquim Malats (1872 – 1912). La contribución de Pujol a la fundación de la llamada Escuela Catalana de Piano ha sido definida como “una contribución al énfasis en la claridad, color y dominio de los secretos de los pedales… un estilo de interpretar que sugiera improvisación, con los encantos añadidos de elaboración y embellecimiento que conlleva”

Granados comenzó sus estudios con Pujol en 1880. En 1883 ganó el concurso de la Academia para pianistas noveles, en el que interpretó la Sonata en sol menor de Schumann así como una obra encargada por Martínez-Imbert cuya partitura veía por primera vez. Entre los miembros del jurado estaban Isaac Albéniz y Felip Pedrell (1841-1922). Parece que aquella fue la primera ocasión en que Granados se encontró con este importante crítico, musicólogo, profesor y compositor. Al año siguiente empezaría con Pedrell sus estudios de armonía y composición.

La influencia de Pedrell fue en la formación musical de Granados fue decisiva a la vez que ambigua. Autodidacta en gran medida, se ha dicho de Pedrell que era incapaz de proporcionar a sus alumnos una base técnica sólida. Una de las críticas más comunes que se hacen a Granados y que puede atribuirse a la influencia de Pedrell es una cierta falta de finura con las formas musicales mayores; influenciado por Wagner, Pedrell intentó varias veces imitar la grandiosidad wagneriana en trabajos tales como su trilogía operística Els Pirineus, tan vasta como poco exitosa. De todas maneras se atribuyen a Pedrell méritos tan importantes como el de haber iniciado el “Renacimiento Musical Español” del s. XIX, sobre todo con sus transcripciones de cientos de melodías populares españolas y su deseo de exponer a sus estudiantes a esta rica tradición musical. Conminó a todos ellos a abrazar, cada uno en su estilo, el nacionalismo musical español, como evidencian las definidas personalidades musicales de Granados, Albéniz y Falla. En cualquier caso Granados mostró menos inclinación que su maestro y condiscípulos por estas tendencias, y excepto algunos ejemplos aislados de andalucismo en su obra (las Doce Danzas Españolas o las Seis Piezas Sobre Cantos Populares), el empleo ocasional de melodías tradicionales españolas (Goyescas) o los motivos de danzas catalanas utilizados en su Sardana Op. 37, se mantuvo fiel a los modelos centroeuropeos. A pesar de estas diferencias y de una breve controversia que los enfrentó en 1907, Granados siempre reconoció la gran influencia de su maestro Pedrell, con quien le unió una estrecha amistad durante toda su vida.

PIANISTA DE CAFÉ.

Quizá debido a las dificultades económicas derivadas de la muerte de su padre, Granados tuvo que abandonar sus estudios con Pedrell y ponerse a trabajar como pianista en algunos cafés de Barcelona. La familia Granados era, como se ha dicho, muy numerosa. En aquella época eran ya 10 de familia en la casa del Passeig de Gràcia, entre Enrique, su madre y varios hermanos con sus propios hijos. En Enero de 1886 Enrique Granados comenzó a tocar cinco horas diarias en el Café de las Delicias. El café, que fue rebautizado más tarde con el nombre de Lion d'Or, era considerado como uno de los mejores de Barcelona. Fue descrito en su grandeza al detalle por Narcís Oller en su novela La Bogería, aunque para la época en la que Granados entró a trabajar ya se había degradado y pasado de moda considerablemente. El gusto de los dueños parecía centrarse casi exclusivamente en torno a refritos operísticos recargados de efectos y florituras varias, que el joven Granados se veía incapaz de producir y a menudo de interpretar. Por estos escrúpulos artísticos o por otras razones perdió pronto su trabajo en el café.

Las dificultades económicas de Granados no pasaron desapercibidas para el empresario catalán Eduard Condé, quien ya había sufragado antes una parte de sus estudios musicales. Condé contrató a Granados como profesor de música de sus hijos asignándole el entonces exorbitante salario de cien pesetas al mes. En esta época Granados hizo sus primeras apariciones semipúblicas, incluyendo un concierto el 9 de Abril de 1886 en el Ateneo de Barcelona, en el que interpretó junto con Ricardo Viñes la obra para dos pianos de Gottschalk Tarantella, además de la Fantasía Para Dos Pianos, Armonio y Cuarteto de Cuerda de Josep García Robles.

A pesar de ser probablemente el profesor particular de piano mejor pagado de España, Granados se daba cuenta de España no le ofrecía la posibilidad de terminar sus estudios musicales, de modo que se decidió a marchar a París, siempre con el apoyo del empresario Condé. De todos modos, y para aumentar los ahorros necesarios para un viaje de esa envergadura, se puso nuevamente a trabajar en un café, esta vez en el Café Filipino de Barcelona. Permaneció allí dos meses, improvisando melodías populares y acompañando a patrones de dudosos gustos musicales, actividad que describió con punzantes detalles en su diario. En Septiembre de 1887 pudo por fin ponerse en camino hacia París.

PARÍS.

El objetivo inicial de Granados en París era el de entrar en el muy prestigioso Conservatorio, en el que ya cursaran estudios algunos de sus maestros. Desgraciadamente contrajo a su llegada la fiebre tifoidea, y para el momento de su recuperación había superado ya la edad máxima de acceso. Enrique decidió entonces estudiar piano privadamente con Charles Wilfrid de Bériot (1833-1914), uno de los profesores del Conservatorio. Entre los otros alumnos de Bériot se contaban un jovencísimo Maurice Ravel (1875 – 1937) y Ricardo Viñes (1875 – 1943), su acompañante en el concierto del Ateneo de Barcelona de 1886, también de Lérida, con quien Granados compartía alojamiento en el Hotel de Cologne et d’Espagne de la Rue de Trévise.

Bériot insistía mucho en el refinamiento tonal de la interpretación, y a esto se atribuye el particular interés desarrollado después por Granados en la técnica de los pedales. Otra influencia de Bériot se halla en la improvisación. Aunque los preludios habían ya pasado bastante de moda por aquel entonces (preparar a la audiencia con algunos temas breves improvisados antes de un recital), la improvisación fue casi siempre un elemento presente en las interpretaciones de Granados, quien poseyendo ya un gran talento en este aspecto vio su habilidad natural muy reforzada bajo la tutela de Bériot.

No está muy claro que París representase un gran impacto para el joven compositor. La música francesa por otra parte se hallaba en aquel entonces en una fase de transición; la influencia de la escuela franco-belga de César Franck y Vincent d'Indy ya se desvanecía, mientras que el Impresionismo no representaba aún una fuerza musical significativa. Parece que Granados se aproximó a círculos musicales franceses más conservadores, tales como d’Indy o la Schola Cantorum. Aunque Enrique Granados mantuvo sus vínculos con París durante toda su vida, no se sintió nunca especialmente atraído por el lenguaje musical francés, al contrario que alguno de sus contemporáneos tales como Albéniz. El estilo maduro de Granados tiene más que ver con la propensión tardo – romántica hacia el cromatismo serpenteante, los brotes de virtuosismo y las reminiscencias temáticas. No obstante se ha dicho que la yuxtaposición de lo modal y lo tonal en sus partituras puede atribuirse a la influencia de la música francesa. Según parece, Granados compuso en París su Jota para Miel de la Alcarria (dedicada a Viñes) así como muchas de sus Doce Danzas Españolas.

En todo caso, además de formarse con Bériot, París le dio a Granados la oportunidad de consolidar su amistad con Albéniz, que había sido condiscípulo suyo en Barcelona, y de entablarla con los músicos franceses más representativos del momento, como Fauré, Debussy, Ravel, Dukas, el mencionado D’Indy y Saint-Saëns.

Las crónicas de Viñes aclaran que, además de estudiar, los alumnos de Bériot también se divertían cuanto podían y frecuentaban los famosos cabarets y teatros de la época, tales como la Comédie Française. Viñes y Granados alquilaron un extraño triciclo con el que daban largos paseos por París, y Granados se aficionó también allí a la pintura frecuentando la casa del pintor Francesc Miralles (vecino suyo en Barcelona durante su infancia), amistad de la cual surgiría más tarde la inspiración para alguna de sus obras.

Después de unos dos años en París, y tras varios intentos infructuosos de atraer el interés de los editores parisinos hacia sus obras, Enrique Granados regresa a España.

REGRESO A BARCELONA Y ANDANZAS POR MADRID.

A su regreso, Granados negoció la publicación de sus Doce Danzas Españolas con la prestigiosa Casa Dotesio, de Barcelona. Publicadas individualmente en los primeros años 90, las Danzas Españolas supusieron el primer reconocimiento internacional de Granados ya que muchos de los compositores consagrados del momento, tales como Cui, Massenet, Saint Saëns y Grieg las elogiaron efusivamente. El 20 de Abril de 1890 Granados hizo su debut oficial en el Teatre Liric de Barcelona, donde estrenó varias composiciones originales tales como Arabesca, algunas de sus Danzas Españolas y la hoy perdida Serenata Española (que no debe confundirse con la obra de Albéniz de igual título). Además, Granados interpretó obras de Saint-Saëns, Bizet, Mendelssohn, Chopin y Beethoven, junto con un sexteto que concluyó el recital con obras de Mozart y Schubert. El concierto fue un éxito rotundo que dio a Enrique Granados una gran popularidad que ya sólo iría aumentando hasta el final de su vida.

En 1891 Granados participa en la fundación de uno de los símbolos musicales más visibles de Barcelona, el Orfeó Catalá. Hacía ya tiempo que el entusiasmo por el idioma y la literatura de Cataluña, fomentado por el movimiento de mediados de siglo conocido como Renaixença, había penetrado en la vida musical, y los compositores de Barcelona se aprestaron a expresar estos sentimientos a través de nuevos arreglos de canciones populares tradicionales. Las últimas décadas del siglo vieron la aparición de diversos coros que interpretaban el repertorio popular tradicional así como las nuevas obras de los compositores catalanes, obras clásicas o una combinación de lo anterior. La fundación del más influyente de estos coros, el Orfeó Catalá, se atribuye generalmente a Amadeu Vives (1871 – 1932) y Lluís Millet (1867 – 1941). El diario de Enrique Granados, sin embargo, deja poco lugar a dudas sobre su papel esencial en la formación, a la que también contribuyó Enrique Morera. Según parece el Orfeó adquirió pronto un tinte político, lo que disgustó considerablemente a Granados quien, hablando de los llamados Catalanistas Musicales (a menudo poco receptivos a las tradiciones musicales andaluzas y castellanas) hizo las siguientes declaraciones:

…Al Orfeó se le quiere dar un color político catalanista, y en eso no estoy conforme. A mí me parece que el Arte no tiene nada que ver con la Política… Esto me ha causado algunos disgustos, llegando a recibir desprecios y anónimos en que se me acusa de escribir danzas andaluzas. ¡Como si eso fuera un pecado!… Yo me considero tan catalán como el que más, pero en mi música quiero expresar lo que siento, lo que admiro y lo que me parezca bien, sea Andaluz o Chino.

En cualquier caso Granados mantuvo lazos cordiales durante toda su vida tanto con el Orfeó como con el resto de sus fundadores, dio varios conciertos a beneficio del Orfeó y lo contrató para el estreno de dos de sus más ambiciosas composiciones vocales, el Cant de les Estrelles (1911) y la Elegía Eterna (1914). Aunque Granados compuso música para numerosos textos catalanes, el arreglo de canciones populares tradicionales (que fue el camino de muchos compositores de Barcelona para lograr el reconocimiento) no parecen haberle atraído.

En 1892 Enrique Granados conoció a Amparo Gal y Lloberas, hija del industrial valenciano Francesc Gal. A partir de ese momento se pierde la pista de Granados de la escena musical barcelonesa durante unos tres años, lo que algunos de sus biógrafos han denominado “el largo silencio”. Se supone, naturalmente, que Granados estaba ocupado cortejando a su futura esposa, haciendo los preparativos para la boda e iniciando su vida familiar. Enrique y Amparo contrajeron matrimonio en 1893 en la Iglesia de la Mercé de Barcelona. Su primer hijo, Eduardo, nació en Julio de 1894. Seguirían otros cinco: Solita, Enrique, Victor, Francisco y Natalia. En realidad, Granados estuvo bastante activo durante ese periodo. Pasó buena parte de 1894 y 1895 en Madrid, intentando publicar su música y obtener una plaza como profesor de piano en el Conservatorio. Pero al igual que le sucedió en París, cayó enfermo y no pudo presentarse a las oposiciones. Además, según parece, el jurado estaba a favor de Pilar Fernández de la Mora, una favorita de la audiencia del Madrid de aquellos tiempos. Granados también ofreció algunos conciertos en el Salón Romero. Entre los asistentes se encontraba un joven y prometedor violoncelista: Pablo Casals (1876 – 1973).

En Octubre de 1895 Granados se encontraba ya de regreso en Barcelona. Bajo los auspicios de la Societat Catalana de Concerts ofreció varios conciertos de sus obras así como de d’Indy y Albéniz, a menudo en compañía del violinista belga Mathieu Crickboom (1871 – 1947), quien se había mudado a Barcelona en 1895. Tras la disolución de la Societat Catalana de Concerts en el verano de 1897, Crickboom fundó la Societat Filharmónica con el objetivo de promover la música de cámara en panorama musical barcelonés, esencialmente dominado por la ópera. Granados debutó con la Filharmónica el 9 de Noviembre de 1897 en la Sala Estela, donde tocó con Crickboom y Pablo Casals. En los siguientes siete años tocó con la Societat Filharmónica en veinticinco ocasiones, a menudo con Casals y ocasionalmente estrenando en Barcelona obras procedentes de Francia, tales como la Sonata para Violín op. 75 de Saint-Saëns (1902). También continuó componiendo, aunque ninguno de sus conciertos de cámara (como los que compuso en Madrid) figura en el programa de la Societat. En esta época Granados había ya ensayado la composición orquestal, y sus obras Suite sobre cantos gallegos y Marcha de los vencidos se habían estrenado en Octubre de 1899. En Noviembre de ese año estrenó en Barcelona Valses Poéticos, que fue calurosamente acogida por el público. A mediados de 1898 Granados regresó a Madrid para estrenar su primera obra escénica, la zarzuela María del Carmen, que fue un rotundo éxito en una época en la que el llamado Género chico gozaba de una inmensa popularidad. Aunque hubo algunas críticas al libreto, esta zarzuela le supuso a Granados un enorme éxito comercial. Permaneció en cartel durante mucho tiempo, y su popularidad llegó a oídos de la Reina Regente, María Cristina, quien condecoró a Granados con la Cruz de Carlos III. La obra cosechó también un éxito considerable en Barcelona y en Valencia.

En 1900 fundó en Barcelona la Sociedad de Conciertos Clásicos, y un año después, animado por su pasión por la enseñanza y también por la necesidad de una estabilidad económica, la Academia Granados destinada a la enseñanza del arte pianístico (después Academia Marshall). Esta Academia, que creará un estilo particular de interpretación, fue dirigida por Granados hasta que se marchó a América. Después fue continuada por su discípulo, el pianista Frank Marshall, nacido en Mataró en 1883. La Academia Granados ha dado grandes nombres a la interpretación pianísica: Paquita Madriguera, Baltasar Samper, Alicia de Larrocha, Rosa Sabater... Los años siguientes, Granados publica varias obras para piano y de cámara. El Allegro de concierto (1904), premiado en un concurso del Conservatorio de Madrid, abandona la línea "nacionalista" en busca de un virtuosismo netamente romántico. En 1905 dio a conocer en París las sonatas de Scarlatti que él mismo había transcrito y completado. Entre las obras de cámara cabe destacar la Sonata para violonchelo y piano.

GRANADOS Y GOYA.

Granados sentía una verdadera pasión por el tiempo de Francisco de Goya y el ambiente casticista que el pintor supo retratar. Consideraba a Goya como "el genio representativo de España". Poseía varias obras del pintor y, dado que Granados tenía buena mano para el dibujo y la pintura, llegó a retratarse a sí mismo disfrazado de "goyesco" y produjo varias láminas con motivos inspirados en la obra de Goya. De esta devoción nacen los dos cuadernos de Goyescas, para piano, con el subtítulo Los majos enamorados. Estas impresiones musicales en 7 escenas, ilustran el desarrollo de una pasión amorosa entre dos "majos", desde su primer encuentro hasta la trágica muerte del "mayoría" y la posterior aparición de su espectro. Goyescas ha sido considerada desde diversos puntos de vista; a veces como una especie de conjunto de improvisaciones, otras como una narración continua con el uso del leitmotiv de inspiración wagneriana, otras veces se ha criticado la excesiva tendencia a la repetición de pasajes o frases, desembocando en una cierta monotonía, que sólo puede salvar el acertado tratamiento de los temas, del color, del ritmo y de la armonía. Goyescas se estrenó en 1911 en el Palau de la Música Catalana. La consagración mundial de Granados tuvo lugar con el estreno de Goyescas en la Sala Pleyel de París en 1914. Tan grande fue el éxito que se le concedió al músico la Legión de Honor de la República Francesa. Hijas de la pasión por los ambientes "goyesco" son también las Tonadillas, para voz y piano, escritas sobre unos desafortunados textos de Fernando Periquet. Se trata de una serie de 10 canciones en las que Granados trata de recrear el ambiente madrileño de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, inspirado en las obras de Goya, desde la luminosidad de los cartones para tapices al dramatismo de los Caprichos.

EN AMÉRICA.

A raíz del éxito de la suite pianística Goyescas, la Ópera de París encargó a Granados una ópera. El compositor planteó la adaptación del material pianístico de Goyescas en obra lírica y encargó a Fernando Periquet el texto, que evidentemente tenía que encajar en la música ya escrita. Granados se trasladó a una casa que el musicólogo Kurt Schindler le prestó en Suiza, donde terminó el trabajo. El estallido de la Primera Guerra Mundial desbarató el proyecto del estreno parisino, y el Metropolitan Opera House de Nueva York se ofreció para la primicia. Las circunstancias son interesantes: Su amigo Ernest Schelling, notable compositor norteamericano (1876 – 1939) fue el artífice de la inclusión de Goyescas en el programa de la temporada 1915 – 1916 de la Metropolitan Opera House. Allí coincidiría con Pablo Casals, quien ensayó la obra con la orquesta. Puede imaginarse que el ambiente bélico del momento suscitó en los Granados un cierto nerviosismo, pues no parecía el momento idóneo para hacerse a la mar, y además se trataba de la primera travesía marítima de Enrique Granados, que había tenido toda su vida una gran aversión a los viajes por mar. Poco antes de embarcar comentó bromeando: En este viaje dejaré los huesos. Finalmente Enrique y Amparo zarparon del Puerto de Barcelona en Noviembre de 1915 en el buque “Montevideo”, en el que viajaba también el guitarrista Miguel Llobet. Eso sin duda les permitió hacer una travesía más entretenida, hablando de cosas de Barcelona, pero como veremos aquel viaje de ida no estuvo exento de percances. Hicieron escala en Cádiz, y el 30 de Noviembre zarparon de nuevo rumbo a Nueva York. Durante la travesía, el Montevideo fue interceptado por el destructor Cassard, de la Armada Francesa, para una verificación. Aunque todo se resolvió sin problemas y con la mayor celeridad posible, el incidente fue suficiente para poner nervioso al pasaje hasta el punto que Granados, siempre bromista, comentó: ¡Si nos vuelven a parar, me apeo!. En una carta escrita a sus hijos durante la travesía y despachada en Nueva York, dice:

…debíamos estar navegando 10 días y hemos estado 15. Unas cuántas horas de calma y el resto un temporal que no se acababa nunca. Creíamos que no os volveríamos a ver. Una tarde, vuestra madre y yo, nos abrazamos y rezamos para que Dios os guiara…

Llegaron a Nueva York el 15 de Diciembre. Comenzó enseguida una actividad frenética de preparativos, contactos y ensayos con la orquesta. Tal y como se había planeado, Pablo Casals ya había conducido los ensayos principales, y Granados y el famoso violonchelista ofrecieron un concierto en la “Friends of Music Society” antes del estreno de Goyescas unos días más tarde. Además, Granados grabó algunos rollos de pianola para la compañía Aeolian y tuvo una intensa vida social, ya que la sociedad neoyorquina consideraba como un verdadero lujo contar en la ciudad con un artista europeo del renombre de Granados, de manera que era invitado constantemente a cócteles y recepciones. Poco antes del estreno el empresario del Metropolitan dijo a Granados que, a su parecer, a Goyescas le faltaba un interludio. Granados escribió entonces la que fue su última composición, que luego se haría especialmente famosa. El compositor no quedó muy satisfecho, y le dijo a Casals: "He hecho una cosa de mala fe, vulgar, de cara al público. Me ha salido una jota!" a lo que Casals respondió: "Perfecto. No era aragonés, Goya?" El estreno tuvo lugar finalmente el 26 de enero de 1916, siendo dirigida la orquesta por el maestro Gaetano Bavagnoli, y el coro por Giulio Setti. El éxito fue apoteósico, y la duración de las ovaciones histórica. Granados escribió a su amigo Viñes: Por fin he visto realizados mis sueños (...) Toda mi alegría actual la siento más por todo lo que tiene que venir que por lo que he hecho hasta ahora. La crítica, sin embargo, no fue favorable, y la obra se representó únicamente cinco veces y resultó un fiasco comercial. A pesar de eso, la popularidad de Granados subió hasta las nubes hasta el punto que el Presidente Wilson le invitó a la Casa Blanca. Este homenaje tendría, como veremos, consecuencias funestas para el matrimonio Granados. Para poder asistir a la recepción de la Casa Blanca, Granados tuvo que cambiar la fecha de regreso a España. Como consecuencia, el barco de regreso ya no sería el mismo, sino una combinación de dos navíos con transbordo en Inglaterra. De Nueva York a Falmouth en el SS Rotterdam, de bandera holandesa. Y desde Folkestone a Dieppe en el Sussex, de bandera francesa. La recepción y concierto en la Casa Blanca tuvieron lugar el 7 de Diciembre. Al día siguiente el Embajador de España, Juan Riaño y Gayangos, ofreció un almuerzo en su honor durante el cual le hizo ver el peligro de embarcarse en una nave de un país beligerante, por más civil que esta fuese. Granados se alarmó hasta el punto que intentó cambiar los pasajes, pero ya no había tiempo y su impaciencia por regresar a casa le llevó a persistir en la ruta mencionada. Los Granados se embarcaron en el Puerto de Nueva York el 11 de Marzo de 1916. La despedida en el muelle fue muy emotiva, acudiendo muchos amigos tales como Schelling, Kreisler y Paderewski. Le fue entregada una copa de plata conmemorando el estreno de Goyescas en Nueva York, firmada por todos los artífices del acontecimiento y con más de cuatro mil dólares en su interior. El matrimonio Granados llegó a Falmouth el 19 de Marzo, y se dirigió a Londres para una corta visita. El 24 de Marzo a las 13:15h embarcaron nuevamente en el vapor Sussex de la Compañía de los Ferrocarriles Franceses, que zarpó del puerto de Folkestone. Hacia las 14:30 el Sussex fue detectado por el submarino de guerra alemán UB-29, que aparentemente lo confundió con un barco minador y hacia las 14:50 lanzó un torpedo que impactó en el medio del casco, partiendo al Sussex por la mitad. La proa del Sussex se hundió enseguida, mientras que la popa quedó a la deriva y fue remolcada posteriormente hasta el puerto de Boulogne. El camarote de los Granados se hallaba en la popa, y en él fueron encontrados sus equipajes y muchos objetos personales, pero es claro que en el momento del impacto el matrimonio se encontraba en otra parte del barco. Enrique Granados se lanzó al agua y fue izado al poco a bordo de una de las lanchas de salvamento, pero al ver poco después a su esposa debatiéndose entre las olas, se lanzó a rescatarla, siendo engullidos los dos por el mar. En la catástrofe del Sussex perdieron la vida otras ochenta personas. Se sucedieron muchos homenajes a Granados después de su muerte, siendo posiblemente el más emotivo (tal y como cuenta Joan Alavedra) el organizado por Pablo Casals en el Metropolitan de Nueva York, en el mismo escenario en el que poco tiempo antes habían estrenado juntos Goyescas. Actuaron junto a Casals Kreisler, Paderewski, María Barrientos, Julia Culp y el tenor John McCormack. Con toda la audiencia en pie, Paderewski interpretó la Marcha Fúnebre de Chopin, con las luces del teatro apagadas y el escenario iluminado únicamente por un candelabro colocado encima del piano. La muerte sorprendió a Granados poco antes de cumplir 49 años.

ESTILO.

El estilo de Granados es una original mezcla que recoge la gran tradición romántica de Schumann y Chopin y el impulso del nacionalismo musical, tan punzante a finales del siglo XIX. En su música, Granados no manifestó una especial atracción por lo catalán, sino más bien por los períodos clásico y romántico de España, especialmente por lo madrileño. El mundo de la tonadilla, el folclore urbano de Madrid y su admiración por Goya inspiraron sus trabajos más destacados. Sus mejores obras se encuentran posiblemente entre la producción pianística (Danzas Españolas y Goyescas) y vocal (Tonadillas). Su obra orquestal no ha dejado más que una impresión tibia. Sólo el Intermezzo de la ópera Goyescas ha gozado del favor unánime del público, aunque fue escrito en el último momento y con las consiguientes prisas y por necesidades puramente escénicas, para salvar un tiempo muerto en el cambio de decorados. La ópera Goyescas se resiente del obligado molde que imponía la música ya escrita: el estatismo de la acción y la pobreza del argumento, la artificialidad y retorcimiento del texto, pasan factura a una obra que, por otra lado, cuenta con valores musicales evidentes.

ANECDOTARIO.

Por ironías del destino, el hijo de Granados, también de nombre Enrique Granados, fue campeón de España de natación de 100 metros libres en 1923, y nadó por primera vez en España en estilo crawl. Su mujer también ganó campeonatos de natación, y sus hijos, Enrique y Jordi - nietos del compositor - fueron también campeones de natación en las modalidades de fondo y medio fondo.

En 2010 se encuentra el primer concierto para piano y orquesta del compositor rescatado por el director de orquesta Melani Mestre y tiene su estreno mundial en la Sala Filarmónica de Lviv, Ucrania, el día 27 de Octubre de 2010, con Melani Mestre al piano, acompañado por la Lviv Symphony Orchestra dirigida por Alexis Soriano.

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Mensaje por Invitado Dom 02 Ene 2011, 11:33 am

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JUAN DE BETHENCOURT.

Fecha de emisión: 15 Noviembre 1967
Serie: 4 valores
Tirada: 8.000.000


Jean de Béthencourt o Juan de Bethencourt (1360-1422), noble de origen normando que comenzó el proceso colonizador sistemático de las islas Canarias. Paradigma del comerciante corsario precapitalista, fue comerciante de telas y participó en expediciones contra Túnez. Las descripciones de la época hablan de un hombre cruel y soberbio; y al parecer padecía de lepra. Fue escudero y chambelán del Rey Carlos IV de Francia, entró en contacto con la corona de Castilla a través de su pariente Robin de Braquemon, muy relacionado con Enrique III de Castilla, y consiguió los derechos de conquista de las islas. La expedición contó con la ayuda militar de Gadifer de la Salle y el apoyo económico de la Santa Sede, que promulgó bulas de indulgencia para los que financiaran la empresa. La expedición partió de La Rochelle rumbo a Cádiz el 1 de mayo de 1402 con doscientos ochenta tripulantes, la mayoría corsarios y mercenarios gascones y normandos en busca de lucro rápido. También viajaban los monjes franciscanos Pedro Bontier y Juan Le Verrier, capellanes domésticos de los capitanes y cronistas del viaje en Le Canarien, y dos nativos canarios capturados por expediciones castellanas previas y ya bautizados. En Cádiz deserta buena parte de la expedición, quedando sólo cincuenta y tres miembros.

En el momento de llegar a la costa norte de Lanzarote la población local estaba ya en decadencia franca. Béthencourt es recibido de manera amistosa por el rey Guardafia, hijo de la princesa Ico, y se compromete a evitar los ataques piratas. Manda construir un castillo en la Costa del Rubicón. El ataque sobre la isla de Fuerteventura termina en desastre, con el motín de la tripulación y una gravísima falta de víveres. La conquista se torna imposible por el bajo número de efectivos y las disensiones internas, y Béthencourt regresa a Castilla para conseguir más apoyos, dejando la isla en manos de Gadifer de la Salle y Berthin de Beneval.
Béthencourt regresa con el decreto real que le otorga el señorío de la isla de Lanzarote y con la orden del antipapa Benedicto XIII (el Papa Luna) de instaurar el obispado del Rubicón. A su llegada la resistencia de los nativos había sido aplastada por Gadifer de la Salle. Los indígenas, con el rey Guardafia al frente, se rinden en 1404 y son convertidos al cristianismo. Se inicia la conquista de Fuerteventura con ayuda de los nativos de Lanzarote, pero los intentos de conquista de Gran Canaria y La Palma fracasan. Nunca trataría de conquistar Tenerife, que a la postre sería la última isla en ser conquistada. Gadifer de la Salle se ve obligado a abandonar la isla para reclamarla ante los reyes castellanos, algo que nunca conseguirá. Béthencourt cede sus derechos a su pariente Maciot de Bethencourt y abandona la isla de Lanzarote para no regresar más.

Su nombre permanece en el topónimo de la antigua capital de Fuerteventura, Betancuria. Tras la conquista muchos aborígenes (así como también moriscos) serían bautizados con el apellido del normando. Actualmente encontramos en Canarias numerosas variantes del mismo: Bethancur, Bethencur, Betancur, Betencur, Betancour, Betancourt, Betencour, Betencout, Bethancor, Betancor, Bethencor, Bethencourt, etc. Estos apellidos se hallan presentes también en numerosos descendientes de la población canaria emigrada al nuevo mundo, incluida la Luisiana. Ejemplos característicos son los presidentes de Venezuela y Colombia, Rómulo y Belisario Betancur.

Los contactos mantenidos durante la Antigüedad clásica entre el mundo mediterráneo y Canarias, quedaron interrumpidos a partir de la decadencia y posterior caída del Imperio Romano de Occidente. Eso no quiere decir que las islas permanecieran en un absoluto aislamiento del exterior o que no se tuviera alguna información sobre ellas. Durante la Edad Media, las primeras informaciones sobre las Islas Canarias las aportan fuentes árabes que se refieren a islas atlánticas que bien pudieran ser las Canarias. Lo que sí parece evidente es que este conocimiento no supone una alteración del aislamiento cultural de los aborígenes.

A partir de finales del siglo XIII, menudean las visitas de europeos al archipiélago. Las razones de este redescubrimiento fueron:

La expansión económica de algunas regiones de Europa (Génova, Reino de Aragón, Reino de Castilla, Portugal) y la necesidad que éstas tenían de establecer rutas seguras hacia Oriente, en busca de la seda y las especia, y hacia el interior de África, en busca de oro y esclavos, que evitaran los territorios controlados por los turcos en el Mediterráneo oriental.

Desarrollo de nuevas técnicas de navegación (brújula, astrolabio, timón axial, coca-carabela) y el desarrollo de la cartografía a través de los portulanos, en uno de los cuales, el Atlas Catalán del mallorquín Abraham de Cresques, de 1375, aparecen representadas las Islas Canarias con sus nombres actuales.

Motivos ideológicos y políticos: las monarquías del sur de Europa estaban en una fase expansiva. En el caso de los reinos de la Península Ibérica, la expansión territorial respondía a la dinámica de lucha y reconquista frente a los musulmanes. Por lo tanto la expansión territorial suponía el reforzamiento del poder real, imbuido todo por un espíritu de cruzada en defensa del Cristianismo.
La primera visita documentada fue la de Lanceloto Malocello que, en 1312 se estableció en Lanzarote, permaneciendo en ella durante casi veinte años.

Después de esta visita, el conocimiento que se tiene en Europa sobre las Islas aumenta. La información aportada por los primeros visitantes y la documentación cartográfica, especialmente el Atlas Catalán anteriormente señalado, facilitó las arribadas, unas, las menos, tuvieron un carácter misionero, como fue el establecimiento de una comunidad franciscana en Telde entre 1350 y 1391, pero otras, la mayoría tuvieron un carácter económico, básicamente la captura de esclavos para ser vendidos en los mercados europeos.

En el siglo XIV compiten por el control de Canarias genoveses, catalano-mallorquines, castellanos y portugueses. En el siglo siguiente esta competencia quedó reducida a Castilla y Portugal.

LA CONQUISTA DE CANARIAS.

La conquista de Canarias se llevó a cabo entre 1402 y 1496. No fue una empresa sencilla en lo militar, dada la resistencia aborigen en algunas islas. Tampoco lo fue en lo político, puesto que confluyeron los intereses particulares de la nobleza (empeñada en fortalecer su poder económico y político mediante la adquisición de las islas) y los estados, particularmente Castilla, en plena fase de expansión territorial y en un proceso de fortalecimiento de la Corona frente a la nobleza.

Para su estudio, los historiadores distinguen dos periodos en la conquista de Canarias:

Conquista señorial. Se conoce con este nombre a la conquista llevada a cabo por la nobleza, en beneficio propio y sin una participación directa de la Corona, que otorga el derecho de conquista a cambio de un pacto de vasallaje del noble conquistador hacia la Corona. Distinguiremos dentro de ella la conocida como Conquista Betancuriana o Normanda, llevada a cabo por Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle entre 1402 y 1405 y que afectó a las islas de Lanzarote, El Hierro y Fuerteventura. La otra fase se conoce como Conquista Señorial castellana, llevada a cabo por nobles castellanos que se apropiaron, mediante compras, cesiones y matrimonios, de las primeras islas conquistadas e incorporaron la isla de La Gomera hacia 1450.

Conquista realenga. Este término define a la conquista llevada a cabo directamente por la corona de Castilla, durante el reinado de los Reyes Católicos quienes armaron y en parte financiaron la conquista de las islas que faltaban por dominar: Gran Canaria, La Palma y Tenerife. En el año 1496, llegó la conquista a su fin con el dominio de la isla de Tenerife, integrándose el Archipiélago Canario en la Corona de Castilla. La conquista realenga tuvo lugar entre 1478 y 1496.

LE CANARIEN.

Le Canarien, crónica y diario de campaña de la expedición normanda de 1402 a la isla de Lanzarote, escrita por el franciscano Pedro Bontier y Juan Le Verrier, capellanes domésticos de los capitanes Juan de Bethencourt y Gadifer de la Salle. El documento es la primera documentación escrita sobre la conquista de Canarias y la única información disponible sobre el modo de vida de los nativos de Lanzarote y Fuerteventura a la llegada de los primeros conquistadores.

Se conocen dos versiones del relato: el códice Egerton 2709 existente en el Museo Británico de Londres, y el códice Montruffet de la biblioteca de Ruan, Francia. El primero de ellos fue escrito por Verrier y Bontier y modificado después por Gadifer de la Salle, y defiende a este último como responsable de la conquista. El códice Motruffet fue reescrito por un sobrino de Juan de Bethencourt y presenta una versión distinta de los hechos, atribuyendo a Bethencourt la autoría de la expedición.

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Fecha de emisión: 15 Noviembre 1967
Serie: 4 valores
Tirada: 8.000.000

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Mensaje por Invitado Sáb 15 Ene 2011, 11:38 pm

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JOSE MARÍA SERT

Fecha de emisión: 23 Marzo 1966
Serie: 10 valores
Tirada: 4.500.000


Josep Maria Sert i Badia (Barcelona, 21 de diciembre de 1874 – ídem, 27 de noviembre de 1945) fue un pintor español. Destacó principalmente como muralista, recibiendo numerosos encargos de decoración tanto de edificios públicos como privados, con un notable éxito internacional.

SU BIOGRAFÍA.

Josep Maria Sert nació en Barcelona en 1874, en el seno de una familia de ricos industriales textiles. Estudió en un colegio de jesuitas, pasando a la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona (Llotja) y a diversas academias particulares de pintura: la de Pere Borrell, ebanista de profesión y que le introdujo en el trabajo artesanal, y la de Alexandre de Riquer, pintor cercano a los movimientos prerrafaelita y simbolista. Riquer fue uno de los fundadores del Cercle Artístic de Sant Lluc, donde ingresará Sert; aquí contactará con el círculo eclesiástico de aquel gremio de artistas católicos: Josep Torras i Bages, que será obispo de Vic, le encargará una de sus principales obras.

En 1899 se traslada a París, donde entra en contacto con el grupo nabí, especialmente con Maurice Denis; aquí consigue un primer éxito con el encargo del decorador Siegfried Bing de unos plafones decorativos para el pabellón que su establecimiento L’Art Nouveau ha montado en la Exposición Universal de París de 1900. Ese mismo año recibe el encargo para decorar la catedral de Vic, y Sert hace un viaje por Italia ese verano para conocer las grandes obras de la decoración mural. Desde entonces, Sert estará a caballo entre Barcelona y París, así como numerosos lugares de todo el mundo en que serán requeridos sus servicios.

Durante la Primera Guerra Mundial hizo de enlace entre el estado francés y los fabricantes catalanes que suministraban equipamientos a los ejércitos aliados, por lo que se le concedió la Legión de Honor. Durante la Segunda República, Sert fue agregado cultural para las artes en la embajada española en París. Sin embargo, la destrucción de su obra de la catedral de Vic en 1936, así como el asesinato de su amigo Jaume Serra, canónigo de Vic, hizo que se acercase al régimen franquista; pese a ello, no fue un artista favorecido por el nuevo régimen. Sert fue uno de los encargados de salvaguardar las obras del Prado durante la Guerra Civil, que fueron puestas bajo la protección de la Sociedad de Naciones en Ginebra. Recibió numerosos honores y reconocimientos, siendo Académico de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1929). Se casó dos veces, con Misia Godebska, la musa de los simbolistas, y con Roussadana Mdivani. Fue tío del arquitecto Josep Lluís Sert. Murió en Barcelona en 1945.

ESTILO.

Sert elaboró un estilo propio, alejado de las vanguardias del momento, por lo que no ejerció una especial influencia en el arte del momento. Se inspira en la pintura manierista y barroca, especialmente Tintoretto, Veronese, Rubens, Piranesi, Solimena y Tiepolo, recibiendo asimismo una gran influencia de Goya, del que cogerá el gusto por la temática popular y costumbrista, con una cierta idealización del folklore español. También tendrá predilección por motivos orientalistas y primitivistas. Sert desarrolla una iconografía pintoresca, de tipos populares, con figuras gigantescas, titánicas, musculosas, en un tono sublime, monumental, grandilocuente. En los años 20, por su contacto con los Ballets Rusos, se vincula con el art déco, corriente de moda en aquel momento, destacando por su exotismo y su representación de motivos primitivos; Sert introdujo en ese estilo internacional el gusto por las representaciones regionalistas españolas. En los años 30 destaca en su obra la temática mediterránea, realizada dentro de un estilo neobarroco. Hacia el final de su obra se centra principalmente en la representación de la figura humana, sin apenas fondos decorativos.

TÉCNICA.

El estilo monumental de Sert se enfatiza aún más por su evolución cromática, que termina apoyándose en un predominio de la monocromía dorada. Empleaba una gama cromática limitada: oros, ocres, tierras tostadas, con toques de carmín, utilizando como fondo una rica preparación en metal, plata, panes de oro, etc. Su pintura está próxima a la grisalla, técnica que emplea todos los tonos del gris para obtener efectos próximos al relieve escultórico del mármol. A Sert le gustaban los colores de brillo metálico, como los de la fotografía de daguerrotipo. Disponía en la composición elementos arquitectónicos colocados en diagonal, que contribuían a dar sensación de profundidad y amplitud. Pintaba sobre lienzos que fijaba en los muros; solía realizar bocetos y maquetas de sus decoraciones, contando con la colaboración de varios ayudantes, especialmente Miquel Massot. Su proceso de elaboración comenzaba por estudios fotográficos, a veces con grandes masas de figurantes.

LA CATEDRAL DE VIC.

En el año 1900 Sert recibe el encargo para decorar la catedral neoclásica de Sant Pere de Vic, que será su gran obra y cuya realización le llevará la mayor parte de su vida. Para dicho proyecto Sert concibió una decoración que, saliendo de detrás del altar mayor, se desarrollaría por toda la catedral, con una temática que podría definirse como de exaltación triunfal de la Iglesia. En 1904 exhibe en su estudio parisino unos esbozos de la decoración a un grupo de amigos, y en 1905 los lleva al taller barcelonés de Ramon Casas para que sus compañeros del Cercle Artístic de Sant Lluc (Joan y Josep Llimona, Dionís Baixeras y Antoni Gaudí), así como el obispo Torras i Bages, emitan su dictamen. Al ser favorable, Sert firma con el capítulo de Vic, en 1907, el contrato de la obra por un valor de 150.000 pesetas. Los proyectos habían sido mostrados en la catedral ausetana en 1905, en la Sala Parés de Barcelona en 1906, y en el Salon d’Autumne de 1907. Sin embargo, la ejecución de la obra se retrasa, y en 1912 expira el tiempo previsto en el contrato, aunque es prorrogado en 1915 para cinco años más. El estallido de la Primera Guerra Mundial, causa alegada por el pintor para justificar su incumplimiento, pero sobre todo la atención a compromisos más acaparadores, serán las causas del retraso.

Gracias a la intervención de Francesc Cambó el término es prolongado hasta 1926, aunque unas cuantas pinturas pueden ser ya exhibidas aquel año en el Jeu de Paume de París. En abril de 1927 se inicia la instalación de las obras en los muros de la catedral, excepto el sector de la cúpula; el conjunto seguía el modelo del primer diseño, con temática relativa a la Apoteosis de la Iglesia, y refleja su etapa mediterranista de esos años. Sert sitúa en el centro del ábside a San Pedro y San Pablo, como fundadores de la Iglesia, con los evangelistas al lado; a cada lado de la nave central sitúa el Antiguo y el Nuevo Testamento, y en la contrafachada el Calvario, con el juicio, la crucifixión y el entierro de Jesús. Desgraciadamente, el incendio de julio de 1936 hace desaparecer la decoración de Sert.

Acabada la Guerra Civil, el pintor emprende de nuevo la ornamentación mural de la seo: en esta tercera decoración, Sert varía la temática anterior, abandonando la idea de una Iglesia triunfal por un concepto del cristianismo en que la Pasión de Cristo representa la pasión de la humanidad entera; ahora será el Calvario el que ocupará el puesto central del ábside, mientras que los santos y evangelistas se convertirán en testimonios de la fe cristiana. Sert representa un ciclo alegórico de la redención del hombre, desarrollado en cuatro grupos: la condena del género humano a causa del Pecado Original, la vida y condena de Jesús, los apóstoles y evangelistas como testimonios de fe y la muerte y resurrección de Cristo. En la nueva decoración, Sert pretende fundir la arquitectura del edificio con las pinturas de tal manera que parezcan bajorrelieves, creados en el momento de hacer la catedral. Quedó solemnemente inaugurada el 15 de octubre de 1945, poco antes de su muerte.

OBRAS EN ESPAÑA.

Sert trabajó principalmente en el entorno de Barcelona, dejando diversas obras: la decoración del Salón de Pasos Perdidos del Palacio de Justicia de Barcelona (1908); la sala de baile de la residencia del marqués de Alella en la Rambla (1910); las alegorías de la Primera Guerra Mundial que realizó en 1917 para el millonario americano Charles Deering en su palacio Maricel de Sitges, de inspiración wagneriana; las pinturas de temática catalana que ejecutó en 1927 para el domicilio barcelonés de Francesc Cambó; los dos plafones sobre temas hispano-moriscos que le encargó Raül Roviralta para su finca de Santa Clotilde de Lloret de Mar (1933), etc. Destaca sobre todo el Salón de las Crónicas del Ayuntamiento de Barcelona (1929), llamado así porque el artista se inspiró en las gestas de los catalanes en Oriente descritas en las crónicas de Ramón Muntaner y Bernat Desclot; está formado por doce escenas sobre la historia de los almogávares, de carácter monumental, con un marcado estilo mediterranista.

Fuera de Cataluña, Sert pintó el comedor de los marqueses de Salamanca en Madrid (1920), el tocador de la reina Victoria Eugenia en el Palacio de la Magdalena en Santander, el oratorio del Palacio de Liria de los duques de Alba en Madrid (1932) y los muros del antiguo convento de San Telmo en San Sebastián (1934), destinado a museo y que el artista decoró con temas alusivos a la historia de esa región. Asimismo, el financiero March encargó a Sert la ornamentación de su residencia madrileña (1942) y de su palacio de Palma de Mallorca (1944).

OBRAS EN EL EXTRANJERO.

Sert recibió numerosos encargos en su segunda ciudad de residencia, París: uno de sus primeros trabajos decorativos fue el salón de música del domicilio parisino de los príncipes de Polignac (1910), al que siguieron el comedor del palacete de la condesa de Bearn (1911), la residencia de Luis de Errazu (1912), el pabellón de caza del barón Rothschild en Chantilly (1920), la escalera de honor del palacete de la duquesa de Elchingen (1922), el salón de Maurice Wendel (1924) y el de la rica residencia de la viuda del diplomático Philippe Berthelot (1938).

Sert también destacó como decorador teatral para la compañía de Diaghilev en ballets como La leyenda de José (1914), Los jardines de Aranjuez (1918) y L’astuzie femminili (1920), e hizo los decorados para la ópera de Granados Goyescas representada en la Scala de Milán. Sus escenografías para los Ballets Rusos están vinculadas al art déco, corriente de moda en aquel momento, que Sert adoptará durante una década, aproximadamente.

Fuera de Francia, pintó el domicilio del barón Becker en Bruselas (1930), el palacio del príncipe Mdivani en la antigua abadía de San Gregorio de Venecia (1935), la Kent House, residencia londinense de sir Saxton Noble (1913), la Coombe Court, propiedad de lady Ripon (1915), el castillo de Lympne, de sir Philip Sassoon, en Folkstone (1915), el comedor del castillo de Wretham Hall (1919), también perteneciente a sir Saxton Noble, y el salón de baile de la casa señorial en Londres de otro antiguo cliente, sir Philip Sassoon (1924). También recibió encargos del otro lado del Atlántico: en Buenos Aires decora el palacete Errázuriz (1922), la residencia Pereda (1932) y el domicilio de los señores Kavanagh (1938).

En Estados Unidos recibió importantes tareas de decoración: el salón de música de la casa Cosden en Palm Beach, Florida (1924); nueve plafones para Harry Phips en Pittsburgh (1924); la decoración del rascacielos Rockefeller Center (1931-1941), con una temática exaltadora del progreso y la sociedad norteamericana; y especialmente quince plafones con temas españoles para un lujoso comedor del Hotel Waldorf Astoria de Manhattan (1929-1931), que a partir de entonces se llamó Sala Sert; muestra diversas escenas basadas en el folklore español: El forzudo, Bailarines, Caballerías, Trapecios, Guitarras y bandurrias, Funámbulos, Castellers, La siesta, Las bodas de Camacho, Los borrachos, La charanga, La buenaventura, Saltacarnero, Los toros y El astrólogo; estas pinturas fueron retiradas por una remodelación del hotel en 1972, y actualmente se encuentran en el Sucre de Vic.

Por mediación de Salvador de Madariaga, Sert se encargó de la ornamentación de la gran Sala del Consejo del Palacio de la Sociedad de Naciones en Ginebra (1935-1936), desarrollando una serie de alegorías de la Guerra y la Paz, del Progreso de la Humanidad, de la Justicia y del Derecho internacional. El plafón central es una alegoría de los continentes, representados por cinco figuras gigantescas que destruyen un arco, símbolo de la guerra; a los lados se muestran las consecuencias de la guerra, con la doble versión de vencedores y vencidos, y en los extremos las alegorías de la paz muerta y la paz resucitada; en los laterales se representan los éxitos de la humanidad y las virtudes que los guían; en el techo, el derecho internacional representado por la lección impartida por Francisco de Vitoria en la Universidad de Salamanca y que ha de conseguir la unión de los cinco continentes, cinco gigantes que unen sus manos formando una corona de brazos justo en medio de la sala. Irónicamente, la inauguración tuvo lugar en octubre de 1936, en plena Guerra Civil. Sert exhibió en el pabellón del Vaticano de la Exposición Internacional de París de 1937 una obra alusiva a la tragedia española, La intercesión de Santa Teresa en la Guerra Civil española.

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REY SALOMÓN.

Fecha de emisión: 28 Mayo 1999
Serie: 2 valores
Tirada: 1.500.000


Salomón es un personaje, descrito en la Biblia como el tercer y último rey del Israel unificado (incluyendo el reino de Judá). Es célebre por su sabiduría, riqueza y poder, pues La Biblia, después de Jesucristo, lo considera el hombre más sabio que existió en la Tierra.

Logró reinar cuarenta años y su reinado quedaría situado entre los años 970 a.C. y el 930 a.C. aproximadamente.

Construyó el Templo de Jerusalén, y se le atribuye la autoría del Libro de Eclesiastés, libro de los Proverbios y Cantar de los Cantares, todos estos libros recogidos en la Biblia. Es el protagonista de muchas leyendas posteriores, como que fue uno de los maestros de la Cábala.

En el Tanaj (libro hebreo, a una versión del cual los cristianos llaman Antiguo Testamento) también se le llama Jedidías.

En la Biblia se dice del rey Salomón que:

. Heredó un considerable imperio conquistado por su padre el rey David, que se extendía desde el Valle Torrencial en la frontera con Egipto, hasta el río Éufrates, en Mesopotamia.

. Tenía una gran riqueza y sabiduría.

. Administró su reino a través de un sistema de 12 distritos.

. Poseyó un gran harén, el cual incluía a «la hija del faraón».

. Honró a otros dioses en su vejez.

. Consagró su reinado a grandes proyectos de construcción.

RELATOS DE LA BIBLIA.

Salomón fue el segundo de los hijos que tuvieron el rey David y Betsabé. En la Biblia, el profeta Natán informa a David de que Dios ha ordenado la muerte a su primer hijo como castigo por el pecado del rey, quien había enviado a la muerte a Urías, marido de Betsabé, para casarse con su esposa (2Samuel 12:14: «Has hecho blasfemar a los enemigos de Dios» (literalmente: ‘has despreciado los preceptos de Dios’). Tras una semana de oración y ayuno, David supo la noticia de la muerte de su hijo y «consoló» a Betsabé, quien inmediatamente quedó embarazada, esta vez de Salomón.

La historia de Salomón se narra en el Primer Libro de los Reyes, 1-11, y en el Segundo Libro de las Crónicas, 1-9. Sucedió a su padre, David, en el trono de Israel hacia el año 970 a. C. Su padre lo eligió como sucesor a instancias de Betsabé y Natán, aunque tenía hijos de más edad habidos con otras mujeres. Fue elevado al trono antes de la muerte de su padre, ya que su hermanastro Adonías se había proclamado rey.

Adonías fue más tarde ejecutado por orden de Salomón, y el sacerdote Abiatar, partidario suyo, fue depuesto de su cargo, en el que fue sustituido por Sadoc. Del relato bíblico parece deducirse que a la ascensión de Salomón al poder tuvo lugar una purga en los cuadros dirigentes del reino, que fueron reemplazados por personas leales al nuevo rey.

El atributo de la sabiduría de Salomón es muy destacado. Se cita como ejemplo el llamado Juicio de Salomón (1Reyes 3:16-28). Esa "rectitud" y "justicia" que se difundía en la sociedad al aplicar la Ley de Dios lograba la prosperidad de su reino, alcanzando el mayor esplendor de la monarquía israelita. Mantuvo en general la paz con los reinos vecinos, y fue aliado del rey Hiram I de Tiro, quien le auxilió en muchas de sus empresas.

Emprendió numerosas obras arquitectónicas, entre las que destaca por encima de todas la construcción del Templo de Jerusalén como lugar para la permanencia del arca de la Alianza (1Reyes 6), aunque destaca también la erección de un fabuloso palacio, t la construcción de un terraplén que unía el templo con la ciudad de Jerusalén. En sus construcciones participó un gran número de técnicos extranjeros, como albañiles y broncistas de Tiro o carpinteros de Gebal. Entre todos ellos destaca el arquitecto Hiram (1Reyes 7:13-14), y se importaron lujosos materiales procedentes de Fenicia.

Durante su largo reinado de 40 años, la monarquía hebrea tuvo su momento de mayor prosperidad económica. La seguridad interna y el control de las vías de comunicación facilitaron una amplia expansión del comercio hebreo. Se dice en la Biblia (1Reyes 9:28) que sus naves llegaron hasta Ofir, en algún lugar del Mar Rojo, donde cargaron 14.300 kg de oro, y el esplendor de su corte llamó la atención de la reina de Saba.
Consolidó el poder político de Israel en la región contrayendo matrimonio con una de las hijas del faraón del Antiguo Egipto Siamón. Salomón se rodeó de todos los lujos y fue adquiriendo la grandeza externa de un monarca oriental. Esto hizo, sin embargo, que en la segunda mitad de su reinado cayera en la idolatría, inducido por sus numerosas esposas extranjeras. De acuerdo con 1 Reyes 11:3, «tuvo -contrariando la Ley (Deut 7:3,4)- setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas, y esas mujeres le desviaron el corazón» (1Reyes 11:3).

Tanto el rey como el pueblo se dedicaron a comerciar; fueron atrapados por el ansia de riquezas y cayeron en el materialismo (Neh 13:26). Aquí se dio el punto de inflexión hacia un modo de vida que posteriormente sería causa de reproches por parte de los profetas:

“andan descarriados, todos se han pervertido. No hay quien practique el bien, no hay ni uno” (Sal 53:3). En vez de administrar justicia, los propios hebreos… “oprimían a los pobres” “acechaban… a las personas. Sus casas estaban llenas de fraudes; con esos fraudes se han engrandecido y se han hecho ricos…”

En las transacciones, el rey demostraba que ya no era justo. Reavivó el tema de la esclavitud en los infieles. Permitió sacerdotes que en muchos casos eran indignos. Se cubrió de elementos de guerra (carrozas y caballos).

Aquél pecado de Salomón (priorizar la obtención de riquezas por sobre la Ley de Dios) fue la causa de que a su muerte se dividiera el reino de Israel. [color=red]

PRIMER TEMPLO DE JERUSALÉN.

Se cree que, según lo escrito en la Biblia, la construcción del Templo de Salomón se realizó en el siglo X a. Cristo. (aproximadamente en la década de 960 a. C.), para sustituir el Tabernáculo que durante siglos, desde el Éxodo, se venía utilizando como lugar de reunión y de culto a Dios. Contó para esta empresa con la ayuda del rey de Tiro, Hiram.

El Templo propiamente dicho, según la descripción de la Biblia, era un edificio largo y bastante estrecho, orientado sobre un eje longitudinal en dirección Este-Oeste. El edificio debió tener una longitud interior de aproximadamente 27 metros, 9 metros de ancho y una altura de también 13,5 metros (60×20×30 codos). Sus dimensiones, por tanto, eran más bien las de una capilla palatina, ya que el culto se hacía desde su exterior. A ambos lados de su entrada se erigieron dos columnas, llamadas Yajin y Boaz. Los sacerdotes y el rey entraban en el Templo a través de una gran puerta enchapada en oro, de aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho. Tras de esa puerta se encontraba el vestíbulo de entrada, el Ulam. Después de este vestíbulo, se encontraba la estancia principal, el Heijal o Santo, iluminado a través de unas ventanas altas. La anchura y longitud guardaban una proporción de 1:2, lo que significa que la planta del Heijal estaba compuesta por un doble cuadrado. El forjado de piedra se cubrió con un solado de madera de cedro. Las paredes del «Hejal» se cubrieron con láminas de cedro, traídas de las montañas del Líbano, el mismo material de las vigas del forjado.

La tercera cámara, el Devir, Kodesh HaKodashim o Santo de los Santos (sancta sanctorum), se encontraba en la parte trasera, a un nivel más alto que el Heijal, y sólo podía accederse a él subiendo por una escalera. El Devir tenía la forma de un cubo de aproximadamente 10×10×10 metros (20×20×20 codos), y en su centro se ubicó el Arca de la Alianza. Éste era un arcón grande, hecho de madera de acacia, cubierta con planchas de oro y con cuatro anillas a las esquinas en las que se ponían varas para transportarla. Dentro del Arca se guardaron las Tablas de la Ley, entregadas por el mismo Dios a Moisés. En estas Tablas se grabaron los Diez Mandamientos, sirviendo de conexión entre Dios e Israel.

Durante los tiempos del Éxodo del pueblo judío el Arca estaba oculta en el Tabernáculo, que fue finalmente traído a Jerusalén por el rey David. Ya se había acreditado, según la descripción de la Biblia, el poder de Dios a través del Arca cuando se derrumbaron las murallas de Jericó al pasar los judíos ante ellas con el Arca.

El edificio se situó en el monte Moriá, que en tiempos del rey David constaba con una cima de aproximadamente 40×100 metros. Durante el reinado de Salomón se agrandó. Pero fue en los tiempos del rey asmoneo Herodes cuando su superficie se aumentó hasta formar una explanada de aproximadamente 500 metros de largo por 300 metros de ancho. El patio interior del Templo se rodeó por un muro formado por tres capas de bloques de piedra cubiertas por vigas de madera de cedro. En este patio interior podían entrar los peregrinos y las masas de fieles, pero el Santuario del Templo sólo era accesible al rey y a los sacerdotes.

La construcción del Templo de Jerusalén fue el evento más importante del reinado de Salomón, gracias al cual su nombre se ha recordado hasta 30 siglos después de su muerte. Ya en la biblia el Templo había acaparado la mayoría de los escritos donde aparecía el rey Salomón. Su fama ha trascendido los tiempos, influyendo -como edificio ideal diseñado por el mismo Dios- en la concepción de edificios como Santa Sofía de Constantinopla o el Monasterio de El Escorial.

Después de la muerte de Salomón, el templo sufrió profanaciones no sólo con las invasiones sino con la introducción de deidades siro-fenicias en ciertos periodos y sólo se restauró en varias ocasiones como en los reinados de Ezequías y Josías. Finalmente fue destruido por el rey babilónico Nabucodonosor II en 587 a. C., que además llevó cautiva a una gran parte de los habitantes del Reino de Judá hacia tierras caldeas.

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Mensaje por Invitado Lun 24 Ene 2011, 12:01 am

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DUQUE DE SAN MIGUEL.
EVARISTO FERNÁNDEZ SAN MIGUEL.

Fecha de emisión: 29 Septiembre 1977
Serie: 8 valores
Tirada: 8.000.000


Evaristo Fernández de San Miguel y Valledor (Gijón, 26 de octubre de 1785 - Madrid, 29 de mayo de 1862) fue un noble, militar, político e historiador español.

SU BIOGRAFÍA.

Estudiante de Humanidades en la Universidad de Oviedo, se integró en las unidades de voluntarios con el estallido de la Guerra de la Independencia integrándose en el Batallón de Voluntarios del Estado en Madrid en 1807. Huyó de la capital al iniciarse la guerra dirigiéndose a Asturias donde ingresó en el Batallón Covadonga integrado en el Regimiento Infiesto. Sus acciones militares en la zona serán decisivas en el intento de liberación de Santander. Se mostró como hombre fuerte, leal y, en ocasiones, duro con el enemigo. Sin embargo en las acciones para la aproximación a la capital cántabra, los franceses desbarataron las columnas españolas, siendo hecho prisionero y trasladado a Francia. Allí tomó contacto con muchos de los militares liberales que serían decisivos en el devenir de la historia de España años más tarde.

Tras su liberación en 1814 con la firma de la paz, participó en los movimientos opuestos al Manifiesto de los Persas que legitimó la restauración absolutista de Fernando VII, por lo que fue arrestado cuando formaba parte del Regimiento Asturias que se aprestaba a viajar a América en defensa de las colonias. No obstante, llevado a la isla de León, las circunstancias permiten su liberación y es nombrado Segundo Jefe de Estado Mayor, siendo uno de los primeros hombres que se une el 1 de enero de 1820 al alzamiento de Rafael de Riego, dirigiéndose con él desde San Fernando hacia la capital de España. En este momento es ascendido a Coronel. Aunque es discutido, parece haber sido el autor de la letra del Himno de Riego.

Tras jurar Fernando VII la Constitución liberal de Cádiz, se trasladó a Madrid, donde fue nombrado para ocupar diversos puestos en torno al Ministerio de la Guerra. Los movimientos contrarrevolucionarios de Fernando VII se hacen más patentes en Madrid que en otros lugares. San Miguel tiene, entre sus obligaciones, estar a cargo del Batallón de Patriotas y, por ende, de la Milicia Nacional en la ciudad. En julio de 1822 se ve obligado a usar la fuerza contra unidades realistas que intentaba entrar en la capital. En este tiempo fue miembro del Gabinete como Secretario del Despacho de Estado, con rango equivalente a Ministro de Asuntos Exteriores desde el 5 de agosto de 1822 al 2 de marzo de 1823 en que lo sustituye Álvaro Flórez de Estrada, debiendo enfrentarse durante su ministerio a las acciones de las potencias extranjeras unidas en la Santa Alianza en favor del absolutismo. Con la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis, junto con Espoz y Mina, combate en Cataluña pero es gravemente herido, detenido y trasladado al país galo.

Liberado en 1824, durante la Década Ominosa no pudo volver a España y se exilió en Londres. Regresó en 1834 con la amnistía general, uniéndose inmediatamente a la causa de María Cristina de Borbón en defensa de la legitimidad de la Corona de España para la futura Isabel II en el enfrentamiento con el Infante don Carlos. Se unió así al ejército cristino durante la Primera Guerra Carlista donde llegó a ascender hasta Mariscal de Campo, destacando su participación en la Batalla de Mendigorría ,por la que obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando. Llegó a ser nombrado General en Jefe de los Ejércitos del Centro.
Al finalizar la Guerra Carlista fue nombrado Capitán General provisional de Aragón y apoyó de forma explícita los movimientos revolucionarios de 1836 que desencadenó el motín de la Granja de San Ildefonso para el restablecimiento de la Constitución gaditana de 1812 en perjuicio del Estatuto Real de 1834.

Fue elegido diputado en las Cortes que aprobaron la Constitución de 1837. Fue Ministro de la Guerra durante la regencia de Baldomero Espartero, siendo Presidente del Consejo de Ministros Eusebio Bardají Azara. De 1836 a 1850 fue elegido diputado sucesivamente por Oviedo, Zaragoza y Madrid. En 1851 fue elegido senador vitalicio aunque no regresó a la actividad política efectiva hasta la llegada del Bienio Progresista en 1854, de nuevo con Espartero y O'Donnell, siendo partícipe activo de los movimientos revolucionarios de la Junta de Madrid, Capitan General de Castilla La Nueva y Comandante General del Real Cuerpo de Alabarderos. El recuerdo de sus actuaciones al frente de la Milicia Nacional en 1822 en defensa de Madrid le llevaron a ser apodado por sus conciudadanos Ángel de la Paz.

Además de la Laureada de San Fernando, fue distinguido con la Gran Cruz de la Orden de Carlos III y la Orden de San Hermenegildo

Fue también académico de honor desde 1836 de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis.


BATALLON DE VOLUNTARIOS DE COVADONGA.

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MEDALLA VIRGEN DE COVADONGA BATALLON DE VOLUNTARIOS PRINCIPADO ASTURIAS AÑO 1896.

MANIFIESTO DE LOS PERSAS.

El llamado Manifiesto de los Persas fue un documento suscrito el 12 de abril de 1814 en Madrid por sesenta y nueve diputados a cuya cabeza se encontraba Bernardo Mozo de Rosales por el que se solicitaba a Fernando VII el retorno al Antiguo Régimen y la abolición de la legislación de las Cortes de Cádiz, justo cuando el rey regresa del exilio y se encontraba en Valencia.

El manifiesto toma el nombre de una cita que el mismo contiene en la que hace referencia a la costumbre de los antiguos persas de tener cinco días de anarquía tras la muerte del rey. Los firmantes identifican esa anarquía con el periodo de liberalismo imperante. El documento equipara la Constitución de 1812 con la obra de la Revolución francesa y pide la restauración de los estamentos tradicionales del Antiguo Régimen.

El documento sirvió de base al rey para decretar el 4 de mayo el restablecimiento del absolutismo.

HIMNO DE RIEGO.

Se conoce por Himno de Riego a la marcha militar decimonónica de inspiración en los tradicionales himnos militares con acento al pasodoble y en la "Marsellesa" de referencia en aquella época; compuesta por José Melchor Gomis dedicada al Teniente Coronel Rafael de Riego. Fue el himno nacional durante el Trienio Liberal de 1820-1823 y oficial en la Primera y la Segunda República Española. Durante la Primera Guerra Carlista era cantado por las tropas liberales, siendo prohibido durante la Década Ominosa de Fernando VII y parte del reinado de Isabel II.

Riego fue un símbolo de los liberales de España durante el siglo XIX y principios del siglo XX, se alzó contra el absolutismo de Fernando VII en la localidad de Las Cabezas de San Juan, provincia de Sevilla (1 de enero, 1820) para instaurar un nuevo régimen constitucional que tendría como norma básica la pionera Constitución de 1812, redactada ocho años antes por las Cortes de Cádiz y popularmente conocida como la Pepa.

LETRAS DEL HIMNO.

Aparte de la letra oficial durante el período republicano, el Himno de Riego tuvo muchas letras o letrillas populares, más o menos afortunadas.

La letra original fue compuesta por Evaristo San Miguel en 1820, oficializada como himno nacional durante el Trienio Liberal y restaurada por deseo de Azaña en la II República.

Aunque, tradicionalmente, en la versión oficializada del himno durante su vigencia en la II República Española se cantaban otras tres estrofas.

También hubo un himno republicano alternativo, que era una adaptación del himno cantada en centros de enseñanza republicanos en México, y varias versiones utilizadas popularmente en la época de la República de forma satírica, reflejando el sentimiento anticlerical y antimonárquico de quienes las cantaban.

POLÉMICAS E INTERPRETACIONES EN ACTOS OFICIALES.

Alemania, 1941

El Escuadrón Aéreo Expedicionario Español fue una unidad que sirvió en las filas de la Luftwaffe, como parte de la División Azul. Fue el Cmte. Salas Larrazábal, mano derecha de García Morato, el designado por el Ministerio del Aire para mandar la 1ª Escuadrilla Azul de Caza, que salió el día 25 de julio de 1941 por tren hacia Alemania, despedida apoteósicamente en Madrid, con asistencia de personalidades y numeroso publico. En Alemania, en el aeródromo de Berlin-Tempelhof, se les rindieron honores militares, con poca fortuna en su preparación pues la banda germana les dedica los compases del Himno de Riego

Por este error fue arrestado el director de la banda de música.


Copa Davis, 2003

El 28 de noviembre de 2003, el Himno de Riego sonó por error como himno oficial de España durante la inauguración de la final de la Copa Davis de Tenis en Melbourne (Australia), antes de un partido que debían disputar los equipos español y australiano. Al sonar los primeros compases, Juan Antonio Gómez Angulo, el entonces secretario de Estado para el deporte, presente en las gradas, ordenó a los jugadores volver a los vestuarios y elevó una protesta a la organización, refiriéndose al hecho como a una "ofensa a la nación española." Ésta se disculpó alegando que, al parecer, se debió a un error en el disco compacto suministrado por la Federación Australiana al trompetista James Morrison, encargado de interpretar los himnos nacionales. Sin embargo estas disculpas no se consideraron suficientes, por lo que se pidieron explicaciones oficiales al gobierno australiano.

BATALLA DE MENDIGORRÍA.

La Batalla de Mendigorría tuvo lugar en los campos situados al sur de esta localidad el día 15 de julio de 1835 entre los dos bandos contendientes durante la Primera Guerra Carlista. La victoria fue del bando liberal.

ANTECEDENTES.

Al morir el general Tomás de Zumalacárregui (junio del año 1835) a consecuencia de su herida recibida en el sitio de Bilbao, Carlos María Isidro de Borbón dio el mando del ejército carlista del norte al general Vicente González Moreno. El nuevo jefe, sin las dotes de su antecesor, tuvo que levantar el sitio, claudicando ante los liberales mandados por los generales Espartero y Latre. González Moreno fue acogido por los suyos fríamente. Tuvo que hacer méritos para granjearse su confianza absoluta. Por el lado isabelino o liberal, se nombró a su vez como nuevo jefe del ejército al general y ex-diplomático Luis Fernández de Córdoba.

Una de las características principales del ejército carlista era que se trataba de ejércitos formados por batallones de cada una de las tres provincias vascas y de Navarra y dependían económicamente de las juntas de sus respectivas provincias. Estaban muy arraigados a su tierra, luchaban por su espacio vital y por sus fueros pero no deseaban hacerlo fuera de sus provincias. Tampoco aceptaban que batallones de otra provincia se mantuviesen mucho tiempo en su territorio.

Fracasado el intento de tomar Bilbao, tras la gran carga para la provincia de Vizcaya que supuso el mantenimiento durante tantas semanas de un ejército numeroso y deseando los batallones navarros, los más potentes del ejército, volver a su tierra, el mando carlista decidió trasladar la base del ejército a Estella, tomando hacia allí el camino desde Bilbao por la llanura alavesa. El general cristino a su vez, viendo libre de asedio a Bilbao, determinó dirigir su tropa a Vitoria para desde allí iniciar la reconquista del territorio ocupado durante la primavera por Zumalacárregui y que impedía la comunicación entre Vitoria y Pamplona por la Burunda y Vitoria y San Sebastián por el camino real Madrid-Irún. Por Orduña marchó a Vitoria, enterándose aquí de que los carlistas se encontraban en Estella. Desechó su plan primitivo, decidiendo dirigirse hacia esa comarca. Queriendo a todo trance evitar el camino más corto por la sierra de Andía y las Amescoas que tan funesto había resultado al ejército isabelino tres meses atrás, se vio obligado a dar un rodeo por Peñacerrada, Logroño, y cruzando el Ebro por el puente de Lodosa, por Sesma y Lerín hacia Estella. Pero cuando marchaba por el carasol de Montejurra, le notificaron que los carlistas habían abandonado esa localidad, atravesado el río Arga, ocupando Mendigorría. Habían, por lo tanto, penetrado en territorio hasta entonces nunca ocupado por los carlistas, exceptuando cortas expediciones realizadas por bandas sueltas para obtener dinero y alimentos en la orilla este del Arga. Esto hizo ver a Fernández de Córdoba que el mando carlista le esperaba, ofreciéndole medirse en una batalla. Se dispuso a aceptarla y desvió su marcha hacia el este, llegando el día 14 de julio a Larraga.

BIENIO PROGRESISTA.

Bienio Progresista es el nombre con el que se conoce el breve periodo de la Historia de España transcurrido entre julio de 1854 y julio de 1856, durante el cual el Partido Progresista pretendió reformar el sistema político del reinado de Isabel II, dominado por el Partido Moderado desde 1843, profundizando en las características propias del régimen liberal, tras el fracaso de los gobiernos moderados en la década anterior.

La revolución de 1854, a finales de junio, y que engloba tanto el pronunciamiento ocurrido el 28 de junio, como los sucesos de julio (el General O'Donnell, con el apoyo de Francia y Gran Bretaña, y desde la embajada británica en Madrid, dio un golpe de Estado en julio de 1854), dieron lugar al Bienio Progresista (1854–1856) de Baldomero Espartero (Partido Progesista) que finaliza con la cesión del gobierno al General Leopoldo O'Donnell.

PRECEDENTES.

Al final de la Década moderada se apreciaba que había corrupción entre los políticos, pues siempre eran los mismos los que dirigían la política y la economía del país. Por otra parte, al cabo de diez años de moderantismo, los que no tenían rentas altas no tenían derecho a voto y por supuesto tampoco tenían derecho a ser elegidos para formar parte de las Cortes, pues la Constitución de 1845 lo impedía, ya que el sufragio censitario limitaba el derecho de voto para los más ricos.

Esta situación provocó protestas y movimientos subversivos en respuesta a esas injusticias. Estos movimientos eran liderados por los mismos liberales que no estaban de acuerdo con la forma de actuar del Gobierno; la mayoría de esos grupos liberales eran progresistas, pero también había grupos de moderados descontentos por la situación política, como es el caso del moderado General O'Donnell.

A partir de la dimisión de Bravo Murillo a finales de 1852 había comenzado la decadencia gubernamental con disposiciones por decreto que vulneraban el ordenamiento constitucional. Las principales figuras moderadas, descontentas con el gabinete, habían sido apartadas por la madre de la reina, María Cristina de Borbón, quien ejercía de hecho el control sobre las filas moderadas. Así Francisco Martínez de la Rosa, Alejandro Mon y Menéndez y Leopoldo O'Donnell, hombres de gran peso y que deseaban formar un gabinete que restaurase la confianza en la Corona sin dejar en manos del Partido Progresista el gobierno, quedaban excluidos de cualquier iniciativa política.

En febrero de 1854 se produjeron las primeras protestas callejeras en Zaragoza que hasta julio se extendieron por toda España. El 28 de junio de 1854, el general Leopoldo O'Donnell, que se había ocultado en Madrid durante las persecuciones contra liberales y diferentes sectores moderados en toda España, se unió a diversas fuerzas y se enfrentó con las tropas leales al gobierno en Vicálvaro exigiendo un gobierno nuevo y que se acabase con la corrupción. Respetan a la Reina pero denuncian el mal gobierno. Ese pronunciamiento militar recibe el nombre de La Vicalvarada, sin que resultara un vencedor claro. A lo largo de junio y julio se unieron al alzamiento otras tropas en Barcelona. El 17 de julio, en Madrid, pero también en Alcira, Cuenca, Logroño, Valencia y Zaragoza, civiles y militares salieron a la calle en una sucesión de actos violentos, poniendo en peligro la vida misma de la madre de la Reina, María Cristina, que debió buscar refugio.

Ante esta situación el General O'Donnell y sus tropas se retiraron hacia el sur, donde conectaron con el General progresista Serrano y juntos lanzaron el 7 de julio de 1854 el Manifiesto de Manzanares al país para movilizar a la población civil:

Nosotros queremos la conservación del Trono, pero sin la camarilla que lo deshonra, queremos la práctica rigurosa de las leyes fundamentales mejorándolas, sobre todo, la electoral y la de imprenta (...), queremos que se respeten en los empleos militares y civiles la antigüedad y el merecimiento (...), queremos arrancar a los pueblos de la centralización que les devora, dándoles la independencia local necesaria para que se conserven y aumenten sus intereses propios, y como garantía de todo esto queremos y plantearemos bajo sólidas bases la Milicia Nacional. Tales son nuestros intentos, que expresamos francamente sin imponerlos por eso a la Nación. Las Juntas de gobierno que deben irse constituyendo en las Provincias libres, las Cortes generales que luego se reúnan, la misma Nación, en fin, fijará las bases definitivas de la regeneración liberal a que aspiramos. Nosotros tenemos consagradas a la voluntad nacional nuestras espadas y no las envainaremos hasta que ella esté cumplida.

Este manifiesto se difundió entre la población invitando al pueblo a levantarse en apoyo de estas ideas. La reacción popular fue inmediata, pues proliferaron las agitaciones y revueltas populares por todo el país apoyando el Manifiesto, de modo que se convirtió en una revolución a la que se unieron los obreros catalanes.

A la vista de los acontecimientos Isabel II tuvo que atender y conceder lo que el Manifiesto exigía. Comenzaba el bienio progresista.

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Mensaje por Invitado Vie 28 Ene 2011, 10:57 pm

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CARLOS IBAÑEZ DE IBERO.

Fecha de emisión: 27 Diciembre 1991
Serie: 2 valores
Tirada: 10.000.000


Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero (Barcelona, España, 1825 — Niza, Francia, 1891), Marqués de Mulhacén.

General español, principal promotor español de la geodesia. Fue el fundador y primer presidente de la Asociación Geodésica Internacional.

Ingresó en la Academia de ingenieros del Ejército, donde estudió tanto disciplinas militares como científicas.

Fue el primer presidente de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, de 1872 a 1891. También fue el primer director del Instituto Geográfico Nacional de España, creado en 1870; desempeñando este cargo durante diecinueve años, dedicándole gran parte de su actividad profesional y contribuyendo a la creación de los Cuerpos oficiales de Ingenieros Geógrafos, de Ingenieros Topógrafos y de Estadística.

Fue miembro y vicepresidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Presidió en 1875 la conferencia diplomática internacional celebrada en Breteuil y convocada para determinar el metro y el kilogramo internacionales.

Una de las obras principales del Instituto fue la elaboración y publicación de un mapa topográfico de España en escala 1:50.000. Otros trabajos realizados bajo la dirección del general Ibáñez fueron los 'Resultados generales del censo de la población verificado en 1877', el 'Censo de la población de España en 1877', el 'Movimiento de la población en el decenio de 1861 a 1870' y un 'Nomenclator general'.

Fue inventor del conocido como 'aparato Ibáñez' destinado a medir la base de triangulación geodésica. Dirigió la medición de la base central de la triangulación geodésica de España, iniciada en la localidad de Madridejos, provincia de Toledo entre 1856 y 1859.

GEODESIA.

El término Geodesia, fue usado inicialmente por Aristóteles (384-322 a. C.) y puede significar, tanto "divisiones geográficas de la tierra", como también el acto de "dividir la tierra", por ejemplo, entre propietarios.

La Geodesia es, al mismo tiempo, una rama de las Geociencias y una Ingeniería. Trata del levantamiento y de la representación de la forma y de la superficie de la Tierra, global y parcial, con sus formas naturales y artificiales.

La Geodesia también es usada en matemáticas para la medición y el cálculo sobre superficies curvas. Se usan métodos semejantes a aquellos usados en la superficie curva de la Tierra.

GEODESIA TEÓRICA.

La observación y descripción del campo de gravedad y su variación temporal, actualmente, es considerada el problema de mayor interés en la Geodesia teórica. La dirección de la fuerza de gravedad en un punto, producido por la rotación de la Tierra y por la masa terrestre, como también de la masa del Sol, de la Luna y de los otros planetas, y el mismo como la dirección de la vertical (o de la plomada) en algún punto. La dirección del campo de gravedad y la dirección vertical no son idénticas. Cualquier superficie perpendicular a esta dirección es llamada superficie equipotencial. Una de estas superficies equipotenciales (la Geoide) es aquella superficie que más se aproxima al nivel medio del mar. El problema de la determinación de la figura terrestre es resuelto para un determinado momento si es conocido el campo de gravedad dentro de un sistema espacial de coordenadas. Este campo de gravedad también sufre alteraciones causadas por la rotación de la Tierra y también por los movimientos de los planetas (mareas). Conforme el ritmo de las mareas marítimas, también la corteza terrestre, a causa de las mismas fuerzas, sufre deformaciones elásticas: las mareas terrestres. Para una determinación del geoide, libre de hipótesis, se necesita en primer lugar de mediciones gravimétricas -además de mediciones astronómicas, triangulaciones, nivelaciones geométricas y trigonométricas y observaciones por satélite (Geodesia por Satélite).

GEODESIA FÍSICA.

La mayor parte de las mediciones geodésicas se aplica en la superficie terrestre, donde, para fines de determinaciones planimétricas, son marcados puntos de una red de triangulación. Con los métodos exactos de la Geodesia matemática se proyectan estos puntos en una superficie geométrica, que matemáticamente debe ser bien definida. Para este fin se suele definir un Elipsoide de rotación o Elipsoide de referencia. Existe una serie de elipsoides que antes fueron definidos para las necesidades de apenas un país, después para los continentes, hoy para el Globo entero, en primer lugar definidos en proyectos geodésicos internacionales y la aplicación de los métodos de la Geodesia de satélites. Además del sistema de referencia planimétrica (red de triangulación y el elipsoide de rotación), existe un segundo sistema de referencia: el sistema de superficies equipotenciales y líneas verticales para las mediciones altimétricas. Según la definición geodésica, la altura de un punto es la longitud de la línea de las verticales (curva) entre un punto P y el geoide (altura geodésica). También se puede describir la altura del punto P como la diferencia de potencial entre el geoide y aquella superficie equipotencial que contiene el punto P. Esta altura es llamada de Cota Geopotencial. Las cotas geopotenciales tienen la ventaja, comparándolas con alturas métricas u ortométricas, de poder ser determinadas con alta precisión sin conocimientos de la forma del geoide (Nivelación). Por esta razón, en los proyectos de nivelación de grandes áreas, como continentes, se suelen usar cotas geopotenciales, como en el caso de la compensación de la 'Red única de Altimétria de Europa'. En el caso de tener una cantidad suficiente, tanto de puntos planimétricos, como también altimétricos, se puede determinar el geoide local de aquella área.

El área de la Geodesia que trata de la definición local o global de la figura terrestre generalmente es llamada de Geodesia Física, para aquella área, o para sus sub-áreas. También se usan términos como Geodesia dinámica, Geodesia por satélite, Gravimetría, Geodesia astronómica, Geodesia clásica, Geodesia tri-dimensional.

GEODESIA CARTOGRÁFICA.

En la Geodesia matemática se formulan los métodos y las técnicas para la construcción y el cálculo de las coordenadas de redes de puntos de referencia para el levantamiento de un país o de una región. Estas redes pueden ser referenciadas para nuevas redes de orden inferior y para mediciones topográficas y registrales. Para los cálculos planimétricos modernos se usan tres diferentes sistemas de coordenadas, definidos como 'proyecciones conformes' de la red geográfica de coordenadas: la proyección estereográfica (para áreas de pequeña extensión), la proyección 'Lambert' (para países con grandes extensiones en la dirección oeste-este) y la proyección Mercator transversal o proyección transversal de Gauss (p.e. UTM), para áreas con mayores extensiones meridionales.

Según la resolución de la IUGG (Roma, 1954) cada país puede definir su propio sistema de referencia altimétrica. Estos sistemas también son llamados 'sistemas altimétricos de uso'. Tales sistemas de uso son, p.e., las alturas ortométricas, que son la longitud de la línea vertical entre un punto P y el punto P', que es la intersección de aquella línea de las verticales con el geoide. Se determina tal altura como la cota Geopotencial c a través de la relación, donde es la media de las aceleraciones de gravedad acompañando la línea PP', un valor que no es conmensurable directamente, y para determinarlo se necesita de más informaciones sobre la variación de las masas en el interior de la Tierra. Las alturas ortométricas son exactamente definidas, su valor numérico se determina apenas aproximadamente. Para esa aproximación se usa también la relación (fórmula) donde la constante es la media de las aceleraciones de gravedad.

La geodesia se aplica bastante en lo que se refiere a áreas de mapeos y en términos de mediciones de terrenos (catastro).

APARATO IBÁÑEZ.

En 1855 presenta el llamado "aparato Ibañez", instrumento de gran precisión para medir bases geodésicas, con el se midió, 1858, la base de Madridejos (Toledo) que constituyo un hito en el campo de la topografía. En 1861 se le nombro académico de numero de la real academia de ciencias exactas, físicas y naturales. En 1870 se crea, bajo sus directrices, el instituto geográfico, del que fue su director hasta 1889 consiguiendo, en esos años, poner a España a una gran altura en temas de geodesia, topografía, metrologÍa y estadística. Uno de esos éxitos fue la unión geodésica de Europa con África, en 1879. Desde 1873 el instituto se denomina geográfico y estadístico, gozando de una gran autonomía.

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