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Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011)

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Mensaje por Invitado Vie 10 Sep 2010, 10:24 am

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Camilo José Cela, uno de los grandes escritores españoles del siglo XX y Premio Nobel de Literatura. Nació Camilo José Cela Trulock en 1916 en Iria Flavia, A Coruña. Pronto su familia se trasladó a Madrid, donde en 1934 inició estudios de Medicina, los que abandonó para asistir a las clases de Literatura española contemporánea que Pedro Salinas impartía en la facultad de Filosofía. Allí conoció a Miguel Hernández, María Zambrano y Zamora Vicente. Cela, uno de los grandes renovadores de la novela y de la narrativa española de posguerra, desde su afán de renovación, ofrece en cada una de sus obras una estructura formal diferente. Ejemplo firme de su inquietud renovadora de la novelística fue su primera novela La familia de Pascual Duarte (1942). En libros como: Pabellón de reposo (1944), La colmena (1951), Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953), San Camilo 1936 (1969), Oficio de tinieblas 5 (1973), Mazurca para dos muertos (1983) y Cristo versus Arizona (1988) , además de sus libros de viajes Del Miño al Bidasoa (1952), Viaje a la Alcarria (1948) y Viaje al Pirineo de Lérida (1965), se percibe también una estructura formal distinta y novedosa. Su relevante personalidad y prolífica obra literaria han sido recompensadas con importantes y cuantiosos galardones. Cela fue elegido en 1957 miembro de la Real Academia; en 1977 nombrado Senador por designación real; en 1987 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras; en 1989 se le concedió el Nobel de Literatura; en 1994 obtuvo el Premio Planeta y la medalla Picasso de la UNESCO; en 1995 el Premio Cervantes; y un año después recibió del rey Juan Carlos el título de marqués de Iria Flavia y fue elegido Académico de número de la Real Academia Galega de Ciencias. Se suman a los mencionados varios nombramientos de Doctor honoris causa por las universidades más importantes del mundo, pero posee una distinción de especial significado para Correos y la Filatelia y es el nombramiento de Cartero Honorario que recibió de manos del Rey en 1982. De Camilo José Cela, fallecido en Madrid en enero de 2002, el sello reproduce un retrato de Alberto Schommer.

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Mensaje por Invitado Vie 10 Sep 2010, 10:27 am

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Con motivo de la celebración del Año Santo de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, se pone en circulación un sello conmemorativo que reproduce la talla venerada. La Cruz de Caravaca es un lignum crucis o trozo de madera del leño donde fue crucificado Cristo. Se conserva en un relicario con forma de cruz de doble brazo horizontal (de 7 y 10 cm) y uno vertical (de 17 cm) que es un símbolo cristiano representativo del mensaje de la persona y la acción de Cristo. La tradición cuenta que este lignum crucis fue el que usaba como pectoral el patriarca Roberto, primer obispo de la Ciudad Santa de Jerusalén tras ser conquistada a los musulmanes por la Primera Cruzada. Su llegada a Caravaca se rodea de misterio y leyenda, pero se sabe que primeramente fue custodiada por la Orden del Temple y tras su desaparición por la Orden de Caballeros de Santiago. Cuenta la leyenda que la reliquia apareció el 3 de mayo de 1232, cuando un grupo de cristianos se encontraba cautivo en el alcázar del rey moro Abu-Ceyt. Este se interesó por sus respectivos oficios y al contestar uno de ellos que era sacerdote el musulmán quiso presenciar el acto litúrgico de la misa. En la consagración el clérigo señaló que no podía seguir por no tener el símbolo de un crucifijo y todos observaron como dos ángeles lo depositaban en el altar. La aparición dio lugar a que el rey moro y toda su corte se bautizara. La fe en la reliquia y su fama de protectora y milagrosa ha convertido al Santuario de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca en lugar de peregrinación religiosa. En 1981, y coincidiendo con el 750 aniversario de la aparición, el Papa Juan Pablo II le concedió un Año Santo o Jubilar. Tras las diversas peticiones realizadas por la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz, en febrero de 1998 el Vaticano comunicó oficialmente la concesión del año Jubileo In Perpetuum a partir de 2003. A partir de esta fecha y de igual manera que Roma, Jerusalén, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana, Caravaca de la Cruz podrá celebrar cada siete años su Año Jubilar.

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Mensaje por Invitado Vie 10 Sep 2010, 10:30 am

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El 9 de junio de 1803 nacía en Fregenal de la Sierra (Badajoz) Juan Bravo Murillo, político y jurisconsulto al que se dedica un sello en el II centenario de su nacimiento. Tras iniciar estudios de teología en Sevilla y Salamanca, Juan Bravo Murillo se orientó por el estudio de la abogacía, licenciándose en Derecho en 1825. Durante varios años ejerció en Sevilla esta profesión, hasta que en 1833 fue nombrado fiscal de la Audiencia de Cáceres, cargo que abandonó dos años más tarde para trasladarse a Madrid, donde fundó El Boletín de jurisprudencia. Ya en ese momento se le consideró una autoridad en Hacienda Publica, materia en la que siempre demostró grandes conocimientos. En 1837 y 1840 fue elegido diputado a Cortes por Sevilla y Ávila, respectivamente, formando parte del partido moderado. Acusado de conspirar contra Espartero, huyó a Francia una breve temporada, regresando en 1843. Bravo Murillo comenzó la actividad política en 1847, durante el Gobierno del duque de Sotomayor, con la cartera de Gracia y Justicia, y continuó bajo la presidencia de Narváez con la de Comercio, Instrucción y Obras Públicas. Desde este ministerio inició la construcción del Canal de Isabel II para abastecer de aguas a Madrid. En 1849, y de forma interrumpida durante más de tres años, se hizo cargo del Ministerio de Hacienda, desde donde llevó a cabo reformas tan significativas como el arreglo de la Deuda Pública, las nuevas leyes de contabilidad y contratación de servicios públicos, la creación de la Dirección General de lo Contencioso y la fundación del Boletín Oficial del Estado. En 1851 fue designado Presidente de Gobierno, conservando la cartera de Hacienda, y su principal preocupación fue reformar la Constitución que, con un marcado signo conservador, fue rechazada por las Cortes, por lo que se vio obligado a dimitir. A partir de ese momento, 13 de diciembre de 1852, desempeñó un escaso papel en la política activa. Político controvertido, es reconocido unánimemente por su gran integridad y por sus conocimientos en materia fiscal. Fue autor de varios libros y reunió lo más importante de su obra en los seis volúmenes de Opúsculos. Murió en Madrid en 1873. En el sello se reproduce el retrato realizado por Pablo Pardo González que se conserva en el Salón de Conferencias del Congreso de los Diputados.


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Mensaje por Invitado Vie 10 Sep 2010, 10:32 am

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Nació Max Aub en París el año 1903. Era hijo de padre alemán y madre francesa. Se instaló con ellos en Valencia en 1914 al comenzar la I Guerra Mundial. Al terminar el bachillerato trabaja como empleado en la empresa familiar. Pronto sus inquietudes literarias le llevan a colaborar con diversas publicaciones y a entrar en contacto con escritores valencianos como Chabás y Gil-Albert y artistas como Pla y Genaro Lahuerta. Su apoyo a la República motiva el que tenga que abandonar el país en 1939. Ya en Francia, después de pasar varios años en campos de concentración, es deportado a Argelia. Desde allí, en 1942, huye a México donde se une a su familia y reside hasta su muerte en 1972. La narrativa de vanguardia de Max Aub se refleja en sus dos primeros relatos Geografía (1929) y Fábula verde (1933). Un año después publica Luis Álvarez Petreña. En la serie de novelas Laberinto mágico aporta testimonios de la Guerra Civil. La década de los 40 será muy prolífica para el autor en libros de cuentos, textos narrativos y teatrales como No son cuentos, San Juan, Morir por cerrar los ojos, El rapto de Europa, o siempre se puede hacer algo, No, La vida conyugal, Deseada, y poemarios como el Diario de Djelfa. En los años 50 y 60 continúa el flujo creativo al publicar novelas de su Laberinto mágico, otras galdosianas como Las buenas intenciones y La calle de Valverde, biográficas como Jusep Torres Campalans y experimentales como Juego de cartas. Aub hace de La gallina ciega un espléndido diario de viaje por España tras su estancia en 1969. De igual manera sus Diarios póstumos le enaltecen como excepcional autor, cuyo legado y obra se conservan desde 1997 en la Fundación Max Aub de Segorbe.

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Mensaje por Invitado Vie 10 Sep 2010, 10:35 am

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Ramón José Sender Garcés (Chalamera, Huesca, 3 de febrero de 1901 - San Diego, Estados Unidos, 16 de enero de 1982), conocido como Ramón J. Sender, fue un escritor español Hijo de terratenientes acomodados (su madre era maestra y su padre secretario de ayuntamiento), pasó su infancia en los pueblos aragoneses de Chalamera, Alcolea de Cinca y Tauste, donde su padre trabajaba. Ramón nunca consiguió sintonizar con la actitud autoritaria de su padre.

A los diez años (1911) comenzó el bachillerato como alumno libre; el capellán del convento de Santa Clara de Tauste, Mosén Joaquín, dirigió sus estudios, de los cuales se examinó en un Instituto de Zaragoza. Más tarde, su padre lo envió al internado de alumnos de los frailes de San Pedro Apóstol de Reus. La familia se trasladó a Zaragoza y allí cursó quinto y sexto de bachiller, pero al estallar los desórdenes estudiantiles se le echaron injustamente las culpas y le suspendieron todas las asignaturas, de forma que tuvo que acabar los estudios en Alcañiz, Teruel; allí se mantuvo trabajando como mancebo de botica, porque se había enemistado con su padre.

Al cumplir los 21 años (1922) tuvo que ingresar en el ejército, donde pasó de soldado a cabo, de cabo a sargento, de sargento a suboficial y de suboficial a alférez de complemento en la Guerra de Marruecos entre 1922 y 1924. Al regresar de Marruecos libre ya del servicio militar, ingresó en la redacción del prestigioso diario El Sol como redactor y corrector desde 1924 a 1930. En estas fechas era ya un periodista muy cotizado y de sus novelas, especialmente Imán, basada en la guerra de Marruecos, y traducida a varias lenguas, se hacían grandes tiradas. Colaboró además en los periódicos libertarios Solidaridad Obrera (de la Confederación Nacional del Trabajo) y La Libertad y seguía militando en el anarquismo, de forma que fue a parar a la Cárcel Modelo de Madrid en 1927 a los 26 años por sus actividades contra el general Primo de Rivera.

Sus primeras novelas sostienen ideologías revolucionarias y constituyen reportajes del agitado medio social: Imán (1930), novela sobre la Guerra de Marruecos, Orden público, novela de la cárcel (1932), Siete domingos rojos, basada en la historia del movimiento anarquista español (1932) y Mister Witt en el cantón (1935), sobre el movimiento cantonalista de Cartagena acaudillado por Roque Barcia, por la que recibió el Premio Nacional de Literatura. Co-fundador el 11 de febrero de 1933 de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la derecha sostenía un tono condenatorio en relación a los relatos sobre las conquistas y los problemas del socialismo en la URSS.

En 1935 publicó durante los meses de agosto, septiembre y octubre una revista llamada Tensor de información literaria y de orientación comunista.




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Mensaje por Invitado Vie 10 Sep 2010, 10:38 am

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Rodríguez de Campomanes nació el 1 de julio de 1723 en Santa Eulalia de Sorriba (Asturias) y murió el 3 de febrero de 1802 en Madrid. Con una gran formación cultural, formó parte de la minoría ilustrada española, destacando como político, economista, jurista e historiador. Fue uno de los hombres más influyentes del reinado de Carlos III e impulsor de numerosas reformas sociales que se llevaron a cabo en la segunda mitad del siglo XVIII. Graduado en Leyes, el Conde de Campomanes dejó una amplísima obra escrita y durante 30 años ocupó puestos claves en los órganos de poder. En 1755 fue nombrado Asesor General de la Renta de Correos y Postas del Reyno y relacionadas con este ramo publicó Itinerario de las carreras de postas de dentro y fuera del Reyno; Noticia geográfica del Reyno y Caminos de Portugal y la Ordenanza postal de 1762, obras de gran trascendencia para el correo. Tuvo una visión clara del papel que jugaban las comunicaciones en el desarrollo económico de dentro y fuera de la metrópoli y promovió el establecimiento de los correos marítimos de Indias. Por sus extraordinarios méritos, Carlos III le nombró fiscal del Consejo de Castilla y durante ese período escribió sus obras sobre economía y regalía más importantes. El Consejo Real de Castilla era el máximo órgano de gobierno de la época, con atribuciones que abarcaban las más variadas y complejas ramas en política interior y exterior. Desde 1764 hasta su muerte fue presidente de la Real Academia de la Historia y junto con Jovellanos y otros "ilustrados" participó en la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País, que impulsaron la educación popular y el desarrollo del país. En el sello se reproduce el retrato de Pedro Rodríguez de Campomanes realizado por A.R.Mengs, conservado en la Academia de la Historia, según copia de F. Bayeu.

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Mensaje por Invitado Vie 10 Sep 2010, 10:57 am

Espero que comprendais que la historia se basa en general por los sucesivos personajes que positiva o negativamente tuvieron que ver con España, asimismo manos de algunos de esos personajes esculpieron sus obras, de las que algunas y con vuestro permiso, me permito recoger en este sencillo homenaje a estos personajes, en especial, espero ser disculpado, pero La Cruz de Caravaca sólo por el mero hecho de ser murciano, debiera constar en las historia de mi Región, es Año Santo también Caravaca de La Cruz, de no ser así no la habría puesto, pero es dificil saber quién o quienes la realizaron, pero si no lo veis factible, lo mismo que la he subido la vuelvo a quitar. Espero vuesta comprensión, porqué no es fácil todo esto, sé que muchos personajes no contentan o son de nuestro agrado, pero deben constar todos, ya que, ellos forjaron la historía de un país llamado España.

Gracias y saludos.

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Mensaje por Invitado Dom 12 Sep 2010, 2:06 pm

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Francisco o Paco Rabal Valera Cuesta de Gos, Águilas, Región de Murcia, 8 de marzo de 1926 – Burdeos, Francia, 29 de agosto de 2001) fue un destacado actor de cine, teatro y televisión español. También guionista y director ocasional. Inició su carrera en 1946, que terminó con su fallecimiento. Colaborador en películas de directores españoles y europeos como Luis Buñuel, Carlos Saura, Michelangelo Antonioni, Claude Chabrol, Luchino Visconti y Gillo Pontecorvo, entre otros. Ganador de numerosos premios.

1953 Concha de Plata al mejor actor Festival Internacional de Cine de San Sebastián Hay un camino a la derecha
1984 Mejor interpretación masculina Festival Internacional de Cine de Cannes Los santos inocentes
1985 Mejor actor Festival Internacional de Cine de Valladolid La hora bruja
1991 Mejor actor Festival Internacional de Cine de Montréal El hombre que perdió su sombra
2001 Grand Prix Special des Amériques Festival Internacional de Cine de Montréal Toda su trayectoria
2001 Premio Donostia Festival Internacional de Cine de San Sebastián Toda su trayectoria
2001 Premio Ciudad de Huelva Festival de Cine Iberoamericano de Huelva Toda su trayectoria.

2001 Premio Ciudad de Huelva Festival de Cine Iberoamericano de Huelva Toda su trayectoria

Premios Goya.

1990 Mejor interpretación masculina de reparto ¡Átame! Candidato
1999 Mejor interpretación masculina protagonista Goya en Burdeos Ganador

1999 Mejor interpretación masculina protagonista Goya en Burdeos Ganador

Fotogramas de Plata.

1953 Mejor intérprete de cine español La guerra de Dios Ganador
1970 Mejor intérprete de cine español Cabezas cortadas Candidato
1983 Mejor actor de cine Truhanes Ganador
1984 Mejor actor de cine Epílogo
Los santos inocentes
Sal gorda Ganador
1986 Mejor actor de cine El disputado voto del señor Cayo
El hermano bastardo de Dios Candidato
1989 Mejor intérprete de televisión Juncal Ganador
1993 Mejor actor de televisión Truhanes
Una gloria nacional Ganador
1995 Toda una vida Ganador
1999 Mejor actor de cine Goya en Burdeos
Un día bajo el sol Ganador

Filmografía

La rueda de la vida (1942)
La Pródiga (1946)
Luna de sangre (1950)
María morena (1951)
Sor intrépida (1952)
El alcalde de Zalamea (1953)
Hay un camino a la derecha (Hay un camino a la derecha) (1953)
La guerra de Dios (La guerra de Dios) (1953)
La pícara molinera (La pícara molinera) (1954)
El beso de Judas (1954)
Historias de la radio (Historias de la Radio) (1955)
El canto del gallo (El canto del gallo) (1955)
La gran mentira (La gran mentira) (1956)
Amanecer en Puerta Oscura (Amanecer en Puerta Oscura) (1957)
Nazarín (Nazarin) (1958)
Los clarines del miedo (Los clarines del miedo) (1958)
El hombre de la isla (El hombre de la isla) (1959)
Trío de damas (Trío de damas) (1960)
Viridiana (1958)
La mano en la trampa (La mano en la trampa) (1961)
Setenta veces siete(1961)
El eclipse (L'eclisse) (1962)
Fra Diavolo (Fra Diavolo) (1962)
El conde Sandorf (El conde Sandorf) (1963)
El diablo también llora (El diablo también llora) (1963)
Llanto por un bandido (1963)
María Rosa (1964)
Currito de la Cruz (1965)
Bella de día (1966)
Las brujas (1966)
Camino del Rocío (1966)
Los largos días de la venganza (1967)
Cervantes (1968)
El "Che" Guevara (1968)
El largo día del águila (1969)
Sangre en el ruedo (1969)
Don Juan Tenorio (1969) tve televisión española
Goya (historia de una soledad) (1970)
Laia (1970)
Nada menos que todo un hombre (1971)
La Leyenda del Alcalde de Zalamea (1972)
La guerrilla (1972)
Tormento (1974)
El buscón (1974)
Las largas vacaciones del 36 (1976)
Emilia... parada y fonda (1976)
Corleone (1977)
Carga maldita (1977)
Yo soy mia (1977)
Así como eres (1978)
El gran secreto (1980)
La invasión de los zombies atómicos (1980)
Sal Gorda (1982)
La colmena (1982)
Epílogo (1983)
Escapada Final (1983)
Truhanes (1983)
Padre nuestro (1984)
Luces de Bohemia (1984)
Los santos inocentes (1984)
Marbella, un golpe de cinco estrellas (1985)
La hora bruja (1985)
Los paraísos perdidos (1985)
Camorra: Contacto en Nápoles (1986)
El disputado voto del señor Cayo (1986)
El hermano bastardo de Dios (1986)
Tiempo de silencio (1986)
Divinas palabras (1987)
Barroco (1988)
Gallego (1988)
La Blanca Paloma (1989)
¡Átame! (1989)
El aire de un crimen (1989)
La taberna fantástica (1990)
El hombre que perdió su sombra (1991)
La Lola se va a los puertos] (1993)
El palomo cojo (1995)
Así en el cielo como en la tierra (1995)
Felicidades, Tovarich (1995)
Edipo alcalde (1996)
Airbag (1997)
Pequeños milagros (1997)
La novia de medianoche (1997)
Water Easy Reach (1997)
Pequeños milagros (1997)
Un día bajo el sol (1998)
El evangelio de las maravillas (1998)
Goya en Burdeos (1999)
Tú qué harías por amor (1999)
Lázaro de Tormes (2000)
Divertimento (2000)
Dagon, la secta del mar (2001)
A la revolución en un dos caballos (2001)

Al veterano y ya desaparecido actor, Francisco Rabal, se le rinde homenaje por su extensa labor actoral y bien hacer en el teatro y el cine español y mundial. Rabal, en 1953, fue contratado por Escrivá para realizar películas de temática religiosa o política bajo la dirección de Rafael Gil. Luego trabajó a las ordenes de Sáenz de Heredia y de José Mª Forqué. Con Buñuel hizo interpretaciones magistrales en Nazarín, Viridiana y Belle de Jour. En los años 60 trabajó con Antonioni, Rivette y Visconti. Con Camus realizó en los 80 La colmena y Los santos inocentes. Esta última le valió el Premio a la Mejor Interpretación Masculina en Cannes compartido con Alfredo Landa. En los 90 trabajó bajo la dirección de Cuerda, Bajo Ulloa, Armiñán, Saura, Subiela, Ripstein, García Sánchez y García Hernández
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Mensaje por Invitado Dom 12 Sep 2010, 3:35 pm

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Alfonso VII el Emperador (Caldas de Reyes, 1 de marzo de 1105 - Paraje de La Fresneda, 21 de agosto de 1157). Rey de León y Castilla. Hijo de la reina Urraca I de León y del conde Raimundo de Borgoña. Fue el primer rey leonés miembro de la Casa de Borgoña, que se extinguió en la línea legítima con la muerte de Pedro I el Cruel, quien fue sucedido por su hermano de padre Enrique II de Trastámara, primer rey de la Casa de Trastámara.

Alfonso VII se hizo llamar a sí mismo Emperador. Galicia, León y Castilla se reunieron bajo una sola corona que en ocasiones se ha denominado como Imperio de León o Imperio Leonés.

Desde 1139 Alfonso VII centra su atención en el sur peninsular ocupado por los almorávides y los almohades. Para ello intervino activamente en los enfrentamientos entre las dos dinastías bereberes y llevó a cabo expediciones y ataques de saqueo incitando a las poblaciones a sublevarse contra ellos, para lo cual contó con la ayuda de dos caudillos hispanomusulmanes: el ya citado Zafadola e Ibn Mardanish conocido como "el rey Lobo".

En 1139 tomó el castillo de Colmenar de Oreja desde el que se amenazaba Toledo, en 1142 se hace con Coria, en 1144 con Jaén y Córdoba, aunque esta última volverá a caer ese mismo año en manos musulmanas.

En 1146 se produce una invasión almohade que tras desembarcar en Algeciras se hace con importantes territorios, por lo que Alfonso VII se ve obligado a pactar con el caudillo almorávide Ibn Ganiya para organizar la resistencia. Se entrevista con Ramón Berenguer IV y con García Ramírez y acuerdan la conquista de Almería en poder de los almohades. Para ello cuentan además con el apoyo de la flota genovesa y con cruzados franceses que responden al llamamiento que ha realizado el papa Eugenio III. Almería es tomada en octubre de 1147.

En 1150 falleció el monarca navarro García Ramírez y Alfonso VII firma, el 27 de enero de 1151, con el rey de Aragón el Tratado de Tudilén, un acuerdo por el que ambos acuerdan repartirse el reino de Navarra y se reconoce a Ramón Berenguer IV el derecho de conquista sobre Valencia, Denia y Murcia.

En 1157, los almohades recuperaron el control de la ciudad de Almería y Alfonso VII parte para intentar reconquistarla. Fracasa en el intento y cuando regresaba a León, muere el 21 de agosto, en el paraje de Fresnedas, camino de Alarcos, al poco de franquear Sierra Morena por el puerto Muradal en las cercanías del pueblo de El Viso del Puerto (Ciudad Real). Su hijo Fernando le sucedió en el trono de León mientras que su otro hijo Sancho ocupó el trono de Castilla.

El Tratado de Tudilén o Tudején fue suscrito el 27 de enero de 1150 por Alfonso VII, rey de León y Castilla, y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y príncipe de Aragón, en Tudilén, un lugar situado cerca de Aguas Caldas en Navarra, esto es, en Baños de Fitero, pues en aquella época Fitero era un término de la villa castellana de Tudején.

En este pacto los firmantes convinieron en declarar la guerra al Reino de Navarra, repartiéndose el mismo, ratificando el Tratado de Carrión de 1140, además de adjudicar a Aragón, la conquista de las plazas y términos situados al sur del Júcar y el derecho a anexionarse el reino de Murcia, excepto los castillos de Lorca y Vera. Fue precedente de otros tratados como el de Lérida en 1157, el de Cazorla en 1179 y Almizra en 1244 por el que se fijaron los límites de expansión en la región de Levante de los dos grandes reinos peninsulares..




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Mensaje por Invitado Dom 12 Sep 2010, 6:10 pm

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Carlos III de Borbón llamado El Político (Madrid, 20 de enero de 1716 – Ibid., 14 de diciembre de 1788). Duque de Parma con el nombre de Carlos I (Carlo I) entre 1731 y 1735, Rey de Nápoles y Sicilia con el nombre de Carlos VII (Carlo VII) de 1734 a 1759 y de España (1759–1788), perteneciente a la Casa de Borbón.
Tras los fallecimientos de Luis I y de Fernando VI sin descendencia, el trono de España pasó a Carlos III, tercer hijo de Felipe V y primero de su matrimonio con Isabel de Farnesio, con gran experiencia de gobierno como rey de Nápoles.

El nuevo monarca impulsó el desarrollo del Despotismo Ilustrado, sistema de gobierno basado en el lema 'Todo para el pueblo pero sin el pueblo'. Los políticos ilustrados de la monarquía emprendieron un programa de reformas con el fin de lograr la modernización de España. Las reformas se enmarcan en el contexto de la Ilustración, movimiento consistente en la reivindicación de la razón como la luz necesaria para alcanzar el conocimiento humano. Las reformas alcanzaron también a la América española, con la fundación del Virreinato de La Plata (1776) para la defensa militar de la región ante los ataques de Portugal e Inglaterra. El nuevo virreinato comprendía los territorios actuales de Argentina, Uruguay y Paraguay y la capital residía en Buenos Aires.

El marqués de Esquilache, Leopoldo de Gregorio, aprobó una subida de la presión fiscal y la liberalización del comercio con la América española para el incremento de la recaudación de las arcas reales. Las medidas del secretario de Hacienda provocaron el empobrecimiento de las clases populares, debido al encarecimiento de los productos básicos. La extensión de la pobreza entre el campesinado y la prohibición de vestir capa larga y sombrero de copa causaron el Motín de Esquilache (1766). El levantamiento se extendió entre las principales ciudades de España. Carlos III ordenó la regulación de los precios de los productos básicos, el mantenimiento de la vestimenta tradicional, y el exilio del marqués de Esquilache ante el clamor popular. El ministro italiano huyó de España, por el puerto de Cartagena, en dirección a Nápoles.

El conde de Aranda, Pedro Pablo Abarca, decretó la expulsión de la Compañía de Jesús (1767) de España y su Imperio y la expropiación de sus propiedades, para la construcción de escuelas y hospitales, por su presunta implicación en el Motín de Esquilache. El Papa Clemente XIV respaldó la decisión de la monarquía hispánica con la bula de extinción de la Orden de los Jesuitas (1777). Además, el presidente del Consejo de Castilla implantó el censo de población para conocer la realidad socio-económica del Estado e impulsó la colonización de Sierra Morena para promover el crecimiento demográfico y la lucha contra el bandolerismo. En el reino de Murcia, el conde de Aranda impulsó la refundación de la ciudad de Águilas, con sus propias instituciones de Gobierno para la defensa de la costa y el impulso del comercio con la exportación de los productos de la Huerta de Lorca, tras una visita al Castillo de San Juan en 1765. "Podría formarse un vecindario interesante con caseríos y calles arregladas, para cuya hermosura y comodidad facilitaría por mi parte el plano más adecuado al terreno a los pies del Castillo".

El conde de Campomanes, Pedro Rodríguez, continuó la política repobladora de Sierra Morena mediante la fundación de nuevas localidades (por ejemplo, La Carolina en Jaén) con inmigrantes centroeuropeos. El secretario de Hacienda y presidente del Consejo de Castilla buscó la reactivación de la economía con la creación del Banco de San Carlos (1762); el desarrollo de la agricultura, con el Tratado de Regalía de Amortización; de la industria de lujo, con la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro y la Real Fábrica de Vidrios y Cristales de La Granja; y de las obras públicas, con la construcción de una red radial de carreteras y del Canal Imperial de Aragón. Además, Campomanes fomentó la constitución de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País para el desarrollo de la educación, la beneficencia, la cultura y la economía. La sociedad de Murcia nació en el año 1777.

El político murciano José Moñino Redondo influyó como embajador ante el Vaticano para la supresión de la Compañía de Jesús. Carlos III premió a José Moñino por sus servicios con la concesión del título nobiliario de conde de Floridablanca, y con su nombramiento de primer ministro en 1777. Floridablanca dirigió el Gobierno de la monarquía hasta 1788. En esta etapa, José Moñino ideó la creación de la Junta Suprema de Estado (1787), precedente del actual Consejo de Ministros, para la coordinación de las distintas áreas de Gobierno. Floridablanca favoreció a su tierra natal con la construcción del Canal del Reguerón (para el desvío del cauce del río Guadalentín) y de dos pantanos de regadío en Lorca, Puentes y Valdeinfierno (1785), con el fin de evitar las inundaciones. Por otro lado, la ciudad de Murcia experimentó un gran crecimiento demográfico, hasta los 70.000 habitantes. Asimismo, potenció el desarrollo económico con el comercio de la seda, simbolizado en el nacimiento de la Real Fábrica de Hilar Seda a la Piamontesa (1770). La monarquía hispánica clasificó las actuales pedanías de la Región con los títulos de aldeas de realengo (por ejemplo Beniaján, Puente Tocinos y El Raal) y señoríos seculares (Corvera y Santa Cruz).

En Cartagena, Carlos III completó el sistema defensivo del área portuaria con la construcción de la Muralla del Mar (1766), el nuevo cuartel del Rey, el Parque de Artillería y la finalización del Arsenal (1782) para la protección de la capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo. Además, los castillos de Galeras y La Atalaya y las torres de Los Moros y San Julián convirtieron al puerto cartagenero en un lugar inexpugnable para los enemigos de la monarquía en el mar, Inglaterra y Turquía. Los ingenieros militares Mateo Vodopich y Sebastián Feringan se encargaron del diseño de la Muralla de Carlos III. Los muros protegían el casco antiguo de la ciudad, el Arsenal y las cinco colinas y contaban con una extensión de 4’7 kilómetros, 20 baluartes con emplazamientos de artillería, 18 cortinas o tramos rectos de muralla y tres puertas de entrada (las de Madrid, Santa Catalina y San José).

En el arte Barroco del reino de Murcia, el escultor Francisco Salzillo completó su ilustre obra con las tallas de El Prendimiento y La Última Cena (iglesia de Jesús de Murcia), la Virgen de las Angustias (iglesia de la Purísima de Yecla), La Dolorosa (iglesia de San Nicolás de Murcia), San Bartolomé (iglesia del mismo nombre, en Murcia), y el Belén (Museo Salzillo). Salzillo transmitió sus conocimientos artísticos a sus discípulos José López y Roque López, alumnos de la Escuela Murciana de Escultura. El insigne escultor falleció en 1783 y su cuerpo está enterrado en el Convento de las Capuchinas de Murcia. El estilo Barroco dejó también su impronta en la Casa Consistorial de Caravaca de la Cruz y las iglesias de Nuestra Señora de La Asunción en Molina (1765), la de Santiago en Pliego y la de la Purísima Concepción de Yecla (1775).

En política exterior, España reafirmó su alianza dinástica con Francia contra el enemigo común, Inglaterra. La nación inglesa perjudicaba los intereses españoles en el mundo a través de la piratería, el comercio de contrabando con América y los ataques a las colonias españolas del golfo de México. Estas causas provocaron la entrada de España en la Guerra de los Siete Años (1756-63) entre Francia y Gran Bretaña en Norteamérica, tras la firma del Tercer Pacto de Familia (1761). Inglaterra consiguió la victoria en Canadá, y el Tratado de París (1763) significó para España la pérdida de la Florida y la costa del golfo de México pero, sin embargo, consiguió la cesión de la Louisiana por parte de Francia. La Guerra de Independencia de Estados Unidos (1776-83) supuso para España y Francia la revancha contra Inglaterra mediante la ratificación del Tercer Pacto de Familia. La monarquía hispánica apoyó extraoficialmente el movimiento de emancipación de las 13 colonias de Norteamérica mediante el envío de tropas, armas y víveres. El gobernador de Louisiana, Bernardo Gálvez, destacó en la lucha contra los británicos por la liberación de la Florida . La victoria de las colonias frente a la metrópoli benefició a España. El Tratado de Versalles de 1783 representó el reconocimiento de la independencia de EEUU y la recuperación española de Menorca y Florida.

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Mensaje por Invitado Dom 12 Sep 2010, 11:17 pm

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El autorretrato de Pedro Berruguete (nacido en Paredes de Nava hacia mediados del siglo XIV y fallecido en Ávila en 1504), muestra a un hombre, aún joven, tocado con gorro y peinado de influencia italiana renacentista, país donde residió entre 1473 y 1474. Tras su regreso a Castilla, su arte evoluciona y se presenta como la culminación del gótico en su fuerte expresividad, pues aunque represente a sus retratados con un acentuado humanismo, destaca en sus obras la sensación de realidad.

Pedro Berruguete (Paredes de Nava, Palencia ~1450 - 1503) fue un pintor español, uno de los máximos representantes de la transición del Gótico a la pintura renacentista en su país.

Tras su formación, probablemente con Fernando Gallego en Salamanca, viajó muy joven a Italia, donde trabajó bajo el mecenazgo del duque de Urbino, Federico de Montefeltro, lo que le permitió conocer a los principales artistas del Quattrocento, como Melozzo da Forlì. Berruguete aprendió en Italia importantes técnicas como el dominio del espacio, anatomía, composición, variedad y naturalidad en los gestos, además de los elementos arquitectónicos y decorativos propios del Renacimiento. Regresó a Castilla hacia 1483 y a partir de ese momento sus obras presentan ya estas características, algo que se echa en falta en sus primeras obras, de carácter hispano-flamenco. Su vasta obra será por tanto una síntesis del arte italiano, el flamenco y el puramente castellano.

Fue padre de uno de los artistas más destacados del Renacimiento hispano, Alonso Berruguete.

Su último encargo fue el retablo mayor de la catedral de Ávila, que no pudo concluir debido a su muerte. Pintó para esta obra, de aparatosa arquitectura tardogótica, varias tablas con historias de la vida de Cristo para el cuerpo del retablo, y figuras de patriarcas destinadas a la predela. En estas pinturas, quizá por deseo de los comitentes, se ajusta a los esquemas gotizantes que imperaban en Castilla en ese momento, utilizando el fondo de oro y composiciones algo rígidas. Las figuras son de un canon más robusto y monumental que en obras anteriores, quizá con el fin de que destacaran en la lejanía de la capilla mayor. La muerte del maestro hizo que el retablo fuera concluido por Juan de Borgoña.

En el año 2003, con motivo de la conmemoración del V centenario de la muerte del pintor, se le dedicó una completa exposición monográfica en su localidad natal, Paredes de Nava, que reunió lo mejor de su pintura y permitió esclarecer algunos aspectos de su vida y obra.




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Mensaje por Invitado Lun 13 Sep 2010, 10:41 am

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El político Claudio Moyano Samaniego (Bóveda de Toro o Fuentelapeña, Zamora 1809-Madrid 1890) fue catedrático de instituciones civiles y de economía política en la Universidad de Valladolid. Su vida en política se inicia en 1841, al ser elegido alcalde constitucional de Valladolid. Dos años más tarde se subleva con las fuerzas de militancia contra Espartero y sus ideas progresistas y moderadas fueron evolucionando hacia una posición cada vez más moderada. Fue Ministro de Fomento en tres ocasiones: en 1853 bajo la presidencia del general Lersundi; en 1856 con Narváez, etapa en la que publicó la ley de Instrucción Pública que declaraba obligatoria la enseñanza primaria y en 1864 con el gabinete de Arrazola. Su labor destaca también en el campo de la educación, como rector de las Universidades de Valladolid y Madrid, con la implantación de importantes reformas.


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Mensaje por Invitado Lun 13 Sep 2010, 10:42 am

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Charles Darwin (Shrewsbury 1809-Down, Kent 1882) estudió en Edimburgo y en Cambrige, donde entabló amistad con el prestigioso profesor de Botánica Henslow, quien le propuso participar como naturista en la expedición del bergantín Beagle para explorar las costas de América del Sur y las islas del Pacífico. Durante el viaje, que duró cinco años, amplió los estudios sobre la naturaleza y llevó a cabo observaciones científicas que le sirvieron para publicar sus notas de viaje. En 1859 publicó su gran obra de El origen de las especies que, traducida inmediatamente a otras lenguas, dio paso a una nueva visión de la historia natural y al llamado Darwinismo. Fue autor de numerosas obras relacionadas con la evolución de los seres vivos, por lo que fue combatido en los medios religiosos y de concepción clásica.

El sello dedicado a Charles Darwin, grabado por el equipo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda, fue galardonado en el Grands Prix de l’Art Philatélique Belge et Européen con el 2ª Premio al “Mejor grabado de la Unión Europea 2009”. Estos premios son concedidos anualmente por un Jurado Internacional bajo el patrocinio de Pro-Post, la asociación belga para el desarrollo de la filatelia que agrupa a la Real Federación de Círculos Filatélicos, la Cámara Profesional de Comerciantes de Sellos y La Poste de Bélgica.



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El inventor del sistema de lectura para ciegos Louis Braille (Coupvray 1809-París 1852) quedó invidente a los tres años tras sufrir un accidente. Con 10 años ingresó en el Instituto para jóvenes ciegos de París, una de las primeras instituciones de este tipo que existían en el mundo y en la que se enseñaban algunos oficios sencillos. Dotado de un talento especial para la música, ideó diferentes códigos para facilitar la enseñanza musical, pero su gran invento fue el sistema de lectura y escritura para ciegos Braille, adoptado universalmente. El método se basa en el uso de puntos en relieve que permiten la lectura por medio del tacto.

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Mensaje por Invitado Lun 13 Sep 2010, 10:49 am

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Mercè Rodoreda (Barcelona 1908 - Romanyà de la Selva 1983), se ha convertido en la autora catalana más destacada del siglo XX y también en la más traducida. Novelista y cuentista, ha construido un exigente universo literario, sirviéndose de la poética de la memoria, donde reflexiona sobre la condición humana, sobre el paso del tiempo, y sobre el amor y la muerte, los dos temas centrales de su obra. Estrechamente ligada a Barcelona, donde nació, ofrece diversas imágenes, sobre todo la de una ciudad llena de vida que la guerra civil destruyó de una manera inexorable, de raíz. Sin duda, la escritura le permitió crear un mito de gran categoría de este período de la ciudad.


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Mensaje por Invitado Lun 13 Sep 2010, 10:51 am

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Jacint Verdaguer i Santaló, conocido también como mossèn Cinto Verdaguer (Folgueroles, 17 de mayo de 1845 - Vallvidrera, 10 de junio de 1902), fue calificado por el obispo Torras y Bages como Príncipe de los poetas catalanes. Tercer hijo de una familia de ocho, ingresó en el Seminario de Vic a los diez años. Hacia los quince años se despertó su vocación literaria y empezó a componer los primeros versos. En los años 1865 y 1866 recibió diferentes premios en los Juegos Florales de Barcelona, lo que lo puso en contacto con las personalidades más relevantes de la Renaixença catalana. En 1867 fundó el grupo “Esbart de Vic”, que convocaba reuniones literarias en una fuente llamada poéticamente del “Desmai” (Sauce llorón), por el árbol que había cerca de Can Tona, donde residía el poeta. El 24 de septiembre de 1870 fue ordenado sacerdote y destinado a Vinyoles d’Orís, a doce kilómetros de Vic. En este tiempo se dedicó a sus tareas sacerdotales, pero también a la literatura, en tres vertientes: poesía devota de carácter popular, poesía mística y al poema épico Atlàntic que había iniciado en años anteriores. En 1874 comenzó a trabajar como capellán de barco en la Compañía Transatlántica y estuvo viajando durante dos años desde la península a Cuba y a Puerto Rico. En 1877 fue premiada su obra L’Atlàntida en los Juegos Florales de Barcelona, obteniendo por ello una enorme repercusión nacional e internacional. Entre 1877 y 1889 realizó numerosos viajes por la península, el centro y el norte de Europa, la costa magrebí, las Baleares, Italia y Tierra Santa. Durante los veranos aprovechaba para conocer a fondo la geografía catalana y la pirenaica, que recorrió de un extremo al otro. Este periodo es el más productivo de su carrera. Compuso: Idil•lis i cants místics, Llegenda de Montserrat, Canigó, Pátria, Dietari d’un pelegrí a Terra Santa, etc. En marzo de 1902, muy enfermo, fue trasladado a Villa Joana, en Vallvidrera, donde murió el 10 de junio. Recibió sepultura en el cementerio de Montjuïc, después de un entierro al que asistieron cerca de trescientas mil personas, el más multitudinario de la historia de Barcelona, en reconocimiento a su papel como Poeta de Cataluña. La finca donde murió Jacint Verdaguer ha sido convertida en museo y se puede visitar. El Principado de Andorra recuerda la estancia de Jacint Verdaguer en su territorio. En 1883, procedente de la Pica d’Estats, entró a pie el 25 de agosto por el puerto de Creussans (Ordino) y salió el 7 de septiembre por Sant Julià de Lòria. Visitó los valles de Ordino, Andorra la Vella, Escaldes, Engolasters y toda la ribera del valle del Valira de Oriente. Ascendió al pico de Casamanya y al pico d’Anrolat y subió a los lagos dels Pessons. De todo ello escribió una detallada crónica en uno de sus cuadernos de viaje. En el libro Canigó incluyó también diversas referencias a los lugares y a los símbolos andorranos y escribió una versión de la leyenda del lago de Engolasters. Por todo ello, Jacint Verdaguer es homenajeado a lo largo de toda la geografía andorrana con numerosos monumentos y placas, además de la calle que Andorra la Vella, la capital, ha dedicado a su memoria.


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Mensaje por Invitado Lun 13 Sep 2010, 9:03 pm

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Fernando III de Castilla (Peleas de Arriba, Zamora o Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, c. 5 de agosto de 1199 – Sevilla, 30 de mayo de 1252), llamado el Santo, rey de Castilla[1] (1217 – 1252) y de León[1] (1230 – 1252). Hijo de Berenguela I, reina de Castilla, y de Alfonso IX, rey de León. Durante su reinado se unificaron definitivamente las coronas de Castilla y León, que habían permanecido divididas desde la época de Alfonso VII el Emperador, quien a su muerte las repartió entre sus hijos, los infantes Fernando y Sancho.

Durante su reinado fueron conquistadas y arrebatadas a los musulmanes, en el marco de la Reconquista, entre otras plazas, las ciudades de Córdoba, Sevilla, Jaén y Murcia, obligando con ello a retroceder a los reinos musulmanes, que, al finalizar el reinado de Fernando III el Santo, únicamente poseían en la Península Ibérica las actuales provincias de Huelva, Cádiz, Málaga, Granada y Almería.

Fue canonizado en 1671, siendo papa Clemente X, y reinando en España Carlos II.

A la muerte de su padre, Alfonso IX, rey de León, en 1230, los partidarios de Fernando no respetaron su testamento, reivindicando el trono de León, que el rey, su padre, había legado a Sancha y Dulce, hijas de su matrimonio con Teresa de Portugal. Tras una reunión entre las dos reinas consortes, Teresa de Portugal y Berenguela de Castilla, se firma el Tratado de Valencia de Don Juan, en el que se declara la inviabilidad del testamento de Alfonso IX y el traspaso de la corona de León a Fernando a cambio de una compensación económica a Dulce y Sancha, que incluía la cesión de tierras que se reincorporarían a Castilla cuando éstas murieran. De ese modo se unieron dinásticamente -siguieron conservando Cortes, leyes e instituciones diferentes- León y Castilla en la persona de Fernando.

Tras lograr la unión de sus reinos, se dedica de manera sistemática a la conquista del valle del Guadalquivir. En 1231 tomó la plaza de Cazorla en Jaén, junto al arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada. Las fuerzas reales se adueñan posteriormente de la campiña cordobesa y de forma inesperada se apoderan de la capital cordobesa en 1236. En 1240 se apoderó de Lucena. En 1243, el rey del taifa de Murcia se sometió a vasallaje y poco después su hijo, el Infante Alfonso, ocupó el reino murciano de forma pacífica. En 1244, se establecen las fronteras con el Reino de Aragón en el Tratado de Almizra, asignando al reino de Castilla las plazas de Orihuela, Elche y Alicante.
Desde entonces fue avanzando por el Guadalquivir. Jaén es conquistada tras años de ataques en 1246, y en noviembre del año 1248 se apodera de Sevilla, tras quince meses de asedio y con el auxilio del marino Ramón de Bonifaz, a quien el rey había encargado en 1247 la formación de una flota con naves procedentes del Cantábrico y con la que habría de remontar el río Guadalquivir y completar el cerco sobre la ciudad. A la toma de Sevilla siguió la de Medina Sidonia y Arcos de la Frontera, entre otras. Cuando falleció en 1252, preparaba una expedición contra el norte de África, tratando de evitar las posibles

Tras la invasión musulmana y las capitulaciones de Teodomiro, poco a poco fueron asentándose en el sureste peninsular diversos contingentes musulmanes: sirios y egipcios se unieron a la población hispano-visigoda previa; ésta última, con el tiempo, se vio dividida entre mozárabes y muladíes, al convertirse buena parte de ella al islam. El componente bereber, más pobre, tendió a asentarse en las tierras interiores del reino, menos feraces.

Durante la dominación musulmana, Murcia estaba muy integrada en los circuitos comerciales del mundo musulmán. Poseía una buena densidad de población (ver tabla), no sólo en las ciudades sino también en poblamientos más pequeños y dispersos (alquerías) tanto en las sierras del Noroeste como en los tramos más meridionales.

Debemos tener presente que la conquista castellana se produce como consecuencia de un proceso paulatino de debilitamiento militar del emirato hudita: razzias primero, parias después, para seguir con el protectorado y la ocupación final. Sin embargo, el proceso condujo a la huida de los musulmanes que, supuestamente, debían haber seguido explotando las tierras. Pese a las disposiciones repobladoras y los privilegios de Alfonso X, los musulmanes murcianos habían abandonado el reino 60 años después de su conquista.


Los motivos castellanos para afrontar la conquista se pueden resumir en:

. Asegurarse un puerto natural (Cartagena), estratégico y bien defendido, en el Mediterráneo.
. Cortar la expansión meridional de la Corona de Aragón.
. Abrir un segundo frente con Granada y, a consecuencia del primer punto, bloquear más eficazmente el tráfico marítimo granadino.

En la primavera de 1243, el Infante don Alfonso, en nombre de su padre, Fernando III de Castilla y León, e Ibn Hud firman el Tratado de Alcaraz por el que el emirato musulmán de Murcia se somete al protectorado de Castilla. Las ciudades que no aceptaron el Tratado de Alcaraz (Mula, Lorca, Cartagena) fueron conquistadas militarmente y quedaron desde el principio bajo la autoridad directa del rey castellano. Aunque la repoblación no fue muy numerosa, sí que provocó una primitiva castellanización de tales territorios; naturalmente, por sus ventajas materiales, se adoptaron técnicas y costumbres musulmanas en cuanto a la explotación de la tierra.

Parece segura la existencia de población mozárabe en el reino, en varias localidades y pequeños núcleos. Existió un resurgimiento mozárabe en el siglo XI, manteniéndose la lengua romance, como atestigua Ibn Sida, sabio murciano, en su diccionario Almojaris. Al punto de la conquista, sin embargo, su número era muy escaso por las persecuciones a que fueron sometidos por los almohades.


En la Huerta de Murcia, el poblamiento castellano se concentró en la ciudad, permaneciendo los mudéjares en el campo, como propietarios de las tierras. A partir de 1257 se va incrementando la penetración castellana en la huerta por donadío de Alfonso X a los castellanos de la ciudad.

La escasa población castellana, la presión sobre la población mudéjar, la guerra con Granada e incumplimientos sobre las capitulaciones del emirato, provocaron la sublevación mudéjar de 1264-66:

La Donación a Órdenes Militares aseguró el Noroeste del reino. La orden de Santiago dominaba el curso alto del río Segura desde Segura de la Sierra. La del Temple controlaba Caravaca, Cehegín y Bullas. La orden de San Juan de Jerusalén señoreaba Calasparra y Archena.

Tras la sublevación de 1264 y la capitulación de febrero de 1266, se llevó a cabo la segunda repartición, por Jaime I el Conquistador. Al ejército aragonés se le unió un fuerte contingente castellano que logró, por sí mismo, recuperar la totalidad de la provincia a excepción del norte del reino, la capital y su área. Una vez aplastada la sublevación, había que repoblar pero manteniendo la masa de población musulmana, como única mano de obra cualificada, capaz del trabajo y aprovechamiento de las tierras.

La situación demográfica consistía en una mayor densidad de población musulmana; una mayoría, al comienzo y en proporción, de gentes de la Corona de Aragón (los 10.000 peones que Jaime I licencia y asienta tras la represión de la sublevación mudéjar) y falta de pobladores castellanos. Muchos de éstos últimos, sin embargo, pertenecían al contingente castellano que recuperó Lorca y Cartagena. Los aragoneses y catalanes fueron incorporados a los usos y leyes de la Corona de Castilla; no obstante, en los primeros años se usó indistintamente, en el noreste del reino y en la capital, del derecho castellano y del aragonés. El 16 de mayo de 1272, Alfonso X dispuso que sólo tuviera vigencia el fuero que había concedido a Murcia. Ya por esas fechas, habían abandonado el reino gran cantidad de mudéjares.

La política aragonesa de repoblación la reflejó el propio rey don Jaime I, cuando decía que prefería "dotar espléndidamente a cien ricos hombres ("hombres de valor") que quedaran en la ciudad y tuvieran fuerzas suficientes para defenderla y asegurar su permanencia a la Corona de Castilla. Tales donaciones debían ser grandes propiedades de más de 200 tahúllas (223.580 metros cuadrados).

Por contra, la política castellana de repoblación, basada en la experiencia sevillana y en el mejor conocimiento del terreno, prefería muchos pobladores en repartos metódicos y de no mucha extensión, que sirvieran para incorporar rápidamente al reino de Murcia las costumbres, leyes y usos de Castilla; igualmente, la poca extensión de las tierras concedidas y su diseminación (cuando se concedían varios lotes a una misma persona) aseguraban la desconcentración del poder nobiliario y la preeminencia de los Concejos de realengo. Se crearon Concejos de gran extensión: Murcia, Orihuela, Cartagena, Lorca, Alicante, Mula.

Finalmente, quedó sin efecto la capitulación firmada por los mudéjares sublevados con Jaime I. Se les aseguró libertad, posesiones y rentas suficientes para que no abandonaran el territorio: les quedó, aproximadamente, la mitad de la ciudad y su arrabal de la Arrixaca. La castellanización mantuvo la discriminación de musulmanes y judíos respecto a los cristianos (invirtiendo la distribución del poblamiento capitalino; los cristianos y mozárabes, intramuros; musulmanes y judíos, extramuros). También se fusionaron en la capital, bajo el concepto de "vecinos de Murcia", los pobladores aragoneses, catalanes, ultrapirenaicos, italianos y castellanos. Quedaron distribuidos por parroquias, como aún se puede percibir a día de hoy.

Conforme disminuya la población mudéjar (por emigración a Granada), decrecerá la prosperidad económica. La ocupación aragonesa entre 1296 y 1305, supondrá la pérdida casi completa de población mudéjar. El abandono de las tierras de cultivo promoverá el desarrollo de la ganadería. Tras la paz con Aragón, con la Sentencia de Torrella (1304), el foco de inestabilidad pasó a la frontera sur con Granada, con constantes razzias que alcanzan la huerta de la misma capital.

Contra Granada entablan los repobladores combates y correrías. Hasta la expulsión de los moriscos, en el siglo XVII, Murcia es, humanamente, una masa, principalmente cristiana, insertada entre dos territorios (Granada y Valencia) con abundante población mudéjar.

En estas condiciones, la organización económica se orienta a la autosuficiencia: Las guarniciones protegen a pastores y campesinos y se dejó la explotación de grandes superficies. Como consecuencia, se reconstruyó la masa forestal y la fauna, se desarrolló la apicultura y el pastoreo. Al coincidir la conquista castellana (1266) con la formación de la Mesta (1273), los grandes rebaños transhumantes de La Mancha y Cuenca acceden a los pastos de invierno del Campo de Cartagena.

A lo anterior se debe añadir la industria de guerra, subvencionada por los municipios, el botín, el tráfico de esclavos y los rescates de prisioneros, sobre todo en Lorca y Cartagena.

En cuanto a los repobladores, se trató de asegurar a cada cual, según su nivel social, un medio económico suficiente para mantener un nivel de vida que aún les permitiera esperanzas de mejora.

Damos a continuación unas cifras referentes a los repartimientos y repoblación de dos áreas significativas que nos ilustrarán un poco sobre aquellos que, tras jugarse la vida en la reconquista del reino, fueron gratificados son tierras y casas. En la Huerta de Murcia se asentaron sobre tres mil pobladores, de los cuales unos 400 serían religiosos. Como tales pobladores llevarían consigo a sus familias, considerando una media de 4 personas por familia, obtendríamos un total de unas 10.200 personas.

En el Campo de Cartagena, la rambla del Albujón constituyó la divisoria entre el Concejo de Murcia y el de Cartagena. El campo de Cartagena tuvo un uso, especialmente, como pastos de ganado caprino y lanar en régimen de transhumancia. Sus repobladores fueron, sobre todo, catalanes y castellanos. La población mudéjar pasó a trabajar la tierra en calidad de arrendatarios de las familias repobladoras, que no siempre estuvieron presentes.

Del estudio de los apellidos de los repobladores del Campo de Cartagena, se sigue en el siglo XIII que, de 128 repobladores, 80 son catalanes, lo que resultaría en unas 512 personas. En la 1ª mitad del s. XVI, resultan 489 repobladores (45 catalanes) que resultarían en unas 1.956 personas. En la 2ª mitad del s. XVI, de 31 repobladores, 8 son catalanes, que resultarían en unas 124 personas. En el s. XVII se asientan 102 pobladores (24 catalanes), lo que resulta en unas 408 personas.


Mapa de repoblamiento.

1.- Huerta de Murcia y Orihuela y Noreste del Reino.- Más de la mitad: catalanes, aragoneses, valencianos y mallorquines; una cuarta parte: castellanos; otra cuarta parte: ultrapirenaicos e italianos.

2.- Costa. (Cartagena, La Unión, Mazarrón).- Siglo XIII: Dos tercios de catalanes, aragoneses, valencianos; una cuarta parte: castellanos; resto: ultrapirenaicos e italianos. Sin embargo, en siglos sucesivos (XVI y XVII) la proporción se invirtió. A partir de 1830, la zona costera comprendida entre La Unión y Mazarrón vió doblarse su población a consecuencia de las explotaciones mineras; el principal componente de esta inmigración fue andaluz.

3.- Altiplano.- Más de la mitad: castellanos; sobre un tercio: catalanes o aragoneses.

4.- Lorca (Comarca del Guadalentín).- Más de la mitad: castellanos; sobre un tercio: catalanes o aragoneses.

5.- Noroeste de Murcia.- Órdenes Militares: castellanos.

Hemos de considerar, para completar este cuadro general, que en el siglo XIV se produjo una gran crisis. Hubo guerra con Granada y Aragón, hambre y una peste que mató a la mitad de la población. Al final de este siglo el reino apenas contaba con unos 30.000 habitantes, un tercio de ellos en la capital. Murcia tenía 10.000 habitantes, Chinchilla: 4.000, Lorca: 3.000, Albacete: 1.500, Cartagena: 800.


Los repoblamientos de la primera mitad del siglo XV tienen un fuerte componente humano procedente de la Corona de Aragón. También se incorporan musulmanes de esa procedencia y algunos granadinos. Ocuparán poblamientos del interior (Ricote o Albudeite, por ejemplo). Una población de unos 30 000 murcianos, sobre el tercer cuarto del siglo XV, hace que la iniciativa militar frente a Granada se vaya decantando hacia el lado cristiano.

Al terminar la Reconquista, en 1492, y producirse la unidad ibérica, Murcia se ve libre de su condición de frontera militar con dos reinos. Permanece aún el peligro procedente de los piratas berberiscos, pero éste es ya un peligro muy limitado, en el espacio, a las zonas costeras. Los Reyes Católicos inician una política de limitación de los señoríos y aumento de la base territorial de realengo.

El efecto económico es que Murcia se incorpora a Europa como una región periférica: produce materias primas y consume manufacturas. Al ser un territorio fronterizo durante casi 250 años, se aúnan el despoblamiento y la baja producción agrícola.

La expulsión de los judíos, en 1492, tuvo relativamente poca importancia demográfica en Murcia. Su hueco, más sensible, en la organización económica fue ocupado por extranjeros o por los que optaron por la conversión.

Más importantes fueron los movimientos humanos hacia el exterior. La guerra con Granada no significó sólo pérdidas en combate, también y en mayor medida por el establecimiento de murcianos en las tierras conquistadas (por ejemplo, en 1503, en Baza, fueron establecidos 141 caballeros y peones murcianos, con sus familias). Hasta el siglo XIX, inclusive, muchos murciano emigrarán a Andalucía en épocas de hambres, crisis o epidemias.

Para compensar, los señores y comendadores aprovecharon para repoblar ciertos lugares con musulmanes procedentes del reino de Granada.


Conforme se incrementaron los esfuerzos para lograr la unificación religiosa, se aproximó la hora de la conversión forzosa o la expulsión. Ya en 1503 los moros de Murcia se adelantan a la orden real y solicitan la conversión. ¿Qué los motivó?.

Básicamente, lo mismo que a los hispano-godos que se convirtieron al Islam 800 años atrás: vivir en paz y, sobre todo, acceder a un status jurídico superior que mejoraría sensiblemente sus obligaciones fiscales y sus derechos políticos. Rápidamente se encargarían de ejercer sus nuevos derechos con la interposición de pleitos donde hacen valer su derecho a sus peticiones por su, precisamente, condición de "nuevos cristianos" o "antiguos moros".

Para 1530, la población morisca suponía un 15 % (7 500 personas, aproximadamente) de los habitantes del Reino. Pero no debemos llamarnos a engaño; se ha perdido la continuidad humana y cultural entre el antiguo emirato y el nuevo Reino. Éstos no son descendientes de los primitivos pobladores o de los invasores bereberes, egipcios y sirios asentados a lo largo de los siglos VIII al IX. Unos de procedencia hispana, otros de ascendencia asiática o africana pero, en suma, ajenos a una tierra de pobladores mayoritariamente cristianos que al fin les asimilaría o expulsaría en el siglo XVII.



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Mensaje por Invitado Mar 14 Sep 2010, 6:00 pm

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Ramón Carande y Thovar (* Palencia; 4 de mayo de 1887 – † Almendral, Badajoz; 1 de septiembre de 1986), historiador y economista español, considerado como autoridad en la historia económica española.

Hijo del abogado Manuel Carande Galán, natural de Carrión de los Condes (Palencia), y de la extremeña Ascensión Thobar Uribe. Pasó su infancia en el pueblo de su padre, donde llevó a cabo parte estudios de segunda enseñanza. En 1902, superó el examen de grado de bachiller en el Instituto de Santander.

Estudió en la Universidad de Madrid las carreras de Derecho y Económicas, doctorándose en Derecho por la Universidad Central con una tesis titulada "Notas para un estudio sobre el trabajo", defendida en 1910, y publicada más adelante, en 1916, con el título de "Notas para un estudio de la naturaleza económica del trabajo".

Con la intención de ampliar estudios en Múnich, Viena y Berlín con Gustav Schmoller y Werner Sombart, tutelado desde España por Eduardo de Hinojosa, Antonio Flores de Lemus y Francisco Giner de los Ríos.

Catedrático de Economía Política y Hacienda Pública de las Universidades de Murcia, nombrado el 28 de noviembre de 1916 y toma de posesión de 15 de diciembre de 1916, donde fue Decano; y por una permuta de puesto, de Sevilla, en 1927, donde inicia su labor investigadora destacando el estudio en el Archivo de Indias y en otras instituciones; también fue Rector durante la Dictablanda, cesando el 30 de marzo de 1931, por motivos políticos.

Honores
Doctor honoris causa por la Universidad de Lille, en 1960; la Universidad de Colonia, en 1969; la Universidad Complutense de Madrid, en 1977; la Universidad de Valladolid, en 1983; y la Universidad de Salamanca, en 1984.
Académico de la Historia, en la que ingresó en 1949 con un discurso sobre El crédito en Castilla en el precio de la política imperial (1949)
Hijo Predilecto de Andalucía en 1983.
Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, en 1985.
Una residencia de estudiantes de la Universidad de Sevilla "Rector Ramón Carande" lleva su nombre, así como un instituto de bachillerato Sevilla. En este instituto el propio Ramón Carande instituyó el premio de investigación escolar que lleva su nombre.
Fue nombrado Cartero honorario, por la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos el 19 de julio de 1984.


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Mensaje por Invitado Mar 14 Sep 2010, 6:12 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 27_abr_01g

Fecha de Emisión 27/04/2006
Estampación Huecograbado
Papel Estucado, engomado, fosforescente
Dentado 13 3/4
Tamaño del sello 28, 8 x 40,9 mm. (vertical)
Valor facial de los sellos 2,33 €
Efectos en pliego 50
Tirada 1.000.000


Al cumplirse el Centenario de la Coronación de Nuestra Señora Santa María de los Remedios, se pone en circulación un sello conmemorativo que reproduce la imagen de esta venerada Virgen extremeña patrona de Fregenal de la Sierra (Badajoz).
La imagen de Nuestra Señora Santa María de los Remedios es una talla completa con rasgos góticos que se halla en posición de caminar al tener adelantada una de las piernas. De gran finura y elegancia, se encuentra vestida con camisa azul y falda verde con decoraciones florales. En uno de los brazos sostiene un Niño Jesús, no original de la imagen, al que se conoce con el nombre de Luquitas, ya que según cuenta la tradición fue donado por un torero con este nombre a la Virgen en acción de gracias. A partir de una determinada época, la imagen comenzó a ser vestida y cuenta con un valioso ajuar en el que destacan cuatro mantos grandes bordados en oro, pedrería y marfil y numerosos mantos chicos realizados con ricas telas. Posee, también, sendas coronas de oro y piedras preciosas, adquiridas por suscripción popular, con las que fueron coronadas canónicamente las imágenes de la Virgen y el niño en 1906.
La imagen mariana se encuentra en el Santuario de Ntra. Sra. de los Remedios, situado a escasos kilómetros de Fregenal de la Sierra. El edificio, que combina en su exterior la cal, el ladrillo rojo y la piedra de granito, comenzó a construirse en 1619 y, tras sucesivas ampliaciones y reformas, se finalizó en 1785. En su interior cuenta con el camarín de la Virgen, de planta de cruz griega, cuyos muros estucados reproducen formas vegetales y columnas de fustes lisos y marmóreos. En las paredes se encuentran doce hornacinas alusivas a distintos momentos de la vida de la Virgen así como otras profusas decoraciones y policromados, rematado todo ello bajo una luminosa linterna.
El trono donde se encuentra la imagen se compone de una base inferior sobre la que se apoya la peana de la Virgen y cuatro columnas arqueadas con ángeles, que portan una gran corona sobre la imagen. Todo el conjunto es dorado y está realizado en madera. Una inscripción interior atribuye la obra a José Escribano y José Domínguez, en 1860, y el dorado data de 1884.
Fregenal de la Sierra, localidad situada al sur de la provincia de Badajoz y declarada Conjunto Histórico Artístico de Interés Cultual por la Junta de Extremadura en 1991, festeja a su patrona el lunes siguiente al primer domingo de Pascua.


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Mensaje por Invitado Mar 14 Sep 2010, 11:05 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 Miguel

Miguel Hernández Gilabert (Orihuela, 30 de octubre de 1910 – Alicante, 28 de marzo de 1942) fue un poeta y dramaturgo de especial relevancia en la literatura española del siglo XX. Aunque tradicionalmente se le ha encuadrado en la generación del 36, Miguel Hernández mantuvo una mayor proximidad con la generación anterior hasta el punto de ser considerado por Dámaso Alonso como «genial epígono de la generación del 27».

Infancia y juventud.

Nació el 30 de octubre de 1910 como segundo hijo varón en una familia de Orihuela dedicada a la crianza de ganado. Pastor de cabras desde muy temprana edad, Miguel fue escolarizado entre 1915 y 1916 en el centro de enseñanza «Nuestra Señora de Monserrat» y de 1918 a 1923 recibe educación primaria en las escuelas del Amor de Dios; en 1923 pasa a estudiar el bachillerato en el colegio de Santo Domingo de Orihuela, regentado por los jesuitas, los que le proponen para una beca con la que continuar sus estudios, que su padre rechaza. En 1925 abandonó los estudios por orden paterna para dedicarse en exclusiva al pastoreo, aunque poco tiempo después cursa estudios de derecho y literatura. Mientras cuida el rebaño, Miguel lee con avidez y escribe sus primeros poemas.

Por entonces, el canónigo Luis Almarcha Hernández inicia una amistad con Miguel y pone a disposición del joven poeta libros de San Juan de la Cruz, Gabriel Miró, Paul Verlaine y Virgilio entre otros. Sus visitas a la Biblioteca Pública son cada vez más frecuentes y empieza a formar un improvisado grupo literario junto a otros jóvenes de Orihuela en torno a la tahona de su amigo Carlos Fenoll. Los principales participantes en aquellas reuniones son, además de Miguel y el propio Carlos Fenoll, su hermano Efrén Fenoll, Manuel Molina, y José Marín Gutiérrez, futuro abogado y ensayista que posteriormente adoptaría el seudónimo de «Ramón Sijé» y a quien Hernández dedicará su célebre Elegía. A partir de este momento, los libros serán su principal fuente de educación, convirtiéndose en una persona totalmente autodidacta. Los grandes autores del Siglo de Oro: Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y, sobre todo, Luis de Góngora, se convertirán en sus principales maestros.

Segundo viaje a Madrid.

Tras este prometedor comienzo marcha a Madrid por segunda vez para obtener trabajo, esta vez con mejor fortuna, pues logra primero ser nombrado colaborador en las Misiones Pedagógicas y más tarde le escoge como secretario y redactor de la enciclopedia Los toros su director y principal redactor, José María de Cossío, que será en adelante su más ferviente entusiasta. Colabora además con asiduidad en Revista de Occidente y mantiene una tórrida relación con la muy liberada pintora Maruja Mallo, que le inspira parte de los sonetos de El rayo que no cesa. Se presenta a Vicente Aleixandre y hace amistad con él y con Pablo Neruda; este es el origen de su breve etapa dentro del Surrealismo, con aliento torrencial e inspiración telúrica. Su poesía por entonces se hace más social y manifiesta a las claras un compromiso político con los más pobres y desheredados. En diciembre de 1935 muere su fraternal amigo de toda la vida, Ramón Sijé, y Miguel le dedica su extraordinaria Elegía, que provoca el difícil entusiasmo de Juan Ramón Jiménez en una crónica del diario El Sol.

Guerra Civil.

Al estallar la Guerra Civil, Miguel Hernández se alista en el bando republicano. Hernández figura en el 5º Regimiento y pasa a otras unidades en los frentes de la batalla de Teruel, Andalucía y Extremadura. En plena guerra, logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al frente de Jaén. En el verano de 1937 asistió al II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas celebrado en Madrid y Valencia, y más tarde viajó a la Unión Soviética en representación del gobierno de la República, de donde regresó en octubre para escribir el drama Pastor de la muerte y numerosos poemas recogidos más tarde en su obra El hombre acecha. En diciembre de 1937 nace su primer hijo, Manuel Ramón, que muere a los pocos meses y a quien está dedicado el poema Hijo de la luz y de la sombra y otros recogidos en el Cancionero y romancero de ausencias, y en enero de 1939 nace el segundo, Manuel Miguel, a quien dedicó las famosas Nanas de la cebolla. Escribe un nuevo libro: Viento del pueblo. Destinado a la 6ª división, pasa a Madrid.

Prisión y muerte.

En abril, el general Francisco Franco declaró concluida la guerra y se había terminado de imprimir en Valencia El hombre acecha. Aún sin encuadernar, una comisión depuradora franquista, presidida por el filólogo Joaquín de Entrambasaguas, ordenó la destrucción completa de la edición. Sin embargo, dos ejemplares que se salvaron permitieron reeditar el libro en 1981.

Su amigo Cossío se ofreció a acoger al poeta en Tudanca, pero este decidió volver a Orihuela. Pero en Orihuela corría mucho riesgo, por lo que decidió irse a Sevilla pasando por Córdoba, con la intención de cruzar la frontera de Portugal por Huelva. La policía de Salazar lo entregó a la Guardia Civil. [2] [3] Desde la cárcel de Sevilla lo trasladaron al penal de la calle Torrijos en Madrid (hoy calle del Conde de Peñalver), de donde, gracias a las gestiones que realizó Pablo Neruda ante un cardenal, salió en libertad inesperadamente, sin ser procesado, en septiembre de 1939. Vuelto a Orihuela, fue delatado y detenido y ya en la prisión de la plaza del Conde de Toreno en Madrid, fue juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940. Cossío y otros intelectuales amigos, entre ellos Luis Almarcha Hernández,[4] amigo de la juventud y vicario general de la Diócesis de Orihuela (posteriormente obispo de León en 1944), intercedieron por él, conmutándosele la pena de muerte por la de treinta años. Pasó a la prisión de Palencia en septiembre de 1940 y en noviembre al Penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió celda con Buero Vallejo. Allí enfermó. Padeció primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina a las 5:32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos, hecho sobre el que su amigo Vicente Aleixandre compuso un poema.[5] Fue enterrado en el nicho número mil nueve del cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante, el 30 de marzo.

Actualmente sus restos mortales reposan en una sepultura del mismo cementerio, junto a los de su mujer Josefina Manresa y su hijo, dicha sepultura, fácilmente identificable, es muy visitada

Obras.

Perito en lunas, Murcia, La Verdad, 1933 (Prólogo de Ramón Sijé).
El rayo que no cesa, Madrid, Héroe, 1936.
Viento del pueblo. Poesía en la guerra, Valencia, Socorro Rojo Internacional, 1937 (Prólogo de Tomás Navarro Tomás).
El labrador de más aire, Madrid - Valencia, Nuestro Pueblo, 1937.
El rayo que no cesa, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1949 (Prólogo de José María Cossío. Incluye poemas inéditos).
Seis poemas inéditos y nueve más, Alicante, Col. Ifach, 1951.
Obra escogida, Madrid, Aguilar, 1952 (Incluye poemas inéditos).
Cancionero y romancero de ausencias, (1938–1941), Buenos Aires, Lautaro, 1958 (Prólogo de Elvio Romero).
Antología, Buenos Aires, Losada, 1960 (Selec. y Prólogo de Mª de Gracia Ifach. Incluye poemas inéditos).
Obras completas, Buenos Aires, Losada, 1960 (Ordenada por E. Romero. Prólogo de Mª de Gracia Ifach).
El hombre acecha, Santander, Diputación, 1961 (Facsímil de la primera edición de 1939 perdida en imprenta).
Obra poética completa, Madrid, Zero, 1979 (Introducción, estudio y notas de Leopoldo de Luis y Jorge Urrutia).
24 sonetos inéditos, Alicante, Instituto de estudios Juan Gil-Albert, 1986 (Edición de José Carlos Rovira).

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Mensaje por Invitado Mar 14 Sep 2010, 11:27 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 00_oct_13

Fecha de Emisión 27/10/2000
Estampación Huecograbado
Papel Estucado, engomado, y fosforescente
Dentado 13 3/4
Tamaño del sello 28,8x40,9 mm.(vertical)
Valor facial de los sellos 70 Pesetas
Efectos en pliego 50 efectos
Tirada 1.500.000

Alfredo Kraus Trujillo (Las Palmas de Gran Canaria, 24 de noviembre de 1927 – Madrid, 10 de septiembre de 1999) fue un cantante (tenor) y profesor de canto español, de madre española y padre austriaco. Es considerado uno de los mejores tenores líricos ligeros de la segunda mitad del siglo XX. Su personaje más conocido fue Werther, de la ópera homónima de Jules Massenet.

Trayectoria.

Kraus inició sus estudios musicales con lecciones de piano a los cuatro años de edad, y cantando en el coro de la escuela a los ocho. Debutó internacionalmente en el Teatro Real de El Cairo en 1956 con el papel del Duque de Mantua en la ópera Rigoletto de Verdi y con el papel de Mario Cavaradossi en la ópera Tosca, de Puccini. Dos años después, el 27 de marzo de 1958, en el Teatro Nacional de São Carlos de Lisboa se presenta junto a Maria Callas, en una legendaria producción de la ópera La Traviata que fue grabada. Siguieron debuts en Londres en 1959 (Lucia di Lammermoor), Milán en 1960 (La sonnambula), Chicago en 1962 y New York en 1966 (Rigoletto) .

En 1959 protagoniza la película Gayarre dando vida al tenor navarro dirigida por Domingo Viladonat.

Kraus también fue un destacado intérprete de zarzuela con grandes éxitos como: "La tabernera del puerto", "Doña Francisquita", "La Revoltosa"...

Recibió el Premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación en 1985,[1] y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1991.

La crítica internacional y el público más entendido y exigente han considerado a Alfredo Kraus como uno de los mejores tenores líricos del mundo y el más grande belcantista de su generación. [cita requerida]

Fue un aplaudido intérprete de Óperas como La Traviata, Lucia di Lammermoor, La Sonnambula, La Fille du Regiment, Werther, Romeo y Julieta, Rigoletto, Lucrezia Borgia, El Barbero de Sevilla, Les Contes d'Hoffmann, I Puritani...

En sus últimos años se dedicó a la docencia, junto con los maestros Suso Mariátegui y Edelmiro Arnaltes. Fue maestro de jóvenes intérpretes como el tenor venezolano Aquiles Machado, el tenor italiano Giuseppe Filianoti y el tenor griego Mario Frangoulis. Finalmente y como honor inédito en la historia de un artista vivo, el auditorio de su ciudad natal, se llamó Auditorio Alfredo Kraus de Gran Canaria.

Falleció en 1999, a los 71 años.

Honores.

Gran Cruz de la Orden de Alfonso X El Sabio
Encomienda de número de la Orden de Isabel La Católica
Medalla de Oro de la Bellas Artes
Comendatore de la República Italiana
Verdi de Oro de Parma
Premio Metropolitan Opera House de Nueva York
Bellini de Oro de Catania
Comendadeur de L’Ordre des Arts et des Lettres de Francia
Premio Canarias de la Bellas Artes
Premio de la Academia Francesa del Disco
Medalla de Oro del Gran Teatro del Liceo de Barcelona
Premio Único Tito Schipa de Leche (Italia
Fiorino de Oro de Florencia
Kammersänger de Viena
Premio Enrico Caruso de Italia
Chavalier del’Ordre National de la Legión d’Honneur de la República Francesa
Premio Príncipe de Asturias de las Bellas Artes (España)
Medalla de la Royal Opera House de Londres
Miembro de Honor de la Opera del Estado de Austria
Medalla de la Gran Orden del Mérito Militar con Distintivo Blanco (concedida por SS.MM. el Rey Don Juan Carlos I de España)
Gran Cruz de Honor de las Ciencias y las Artes de Austria
Premio Donizzetti de Bérgamo.

Repertorio operístico.

Auditorio Municipal Alfredo Kraus de Majadahonda.Las siguientes óperas formaron parte del repertorio habitual de Alfredo Kraus durante toda su carrera o una parte importante de la misma.

Don Ottavio de Don Giovanni (Mozart)
Conde Almaviva de Il barbiere di Siviglia (Rossini)
Nemorino de L'elisir d'amore (Donizetti)
Ernesto de Don Pasquale (Donizett)
Gennaro de Lucrezia Borgia (Donizetti)
Edgardo de Lucía de Lammermoor (Donizetti)
Fernando de La favorita (Donizetti)
Tonio de La fille du régiment (Donizetti)
Carlo de Linda de Chamounix (Donizetti)
Elvino de La Sonnambula (Bellini)
Arturo Talbot de I Puritani (Bellini)
Jorge de Marina (Arrieta)
Nadir de Les pêcheurs de perles (Bizet)
Duca di Mantova de Rigoletto (Verdi)
Alfredo Germont de La Traviata (Verdi)
Fenton de Falstaff (Verdi)
Hoffmann de Les Contes d'Hoffmann (Offenbach)
Romeo de Romeo y Julieta (Gounod)
Faust de Faust (Gounod)
Faust de Mefistófeles (Boito)
Werther de Werther (Massenet)
Des Grieux de Manon (Massenet)
Gerald de Lakmé (Delibes)

Libros sobre Alfredo Kraus.

Eduardo Lucas (2007). Alfredo Kraus: Desde mis recuerdos
Alfredo Kraus: confidencias para una leyenda. Conversaciones con Francis Lacombrade. (2000)
Nino Dentici Burgoa (1992). Alfredo kraus: el arte de un maestro.

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Mensaje por Invitado Vie 17 Sep 2010, 6:16 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 ExtractimgPersonajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 VELAZQUEZ_4

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, 6 de junio de 1599 – Madrid, 6 de agosto de 1660) conocido como Diego Velázquez, fue un pintor barroco, considerado uno de los máximos exponentes de la pintura española y figura indiscutible de la pintura universal.

Pasó sus primeros años en Sevilla donde desarrolló un estilo naturalista de iluminación tenebrista por influencia de Caravaggio y sus seguidores. Se trasladó a Madrid y a los 24 años fue nombrado pintor del rey, y cuatro años después fue ascendido a pintor de cámara, el cargo más importante entre los pintores del rey. A esta labor dedicó el resto de su vida. Su trabajo a partir de entonces consistía en pintar retratos del rey, de su familia, así como otros cuadros para decorar las mansiones reales. Su estilo evolucionó hacia una pintura de gran luminosidad con pinceladas rápidas y sueltas. En esta evolución tuvo mucho que ver el estudio de la colección real de pintura y su primer viaje a Italia donde estudió tanto la pintura antigua como la contemporánea. En su madurez, a partir de 1631, pintó grandes obras como La rendición de Breda. En su última década su estilo se volvió más esquemático y abocetado alcanzando un dominio extraordinario de la luz. Este periodo se inauguró con el retrato del papa Inocencio X, pintado en su segundo viaje a Italia y a él pertenecen sus dos últimas obras maestras: Las Meninas y Las Hilanderas.

Su catálogo consta de 120-125 obras. El reconocimiento como pintor universal se produjo tardíamente, hacia 1850. Alcanzó su máxima fama entre 1880 y 1920, coincidiendo con los pintores impresionistas franceses para los que fue un referente. Manet se sintió maravillado con su pintura y lo calificó como «pintor de pintores» y «el más grande pintor que jamás ha existido».

En el final de su vida pintó sus dos composiciones más grandes y complejas, sus obras magistrales La fábula de Aracné (1658), conocida popularmente como Las Hilanderas, y el más celebrado y famoso de todos sus cuadros La familia de Felipe IV o Las Meninas (1656). En ellos vemos su estilo último donde parece representar la escena mediante una visión fugaz. Empleó pinceladas atrevidas que de cerca parecen inconexas pero contempladas a distancia adquieren todo su sentido, anticipándose a la pintura de Manet y a los impresionistas del siglo XIX en los que tanto influyó su estilo. Las interpretaciones de estas dos obras han originado multidud de estudios y son consideradas dos obras maestras de la pintura europea.

El último encargo que recibió del rey fue pintar cuatro pinturas mitológicas para el Salón de los Espejos, donde se colocaron junto a obras de Tiziano, Tintoretto, Veronés y Rubens, los pintores preferidos de Felipe IV. De las cuatro obras, sólo se ha conservado Mercurio y Argos, y las otras tres resultaron destruidas en el incendio del Alcázar en 1734. Esta pérdida es especialmente grave porque, por su tema, alguna de las pinturas incluía desnudos, un género poco común entre los pintores españoles de la época.

De acuerdo a la mentalidad de su época, Velázquez deseaba alcanzar la nobleza y fue propuesto para la Orden de Santiago en 1658. Se precisaba ser de ascendencia noble, no judío ni converso, y por ello el Consejo de órdenes Militares realizó una investigación sobre su linaje. Se tomó declaración a 148 testigos y fue rechazado al no encontrarse ascendencia noble en su abuela paterna ni en sus abuelos maternos. En estas circunstancias sólo la dispensa del Papa podía lograr que Velázquez fuese admitido en al Orden. Por suerte, Inocencio X apreciaba al pintor que tan certeramente le había retratado, y fue gracias a la dispensa papal que Velázquez consiguió pertenecer a la orden de Santiago el 28 de noviembre de 1659.

En 1660 el rey y la corte acompañaron a la infanta María Teresa a Fuenterrabía, cerca de la frontera francesa, donde se encontró con su nuevo esposo Luis XIV. Velázquez como aposentador real se encargó de preparar el alojamiento del séquito y de decorar el pabellón donde se produjo el encuentro. El trabajo debió ser agotador y a la vuelta enfermó de viruela.[30] Murió en Madrid el 6 de agosto de 1660. Fue enterrado al día siguiente con todos los honores de la Orden de Santiago en la iglesia de San Juan Bautista. Su mujer, Juana Pacheco, murió siete días después.

Además de los escritos de Francisco Pacheco sobre su juventud y de la biografía de Palomino, prácticamente contemporánea, se dispone de muchos documentos administrativos sobre acontecimientos que le sucedieron. Sin embargo nada se sabe de sus cartas, escritos personales, amistades o vida privada, que permitirían indagar en su vida, su trabajo y su pensamiento. Lo cual hace difícil la comprensión de la personalidad del artista.

Sí se conocen sus intereses en libros. Su biblioteca, muy numerosa para la época, estaba formada por 154 ejemplares sobre matemáticas, geometría, geografía, mecánica, anatomía, arquitectura y teoría del arte. Recientemente varios estudiosos a través de estos libros han intentado acercarse a la compresión de su personalidad.

Su estilo pictórico.

Hasta Los borrachos, Velázquez pintaba sus personajes con contornos precisos y destacándolos claramente de los fondos, sus pinceladas eran opacas y empastadas.

En su primer viaje a Italia realizó una radical transformación de su estilo. En este viaje el pintor ensayó nuevas técnicas buscando la luminosidad. Velázquez, que había ido desarrollando su técnica en los años anteriores, concluyó esta transformación a mediados de 1630 donde se considera que encontró su lenguaje pictórico mediante una combinación de pinceladas sueltas de colores transparentes y toques precisos de pigmento para resaltar los detalles.

A partir de La Fragua de Vulcano, pintada en Italia, la preparación de los cuadros cambió y se mantuvo el resto de su vida. Se componía básicamente de blanco de plomo aplicado con espátula, que formaba un fondo de gran luminosidad complementada con pinceladas cada vez más transparentes. En La rendición de Breda y en el Retrato ecuestre de Baltasar Carlos, pintados en la década de 1630, concluyó este cambio. El recurso de fondos claros y capas transparentes de color para crear una gran luminosidad eran frecuentes en pintores flamencos e italianos, pero Velázquez desarrolló esta técnica hasta extremos nunca vistos.

Esta evolución se produjo debido al conocimiento de la obra de otros artistas, especialmente la colección real y los cuadros que estudió en Italia. También por su relación directa con otros pintores, Rubens en su visita a Madrid y los que conoció en su primer viaje a Italia. Velázquez, por tanto, no hacía como los otros pintores que había en España que pintaban superponiendo capas de color. Él desarrolló su propio estilo de pinceladas diluidas y toques rápidos y precisos en los detalles. Estos pequeños detalles tenían mucha importancia en la composición. La evolución de su pintura prosiguió hacia una mayor simplificación y rápidez de ejecución. Su técnica, con el paso del tiempo, se volvió más precisa y esquemática. Fue el resultado de un amplio proceso de maduración interior.

El pintor no tenía la composición totalmente definida al principio, más bien prefería ajustarla según iba progresando el cuadro introduciendo modificaciones que mejorasen el resultado. No hacía dibujos preparatorios, simplemente hacía un bosquejo de las líneas generales de la composición. En muchas de sus obras sus célebres corecciones se aprecian a simple vista. Los contornos de las figuras se van superponiendo en el cuadro según modificada su posición, añadía o eliminaba elementos. A simple vista se pueden observar muchos de estos ajustes: modificaciones en la posición de las manos, de las mangas, en los cuellos, en los vestidos. Otra costumbre suya era retocar sus obras después de concluidas, en algunos casos estos retoques se produjeron mucho tiempo después.

La paleta de colores que empleaba era muy reducida utilizando en toda su vida los mismos pigmentos. Lo que varió con el tiempo es la forma de mezclarlos y aplicarlos.

El grado de acabado es otra parte fundamental de su arte y depende del tema. Las figuras son siempre la parte más elaborada, en el caso de la familia real están mucho más trabajadas que en los bufones donde se tomó las mayores libertades técnicas. En cuadros como La encajera la zona abocetada con amplias pinceladas ocupa gran parte del cuadro. A lo largo de su vida, en muchos retratos y otras composiciones mitológicas, religiosas o históricas aparecen estas zonas esbozadas. Para López Rey es claro que estas partes abocetadas tienen una intensidad expresiva intrínseca estando bien integradas en la composición del cuadro y puede considerarse parte del arte de Velázquez.

Reconocimiento de su pintura.

El reconocimiento de Velázquez como gran maestro es bastante tardío. Prácticamente hasta el principio del siglo XIX no aparece su nombre entre los artistas considerados mayores. Las causas son varias; Velázquez no acostumbraba a firmar sus obras, por lo que muchas se atribuían a otros artistas. Además, la mayor parte de su carrera la consagró al servicio de Felipe IV, por lo que casi toda su producción permaneció en los palacios reales, lugares poco accesibles al público. Al contrario que Murillo y Zurbarán, no dependió de la clientela eclesiástica y realizó pocas obras para iglesias y demás edificios religiosos, por lo que no fue un artista popular.


El retrato de Pablo de Valladolid (1636-37) fue de los más admirados por Manet.La obra de Velázquez comenzó a ser conocida cuando los viajeros extranjeros que visitaban España pudieron contemplarla en el Museo del Prado, que comenzó a mostrar las colecciones reales en 1819. Antes solo los que disponían de un permiso especial podían contemplar su obra en los palacios regios.

El reconocimiento de pintores y críticos fue creciendo. El estudio sobre el pintor de Stirling Maxwell, publicado en Londres en 1855 y traducido al francés en 1865, ayudó en el redescubrimiento del artista, se trataba del primer estudio moderno sobre la vida y obra del pintor. La revisión de la importancia de Velázquez concidió con un cambio de sensibilidad artística.

Cuando Manet realizó su famoso viaje de estudio a Madrid en 1865, la fama del pintor ya estaba establecida, pero nadie se sintió tan maravillado y fue quien más hizo por la comprensión y valoración de su arte. Lo calificó como el pintor de pintores y el más grande pintor que jamás ha existido.

Por tanto el surgimiento de Velázquez como pintor universal se produjo hacia 1850. En la segunda parte del siglo fue considerado como el realista supremo y el padre del arte moderno.

A finales de siglo se añadió la interpretación de Velázquez como un pintor protoimpresionista. Stevenson en 1899 estudió sus cuadros con mirada de pintor y encontró numerosa conexiones entre la técnica de Velázquez y los impresionistas franceses.

Ortega y Gasset situó el momento de máxima fama de Velázquez entre 1880 y 1920, coincidiendo con el tiempo de los impresionistas franceses.

Luego aconteció lo inverso, hacia 1920 el impresionismo y sus ideas estéticas declinaron y con él la consideración de Velázquez. Según Ortega comenzó un periodo que llamó de invisibilidad de Velázquez.

Relación de obras


El bufón Calabacillas (1637-39).
Menipo (1639).
Juan de Pareja (1649-50).
Cuadro conocido como el barbero del Papa (1649-50).
Último retrato de Felipe IV (1655).Vieja friendo huevos, 1618, óleo sobre lienzo, 100,5 x 119,5 cm, National Gallery of Scotland, Edimburgo
Cristo en casa de Marta y María. O Cristo en casa de Marta, h. 1618, óleo sobre lienzo, 60 x 103,5 cm, National Gallery, Londres
Varios retratos de Felipe IV (1623-1657)
La adoración de los Magos, 1619, óleo sobre lienzo, 204 x 126,5 cm, Museo del Prado, Madrid
San Juan en Patmos, h. 1619, óleo sobre lienzo, 135,5 x 102,2 cm, National Gallery de Londres
Imposición de la casulla a San Ildefonso, h. 1620 (?), óleo sobre lienzo, 166 x 120 cm, Centro Velázquez, Fundación Focus-Abengoa (Depósito del Excmo. Ayuntamiento), Sevilla
El aguador de Sevilla, h. 1620, óleo sobre lienzo, 106,7 x 81 cm, Apsley House, Museo Wellington, Londres
La mulata, hacia 1620, óleo sobre lienzo, 55 x 118 cm, National Gallery of Ireland, Dublín
El poeta don Luis de Góngora y Argote. O Retrato del poeta Luis de Góngora o, simplemente, Luis de Góngora, h. 1622, óleo sobre lienzo, 50,3 x 40,5 cm, Museo de Bellas Artes, Boston
Retrato del Conde-Duque de Olivares, 1624, óleo sobre lienzo, 206 x 106 cm, Museo de Arte, São Paulo
Felipe IV. O Felipe IV de cuerpo entero, terminado en 1623, retocado en 1628, óleo sobre lienzo, 198 x 101,7 cm, Museo del Prado, Madrid
Cristo y el alma cristiana o El Cristo de la columna, 1626-1628 (otras fuentes, 1632), óleo sobre lienzo, 165,1 x 206,4 cm, National Gallery, Londres
Felipe IV. O Busto de Felipe IV con coraza, h. 1628, óleo sobre lienzo, 58 x 44,5 cm, Museo del Prado, Madrid
El triunfo de Baco o Los borrachos, 1628-1629, óleo sobre lienzo, 165,5 x 227,5 cm, Museo del Prado, Madrid
Vista del jardín de la Villa Medicis, en Roma. Hay dos lienzos al óleo con este título, ambos datados en 1630 y que se conservan en el Museo del Prado de Madrid. Con el n.º de inventario 1210 aparece el que mide 48,7 x 43 cm; con el n.º 1211, el que mide 44,5 x 38,7 cm.
La fragua de Vulcano, 1630, óleo sobre lienzo, 223,5 x 290 cm, Museo del Prado, Madrid
La túnica de José, 1630, óleo sobre lienzo, 223 x 250 cm, Patrimonio Nacional, Monasterio de San Lorenzo de El Escorial
Doña María de Austria, La infanta Doña María (hermana del rey), o Doña María de Austria, reina de Hungría, 1630 (?), óleo sobre lienzo, 59,5 x 45,5 cm, Museo del Prado, Madrid
Don Diego del Corral y Arellano, c. 1631, óleo sobre lienzo, 215 x 110 cm, Museo del Prado, Madrid
El príncipe Baltasar Carlos con un enano, 1631, óleo sobre lienzo, 128,1 x 102 cm, Museo de Bellas Artes, Boston
Felipe IV en marrón y plata. También: Felipe IV, llamado «Silver Philip», 1631-1632, óleo sobre lienzo, 199,5 x 113 cm, National Gallery, Londres
Cristo crucificado o La Crucifixión, h. 1632 (otras fuentes: 1630), óleo sobre lienzo, 250 x 170 cm, Museo del Prado, Madrid
Tentación de Santo Tomás de Aquino o Santo Tomás, h. 1632, óleo sobre lienzo, Museo Diocesano de Arte Sacro, Orihuela
El bufón llamado don Juan de Austria, 1632-1633 (otras fuentes indican 1644), óleo sobre lienzo, 210 x 124,5 cm, Museo del Prado, Madrid
Felipe IV cazador. También: Felipe IV en traje de caza, h. 1632-1633, óleo sobre lienzo, 189 x 124,2 cm, Museo del Prado, Madrid
El cardenal infante don Fernando de Austria cazador. También: El infante Don Fernando en traje de caza, h. 1632-1633, óleo sobre lienzo, 191,5 x 107,8 cm, Museo del Prado, Madrid
El Conde-Duque de Olivares a caballo o Retrato ecuestre del conde duque de Olivares, 1634, óleo sobre lienzo, 314 x 240 cm, Museo del Prado, Madrid
Doña Antonia de Ipeñarrieta y Galdós y su hijo don Luis, 1634, óleo sobre lienzo, 205 x 115 cm, Museo del Prado, Madrid
Felipe IV a caballo. También: Felipe IV, a caballo y Retrato ecuestre de Felipe IV, 1634-1635, óleo sobre lienzo, 303,5 x 317,5 cm, Museo del Prado, Madrid
El príncipe Baltasar Carlos a caballo. También: El príncipe Baltasar Carlos, a caballo y Retrato ecuestre del príncipe Baltasar Carlos, 1634-1635, óleo sobre lienzo, 209,5 x 174 cm, Museo del Prado, Madrid
La rendición de Breda o Las lanzas, 1634-1635, óleo sobre lienzo, 307,5 x 370,5 cm, Museo del Prado, Madrid
La dama del abanico, h. 1635 (otras fuentes indican 1646), óleo sobre lienzo, 95 x 70 cm, Hertford House, Colección Wallace, Londres
El príncipe Baltasar Carlos cazador. También: El príncipe Baltasar Carlos, cazador y Baltasar Carlos en traje de caza, 1635-1636, óleo sobre lienzo, 191 x 102,3 cm, Museo del Prado, Madrid
Juan Martínez Montañés, junio de 1635-enero de 1636, óleo sobre lienzo, 110,5 x 87,5 cm, Museo del Prado, Madrid
Pablo de Valladolid, hacia 1636-1637, óleo sobre lienzo, 212,4 x 125 cm, Museo del Prado, Madrid
El bufón Calabacillas, llamado erróneamente el Bobo de Coria. O, simplemente, Juan de Calabazas, h. 1637-1639, óleo sobre lienzo, 106,5 x 82,5 cm, Museo del Prado, Madrid
El bufón Barbarroja, don Cristóbal de Castañeda y Pernia. O, simplemente, Castañeda, h. 1637-1640, óleo sobre lienzo, 200 x 121,5 cm, Museo del Prado, Madrid
Menipo, 1639-1641, óleo sobre lienzo, 178,2 x 93,5 cm, Museo del Prado, Madrid
Esopo, h. 1639-1641, óleo sobre lienzo, 179,5 x 94 cm, Museo del Prado, Madrid
La costurera, 1640 aprox., óleo sobre lienzo, 74 x 60 cm, Galería Nacional de Arte (Washington), Washington
Francisco Lezcano, el Niño de Vallecas. O, simplemente, Francisco Lezcano, h. 1643-1645, óleo sobre lienzo, 107,4 x 83,4 cm, Museo del Prado, Madrid
Felipe IV en Fraga, junio de 1644, óleo sobre lienzo, 129,8 x 99,4 cm, Colección Frick, Nueva York
Venus del espejo, h. 1644-1648 (otras fuentes, h. 1650), óleo sobre lienzo, 122,5 x 177 cm, National Gallery, Londres
El sueño de Aracné o Las hilanderas. O también La fábula de Aracné, h. 1644-1648, óleo sobre lienzo, [167 x 252 cm], 222,5 x 293 cm (con los añadidos), Museo del Prado, Madrid
El bufón don Diego de Acedo, el Primo. O, simplemente, El Primo, h. 1645, óleo sobre lienzo, 106 x 83 cm, Museo del Prado, Madrid
El bufón don Sebastián de Morra, h. 1645, óleo sobre lienzo, 106,5 x 81,8 cm, Museo del Prado, Madrid
La coronación de la Virgen, h. 1645 (otras fuentes: 1641-1642), óleo sobre lienzo, 178,4 x 134,8 cm, Museo del Prado, Madrid
Juan de Pareja, julio de 1649-marzo de 1650, óleo sobre lienzo, 81,3 x 69,9 cm, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York
Inocencio X. O El papa Inocencio X, 1650, óleo sobre lienzo, 140 x 120 cm, Galería Doria-Pamphili, Roma
La infanta María Teresa de España. O La infanta María Teresa a los catorce años, 1652-1653, óleo sobre lienzo, 127 x 98,5 cm, Kunsthistorisches, Viena
Felipe IV o Busto de Felipe IV, 1652-1655, óleo sobre lienzo, 69 x 56,2 cm, Museo del Prado, Madrid
La infanta Margarita (La infanta Margarita a los tres años), 1653, óleo sobre lienzo, 128,5 x 100 cm, Kunsthistorisches, Viena
La infanta Margarita (La infanta Margarita a los cinco años), h. 1656, óleo sobre lienzo, 105 x 88 cm, Kunsthistorisches, Viena
La familia de Felipe IV o Las Meninas, 1656-1657, óleo sobre lienzo, 318 x 276 cm, Museo del Prado, Madrid
La Infanta Margarita en azul. O La infanta Margarita a los ocho años, o simplemente, La infanta Margarita, 1659, óleo sobre lienzo, 127 x 107 cm, Kunsthistorisches, Viena
El príncipe Felipe Próspero o El infante Felipe Próspero, 1659, óleo sobre lienzo, 128,5 x 99,5 cm, Kunsthistorisches, Viena
La infanta doña Margarita de Austria, 1660, óleo sobre lienzo, 212 x 147 cm, Museo del Prado, Madrid

Los maestros antiguos que estudió en la colección real y en Italia:Tiziano

Tintoretto
Paolo Veronese
Miguel Ángel
Rafael Sanzio

La pintura contemporánea que se encontró en su primer viaje a Italia:


Guercino
Pietro da Cortona
Andrea Sacchi
Nicolas Poussin
Claude Lorrain
Gian Lorenzo Bernini
José de Ribera

Sus protectores:

Felipe IV
Conde-Duque de Olivares

Los principales museos donde se conserva su obra:

Museo del Prado
Museo de Historia del Arte de Viena





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Mensaje por Invitado Vie 17 Sep 2010, 6:30 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 98jun3b

José Luis López Sánchez-Toda (1902-1975) fue un grabador español.

Sánchez-Toda nació en una típica familia de clase media en Madrid el 30 de abril de 1901. Ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid y tras terminar entró a trabajar en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) en 1924 donde permaneció hasta su jubilación. Diseñó y grabó más de 100 sellos y la mayoría de los billetes emitidos desde 1937. Estuvo al frente de la sección de Grabado de la FNMT y fue profesor en la Escuela Nacional de Artes Gráficas. En 1969 publicó la obra El arte de grabar el sello.

Sánchez-Toda ingresó en la FNMT en 1924 y permaneció en ella hasta su jubilación en 1971. Durante estos 47 años grabó y diseñó más de 100 sellos y casi la totalidad de los billetes de banco emitidos desde 1937. En los años que estuvo al frente de la Sección de Grabado de Valores de la FNMT y de profesor en la Escuela Nacional de Artes Gráficas, formó a una serie de destacados discípulos, como Antonio Manso, José López y los hermanos José y Alfonso Moreno. Murió en Madrid en 1975, después de haber recibido los galardones y los premios más significativos de las bellas artes, como reconcimiento a su labor. En el sello se reproduce su imagen y uno de los sellos más famosos que grabó el dedicado a Mariana Pineda. Antonio Manso (Madrid 1934-1993) estudió en la Escuela Nacional de Artes Gráficas, donde tuvo como profeso a Sánchez-Toda, entre otros nombres significativos del arte español. Durante esa etapa obtuvo cinco primeros premios de grabado y dos premios extraordinarios. En 1949 ingresó en la Escuela de Formación de la FMNT, de donde salió con el número 1 de su promoción en 1954. Ese mismo año pasó a formar parte de la plantilla de la FNMT como mecánico grabador y en 1956 fue nombrado grabador auxiliar mayor con plaza de funcionario, dentro del Cuerpo del Personal Especializado de la FNMT. Antonio Manso està considerado uno de los mejores grabadores de sellos del mundo. Fue autor de más de 100 grabados de sellos de Correos, billetes de banco y estampas. Su primer sello lo realizó a los 17 años, aunque no se emitió hasta años más tarde, y estuvo dedicado al Monasterio de Poblet. El primero que se puso en circulación fue el del Monasterio de Guadalupe, en 1959. Es el autor del retrato del rey Juan Carlos en la emisión España-84, y del de la reina Isabel II en la serie Reyes de España. Casa de Borbón.


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Mensaje por Invitado Vie 17 Sep 2010, 6:42 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 30-jun-10b

José Luis López Vázquez de la Torre (Madrid, 11 de marzo de 1922 - Madrid, 2 de noviembre de 2009).

Biografía
José Luis López Vázquez era hijo de una modista y de un funcionario de Justicia que abandonó a su familia a los pocos años de nacer el futuro actor, quien creció en un hogar formado por su madre, su tío y su abuela. Se formó como actor en el Teatro de las Organizaciones Juveniles y en el TEU, pero también era figurinista y escenógrafo, faceta en la que destacó durante los años cincuenta y sesenta en obras como El casamiento engañoso de Gonzalo Torrente Ballester, Adèle o la margarita, de Jean Anouilh, El grillo, de Carlos Muñiz o Clerambard, de Marcel Aymé.[2] Fue ayudante de dirección de Pío Ballesteros y Enrique Herreros y en 1946 debutó como actor con la obra El anticuario, en el Teatro María Guerrero; su carrera cinematográfica comenzó en 1951.

Formó parte de las compañías de Conchita Montes y de Alberto Closas. En esta faceta de actor teatral se recuerdan especialmente sus actuaciones en La plaza de Berkeley, El vergonzoso en palacio, Crimen y castigo, Historia de una escalera, Después de la niebla, Don Juan Tenorio, El calendario que perdió siete días, La dama boba, Las maletas del más allá, El abanico, Kean, Cena de matrimonios, Cartas credenciales, ¡Amoor!, Equus, La muerte de un viajante y El manifiesto, entre otras. En el cine interpretó en un principio papeles cómicos haciendo pareja con Gracita Morales, pero hacia los años sesenta empezó a actuar en películas dramáticas y llegó a aparecer en más de 200 largometrajes, de los que rodaba varios al año; en 1971 apareció como actor en nada menos que once filmes. La mayoría son comedias al uso firmadas por los prolíficos directores José María Forqué, Pedro Lazaga y Mariano Ozores, pero otras veces son trabajos de más entidad para directores como Carlos Saura, Jaime de Armiñán, Pedro Olea, Antonio Mercero, Manuel Gutiérrez Aragón, Mario Camus, Juan Antonio Bardem, Marco Ferreri y Luis García Berlanga.

Entre sus trabajos para el cine destacan títulos como Plácido, El verdugo, Peppermint Frappé, Atraco a las tres, La prima Angélica y la trilogía de Patrimonio nacional, de Luis García Berlanga, con quien llegó a rodar diez películas. También interpretó mediometrajes; en este género fue el protagonista de La cabina, de Antonio Mercero, que ganó un Emmy en 1973 y es considerado hoy por hoy un clásico del género del terror. También ha trabajado con directores americanos, como George Cukor en Viajes con mi tía (1972), quien intentó llevárselo a Hollywood, aunque López Vázquez prefirió quedarse en España; en televisión ha protagonizado las series Este señor de negro (1975-1976) y Los ladrones van a la oficina (1993-1996). Estuvo casado con la actriz Ana María Ventura, y luego se relacionó con Catherine Magerus, con la que no pudo casarse debido a la inexistencia de divorcio y de la que tuvo dos hijos, José Luis, dedicado al cine y Virgina, fallecida en 1994. Posteriormente tuvo otras dos hijas con la periodista Flor Aguilar; en sus últimos días se le relacionó con la actriz Carmen de la Maza.

Entre otros premios obtuvo el la Medalla de Oro de Bellas Artes (1985), Espiga de Oro de la Semana de Cine de Valladolid (Seminci) 1989, Premio Nacional Pepe Isbert (1996), Premio Toda un vida-José María Rodero (2001), Premio Nacional de Teatro (2002), Goya de Honor (2004), Medalla de Honor del Círculo de Escritores Cinematográficos (2005), Medalla la de Oro al Mérito en el Trabajo (1997), la Medalla de Oro al Mérito en la Bellas Artes (2001), Premio de la Cultura de la Comunidad de Madrid (octubre 2009), Ricardo Calvo (1982), el del Espectador y la Crítica (1982), la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, el Premio Nacional de Teatro, la I edición del Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert, que otorga la Asociación de Amigos de Teatro Circo de Albacete, hoy Amigos de los Teatros de España (AMITE)

El actor falleció el 2 de noviembre de 2009 a los 87 años tras una larga enfermedad.

Su capilla ardiente se instaló en el teatro María Guerrero de Madrid, donde debutó cuando tenía 18 años de edad. El 4 de noviembre de 2009, fue enterrado en la intimidad.

Películas
María Fernanda la jerezana (1946), de Enrique García Herreros
Esa pareja Feliz (1951), de Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem
Novio a la vista (1953), de Luis García Berlanga
Un Caballero Andaluz (1954), de Luis Lucia
Felices Pascuas (1954), de Juan Antonio Bardem
La lupa (1955)
La vida en un bloc (1956), de Luis Lucia
El Fotogenico (1957)
Muchachas de azul (1957), de Pedro Lazaga
Los jueves, milagro (1957), de Luis García Berlanga
Madrugada (1957), de Damian Capa
Un marido de ida y vuelta (1957)
El aprendiz de malo (1958), de Pedro Lazaga
Una muchachita de Valladolid (1958), de Luis Cesar Amadori
El pisito (1959), de Marco Ferreri y Isidora M. Ferri
Una gran señora (1959)
De espaldas a la puerta (1959), de José María Forqué
Dias de Feria (1959)
Los tramposos (1959), de Pedro Lazaga
Un ángel tuvo la culpa (1960), de Luis Lucia
Navidades en junio (1960), de Tulio Demicheli
El Cochecito (1960)
Policía al habla (1960), de José María Forqué
Los económicamente débiles (1960), de Pedro Lazaga
Un bruto para Patricia (1960)
Trío de damas (1960), de Pedro Lazaga
El pobre García (1961)
Cuidado con las personas formales (1961), de Agustin Navarro
Adiós, Mimí Pompom (1961), de Luis Marquina
Plácido, (1961), de Luis García Berlanga
Usted puede ser un asesino, 1961)
Tres de la Cruz Roja (1961), de Fernando Palacios
Atraco a las tres, (1962), de José María Forqué
La gran familia, (1962), de Fernando Palacios
Los derechos de la mujer (1962), de Jose Luis Saenz De Heredia
Accidente 703 (1962), de José María Forqué
Sabían demasiado (1962), de Pedro Lazaga
Tú y yo somos tres (1962), de Rafael Gil
El Verdugo (1963), de Luis García Berlanga
Las hijas de Elena (1963), de Mariano Ozores
La chica del trébol (1963), de Sergio Grieco
Confidencias de un marido: tercero izquierda (1963)
Los palomos, (1964)
La muerte viaja demasiado (1964), de Claude Autant-Lara, José María Forqué y Giancarlo Zagni
La familia y uno más, (1964), de Fernando Palacios
Historias de la televisión (1965), de Pedro Maso
Hoy como ayer (1966)
Operación Plus Ultra (1966), de Pedro Lazaga
¡Es mi hombre! (1966)
Los guardiamarinas (1966), de Pedro Lazaga
Amor a la española (1966), de Fernando Merino
Crónica de Nueve Meses (1967)
El turismo es un gran invento (1967), de Pedro Lazaga
40 grados a la sombra (1967)
Un millón en la basura, (1967), de José María Forqué
Sor Citroën, (1967), de Pedro Lazaga
Amor a la española, (1967), de Fernando Merino
Novios 68, (1967), de Pedro Lazaga
Operación cabaretera, (1967), de Mariano Ozores
Crónica de 9 meses, (1967)
Objetivo Bi-ki-ni, (1968), de Mariano Ozores
El jardín de las delicias, (1970), de Carlos Saura
El bosque del lobo, (1971), de Pedro Olea
Mi querida señorita, (1971), de Jaime de Armiñan
La cabina (1972), de Antonio Mercero
Viajes con mi tía, (1972), de George Cukor
La prima Angélica, (1972), de Carlos Saura
Dos chicas de revista, (1972)
No es bueno que el hombre esté solo, (1973)
Las señoritas de mala compañía (1973)
Doctor, me gustan las mujeres ¿es grave? (1973), de Ramón Fernández
Un casto varón español (1973), de Jaime de Armiñan
Habla mudita (1973)
La prima Angélica (1974), de Cartlos Saura
Una pareja distinta (1974), de José María Forqué
Antoni Gaudí, una visión inacabada, (1974)
La revolución matrimonial (1974), de Jose Antonio Nieves Conde
Nosotros, los decentes (1975), de Mariano Ozores
El señor está servido (1975), de Sinesio Isla
Zorrita Martinez (1975), de Vicente Escriva
Canciones de nuestra vida (1975), de Eduardo Manzanos
Manchas de sangre en un coche nuevo (1975), de Antonio Mercero
Lo verde empieza en los Pirineos (1975)
El señor está servido (1975), de Sinesio Isla
Doña Perfecta (1977), de Fernández Ardavin
La escopeta nacional, (1977), de Luis García Berlanga
El apolítico (1977)
El Monosabio (1978), de Ray Rivas
La verdad sobre el caso Savolta (1979)
Mamá cumple 100 años (1979)
La familia, bien, gracias, (1979), de Pedro Maso
La miel, (1979)
Los viajeros del atardecer (1979), de Hugo Tognazzi
Mamá cumple 100 años (1979), de Carlos Saura
El gran secreto (1980), de Pedro Mario Herrero
El divorcio que viene, (1980)
Patrimonio nacional (1980), de Luis García Berlanga
Profesor eróticus (1981), de Luis María Delgado
127 millones libres de impuestos (1981), de Pedro Masó
Puente aéreo (1981), de Pedro Masó
Huida al sur (1981), de Luc Béraud
Adolescencia (1982), de Germán Lorente
Los embarazados (1983), de Joaquín Coll Espona
De camisa vieja a chaqueta nueva (1982), de Rafael Gil
Muerte en el Vaticano (1982), de Marcello Aliprandi
La colmena (1982), de Mario Camus
Nacional III (1982), de Luis García Berlanga
La Avispita Ruinasa (1983), de José Luis Merino
El fascista, doña Pura y el follón de la escultura (1983), de Joaquín Coll Espona
Pájaros de ciudad (1983), de José María Sánchez Álvaro
Juana la loca... de vez en cuando (1983), de José Ramón Larraz
Un genio en apuros (1983), de Lluís Josep Comerón
El Cid Cabreador (1983), de Angelino Fons
Playboy en paro (1984), de Tomás Aznar
Akelarre (1984), de Pedro Olea
Operación Mantis (1984), de Paul Naschy
Mi amigo el vagabundo (1984), de Paul Naschy
Violines y trompetas (1984), de Rafael Romero Marchent
Café, coca y puro (1985), de Antonio del Real
El rollo de septiembre (1985), de Mariano Ozores
El elegido (1985), de Fernando Huertas
La corte de Faraón (1985), de José Luis García Sánchez
Capullito de alhelí (1986), de Mariano Ozores
Galose stastia (1986), de Juraj Herz
Hay que deshacer la casa (1986), de José Luis García Sánchez
El orden cómico (1986), de Álvaro Forqué
Crónica sentimental en rojo (1986), de Francisco Rovira Beleta
Los presuntos (1986), de Mariano Ozores
La verdad oculta (1987), de Carlos Benpar
Mi general (1987), de Jaime de Armiñán
Moros y cristianos (1987), de Luis García Berlanga
Soldadito español (1988), de Antonio Giménez-Rico
La gran comedia (1988), de Juan Pinzás
Esquilache (1988), de Josefina Molina
El rey del mambo (1989), de Carles Mira
Disparate nacional (1990), de Mariano Ozores
Pareja enloquecida busca madre de alquiler (1990), de Mariano Ozores
Los gusanos no llevan bufanda (1991), de Javier Elorrieta
Fuera de juego (1991), de Fernando Fernán Gómez
El juego de los mensajes invisibles (1991), de Juan Pinzás
El largo invierno (1992), de Jaime Camino
El maestro de esgrima (1992), de Pedro Olea
Todos a la cárcel (1993), de Luis García Berlanga
Demasiado caliente para ti (1996), de Javier Elorrieta
Memorias del ángel caído (1997), de Fernando Cámara y David Alonso
No respires, el amor está en el aire (1999), de Juan Potau
Torrente 2, misión en Marbella (2001), de Santiago Segura
El Oro de Moscú (2003), de Jesús Bonilla
Luna de Avellaneda (2004), de Juan José Campanella
Cuba Libre (2006), de Raimundo García
¿Y tú quién eres? (2007), de Antonio Mercero
[editar] Teatro
El casamiento engañoso, 1943
La dama boba, 1951
Cartas credenciales, 1960
Los Palomos, 1964
Equus, 1976
¡Vade Retro!, 1982
La muerte de un viajante, 1985
Un par de chiflados, 1997 (basada en The Sunshine Boys)
Tres hombres y un destino, 2004.
[editar] Televisión
Palma y don Jaime (1960)
Tercero izquierda (1963)
La cabina (1972)
Este señor de negro (1975-1976)
La forja de un rebelde (1990)
El Quijote de Miguel de Cervantes (1991).
Los ladrones van a la oficina (1993-1996).
Café con leche (1998)
La gran familia... 30 años después (1999)
El botones Sacarino (2000)
Vientos de agua (2006)
Cuéntame cómo pasó
[editar] Premios
Premios Goya

Año Categoría Resultado
2004 Goya de Honor Ganador

Fotogramas de Plata

Año Categoría Película/TV Resultado
1971 Mejor intérprete de cine español El bosque del lobo Ganador
1972 Mejor intérprete de televisión La cabina Ganador
2006 Toda una vida Ganador

Círculo de Escritores Cinematográficos

Año Categoría Película Resultado
1960 Mejor actor secundario 091 Policía al habla Ganador
1961 Mejor actor secundario Conjunto de su labor Ganador
1967 Mejor actor Peppermint Frappé Ganador
1971 Mejor actor Mi querida señorita Ganador
2005 Medalla de Honor Ganador

Otros

1961 // 1971 - Premios Sant Jordi: Mejor interpretación en película española por Plácido // El bosque del lobo y El jardín de las delicias
1972 // 1987 - Premios ACE (Nueva York): Mejor actor por La cabina // Mejor actor de reparto por Mi general
1975 - TP de Oro: Mejor actor nacional por Este señor de negro
1985 - Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes
2000 - Premio Unión de Actores a Toda una vida
2002 - Premio Nacional de Teatro.

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Mensaje por Invitado Vie 17 Sep 2010, 6:57 pm

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Carmen Martín Gaite (Salamanca, 8 de diciembre de 1925 - Madrid, 22 de julio de 2000) fue una escritora española. Recibió, entre otros, el Premio Nadal y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.

Biografía.

Carmen Martín Gaite es la segunda hija de Pablo Motos, actor natural de un pueblo de Valladolid pero que se consideraba de Madrid, y María Gaite,de Salamanca. No fue en la primera infancia al colegio ya que su padre no apreciaba la educación religiosa y era difícil encontrar en Salamanca colegios no religiosos de calidad. Además de profesores particulares, su propio padre la inició en el arte, la historia y la literatura. En esta etapa infantil la familia solía veranear en San Lorenzo de Piñor, aldea de montaña a cinco kilómetros de Orense. Estos viajes fueron la base de su vinculación con Galicia y su interés por las canciones populares de la tierra, que sirve de escenario a alguna de sus obras como Las ataduras y Retahílas.

Poco antes de la Guerra Civil española, envían a su hermana Ana María a estudiar al Instituto Escuela de Madrid, con el proyecto de que Carmen se uniera a ella dos años después. La guerra cambió los planes y pasó aquellos meses en Salamanca, con miedo por las ideas liberales de su padre y de los amigos de este, entre los que se encontraba Miguel de Unamuno.

Cursó bachillerato en el Instituto femenino de Salamanca, cuyo ambiente se refleja en su primera novela, Entre visillos. Entre sus amigas se encontraba Sofía Bermejo, que la aficionó a escribir a diario. Dos futuros miembros de la Real Academia Española, Rafael Lapesa y Salvador Fernández Ramírez, fueron profesores suyos.

En 1943 comienza la carrera de Filología Románica en la Universidad de Salamanca. En el primer curso coincide con Ignacio Aldecoa y Agustín García Calvo. En la universidad colaboró en la revista Trabajos y días, donde aparecieron sus primeros poemas, e hizo teatro universitario.

Su primera salida al extranjero fue en 1946. Partió con una beca a la Universidad de Coímbra y también visitó Oporto y Lisboa. En ese período nació la idea de hacer la tesis doctoral sobre los cancioneros galaico-portugueses del siglo XIII.

Se licenció en Filología Románica en 1948 y en ese mismo año disfrutó de una beca en la Universidad de verano de Cannes, donde se familiarizó con la literatura francesa. El viaje la decidió a marcharse de Salamanca y a la vuelta abandonó el hogar familiar para irse a vivir a Madrid, con el objetivo de trabajar y hacer la tesis. En la capital se reencontró con Ignacio Aldecoa, quien la puso en contacto con un grupo de escritores entre los que se encontraban Medardo Fraile, Alfonso Sastre, Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio y Josefina Aldecoa. Poco a poco los proyectos de la tesis doctoral se fueron diluyendo y ganó peso la dedicación a la literatura. Publicaba cuentos y artículos en revistas y trabajó durante un tiempo haciendo fichas para un diccionario de la Real Academia Española.

En mayo de 1949 contrajo el tifus. Estuvo cuarenta días en cama, delirando y a punto de morir. De esa experiencia nació El libro de la fiebre, del que, tras el juicio negativo de Sánchez Ferlosio, no se publicaron más que unos fragmentos en La hora. En el verano de ese año toda la familia se traslada a Madrid y la escritora pasa a trabajar, sucesivamente, dando clases en un colegio a niñas de bachillerato y de escribiente en el despacho de su padre.

En enero de 1950 se hace novia de Rafael Sánchez Ferlosio, que le dedicó su primer libro, Industrias y andanzas de Alfanhuí. Se casan en octubre de 1953 y pasan unos meses en Roma, en casa de los abuelos maternos del escritor, además de visitar otras ciudades italianas como Nápoles, Florencia y Venecia. Durante esta etapa se puso en contacto con la literatura contemporánea del país; Cesare Pavese, Italo Svevo y Natalia Ginzburg se encuentran entre sus principales influencias.

En la primavera de 1954 obtuvo el Premio Café Gijón por su novela corta El balneario. En octubre de ese año nació su primer hijo, Miguel, que murió de meningitis en mayo del año siguiente. Tuvo otra hija, Marta, nacida en 1956.

En 1957 obtuvo con su novela Entre visillos el Premio Nadal, que había sido ganado dos años antes por su marido con El Jarama. El premio facilitó la publicación de sus obras posteriores.

En los años siguientes se aficionó a estudiar la historia de España, en especial el siglo XVIII. Esos estudios llevaron a una biografía sobre un personaje de esa época, Melchor de Macanaz, que acabó apareciendo publicada en 1970, y un segundo trabajo, Usos amorosos del siglo XVIII en España, que también le sirvió como base para la tesis doctoral que presentó en 1972 en la Universidad de Madrid, bajo la dirección de Alonso Zamora Vicente.

En 1970 se separa de manera amistosa de su marido. En 1978 mueren sus padres y le es concedido el Premio Nacional de Literatura a su novela El cuarto de atrás. Además de publicar novelas, ensayo y teatro, de octubre de 1976 a mayo de 1980 ejerce todas las semanas la crítica de libros en Diario 16. También realizó traducciones de Gustave Flaubert, Charles Perrault, Virginia Woolf, Emily Brontë o Natalia Ginzburg, además de guiones de televisión, entre los que destaca la serie sobre Santa Teresa de Jesús.

e enseñanza primaria Carmen Martín Gaite en Santa Marta de Tormes (Salamanca), como homenaje a su carrera como escritora.

Fallece en Madrid el 22 de julio de 2000

Premios.Premio Café Gijón en 1954 por su novela El balneario.

Premio Nadal de 1957 por su novela Entre visillos.
Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa en 1978 por su novela El cuarto de atrás.
Premio Anagrama de Ensayo, 1987, por Usos amorosos de la postguerra española.
Premio Príncipe de Asturias de las Letras Españolas en 1988.
Premio Castilla y León de las Letras.
Premio Nacional de las Letras Españolas en 1994.
[editar] Bibliografía reciente
González Couso, David, [2009]: "Carmen Martín Gaite y su geografía literaria", Espéculo. Revista de Estudios Literarios, Madrid, UCM. Cruz Cámara, Nuria,[2008]: El laberinto intertextual de Carmen Martín Gaite, Newark, Juan de la Cuesta. González Couso, David [2008]: Los perfiles gallegos de Carmen Martín Gaite, Almería, Procompal Publicaciones. Epílogo de Ana María Martín Gaite. González Couso, David [2008]: Una propuesta de lectura para Caperucita en Manhattan, Granada, Procompal Publicaciones. Saiz Alvarez, José Manuel y Herrero Herrero, Eustasio (Eds.)[2007]: Luz en la quietud. Libro-homenaje a Carmen Martin Gaite, Colección Acqua Libros, 1, Madrid: Ediciones FIEC.

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Mensaje por Invitado Vie 17 Sep 2010, 7:03 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 02-jun-08a

Juan Oró Florensa (Joan Oró i Florensa en catalán), marqués de Oró (Lérida, Cataluña, 26 de octubre de 1923 — Barcelona, Ibidem, 2 de septiembre de 2004), fue un bioquímico español.

Trayectoria científica
Oró, quien procedía de una familia modesta de panaderos, tuvo una brillante carrera científica. Ya en la adolescencia, empezó a preguntarse por el papel de la humanidad en el Universo y el sentido de la vida. Insatisfecho con las respuestas que daba la religión, orientó sus estudios hacia la química y la biología.

Licenciado en Ciencias Químicas en la Universidad de Barcelona, viajó en 1952 a Estados Unidos, acompañado de su familia, y cuatro años después se doctoró en Bioquímica en la facultad de Medicina del Baylor University College (Houston).

En 1955 ingresó en la Universidad de Houston, de la cual fue catedrático desde 1963, donde fundó y dirigió el Departamento de Ciencias Bioquímicas y Biofísicas. Ha hecho importantes estudios sobre los compuestos orgánicos existentes en sedimentos terrestres, meteoritos y muestras de la Luna.

Fundó el Departamento de Ciencias Biofísicas en la Universidad de Houston, en 1956, dónde estudió el metabolismo del ácido fórmico en los tejidos animales, investigaciones que serían clave para el estudio sobre el origen de la vida y la interpretación de la ausencia de vida en el planeta Marte.

Destaca en su trayectoria profesional como fecha memorable el día de Navidad de 1959, cuando encerrado en su laboratorio, descubrió la síntesis de la adenina, una de las moléculas más importantes para la vida. La paradoja de su descubrimiento fue que esta sustancia la sintetizó a partir del ácido cianhídrico, uno de los productos más venenosos.

Participó desde 1963 en varios proyectos de investigación espacial de la NASA, como en el Programa Apollo para el análisis de las rocas lunares y otras muestras de material de la Luna, y en el Programa Viking, encargándose del desarrollo de un instrumento para el análisis molecular de la atmósfera y la materia de la superficie del planeta Marte.

Juan Oró fue uno de los detractores de la teoría de la panspermia como causa del origen de la vida en nuestro planeta. La teoría de la panspermia sostiene que la materia orgánica que dio lugar a la vida pudo llegar a nuestro planeta en los cometas que impactaron sobre la Tierra primitiva. En sus investigaciones elaboró un esquema que va desde las primeras transformaciones termonucleares en las estrellas hasta la vida en nuestro planeta. En su libro El origen de la vida escribía:

Algunos de los procesos prebióticos son reproducibles, en líneas generales en el laboratorio y se ha comprobado que el medio acuoso o líquido es el más idóneo para su desarrollo. Por tanto, es casi seguro que la vida brotó en lo que se ha llamado mar primordial u océano primitivo.
Participó también como miembro de la Junta Espacial de la Academia Nacional de Ciencias, que asesora el Gobierno de los Estados Unidos sobre los proyectos de exploración espaciales. Estos proyectos incluyen entre otros, la Estación Espacial Internacional en órbita terrestre, y el viaje tripulado al planeta Marte. A partir de 1970 impulsó la Sociedad Internacional para el Estudio de los Orígenes de la Vida, ISSOL, de la que fue presidente.

Como profesor emérito de la Universidad de Houston, vivió a caballo entre Houston y Barcelona y fue miembro de varios comités de la NASA y de la Academia de Ciencias de Estados Unidos.

Regresó a España en 1980 para colaborar en los nuevos planes de desarrollo energético y el estudio de fuentes alternativas de energía, y para trabajar como profesor de la Universidad Autónoma y como director en el Instituto de Biofísica y Neurobiología, si bien conservó su cátedra en Estados Unidos. En ese año ocupó también un escaño en el Parlamento de Cataluña y formó parte de varias comisiones de esa Cámara.

En la década de 1990 continuó con sus trabajos como profesor de la Universidad de Houston y miembro de diversos comités de investigación de la Agencia Espacial Norteamericana. Desde 1992 desarrolló numerosos proyectos de investigación química relacionados con el espacio y fue uno de los principales investigadores para el análisis de las muestras lunares del Programa Apolo y del Programa Viking sobre la atmósfera y la superficie de Marte.

En 1993, creó la Fundación Joan Oró, con sede en Lérida, dedicada a el impulso de la investigación científica.

Tras jubilarse 1994, Oró regresó a España donde impulsó la construcción del Observatorio astronómico del Montsec, creó una fundación que ha organizado encuentros científicos en Lérida y trabajó los 10 últimos años como embajador de la ciencia. Falleció el 2 de septiembre de 2004 en Barcelona.

Reconocimiento.

Con una docena de libros publicados y más de 200 trabajos de investigación, Oró fue varias veces candidato al Premio Nobel y recibió la Gran Cruz del Mérito Aeronáutico en 1983 y la Medalla Alexander Ivanovich Oparin de la Sociedad Internacional para el estudio de los orígenes de la vida, otorgada en 1986.

Por Real Decreto 819/ 2003 de 23 de junio, como premio a sus "numerosos trabajos de investigación" que han contribuido a "mejorar el conocimiento sobre el origen de la vida", el Rey de España le concedió el título de Marqués de Oró.

También recibió la Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio y la Cruz de San Jorge, además de poseer también el doctorado 'Honoris Causa' de la Universidad de Houston. En julio de 2004 recibió la medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña, una distinción que el investigador recibió en su domicilio debido a su ya delicado estado de salud.

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Mensaje por Invitado Vie 17 Sep 2010, 7:08 pm

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Francisco Piquer Rodilla (Valbona, Teruel, 1666 — Madrid, 13 de septiembre de 1739) fue sacerdorte y músico español, fundador del primer monte de piedad existente en España.

Hijo de José Piquer y de Úrsula Rodilla, era el menor de cuatro hermanos, Pedro José, Miguel y Juana. Su padre falleció un año después de nacimiento. Este hecho quizá trajo dificultades económicas a la familia y orientó la carrera del hijo menor, algo muy frecuente por entonces. Después de los estudios preliminares, ingresó en el Seminario de Teruel. Su madre falleció en 1693, un año antes de que obtuviera la plaza de capellán cantor en la capilla del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid.

El 16 de febrero de 1694, Carlos II de España firmó la provisión que le otorgaba el cargo de capellán cantor contralto en el convento de las Señoras Reales Franciscas Descalzas. Una vez en Madrid se instaló en uno de los cuartos del Hospital de la Misericordia. Durante ese período ejerció su oficio de músico y estableció relaciones que le ayudarían en su obra posterior. Muy probablemente su presencia en un convento de la Orden Franciscana le diera a conocer la actividad contra la usura desarrollada por los montes de piedad de la orden en Italia. Fue admitido en la Real Congregación de Nuestra Señora del Milagro, hermandad de capellanes y ministros de la fundación, en la que en 1697 ya desempeñaba funciones.

Al poco acogió a sus sobrinos Miguel y Pedro, que desempeñarían importantes papeles en el Monte.

Fundó el 3 de diciembre de 1702 un proyecto llamado Nuestra Señora del Santo Monte de Piedad de las Ánimas en el Hospital de la Misericordia, mediante el depósito del real de plata que sería el capital inicial del Monte. Dicho Monte fue el germen del resto de montes de piedad existentes en nuestro país y la actual Caja Madrid, cuarto grupo financiero español en 2008.

Entre 1702 y 1706 sufrió dos enfermedades importantes: una erisipela que casi le causa la gangrena de una pierna, y una ronquera que le duró casi seis meses.

El 30 de abril de 1715 se le otorgó el nombramiento para la plaza de contralto de la Real Capilla. Eso conllevaba un sueldo de 500 ducados que le ayudaban a mantener los gastos ocasionados por el Monte. El 28 de julio de 1738 se le concedió seguir disfrutando de su jubilación.

Falleció en Madrid el 13 de septiembre de 1739, siendo enterrado en el claustro de las Descalzas, bajo la imagen de Nuestra Señora del Pilar, aunque había solicitado antes permiso para ser enterrado en la Capilla de Nuestra Señora del Monte de Piedad.

En la Plaza de las Descalzas de Madrid, frente al Monasterio de las Descalzas Reales del que fuera capellán, hay un estatua, realizada en 1889 por José Alcoverro, en recuerdo de su obra.

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Mensaje por Invitado Vie 17 Sep 2010, 8:44 pm

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Amadeo Fernando María de Saboya (Turín, Piamonte-Cerdeña, 30 de mayo de 1845 – Turín, Italia, 18 de enero de 1890) fue rey de España con el nombre de Amadeo I y primer duque de Aosta.

Fue el segundo hijo de Víctor Manuel II, rey de Piamonte-Cerdeña y, desde 1861, rey de Italia, de la Casa de Saboya, y de María Adelaida de Austria (bisnieta de Carlos III de España)

Se casó en 1867 con María Victoria del Pozzo con quien tuvo tres hijos: Manuel Filiberto, segundo duque de Aosta, Víctor Manuel, conde de Turín, y Luis, duque de los Abruzos.

Su reinado en España.

La Revolución de 1868 en España y la fuga de Isabel II dio lugar a un gobierno provisional presidido por Serrano, y del que estaban también formando parte los otros generales sublevados. El nuevo gobierno convocó Cortes Constituyentes, que con una amplia mayoría monárquica, proclamaron la Constitución de 1869, que establecía como forma de gobierno una monarquía constitucional. Una dificultad inherente al cambio de régimen fue encontrar un rey que aceptase el cargo, ya que España en esos tiempos era un país que había sido llevado al empobrecimiento y a un estado convulso, y se buscaba un candidato demócrata.

Finalmente encontraron a su monarca en la persona del duque de Aosta, Amadeo de Saboya, hijo del rey de Italia, que lo reunía todo para el cargo: procedente de una antigua dinastía (enlazada con la española) progresista y católico.

Fue Amadeo el primer rey de España elegido en un Parlamento, lo que para los monárquicos de siempre suponía una grave afrenta. El 16 de noviembre de 1870 votaron los diputados: 191 a favor de Amadeo de Saboya, 60 por la República federal, 27 por el duque de Montpensier, 8 por el anciano general Espartero, 2 por la República unitaria, 2 por Alfonso de Borbón, 1 por una República indefinida y 1 por la duquesa de Montpensier, la infanta María Luisa Fernanda, hermana de Isabel II; hubo 19 papeletas en blanco. De este modo el presidente de las Cortes, Manuel Ruiz Zorrilla, declaró: «Queda elegido Rey de los españoles el señor duque de Aosta».

Contó con el sistemático rechazo de carlistas y republicanos, cada uno por razones inherentes a sus intereses; pero también de la aristocracia, borbónica, que lo veía como un extranjero advenedizo, de la Iglesia, por apoyar las desamortizaciones y por ser el hijo del monarca que había clausurado los Estados Pontificios; y también del pueblo, por su escaso don de gentes y dificultad para aprender el idioma español.

Inmediatamente, una comisión parlamentaria se dirigió a Florencia para dar parte al duque; el 4 de diciembre acepta oficialmente esta elección, embarcando poco después rumbo a España. Mientras Amadeo I viajaba a Madrid para tomar posesión de su cargo, el general Juan Prim, su principal valedor, murió asesinado en un atentado el 27 de diciembre de 1870 en la calle del Turco en Madrid.


Embarque del rey Amadeo en el puerto de La Spezia en 1870 obra de Luis Álvarez Catalá.Amadeo desembarcó en Cartagena el 30 de diciembre, para llegar a Madrid el 2 de enero de 1871. Allí se dirigió a la Basílica de Nuestra Señora de Atocha para rezar ante el cadáver de Prim. Tras este amargo trago se trasladó a las Cortes, donde realizó el preceptivo juramento: «Acepto la Constitución y juro guardar y hacer guardar las Leyes del Reino», terminando el acto con la solemne declaración por parte del presidente de las Cortes: «Las Cortes han presenciado y oído la aceptación y juramento que el Rey acaba de prestar a la Constitución de la Nación española y a las leyes. Queda proclamado Rey de España don Amadeo I».

La llegada de Amadeo al poder lo único que consiguió fue unir a toda la oposición, desde republicanos a carlistas. Como ejemplo de ello baste reproducir unas líneas del discurso ante las primeras Cortes de la nueva monarquía del líder republicano Emilio Castelar (20 de abril de 1870):

Fin de su reinado

Amadeo tuvo serias dificultades debido a la inestabilidad política española. La coalición de gobierno que había levantado Juan Prim se había fraccionado tras su muerte. La Unión Liberal, salvo Francisco Serrano y un pequeño sector, abrazó la aún espectante causa borbónica. Los progresistas se habían escindido en radicales, dirigidos por Ruiz Zorrilla, y constitucionalistas, encabezados por Sagasta.[1] . Hubo seis ministerios en los poco más de dos años que duró su reinado, creciendo cada vez más la abstención, Tras un intento de asesinato contra su persona el 19 de julio de 1872, Amadeo I declaraba su angustia ante las complicaciones de la política española «Ah, per Bacco, io non capisco niente. Siamo una gabbia di pazzi — No entiendo nada, esto es una jaula de locos». La situación no parecía mejorar, debido al estallido de la Tercera Guerra Carlista y del recrudecimiento de la Guerra de los Diez Años en Cuba. Además, al empezar 1873, la coalición gubernamental, presa de fuertes fricciones entre los partidos que la conformaban, se separó definitivamente, presentándose por separado a las elecciones[1] .

La guinda la puso un conflicto entre Ruiz Zorrilla y el Cuerpo de Artilleros. El presidente había manifestado su decisión firme de disolver dicho organismo militar, bajo amenaza de dimitir, y el ejército propuso a Amadeo I que prescindiera de las Cortes y gobernara de manera autoritaria[2] . El 11 de febrero de 1873, Amadeo I renunció al trono y, sin esperar la autorización de los diputados (según exigía el artículo 74.4 de la Constitución de 1869), se refugió en la Embajada italiana. Decía en su discurso de renuncia:

Dos años largos ha que ciño la corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son españoles; todos invocan el dulce nombre de la patria; todos pelean y se agitan por su bien, y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible afirmar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar remedio para tamaños males. Los he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla.

Ese mismo día, Congreso y Senado se unieron juntos a deliberar (contraviniendo el artículo 47 de la Constitución) y, a pesar de los intentos de Ruiz Zorrilla por pedir tiempo para convencer al monarca de que regresara, una alianza entre republicanos y parte de los radicales (mayoría) dio por válida la renuncia al trono y se proclamó la Primera República Española[3] .

De regreso a Italia, Amadeo asumió el título de Duque de Aosta. Tras la muerte de su primera esposa se casó de nuevo el 11 de septiembre de 1888, en Turín, con la princesa francesa María Letizia Bonaparte (París, 20 de noviembre de 1866 – Moncalieri, 25 de octubre de 1926), con quien tuvo un hijo más: Humberto de Saboya-Aosta, I conde de Salemi, (Turín, 22 de junio de 1889 – Crespano del Grappa, 19 de octubre de 1918).

Uno de los nietos de Amadeo, Aimón, reinaría brevemente en Croacia entre 1941 y 1943 como Tomislav II.


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Mensaje por Invitado Sáb 18 Sep 2010, 7:16 pm

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Juan Pablo II (latín: Ioannes Paulus PP. II), Karol Józef Wojtyła [ˈkaɾɔl ˈjuzɛf vɔiˈtɨwa] (n. Wadowice, Polonia; 18 de mayo de 1920 – † Ciudad del Vaticano; 2 de abril de 2005) fue el ducentésimo sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia Católica y monarca soberano de la Ciudad del Vaticano de 1978 a 2005. Anteriormente, había sido Obispo auxiliar (desde 1958) y Arzobispo de Cracovia (desde 1962). Papa número 264 de la Iglesia Católica. Fue el primer papa polaco en la historia, y uno de los pocos en los últimos siglos que no nacieron en Italia.

Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de la Iglesia Católica, después del de San Pedro (se cree que entre 34 y 37 años) y el de Pío IX (31 años).

En 1981, mientras saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II sufrió un atentado contra su vida perpetrado por Mehmet Ali Agca, quien le disparó a escasa distancia desde la multitud. Meses después, fue perdonado públicamente.

Su salud se quebrantó en los primeros meses de 2005, cuando tuvo que ser hospitalizado por un síndrome de dificultad respiratoria. Se le realizó una traqueotomía a mediados de marzo. Hacia finales del mismo mes su estado se agravó y entre el 31 de marzo y el 1 de abril sufrió una septicemia por complicación de una infección de vías urinarias.

Falleció el 2 de abril de 2005 a las 21:37 horas (hora de Italia). Pocos minutos después Monseñor Leonardo Sandri anunció la noticia a las personas congregadas en la Plaza de San Pedro y al mundo entero. Los días después de su muerte, algunos periódicos publicaron que su última palabra fue "Amén" sin embargo el Vaticano desmintió esta versión y afirmó que las últimas palabras fueron "Déjenme ir a la casa de mi Padre". La muerte fue comprobada por el Cardenal Camarlengo Eduardo Martínez Somalo. El Camarlengo comunicó la muerte al Cardenal Camillo Ruini, como "Vicario para la Urbe" y el Cardenal Decano del Colegio Cardenalicio, Joseph Ratzinger, informó oficialmente a todos los Cardenales convocándoles al Cónclave, al declararse la Sede Vacante.

Infancia y juventud.Karol Wojtyła nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, un pueblo de Polonia cercano a Cracovia.

Era el menor de los dos hijos del matrimonio integrado por Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre era una ferviente católica y se las arregló para que su hijo naciera cerca de un templo pues quería que lo primero que oyera su hijo fueran los "cánticos a Dios". Cuando Karol aún era muy pequeño su madre le decía a otras mujeres: "Verán que mi pequeño Karol será una gran persona". Su madre falleció cuando él tenía nueve años (en el año 1929). Su hermano mayor, Edmund, que era médico, murió en 1932, por contagio de una enfermedad cuando curó a un humilde hombre. Junto con su padre se trasladó a Cracovia para iniciar sus estudios en la Universidad Jagellónica; su padre, un suboficial del ejército polaco, murió en 1941, durante la ocupación de Polonia por la Alemania nazi, su padre siempre lo guió en el camino de la fe y el amor por los semejantes.


Karol Wojtyła a los 12 años.Al terminar sus estudios de educación media, una época en la que destacó como consumado ajedrecista (llegando a proclamarse vencedor en varios campeonatos estudiantiles), se matriculó en la Universidad Jagellónica de Cracovia y también en una escuela de teatro. Cuando las fuerzas de ocupación alemanas cerraron la Universidad, en septiembre de 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar ser deportado a Alemania. Fichado por la Gestapo, se refugió en una buhardilla de Cracovia. En esa época, se unió al grupo del célebre actor polaco Mieczysław Kotlarczyk, creador del teatro Rapsódico, con el cual interpretó papeles de contenido patriótico.

También participó en la resistencia contra Alemania, para ayudar a salvar a familias judías. Posteriormente, su situación se complicó en Polonia y debió refugiarse en los subterráneos del arzobispado de Cracovia.

Importante para su crecimiento espiritual fue la persona de un sastre, Jan Tyranowski, quien le dio a leer a San Juan de la Cruz. Se conocieron en 1940; Tyranowski reunía a un grupo de jóvenes.

Uno de los sitios donde más le gustaba ir a rezar y descansar era Kalwaria Zebrzydowska

Educación pastoral.

Karol Wojtyła como sacerdote en Niegowić, Polonia, 1948.En 1943 ingresó en el seminario clandestino que había fundado Monseñor Adam Stefan Sapieha, cardenal arzobispo de Cracovia, iniciando la carrera de Teología. Fue ordenado como padre el 1 de noviembre de 1946 en la capilla privada arzobispal.

Poco después se trasladó a Roma para asistir a los cursos de la Facultad de Filosofía del Pontificio Ateneo Angelicum, obteniendo el doctorado en Teología con la tesis El acto de fe en la doctrina de San Juan de la Cruz.

En 1948 regresó a Polonia y ejerció su primer ministerio pastoral como vicario coadjutor de la parroquia de Niegowić, en los alrededores de Cracovia, durante trece meses. En noviembre de ese mismo año obtuvo la habilitación para ejercer la docencia en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellonica. El 17 de agosto de 1949 se trasladó como vicario a la parroquia de San Florián, en Cracovia, donde ejerció el ministerio durante dos años, alternándolo con su trabajo de consejero de los estudiantes y graduados de la universidad estatal de esa ciudad.

Era muy popular entre los estudiantes, con los que iba muchas veces de excursiones, cosa que no era común en esos tiempos y podía llamar la atención de las autoridades policiales.

Nombrado profesor de Teología Moral y Ética Social del seminario metropolitano de Cracovia, el día 1 de octubre de 1953, comenzó en 1954 a impartir clases de Ética en la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Lublin, en la que dos años después fue nombrado director de dicha Cátedra.

Obispo en Polonia.

El 4 de julio de 1958, el Papa Pío XII le nombró obispo auxiliar de la arquidiócesis de Cracovia, bajo el administrador apostólico, arzobispo Eugeniusz Baziak.

A partir del 11 de octubre de 1962, comenzó a tomar parte activa en el Concilio Vaticano II, destacando sus puntualizaciones sobre el ateísmo moderno y la libertad religiosa. El 8 de diciembre de 1965 pasó a formar parte de las congregaciones para los Sacramentos y para la Educación Católica, y del Consejo para los Laicos. En 1962, al morir el arzobispo Baziak, fue nombrado vicario capitular y el 30 de diciembre siguiente el Papa Pablo VI lo nombró arzobispo de Cracovia. El 29 de mayo de 1967 fue nombrado cardenal, lo que le convirtió en el segundo más joven de la época, con 47 años de edad.

Pontificado.

Mapa indicando los países visitados por el Papa Juan Pablo II.
El papa Juan Pablo II en 1993, durante la visita del presidente estadounidense, Bill Clinton.El 28 de septiembre de 1978 murió Juan Pablo I, tras un pontificado de apenas 33 días, y el 16 de octubre de 1978, tras dos días de deliberaciones del cónclave, Wojtyła fue elegido sucesor de San Pedro, adoptando el nombre de Juan Pablo II, y convirtiéndose, con 58 años, en el Papa más joven del siglo y en el primero no italiano desde el holandés Adriano VI (1522-1523). El 5 de noviembre visitó Asís, en el primero de sus 144 viajes por Italia.

El 25 de enero de 1979 comenzó el primero de sus 104 viajes fuera de Italia, a República Dominicana y México. El último fue el 14 de agosto de 2004 al santuario mariano de Lourdes, en Francia.

Juan Pablo II se propuso el gran objetivo de posicionar a la Iglesia como faro y guía del mundo contemporáneo. Ello en cinco direcciones:

Nueva evangelización: mediante una renovación de la fidelidad a la persona de Jesús de Nazareth y su mensaje de amor universal, en especial hacia los marginados y desfavorecidos, anunciándolo a todos los pueblos, con gran preocupación por la descristianización de Europa.
Ecumenismo: mediante el diálogo y el encuentro con las demás iglesias cristianas y todas y cada una de las confesiones religiosas.
Compromiso ético y social: asumiendo la defensa de la dignidad de la persona y los derechos humanos, así como la promoción de la diversidad cultural de los pueblos y el impulso de la justicia social y la moral personal. Ha sido en este punto donde Juan Pablo II ha sido más discutido, al oponerse por igual a las dictaduras marxistas y al capitalismo liberal y, muy especialmente, en su condena del aborto, la contracepción y la fecundación artificial, en aras de una visión tradicional de la defensa de la vida y la familia. En este terreno Juan Pablo II ha mostrado una clara desconfianza hacia lo que consideraba una cultura de la muerte fruto de un materialismo occidental, al que veía como hedonista, relativista e insolidario.
Lucha por la paz: a través de la mediación en múltiples conflictos y la condena enérgica de la guerra y la carrera de armamentos, así como la incentivación de iniciativas de reconciliación y el combate de las desigualdades.
Rigor doctrinal: Juan Pablo II ha condenado las posiciones más extremas de la Teología de la Liberación pero ha sido más contundente con el ala más conservadora del catolicismo al excomulgar a monseñor Marcel Lefebvre y desautorizar su movimiento. Juan Pablo II ha dado reconocimiento a teólogos en su día sancionados o cuestionados por sus posiciones aperturistas, creándolos cardenales (Hans Urs von Balthasar, Henri de Lubac, Yves Congar o Walter Kasper, a quien puso al frente de la acción ecuménica de la Iglesia). Sin embargo, a través de la Congregación de la Doctrina de la Fe, presidida por Joseph Ratzinger fue inflexible con Hans Küng, ya condenado por Pablo VI, Bernhard Häring o Leonardo Boff, debido a sus posiciones reformistas en materia de teología dogmática y moral y su oposición al magisterio papal. Juan Pablo II se ha mostrado desfavorable a dar de comulgar a los divorciados vueltos a casar, al matrimonio de los sacerdotes y a la ordenación de las mujeres.

A lo largo de sus casi 27 años de pontificado nombró a un total de 232 cardenales.

Como Papa, Wojtyła impuso un estilo desusado al desechar la silla gestatoria usada por sus antecesores para mostrarse en público, se puso a nivel de la calle y de las multitudes, mostrando sus simpatías por niños y adolescentes. Debido a sus múltiples viajes al extranjero fue conocido entre los medios católicos, en particular en América Latina, como «el atleta de Dios», «el caminante del Evangelio», el «Papa viajero» o el «Papa peregrino».

Durante su prolongado mandato, Juan Pablo II superó numerosas marcas: no sólo fue el pontífice más viajero hasta el momento, sino también el que proclamó más santos y beatos durante su pontificado (el número de santos y beatos elevados a los altares por él equivale al llevado a cabo en los cuatrocientos años anteriores).

Antes de ser elegido Papa, Wojtyła, poeta, filósofo y dramaturgo, había escrito la obra teatral El taller del orfebre,[4] convertida en ópera rock y siendo presentada en España en los inicios de los años 1980.

Desde el atentado sufrido el 13 de mayo de 1981 comenzó a sufrir diversos problemas de salud: además de las dificultades que tuvo para recuperarse de las heridas de bala que sufrió en el estómago y en una mano, padeció luego un cáncer de intestino, la fractura del fémur y de un hombro, y, desde los años 1990, tuvo que sobrellevar la enfermedad de Parkinson, de origen genético.

Esto no impidió que, a fines de los años 80, su actuación en Polonia y su influencia en los acontecimientos que se producían en el entonces bloque comunista contribuyeran de modo considerable a la caída de los regímenes de Europa del Este, según coinciden numerosos historiadores.

El 1 de julio de 1986, Juan Pablo II visitó Colombia -como consecuencia de la tragedia de Armero en Tolima- y fue al lugar de los hechos, y frente a una gran cruz oró por un rato y nombró el sitio como lugar santo en honor a los 25.000 muertos de esa trágica escena que tuvo que vivir el pueblo colombiano una semana después del holocausto de la toma del Palacio de Justicia en Bogotá, en el cual murieron 80 personas (o incluso más).

Más de una década después, y pese a su implacable deterioro físico, en marzo de 2003 Juan Pablo II se opuso con todas sus fuerzas y autoridad a la invasión estadounidense de Iraq. En esa misión evidenció la misma determinación que había mostrado al inicio de su pontificado para mediar el Conflicto del Beagle entre Argentina y Chile en 1978, cuando se encontraban al borde de un enfrentamiento.

Juan Pablo II en el 2004.Entre los principales episodios de su pontificado está la primera visita de un Papa a una iglesia luterana (Roma, 1983), la primera a una sinagoga (Roma, 1986), la Jornada Mundial de Oración por la Paz (Asís, 1986) y la excomunión del obispo Marcel Lefebvre (1988). Este año se produjo un hecho histórico: Juan Pablo II visitó un país ortodoxo, Grecia, y entró en una mezquita, la de Damasco (Siria), siendo la primera vez que un Pontífice católico pisaba una mezquita y oraba en su interior.

Asimismo, figuran el primer encuentro de un Papa con una comunidad musulmana (Casablanca, 1985), el Año Santo de 1983, a partir del cual creó las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Roma (varias veces), Buenos Aires, Santiago de Compostela (España), Denver (Estados Unidos), Manila (Filipinas), Czestochowa (Polonia), París (Francia), Toronto (Canadá), Köln (Alemania), Sídney (Australia) y próximamente en Madrid (España) en 2011.

También destaca el encuentro con el último presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, en diciembre de 1989, la normalización de la Iglesia Católica en los países europeos hasta entonces comunistas, y la visita realizada en enero de 1998 a Cuba, donde fue recibido con todos los honores por Fidel Castro.

Aparte de sus catorce encíclicas, con Juan Pablo II se han publicado los nuevos Códigos de Derecho Canónico Latino (1983) y Oriental, así como el Catecismo Universal de la Iglesia Católica (1992), fruto del sínodo especial de obispos de 1985, dedicado al Concilio Vaticano II.

Durante ese viaje, Juan Pablo II, el primero en reconocer en 1986 los derechos nacionales del pueblo palestino y entablar relaciones diplomáticas plenas con Israel en 1994, ofició misa en la Plaza del Pesebre de Belén, pidió perdón en el Muro de las Lamentaciones y en el Museo del Holocausto por los errores cometidos por los cristianos que persiguieron a los judíos y celebró misa en el Santo Sepulcro.

Juan Pablo II pidió perdón por los errores cometidos por la Iglesia Católica entre ellos, el del científico italiano Galileo Galilei (1564 - 1642) a quien la Inquisición le hizo retractarse de sus teorías heliocéntricas el 22 de junio de 1633.

Su gran deseo, que materializó, fue llegar al año 2000, abrir la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro e introducir la Iglesia en el tercer milenio con el Jubileo del 2000. En la primavera de 2000 pudo por fin pisar Tierra Santa.[17] Visitó el Monte Nebo, donde (según la Tanaj o Antiguo Testamento) el profeta Moisés vio la Tierra Prometida antes de morir; Belén, Jerusalén, Nazaret y varias localidades de Galilea.

Al concluir su pontificado con su muerte, Juan Pablo II dejó pendientes dos viajes: uno a Moscú, ante la oposición del patriarca ortodoxo Alejo II, que acusaba a la Iglesia Católica de "proselitismo" en su área de influencia y otro a China, donde el régimen comunista prohíbe la obediencia de la Iglesia Católica china a la Santa Sede, además de haber conflictos con el Vaticano a causa de su reconocimiento de Taiwán desde 1949.

Muerte.

Al ser anunciada su muerte, en medio del rezo del Rosario, el público presente en la Plaza de San Pedro prorrumpió en nutridos aplausos. Las luces de su habitación en el Vaticano se apagaron por un instante para comunicar de esta manera el momento de su fallecimiento, pero luego fueron encendidas nuevamente y así permanecieron.

Su muerte se produjo el 2 de abril de 2005 a las 21:37 hora de Italia, debido a una septicemia y a un colapso cardiopulmonar irreversible, agravado por su enfermedad de parkinson. Tenía 84 años. En su agonía, le dictó a su secretario, Stanisław Dziwisz, una carta en la que decía:

"Soy feliz, séanlo también ustedes. No quiero lágrimas. Recemos juntos con satisfacción. A la Virgen confío todo felizmente". Aunque el portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls afirmó inicialmente que el pontífice, en sus últimos momentos, dedicó unas palabras a la multitud, sobre todo gente joven, reunida en la Plaza de San Pedro (Yo los he buscado y ahora ellos vienen a buscarme, les doy las gracias), haciendo el gesto de la bendición hacia la ventana de sus aposentos, hacia los fieles apostados en la Plaza de San Pedro, el médico que certificó la muerte ha señalado que el Papa permaneció inconsciente durante los últimos cincuenta minutos de su vida y que por tanto, tales frases tuvo que decirlas al menos una hora antes de su fallecimiento.


Exposición de los restos mortales de Juan Pablo II, 5 de abril de 2005.Los funerales manifestaron el alto grado de aprecio que sentían por Juan Pablo II no sólo mandatarios de muchos países, sino también gente de toda condición social. Tuvieron una alta resonancia política por algunos gestos inesperados, como el saludo entre los mandatarios de Irán y Siria e Israel.

Proceso de beatificación.

El 13 de mayo de 2005, el Cardenal Camillo Ruini, Vicario para la ciudad de Roma, dio formalmente por iniciado el proceso de beatificación de Juan Pablo II; para ello, Benedicto XVI concedió el 28 de abril dispensa del plazo de cinco años de espera después de la muerte requerido por el derecho canónico para iniciar el proceso de beatificación, de modo similar a como hizo el mismo Juan Pablo II con el proceso de beatificación de la Madre Teresa de Calcuta.

El 2 de abril de 2007, a dos años de su muerte, concluyó la fase diocesana del proceso de beatificación, reuniéndose todos los testimonios sobre su vida y los presuntos milagros, destacándose el de la monja francesa Marie Simon Pierre, quien dice haber sido curada por intercesión del Pontífice fallecido de la enfermedad de Parkinson a dos meses de su muerte.

En una misa que se realizó en la Plaza de San Pedro el mismo día, el Papa Benedicto XVI aseguró que el proceso va "rápidamente". En tal fecha, finalizada la primera fase de su proceso de canonización, le fue concedido el título de Siervo de Dios.

El 19 de diciembre de 2009 fue declarado Venerable por Benedicto XVI, lo que hace que la fecha de beatificación este cerca, pero faltaría el milagro.

Juan Pablo Magno.

Después de su muerte, muchos católicos, desde el cardenal británico Cormac Murphy-O'Connor hasta periódicos italianos como L'Osservatore Romano, o su sucesor Benedicto XVI se han referido a Juan Pablo II como Juan Pablo Magno. Aún no se sabe si este póstumo título se impondrá, ya que no existe ningún procedimiento formal para asignar este apelativo.

También, muchos seguidores del pontífice demandaron que fuese canonizado tan pronto como fuera posible, gritando "Santo Súbito" ("Santo ya") durante los actos de exposición pública del cadáver y misas de funeral.

Su tumba, que se encuentra bajo la Basílica Vaticana junto a la de otros Pontífices, se ha convertido en lugar de peregrinación en la actualidad lo que para algunos es un signo de la concepción de santidad que el pueblo tiene sobre él. Es la más cercana a la tumba de Pedro y vecino a la de Pablo VI.

Relaciones internacionales.

Al inicio del pontificado de Juan Pablo II , la Santa Sede tenía relaciones diplomáticas con 84 estados. Al fallecer este Papa, las tenía con 173. Igualmente, participa como miembro pleno derecho o como observadora en varios organismos internacionales y regionales.

Las 104 visitas internacionales de Juan Pablo II han sido realizadas mayoritariamente en su doble calidad de jefe de estado y el de cabeza de la Iglesia Católica. Por ello el gesto del jefe de estado del país receptor (si es de cultura cristiana) de saludarle primero con la mano (tratándose del encuentro de dos jefes de estado) y eventualmente después con la clásica reverencia y besamanos. El primer viaje que Su Santidad Juan Pablo II hizo fue a Santo Domingo, Republica Dominicana desde donde se trasladó a México, al que el llamaba "México siempre fiel", una frase que se ha vuelto inmortal. Los dos países de América Latina que más visitó, fueron México en cinco ocasiones y Brasil en cuatro.

Juan Pablo II demostró además ser un hábil diplomático, recién asumido su pontificado debió enfrentar en diciembre de 1978 la crisis prebélica existente entre Argentina y Chile a causa de la aplicación del Laudo Arbitral dictado por la Reina Isabel II de Inglaterra referente al conflicto del Canal Beagle. En momentos en que ambas naciones tenían sus tropas desplegadas a lo largo de la frontera, existen incluso evidencias que indicarían el inicio de las operaciones militares. Juan Pablo II, aprovechando los vínculos de los militares con la Iglesia, influyó decisivamente en impedir el inicio de las hostilidades enviando al Cardenal Antonio Samoré como su representante, obteniendo la separación de las fuerzas y el inicio de un proceso de mediación que culminaría el 29 de noviembre de 1984 con la firma del Tratado de Paz y Amistad entre ambos países.

Fue un extraordinario políglota, ya que no sólo llegó a dominar el polaco, esperanto, griego clásico, latín, italiano, francés, español, portugués, inglés y alemán, sino que también tuvo suficientes conocimientos del checo, lituano, ruso y húngaro, además tenía conocimientos de japonés, tagalo y varias lenguas africanas. Fue un gran deportista en su juventud. Ha sido el primer Papa en hacer uso intensivo de los medios de comunicación y, en especial, de Internet para hacer llegar su mensaje, además de tener acercamientos con líderes de religiones tales como la judía, musulmana, ortodoxa y tibetana (a través del Dalái Lama), entre otras.

Resonancia de su Pontificado.

En los últimos días de su vida y tras su muerte, son muchos los logros de este Papa que se han destacado. Respecto de la política mundial, poco antes de su muerte, la BBC comentó, refiriendo una significativa toma de postura de Mijail Gorbachov: "El Papa -le dijo Gorbachov entonces a su esposa Raisa- es la autoridad moral más importante del mundo y es eslavo". El entendimiento entre ambas personalidades sin duda facilitó el camino hacia la democracia en el bloque oriental". En palabras del General Wojciech Jaruzelski, último mandatario en la Polonia comunista, la visita de Juan Pablo II a Polonia en 1979, fue el "detonador" de los cambios. Con ocasión de su fallecimiento, el Presidente del Parlamento Europeo, el socialista Josep Borrell, escribía: "Me inclino con respeto ante la memoria de esa gran personalidad que ha marcado de forma determinante la historia del último cuarto de siglo. (...) Imponía el respeto por la claridad de sus opiniones y por la sinceridad de sus continuos esfuerzos en favor de la justicia, la paz y el respeto de la dignidad y de los derechos humanos. Nadie olvidará sus gestos de apertura y diálogo dirigidos a los representantes de las demás religiones, particularmente durante los encuentros de Asís. La historia recordará el determinante empeño de Juan Pablo II en la reconducción de los Estados de Europa Central y Oriental hacia la democracia y la libertad. Recordará, asimismo, su actividad, a menudo discreta pero decidida, en favor del diálogo entre los pueblos y los Estados en conflicto y por la reanudación de las negociaciones entre los Estados de Oriente Próximo". El Canciller alemán, Gerhard Schröder, declaraba que el Papa había «influido en la integración pacífica de Europa de muchas formas. Por sus esfuerzos y por su impresionante personalidad, ha cambiado nuestro mundo».

Se destaca también su empeño en pro de los derechos humanos: "Su empeño como Pontífice fue no sólo el difundir el Evangelio, sino el transformar el Papado romano en el portavoz de los derechos humanos" - indica un artículo de la CNN citando a Marco Politi, autor del libro "His Holiness".

El balance de su vida, desde un punto de vista religioso y personal, lo trazó el entonces Cardenal Ratzinger -luego Benedicto XVI- en el funeral por Juan Pablo II: "«Sígueme», dice el Señor resucitado a Pedro, como su última palabra a este discípulo elegido para apacentar a sus ovejas. «Sígueme», esta palabra lapidaria de Cristo puede considerarse la llave para comprender el mensaje que viene de la vida de nuestro llorado y amado Papa Juan Pablo II".

Algunos datos de su Pontificado.

Tercer pontificado más largo de la historia.
1 Proclamación de Doctorado en la Iglesia (Santa Teresa de Lisieux en 1997)
3 libros escritos.
6 sínodos de obispos realizados.
6 hospitalizaciones.
9 consistorios.
11 constituciones apostólicas.
14 encíclicas.
14 exhortaciones apostólicas.
28 motu proprio.
52 ceremonias de canonización.
77 matrimonios comunitarios celebrados.
104 viajes oficiales
129 naciones visitadas.
145 ceremonias de beatificación.
226 primeros ministros recibidos en audiencia.
232 cardenales nombrados.
274 unciones de enfermos.
300 confesiones.
301 parroquias visitadas.
321 obispos ordenados.
482 santos proclamados.
697 ciudades visitadas.
703 entrevistas con Jefes de Estado.
740 visitas a la diócesis de Roma.
1.060 audiencias públicas.
1.339 beatos proclamados.
1.378 bautismos administrados.
1.595 confirmaciones.
2.125 sacerdotes ordenados.
2.412 discursos pronunciados.
1.163.865 kilómetros de viaje

Documentos de Juan Pablo II.

Encíclicas.

Redemptor Hominis (4 de marzo de 1979)
Dives in Misericordia (30 de noviembre de 1980)
Laborem Exercens (14 de septiembre de 1981)
Slavorum Apostoli (2 de junio de 1985)
Dominum et Vivificantem (18 de mayo de 1986)
Redemptoris Mater (25 de marzo de 1987)
Sollicitudo Rei Socialis (30 de diciembre de 1987)
Redemptoris Missio (7 de diciembre de 1990)
Centesimus Annus (1 de mayo de 1991)
Veritatis Splendor (6 de agosto de 1993)
Evangelium Vitae (25 de marzo de 1995)
Ut Unum Sint (25 de mayo de 1995)
Fides et Ratio (14 de septiembre de 1998)
Ecclesia de Eucharistia (17 de abril de 2003)

Libros escritos por Juan Pablo II.

Mi visión del hombre: Colección de artículos sobre ética escritos antes que Wojtyła, sea elegido Papa. En la primera parte de este libro se presenta la Introducción a la ética, en donde el autor expone su opinión sobre los principales temas que afectan al hombre, como el amor, la felicidad o la justicia. La segunda parte, Ensayos de ética personalista, es una selección de escritos publicados en revistas especializadas. En estos textos Karol Wojtyła ofrece una significativa aportación para la fundación de una ética de tipo personalista y presenta al público español la escuela ética de Lublin.

Amor y responsabilidad, Razón y Fe

Signo de contradicción
Persona y acción: En el volumen de Persona y acción, la cual se convirtió en su obra filosófica más importante de Wojtyła, presenta que la acción revela a la persona, y miramos a la persona a través de su acción. La acción nos ofrece el mejor acceso para penetrar en la esencia intrínseca de la persona y nos permite conseguir el mayor grado posible de conocimiento de la persona. Experimentamos al hombre en cuanto es persona, y estamos convencidos de ello porque realiza acciones. Empezar directamente por la acción, así se resolvía de raíz el problema. Era la acción humana la que desvela quién era la persona y su naturaleza dinámica y activa.

Poesías de Karol Wojtyła

Don y misterio: Este libro fue publicado el 15 de noviembre de 1996. La ocasión de la publicación de este libro que ya marca el carácter personal y retrospectivo del escritor, es debido a que se celebraba su 50 aniversario de ordenación sacerdotal. Este libro es un testimonio muy personal pero a la vez abarcador de su vocación sacerdotal: recuerdos y reflexiones, sus memorias sobre los orígenes de su sacerdocio.

¡Levantáos! ¡Vamos!: Libro publicado en mayo de 2004, a poco menos de un año de haber celebrado su vigésimo quinto aniversario como Sumo Pontífice y a los 45 años de haber sido electo Obispo, recoge sus íntimas reflexiones sobre su experiencia episcopal. Si “Don y Misterio”, reflexiones sobre su vocación sacerdotal y sus primeros años como sacerdote, complementaba la Pastores dabo vobis, sobre la formación y vida del presbítero, este libro complementa la Exhortación pos sinodal Pastores gregis sobre le ministerio del Obispo en la Iglesia del 16 de octubre de 2003. Wojtyła mismo indica que este libro fue cogiendo forma cuando escuchaba a los demás Obispos dar sus testimonios sobre el ministerio episcopal durante el Sínodo de Obispos del año 2000 celebrado en Roma. Él lo escribe para dar a conocer la grandeza del ministerio episcopal, las dificultades que conlleva y la alegría que comporta desempeñarlo fielmente. El tono de este libro es muy parecido a “Don y misterio”. Karol Wojtyła era un hombre que ponderaba lo hermoso del paso de Dios por su vida y reflexionaba en su corazón profundo y emocionado, el amor misericordioso de un Dios Padre y tierno. En este escrito, obra de un anciano físicamente inválido, se evidencia el optimismo cristiano, la esperanza de un creyente ante el misterio de una vocación dificilísima, sobre todo después del Concilio Vaticano II. Wojtyła se alegra al revivir sus experiencias muy particulares y muy polacas que las comparte porque entiende que en ellas se refleja algo de lo universal, algo que debiera resonar en cada Obispo. Hace confidencias y recorre los ríos, montañas, vecindarios, santuarios de su amadísima Polonia, rescata conversaciones con sus amigos y conocidos. Incluso delata inocentemente palabras y gestos proféticos, tales como los del Arzobispo de Cracovia que, al recibirlo como Obispo Auxiliar, dice de él: “Habemus papam”.

Memoria e identidad

Tríptico romano. Meditaciones (2003): Karol Wojtyła afronta las grandes cuestiones de la vida y de su vida, penetrando en el misterio de su elección como Papa e incluso en la de su sucesor. Tríptico Romano, Meditaciones, consta de tres partes: La primera, "Arroyo", es una contemplación mística de la naturaleza, y en esta sección del libro se destaca la belleza y la búsqueda de Dios por el hombre, que tiene que ir contra la corriente si quiere encontrar el manantial, es decir, Dios. La segunda parte, "Meditaciones sobre el libro del Génesis en el umbral de la Capilla Sixtina", es una reflexión sobre el hombre, imagen de Dios, desde la Creación hasta el Juicio Final, inspirándose en la impresionante serie de imágenes de Miguel Angel que preside el recinto, donde los cardenales se reúnen cada vez que van a elegir a un nuevo Papa. La tercera parte, "Monte en la región de Moria", se basa en la evocación de Ur de Caldea, la patria de Abraham, y la conversación entre el patriarca y su hijo Isaac, al que Abraham estuvo a punto de sacrificar en el Monte Moria, como prueba de su lealtad a Dios.

Juan Pablo II; Messori, Vittorio (2004). Cruzando el umbral de la esperanza .

Discografía.

1994 Rosary (Rosario) Sony Music
1994 Rosary (en idioma francés) Sony Music France
1994 Rosary (en inglés y español) Sony Music
1994 Rosary (en idioma latín) Sony Music
1995 Rosary (en idioma portugués) Sony Music
1999 Abbà Pater Sony Music Italia
2003 Mai Piu La Guerra EMI Music Italy
1989 Cantos Religiosos y Bendición Papal Varios intérpretes Orfeón Discos
1995 Papal Blessing/Ave Maria Varios intérpretes Gateway Records
1998 Poems From The Pope Vittorio Gassman Sourdough Records
1999 From Rome To América Varios intérpretes Sourdough Records
2000 The Gold Collection: Sings the Poetry of Pope John Paul II Sarah Vaughn Fine Tune.

Documentales.

Juan Pablo II - Os cuento mi vida producido por NOVA-T, distribuido por HDH Communications, 2006.
Las Llaves del Reino - De Juan Pablo II a Benedicto XVI producido por el Centro Televisivo Vaticano, distribuido por HDH Communications, 2006.
Juan Pablo II - Su vida, su Pontificado producido por el Centro Televisivo Vaticano, distribuido por HDH Communications, 2006.
Juan Pablo II en los 90 (2001). Producido por el Centro Televisivo Vaticano, distribuido por HDH Comunications. Este programa fue emitido por varios canales de televisión, a principios del Siglo XXI.
Visita a Chile de Juan Pablo II (1997 2005) Producidos conjuntamente por el Centro Televisivo Vaticano y la Corporación de Televisión de la Pontificia Universidad Católica de Chile (Canal 13) y HDH Comunications. Estos se repartieron en el Diario el Mercurio de Santiago.

Largometrajes.

Da un paese lontano (1981), dirigida por Krzysztof Zanussi

Karol, el hombre que llegó a ser Papa (2005) (título original "Karol, un uomo diventato Papa", dirigida por Giacomo Battiato).



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Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 Empty Re: Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011)

Mensaje por Invitado Sáb 18 Sep 2010, 8:43 pm

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Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid, 25 de noviembre de 1562 – 27 de agosto de 1635) fue uno de los más importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y, por la extensión de su obra, uno de los más prolíficos autores de la literatura universal.

El llamado Fénix de los ingenios y Monstruo de la Naturaleza (por Miguel de Cervantes), renovó las fórmulas del teatro español en un momento en que el teatro comienza a ser un fenómeno cultural y de masas. Máximo exponente, junto a Tirso de Molina y Calderón de la Barca, del teatro barroco español, sus obras siguen representándose en la actualidad y constituyen una de las más altas cotas alcanzadas en la literatura y las artes españolas. Fue también uno de los grandes líricos de la lengua castellana y autor de muchas novelas.

Se le atribuyen unos 3.000 sonetos, 3 novelas, 4 novelas cortas, 9 epopeyas, 3 poemas didácticos, y varios centenares de comedias (1.800 según Juan Pérez de Montalbán). Amigo de Quevedo y de Juan Ruiz de Alarcón, enemistado con Góngora y envidiado por Cervantes, su vida fue tan extrema como su obra.

Juventud.

Félix Lope de Vega y Carpio, procedente de una familia humilde natural del valle de Carriedo, en la montaña cántabra, fue hijo de Félix de Vega, bordador de profesión, y de Francisca Fernández Flórez. No hay datos precisos sobre su madre. Se sabe, en cambio, que tras una breve estancia en Valladolid, su padre se mudó a Madrid en 1561, atraído quizá por las posibilidades de la recién estrenada capitalidad de la Villa y Corte. Sin embargo, Lope de Vega afirmaría más tarde que su padre llegó a Madrid por una aventura amorosa de la que le rescataría su futura madre. Así, el escritor sería fruto de la reconciliación, y debería su existencia a los mismos celos que tanto analizaría en su obra dramática.

Niño muy precoz, leía latín y castellano ya a los cinco años. A la misma edad compone versos . Siempre de acuerdo con su testimonio, a los doce escribe comedias (Yo las componía de once y doce años / de a cuatro actos y de a cuatro pliegos / porque cada acto un pliego contenía). Es posible que su primera comedia, hoy perdida, se titulase El verdadero amante. Su gran talento le lleva a la escuela del poeta y músico Vicente Espinel, en Madrid, a quien siempre citó con veneración. Así el soneto: Aquesta pluma, célebre maestro / que me pusisteis en las manos, cuando / los primeros caracteres firmando / estaba, temeroso y poco diestro... Continúa su formación en el Estudio de la Compañía de Jesús, que más tarde se convierte en Colegio Imperial (1574):

Los cartapacios de las liciones me servían de borradores para mis pensamientos, y muchas veces las escribía en versos latinos o castellanos. Comencé a juntar libros de todas letras y lenguas, que después de los principios de la griega y ejercicio grande de la latina, supe bien la toscana, y de la francesa tuve noticia... (La Dorotea, IV).
Cursa después cuatro años (1577-1581) en la Universidad de Alcalá de Henares, pero no logra ningún título. Quizá su conducta desordenada y mujeriega le hace poco apto para el sacerdocio. Sus altos protectores dejan de costearle los estudios. Así, Lope no consigue el grado de bachiller y para ganarse la vida tiene que trabajar como secretario de aristócratas y prohombres, o escribiendo comedias y piezas de circunstancias. En 1583 se alista en la marina y pelea en la batalla de la Isla Terceira a las órdenes de su futuro amigo don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz de Mudela. Tiempo después dedicaría una comedia al hijo del marqués.

Destierro.

Estudió por entonces gramática con los teatinos y matemáticas en la Academia Real y sirvió de secretario al Marqués de las Navas; pero de todas estas ocupaciones le distraían las continuas relaciones amorosas. Elena Osorio fue su primer gran amor, la "Filis" de sus versos, separada entonces de su marido, el actor Cristóbal Calderón; Lope pagaba sus favores con comedias para la compañía del padre de su amada, el empresario teatral o autor Jerónimo Velázquez. En 1587 Elena aceptó casarse por conveniencia con el noble Francisco Perrenot Granvela, sobrino del poderoso cardenal Granvela. Un despechado Lope de Vega hizo entonces circular contra ella y su familia unos libelos:

Una dama se vende a quien la quiera
en almoneda está. ¿Quieren compralla?
Su padre es quien la vende, que, aunque calla,
su madre la sirvió de pregonera...

Denunció la situación en su comedia Belardo furioso y en una serie de sonetos y romances pastoriles y moriscos, por lo que un dictamen judicial lo envió a la cárcel. Reincidió y un segundo proceso judicial fue más tajante: lo desterraron ocho años de la Corte y dos del reino de Castilla, con amenaza de pena de muerte si desobedecía la sentencia. Lope de Vega recordaría años más tarde sus amores con Elena Osorio en su novela dialogada ("acción en prosa" la llamó él) La Dorotea. Sin embargo, por entonces ya se había enamorado de Isabel de Alderete y Urbina, hija del pintor del rey Diego de Urbina, con quien se casó el 10 de mayo de 1588 tras raptarla con su consentimiento. En sus versos la llamó con el anagrama "Belisa".

El 29 de mayo del mismo año intentó reanudar su carrera militar alistándose en la Gran Armada, en el galeón San Juan. Por entonces escribió un poema épico en octavas reales al modo de Ludovico Ariosto: La hermosura de Angélica, que pasó desapercibido.

En diciembre de 1588 volvió después de la derrota de la Gran Armada y se dirigió a Valencia, la capital del Turia, tras quebrantar la condena pasando por Toledo. Con Isabel de Urbina vivió en Valencia y allí siguió perfeccionando su fórmula dramática, asistiendo a las representaciones de una serie de ingenios pertenecientes a la llamada Academia de los nocturnos, como el canónigo Francisco Agustín Tárrega, el secretario del Duque de Gandía Gaspar de Aguilar, Guillén de Castro, Carlos Boil y Ricardo de Turia. Aprendió a desobedecer la unidad de acción narrando dos historias en vez de una en la misma obra, el llamado imbroglio o embrollo italiano.

Tras cumplir los dos años de destierro del reino, Lope de Vega se trasladó a Toledo en 1590 y allí sirvió a don Francisco de Ribera Barroso, más tarde segundo marqués de Malpica y, algún tiempo después, al quinto duque de Alba, don Antonio de Toledo y Beamonte. Para esto se incorporó como gentilhombre de cámara a la corte ducal de Alba de Tormes, donde vivió entre 1592 y 1595. En este lugar leyó el teatro de Juan del Encina, del que tomó el personaje del gracioso o figura del donaire, perfeccionando aún más su fórmula dramática. En el otoño de 1594, murió Isabel de Urbina de sobreparto o puerperio. Escribió por entonces su novela pastoril La Arcadia, donde introdujo numerosos poemas.

Vuelta a Castilla.

En diciembre de 1595, cumplió los ocho años de destierro de las Cortes y regresó a Madrid. Al siguiente año, allí mismo, fue procesado por amancebamiento con la actriz viuda Antonia Trillo. En 1598 se casó con Juana de Guardo, hija de un adinerado abastecedor de carne de la Corte, lo que motivó las burlas de diversos ingenios (Luis de Góngora, por ejemplo), ya que al parecer era una mujer vulgar y todos pensaban que Lope se había casado por dinero ya que no era amor precisamente lo que le faltaba. Tuvo con ella, sin embargo, un hijo muy querido, Carlos Félix, y tres hijas.

Volvió a trabajar como secretario personal de Pedro Fernández de Castro y Andrade, en aquel momento Marqués de Sarria y futuro Conde de Lemos, al que escribió en una epístola; "Yo, que tantas veces a sus pies, cual perro fiel, he dormido", y allí permaneció hasta 1603, en que se encuentra en Sevilla. Se enamoró de Micaela de Luján, la "Celia" o "Camila Lucinda" de sus versos; mujer bella, pero inculta y casada, con la cual mantuvo relaciones hasta 1608 y de la que tuvo cinco hijos, entre ellos dos de sus predilectos: Marcela (1606) y Lope Félix (1607). A partir de 1608 se pierde el rastro literario y biográfico de Micaela de Luján, única entre las amantes mayores del Fénix cuya separación no dejó huella en su obra.

Durante bastantes años Lope se dividió entre los dos hogares y un número indeterminado de amantes, muchas de ellas actrices, entre otras Jerónima de Burgos, como da fe el proceso legal que se le abrió por andar amancebado en 1596 con Antonia Trillo; también se conoce el nombre de otra amante, Marina de Aragón. Para sostener este tren de vida y sustentar tantas relaciones e hijos legítimos e ilegítimos, Lope de Vega hizo gala de una firmeza de voluntad poco común y tuvo que trabajar muchísimo, prodigando una obra torrencial consistente, sobre todo, en poesía lírica y comedias, impresas éstas muchas veces sin su venia, deturpadas y sin corregir.

A los treinta y ocho años pudo al fin corregir y editar parte de su obra sin los errores de otros. Como primer escritor profesional de la literatura española, pleiteó para conseguir derechos de autor sobre quienes imprimían sus comedias sin su permiso. Consiguió, al menos, el derecho a la corrección de su propia obra.

En 1605 entró al servicio de Luis Fernández de Córdoba y de Aragón, duque de Sessa. Esta relación le atormentaría años más tarde, cuando tomó las órdenes sagradas y el noble continuaba utilizándole como secretario y alcahuete, de forma que incluso su confesor llegaría a negarle la absolución.

En 1609 leyó y publicó su Arte nuevo de hacer comedias, obra teórica de carácter capital, contraria a los preceptos neoaristotélicos, e ingresó en la "Cofradía de Esclavos del Santísimo Sacramento" en el oratorio de Caballero de Gracia, a la que pertenecían casi todos los escritores relevantes de Madrid. Entre ellos estaban Francisco de Quevedo, que era amigo personal de Lope, y Miguel de Cervantes. Con éste último, tuvo unas relaciones tirantes a causa de las alusiones antilopescas de la primera parte del Don Quijote (1605). Al año siguiente, se adscribió al oratorio de la calle del Olivar.

Sacerdocio.

Son fechas de una profunda crisis existencial, impulsada quizá por la muerte de parientes próximos y que le inclinaba cada vez más hacia el sacerdocio. A esta inspiración responden sus Rimas sacras y las numerosas obras devotas que empieza a componer, así como la inspiración filosófica que asoma en sus últimos versos. Doña Juana de Guardo sufría frecuentes enfermedades y en 1612 Carlos Félix murió de fiebres. El 13 de agosto del año siguiente, falleció Juana de Guardo, al dar a luz a Feliciana. Tantas desgracias afectaron emocionalmente a Lope, y el 24 de mayo de 1614 decidió al fin ordenarse de sacerdote. Lope medita profundamente sobre su vida y llega a algunas conclusiones inquietantes: "Yo he nacido en dos extremos, que son amar y aborrecer; no he tenido medio jamás... Yo estoy perdido, si en mi vida lo estuve, por alma y cuerpo de mujer, y Dios sabe con qué sentimiento mío, porque no sé cómo ha de ser ni durar esto, ni vivir sin gozarlo... (1616)

Se trata de la confesión de un Don Juan menos diabólico que el ser mítico pero más humano y atormentado. La expresión literaria de esta crisis y sus arrepentimientos son las Rimas sacras, publicadas en 1614; allí dice: "Si el cuerpo quiere ser tierra en la tierra / el alma quiere ser cielo en el cielo", dualismo irredento que constituye toda su esencia. Las Rimas sacras constituyen un libro a la vez introspectivo en los sonetos (utiliza la técnica de los ejercicios espirituales que aprendió en sus estudios con los jesuitas) como devoto por los poemas dedicados a diversos santos o inspirados en la iconografía sacra, entonces en pleno despliegue gracias a las recomendaciones emanadas del Concilio de Trento. Le sorprendió entonces la revolución estética provocada por las Soledades de Luis de Góngora y, si bien incrementó la tensión estética de su verso y empezaron a aparecer bimembraciones al final de sus estrofas, tomó distancia del culteranismo extremo y siguió cultivando su característica mezcla de conceptismo, culto casticismo castellano y elegancia italiana. Además, zahirió la nueva estética y se burló de ella cuando tuvo ocasión. Góngora reaccionó con sátiras a esta hostilidad, que el Fénix planteaba siempre de forma indirecta, aprovechando cualquier rincón de sus comedias para atacar, más que a Góngora mismo, a sus discípulos, modo inteligente de enfrentarse a la nueva estética y que tiene que ver con su famosa concepción de la sátira: "Pique sin odio, que si acaso infama / ni espere gloria ni pretenda fama". Por otra parte tuvo que luchar con los desprecios de los preceptistas aristotélicos que vituperaban su fórmula dramática como contraria a las tres unidades de acción, lugar y tiempo: los poetas Cristóbal de Mesa y Cristóbal Suárez de Figueroa y, sobre todo, Pedro Torres Rámila autor de una Spongia (1617), libelo destinado a denigrar no sólo el teatro de Lope, sino también toda su obra narrativa, épica y lírica. Contra este folleto respondieron furiosamente los amigos humanistas de Lope, encabezados por Francisco López de Aguilar, que redactó por junio de 1618 una Expostulatio Spongiae a Petro Hurriano Ramila nuper evulgatae. Pro Lupo a Vega Carpio, Poetarum Hispaniae Principe. La obra contenía elogios a Lope de nada menos que Tomás Tamayo de Vargas, Vicente Mariner, Luis Tribaldos de Toledo, Pedro de Padilla, Juan Luis de la Cerda, Hortensio Félix Paravicino, Bartolomé Jiménez Patón, Francisco de Quevedo, el Conde de Salinas, y Vicente Espinel, entre otros menos conocidos. Animado por estos apoyos, Lope, aunque asediado por las críticas de culteranos y aristotélicos, prosigue con sus intentos épicos. Tras el Polifemo de Góngora, ensaya la fábula mitológica extensa con cuatro poemas: La Filomena (1621; donde ataca a Torres Rámila), La Andrómeda (1621), La Circe (1624) y La rosa blanca (1624; blasón de la hija del conde-duque, cuyo complicado origen mítico expone). Vuelve a la épica histórica con La corona trágica (1627, en 600 octavas sobre la vida y muerte de María Estuardo).

Últimos años.

En sus últimos años de vida Lope de Vega se enamoró de Marta de Nevares, en lo que puede considerarse "sacrilegio" dada su condición de sacerdote; era una mujer muy bella y de ojos verdes, como declara Lope en los poemas que le compuso llamándola "Amarilis" o "Marcia Leonarda", como en las Novelas que le destinó. En esta época de su vida cultivó especialmente la poesía cómica y filosófica, desdoblándose en el poeta heterónimo burlesco Tomé de Burguillos y meditando serenamente sobre la vejez y su alocada juventud en romances como las famosas "barquillas".

Los últimos años de Lope fueron infelices a pesar de los honores que recibió del rey y del papa. Sufrió que Marta se volviera ciega en 1626, y muriera loca, en 1628. Lope Félix, hijo suyo con Micaela de Luján y que también tenía vocación poética, se ahogó pescando perlas en 1634 en la isla Margarita. Su amada hija Antonia Clara, fue secuestrada por un hidalgo, novio suyo, para colmo apellidado Tenorio. Feliciana, su única hija legítima para ese entonces, había tenido dos hijos: una se hizo monja y el otro, el capitán Luis Antonio de Usategui y Vega, murió en Milán al servicio del rey. Sólo una hija natural suya, la monja Marcela, le sobrevivió.

Lope de Vega murió el 27 de agosto de 1635. Su muerte fue sentida por la mayoría de los españoles. Doscientos autores le escribieron elogios que fueron publicados en Madrid y Venecia. Durante su vida, sus obras obtuvieron una mítica reputación. "Es de Lope" fue una frase utilizada frecuentemente para indicar que algo era excelente, lo que no siempre ayudó a atribuir sus comedias correctamente. Al respecto cuenta su discípulo Juan Pérez de Montalbán en su Fama póstuma a la vida y muerte del doctor frey Lope de Vega Carpio (Madrid, 1636), impreso compuesto para enaltecer la memoria del Fénix, que un hombre vio pasar un entierro magnífico diciendo que "era de Lope", a lo cual apostilló Montalbán que "acertó dos veces". Cervantes, a pesar de su antipatía por Lope, lo llamó "el monstruo de la naturaleza" por su fecundidad literaria.

Obra lírica.

Los romances.

Lope pertenece y encabeza, con su eterno rival el cordobés Luis de Góngora, una precoz generación poética que se da a conocer en la década que va de 1580 a 1590. Desde la temprana edad de dieciocho o veinte años estos poetas empiezan a ser conocidos y celebrados. Los autores –es obvio– no tuvieron mayor interés en controlar ni exigir nada a los impresores. Son, en general, poetas jóvenes (Lope, Góngora, Pedro Liñán de Riaza…), con menos de treinta años. Nadie se preocupó de reclamar su autoría, al menos directamente. La crítica moderna se ha ocupado de dilucidar la autoría de tal o cual romance, pero no ha hecho el esfuerzo necesario para intentar con seriedad establecer el corpus romanceril de los distintos poetas. El de Lope se ha quedado en vagas aproximaciones. Mucho se ha hablado sobre el sentido y el alcance de este romancero de la generación de 1580, en el que Lope impone unas pautas recreadas por otros muchos. El protagonismo de nuestro poeta fue reconocido desde el primer momento. El nuevo romancero fue una fórmula literaria que caló rápidamente en la sensibilidad social. Jóvenes que estaban llamados a ser genios creadores de larga trayectoria propusieron a sus lectores y oyentes un feliz híbrido de convencional fantasía y unas referencias en clave a amores y amoríos, favores y desdenes, gustos y disgutos de la actividad erótica. Pero el exhibicionismo sentimental no se presenta en ellos desnudo. Aparece, para mayor encanto, velado por la fantasía heroica de los romances moriscos o por la melancolía pastoril. La añeja tradición de los romances fronterizos, compuestos en su mayor parte en el siglo XV al hilo de los hechos históricos a que aluden, reverdece a finales del siglo XVI en este género de moda. Los moriscos fueron los primeros romances de moda compuestos por la generación de 1580 [vid. «Ensíllenme el asno rucio»; «Mira, Zaide, que te aviso»]. La moda del romancero morisco fue sustituida por la pastoril, aunque hubo un tiempo de convivencia de ambas [vid. «De pechos sobre una torre»; «Hortelano era Belardo»]». Cf. sobre este último aspecto Francisco de Quevedo: Historia de la vida del buscón. Edición de Ignacio Arellano. Madrid: Espasa, 2002, p. 129: «Item, advirtiendo que después que dejaron de ser moros (aunque todavía conservan algunas reliquias) [los poetas] se han metido a pastores, por lo cual andan los ganados flacos de beber sus lágrimas, chamuscados con sus ánimas encendidas, y tan embebecidos en su música que no pacen, mandamos que dejen el tal oficio, señalando ermitas a los amigos de soledad».

Rimas.

En noviembre de 1602, emparedada entre La hermosura de Angélica y La Dragontea, aparecía en la madrileña imprenta de Pedro Madrigal una colección de sonetos: el primer poemario, sin argamasa narrativa, que Lope publicaba a su nombre. El público debió de acoger favorablemente la colección de doscientos sonetos porque Lope se decidió a publicarlos, sin los poemas épicos, y acompañados de una «Segunda parte», compuesta por églogas, epístolas, epitafios. Esta nueva edición vio la luz en Sevilla en 1604. La edición de 1604 enmendaba en ciertos detalles los sonetos publicados en 1602 y reordenaba con buen tino algunos de ellos. Todavía no había acabado el proceso de acrecentamiento. En 1609 Lope vuelve a editarlas en Madrid, con la adición del Arte nuevo de hacer comedias. El impreso, aunque descuidado en grado sumo, tuvo buena acogida. El texto, que podemos considerar definitivo, con los doscientos sonetos, la Segunda parte y el Arte nuevo, se reimprimió en Milán, 1611; Barcelona, 1612; Madrid, 1613 y 1621; y Huesca, 1623. En el caso de las «Rimas» encontramos poemas que cabe datar entre 1578 y 1604. Los doscientos sonetos recorren, desordenadamente y con incrustaciones de otros asuntos, el itinerario obligado de los canzonieri petrarquistas. Los conflictos amorosos con [Elena] Osorio dieron origen a una celebrada serie sonetil de Lope: la de los mansos. El motivo pastoril se recrea en una trilogía formada por el soneto «Vireno, aquel mi manso regalado», conservado en el «Cartapacio Penagos» pero no impreso hasta que lo editó Entrambasaguas en 1934, y los sonetos 188 y 189 de las Rimas. El soneto 126, «Desmayarse, atreverse, estar furioso», se limita a anotar contrarias reacciones, sicológicamente verosímiles, del amante. Los trece primeros versos han acumulado el predicado de la definición, sin nombrar el sujeto. El segundo hemistiquio nos quiere convencer, nos convence de que no hemos oído una abstracta e impersonal definición escolástica, sino la expresión artística de una experiencia viva: «quien lo probó lo sabe». De entre todos los poemas que glosan estos asuntos, alcanzó pronta y perdurable fama el 61: «Ir y quedarse, y con quedar partirse». Los poemas añadidos en 1604, a pesar de su notable interés, apenas han despertado la curiosidad de críticos y lectores. Se inicia con tres églogas de distinta factura, interés y calado. El Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, escrito a finales de 1608, es un poema didáctico, una charla o conferencia y, como tal, se escapa de los estrictos límites de la lírica o la épica.

Rimas sacras.

La primera edición es madrileña, de 1614, con el preciso título de Rimas sacras. Primera parte. Que sepamos, nunca hubo una segunda parte. Estamos ante uno de esos poemarios en los que el autor sinatetiza toda una vena de su fértil musa. Su estructura corresponde a lo que venimos llamando cancionero lopesco. Lo integran un canzoniere petrarquista (los cien sonetos iniciales) y una variedad de composiciones en diversos metros y géneros: poesía narrativa en octavas, glosas, romances descriptivos, poemas en tercetos encadenados, liras y canciones. Las Rimas sacras van a desarrollar ampliamente la palinodia que exigía la tradición literaria del petrarquismo. No solo porque el soneto inicial sea una reescritura del de Garcilaso de la Vega («Cuando me paro a contemplar mi estado»), sino porque la idea esencial de ofrecer un ejemplo de arrepentimiento del amor mundano está aquí desarrollada, no en un soneto, sino en toda la serie inicial y en otros muchos poemas que pespuntean el «canzoniere» petrarquesco. La mayoría de los sonetos de las Rimas sacras están escritos en primera persona y dirigidos a un tú íntimo e inmediato. El más celebrado de todos, el XVIII, es un monólogo del alma, que habla con voces coloquiales y directas a un Jesús enamorado: «¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?». Frente a estos sonetos de la intimidad, se encuentran, en número menor pero relevante, los de carácter hagiográfico, litúrgico o conmemorativo. Sin embargo, algunos poemas narrativos, como «Las lágrimas de la Madalena», el de mayor extensión, son continuación del universo poético predominante en los sonetos. «Las lágrimas» pertenece a una especie de la épica.

La Filomena.

En julio de 1621 apareció en Madrid La Filomena con otras diversas rimas, prosas y versos. En ese mismo año conoció una nueva edición barcelonesa, obra del más apasionado lopista entre los impresores catalanes: Sebastián de Cormellas. Volumen, pues, misceláneo, en el que Lope ensaya, con esa permanente vocación experimental que venimos señalando, dos géneros que han irrumpido con fuerza en el panorama literario de su época: la novela y la fábula mitológica; y trata de dar la réplica a sus máximos creadores y perpetuos rivales: Góngora y Cervantes. El poema que da título al volumen se presenta en dos partes distintas en el metro (octavas frente a silvas), el género (narrativa frente a fábula simbólica de polémica literaria) y la intención. La primera parte, en tres cantos, narra la trágica historia de Filomena, violada y mutilada por su cuñado Tereo, según el conocido relato ovidiano del libro VI de las Metamorfosis. «Las fortunas de Diana», novela corta, no se halla exenta tampoco de afán polémico y espíritu de emulación. Estamos ante un coletazo, casi último, de la agria disputa que surgió a raíz de la publicación del Quijote. Primera parte (1605) y la respuesta del círculo de Lope en el apócrifo, firmado por Alonso Fernández de Avellaneda (1614). Pero no es nuestro objeto comentar el arte narrativo de las «Novelas a Marcia Leonarda», sino señalar su dimensión lírica. Su núcleo principal es una nueva entrega de romances pastoriles. «La Andrómeda» es un poema emparentado con «La Filomena» aunque algo más breve: 704 versos en un único canto. Narra con su habitual soltura, y con menos digresiones de las habituales, la historia de Perseo, la muerte de la Medusa, el nacimiento de Pegaso, el surgimiento de la fuente de Hipocrena. Mucho más interesantes son las epístolas poéticas que vienen a continuación, entre las que se incluyen dos que no son de Lope.

Rimas humanas y divinas del licenciado Burguillos.

En noviembre de 1634 acaba de imprimirse en la Imprenta del Reino, a costa de Alonso Pérez, el último poemario que Lope verá en vida: Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos. El libro tiene la estructura habitual de los cancioneros lopescos: un cancionero petrarquista (formado por la mayor parte de los 161 sonetos), que resulta fundamentalmente paródico y humorístico, ya que se centra en una lavandera del Manzanares, Juana, a la que pretende el autor, una máscara o heterónimo de Lope, el estudiante pobre Tomé de Burguillos. Junto a estos poemas hay otros epigramáticos, humorísticos, serios, desengañados, satíricos, jocosos, religiosos e incluso filosóficos, que pertenecen al traquilo ciclo de senectute lopesco, así como una excepcional epopeya cómico-burlesca, La Gatomaquia, en siete silvas, sin duda la más perfecta y acabada muestra del género épico que salió de la pluma de Lope, protagonizada por gatos. En la portada aparece eñ «licenciado Tomé de Burguillos», y un retrato grabado del mismo; su sintética biografía se nos da en el «Advertimiento al señor lector». Burguillos, paralelo en cierto sentido a la figura del donaire en la comedia, encarna la visión antiheroica, escéptica y desengañada del viejo Lope, que parodia en él su propia biografía y su creación literaria. Sin embargo la aprobación del amigo del autor, Francisco de Quevedo, deja entrever que su estilo es bien parecido "al que floreció sin espinas en Lope de Vega". Burguillos traza un «canzoniere» petrarquista en clave de parodia, de autoparodia.

La lírica en el teatro.

Con Lope de Vega, hacia 1585, el teatro español recupera su primitiva vocación lírica. Al fin, los creadores de la comedia nueva son los mismos que han puesto de moda los romances moriscos y pastoriles. Numerosas comedias de nuestro autor tienen su origen en canciones de carácter tradicional.

La escuela dramática de Lope de Vega.

Muchos dramaturgos se apuntaron a las novedades de Lope de Vega e incluso perfeccionaron su modelo. Entre los mayores seguidores estuvieron Guillén de Castro, Antonio Mira de Amescua, Luis Vélez de Guevara y su hijo, Juan Vélez de Guevara, Juan Ruiz de Alarcón y Tirso de Molina. Figuras menores fueron Miguel Sánchez, Damián Salucio del Poyo, Andrés de Claramonte, Felipe Godínez, Diego Jiménez del Enciso, Rodrigo de Herrera, Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, Jerónimo de Villaizán, Juan Pérez de Montalbán, Luis Belmonte Bermúdez, Antonio Hurtado de Mendoza, Alonso de Castillo Solórzano, Alonso Remón y Jacinto de Herrera, por no mencionar una innumerable serie de ingenios de tercer orden.

Lista de obras.

Las ferias de Madrid (comedia, 1587)
El remedio en la desdicha (comedia, 1596)
La Dragontea (epopeya, 1598)
La Arcadia (novela, 1598)
La quinta de Florencia (comedia, 1598-1603)
El Isidro (epopeya, 1599)
Fiestas de Denia (epopeya, 1599)
El vaquero de Moraña (comedia, 1599/1603)
Romancero general (poesía, 1600)
La hermosura de Angélica, con otras diversas rimas (poesía, 1602)
La prueba de los amigos (comedia, 1604)
La discreta enamorada (comedia, 1604-08)
Rimas (poesías, 1604)
El peregrino en su patria (novela, 1604/18)
Los melindres de Belisa (comedia, 1606/08)
La niña de plata (comedia, 1607/12)
Lo fingido verdadero (comedia, h. 1608)
Rimas (poesías, 1609)
Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo (1609)
La Jerusalén conquistada (epopeya, 1609)
Peribáñez y el comendador de Ocaña (comedia,1609-12)
Los ponces de Barcelona (comedia, 1610/15)
El villano en su rincón (com. 1611)
La discordia en los casados (comedia, 1611)
Los pastores de Belén (novela, 1612)
Cuatro soliloquios (poesías, 1612)
Fuente Ovejuna (comedia, 1611-18)
La dama boba (comedia, 1613)
El perro del hortelano (comedia, 1613-15)
El valor de las mujeres (comedias, 1613/18)
Rimas sacras (poesías, 1614)
La discreta venganza (comedia, 1615/21)
El caballero de Olmedo (comedia, 1615-26)
Romancero espiritual (poemas, 1619)
Justa poética en honor de san Isidro (prosas y versos, 1620)
Los Tellos de Meneses (com. 1620-28)
La Filomena, prosas y versos (1621)
Amor, pleito y desafío (comedia, 1621)
Fiestas en la canonización de san Isidro (prosas y versos, 1622)
La Circe con otras rimas y prosas (1624)
Triunfos divinos, con otras rimas (poesías, 1625)
¡Ay, verdades que en amor! (comedia, 1625)
Corona trágica (poesía, 1627)
La moza de cántaro (comedia, h. 1627)
Soliloquios amorosos (prosas y versos, 1629)
Laurel de Apolo (poesías, 1630)
El castigo sin venganza (comedia, 1631)
La noche de San Juan (comedia, 1631)
La Dorotea (acción en prosa, 1632)
Amarilis (égloga, 1633)
Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (poesía, 1634)
Filis (égloga, 1635)
La gatomaquia (epopeya burlesca, 1634)
Las bizarrías de Belisa (comedia, 1634)
La Vega del Parnaso (obras póstumas 1635)

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Mensaje por Invitado Sáb 18 Sep 2010, 10:25 pm

Me permito interrumpirte en este hilo para darte de nuevo las gracias. No intervengo para no cortar con posts "sin contenido" este magnífico trabajo que haces, pero sí quiero hacerte saber que se agradece el trabajo, y se sigue con interés Smile

Gracias amigo.

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Mensaje por Invitado Dom 19 Sep 2010, 12:34 am

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 2651Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 250px-Caballero

Manuel Fernández Caballero (1835-1906)

Manuel Fernández Caballero (Murcia, 14 de marzo de 1835 - Madrid, 26 de febrero de 1906), fue un famoso compositor español de zarzuelas del siglo XIX, siendo hoy la más conocida Gigantes y cabezudos (1899).

Nació en Murcia, un 14 de marzo de 1835 en la Plaza de los Gatos, actual ubicación del Banco de España, en pleno centro de la ciudad capitalina, siendo hijo de una familia de dieciocho hermanos.

Desde pequeño mostró un virtuosismo y dotes especiales para la música, a los cinco años formaba parte del coro de las Agustinas de Murcia y a los doce ya hacía sus primeras composiciones y arreglos de ópera. En 1850 se trasladó a Madrid para estudiar en el Conservatorio piano junto al maestro Albéniz, violín con José Vega y composición con el maestro Eslava. Por su cuenta estudio clarinete, trombón, flautín, cornetín y figle, en una clara vocación por recabar disciplinas para su futuro trabajo de orquestación.

Teatro Real

Llegó a ser primer violín en la orquesta del Teatro Real en 1853 y pronto dirigiría las orquestas de otros escenarios madrileños como el Teatro de Variedades, sería entonces cuando comenzaría sus composiciones.

En 1864 se trasladó a Cuba, dirigiendo una compañía de zarzuela, quedando en La Habana hasta 1871, fecha en la que volvería a Murcia.

De vuelta a Madrid, comenzaría sus trabajos más intensos y conocidos de composición de zarzuelas. Y entre 1873 y 1883 compondría un total de 42 zarzuelas, volviendo a los 48 años a América en una gira en la que se estrenarían muchas de sus obras, como La Marsellesa, de 1876, o Los sobrinos del Capitán Grant, de 1877.

Periplos mundiales

Entre 1886 y 1896 se establecería en Madrid, como empresario del Teatro de la Zarzuela en Madrid, y sería aquí donde se estrenarían algunas de sus composiciones como Chateaux Margeux, compueste en 1887 y El dúo de la Africana, compuesta en 1893, siendo esta última una de sus obras más populares, representada en casi dos mil funciones en la capital española y viajando con ella hasta Sudamérica, con numerosas actuaciones en Buenos Aires.

En Madrid continuaría con estrenos como La Viejecita o Gigantes y Cabezudos, su obra más famosa, estrenada en Madrid en 1898. Se llegaba a dar la paradoja, en el ambiente musical español de la época, de un compositor murciano que escribía jotas aragonesas mientras que el madrileño Chueca componía la Alegría de la huerta o la jota a la murciana Virgen de los Peligros.

Fernández Caballero tuvo que realizar muchas de sus composiciones en papel pautado especial o ayudándose de su hijo Mario, a quien dictaba las partituras, ya que un problema ocular de cataratas le había conducido a una ceguera paulatina.

En 1899 estrena El traje de Luces, una de sus últimas obras, con libreto de los hermanos Álvarez Quintero.

Homenajes en su Murcia natal

En 1903 el compositor volvía a Murcia, y su ciudad le daba un rendido homenaje, con la imposición de la gran cruz de Alfonso XII en un acto multitudinario en el teatro circo Villar, y una cena homenaje en el salón de baile del Casino de Murcia.

En Madrid, el 26 de febrero de 1906, fallecía el maestro Fernández Caballero, dejando tras de sí una obra musical abundantísima y multitud de vivencias y anécdotas dentro del panorama musical español, como su legendaria enemistad con el compositor Chapí, del que, curiosamente, fue vecino en un edificio del Paseo del Prado.


Se le puede considerar por sus trabajos como uno de los maestros padres del joven género chico.La obra de éxito y la que le consolida de su carrera fue Los bandos de villafrita 1884,la obra más representada de España sin caer de cartel,tal fue este que tuvo que hacer una secuela de éxito Las grandes figuras en 1885. Sus obras en general muestran de manera elocuente un gran dominio de la orquestación y elegante estilo. El sainete El dúo de La Africana es una pieza deliciosa, y su famosa jota No cantes más La Africana queda como ejemplo magnífico de dúo de zarzuela. Además de zarzuelas, Fernández Caballero compuso música religiosa.

Entre sus principales zarzuelas debemos mencionar:

La Marsellesa (1876)
Los sobrinos del Capitán Grant (1877)
El lucero del alba (1879)
Chateau Margaux (1887)
El dúo de La africana (1893)
El cabo primero (1895)
La viejecita (1897)
Gigantes y Cabezudos[1] (1899)


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Mensaje por Invitado Dom 19 Sep 2010, 12:51 am

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 98oct5

María Guerrero (Madrid 1867-1928) debutó en el teatro de la Princesa de Madrid en 1885. La escasa preocupación por la escenografía del momento y la forma anárquica en la interpretación de los autores, que casi siempre improvisaban, la llevaron a interesarse por estas artes y a ser una auténtica renovadora de la escena. María Guerrero estudió con Teodora Lamadrid en la Escuela de Declamación y fue hija de un industrial muy conocido en los medios teatrales, que contribuyó en gran medida a su desarrollo profesional. Tras obtener los primeros reconocimientos por el público se trasladó a París, donde tuvo por maestros a actrices como Coquelin y Sarah Bernhardt. En 1890 regresó a España y logró un gran éxito por su interpretación en El vergonzoso en palacio. Con su marido, Fernando Díaz de Mendoza, formó su propia compañía teatral, cosechando numerosos éxitos en España, Italia, Francia y Latinoamérica. Juntos adquirieron el teatro de la Princesa (hoy llamado María Guerrero) y fundaron en Buenos Aires el teatro Cervantes.

María Guerrero representó todos los géneros, desde el drama a la comedia, aunque sobresalió en la tragedia clásica. Interpretó obras de Benavente, los hermanos Quintero, Pérez Galdós y Zorrilla, entre otros. Su mayor aportación a la escena española consistió en haber impuesto una disciplina y un método de trabajo. Estableció una verdadera escuela en la que se estudiaban los detalles de cada representación.

En el sello se reproduce un retrato de la actriz sobre una escena de La Leona de Castilla, drama histórico escrito por Francisco Villaespesa y representado por la propia María Guerrero.

María Guerrero Torija (Madrid, 17 de abril de 1867 - id., 23 de enero de 1928)[1] fue una actriz dramática española.

Estudió arte dramático con la actriz Teodora Lamadrid. Debutó en 1885 y posteriormente, ya cómo primera actriz, actuó en obras clásicas y de José Echegaray con gran éxito. Amplió estudios en París con el actor y director Benoît-Constant Coquelin y llegó a actuar con Sarah Bernhardt.

Se casó con el actor Fernando Díaz de Mendoza y Aguado, un aristócrata y Grande de España arruinado, con el cual estableció su propia compañía teatral que representó obras con gran fortuna en España y Argentina.

En Argentina inauguró el Teatro Avenida e hizo donativos para que se construyera el que es hoy llamado Teatro Nacional Cervantes.

Existe un teatro en Madrid (España), que lleva su nombre: el Teatro María Guerrero, sede del Centro Dramático Nacional y nombre con el que se rebautizó el Teatro de la Princesa, del que María Guerrero fue directora.

Fue abuela paterna del actor Fernando Fernán Gómez, e impidió el casamiento de los padres del pequeño Fernando.


Fernando Díaz de Mendoza y Aguado. Actor español. (Murcia, 1862 - Vigo, 1930).

Aristócrata de abolengo -VII marqués de San Mamés y VI de Fontanar, conde de Balazote y de Lalaing-. Creó compañía para su esposa y así estuvo formando en las filas de la eminente actriz María Guerrero hasta que casó con ella en 1896 para encabezar ambos una compañía que recorrió en triunfo Europa y América, principalmente en Argentina donde levantaron un teatro propio como empresa y contribuyó al resurgimiento del teatro clásico español contemporáneo. Dirigió el Conservatorio de Madrid.

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Mensaje por Invitado Lun 20 Sep 2010, 6:43 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 14-abr-10d

Carlos María de Castro (Estepa, Sevilla, 24 de septiembre de 1810 - Madrid, 2 de noviembre de 1893) fue un arquitecto, ingeniero y urbanista español.

Son cuantiosas las intervenciones en obras públicas de Carlos María de Castro como arquitecto o ingeniero perteneciente al Ministerio de Fomento.

En 1833 recibió el título de Arquitecto por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, comenzando a trabajar en la Dirección de Caminos del Ministerio de Fomento, en cuyo cuerpo de Ingeniero de Caminos se integraría en 1835. Durante la década de 1840 se centraría en la construcción de obras públicas por toda España: acondicionamiento de la carretera Madrid-Irún, con la construcción de puentes en Viñuelas, Madrid y Bañuelos, Burgos (1842), o la mejora del paso de Somosierra (1843), dirección del Canal de Manzanares (1843), trazado del telégrafo óptico (1844), itinerario preliminar de la carretera Ciudad Real-Badajoz (1849).

En la década siguiente sus proyectos más importantes estuvieron en la ciudad de Madrid. Así colaboró, como funcionario del Ministerio de Fomento, en la construcción de la línea de ferrocarril entre Madrid y Aranjuez (1851), las obras del Canal de Isabel II (1852), para llevar las aguas del Lozoya a Madrid, o de la Puerta del Sol, dirigidas por Lucio del Valle (1852-1862).

El ensanche de Madrid fue motivado por el notable crecimiento de la población de Madrid y los grandes problemas sociales y sanitarios ocasionados por la escasez de suelo para edificar. Un dato importante es que Madrid pasó de los cerca de 220.000 habitantes de comienzos del siglo XIX a los 300.000 de finales de la década de 1860. Esta situación llevó al Gobierno de la época a considerar las ventajas y facilidades que traería consigo la expansión de la ciudad y ello motivó el que Castro recibiera el encargo del proyecto de ensanche de Madrid del ministro de Fomento, Claudio Moyano. Proyecto que fue aprobado en 1860. El Plan de Castro, que es como se denominaba al ensanche de Madrid del siglo XIX, suponía pasar de las 800 hectáreas de extensión que entonces tenía Madrid a 2.294 hectáreas, por lo que su superficie se multiplicaría por tres. Dicho ensanche consistía en un retícula ortogonal orientada en dirección norte-sur, que no alteraba el crecimiento natural de la ciudad, en dirección hacia el este, y presentaba entre otras características lo siguiente: desplazar el hasta entonces centro urbano de la Puerta del Sol hasta la plaza de Cibeles; crear manzanas regulares que originaran grandes espacios abiertos y plazas, además de edificios públicos y asistenciales; establecer tres tipos de anchura de calles; crear plazas, zonas libres y jardines con la finalidad de renovar el aire y mejorar las condiciones higiénicas y sanitarias; delimitar el ensanche mediante un foso de segregación, al que con posterioridad, se dispusieron las avenidas de la Reina Victoria, Raimundo Fernández Villaverde, Joaquín Costa, Francisco Silvela y Dr. Esquerdo y, finalmente, crear la zonificación residencial, que afectó a los barrios y zonas de la Castellana, Salamanca y Chamberí, destinando las zonas de Delicias para uso industrial y de abastecimiento, la de Vallehermoso para militar y el sur para uso agropecuario. La construcción del ensanche fue lenta y se prolongó hasta 1930.


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Mensaje por Invitado Lun 20 Sep 2010, 6:49 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 25-may-10e


Gregorio Marañón y Posadillo (Madrid, 19 de mayo de 1887 - ibídem, 27 de marzo de 1960) fue un médico endocrino, científico, historiador, escritor y pensador español, cuyas obras en los ámbitos científico e histórico tuvieron una gran relevancia internacional. Durante un largo período dirigió la cátedra de endocrinología en el Hospital Central de Madrid. Fue académico de número de las ocho Reales Academias de España.

Eminente médico, escritor y ensayista, Gregorio Marañón (Madrid, 1887-1960) estudió medicina en la Universidad de Madrid, obteniendo el título de doctorado en 1910. Tras un año de estudio e investigación en Alemania, en 1911 regresó a Madrid donde desarrolló estudios de endocrinología. En 1922 ingresó en la Academia de Medicina y unos años más tarde fundó el Instituto de Patología Médica, del que fue director. Catedrático de endocrinología, publicó una extensa obra científica sobre esta especialidad, el envejecimiento, la conducta humana y los procesos vitales del hombre. También escribió numerosos ensayos históricos y biografías con un estilo divulgativo y de gran riqueza literaria. Elegido diputado a Cortes durante la República, abandonó pronto la política y tras el estallido de la Guerra Civil se marchó a París, de donde volvió en 1943 para incorporarse, paulatinamente, a la medicina, la universidad y la escritura.

Si bien la huella de Marañón es imborrable en el plano de la ciencia, lo que hace eterna, universal y aún más singular su obra es el descubrimiento y “describimiento" del plano ético, moral, religioso, cultural, histórico... en definitiva “humano”, que la acompaña.

Hoy en día, lleva su nombre el mayor hospital de Madrid así como numerosas vías públicas e instituciones educativas de toda España.



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Mensaje por Invitado Lun 20 Sep 2010, 6:54 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 25-may-10d

Julián Gabino Arcas Lacal (María, Almería, 1832-Antequera, Málaga, 1882), conocido como Julián Arcas, es considerado el guitarrista español más destacado del último tercio del siglo XIX. Comenzó el aprendizaje musical con su padre, continuando los estudios en Málaga, en la escuela de Dionisio Aguado. Muy joven recorrió las principales ciudades de España y de Europa alcanzando gran éxito. En 1862, y a su paso por Inglaterra, actuó en los palacios de los duques de Wellington y de Cambridge. Durante su época de docencia tuvo como alumno al afamado guitarrista y compositor Francisco de Tárrega, así como a otros destacados alumnos del Conservatorio de Música de Madrid, donde fue nombrado Maestro Honorario. En su haber figuran la composición de más de 50 piezas musicales, la adaptación para guitarra de fragmentos de óperas y zarzuelas y la reelaboración de temas inspirados en aires populares. Su ciudad de origen, Almería, organiza anualmente en su honor el Certamen Internacional de Guitarra Clásica “Julián Arcas”.



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Mensaje por Invitado Lun 20 Sep 2010, 7:04 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 30-jun-10c

El tapiz titulado Zenobia y el emperador Aureliano, pieza realizada en el siglo XVII en la que se aprecia como Zenobia presenta las llaves de la ciudad al emperador Aureliano que monta a caballo y es coronado por una Victoria. El tapiz está decorado en su contorno por una cenefa plagada de guirnaldas, frutas, angelotes y otros elementos florales y vegetales. En la parte superior, justo en el centro, figura una cartela con la inscripción: Tyana ne foret / periurus iubet cives mactare / canes. Este paño, que fue elaborado en seda y lana en Bruselas y es manufactura de Gerardo Peemans (hacia 1660), pertenece a las colecciones de Patrimonio Nacional y está instalado en el Palacio Real de Madrid.



"PATRIMONIO NACIONAL"

Esta pieza, reproducida en el sello y hoja bloque, está incluida en la serie denominada Historia de la Gran Zenobia y el emperador Aureliano. Se tejió según los cartones de Justus van Egmont, pintor nacido en Leiden en 1601 y muerto en Amberes en 1674. En el Museo Real de Arte e Historia de Bruselas hay una serie de tapices recreada en la Historia de Zenobia que reproducen cartones de Justus van Egmont y que también fueron tejidos en la manufactura de Gerardo Peemans. El pintor Van Egmont se inspiró en la obra literaria de Jean Tristan de Saint-Amant Commentaires historiques contenant l´histoire générale des Empereurs, Impératrices, Césars et Tyrans de l’Empire Romain, publicada en el año 1644.

La protagonista del tapiz es Julia Aurelia, más tarde Septimia Zenobia, que fue la esposa de Septimio Odenato de Palmira, por lo que al morir éste se erigió en reina de Palmira y debido a su política expansionista se enfrentó a Roma y fue derrotada en Antioquía en el año 272 y capturada por el emperador Aureliano. Zenobia, desde la Edad Media, tiene reputación de mujer de una categoría excepcional. De ahí que, la soberana oriental se haya visto frecuentemente representada, tanto en tapices como en pinturas, a través de los siglos.

Septimia Bathzabbai Zainib, más conocida como Zenobia (23 de diciembre 245 - 274), reina del Imperio de Palmira entre 267 y 272. Zenobia es la latinización del nombre original Zainib. Zenobia estaba casada con el príncipe Odenato de Palmira. Odenato (castellanización del nombre Odenat) era un príncipe cliente del Imperio romano, pero fue asesinado y entonces Zenobia tomó las riendas del poder a nombre de su pequeño hijo el heredero. Aprovechando las disputas en el interior del imperio por la corona del mismo, el reino de Palmira se sublevó e intentó crear su propio imperio con la intención de dominar a los dos que le flanqueaban, el romano y el sasánida. También tenían el incentivo de aprovechar el vacío de poder que el Imperio sasánida aún no había alcanzado a llenar. Las campañas militares de Zenobia le permitieron crear un imperio que abarcaba toda el Asia Menor e incluso logró tomar Egipto con sus tropas, ya que allí se había levantado un posible candidato al trono romano. Zenobia logró deponer al pretendiente y reclamó la corona del imperio para su hijo. Sin embargo, el Emperador Aureliano emprendió una campaña militar contra Zenobia y la derrotó.

Zenobia (245 d.C. – 247 d.C.), fue reina de Palmira entre los años 267 d.C. y 272 d.C. No se conoce con exactitud su fecha de nacimiento, este tuvo que suceder aproximadamente en el año 245 d.C. De esta reina guerrera se dijo que era más inteligente que Cleopatra y de igual belleza. Un poeta del siglo XIX la describió como: “Mujer de cabellos oscuros, señora del desierto sirio”.

Aunque en materia religiosa fue bastante tolerante, parece ser que ella era adoradora del dios solar. Parece ser que era una reina culta que dominaba a la perfección el árabe, el arameo, el griego y el copto. Fomentó las artes, y fue una gran administradora y política. Manejaba el arco con tanta destreza como los famosos soldados de su ciudad.

Los historiadores describen el gusto de Zenobia por las joyas, especialmente por las que usaba Cleopatra, a la que tomó como modelo, de la que pretendía ser descendiente lejana, pretensión improbable pero no imposible, pues Cleopatra fue una reina helenística, y Palmira había formado parte de un reino helenístico posterior. En las fiestas aparecía vestida con una túnica bordada de perlas y un casco de oro, bebiendo vino en las mismas copas incrustadas de piedras preciosas que rozaron los labios de su admirada reina egipcia.

Zenobia entra en la historia de la mano del príncipe Odenato de Palmira, rey cliente del Imperio Romano, que la convierte en su esposa.

La ciudad de Palmira, estaba situaba a unos 210 kilómetros al noreste de Damasco. Esta ciudad oasis, estaba situada en medio del camino del Mediterráneo, al oeste y del río Eufrates, al este. Según Richar Stoneman en su libro “Palmyra and Its Empire”, “Palmira fue importante para Roma en dos campos: el económico y el militar”. Por su situación geográfica, era una parada obligada de las rutas de caravanas que conectaba Roma con Mesopotamia y el Oriente a través de la Ruta de la Seda. Económicamente la ciudad era de vital importancia. En cuanto a lo militar, servía de barrera entre las dos grandes potencias rivales de la época, Roma y Persia.

Palmira era una ciudad claramente comerciante, como demuestran sus dos divinidades, Arsu y Azizu, dioses montados sobre un camello y un caballo respectivamente, que protegían las caravanas que traían riquezas a la ciudad desde el este y el oeste.

Dada su importancia geográfica, emperadores como Adriano y Valeriano visitaron la ciudad, realizando generosos donativos a la misma. Valeriano recompensó a Odenato dándole el título de cónsul de Roma en el año 258 d.C. debido a sus campañas triunfales contra Persia y por ayudar a extender las fronteras del Imperio hasta Mesopotamia.

Tras la captura de Valeriano por el persa Sapor y gracias a las victorias de Odenato frente a las fuerzas persas, Galieno, hijo y sucesor de Valeriano, le concedió el título de “Dux Romanorum” (líder militar romano).

Odenato mantenía firme la frontera oriental del Imperio Romano frente a los sasánidas. En ese momento Palmira contaba con dos grandes armas en su ejército, sus arqueros y los catafractos, que eran unidades de caballería pesada en la que tanto el jinete como el caballo llevaban armadura.

Con el tiempo Odenato se nombró a si mismo, rey de reyes, probablemente para insultar al rey persa que solía adoptar este mismo título. Mientras, el emperador Galieno proclamaba a Odenato “Vir Consularis”, otorgándole el título de “Corrector Totius Orientis (supervisor de todo el este), convirtiéndose así en una especie de corregente del emperador Galieno, con un poder prácticamente independiente de Roma.

En el año 267 d.C. Odenato fue asesinado junto a su heredero, Septimio Herodes, supuestamente por Meonio, un sobrino vengativo. Con su muerte el reino de Palmira pasó a su esposa, que proclamó emperador a su hijo Vallabato (aunque según algunas fuentes, Vallabato fue precedido brevemente por otro hermano llamado Herodiano), actuando Zenobia como regente, pues su hijo aún era muy joven. Zenobia capturó rápidamente a Meonio y se cobró su vida como sacrificio en memoria de su esposo.

Algunos historiadores han planteado la posibilidad de que Meonio fuese un peón, o bien de una de las potencias rivales o bien de la misma Zenobia, dado que el heredero asesinado, Septimio Herodes, era fruto de otro matrimonio de Odenato, y hasta su muerte, era casi imposible que los hijos de Zenobia accediesen al trono. Zenobia, se ganó el respeto y el apoyo de sus súbditos gracias a sus dotes como administradora y su amplia cultura. Uno de sus consejeros fue el filósofo y retórico Casio Longino, que era conocido por ser “una biblioteca viviente y un museo andante”. Stoneman señala en su libro que “Durante los cinco años posteriores a la muerte de Odenato, Zenobia logró que su pueblo la viera como la señora del Oriente”.

Zenobia fortificó y embelleció la ciudad de Palmira con una avenida custodiada por grandes columnas corintias de más de 15 metros de altura. Estatuas de héroes y de benefactores se encontraban por toda la ciudad, pidiendo a todos los nobles de la ciudad que mandaran esculpir sus estatuas y con ellas levantaran una columna en la que exhibirlas. Todos los notables de la ciudad, posaron ante los artistas para satisfacción de los ediles. En Palmira podían encontrarse cerca de doscientas estatuas en sus columnas y en las paredes del ágora. También mandó erigir en el año 271 d.C. un par de estatuas de ella y de su difunto esposo. La ciudad que contaba con una población que superaba los 150.000 habitantes, estaba llena de hermosos templos, monumentos, jardines y edificios públicos, entre ellos destacaba el Templo del Sol. Las murallas que rodeaban la ciudad, según se decía, tenían 21 kilómetros de circunferencia.

Tras la muerte de Galieno en el año 268 d.C. y viendo que su sucesor, Claudio el Gótico, tenía que dedicar todos sus esfuerzos a contrarrestar una invasión goda, Zenobia subleva al reino de Palmira e intenta crear su propio imperio, con la intención de dominar a los dos imperios que le flanqueaban, el Imperio Sansánida y el Imperio Romano.

Roma, envuelta en un nuevo periodo de caos debido a las distintas sucesiones, dejaba a la reina de Palmira, que estaba bien asentada en su reino, intentar aspirar a crear un tercer imperio que dominara a ambos.

Gracias a sus campañas militares, Zenobia creó un imperio que abarcaba todo la Asia Menor. En el 269 d.C. llegó incluso a dominar Egipto, aprovechando que en Egipto se había levantado un pretendiente que disputaba el trono romano. Zenobia junto con su ejército marchó hacia Egipto y derrotó al rebelde, apoderándose del país. Se proclamó reina de Egipto y acuñó monedas con su nombre. En ese momento su reino se extendía desde el Nilo hasta el Éufrates.

El emperador Aureliano, subido al trono en el año 270 d.C. Tras estabilizar la frontera del Danubio, decidió finalmente emprender una campaña militar contra Zenobia. Mandó algunas de sus fuerzas hacia Egipto y el grueso de su ejército hacia el este a través de Asia Menor. Zenobia contaba con un gran ejército, formado por sus arqueros y catafractos comandado por dos generales, Zabdas y Zabbai. Pero Aureliano conquistó Egipto y lanzó sus fuerzas hacia Siria.

Zenobia fue derrotada en Emesa (actual Homs), y se retiró a Palmira. Aureliano sitió la ciudad. Palmira había hecho acopio de víveres y confiaba en la fuerza de sus excelentes arqueros, esperaba resistir durante meses, pero gracias a los jefes árabes del desierto, que Zenobia había desdeñado, Aureliano venció la resistencia de la ciudad.

Zenobia confiada en conseguir ayuda, se fugó junto a su hijo hacia Persia, para pedir la ayuda de Chapur, "Rey de reyes" de los persas, pero los romanos la capturaron en el río Éufrates, en el momento de embarcarse. Al llegar la noticia a Palmira la ciudad abrió sus puertas a los romanos, rindiéndose en el año 272 d.C.

La ciudad de Palmira, recibió el perdón, pero unos meses después, ante el asesinato de la guarnición romana que el emperador había dejado en la ciudad por parte de sus habitantes, la ciudad fue saqueada y se derribaron sus murallas. Aunque Aureliano acabó para siempre con Palmira como potencia no destruyó la ciudad por completo, dejando que pudiera continuar con su existencia como modesto centro comercial. Actualmente, de la ciudad que un día rivalizó con las más imponentes del Imperio Romano, solo quedan ruinas de su glorioso pasado.

No se sabe que ocurrió con Vallabato, el joven rey en cuyo nombre gobernaba Zenobia. Es posible que muriera en el momento que se rindió Palmira o quizá, como aseguran otras fuentes, murió cuando el barco que le transportaba hacia Roma naufragó ante las costas de Iliria.

Aunque su destino no se conoce con certeza, las fuentes más fiables dicen que Zenobia fue exhibida en Roma, durante el desfile triunfal del año 274 d.C. desfilando con su diadema imperial y sus joyas, arrastrando unas pesadas cadenas de oro y diamantes que dos esclavos le ayudaban a sostener.

Se dice que Aureliano la perdonó y le dio una villa campestre cerca de la famosa villa de Adriano, donde estuvo el resto de su vida. Otros historiadores creen que se casó con un senador romano y tuvieron descendencia.

El perdón de Aureliano se debe más a motivos políticos que a su caballerosidad. Aureliano, había observado que el sentimiento a favor de Zenobia recientemente había provocado otra revuelta en Palmira y en Egipto también seguían existiendo simpatías por la reina de Palmira; así que era más fácil acabar con estas simpatías convirtiendo a su reina en una matrona romana viva, casada e instalada cómodamente en su casa cerca de Tívoli que mantenerla en la memoria como una reina guerrera martirizada en su lucha por la libertad.

Otras fuentes comentan que al regresar Aureliano a Roma, construyó un templo dedicado al dios sol, colocando en él las estatuas del dios sol que se había llevado del Templo de Palmira. La revista History Today comenta lo siguiente sobre este tema: “La acción de Aureliano que mayor repercusión tuvo tal vez fue la instauración, en el año 274 d. de C., de la fiesta anual del sol, que caía en el solsticio de invierno, el 25 de diciembre. Cuando el imperio se hizo cristiano, el nacimiento de Cristo se transfirió a esa fecha para que las personas a las que les gustaban las fiestas antiguas encontraran más aceptable la nueva religión. Es curioso pensar que en última instancia es a la emperatriz Zenobia a quien se debe el que la gente celebre la Navidad”.

El siguiente párrafo es un extracto del texto de Historia Augusta que narra la biografía de Zenobia por Trebelio Polión, figura englobada en el capítulo «Los treinta usurpadores». Historia Augusta es una recopilación de biografías de emperadores, césares y usurpadores desde Adriano a Diocleciano. Como fuente histórica no es muy fiable pues fue redacta por distintos autores y distintas épocas. Ha sido datada entre finales del siglo IV y comienzos del V, si bien otros autores la sitúan en época constantiniana:

"Ya no quedaba ningún pudor; en las penosas circunstancias por las que pasaba el Estado, se llegó a tal punto que, mientras Galieno se comportaba de un modo incalificable, las mujeres, incluso, gobernaron de manera brillante, y aún las extranjeras. En efecto, una extranjera, de nombre Zenobia, de la que ya se han dicho muchas cosas, quien se jactaba de proceder del linaje de las Cleopatras y los Ptolomeos, después de la muerte de su marido Odenato, cubrió sus hombros con el manto imperial, adornándose con las vestiduras de Dido y admitiendo incluso la diadema. Ocupo el imperio en nombre de sus hijos, Hereniano y Timolao, más tiempo del que una persona del sexo femenino podía soportar. Pues esta orgullosa mujer desempeñó las funciones de un rey, durante el mandato de Galieno y mientras Claudio se encontraba ocupado en la guerra con los godos, y sólo cuando con gran dificultad fue vencida por Aureliano y llevada en su triunfo, se sometió a la ley de Roma. Se conserva una carta de Aureliano que testimonia el cautiverio de esta mujer. En efecto, como algunos le recriminaron que él, el más valeroso de los hombres, llevase en su triunfo a una mujer, como si se tratase de un general cualquiera, él, enviando una carta al senado y al pueblo romano, se defendió en tales términos: «Oigo, padres conscriptos, que se me acusa de no actuar virilmente por llevar a Zenobia en el paseo triunfal. Aquéllos que por esto me reprenden no podrían alabarme bastante si supieran qué mujer es ésta, si conocieran su sabiduría en las decisiones, su firmeza en las disposiciones y su severidad frente a los soldados; cuán generosa es cuando la necesidad lo requiere, y cuán rígida cuando la disciplina lo exige. Puedo decir que fue por su intervención por lo que Odenato venció a los persas y, tras poner en fuga a Sapor, llegó a Ctesifonte. Puedo asegurar que infundió tan gran temor entre los pueblos de Oriente y de Egipto que ni los árabes, ni los sarracenos, ni los armenios se revelaron contra su autoridad. Y no hubiera respetado su vida si no se supiera que ella fue muy útil al Estado romano, al retener para sí o para sus hijos el poder imperial en Oriente. Así, pues, que éstos, a los que nada complace, guarden para sí el veneno de sus propias lenguas. Pues si no es conveniente vencer y llevar en el triunfo a una mujer, ¿qué opinan de Galieno, para cuyo menosprecio ésta gobernó sabiamente el imperio?, ¿qué del divino Claudio, venerable y respetado general, que, según se dice, toleró que ella ejerciese el poder porque se encontraba ocupado en su expedición contra los godos? Y Claudio hizo esto calculada y sabiamente, para que, mientras ella guardaba la frontera oriental del imperio, él pudiera llevar a cabo con mayor seguridad lo que había determinado realizar». Este discurso muestra el juicio de Aureliano sobre Zenobia. De ella se dice que era tal su castidad que si no hubiera tenido el propósito de concebir, ni siquiera hubiera conocido a su marido. Pues, si en alguna ocasión se acostaba con él, mantenía su continencia hasta que llegaba la menstruación, por ver si estaba embarazada, y sólo en caso contrario le daba de nuevo la oportunidad de tener hijos. Vivió con pompa real. Prefería ser venerada según los modos persas y dio banquetes a la manera en que lo hacen los reyes de esta nación. Según la costumbre de los emperadores romanos, marchaba a las asambleas públicas cubierta con un casco y ceñida con una faja de color púrpura, de cuya orla colgaban piedras preciosas, y que tenía en medio un brillante de forma de caracol, prendido como si fuera un broche de mujer y, frecuentemente, con uno de sus brazos desnudo. Era de rostro oscuro, de color moreno, con unos ojos negros que irradiaban un vigor extraordinario, de espíritu divino, de una belleza increíble. Sus dientes eran tan blancos que muchos pensaban que tenía perlas en lugar de dientes. La voz, clara y semejante a la de un hombre. La dureza de los tiranos, cuando la necesidad lo exigía; la clemencia de los buenos príncipes, cuando la indulgencia lo reclamaba. Prudentemente generosa se encargaba de la custodia del erario mejor de lo que es habitual en el género femenino. Se servía de un carruaje, rara vez de un coche de mujer, y con frecuencia montaba a caballo. Se dice que a menudo caminaba con los soldados tres o cuatro millas. Cazaba con la pasión de los hispanos. Bebía frecuentemente con los generales, aunque normalmente era muy sobria; también bebía con persas y armenios con el fin de mostrarse superior a ellos. Utilizó vasos de oro con piedras preciosas en los banquetes, sirviéndose de aquéllos que habían pertenecido a Cleopatra. En el servicio tenía eunucos de edad avanzada, rara vez doncellas. Ordenó a sus hijos que hablaran en latín, de manera que se expresaban en griego con dificultad y en pocas ocasiones. Ella misma no era totalmente desconocedora del latín, pero lo hablaba cohibida por la vergüenza; por contra, se expresaba en egipcio de manera perfecta. Conocía de tal modo a historia de Alejandro y de Oriente, que, según se dice, ella misma escribió un epítome. No obstante, leía en griego la historia latina. Cuando Aureliano la hizo prisionera, tras ser conducida a su presencia, la inculpó en estos términos: «¿Por qué, Zenobia, te has atrevido a desafiar a los emperadores romanos?». Dicen que entonces ella contestó: «A ti, que has vencido, te reconozco como emperador, a Galieno, a Aureolo y a los demás príncipes no los consideré tales. Confiando en que Victoria fuera semejante a mí, deseé, si la magnitud del territorio lo hubiese permitido, compartir con ella el poder real». Así, fue conducida en un paseo triunfal tan pomposo como ningún otro de los presenciados por el pueblo romano. Engalanada, en primer lugar, con unas gemas tan enormes que se fatigaba por el peso de sus adornos. Pues, según se dice, esta mujer tan valerosa se detenía a menudo diciendo que no podía soportar el peso de sus joyas. Además, sus pies estaban atados con cadenas de oro; sus manos, con unas esposas del mismo metal, y en su cuello no faltaba un grillete, también de oro, que sostenía delante de ella un bufón persa. Le fue perdonada la vida por Aurelio y dicen que desde entonces vivió con sus hijos, como lo hace una matrona romana, en una hacienda de Tívoli que le fue concedida; ésta, todavía hoy, lleva el nombre de Zenobia y esta situada no lejos del palacio de Adriano y de ese lugar al que se le da el nombre de Concha."




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Mensaje por Invitado Lun 20 Sep 2010, 10:31 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 138121(138121)

Peter Paul Rubens (Siegen, actual Alemania, 28 de junio de 1577 - Amberes, actual Bélgica, 30 de mayo de 1640), fue el pintor barroco más popular de la escuela flamenca. Su destacado estilo enfatizaba el movimiento, el color y la sensualidad. Trató toda clase de temas pictóricos, religiosos, históricos, de mitología clásica, escenas de caza, retratos, así como ilustraciones para libros y diseños para tapicerías. Se calcula que llegó a pintar unos 3.000 cuadros gracias, en parte, a los miembros de su taller que, al parecer, trabajaban en cadena.[1] Fueron discípulos suyos, entre otros, Jacob Jordaens, Gaspar de Crayer, Theodor van Thulden, Cornelis de Vos, y Antoon van Dyck, que trabajaron completando varios encargos para la Corte Española en Madrid.[2] Rubens dominaba diversas lenguas y llegó a ejercer como diplomático entre distintas cortes europeas.

Contexto histórico.

En el siglo XVI, Amberes, la capital de Flandes, era un gran centro de negocios gracias a su importante puerto, donde llegaban mercancías de todos los países. Aparte de niveles de vida y disfrute inmediato para algunos, también se invertía en cultura, en obras de arte y en obras de imprenta que se destinaban principalmente a la exportación.

La pintura en Amberes siguió las nuevas tendencias del Renacimiento gracias a las aportaciones llegadas de Italia, que se extendieron por todos los Países Bajos. Durero, en su viaje por estas tierras en el año 1520, conoció al pintor Quentin Metsys, a Joachim Patinir y al grabador Lucas van Leyden. El arte flamenco se fue dejando influir por el manierismo y luego por el realismo, que se fusionaron con su propia tradición. Con la llegada de Pieter Brueghel, el arte flamenco tomó un rumbo más fuerte, referencia desde la que Rubens construyó una expresión pictórica totalmente innovadora, que conduciría a la genialidad del barroco.

Los Países Bajos estaban bajo el dominio español, por el matrimonio de Felipe el Hermoso con Juana I de España y más tarde por sus herederos Carlos V y después de su abdicación en 1555 por Felipe II. Ni el pueblo ni parte de la aristocracia con Guillermo de Orange al frente, soportaban la dictadura de Felipe II, hecho que llevó a que el 15 de abril de 1566 presentaran a la gobernadora Margarita de Parma, hermanastra de Felipe II, una petición conocida como el "Compromiso de los Nobles", cuyo objetivo era la supresión de la Inquisición y la restauración de libertades. Los calvinistas, en particular, destruyeron iglesias, profanaron imágenes e incendiaron pueblos. La Gobernadors General, Margarita de Parma, pidió ayuda a su hermanastro el Rey Felipe II de España, que envió al Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, que tras unas batallas y represiones feroces, hizo volver la paz, y los calvinistas huyeron a Alemania.

10 de las 17 Provincias de Flandes, permancieron bajo control final de la España Imperial y/o del Imperio Austriaco más tarde hasta el Tratado de Utrecht de 1713, cuando volvió a pertenecer a la rama austriaca de los Habsburgo. A causa del enfoque artístico no iconoclasta de los católicos, sus artistas trabajaron y encontraron sus mecenas entre la monarquía y la realeza española, que hizo influir en las obras que realizaron especialmente de temas religiosos y de batallas, así como de retratos. La escuela flamenca de pintura adquirió una fuerte consolidación, al sur de los Países Bajos, la iglesia católica potenció las mayores representaciones de su triunfo como religión, este triunfo tuvo su mayor intérprete en Rubens, que fue un arraigado creyente católico.

Primeros años.

Estatua de Peter Paul Rubens en su honor en Amberes.Peter Paul Rubens nació en Siegen, Westfalia, (Alemania). Su padre, Jan Rubens, era un abogado calvinista de Amberes (Flandes). En 1570 tuvo que huir por motivos religiosos y se refugió en Colonia, en Renania del Norte-Westfalia (Alemania). En esta ciudad, el exconcejal Jan Rubens, casado con María Pypelynckx, fue nombrado consejero jurídico de la segunda esposa de Guillermo de Orange, Ana de Sajonia, donde, a lo que parece, Jan Rubens aprovechó para convertirse en amante de la segunda esposa del Príncipe Guillermo.

Después de dos o tres años el marido descubrió el adulterio y Jan Rubens fue encarcelado en el castillo de Dillenburg, siendo puesto en libertad tras dos años de cautiverio, con el pago de una fianza y la imposición de residir en Siegen, una pequeña población a ochenta kilómetros de Colonia. Fue allí donde, tras ser perdonado por su esposa, tuvieron a su sexto hijo, Peter Paul Rubens. En 1578, ante la muerte de la princesa Ana de Sajonia, se le permitió volver a residir en Colonia, donde posiblemente, Rubens inició su formación artística.

En 1584, el Príncipe Guillermo, líder de la revuelta contra la Administración Hispana, en lo que se ha llamado Guerra de los ochenta años, fue asesinado. Le sucedió en las altas instancias flamencas un príncipe católico, hijo de un primer matrimonio de Guillermo, Felipe-Guillermo de Orange-Nassau, (1554 - 1618), Príncipe de Orange-Nassau, quien había sido retenido en España durante muchos años como una especie de rehén y formado en la Universidad de Alcalá de Henares.

En 1589, dos años después de la muerte de Jan, la madre de Rubens regresó a Amberes, donde practicaron el catolicismo y él prosiguió con su formación. Estudió latín, alemán, español y francés con Rombai Verdonck, pero las penurias económicas de la familia le obligaron a abandonar los estudios y entró como paje al servicio de la condesa de Lalaing. No se sabe exactamente en qué fechas, pero se cree que tuvo dos maestros de pintura, Adam van Noort y Otho van Veen (Otto Vaenius), aunque no parece que dejaran una influencia artística relevante en su alumno.

No se sabe gran cosa sobre las primeras obras del pintor realizadas en Amberes. Se sabe que había hecho copias de pinturas de Hans Holbein, de Alberto Durero y de Tobías Stimmen. El testamento de su madre, María Pypelynckx, decía que legaba sus retratos a sus hijos pero que "todos los demás cuadros, que son bonitos, pertenecen a Peter, que los ha pintado". De sus obras de juventud, existe una de un hombre de medio cuerpo que tiene en la mano derecha una escuadra y un compás, y en la mano izquierda, sujetado por una cadena, otro instrumento sin identificar; se le conoce con varios títulos: Retrato de un joven sabio, El relojero y El hombre de veintiséis años. Es una pintura al óleo sobre una plancha de cobre de pequeño formato y que se encuentra en una colección particular de Nueva York; en su dorso lleva la inscripción "Petrus Paulus Rubens", y en la parte delantera está la fecha: "MDLXXXXVII", y la edad del modelo: "Aetatis XXVI".

Rubens obtuvo el grado de maestro en el gremio de San Lucas. Además, existe un certificado de "buenas costumbres y de buena salud" que data del 8 de mayo de 1600, que el artista pidió para poder realizar un viaje a Italia.

Viaje a Italia.

En 1600 estuvo en Venecia, Italia, donde obtuvo el cargo de pintor de la corte del Duque de Mantua, Vincenzo Gonzaga. Su cargo le obligaba a ejecutar los retratos del duque y su familia, copiar las pinturas de grandes artistas que deseara el duque y cuidar de la decoración de sus palacios. Los Gonzaga tenían la fama de ser unos grandes amantes de las artes y unos buenos mecenas, por lo que Rubens se encontró con gran cantidad de obras importantes de grandes maestros italianos como Tiziano, Paolo Veronese y Tintoretto; también algunos como Annibale Carracci y Caravaggio considerados ya del incipiente estilo barroco.

Por orden de su mecenas Rubens se trasladó a Roma para adquirir objetos antiguos y hacer copias de otros pintores, con una carta de recomendación con fecha del 18 de julio de 1601 que iba dirigida al cardenal Alejandro Montaldo con estas palabras: "a Peter Paul, flamenco, pintor de mi corte, que envío a vuestro lado para copiar y ejecutar algunas obras de pintura...". En Roma se sabe que realizó tres cuadros, encargados por el príncipe Alberto de Austria, regente de los Países Bajos, que debían ser dados en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén en Roma. Estos cuadros formaban parte de un tríptico formado por: La invención de la Santa Cruz por Santa Elena, La Coronación de espinas y La Elevación de la Cruz.

El 5 de marzo de 1603 viajó a España en una misión diplomática; debía entregar unos regalos enviados por el duque de Mantua al rey Felipe III de España y a su ministro el Duque de Lerma. Durante su estancia en Madrid se le encargó la realización de varias pinturas sobre bustos de apóstoles, actualmente conservados en el Museo del Prado. Entre las obras realizadas destaca el Retrato ecuestre del Duque de Lerma, de la que también se conservan varios dibujos preparatorios. Esta obra muestra un gran equilibrio y vigor; el personaje parece contemplar al espectador, y el pintor realizó unos escorzos del caballo muy bien ejecutados.

Su taller.

Las pinturas del taller de Rubens se han clasificado en tres categorías: las pintadas por el mismo Rubens, aquellas en las que sólo algunas partes -principalmente, manos y rostros- se deben al maestro y, por último, aquellas que simplemente supervisó. Como todos los grandes pintores de su época, Rubens contó con un gran taller formado por aprendices y estudiantes, algunos de los cuales -como Van Dyck- se convertirían con el tiempo en artistas profesionales por méritos propios. El taller también se encargaba de la gestión de contratos de modelos, animales y naturalezas muertas que ofrecía luego a especialistas en el tema, como Frans Snyders, o a algún artista interesado, como Jacob Jordaens.

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Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 Empty Re: Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011)

Mensaje por pgomez Mar 21 Sep 2010, 10:12 am

Por favor, que maravilla, si da gusto leer y seguir leyendo. Aquí tienes una admiradora de tu trabajo. Shocked
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Mensaje por Invitado Mar 21 Sep 2010, 9:13 pm

De este extraordinario personaje hay muchos sellos, esta serie me gusta mucho, es la que subo como muestra.

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 Extractimg

Cristóbal Colón (lugar discutido, c. 1436-1456 – Valladolid, España, 20 de mayo de 1506) fue un navegante, cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de las Indias al servicio de la Corona de Castilla, famoso por haber realizado el denominado descubrimiento de América, en 1492.

El origen de Colón es objeto de debate y diversos lugares se postulan como su tierra natal. La tesis apoyada mayoritariamente es que nació en Génova, si bien la documentación que existe al respecto no está falta de lagunas y misterios; además, su hijo, Hernando Colón, contribuyó a generar más polémica en este aspecto al ocultar su procedencia en el libro dedicado a su progenitor. Debido a ello han surgido múltiples hipótesis y teorías sobre sus orígenes que lo hacen catalán, gallego, portugués o judío.

Hasta la publicación del mapa de Martin Waldseemüller en 1507, el territorio americano era conocido como "Indias Occidentales" y, aunque posiblemente Colón no fue el primer explorador europeo de América, puede afirmarse que descubrió un nuevo continente para la civilización europea, al ser el primero en trazar una ruta de ida y vuelta aprovechando las corrientes marinas del Atlántico, ruta que hoy todavía se utiliza.

Realizó cuatro viajes a tierras americanas. Su primera expedición partió el 3 de agosto de 1492 desde el puerto de Palos de la Frontera (Huelva), llegando a Guanahani (hoy en las Islas Bahamas) el 12 de octubre de dicho año. Este hecho impulsó decisivamente la expansión mundial de Europa y la colonización por varias potencias europeas de gran parte del continente americano y de sus pobladores.

El nombre de Cristóbal Colón en italiano es Cristoforo Colombo, y en latín Christophorus Columbus. Este antropónimo inspiró el nombre de, al menos, un país, Colombia y dos regiones de Norteamérica: la Columbia Británica en Canadá y el Distrito de Columbia en Estados Unidos.


Perfil histórico.

Al parecer, Colón sostenía que podía alcanzarse el lejano oriente (las Indias) desde Europa viajando hacia el Oeste, y que era posible realizar el viaje por mar con posibilidades de éxito. En aquella época, los portugueses estaban buscando una ruta directa a Asia oriental bordeando África y se habían otorgado el monopolio de la navegación por el Atlántico a excepción de las islas Canarias.

Desde los antiguos griegos (Eratóstenes) se conocía la medida de la circunferencia de la Tierra. Al parecer, la hipótesis de Colón sobre la posibilidad del viaje se basaba en cálculos erróneos sobre el tamaño de la esfera, ya que suponía que era más pequeña de lo que realmente es.

Otras teorías sostienen que Colón había oído datos, por habladurías de marinos, sobre la existencia de tierras mucho más cercanas a Europa de lo que se suponía científicamente que estaba Asia, y que emprendió la tarea de alcanzarla para comerciar sin depender de Génova ni de Portugal. Una de ellas, conocida como la teoría del prenauta, sugiere que durante el tiempo que Colón pasó en las islas portuguesas del Atlántico, se hizo cargo de un marino portugués o castellano moribundo cuya carabela había sido arrastrada desde el golfo de Guinea hasta el Caribe por las corrientes. Para algunos investigadores podría tratarse de Alonso Sánchez de Huelva aunque según otras fuentes podría ser portugués o vizcaíno. Esta teoría sugiere que el prenauta le confió a Colón el secreto. Según algunos estudiosos, la prueba más contundente a favor de esta teoría son las Capitulaciones de Santa Fe, ya que hablan de las tierras "descubiertas" al tiempo que otorgan a Colón una serie de privilegios no otorgados hasta entonces a nadie.

Lo seguro es que Colón no sólo alcanzó América, sino que regresó a Europa, realizando un total de cuatro viajes y dando origen a una ruta para la navegación periódica y segura entre Europa y América. Aunque es sabido que los siberianos habían llegado a América en el Pleistoceno, y que existe documentación que habla sobre posibles viajes anteriores realizados por los cartagineses, andalusíes, vikingos o chinos, es a partir de los viajes de Colón, y otros exploradores y conquistadores que le sucedieron, cuando se establecieron vínculos permanentes y se puede hablar de "descubrimiento", al haber reconocimiento de las naciones implicadas y testimonios contrastables en la época. A raíz de ello, algunas potencias europeas invadieron parte del territorio americano, imponiendo su dominio sobre varias civilizaciones y pueblos allí instalados, como los imperios inca y azteca, entre otros. Como resultado, fueron destruidas la mayor parte de esas culturas, incluyendo las técnicas de escritura y los testimonios escritos, sus conocimientos científicos y artísticos, sus religiones y la mayor parte de sus idiomas. También se impusieron varios idiomas y religiones europeos, principalmente las diversas variantes del cristianismo.

Colón proyectó su viaje con el fin de traer de Oriente mercancías, en especial especias y oro. Las especias, seda y otros productos habían llegado siempre por la ruta que atravesaba Asia hasta Europa, por Asia Menor y Egipto, pero a partir de la expansión del Imperio otomano esta vía se hizo difícil y quedó monopolizada por ellos y sus socios, los mercaderes italianos. Portugal y Castilla querían esas mercancías sin intermediarios. Los portugueses (cuya Reconquista acabó en el siglo XIII) se habían lanzado a navegar y habían encontrado el paso por el cabo de Buena Esperanza, con ansias de crear su propio monopolio para competir con los comerciantes italianos, por lo que Castilla, al terminar su reconquista, hubo de buscar una ruta nueva.

Su llegada a América abrió también camino al envío hacia Europa de gran cantidad de alimentos que se cultivaban en esas tierras, como el maíz, la patata, el cacao, el tabaco, el pimiento, el zapallo, la calabaza, el poroto (nuevas variedades de judía o frijol) o la vainilla, entre otros. Los investigadores han estimado que tres quintas partes de los cultivos actuales de todo el mundo fueron importadas desde América. En sentido inverso, la expedición colombina conllevó posteriormente la llegada a América de la rueda, el hierro, el caballo, el cerdo, el asno, el café, la caña de azúcar y las armas de fuego entre otras.

En su primer viaje, el navegante alcanzó la isla de San Salvador (llamada Guanahani por los habitantes que encontraron), en las actuales Bahamas, después de dos meses de travesía, visitando después Cuba y La Española. Volvió a España siete meses después de su partida. En su último viaje sólo tardó un mes y cuatro días en alcanzar las costas de América.

Biografía.

Origen.

El origen de Cristóbal Colón es un enigma sobre el que no existe unanimidad entre historiadores e investigadores, entre otras razones por la confusión y pérdida de documentación referente a sus orígenes y ascendencia. Además su propio hijo, Hernando Colón, en su "Historia del almirante Don Cristóbal Colón" oscureció aún más su patria de origen afirmando que su progenitor no quería que fuesen conocidos su origen y patria. Por ésta, entre otras razones, han surgido múltiples teorías sobre el lugar de nacimiento de Colón.

La tesis apoyada mayoritariamente mantiene que Cristoforo Colombo nació el año 1451 en Savona, en la República de Génova. Sus padres serían Doménico Colombo -maestro tejedor y luego comerciante- y Susanna Fontanarrosa. De los cinco hijos del matrimonio, dos, Cristoforo y Bartolomeo, tuvieron pronto vocación marinera. El tercero fue Giacomo, que aprendió el oficio de tejedor. Respecto a los dos restantes, Giovanni murió joven y la única mujer no dejó rastro. Existen actas notariales y judiciales que defienden esta tesis. Además el mismo Colón declara ser genovés, en el documento denominado "Fundación de Mayorazgo", pero diversos autores e investigadores indican que probablemente esta declaración sería interesada por los pleitos que mantuvieron sus descendientes con la corona, y por ello lo declararon como falso o apócrifo, sin embargo otros investigadores a principios del siglo XX encontraron en el Archivo de Simancas documentos que, según ellos, mostraban la autenticidad de este documento.

Por otro lado algunos autores e investigadores han defendido otras hipótesis sobre el origen de Colón. Una de ellas es la hipótesis catalana; Luis Ulloa, historiador peruano que residió en Barcelona varios años, afirmaba que Colón era de origen catalán y de tradición marinera, basándose, entre otras razones, en que en sus escritos, todos en lengua castellana, existen giros lingüísticos propios del catalán. Para Ulloa, Cristóbal Colón fue un noble catalán que se llamaría realmente Joan Colom, un navegante enemigo de Juan II de Aragón, contra el que luchó al servicio de Renato de Anjou, aspirante al trono y que además sería el supuesto John Scolvus que habría llegado al norte de América en el año 1476, que posteriormente le ofrecería el proyecto del descubrimiento a Fernando el Católico para beneficio de Cataluña. Esta teoría ha sido seguida, ampliada o modificada por diversos autores, en su mayoría historiadores e investigadores catalanes, aunque también existen investigadores de otros países como el estadounidense Charles Merrill que han apoyado esta tesis.

De la hipótesis catalana han surgido diferentes corrientes como las tesis Baleares, una de ellas, la mallorquina, identifica a Colón con un hijo natural del príncipe de Viana nacido en Felanitx, Mallorca.Sin embargo el investigador, periodista y piloto mercante, Nito Verdera, rechazó esta tesis. Verdera, asimismo, mantiene la teoría de que Colón sería criptojudío y nacido en Ibiza.

Otra hipótesis indica que Colón era de origen gallego, Celso García de la Riega sostuvo esta teoría basándose en documentos de la época colombina, sin embargo, posteriormente fueron rechazados por los estudios realizados tanto por el paleógrafo Eladio Oviedo Arce, como por el de la Real Academia de la Historia en el que concluyeron que dichos documentos, o bien eran falsos, o habían sido manipulados en fechas posteriores a su creación.

También existe la teoría del origen portugués, que se basa en la interpretación del anagrama de la firma de Colón o en la existencia de supuestos portuguesismos en sus escritos. El experto filólogo Ramón Menéndez Pidal confirmó que eran portuguesismos en contra de quienes mantenían que eran galleguismos o catalanismos, aunque el historiador Antonio Romeu de Armas matizó que esto se debería no a que fuera nacido en Portugal sino a una naturalización debida a los años que permaneció en aquel país. Existen, además, conjeturas indicando un posible origen sefardí, de acuerdo a la tesis del historiador Salvador de Madariaga. Para Madariaga, Colón sería genovés, pero sus ascendientes serían judíos catalanes huidos en las persecuciones de finales del siglo XIV. Colón sería un judío converso, razón que explicaría, según Madariaga, su empeño en ocultar sus orígenes.

Asimismo han surgido otras teorías, si bien más minoritarias, sobre el supuesto origen español de Colón. Aparte de las hipótesis citadas que proponen un origen catalán, gallego o balear, existen otras teorías que le atribuyen un origen andaluz, concretamente de Sevilla,castellano de Guadalajara, extremeño de Plasencia o vasco. Otros países también se disputan ser la cuna del almirante, siendo de posible origen griego; inglés; corso; noruego o croata.


Lengua de Colón.

Como se ha indicado, sobre la lengua materna de Colón también existe controversia ya que, según los investigadores, es un importante apoyo para una u otra teoría sobre su ciudad natal. Para tratar de fijar sus orígenes reales, se han dado diversas razones en todos los sentidos. La mayor parte de sus escritos están en castellano, pero con evidentes giros lingüísticos procedentes de otras lenguas de la península Ibérica que, siguiendo a Menéndez Pidal, muchos coinciden en señalar como portuguesismos. Hay varios investigadores y lingüistas, tanto de Galicia como de Cataluña o de Baleares, que apoyan la hipótesis de que son galleguismos o catalanismos.

No parecen existir escritos en italiano realizados por Colón, salvo alguna nota marginal, al parecer con una redacción deficiente. El latín tampoco parecía dominarlo y lo escribía con influencia hispánica y no italiana.

Historiadores como Consuelo Varela o Arranz Márquez opinan que se trata de un típico hombre de la mar que se expresa en diversas lenguas sin llegar a dominar bien ninguna, o que quizá hablase la lingua franca o jerga levantisca.


Primeros años.

Según la teoría del origen genovés, la más apoyada por los historiadores, Cristóbal Colón sería la castellanización del italiano Cristoforo Colombo. Cristoforo puede traducirse por Cristóbal, el que lleva a Cristo, y Colón en italiano significa paloma. En una de las firmas de Colón se puede leer "Xpo Ferens", que, según algunos investigadores, significa "portador de Cristo".

Según esa hipótesis, su educación literaria fue escasa y se introdujo en la navegación a temprana edad. De ser cierta esta teoría, entre 1474 y 1475 habría viajado a la isla de Quíos (Quío o Chío), posesión genovesa en el mar Egeo, como marino y probablemente también como comerciante. Por otra parte, su hijo, Hernando Colón asegura que su padre aprendió letras y estudió en Pavía, lo que le permitía entender a los cosmógrafos.

La parte de la historia más documentada de Cristóbal Colón comienza en 1476, cuando alcanzó las costas portuguesas, al parecer víctima de un naufragio en un combate naval durante la Guerra de Sucesión Castellana.


El proyecto.

Es difícil estimar en qué momento nació el proyecto de Colón de llegar a Cipango (el moderno Japón) y a las tierras del Gran Kan navegando hacia Occidente, pero puede fecharse después de su matrimonio y antes de 1481.

Probablemente tuvo conocimientos de los informes del matemático y médico florentino Paolo dal Pozzo Toscanelli sobre la posibilidad de llegar a las Indias por el oeste, redactados a instancias del rey de Portugal, Alfonso V, interesado en el asunto.

Sea como fuere, Colón tuvo acceso a una carta de Toscanelli que iba acompañada de un mapa en que se trazaba el trayecto a seguir al oriente asiático, incluidas todas las islas que se suponían debían estar en el trayecto. Este mapa y las noticias de Toscanelli estaban basados principalmente en los viajes de Marco Polo. Señalaba este último que entre el extremo occidental de Europa y Asia la distancia no era excesiva, estimando en torno a 6.500 leguas marinas el espacio entre Lisboa y Quinsay, y desde la legendaria Antilia al Cipango sólo 2.500 millas, lo que facilitaba la navegación. Se conocen dos cartas dirigidas por Toscanelli a Colón recogidas por el padre Las Casas en su Historia de las Indias, sin embargo también existe polémica sobre la autenticidad de las mismas.

Los libros que se conservan de la biblioteca de Colón aportan luz sobre lo que influyó en sus ideas, por su costumbre de subrayar los libros y se deduce que los más subrayados serían los más leídos. Entre los que tienen más anotaciones están el Tractatus de Imago Mundi de Pierre de Ailly, la Historia Rerum ubique Gestarum de Eneas Silvio Piccolomini y especialmente Los Viajes de Marco Polo, que le dieron la idea de cómo era el oriente que soñaba encontrar.

Colón se basaba en que la Tierra tenía una circunferencia de 29.000 km, según la "medición" de Posidonio y la medida del grado terrestre de Ailly, sin considerar que éste hablaba de millas árabes y no italianas, que son más cortas, de modo que cifraba esa circunferencia en menos de las tres cuartas partes de la real, que por otro lado era la aceptada científicamente desde tiempos de Eratóstenes. Como resultado de lo anterior, según Colón, entre las Canarias y Cipango debía haber unas 2.400 millas marinas, cuando, en realidad, hay 10.700.

El navegante del Atlántico.

En 1476, viajando rumbo a Inglaterra, su nave naufragó en una batalla entre mercantes de caucho y el corsario Casenove, también denominado "Colón el viejo". Se salvó a nado y alcanzó las costas del Algarve. Desde allí partió a Lisboa, en busca de la ayuda de su hermano Bartolomé y de otros conocidos.

Hasta 1485 vivió en Portugal como agente de la casa Centurione de Madeira y realizó numerosos viajes con destinos variados, incluida Génova, Inglaterra e Irlanda. Posiblemente en este viaje, en el año 1477, llegó a Islandia y escuchó leyendas de un camino hacia Terranova viajando hacia el oeste. Parece que también viajó por las rutas que los portugueses frecuentaban en las costas occidentales de África como Guinea y seguramente habría estado en las Canarias, lo cual implica que también conocería la "Volta da Mina", ruta que seguían los marineros portugueses cuando regresaban a su país desde el golfo de Guinea y con ello los alisios del Atlántico.

Entre 1479 y 1480 contrajo matrimonio con doña Felipa Moniz, hija del colonizador de las islas Madeira, Bartolomé de Perestrello, probablemente en Lisboa. Una vez casado vivió en Porto Santo y en Madeira, lo que hace suponer que viajara también a las Azores. Su relación con Felipa, de la clase alta portuguesa, le abriría puertas para la preparación de su proyecto. En 1480 tuvieron su único hijo, Diego Colón.


La búsqueda de patronazgo.

Portugal.

Entre 1483 y 1485 ofreció por primera vez su proyecto al monarca de Portugal, el cual encargó que fuera analizado por una junta de expertos, denominada Junta dos Matemáticos que finalmente desestimó la empresa. Sin embargo, el rey Juan II no quiso que se cerraran totalmente las puertas para futuras negociaciones y posiblemente concediese mayor veracidad al proyecto colombino que el que le dio la junta examinadora. Hernando Colón escribió en su Historia del Almirante que Juan II envió secretamente una carabela siguiendo el rumbo que Colón había indicado, pero regresaron sin haber conseguido llegar a ninguna tierra nueva.

En 1485, al fallecer su esposa Felipa y por la falta de apoyo a su proyecto, abandonó Portugal y viajó hacia Castilla en busca de patrocinio.


Castilla.

Si bien los primeros cronistas y algunos testimonios de los pleitos colombinos reflejan que Colón llegó a Castilla con su hijo Diego Colón, entrando por el Puerto de Palos hacia finales del año 1484 o comienzos de 1485, hay algunos autores que no admiten estos sucesos como ciertos, aunque es la versión apoyada más frecuentemente. Según dicha versión, en el vecino monasterio de La Rábida, hizo amistad en primera instancia con fray Antonio de Marchena y años más tarde con fray Juan Pérez, a quienes confió sus planes. Los frailes lo apoyaron y recomendaron a fray Hernando de Talavera, confesor de la reina Isabel I. En la vecina villa de Moguer también encontró el apoyo de la abadesa del convento de Santa Clara, Inés Enríquez, tía del rey Fernando el Católico. Colón se dirigió a la corte, establecida por entonces en Córdoba, y entabló relaciones con importantes personajes del entorno real.

Si bien el Real Consejo rechazó su proyecto, consiguió ser recibido en enero de 1486, gracias al valimiento de Hernando de Talavera, por la reina Isabel, a quien expuso sus planes. La reina se interesó por la idea, pero quiso que, previamente, un consejo de doctos varones, presidido por Talavera, diera un dictamen sobre la viabilidad del proyecto, mientras asignaba a Colón, pobre de recursos, una subvención de la corona.

El Consejo se reunió en la Universidad de Salamanca y, basándose en la circunferencia aceptada de la Tierra desde Eratóstenes, que era de 252.000 estadios (tomando el estadio egipcio, tendría un error del 1% sobre la medida aceptada ahora de 40.000 km) dictaminó que la distancia que había a las verdaderas Indias era excesiva y determinó la viabilidad del proyecto como absolutamente imposible. También parece que las exigencias económicas y políticas expuestas por Colón eran muy altas, como se vio en las Capitulaciones de Santa Fe.

La reina llamó entonces a Colón, diciéndole que no descartaba totalmente su plan. Mientras el navegante esperaba, se dedicó a vender mapas y libros para mantenerse económicamente.

Conoció en esa época a la cordobesa Beatriz Enríquez de Arana, que vivía con un primo y trabajaba como tejedora. Nunca se casaron, aunque a su muerte Colón le legó su fortuna e hizo que su primer hijo, Diego, la tratara como a su madre verdadera. Tuvieron un hijo, Hernando o Fernando Colón, quien viajó con su padre a América en su cuarto viaje y años más tarde escribió la Historia del Almirante Don Cristóbal Colón, una biografía de su padre quizás excesivamente elogiosa.

Colón pasó nuevamente a Portugal a intentar suerte pero, por las razones antedichas, sin resultado. Talavera le recomendó ofrecer su proyecto a Luis de la Cerda, duque de Medinaceli, quien se mostró interesado y acogió a Colón durante dos años en su palacio de El Puerto de Santa María. Sin embargo, al ser consultada, la reina mandó llamar a Colón y le prometió ocuparse de su plan tan pronto como se terminara la conquista de Granada.


En diciembre de 1491, Colón llegaba al campamento real de Santa Fe de Granada. Su proyecto fue sometido a una nueva junta, convocada por la reina, pero nuevamente se rechazó. Parte importante de la oposición era por las exigencias desmedidas de Colón. En esos momentos intervinieron Luis de Santángel y Diego de Deza, quienes ganaron para su causa al rey de Castilla, Fernando, consiguiendo su apoyo.

Las arcas de los monarcas, debido a las distintas campañas bélicas y en especial la toma de Granada, no pasaban por sus mejores momentos, es por ello que Luis de Santángel, escribano de ración, se ofreció a prestar el dinero que le correspondía aportar a la corona, 1.140.000 maravedís. Consta en el Archivo de Simancas la devolución de esta cantidad a Luis de Santángel.

Las Capitulaciones de Santa Fe.


Las negociaciones entre Colón y la Corona se realizaron a través del secretario de la Corona de Aragón, Juan de Coloma, y de fray Juan Pérez, en representación de Colón. El resultado de las negociaciones fueron las Capitulaciones de Santa Fe, del 17 de abril de 1492.

Por este documento Colón obtenía las siguientes prebendas:

El título de Almirante en todas las tierras que descubriese o ganase en la mar Océana, con carácter hereditario y con el mismo rango que el Almirante de Castilla.
El título de virrey (hereditario) y gobernador general en todas las islas o tierras firmes que descubriera o ganara en dichos mares, recibiendo el derecho de proponer ternas para el gobierno de cada una de ellas.
El diezmo (diez por ciento) del producto neto de la mercadería comprada, ganada, hallada o trocada dentro de los límites del Almirantazgo, quedando un quinto para la corona.
La jurisdicción comercial de los pleitos derivados del comercio en la zona de su almirantazgo, según correspondiese a tal oficio.
El derecho a contribuir con un octavo de la expedición y participar de las ganancias en esa misma proporción.

Estatua de los Hermanos Pinzón en Palos de la Frontera; al fondo se observa la Fontanilla y la Iglesia de San Jorge Mártir.Las Capitulaciones fueron firmadas en Santa Fe de Granada el 30 de abril de 1492, a la vez que se concedía a Colón el título de don.

Se despacharon, además, diversas cédulas para la organización del viaje. Según una de ellas, Colón sería Capitán Mayor de la Armada, constituida por tres navíos. Otra cédula era una Real Provisión dirigida a ciertos vecinos de la villa de Palos y decía que debían proporcionar dos carabelas equipadas y tripuladas como pago de una sanción impuesta a dichos vecinos.


Colón en Palos, intervención de Martín Alonso Pinzón.


Cuando Colón llegó a la villa de Palos se encontró con la oposición de los vecinos, que desconfiaban del extraño. Una Real Provisión dirigida a Diego Rodríguez Prieto y otros vecinos de la villa, en la que los sancionaba a servir a la corona con dos carabelas durante dos meses, fue leída en la puerta de la Iglesia de San Jorge, donde estaba situada la plaza pública. También hubo problemas en el reclutamiento de marineros, por ello Colón recurrió a una de las provisiones expedidas por los monarcas en la que se le concedió permiso para reclutar marineros entre los encarcelados, aunque finalmente esto no fue necesario. Por fin, los religiosos de La Rábida, en especial fray Juan Pérez y fray Antonio de Marchena, lograron solucionar el problema de la recluta de marineros, al poner en contacto a Colón con Martín Alonso Pinzón, destacado navegante local, que apoyó la posibilidad del viaje, contra lo que la gente pensaba del proyecto. También Pero Vázquez de la Frontera, viejo marino de la villa muy respetado por su experiencia y amigo de Martín Alonso, influyó de manera importante para que el mayor de los Pinzón se decidiera a apoyar la empresa.

Martín Alonso aportó de su hacienda personal medio millón de maravedíes, la tercera parte de los gastos en metálico de la empresa. Asimismo desechó los barcos que había embargado Colón y despidió también a los hombres que éste había enrolado, escogió para la empresa otras dos carabelas, la Pinta y la Niña, ya que sabía que eran muy veleras y "aptas para el oficio de navegar" porque las tenía arrendadas, hizo partícipes a sus hermanos y, además, fue por Palos, Moguer y Huelva, convenciendo a sus parientes y amigos de que se enrolasen, consiguiendo con ello la tripulación necesaria. Destacadas familias de marineros de la zona se unieron a la empresa, como los Niño de Moguer, los Quintero de Palos y otros marinos de prestigio que fueron decisivos para el definitivo reclutamiento de la tripulación.

Viajes a las Indias.

Cristóbal Colón realizó un total de cuatro viajes a lo que hoy se conoce como América:

En el primer viaje zarpó del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 y, pasando por las Islas Canarias, donde estuvo desde el 9 de agosto al 6 de septiembre, llegó a las Bahamas el 12 de octubre, arribando posteriormente también a las islas La Española y Cuba. Volvió de La Española el 4 de enero, llegando a Lisboa el 4 de marzo y a Palos el 15 de marzo de 1493.

En el segundo viaje partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493, sale de Hierro el 13 de octubre y llegó a la isla Guadalupe el 4 de noviembre, explorando Puerto Rico y Jamaica. Regresó a Cádiz el 11 de junio de 1496.

En el tercer viaje zarpó el 30 de mayo de 1498, desde Sanlúcar de Barrameda, haciendo escala en Cabo Verde, de donde sale el 4 de julio, y llegó el 31 de julio a la isla Trinidad. Explora la costa de Venezuela. El 27 de agosto llegó Francisco de Bobadilla quien, con poderes de los reyes, encarceló en un barco a los tres hermanos Colón el 15 de septiembre y los envió encadenados a la península a mediados de octubre, llegando a Cádiz el 25 de noviembre de 1500.

En el cuarto viaje, salió de Cádiz el 11 de mayo de 1502 y llegó a Santo Domingo el 29 de junio. El 17 de julio desembarca en la actual Honduras y volvió el 11 de septiembre desde Santo Domingo, llegando el 7 de noviembre a Sanlúcar de Barrameda.

Primer viaje (3 de agosto de 1492-15 de marzo de 1493).

Finalizados todos los preparativos, la expedición salió de Palos de la Frontera (Huelva) el 3 de agosto de 1492, con las carabelas La Pinta y La Niña, y con la nao Santa María con una tripulación de unos 90 hombres. En diversas pinturas y otras obras artísticas se ha reflejado la presencia de algún sacerdote o religioso, sin embargo en esta primera expedición no viajó ningún clérigo entre la tripulación.

Estuvo en las Islas Canarias hasta el 6 de septiembre, concretamente en La Gomera (visitando a Beatriz de Bobadilla y Ossorio, gobernadora de la isla) y en Gran Canaria, arreglando el timón de La Pinta y sustituyendo sus velas triangulares originales por unas cuadradas, lo que la convirtió en la carabela más rápida de la flotilla.

La expedición no resultó fácil para nadie y durante la misma hubo varios conatos de motines. Entre el 13 y el 17 de septiembre experimentaron el efecto de la declinación magnética. El 22 de septiembre envió Colón su carta de navegación a Pinzón. La noche del 6 al 7 de octubre se produce un intento de motín en la Santa María que fue sofocado con la ayuda de los Pinzón. Sin embargo entre el 9 de octubre y 10 de octubre el descontento se extiende al resto de la expedición, tomando los capitanes la determinación de que se volverían en el plazo de 3 días de no divisar tierra. El 12 de octubre, cuando la tripulación ya estaba inquieta por la larga travesía sin llegar a ninguna parte, el grumete Rodrigo de Triana dio el famoso grito de: "¡tierra a la vista!". Sobre este episodio también existe controversia entre los historiadores, ya que los reyes habían ofrecido 10.000 maravedís al primero que avistara tierra, sin embargo este premio lo recibió Colón quien, según su diario de a bordo, habría visto "lumbre" unas horas antes que Rodrigo de Triana. Llegaron a una isla llamada Guanahani, a la que rebautizó como «San Salvador», en el archipiélago de las Bahamas.

También desembarcó en la isla de Cuba y en La Española. En las orillas de ésta, el 25 de diciembre de 1492, se hundió la nao capitana, la Santa María. Sus restos fueron usados para construir el Fuerte de La Navidad, constituyendo así el primer asentamiento español en América.

Las dos carabelas, al mando de Colón, regresaron a España. En el viaje de regreso sufrieron una fuerte tempestad que hizo que las naves se separasen, llegando la Pinta en primer lugar a Bayona el día 1 de marzo de 1493 y la Niña hizo lo propio llegando el día 4 de marzo a Lisboa. El día 9 de marzo, Colón se entrevistó con el rey de Portugal para convencerle de que la expedición no interfería con sus propiedades atlánticas] y después partió para Andalucía.

Finalmente, el 15 de marzo arribaron al puerto de Palos ambas naves con una diferencia de pocas horas una de otra. A los pocos días falleció Martín Alonso Pinzón, el principal socio de Colón en este viaje, que fue enterrado probablemente en La Rábida, según era su voluntad.

Se sabe que tanto Pinzón como Colón enviaron noticias de su llegada a los Reyes, que se encontraban en Barcelona. En esta ciudad apareció impresa, probablemente a principios de abril, una carta de Colón anunciando el Descubrimiento dirigida a Luis de Santángel fechada a 15 de febrero, cuando todavía estaban en alta mar. Una semanas más tarde se imprimió en Roma una carta muy similar, dirigida al tesorero Gabriel (o Rafael) Sánchez y traducida al latín por Leandro de Cozco. Esta obra se difundió rápidamente por toda Europa y fue traducida al italiano y al alemán.


Escudo de armas concedido por los Reyes Católicos.En abril de 1493, Colón fue recibido por los Reyes Católicos en Barcelona, donde explicó su llegada por el oeste a lo que él creía era la India.

Varios años después los europeos irían dándose cuenta de que las tierras a las que había llegado Colón no estaban conectadas por tierra con Asia, sino que formaban un continente aparte al que se le empezó a llamar "América" a partir de 1507.

El 20 de mayo los reyes, entre los premios y dignidades otorgados a Colón le concedieron esta ampliación de su escudo de armas primitivo:

El Castillo de color dorado en campo verde, en el cuadro del escudo de vuestras armas en lo alto a la mano derecha; y en el otro cuadro alto a la mano izquierda un Leon de purpura en campo blanco rampando de verde, y en el otro cuadro bajo a la mano derecha unas islas doradas en ondas de mar, y en el otro cuadro bajo a la mano izquierda las armas vuestras que soliades tener. Las cuales armas seran conocidas por vuestras, e de vuestros fijos e descendientes para siempre jamas.

Escudo usado motu proprio por los Colón a partir de 1502.El escudo concedido por los reyes fue modificado pronto por los Colón, si bien estas modificaciones fueron hechas de "motu proprio", así en 1502 en la publicación del Libro de los Privilegios se imprime en la portada un nuevo escudo. Este presenta las siguientes diferencias con el escudo oficial: las armas del primer y segundo cuartel fueron modificadas para representar las de Castilla y León, las islas del tercer cuartel fueron modificadas acompañándolas de una "tierra firme" en punta, con el fin de añadir las nuevas tierras continentales ya descubiertas, y el cuarto cuartel colocaron cinco anclas para señalar su dignidad de Almirante, pero no derechas, sino tumbadas hacia la derecha; las armas primitivas, las que "soliades tener" según el decreto real, fueron trasladadas a un "entado" inferior.


Las naves del primer viaje.

La Santa María.

La Santa María no era una carabela, en contra de lo que la apelación colectiva tradicional de las "Tres Carabelas" afirma. Se trataba de una carraca (nao en el lenguaje náutico español de la época). Con sus tres palos era una carraca menor construida, al parecer, en Galicia (razón por la cual fue llamada originalmente La Gallega) y era propiedad de Juan de la Cosa. De acuerdo con las normas de estiba de entonces, la Santa María podía llevar una carga de 106 toneladas de la época (51 toneladas actuales).

En el palo mayor aparejaba dos velas cuadradas: la mayor con una cruz roja en el centro y una vela de gavia. El trinquete portaba una sola vela cuadrada y el palo de mesana aparejaba una vela triangular latina. Del bauprés colgaba una vela de cebadera. La Santa María se hundió en aguas del Caribe durante el primer viaje.

La Pinta.

La Pinta había sido construida en los astilleros de Palos pocos años antes del primer viaje. Fue elegida por Martín Alonso Pinzón por sus cualidades náuticas, ya que él mismo la había alquilado anteriormente. La costeó el concejo de Palos. Su nombre hizo pensar a algunos historiadores que pertenecía a la familia Pinto, pero en realidad fue alquilada a los armadores Gómez Rascón y Alonso Quintero, que fueron en ella a América como marinos. Probablemente su verdadero nombre fuera La Pintá.

Era una carabela nórdica de velas cuadradas con un velamen muy sencillo. Los palos de mesana y mayor iban aparejados con una vela cuadrada de grandes dimensiones, en tanto que el trinquete portaba una vela latina. La principal característica de esta carabela era su velocidad, hasta el punto que Colón, en su diario de a bordo, hacía referencia a que en una noche había navegado a 15 millas por hora (una milla de la época equivale a 0,8 millas náuticas actuales, por lo que su velocidad sería de unos 11 nudos, la misma que un carguero medio de la actualidad).

La Niña.


La Niña era una carabela de velas latinas que pertenecía a los hermanos Niño de Moguer, de ahí su nombre. Antes de formar parte de la expedición su denominación era la Santa Clara. Esta embarcación se construyó en los antiguos astilleros del puerto de la Ribera de Moguer entre 1487 y 1490. Fue elegida por los Pinzón por ser muy maniobrable. También la costeó el concejo de Palos.

Las velas de la Niña carecían de rizos, por lo que no tenían sistema de cabos que permitiera reducir la superficie en caso de fuerte viento. Las jarcias que sostenían los palos estaban enganchadas en los costados del buque. La carabela carecía de castillo de proa, mientras que el alcázar era bastante pequeño. Al llegar a las Islas Canarias se le cambió el velamen y se le pusieron velas "redondas" en lugar de las tradicionales "latinas" que portaba. Es posible que, durante el primer viaje, la Niña fuera convertida en carabela de velas cuadradas durante la escala en Canarias. Posiblemente formó parte también del segundo y tercer viaje de Colón, recorriendo en el transcurso de sus viajes más de 25.000 millas náuticas en total.

Segundo viaje (25 de septiembre de 1493-11 de junio de 1496).

Partió de Cádiz y desembarcó en la isla de Puerto Rico el 19 de noviembre.

El objetivo de este viaje fue explorar, colonizar y predicar la fe católica por los territorios que habían sido descubiertos en el primer viaje, todo ello bajo el amparo de las bulas alejandrinas que protegían los territorios descubiertos de las reclamaciones portuguesas.

De las 17 naves que participaron en este segundo viaje (3 carracas, 2 naos grandes y 12 carabelas), sólo se conoce el nombre de unas pocas, entre las que se cuentan la Niña, participante del primer viaje, y la Marigalante o Santa María, homónima de la malograda en el primer viaje, la carabela Cardera y la carabela San Juan, de la que era piloto el roteño Bartolomé Pérez, que en el primer viaje, fuera en la Niña.

En su segundo viaje a la isla La Española, observó el eclipse lunar del 14 al 15 de septiembre de 1494 y, comparando sus horas del comienzo y fin con las registradas en las observaciones de Cádiz y Sao Vicente (Portugal), dedujo definitivamente la esfericidad de la Tierra ya descrita por Claudio Ptolomeo.

En 1493 descubrió la isla de Guadalupe, ubicada a unos 480 km (300 millas) al sudeste de Puerto Rico y que era conocida por los indios caribes como Karukera ("isla de las aguas hermosas").

Tras fundar la ciudad de La Isabela el 6 de enero de 1494, dispuso el retorno a España de 12 buques de su flota, quedándose sólo con las carabelas Niña -ahora llamada Santa Clara (su primitivo nombre)-, San Juan, Cardera y algunas otras. En junio de 1496 Colón regresó de su segundo viaje a bordo de la Niña, acompañado sólo de la India, el primer buque construido en las Nuevas Tierras.



Tercer viaje (30 de mayo de 1498-25 de noviembre de 1500)

En este viaje, Colón partió desde Sanlúcar de Barrameda capitaneando seis barcos y llevando consigo a Bartolomé de Las Casas, quien después proporcionaría parte de las transcripciones de los Diarios de Colón.

La primera escala la realizó en la isla portuguesa de Porto Santo, de donde procedía su mujer. De allí partió hacia Madeira y llegó el 31 de julio a la isla Trinidad. Desde el 4 al 12 de agosto exploró el golfo de Paria, el cual separa Trinidad de Venezuela. En su reconocimiento de la zona llegó hasta la desembocadura del río Orinoco, navegó por las islas de Chacachare y Margarita y renombró Tobago ("Bella Forma") y Granada ("Concepción"). Inicialmente, describió las tierras como pertenecientes a un continente desconocido para los europeos, pero luego se retrajo y dijo que pertenecían a Asia.

El 19 de agosto retornó a La Española para encontrar que la mayoría de los españoles allí asentados estaban descontentos, al sentirse engañados por Colón sobre las riquezas que encontrarían. Colón intentó repetidas veces pactar con los sublevados, los taínos y los caribes. Algunos de los españoles que habían retornado acusaron a Colón ante la corte por mal gobierno. Los reyes enviaron a La Española al administrador real Francisco de Bobadilla en 1500, el cual a su llegada (23 de agosto) detuvo a Colón y a sus hermanos y los embarcó hacia España. Colón rehusó que se le quitaran los grilletes en todo su viaje a España, durante el cual escribió una larga carta a los Reyes Católicos. Al llegar a España recuperó su libertad, pero había perdido su prestigio y sus poderes.

Los viajes menores o andaluces.


Pese a la intención de Colón de reservarse el monopolio de la conquista y colonización de las tierras a las que había llegado, la Corona no tenía esas ideas. De esta forma capituló las condiciones de nuevos viajes, cuyo objetivo era descubrir tierras desconocidas para los europeos y en ningún modo colonizarlas.

Estos viajes se desarrollaron entre 1499 y 1519. Entre ellos cabe destacar los siguientes:

Alonso de Ojeda y Américo Vespuccio (el que a la postre daría el nombre al continente) llegaron hasta la actual Venezuela en 1499 y recogieron noticias sobre riquezas. Estas noticias fueron investigadas por otros marinos, que al final encontraron depósitos de perlas. Su intento de evadir el puerto andaluz para no declararlas les costó una condena.
En el mismo año, 1499, Vicente Yáñez Pinzón se convirtió en el primer europeo en llegar al río Amazonas y, según diversos historiadores, se le debe considerar el verdadero descubridor del Brasil. Volvió a la península el 30 de septiembre de 1500 con un cargamento de una madera muy cotizada denominada palo brasil. En una nueva capitulación, firmada con Fernando el Católico el 5 de septiembre de 1501, le nombran capitán y gobernador de Santa María de Consolación hasta la desembocadura del río Amazonas, pero no volvió a la zona. En el año 1508 volvió al Caribe con la misión de buscar un paso al Océano Pacífico, exploró toda la costa de Centroamérica y de la península de Yucatán, estableciendo el primer contacto con la civilización azteca.
Estos viajes, si bien fueron limitados en sus objetivos, aportaron gran información a la Corona.


Cuarto viaje (11 de mayo de 1502-7 de noviembre de 1504).

Nuevamente partió de Cádiz. Exploró las costas de las actuales Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, así como el golfo de Urabá en la actual Colombia. Desde este golfo intentó retornar a La Española, pero una tormenta lo hizo desembarcar en Jamaica, donde permaneció hasta 1504.

En 1503, en su último viaje por las Antillas Mayores, descubrió las islas llamadas actualmente Caimán Brac y Pequeño Caimán (pues Colón nunca vio la isla de Gran Caimán), que recibieron el nombre de Las Tortugas. Se les dio ese nombre por la gran cantidad de tortugas que había en ellas y en sus alrededores. Regresó en 1504 a Sanlúcar de Barrameda.


Relaciones con los indígenas.

Siguiendo las costumbres vigentes en esos tiempos, las relaciones de Colón y sus hombres con otros pueblos y tierras se regían por las posibilidades de conquistarlas para el reino al que representaban.

Pensando que se hallaban en las tierras del Gran Kan, intentaron tomar posiciones militares defensivas y entablar contacto con algún rey, pero no encontraron nada parecido y comprobaron poco a poco que poseían una gran superioridad armamentística sobre los indígenas y que éstos desconocían las palabras "Gran Kan". Atribuyeron ese desconocimiento a un muy bajo nivel cultural de los indígenas y fueron asumiendo la facilidad de conquista del nuevo territorio. Así lo demostraron en los comunicados a sus monarcas.

El gobierno de los hermanos Colón en La Española no cumplió con las expectativas de los monarcas españoles. No sólo se enfrentaron a los españoles de la isla, sino que, al no conseguir las riquezas que habían previsto, agredieron a los indígenas y vendieron a algunos como esclavos, desobedeciendo así las órdenes expresas de Isabel la Católica, que había dejado clara su voluntad de que se tratara a los indígenas como súbditos de Castilla. Por este motivo, el primer Virrey, Almirante y Gobernador de América fue arrestado y enviado con cadenas ante la reina por el pesquisidor Francisco de Bobadilla.[178] No correspondía el comportamiento de Colón con el que España proponía en sus leyes, aunque la distancia, entre otros motivos, propiciaron conductas similares a la de Colón con los indígenas, las cuales fueron denunciadas por Fray Bartolomé de las Casas y reprobadas por las Leyes Nuevas.


Su testamento y entierro.


El 19 de mayo de 1506, un día antes de su muerte en Valladolid, Cristóbal Colón redactó su testamento ante Pedro de Inoxedo, escribano de cámara de los Reyes Católicos. Dejó como testamentarios y cumplidores de su última voluntad a su hijo Diego Colón, a su hermano Bartolomé Colón y a Juan de Porras, tesorero de Vizcaya.

En ese documento aparece citado como almirante, virrey y gobernador de las islas y tierra firme de las Indias descubiertas y por descubrir.

El testamento dice:

Yo constituí a mi caro hijo don Diego por mi heredero de todos mis bienes e ofiçios que tengo de juro y heredad, de que hize en el mayorazgo, y non aviendo el hijo heredero varón, que herede mi hijo don Fernando por la mesma guisa, e non aviendo el hijo varón heredero, que herede don Bartolomé mi hermano por la misma guisa; e por la misma guisa si no tuviere hijo heredero varón, que herede otro mi hermano; que se entienda ansí de uno a otro el pariente más llegado a mi linia, y esto sea para siempre. E non herede mujer, salvo si non faltase non se fallar hombre; e si esto acaesçiese, sea la muger más allegada a mi linia.
De donde se entiende que tiene dos hijos, Diego y Fernando, y que el heredero es el primogénito, según la costumbre al uso.

Cita también en el testamento la poca cantidad (un cuento de maravedíes) que los Reyes Católicos pusieron para la empresa del descubrimiento, debiendo él mismo poner una cantidad para el viaje.

Cita asimismo a doña Beatriz como la madre de Fernando, lo que atestigua que nunca se casaron.

Tras su muerte, su cuerpo fue tratado con un proceso llamado descarnación, mediante el cual se quita toda la carne de los huesos. Se le enterró inicialmente en Valladolid y, posteriormente, sus restos fueron trasladados al Monasterio de la Cartuja en Sevilla. Por deseo de su hijo Diego, fueron trasladados de nuevo en 1542, esta vez a Santo Domingo. Tras la conquista de la isla de Santo Domingo en 1795 por los franceses, se trasladaron otra vez a La Habana y, tras la guerra de la independencia de Cuba en 1898, sus restos fueron trasladados por última vez (de momento) por el crucero Conde de Venadito hasta la Catedral de Sevilla, donde reposan en un suntuoso catafalco.


Discusiones sobre su enterramiento.

Posteriormente, se produjo una controversia sobre el destino final de los restos de Cristóbal Colón, tras aparecer en 1877, en la Catedral de Santo Domingo, una caja de plomo que contenía fragmentos de huesos y que llevaba una inscripción donde se leía "Varón ilustre y distinguido Cristóbal Colón". Esos restos permanecieron en la catedral de Santo Domingo hasta 1992, año en el que fueron trasladados al Faro a Colón, un monumento faraónico construido por el gobierno dominicano para conservar los restos que se suponen también de Colón.

Al parecer, en el momento de exhumar el cuerpo de la catedral de Santo Domingo no estuvo muy claro cuál era exactamente la tumba de Cristóbal Colón, debido al mal estado de las tumbas, con lo que resulta al menos probable que sólo se recogieran parte de los huesos, quedando la otra parte en la catedral de Santo Domingo. Todavía faltan estudios que sean más concluyentes al respecto.

Para averiguar cuáles eran los verdaderos restos se propuso tomar muestras de ADN de ambos esqueletos: el de Sevilla y el de Santo Domingo. Los estudios debían acabar en mayo del año 2006, pero en enero de 2005 las autoridades dominicanas pospusieron la apertura de la tumba. En el estudio preliminar se detectó una probable vinculación filial entre los huesos enterrados en la catedral de Sevilla y los de su hijo Diego.

El 1 de agosto de 2006 el equipo de investigación dirigido por José Antonio Lorente, médico forense y director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, que estudia los huesos atribuidos al almirante que están en la catedral de Sevilla desde 1898, confirmó que "sí son los de Cristóbal Colón". Esta afirmación está basada en el estudio del ADN comparado con el de su hermano menor Diego y con los de su hijo Hernando.

Según los estudios de ADN, se determina que Cristóbal Colón era

varón, de entre 50 y 70 años, sin marcas de patología, sin osteoporosis y con alguna caries. Mediterráneo, medianamente robusto y de talla mediana.
Todavía se espera que las autoridades de la República Dominicana permitan el estudio de los restos atribuidos al Almirante que están en ese país, lo cual permitiría completar la historia en torno a esta cuestión. Pero este estudio ya no es determinante para identificar los restos del descubridor. Se estima que pueda haber restos en otros lugares, ya que los que hay en la capital andaluza no llegan al 15% de la totalidad del esqueleto, por lo que podría resultar que los que están en Santo Domingo también correspondan al descubridor de América.

En la cultura popular.


A raíz de la revolución que supuso el descubrimiento capitaneado por Colón, su figura y su nombre, así como sus variantes, aparecen en muchos sitios y lugares, tanto en las artes como en la cultura. Incontables plazas y calles llevan su nombre, así como esculturas y monumentos relacionados con él. La figura de Colón se ha convertido en un icono mundial. Con todo, como no podría ser de otra manera, presenta la dualidad entre la admiración, por haber llevado a cabo el llamado descubrimiento de América y la animadversión, por los abusos cometidos a los pueblos indígenas después de dicho acontecimiento.

En diferentes países se conmemora el día del descubrimiento de América por parte de Colón el 12 de octubre de 1492. La fecha del descubrimiento se ha convertido en día festivo y reivindicativo en muchas zonas. En España se ha adoptado esta fecha, 12 de octubre, como Fiesta Nacional de España y Día de la Hispanidad, en los Estados Unidos de América se celebra el Columbus Day, en diferentes países de América latina: Argentina (desde el año 1917), Venezuela (1921 - 2002), México (1928) y Chile (1931), celebran el Día de la Raza (en España mantuvo la misma denominación hasta el año 1957, en que pasó a denominarse a Día de la Hispanidad). En Venezuela, el presidente Hugo Chávez cambió la denominación de Día de la Raza por Día de la Resistencia Indígena, asimismo el Consejo Nacional Indio, en representación de las 36 etnias indígenas venezolanas, solicitó que se quitaran las estatuas de Cristóbal Colón y que las mismas fueran sustituidas por la del cacique Guaicaipuro que resistió la invasión española. Ese mismo día un grupo de activistas indígenas derribó la estatua de Colón ubicada en Caracas.


Aspecto del Monumento a Colón en el Golfo Triste en Caracas, Venezuela, luego de que la estatua fuera derribada durante las celebraciones del Día de la Resistencia Indígena. (12 de octubre) de 2004.Sobre la toponimia, el nombre de Colón es utilizado ampliamente por toda la geografía terrestre: Colombia debe su nombre al Almirante, así como diferentes regiones, ciudades y ríos como, por ejemplo, varias capitales de Estados Unidos (Columbia en Carolina del Sur, Columbus en Ohio o el Distrito Federal de Columbia donde se sitúa la capital federal). Otros ejemplos son la provincia canadiense de la Columbia Británica (British Columbia), el río Columbia en los Estados Unidos, y la Ciudad de Colón en Panamá, así como la provincia homónima.

En Argentina hay dos ciudades denominadas Colón, una en la provincia de Buenos Aires y otra en la de Entre Ríos). En Cuba también existe una ciudad denominada Colón, en la provincia de Matanzas. Puerto Colón (en Paraguay), Ciudad Colón (Costa Rica), Colón (México), San Juan de Colón (Venezuela), San Marcos de Colón (Honduras). Asimismo, el archipiélago de las Islas Galápagos, recibe oficialmente el nombre de "Archipiélago de Colón".

Como excepción está la ciudad de Colombo en Sri Lanka ya que este topónimo no deriva del nombre del almirante; en el Atlas Catalán de Abraham Cresques de 1375 ya aparece así mencionada dicha ciudad. Asimismo, en los Estados Unidos, el referente femenino similar al Tío Sam es nombrado Columbia.

La unidad monetaria de Costa Rica es el colón, también lo es en El Salvador, aunque en éste último país el colón salvadoreño está prácticamente sustituido por el dólar estadounidense, gracias a la entrada en vigor de la "Ley de Integración Monetaria" de 1 de enero de 2001.

En España, concretamente en la provincia de Huelva, existe la ruta histórico-artística en torno a la figura de Colón, los hermanos Pinzón y los hechos que rodearon el descubrimiento. Esta ruta se denomina "Lugares colombinos" y fue declarada conjunto histórico-artístico de la provincia.


El huevo de Colón.

El DRAE define el huevo de Colón como: «Cosa que aparenta tener mucha dificultad pero resulta ser fácil al conocer su artificio». El origen de este dicho está relacionado con una anécdota publicada por Girolamo Benzoni en el libro Historia del Nuevo Mundo (Venecia, 1565). Esta nos sitúa en un juego entre Colón y un grupo de nobles. Como respuesta a una pregunta sobre el descubrimiento, Colón pidió un huevo e invitó a los nobles a intentar que dicho huevo se mantuviera derecho por sí solo. Los nobles no fueron capaces de mantener derecho el huevo y cuando éste volvió a sus manos, Colón golpeó el huevo contra la mesa, rompiéndolo un poco y propiciando que el huevo quedara en pie. Si bien es probable que esta anécdota sea una leyenda, se ha hecho muy popular.


Filatelia y Numismática.

España:

1943 - Valor Facial 5 cts. - 450 Aniversario de la llegada de Colón a Barcelona.
1992 - Valor Facial 60 ptas. - Colón y el descubrimiento
1992 - Valor Facial 60 ptas. - Colón y el descubrimiento
1992 - Valor Facial 60 ptas. - Colón y el descubrimiento
1992 - Valor Facial 60 ptas. - Colón y el descubrimiento
1992 - Valor Facial 60 ptas. - Colón y el descubrimiento
Emisión conjunta con motivo del 500 aniversario del descubrimiento.

1992 - Valor Facial 60 pta. - Colón y el descubrimiento.


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Monumento a Cristóbal Colón inaugurado con motivo del 500 aniversario de su fallecimiento, situado en los jardines exteriores del Monasterio de La Rábida.


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Mensaje por Invitado Miér 22 Sep 2010, 11:01 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 1978_espana_casa-borbon12

Carlos IV de Borbón (Portici, Nápoles, 11 de noviembre de 1748 – Roma, 20 de enero de 1819) fue Rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Hijo y sucesor de Carlos III y de María Amalia de Sajonia.

Acceso al trono.

Sucedió a su padre, Carlos III, al morir éste el 14 de diciembre de 1788. Accedió al Trono con una amplia experiencia en los asuntos de Estado, pero se vio superado por la repercusión de los sucesos acaecidos en Francia en 1789 y por su falta de energía personal que hizo que el gobierno estuviese en manos de su esposa María Luisa de Parma y de su valido, Manuel Godoy, de quien se decía era amante de la Reina, aunque hoy en día esas afirmaciones han sido desmentidas por varios historiadores.[1] Estos acontecimientos frustraron las expectativas con las que inició su reinado. A la muerte de Carlos III, el empeoramiento de la economía y el desbarajuste de la administración revelan los límites del reformismo, al tanto que la Revolución francesa pone encima de la mesa una alternativa al Antiguo Régimen.

Gobierno del conde de Floridablanca.

Las primeras decisiones de Carlos IV mostraron unos propósitos reformistas. Designó primer ministro al conde de Floridablanca, José Moñino y Redondo, I conde de Floridablanca (Murcia, 21 de octubre de 1728 - Sevilla, 30 de diciembre de 1808) fue un político español,
un ilustrado que inició su gestión con medidas como la condonación del retraso de las contribuciones, limitación del precio del pan, restricción de la acumulación de bienes de manos muertas, supresión de vínculos y mayorazgos y el impulso del desarrollo económico. El propio Monarca tomó la iniciativa de derogar la Ley Sálica impuesta por su antecesor Felipe V, medida ratificada por las Cortes de 1789, que no se llegó a promulgar.

El 19 de febrero de 1777 toma posesión como Secretario del Despacho de Estado (especie de ministro de Asuntos Exteriores), cargo que ocuparía hasta el 27 de febrero de 1792, ocupando interinamente la Secretaría de Gracia y Justicia entre 1782 y 1790. Floridablanca orientó la política exterior de Carlos III hacia un fortalecimiento de la posición española frente a Inglaterra, motivo por el que interviene en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos junto a Francia y las colonias rebeldes en contra de Inglaterra (1779-1783), gracias a lo cual consigue recuperar Menorca (1782) y Florida (1783). Sin embargo, no es capaz de tomar Gibraltar tras el Gran Asedio. Potenció también la amistad con los príncipes italianos de la Casa de Borbón y con Portugal (con la que firma un tratado de amistad en 1777, el tratado de San Ildefonso, por el que obtiene las islas africanas de Annobón y Fernando Poo).

Pronto se vio enfrentado al partido aragonés que encabezaba el conde de Aranda, pues Floridablanca pretendía reequilibrar las instituciones de la Monarquía dando más peso al estilo de gobierno ejecutivo de las Secretarías de Estado y del Despacho, mientras que Aranda defendía el estilo tradicional que representaban los Consejos. En esa línea creó en 1787 la Junta Suprema de Estado (presidida por él mismo), que respondía a la idea de coordinar las distintas secretarías en una especie de Consejo de Ministros, obligando a todos los secretarios a reunirse una vez por semana.

Ante esta situación, Floridablanca quiso abandonar su cargo, sin resultado, puesto que el testamento real estipulaba que el hijo y sucesor del rey Carlos III debía mantener su confianza en el Conde de Floridablanca. En 1789 el pueblo de Madrid, en múltiples panfletos, acusaba a Floridablanca de robo y de deslealtad a la Corona. Éste quiso dimitir, decisión no admitida por Carlos IV, el cual creó varias secretarias (Gracia y Justicia, Real Casa y Patrimonio) para aliviar los trabajos de Floridablanca.

Antaño reformista, los sucesos de la Revolución francesa hacen cambiar de forma radical su punto de vista político, convirtiéndose en abanderado de una fuerte reacción, que lleva al encarcelamiento de Francisco Cabarrús y la caída en desgracia de Jovellanos y Campomanes. El 18 de julio de 1790 sufre un atentado, del que escapa ileso y dos años más tarde Carlos IV le destituye y es apresado en su casa de Hellín. La subida al poder de Aranda le lleva a la cárcel en la ciudadela de Pamplona, bajo acusaciones de corrupción y abuso de autoridad. A la caída de Aranda, sustituido por Manuel Godoy, es liberado (1794). Sin embargo, Floridablanca no vuelve a intervenir en asuntos políticos y se retira a su ciudad natal, Murcia.

Bajo su mandato se construyó el Canal Imperial de Aragón, el que todavía hoy depende el abastecimiento de agua potable de numerosos municipios, entre ellos Zaragoza, y el regadío de 26.500 Ha. de terreno entre Aragón y Navarra.


Gobierno del conde de Aranda.

En 1792, Floridablanca fue sustituido por el conde de Aranda, amigo de Voltaire y de otros revolucionarios franceses, a quien el rey encomienda la difícil papeleta de salvar la vida de su primo el rey Luis XVI en el momento en que éste había aceptado la primera Constitución francesa.

Sin embargo, la radicalización revolucionaria a partir de 1792 y el destronamiento de Luis XVI—el rey francés fue encarcelado y quedó proclamada la República— precipitó la caída del conde de Aranda y la llegada al poder de Manuel Godoy el 15 de noviembre de 1792.

Crisis final.

Con tal sucesión de guerras se agravó hasta el extremo la crisis de la Hacienda; y los ministros de Carlos IV se mostraron incapaces de solucionarla, pues el temor a la revolución les impedía introducir las necesarias reformas, que hubieran lesionado los intereses de los estamentos privilegiados, alterando el orden tradicional.

La presencia de soldados franceses en territorio español aumentó la oposición hacia Godoy, enfrentado con los sectores más tradicionales por su política reformista y entreguista hacia Napoleón. A finales de 1807 se produjo la Conjura de El Escorial, conspiración encabezada por Fernando, Príncipe de Asturias, que pretendía la sustitución de Godoy y el destronamiento de su propio padre. Pero, frustrado el intento, el propio Fernando delató a sus colaboradores. En marzo de 1808, ante la evidencia de la ocupación francesa, Godoy aconsejó a los reyes que abandonaran España. Pero se produjo el Motín de Aranjuez, levantamiento popular contra los reyes aprovechando su presencia en el palacio de Aranjuez. Godoy fue hecho preso por los amotinados. Carlos IV, ante el cariz de los acontecimientos, abdicó en su hijo Fernando VII.

Napoleón, receloso ante el cambio de monarca, convocó a la familia real española a un encuentro en la localidad francesa de Bayona. Fernando VII, bajo la presión del Emperador y de sus padres, devolvió la Corona a Carlos IV el día 6 de mayo, sin saber que el día antes Carlos IV había pactado la cesión de sus derechos a la corona en favor de Napoleón, quien finalmente designó como nuevo rey de España a su hermano José.

Final.

Carlos permaneció prisionero de Napoleón hasta la derrota final de éste en 1814; pero en ese mismo año Fernando VII fue repuesto en el Trono español, manteniendo a su padre desterrado por temor a que le disputara el poder. Carlos y su esposa murieron exiliados en la corte papal.

Mecenazgo.

Carlos se interesó desde su juventud por el arte. Violinista aficionado, en 1775 compró para la corte el cuarteto de instrumentos Stradivarius conservado actualmente en el Palacio Real de Madrid y se rodeó de un entorno musical privilegiado dirgido por el violinista y compositor Gaetano Brunetti. También se interesó por la pintura, encargando obras a Luis Meléndez, Claude Joseph Vernet y Luis Paret y nombrando a Francisco de Goya pintor de cámara (1789).


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Mensaje por Invitado Jue 23 Sep 2010, 8:32 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 11

Pablo de Tarso, originalmente Saulo, también llamado San Pablo Apóstol, el Apóstol de los Gentiles y San Pablo de Tarso (nacimiento entre los años 5 y 10 d. C., Tarso (actual Turquía) - † año 67 en Roma), aunque no perteneció al círculo de apóstoles de Jesucristo.

Introducción.

Según Reinaldo Fabris, autor del Libro "Pablo, el apóstol de las Gentes", este personaje no cambió su nombre al convertirse al cristianismo, ya que como ciudadano romano y nacido en Tarso, además de ser judío tenía gran influencia de la cultura helenística y romana, por lo que como todo romano de la época tenía un “praenomen” relacionado con una característica familiar (el cual es SAULO, su nombre judío), y un “cognomen” que se asocia a una característica física (que en este caso es PABLO, que es su nombre romano).

El conocimiento de la cultura helénica —hablaba fluidamente tanto el griego como el arameo— le permitió predicar el Evangelio con ejemplos y comparaciones comunes de esta cultura por lo que su mensaje fue recibido en territorio griego claramente y esta característica marca el éxito de sus viajes fundando comunidades cristianas. Pablo es considerado por muchos cristianos como el discípulo más importante de Jesús, a pesar de que nunca llegó a conocerlo, y, después de Jesús, una de las personas más importantes para el cristianismo; como también fueron Pedro y Juan.

Pablo es reconocido por los católicos como un Santo. Hizo mucho para introducir el cristianismo entre los gentiles y es considerado como una de las fuentes significativas de la doctrina de la primitiva iglesia cristiana.


Biografía.

Nació entre el año 5 y el año 10 en Tarso, en la región de Cilicia, en la costa sur del Asia Menor (la actual Turquía). La ciudad de Tarso tenía concedida la ciudadanía romana por nacimiento (Hechos 22:22-29). Por lo que Pablo era ciudadano romano pese a ser hijo de judíos.

Hijo de hebreos y descendiente de la tribu de Benjamín, en su adolescencia es enviado a Jerusalén, donde estudia con el famoso rabino Gamaliel (Hch 22, 3). Tuvo una educación mucho mayor que los humildes pescadores que fueron los primeros apóstoles de Cristo.

Pablo de Tarso fue un activo perseguidor de los cristianos bajo la influencia de los fariseos. De hecho él fue de los que participó y asintió en la ejecución de San Esteban, el primer mártir (denominado protomártir) de la iglesia de aquel entonces, quien fue víctima de lapidación no como consecuencia de la barbarie de la multitud, sino como cumplimiento de una ejecución judicial, pues Saulo contaba con la venia de Roma.[cita requerida]

En el año 36, camino a Damasco, tuvo una visión y se convirtió al cristianismo. Según el libro de los Hechos de los Apóstoles y las epístolas paulinas fue gracias a una aparición de Cristo camino de la ciudad de Damasco, luego de la cual pide ser bautizado.

Comenzó su actividad de evangelización cristiana en Damasco y Arabia. Es perseguido por los judíos y huye a Jerusalén, donde es visto por Bernabé quien lo lleva con Pedro y con Santiago en el año 36(La Biblia no especifica el nombre de los apóstoles. Ver Hechos 9: 27. Contexto de la cita Hechos 9: 26-28). Huye de Jerusalén, escapando de los judíos de habla griega. Se lo llevan a Cesárea y es enviado a refugiarse en Tarso.

Bernabé acude a Tarso y se va con Pablo a Antioquía, donde pasaron un año evangelizando. Antioquía se convierte en el centro de los cristianos convertidos desde el paganismo. Aquí surge por primera vez la denominación de cristianos para los discípulos de Jesús.


La conversión.

En las obras de arte y en la creencia popular se tiene la imagen de que Pablo se cayó de su caballo, cuando ni en las epístolas ni en los Hechos de los Apóstoles se menciona una caída de un caballo y, es más, pudiera tratarse de un anacronismo.

Según los Hechos de los Apóstoles "Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió." (Hechos 9)

En sus epístolas no da detalles sobre este hecho, pero sí afirma que perseguía a los cristianos y que se le apareció Jesús "Posteriormente, después de todos, se me apareció también a mí, como un abortivo" (1 Corintios 15; 8-9).


En cualquier caso, con independencia de si la visión en el camino de Damasco fue milagrosa o tiene explicación científica, el resultado es que Saulo de Tarso, que se dedicaba a "perseguir sobremanera" y "asolar" con "celo" las comunidades cristianas, según sus propias palabras (Gálatas 1; 13; Filipenses 2; 6), tuvo un testimonio que lo marcó para el resto de sus días, literalmente se pasó al enemigo para ser el principal difusor del cristianismo arriesgando su vida, sufriendo encarcelamientos y, finalmente, morir decapitado en Roma. Pablo fue fiel hasta la muerte al testimonio que lo convirtió en uno de los apóstoles más efectivos de Jesucristo.


Viajes misionales.

A partir del año 46 comienzan los tres grandes viajes misioneros de Pablo:


Aparición de Jesús a Saulo.En el primer viaje misional, junto con Bernabé y su primo Juan Marcos de ayudante, parte de Seleucia, puerto de Antioquía, donde había predicado durante un año, hacia la isla de Chipre, concretamente a Salamina. Este era el primer lugar donde predicaban a los "no judíos", es decir, a los gentiles o paganos.
En Pafos, se convierte al cristianismo el procónsul romano Sergio Pablo, en su séquito se hallaba el mago Elimas o Barjesús. Pablo y Bernabé, según las escrituras, predican la palabra y el procónsul con su familia quiere convertirse, pero el mago lo quiere impedir. Pablo llama al mago embustero, embaucador, empedernido, hijo del diablo y enemigo de todo lo bueno, y deja a Elimas ciego. En ese momento el procónsul cree. Después de esto toman un barco con el que abandonan la isla de Chipre.

Es aquí donde Saulo comienza a ser llamado por su nombre romano Pablo que significa "el más pequeño". Navegan hacia Perge, en la región de Panfilia. Juan Marcos regresa a Jerusalén. Pablo y Bernabé continúan por el sur de Galacia. Encuentran mala acogida por parte de los judíos, y deciden dirigirse a los paganos, por los sitios nombrados formaban comunidades y dejaban encargados para cuidarlas. A partir de estas fechas, a los discípulos, también se les empezó a llamar cristianos. Los nuevos cristianos llamados "no judíos" enviaban dinero a Jerusalén por medio de Pablo y del apóstol Bernabé.

Los cristianos procedentes del judaísmo plantean la idea de que estos nuevos cristianos deberían aceptar también las leyes judías, como la circuncisión. Pablo decide plantear la cuestión en Jerusalén a su regreso en el año 49, ante los apóstoles. Esto dio lugar al primer concilio, el Concilio de Jerusalén, del año 50. Triunfó la postura de Pablo, sobre no imponer rituales judíos a los conversos gentiles.

En el segundo viaje misionero, Pablo se hace acompañar por Silas. Parten de Antioquia, por tierra, hacia Siria y Cilicia, llegando al sur de Galacia. En Listra, se les une Timoteo. Atraviesan las regiones de Frigia y Misia. Al parecer, se les une Lucas el Evangelista en Tróade. Decide ir a Europa, y en Macedonia funda la primera comunidad cristiana europea: la comunidad de Filipos. También en Tesalónica, Berea, Atenas y Corinto. Se queda durante año y medio en Corinto, acogido por Aquila y Priscila, matrimonio judeo-cristiano que había sido expulsado de Roma debido al edicto del emperador Claudio. En invierno del año 51 escribe la primera carta a los tesalonicenses, el documento más antiguo del Nuevo Testamento. Al año siguiente vuelve a Antioquía.
En primavera del año 54 inicia su tercer viaje misionero, estableciendo su centro de operaciones en Éfeso, capital de Asia Menor. Permanece allí unos tres años. Le llegan noticias de los conflictos surgidos en la comunidad de Corinto. Escribe la primera carta a los corintios en el año 54 y la segunda carta a los corintios a finales del 57. Atendiendo a los conflictos con los judeo-cristianos, escribe las cartas a los filipenses (año 57) y a los gálatas. Va a Corinto a finales del 57, donde pasa el invierno. Escribe la carta a los romanos, en la primavera del 58. Vuelve entonces a Jerusalén para entregar la colecta de las comunidades cristianas procedentes del paganismo, destinada a los pobres de las comunidades de Jerusalén.

Judíos procedentes de Antioquia lo acusan de violar la Ley e intentan matarlo en una revuelta. El tribuno romano impide que lo maten y lo encarcela. Es enviado a la provincia de Judea, donde el procurador Félix lo retiene durante dos años (del 58 al 60) a la espera de conseguir un rescate por su libertad. Porcio Festo sucede a Marco Antonio Félix como procurador de Judea. Pablo apela a su derecho, como ciudadano romano, a ser juzgado en Roma. Tras un accidentado viaje, llega a Roma en la primavera del año 61. Es liberado en el 63. Su carta a Filemón se supone escrita en este periodo de cautividad, entre el 58 y el 63.

Había expresado sus deseos de llegar, lo cual posiblemente se cumplió en el año 63. Al parecer, después visitó las comunidades de Oriente. Volvió a ser apresado en Roma durante las persecuciones de Nerón. Fue sentenciado a muerte, por lo que fue decapitado hacia el año 67. Por tener la ciudadanía romana, gozó del privilegio de la decapitación, ya que el suplicio de la cruz estaba destinado para quien no era romano. Según la tradición, la cabeza rodó por el suelo y lo golpeó tres veces, y de allí donde chocó, surgió una vía de agua.

Fue enterrado en la vía Ostiense de Roma. El 11 de diciembre de 2006 el Vaticano anunció el descubrimiento del sarcófago de San Pablo tras cuatro años de excavaciones arqueológicas bajo el altar mayor de la basílica que lleva su nombre.

Escritos.

A los Romanos
Primera a los Corintios
Segunda a los Corintios
A los Gálatas
A los Efesios
A los Filipenses
A los Colosenses
Primera a los Tesalonicenses
Segunda a los Tesalonicenses
Primera a Timoteo
Segunda a Timoteo
A Tito
A Filemón.

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Mensaje por Invitado Jue 23 Sep 2010, 9:11 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 06


Jesús de Nazaret, también conocido como Jesús, Cristo o Jesucristo, es la figura central del cristianismo. Para la mayoría de las denominaciones cristianas, es el Hijo de Dios y, por extensión, la encarnación de Dios mismo. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su muerte y posterior resurrección, redimió al género humano.Es uno de los personajes que han ejercido una mayor influencia en la cultura occidental.

Según la opinión mayoritariamente aceptada en medios académicos, basada en una lectura crítica de los textos sobre su figura, Jesús de Nazaret fue un predicador judío que vivió a comienzos del siglo I en las regiones de Galilea y Judea y fue crucificado en Jerusalén en torno al año 30.

Lo que se conoce de Jesús depende casi absolutamente de la tradición cristiana, especialmente de la utilizada para la composición de los evangelios sinópticos, redactados, según opinión mayoritaria, unos 30 ó 40 años, como mínimo, después de su muerte. La mayoría de los estudiosos considera que mediante el estudio de los evangelios es posible reconstruir tradiciones que se remontan a contemporáneos de Jesús, aunque existen grandes discrepancias entre los investigadores en cuanto a los métodos de análisis de los textos y las conclusiones que de ellos pueden extraerse. Existe una minoría que niega la existencia histórica de Jesús de Nazaret.

Nacimiento e infancia.


Los relatos referentes al nacimiento e infancia de Jesús proceden exclusivamente de los evangelios de Mateo (Mt 1,18-2,23) y de Lucas (Lc 1,5-2,52).[4] No hay relatos de este tipo en los evangelios de Marcos y Juan. Las narraciones de Mateo y Lucas difieren entre sí:

Según Mateo, María y su esposo, José, viven (según parece, pues no se relata ningún viaje en Belén. María queda inesperadamente embarazada y José resuelve repudiarla, pero un ángel le anuncia en sueños que el embarazo de María es obra del Espíritu Santo y profetiza, con palabras del profeta Isaías (Is 7,14), que su hijo será el Mesías que esperan los judíos (Mt 1,19-21). Unos magos de Oriente llegan a Jerusalén preguntando por el "rey de los judíos que acaba de nacer" con la intención de adorarlo, lo que alerta al rey de Judea, Herodes el Grande, que decide acabar con el posible rival. Los magos, guiados por una estrella, llegan a Belén y adoran al niño. De nuevo, el ángel visita a José (Mt 2,13) y le advierte de la inminente persecución de Herodes, por lo que la familia huye a Egipto y permanece allí hasta la muerte del monarca (de nuevo notificada a José por el ángel, que se le presenta por tercera vez: Mt 2,19-29). Entonces, José se instala con su familia en Nazaret, en Galilea.
En el evangelio de Lucas, María y José viven en la ciudad galilea de Nazaret. La historia de la concepción de Jesús se entrelaza aquí con la de Juan el Bautista —ya que en este evangelio María e Isabel, madre del Bautista, son parientes— y el nacimiento de Jesús es notificado a María por el ángel Gabriel (lo que se conoce como Anunciación: Lc 1,26-38). El emperador Augusto ordena un censo en el cual cada uno debe empadronarse en su lugar de nacimiento y José debe viajar a Belén, por ser originario de este lugar. Jesús nace en Belén mientras se encuentran de viaje y es adorado por pastores. Lucas añade además breves relatos sobre la circuncisión de Jesús, sobre su presentación en el Templo y su encuentro con los doctores en el Templo de Jerusalén, en un viaje realizado con motivo de la Pascua, cuando contaba doce años.
En los evangelios de Mateo y de Lucas aparecen sendas genealogías de Jesús (Mt 1, 2-16; Lc 3, 23-38). La de Mateo se remonta al patriarca Abraham, y la de Lucas a Adán, el primer hombre según el Génesis. Estas dos genealogías son idénticas entre Abrahán y David, pero difieren a partir de este último, ya que la de Mateo hace a Jesús descendiente de Salomón, mientras que, según Lucas, su linaje procedería de Natam, otro de los hijos de David. En ambos casos, lo que se muestra es la ascendencia de José, a pesar de que, según los relatos de la infancia, éste solo habría sido el padre putativo de Jesús.


Bautismo y tentaciones.


La llegada de Jesús fue profetizada por Juan el Bautista (su primo según el Evangelio de Lucas), por quien Jesús fue bautizado en el río Jordán. Durante el bautismo, el Espíritu de Dios, en forma de paloma, descendió sobre Jesús, y se escuchó la voz de Dios.

Según los sinópticos, el Espíritu condujo a Jesús al desierto, donde ayunó durante cuarenta días y superó las tentaciones a las que fue sometido por el Demonio. No se menciona este episodio en el Evangelio de Juan. Después Jesús marchó a Galilea, se estableció en Cafarnaún, y comenzó a predicar la llegada del Reino de Dios.


Vida pública.


Acompañado por sus seguidores, Jesús recorrió las regiones de Galilea y Judea predicando el evangelio y realizando numerosos milagros. El orden de los hechos y dichos de Jesús varía según los diferentes relatos evangélicos. Tampoco se indica cuánto tiempo duró la vida pública de Jesús, aunque el Evangelio de Juan menciona que Jesús celebró la fiesta anual de la Pascua judía (Pésaj) en Jerusalén en tres ocasiones. Los sinópticos se refieren solo a una fiesta de Pascua, durante la cual Jesús fue crucificado.

Gran parte de los hechos de la vida pública de Jesús narrados en los evangelios tienen como escenario la zona septentrional de Galilea, en las cercanías del mar de Tiberíades, o lago de Genesaret, especialmente la ciudad de Cafarnaúm, pero también otras, como Corozaín o Betsaida. También visitó, en el sur de la región, localidades como Caná o Naín, y la aldea en la que se había criado, Nazaret, donde fue recibido con hostilidad por sus antiguos convecinos. Su predicación se extendió también a Judea (según el Evangelio de Juan, visitó Jerusalén en tres ocasiones desde el comienzo de su vida pública), y estuvo en Jericó y Betania (donde resucitó a Lázaro).

Escogió a sus principales seguidores (llamados en los evangelios Apóstoles; en griego, «enviados»), en número de doce, de entre el pueblo de Galilea. En los sinópticos se menciona la lista siguiente: Simón, llamado Pedro y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Zelote y Judas Iscariote, el que posteriormente traicionaría a Jesús (Mt 10,2-4; Mc 3,16-19; Lc 6, 13-16). Algunos de ellos eran pescadores, como las dos parejas de hermanos formadas respectivamente por Pedro y Andrés, y Juan y Santiago. Mateo se identifica generalmente con Leví el de Alfeo, un publicano de quien en los tres sinópticos se relata brevemente cómo fue llamado por Jesús (Mt 9,9; Mc 2,14; Lc 5,27-28). lo que acarreó a Jesús numerosos reproches de los fariseos.

El Evangelio de Juan sólo menciona los nombres de nueve de los apóstoles, aunque en varios pasajes hace referencia a que eran doce.

Predicó tanto en sinagogas como al aire libre, y las muchedumbres se congregaban para escuchar sus palabras. Entre sus discursos, destaca el llamado Sermón de la Montaña, en el Evangelio de Mateo (Mt 5-7). Utilizó a menudo parábolas para explicar a sus seguidores el Reino de Dios. Las parábolas de Jesús son breves relatos cuyo contenido es enigmático (a menudo han de ser después explicadas por Jesús). Tienen en general un contenido escatológico y aparecen exclusivamente en los evangelios sinópticos. Entre las más conocidas están la parábola del sembrador (Mt 13,3-9; Mc 4,3-9);la de la semilla que crece (Mc 4,26-29); la del grano de mostaza (Mt 13,31-32; Mc 4,30-32), la de la cizaña (Mt 13,24-30), la de la oveja perdida (Mt 18,12-14; Lc 15,3-7), la del siervo despiadado (Mt 18, 23-35), la de los obreros enviados a la viña (Mt 20,1-16), la de los dos hijos (Mt 21,28-32), la de los viñadores homicidas (Mt 21,33-42; Mc 12,1-11; Lc 20,9-18); la de los invitados a la boda (Mt 22, 1-14), la de las diez vírgenes (Mt 25,1-13), la de los talentos (Mt 25,14-30; Lc 19,12-27). Dos de las más conocidas aparecen solo en el Evangelio de Lucas: se trata de las parábolas del samaritano (Lc 10,30-37) y del hijo pródigo (Lc 15,11-32). En las parábolas, utiliza Jesús frecuentemente imágenes relacionadas con la vida campesina.

Mantuvo controversias con miembros de algunas de las más importantes sectas religiosas del judaísmo, y muy especialmente con los fariseos, a quienes acusó de hipocresía y de no cuidar lo más importante de la Torá: la justicia, la compasión y la lealtad (Mt 12, 38-40; Lc 20, 45-47)

La originalidad de su mensaje radicaba en la insistencia en el amor al enemigo (Mt 5,38-48;Lc 6, 27-36) así como en su relación estrechísima con Dios a quien llamaba en arameo con la expresión familiar Abba (Padre) que ni Marcos (Mc 14,36) ni Pablo (Rm 8, 15; Gal 4, 6) traducen. Se trata de un Dios cercano que busca a los marginados, a los oprimidos (Lc 4, 18) y a los pecadores (Lc 15) para ofrecerles su misericordia. La oración del Padre nuestro (Mt 6,9-13: Lc 11,1-4), que recomendó utilizar a sus seguidores, es clara expresión de esta relación de cercanía con Dios antes mencionada.


Milagros.


Según los evangelios, durante su ministerio Jesús realizó varios milagros. En total, en los cuatro evangelios canónicos se narran veintisiete milagros, de los cuales catorce son curaciones de distintas enfermedades, cinco exorcismos, tres resurrecciones, dos prodigios de tipo natural y tres signos extraordinarios.

Los evangelios narran las siguientes curaciones milagrosas obradas por Jesús:
1.Sanó la fiebre de la suegra de Pedro, en su casa en Cafarnaúm, tomándola de la mano (Mc 1,29-31; Mt 5,14-15; Lc 4,38-39);
2.Sanó a un leproso galileo mediante la palabra y el contacto de su mano (Mc 1,40-45; Mt 8,1-4; Lc 5,12-16);
3.Sanó a un paralítico en Cafarnaúm que le fue presentado en una camilla y al que había perdonado sus pecados, ordenándole que se levantara y se fuera a su casa (Mc 2, 1-12; Mt 9,1-8; Lc 5,17-26);
4.Sanó a un hombre con la mano seca en sábado en una sinagoga, mediante la palabra (Mc 3,1-6; Mt 12,9-14;Lc 6,6-11);
5.Sanó a una mujer que padecía flujo de sangre, que sanó al tocar el vestido de Jesús (Mc 5,25-34; Mt 9,18-26; Lc 8,40-56);
6.Sanó a un sordomudo en la Decápolis metiéndole los dedos en los oídos, escupiendo, tocándole la lengua y diciendo: "Effatá", que significa "ábrete" (Mc 7,31-37);
7.Sanó a un ciego en Betsaida poniéndole saliva en los ojos e imponiéndole las manos (Mc 8,22-26);
8.Sanó a Bartimeo, el ciego de Jericó (Mt 20,29-34; Mc 10,46-52; Lc 18,35-45);
9.Sanó a distancia al criado del centurión de Cafarnaúm (Mt 8,5-13, Lc 7,1-10, Jn 4,43-54; Jn 4,43-54);[28]
10.Sanó a una mujer que estaba encorvada y no podía enderezarse, mediante la palabra y la imposición de manos (Lc 13,10-17). Esta curación tuvo lugar también en sábado y en una sinagoga;
11.Sanó a un hidrópico en sábado, en casa de uno de los principales fariseos (Lc 14, 1-6).
12.Sanó a diez leprosos, que encontró de camino a Jerusalén, mediante la palabra (Lc 17,11-19).
13.Sanó a un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo, en Jerusalén, en sábado (Jn 5,1-9).
14.Sanó a un ciego de nacimiento untándolo con lodo y saliva, tras lo cual le ordenó lavarse en la piscina de Siloé (Jn 9,1-12).
En los evangelios canónicos aparecen cinco relatos de expulsiones de espíritus impuros (exorcismos) realizados por Jesús:
1.Expulsó a un demonio en la sinagoga de Cafarnaúm (Mc 1,21-28; Lc 4,31-37);
2.a otro en la región de Gerasa (Mt 8,28-34; Mc 5,1-21; Lc 8,26-39);
3.a otro que poseía a la hija de una mujer sirofenicia (Mt 15,21-28; Mc 7,24-30);
4.a otro que atormentaba a un epiléptico (Mt 17,20-24; Mc 9,14-27; Lc 9,37-43);
5.a un "demonio mudo" (Lc 11,14; Mt 12,22).
Además, hay varios pasajes que hacen referencia de modo genérico a exorcismos de Jesús (Mc 1,32-34;Mc 3,10-12).

Según los evangelios, Jesús obró tres resurrecciones:

1.Resucitó una niña de doce años, la hija de Jairo (Mc 5,21-24, Mt 9,18-26, Lc 8,40-56). Jesús afirmó que la niña no estaba muerta, sino solo dormida (Mt 9,24;Mc 5,39;Lc 8,52).
2.al hijo de la viuda de Naín (Lc 7,11-17).
3.a Lázaro (Jn 11,1-44).

Jesús obró también, según los evangelios, dos prodigios de tipo natural, en los que se pone de manifiesto la obediencia de las fuerzas naturales (el mar y el viento) a su autoridad.
1.Jesús ordena a la tempestad que se calme y ésta obedece (Mt 8,23-27; Mc 4,35-41; Lc 8,22-25).
2.Jesús camina sobre las aguas (Mt 14,22-33; Mc 6,45-52; Jn 6,16-21).
Tres signos extraordinarios, que tienen un sentido acusadamente simbólico:
1.Multiplicación de los panes y los peces. Es el único de todos los milagros de Jesús que es registrado por todos los evangelios (Mc 6,32-44; Mt|14,13-21; Lc 9,10-17; Jn 6,1-13). Ocurre en dos ocasiones según los evangelios de Marcos (Mc 8,1-10) y Mateo (Mt 15,32-39);
2.la pesca milagrosa (Lc 5,1-11; Jn 21,1-19);
3.la conversión del agua en vino en las bodas de Caná (Jn 2,1-11).
En esos tiempos, los escribas, fariseos y otros, atribuyeron a una confabulación con Belcebú este poder de expulsar a los demonios. Jesús se defendió enérgicamente de estas acusaciones.[29] Según los relatos evangélicos, Jesús no solo tenía el poder de expulsar demonios, sino que transmitió ese poder a sus seguidores.[30] Incluso se menciona el caso de un hombre que, sin ser seguidor de Jesús, expulsaba con éxito demonios en su nombre.

Unción en Betania y Última Cena.


En Betania, cerca de Jerusalén, fue ungido con perfumes por una mujer. Según los sinópticos, la noche de Pascua cenó en Jerusalén con los Apóstoles, en lo que la tradición cristiana designa como Última Cena. En el transcurso de esta cena pascual, Jesús predijo que sería traicionado por uno de los Apóstoles, Judas Iscariote. Tomó pan en las manos, diciendo "Tomad y comed, éste es mi cuerpo" y, a continuación, cogiendo un cáliz de vino, dijo: "Bebed de él todos, porque ésta es la sangre de la Alianza, que será derramada por la multitud para la remisión de los pecados". Profetizó también, según los sinópticos, que no volvería a beber vino hasta que no lo bebiera de nuevo en el Reino de Dios.

Arresto.


Tras la cena, según los sinópticos, Jesús y sus discípulos fueron a orar al huerto de Getsemaní. Los apóstoles, en lugar de orar, se quedaron dormidos, y Jesús sufrió un momento de fuerte angustia con respecto a su destino, aunque decidió acatar la voluntad de Dios.

Judas había efectivamente traicionado a Jesús, para entregarlo a los príncipes de los sacerdotes y los ancianos de Jerusalén a cambio de treinta piezas de plata. Acompañado de un grupo armado de espadas y garrotes, enviado por los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, llegó a Getsemaní y reveló la identidad de Jesús besándole la mejilla. Jesús fue arrestado. Por parte de sus seguidores hubo un conato de resistencia, pero finalmente todos se dispersaron y huyeron.

Juicio.


Tras su detención, Jesús fue llevado al palacio del sumo sacerdote Caifás (según el Evangelio de Juan, fue llevado primero a casa de Anás, suegro de Caifás). Allí fue juzgado ante el Sanedrín. Se presentaron falsos testigos, pero como sus testimonios no coincidían no fueron aceptados. Finalmente, Caifás preguntó directamente a Jesús si era el Mesías, y Jesús dijo: "Tú lo has dicho". El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras ante lo que consideraba una blasfemia. Los miembros del Sanedrín escarnecieron cruelmente a Jesús. En el Evangelio de Juan, Jesús fue llevado primero ante Anás y luego ante Caifás. Solo se detalla el interrogatorio ante Anás, bastante diferente del que aparece en los sinópticos. Pedro, que había seguido a Jesús en secreto tras su detención, se encontraba oculto entre los sirvientes del sumo sacerdote. Reconocido como discípulo de Jesús por los sirvientes, le negó tres veces (dos según el Evangelio de Juan), como Jesús le había profetizado.

A la mañana siguiente, Jesús fue llevado ante Poncio Pilato, el procurador romano. Tras interrogarle, Pilato no le halló culpable, y pidió a la muchedumbre que eligiera entre liberar a Jesús o a un conocido bandido, llamado Barrabás. La multitud, persuadida por los príncipes de los sacerdotes, pidió que se liberase a Barrabás, y que Jesús fuese crucificado. Pilato se lavó simbólicamente las manos para expresar su inocencia de la muerte de Jesús.

Crucifixión.


Jesús fue azotado, lo vistieron con un manto rojo, le pusieron en la cabeza una corona de espinas y una caña en su mano derecha. Los soldados romanos se burlaban de él diciendo: "Salud, rey de los Judíos". Fue obligado a cargar la cruz en la que iba a ser crucificado hasta un lugar llamado Gólgota, que significa, en arameo, "lugar del cráneo". Le ayudó a llevar la cruz un hombre llamado Simón de Cirene.

Dieron de beber a Jesús vino con hiel. Él probó pero no quiso tomarlo. Tras crucificarlo, los soldados se repartieron sus vestiduras. En la cruz, sobre su cabeza, pusieron un cartel en arameo, griego y latín con el motivo de su condena: "Este es Jesús, el Rey de los Judíos", que a menudo en pinturas se abrevia INRI ("Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum", literalmente "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos"). Fue crucificado entre dos ladrones.

Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó: "Elí, Elí, lemá sabactani", que en arameo significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?", según los evangelios de Mateo y Marcos. Las palabras finales de Jesús difieren en los otros dos evangelios. También hay diferencia entre los evangelios en cuanto a qué discípulos de Jesús estuvieron presentes en su crucifixión: en Mateo y Marcos, son varias de las mujeres seguidoras de Jesús; en el Evangelio de Juan se menciona también a la madre de Jesús y al "discípulo a quien amaba" (según la tradición cristiana, se trataría del apóstol Juan, aunque en el texto del evangelio no se menciona su nombre).


Sepultura.


Un seguidor de Jesús, llamado José de Arimatea, solicitó a Pilato el cuerpo de Jesús la misma tarde del viernes en que había muerto, y lo depositó, envuelto en una sábana, en un sepulcro excavado en la roca. Cubrió el sepulcro con una gran piedra. Según el Evangelio de Mateo (no se menciona en los otros evangelios), al día siguiente, los "príncipes de los sacerdotes y los fariseos" pidieron a Pilato que colocase frente al sepulcro una guardia armada, para evitar que los seguidores de Jesús robasen su cuerpo y difundieran el rumor de que había resucitado. Pilato accedió.


Resurrección y ascensión.


Los cuatro evangelios relatan que Jesús resucitó de entre los muertos al tercer día después de su muerte y se apareció a sus discípulos en varias ocasiones.[55] En todos ellos, la primera en descubrir la resurrección de Jesús es María Magdalena. Dos de los evangelios (Marcos y Lucas) relatan también su ascensión a los cielos. Los relatos sobre Jesús resucitado varían, sin embargo, según los evangelios:

En el Evangelio de Mateo, María Magdalena y "la otra María" fueron al sepulcro en la mañana del domingo. Sobrevino un terremoto, y un ángel vestido de blanco removió la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Los guardias, que presenciaron la escena, temblaron de miedo y "se quedaron como muertos" (Mt 28, 1-4). El ángel anunció a las mujeres la resurrección de Jesús, y les encargó que dijeran a los discípulos que fueran a Galilea, donde podrían verle. Al regresar, el propio Jesús les salió al encuentro, y les repitió que dijeran a los discípulos que fueran a Galilea (Mt 28, 5-10). Entre tanto, los guardias avisaron a los príncipes de los sacerdotes de lo ocurrido. Éstos les sobornaron para que divulgaran la idea de que los discípulos de Jesús habían robado su cuerpo (Mt 28, 11-15). Los once apóstoles fueron a Galilea, y Jesús les hizo el encargo de predicar el evangelio (Mt 28, 16-20).
En el Evangelio de Marcos, tres seguidoras de Jesús, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé, fueron al sepulcro el domingo, muy de mañana, con la intención de ungir a Jesús con perfumes (Mc 16, 1-2). Vieron que la piedra que cubría el sepulcro estaba removida. Dentro del sepulcro, descubrieron a un joven vestido con una túnica blanca, quien les anunció que Jesús había resucitado, y les ordenó que dijesen a los discípulos y a Pedro que fuesen a Galilea para allí ver a Jesús. Se indica que María y sus compañeras no dijeron nada a nadie, pues tenían miedo. A continuación, se dice que Jesús se apareció a María Magdalena (sin mencionar a las otras mujeres), y que esta dio al resto de los seguidores de Jesús la buena noticia, pero no fue creída (Mc 16, 9-11). Jesús volvió a aparecerse, esta vez a dos que iban de camino: cuando estos discípulos contaron lo ocurrido, tampoco se les creyó (Mc 16, 12-13). Finalmente, se apareció a los once apóstoles, a los que reprendió por no haber creído en su resurrección. Les encomendó predicar el evangelio, y subió a los cielos, donde está sentado a la derecha de Dios (Mc 16, 14-20).
En el Evangelio de Lucas, algunas mujeres, María Magdalena, Juana y María de Santiago, y otras cuyos nombres no se mencionan, acudieron al sepulcro para ungir a Jesús con perfumes. Encontraron removida la piedra del sepulcro, entraron en él y no encontraron el cuerpo (Lc 24, 1-3). Entonces se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes, quienes les anunciaron la resurrección de Jesús (Lc 24, 4-7). Las mujeres anunciaron la resurrección a los apóstoles, pero estos no las creyeron (Lc 24,8-11), excepto Pedro, que fue al sepulcro y comprobó que el cuerpo había desaparecido (Lc 24, 12). Ese mismo día, Jesús se apareció a dos discípulos que caminaban de Jerusalén a Emaús, que lo reconocieron en el momento de la fracción del pan (Lc 24, 13-35). Poco después se presentó ante los once, que creyeron que se trataba de un espíritu, pero les demostró que era él en carne y huesos, y comió en su presencia (Lc24,36-43). Les explicó el sentido de su muerte y resurrección (Lc 24,44-49), y, más tarde, los llevó cerca de Betania, donde ascendió al cielo (Lc 24,50-53).
En el Evangelio de Juan, María Magdalena fue al sepulcro muy de madrugada y descubrió que la piedra había sido removida. Corrió en busca de Pedro y del "discípulo a quien Jesús amaba" para avisarles (Jn 20,1-2). Los dos corrieron hacia el sepulcro. El discípulo amado llegó primero, pero no entró en el sepulcro. Pedro entró primero y vio las fajas y el sudario, pero no el cuerpo. El otro discípulo entró después, "y vio y creyó" (Jn 20, 3-10). Magdalena se quedó fuera, y se le aparecieron dos ángeles vestidos de blanco. Le preguntaron: "¿Por qué lloras, mujer?", y ella contestó: "Porque han tomado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto". Se volvió hacia atrás, y vio a Jesús resucitado, quien le preguntó a su vez por qué lloraba. Magdalena le confundió con el hortelano, y le preguntó dónde había puesto a Jesús. Jesús la llamó: "¡María!", y ella lo reconoció, respondiendo: "¡Rabbuní!". Jesús le pidió que no lo tocara, ya que aún no había subido al Padre, y pidió que avisara a sus hermanos de que iba a subir al Padre. Magdalena fue a anunciar lo ocurrido a los discípulos (Jn 20, 11-18). Ese mismo día, por la tarde, Jesús se apareció al lugar en que los discípulos se encontraban ocultos por temor de los judíos. Les saludó diciendo "La paz sea con vosotros", les mostró la mano y el costado, y, soplando, les envió el Espíritu Santo. Uno de los once, Tomás, no estaba con el resto cuando tuvo lugar la aparición de Jesús, y no creyó que el aparecido fuera realmente Jesús (Jn 20, 19-25). Ocho días después, Jesús volvió a aparecerse a todos los discípulos, incluido Tomás. Para vencer su incredulidad, Jesús le dijo que tocara su mano y su costado. Tomás creyó en él (Jn 20, 26-29). Más adelante, Jesús volvió a aparecerse a siete de sus discípulos cuando estaban pescando junto al Mar de Tiberiades. No habían pescado nada; les pidió que volvieran a echar la red y la sacaron llena de peces. Entonces lo reconocieron, y comieron con él panes y peces (Jn 21,1-14). Tras esto, se relata una conversación entre Jesús y Pedro, en la que interviene también el "discípulo amado" (Jn 21,15-23).


Fuentes.

Son sobre todo las fuentes cristianas, obviamente parciales, las que proporcionan información sobre Jesús de Nazaret. Los textos cristianos reflejan principalmente la fe de las comunidades primitivas, y no pueden considerarse, sin más, documentos históricos.

Los textos en los que la crítica actual cree posible hallar información acerca del Jesús histórico son, principalmente, los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas). Secundariamente, proporcionan también información acerca de Jesús de Nazaret otros escritos del Nuevo Testamento (Evangelio de Juan, epístolas de Pablo de Tarso), algunos evangelios apócrifos (como los de Tomás y Pedro), y otros textos cristianos.

Por otro lado, existen referencias a Jesús en unas pocas obras no cristianas. En algunos casos se ha puesto en duda su autenticidad (Flavio Josefo), o que se refieran al mismo personaje cuya vida relatan las fuentes cristianas (Suetonio). Apenas aportan alguna información, excepto que fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato (Tácito), que llamó la atención por sus "hechos portentosos" (Flavio Josefo) y que fue considerado un embaucador por los judíos ortodoxos. Sin embargo, estas escuetas referencias confirman que no se dudó de la existencia de Jesús en la Antigüedad.


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Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas (Madrid, 14 de septiembre de 1580 — Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 8 de septiembre de 1645) fue un noble, político y escritor español del Siglo de Oro, uno de los más destacados de la historia de la literatura española. Ostentó los títulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago.

Biografía.

Quevedo nació en Madrid y fue bautizado en la parroquia de San Ginés el 26 de septiembre de 1580. Su infancia transcurrió en la Villa y Corte, rodeado de nobles y potentados, ya que sus padres desempeñaban altos cargos en Palacio. Estudió Teología en Alcalá sin llegar a ordenarse y lenguas antiguas y modernas. Durante la estancia de la Corte en Valladolid parece ser que circularon los primeros poemas de Quevedo, que imitaban o parodiaban los de Luis de Góngora bajo seudónimo (Miguel de Musa) o no, y el poeta cordobés detectó con rapidez al joven que minaba su reputación y ganaba fama a su costa, de forma que decidió atacarlo con una serie de poemas; Quevedo le contestó y ese fue el comienzo de una enemistad que no terminó hasta la muerte del cisne cordobés, quien dejó en estos versos constancia de la deuda que Quevedo le tenía contraída (cit. en Pablo Jauralde Pou, Francisco de Quevedo (1580-1645) Madrid: Castalia, 1999, pág. 906-907:



Musa que sopla y no inspira
y sabe que es lo traidor
poner los dedos mejor
en mi bolsa que en su lira,
no es de Apolo, que es mentira.


Quevedo también se aproximó a la prosa escribiendo como juego cortesano, en el que lo más importante era exhibir ingenio, la primera versión manuscrita de una novela picaresca, la Vida del Buscón, y un cierto número de cortos opúsculos burlescos que le ganaron cierta celebridad entre los estudiantes y de los que habría de renegar en su edad madura como travesuras de juventud; igualmente por esas fechas sostiene un muy erudito intercambio epistolar con el humanista Justo Lipsio, deplorando las guerras que estremecen Europa, según puede verse en el Epistolario reunido por Luis Astrana Marín. Por 1604 intenta explorar nuevos caminos métricos creando un libro de silvas que no terminó, a imitación de las de Publio Papinio Estacio, combinando versos de siete y once sílabas libremente.

Vuelta la Corte a Madrid, arriba a ella Quevedo en 1606 y reside allí hasta 1611 entregado a las letras; escribe cuatro de sus Sueños y diversas sátiras breves en prosa; obras de erudición bíblica como su comentario Lágrimas de Jeremías castellanas; una defensa de los estudios humanísticos en España, la España defendida; y una obra política, el Discurso de las privanzas, así como lírica amorosa y satírica. Se gana la amistad de Félix Lope de Vega (hay numerosos elogios a Quevedo en los libros de Rimas del Fénix y Quevedo aprobó las Rimas humanas y divinas, de Tomé Burguillos, heterónimo del Fénix), así como de Miguel de Cervantes (se le alaba en el Viaje del Parnaso del alcalaíno y Quevedo corresponde en la Perinola), con quienes estaba en la Cofradía de Esclavos del Santísimo Sacramento; por el contrario, atacó sin piedad a los dramaturgos Juan Ruiz de Alarcón, cuyos defectos físicos le hacían gracia (era pelirrojo y jorobado), siendo él mismo deforme, así como Juan Pérez de Montalbán, hijo de un librero con el que Quevedo tuvo ciertas disputas. Contra este último escribió La Perinola, cruel sátira de su libro misceláneo Para todos. Sin embargo, el más atacado sin duda fue Luis de Góngora, al que dirigió una serie de terribles sátiras acusándole de ser un sacerdote indigno, homosexual, escritor sucio y oscuro, entregado a la baraja e indecente. Quevedo, descaradamente, violentaba la relación metiéndose hasta con su aspecto (como en su sátira A una nariz, en la que se ensaña con el apéndice nasal de Góngora, pues en la época se creía que el rasgo físico más acusado de los judíos era ser narigudos). En su descargo, cabe decir que Góngora le correspondió casi con la misma violencia. Por entonces estrecha una gran amistad con el grande Pedro Téllez-Girón, el Gran Duque de Osuna, al que acompañará como secretario a Italia en 1613, desempeñando diversas comisiones para él que le llevaron a Niza, Venecia y finalmente a Madrid, donde se integrará en el entorno del Duque de Lerma, siempre con el propósito de conseguir a su amigo el Duque de Osuna el nombramiento de virrey de Nápoles, lo que al fin logrará en 1616. Vuelto a Italia de nuevo con el Duque, éste le encargó dirigir y organizar la Hacienda del Virreinato y desempeña otras misiones, algunas relacionadas con el espionaje a la República de Venecia, aunque no directamente, como se ha creído hasta hace poco, y obtiene en recompensa el hábito de Santiago en 1618.

Caído el grande Osuna, Quevedo es arrastrado también como uno de sus hombres de confianza y se le destierra en 1620 a la Torre de Juan Abad (Ciudad Real), cuyo señorío había comprado su madre con todos sus ahorros para él antes de fallecer. Los vecinos del lugar, sin embargo, no reconocieron esa compra y Quevedo pleiteará interminablemente con el concejo, si bien el pleito sólo se resolverá a su favor tras su muerte, en la persona de su heredero y sobrino Pedro Alderete. Llegado allí a lomos de su jaca "Scoto", llamada así por lo sutil que era, como cuenta en un romance, y aislado ya de las tormentosas intrigas cortesanas, a solas con su conciencia, escribirá Quevedo algunas de sus mejores poesías, como el soneto "Retirado a la paz de estos desiertos..." o "Son las torres de Joray..." y hallará consuelo a sus ambiciones cortesanas y su desgarrón afectivo en la doctrina estoica de Séneca, cuyas obras estudia y comenta convirtiéndose en uno de los principales exponentes del neoestoicismo español. Completa el número de sus Sueños y redacta tratados políticos como Política de Dios, morales como Virtud militante y dos sátiras extensas: Discurso de todos los diablos y La hora de todos. Tomó parte muy activa en la controversia sobre el patronato de España con dos obras: Memorial por el patronato de Santiago y Su espada por Santiago, 1628. La cuestión se había suscitado cuando una reforma del Breviario Romano en el siglo XVII no citó la predicación y enterramiento de Santiago en España, lo que provocó un cruce de cartas y presiones que duró treinta y dos años hasta conseguir su revocación; el asunto se reavivó cuando se pretendió otorgar el patronazgo de España a Santa Teresa de Jesús, lo que acabó por convertirse en una auténtica batalla de intelectuales en pro de una u otro, y Quevedo, bastante misógino, se inclinó por el santo guerrero Santiago.

La entronización de Felipe IV supuso para Quevedo el levantamiento de su castigo, la vuelta a la política y grandes esperanzas ante el nuevo valimiento del Conde Duque de Olivares. Quevedo acompaña al joven rey en viajes a Andalucía y Aragón, algunas de cuyas divertidas incidencias cuenta en interesantes cartas. Por entonces denuncia sus obras a la Inquisición, ya que los libreros habían impreso sin su permiso muchas de sus piezas satíricas que corrían manuscritas haciéndose ricos a su costa. Quevedo quiso asustarlos y espantarlos de esa manera y preparar el camino a una edición definitiva de sus obras que nunca llegó a aparecer. Por otro lado, lleva una vida privada algo desordenada de solterón: fuma mucho, frecuenta las tabernas (Góngora le achaca ser un borrachín consumado y en un poema satírico se le llama don Francisco de Quebebo) y frecuenta los lupanares, pese a que vive amancebado con una tal Ledesma. Sin embargo, es nombrado incluso secretario del monarca, en 1632, lo que supuso la cumbre en su carrera cortesana. Era un puesto sujeto a todo tipo de presiones: su amigo, el Duque de Medinaceli, es hostigado por su mujer para que lo obligue a casarse contra su voluntad con doña Esperanza de Mendoza, señora de Cetina, viuda y con hijos, y el matrimonio, realizado en 1634, apenas dura tres meses. En contrapartida, son años de una febril actividad creativa. En 1634 publica La cuna y la sepultura y la traducción de La introducción a la vida devota de Francisco de Sales; de entre 1633 y 1635 datan obras como De los remedios de cualquier fortuna, el Epicteto, Virtud militante, Las cuatro fantasmas, la segunda parte de Política de Dios, la Visita y anatomía de la cabeza del cardenal Richelieu o la Carta a Luis XIII. En 1635 aparece en Valencia el más importante de uno de los numerosos libelos destinados a difamarle, El tribunal de la justa venganza, erigido contra los escritos de Francisco de Quevedo, maestro de errores, doctor en desvergüenzas, licenciado en bufonerías, bachiller en suciedades, catedrático de vicios y protodiablo entre los hombres.

En 1639, con motivo del memorial aparecido bajo la servilleta del Rey Sacra, católica, cesárea, real Majestad..., donde se denuncia la política del Conde Duque, se le detuvo, se confiscan sus libros y, sin apenas vestirse, es llevado al frío Convento de San Marcos en León hasta la caída del valido y su retirada a Loeches en 1643. En el monasterio Quevedo se dedicó a la lectura, como cuenta en la Carta moral e instructiva, escrita a su amigo, Adán de la Parra, pintándole por horas su prisión y la vida que en ella hacía:

Desde las diez a las once rezo algunas devociones, y desde esta hora a la de las doce leo en buenos y malos autores; porque no hay ningún libro, por despreciable que sea, que no tenga alguna cosa buena, como ni algún lunar el de mejor nota. Catulo tiene sus errores, Marcus Fabius Quintilianus sus arrogancias, Cicerón algún absurdo, Séneca bastante confusión; y en fin, Homero sus cegueras, y el satírico Juvenal sus desbarros; sin que le falten a Egecias algunos conceptos, a Sidonio medianas sutilezas, a Ennodio acierto en algunas comparaciones, y a Aristarco, con ser tan insulsísimo, propiedad en bastantes ejemplos. De unos y de otros procuro aprovecharme de los malos para no seguirlos, y de los buenos para procurar imitarlos.
Pero Quevedo había salido ya del encierro, en 1643, achacoso y muy enfermo, y renuncia a la Corte para retirarse definitivamente en la Torre de Juan Abad. Es en sus cercanías, y tras escribir en su última carta que "hay cosas que sólo son un nombre y una figura", fallece en el convento de los padres Dominicos de Villanueva de los Infantes, el 8 de septiembre de 1645. Se cuenta que su tumba fue violada días después por un caballero que deseaba tener las espuelas de oro con que había sido enterrado y que dicho caballero murió al poco en justo castigo por tal atrevimiento. En 2009, sus restos fueron identificados en la cripta de Santo Tomás del la Iglesia de San Andrés Apóstol de la misma ciudad.

Sus obras fueron muy mal recogidas y editadas por el humanista José Antonio González de Salas, quien no tiene empacho en retocar los textos, en 1648: El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido, con las nueve Musas, pero es la edición más fiable; peor es la edición del sobrino de Quevedo y destinatario de su herencia, Pedro Alderete, en 1670: Las tres Musas últimas castellanas; en el siglo XX José Manuel Blecua las ha editado con rigor.

En 1663 se imprimió la primera biografía de Francisco de Quevedo, la de Pablo Antonio de Tarsia, abundante en anécdotas; posteriormente vendrán las de Aureliano Fernández Guerra en el siglo XIX, donde se le pinta como un hombre de estado, y la de Pablo Jauralde Pou en el siglo XX.


Análisis de su obra.


Lo más original de la obra literaria de Quevedo radica en el estilo, vinculado al Conceptismo barroco y por lo tanto muy amigo de la concisión, de la elipsis y del cortesano juego de ingenio con las palabras mediante el abuso de la anfibología. Amante de la retórica, ensayó a veces un estilo oratorio lleno de simetrías, antítesis e isocola que lució más que nunca en su Marco Bruto. De léxico muy abundante, creó además muchos neologismos por derivación, composición y estereotipia y flexibilizó notablemente el mecanismo de la aposición especificativa en castellano ("clérigo cerbatana, zapatos galeones..."), mecanismo que los escritores barrocos posteriores imitaron de él. En su sátira se acerca a veces a la estética del expresionismo al degradar a las personas mediante la reificación o cosificación, y la animalización. Se ha señalado, además, como un rasgo característico de su verso, la esticomitía, esto es, la tendencia a transformar cada verso en una sentencia de sentido completo, lo cual hace a sus poemas muy densos de significado, como era prioritario en su poética, radicada en los principios del conceptismo barroco.

La mayor parte de la producción poética de Quevedo es satírica, pero como ya apercibió el abate José Marchena sus sátiras están mal dirigidas y, aunque consciente de las causas verdaderas de la decadencia general, es para él más un mero ejercicio de estilo que otra cosa y se vierte contra el bajo pueblo más que contra la nobleza, en lo cual no tuvo el atrevimiento de, por ejemplo, el otro gran satírico de su época, Juan de Tassis y Peralta, segundo Conde de Villamediana. Cultivó también una fina lírica cortesana realizando un cancionero petrarquista en temas, estilo y tópicos, prácticamente perfecto en técnica y fondo, en torno a la figura de Lisi, que no hay que identificar como se ha querido con ninguna dama concreta, sino con un arquetipo quintaesenciado de mujer. Destacan sobre todo sus sonetos metafísicos y sus salmos, donde se expone su más íntimo desconsuelo existencial. La visión que da su filosofía es profundamente pesimista y de rasgos preexistencialistas. El cauce preferido para la abundante vena satírica de que hizo gala es sobre todo el romance, pero también la letrilla ("Poderoso Caballero es Don Dinero"), vehículo de una crítica social a la que no se le esconden los motivos más profundos de la decadencia de España, y el soneto. Abominó de la estética del Culteranismo cuyo líder, Luis de Góngora, fue violentamente atacado por Quevedo en sátiras personales. Contra la pedantería y obscuridad que le imputaba se propuso también editar las obras de los poetas renacentistas Francisco de la Torre y Fray Luis de León.

La poesía amorosa de Quevedo, considerada la más importante del Siglo XVII, es la producción más paradójica del autor: misántropo y misógino, fue, sin embargo, el gran cantor del amor y de la mujer. Escribió numerosos poemas amorosos (se conservan más de doscientos), dedicados a varios nombres de mujer: Flora, Lisi, Jacinta, Filis, Aminta, Dora. Consideró el amor como un ideal inalcanzable, una lucha de contrarios, una paradoja dolorida y dolorosa, en donde el placer queda descartado. Su obra cumbre en este género es, sin duda, su "Amor Constante Más Allá De La Muerte.


Obras políticas.


Política de Dios, gobierno de Cristo. Su primera parte fue escrita hacia 1617 (en la dedicatoria a Olivares, de 1626, le dice que "es el libro que yo escribí diez años ha") e impresa en 1626 con el título de Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás. La segunda parte, escrita en torno a 1635, se publicó en 1655. Las dos partes juntas se publicaron bajo el epígrafe Política de Dios, gobierno de Cristo, sacada de la Sagrada Escritura para acierto del Rey y del reino en sus acciones.
Mundo caduco y desvaríos de la edad (1621, ed. 1852)
Grandes anales de quince días (1621, ed. 1788), análisis de la transición entre los reinados de Felipe III y Felipe IV.
Memorial por el patronato de Santiago (1627, ed. 1628).
Lince de Italia y zahorí español (1628, ed. 1852).
El chitón de Tarabillas (1630), impreso muchas veces con el título de Tira la piedra y esconde la mano. Defiende las disposiciones económicas del Conde-Duque de Olivares, de quien luego se distanciaría.
Execración contra los judíos (1633), alegato antisemita que contiene una velada acusación contra don Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares y valido de Felipe IV.
Carta al serenísimo, muy alto y muy poderoso Luis XIII, rey cristianísimo de Francia (1635).
Breve compendio de los servicios de Francisco Gómez de Sandoval, duque de Lerma (1636).
La rebelión de Barcelona ni es por el güevo ni es por el fuero. 1641, panfleto contra la revuelta catalana de 1640.
Vida de Marco Bruto, 1644, glosa de la vida correspondiente al famoso asesino de César escrita por Plutarco, escrita con algebraico rigor y una elevación de estilo conceptista poco menos que inimitable.
España defendida y los tiempos de ahora, de las calumnias de los noveleros sediciosos, editada por primera vez en 1916.


Obras satírico-morales.


Los Sueños, compuestos entre 1606 y 1623, circularon abundantemente manuscritos pero no se imprimieron hasta 1627. Se trata de cinco narraciones cortas de inspiración lucianesca donde se pasa revista a diversas costumbres, oficios y personajes populares de su época. Son, por este orden, El Sueño del Juicio Final (llamado a partir de la publicación de Juguetes de la niñez, la versión expurgada de 1631 El sueño de las calaveras), El alguacil endemoniado (redenominado El alguacil alguacilado), El Sueño del Infierno (esto es, Las zahúrdas de Plutón en su versión expurgada), El mundo por dentro (que mantuvo su nombre siempre) y El Sueño de la Muerte (conocido como La visita de los chistes).
De la estirpe de los Sueños son dos llamadas "fantasías morales", el Discurso de todos los diablos y de La Hora de todos. Ambas son también sátiras lucianescas de característico tono jocoserio, aunque en su factura y creatividad superan a los Sueños:
Discurso de todos los diablos o infierno emendado (1628), publicado en algunas versiones como El peor escondrijo de la muerte y, a partir de 1631, en la versión expurgada en la que aparecen también los cinco Sueños con los títulos cambiados que se enumeran más arriba, con el título de El entremetido y la dueña y el soplón.
La hora de todos y la Fortuna con seso, variación sobre el tema del mundo al revés en que la Fortuna recobra el juicio y da a cada persona lo que realmente merece, provocando tan gran trastorno y confusión que el padre de los dioses debe volverlo todo a su primitivo desorden.
La novela picaresca Historia de la vida del Buscón llamado Pablos, ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños, apareció impresa en Zaragoza en 1626, pero existen tres versiones más de la obra con grandes divergencias textuales. El problema es complejo, pues todo parece indicar que Quevedo retocó su obra varias veces. La versión más antigua es el manuscrito 303 bis (olim Artigas 101) de la Biblioteca de Menéndez Pelayo a causa del cotejo de las variantes y la manera en que unos testimonios se agrupan frente a otros. La impresión de 1626 fue asumida, si no controlada, por Quevedo, según el propio autor declara en su memorial Su espada por Santiago (1628) y la sinceridad de sus palabras es confirmada por otros datos, así que en realidad no puede sostenerse que se hiciera sin permiso del autor. Pero esta versión no fue la última, pues don Francisco volvió sobre ella para retocar algunos pormenores narrativos, amplificar el retrato satírico de varios personajes secundarios y paliar las expresiones que juzgaron irreverentes o blasfemas los redactores de dos libelos antiquevedia­nos, el Memorial enviado a la Inquisición contra los escritos de Quevedo (1629) y El Tribunal de la Justa Venganza (1635). De estos retoques dan fe los otros manuscritos. El Buscón es un divertimento en que el autor se complace en ridiculizar los vanos esfuerzos de ascensión social de un pobre diablo perteneciente al bajo pueblo; para ello exhibe cortesanamente su ingenio por medio de un brillante estilo conceptista que degrada todo lo que toca cosificándolo o animalizándolo, utilizando una estética preexpresionista que se aproxima a Goya, Solana y Valle-Inclán y no retrocediendo ante las gracias más repugnantes. La caracterización apenas existe: se trata sólo de un vehículo para el lucimiento aristocrático del autor.


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Mensaje por Invitado Jue 23 Sep 2010, 11:21 pm

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Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, Navarra, 1 de mayo de 1852 - Madrid, 17 de octubre de 1934) fue un médico español, especializado en histología y anátomo-patología microscópica. Obtuvo el premio Nobel de Medicina en 1906 por descubrir los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas, una nueva y revolucionaria teoría que empezó a ser llamada la «doctrina de la neurona», basada en que el tejido cerebral está compuesto por células individuales. Se trata de la cabeza de la llamada "Generación del 80" o "Generación de Sabios".

Infancia y juventud.

Nació en Petilla de Aragón (Navarra), hijo de los aragoneses Justo Ramón Casasús y Antonia Cajal. Vivió su infancia entre continuos cambios de residencia por distintas poblaciones aragonesas, acompañando a su padre, que era médico-cirujano. A corta edad, Ramón y Cajal y su familia abandonaron Petilla de Aragón y se mudaron a la localidad de donde era natural su padre: Larrés (1854), de allí pasó por Luna (1855), Valpalmas (1856) y Ayerbe (1860). De nacimiento navarro, por tratarse del eventual destino laboral de su padre, Petilla de Aragón pertenece administrativamente a Navarra, Santiago Ramón y Cajal fue totalmente aragonés. Su sentimiento, su estirpe, su educación, su carácter y, desde luego, su honda vinculación afectiva a la tierra de Aragón son una demostración de ello. De carácter muy travieso y con una gran determinación, Santiago mostró, desde pequeño, aptitud para las artes plásticas, especialmente para el dibujo.

Su inteligencia y constancia no se reflejó, sin embargo, en su vida como estudiante, ya que detestaba el memorizar de carrerilla. Su espíritu rebelde le cosechaba enemistad entre los frailes que le impartían clase, que empleaban métodos violentos y autoritarios. Realizó los estudios primarios con los Escolapios de Jaca y los de bachillerato en el instituto de Huesca en una época marcada por la agitación social, el destierro de Isabel II y la Primera República, proclamada justo cuando finalizaba sus estudios de bachillerato en Huesca.

Cuando Santiago contaba con 21 años (en 1873) se jactaba de su gran fuerza física, hasta que un compañero de clase le ganó un pulso. Determinado y obstinado a que no sucediera de nuevo, decidió apuntarse en Zaragoza a un gimnasio, donde empezó a practicar culturismo, cuya cuota la pagaba enseñando lecciones de anatomía al dueño del gimnasio. Este deporte le atrajo hasta el punto de llegar ser uno de los mejores culturistas de Zaragoza. Más tarde le ayudó a ganar el duelo a puños por una chica, apodada la "Venus de Milo".


Vida adulta y carrera profesional.

Cursó la carrera de Medicina en Zaragoza, donde toda su familia se trasladó en 1870. Cajal se centró en sus estudios universitarios con éxito y, tras licenciarse en medicina, fue llamado a filas. Una vez allí descubrió su vocación por la medicina cuando estaba bajo el mandato del equipo médico liderado por el prestigioso Gonzalo Benzo Callejo.


Médico en la guerra de Cuba (1873-1876).


Los primeros meses en la milicia transcurrieron en el regimiento de Burgos, acuartelado en Lérida y con la misión de defender los Llanos de Urgel de los ataques de los carlistas.

Durante ésa época, Cuba, aún provincia española, libraba una guerra por su independencia, conocida como Guerra de los Diez Años. En 1874 Santiago fue elegido por sorteo para un puesto en la sanidad militar del ejército español, con grado de capitán y destinado a la isla caribeña.

Cajal se sintió atraído por los maravillosos parques y jardines de La Habana, así como por la flora tropical en general, pues se había fascinado por ella por sus lecturas. Tarda poco tiempo en comprobar, sin embargo, que la admirada Manigua soñada resultaba insoportable para los europeos. La ausencia de la exuberante fauna y flora que se había imaginado más los omnipresentes mosquitos, propagadores del temido paludismo, consiguieron deshacer por completo el ideal romántico y aventurero que Cajal se había formado.

Su padre le había conseguido algunas cartas de recomendación para conseguir un destino favorable, que él rehusó utilizar, lo que produjo que le enviaran al peor destino posible: la enfermería de Vistahermosa, en el centro de la provincia de Camagüey, una de las más peligrosas de la isla. Esta labor, en medio de la manigua pantanosa, con soldados enfermos a rebosar de paludismo y disentería, llevó a Cajal al agotamiento físico y a padecer las mismas enfermedades que sus soldados. Cajal sintió la enfermedad en carne propia y, tras una primera convalecencia en Puerto Príncipe, acabó recalando en la enfermería de San Isidro, aún más insalubre que la de Vistahermosa. Fue trasladado de un lugar a otro, hasta que finalmente regresó a España en junio del 1875.

Las experiencias en contacto con el sistema administrativo y militar vividas por Cajal en esta estancia ultramarina fueron para él tan amargas como las enfermedades allí contraídas. Cajal tuvo que enfrentarse al caos administrativo, a la incapacidad e inmoralidad de ciertos gobernantes y mandos del ejército, desde el comandante del puesto hasta los cocineros y la oficialidad del destacamento, que tenían la costumbre de sustraer, para sí, la comida y recursos que a los enfermos y heridos faltaban. Amargas experiencias que llevaron a Cajal a solicitar la licencia para abandonar Cuba, atendida el 30 de mayo de 1875, tras ser diagnosticado de "caquexia palúdica grave" y declarado "inutilizado en campaña".

Debió sobornar al funcionario de turno para conseguir recuperar la mitad de sus pagas atrasadas que, de lo contrario, amenazaban con dilatarse indefinidamente. El regreso a España y los cuidados que le propinaron su madre y sus hermanas devolvieron a Cajal progresivamente la salud.


Inicios de su vocación investigadora.


El año 1875 marcó también el inicio del doctorado de Cajal y de su vocación científica. Él mismo se costeó su primer microscopio antes de ganar, en 1876, una plaza de practicante en el Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. Un año después, tras fracasar en varias oposiciones, logró cátedras en distintas facultades de provincia hasta que logró la de Madrid en histología, donde fue investido doctor. Allí comenzó para Cajal una época de altibajos, con un 1878 terrible, marcado por la enfermedad de la tuberculosis, y un 1879 exitoso, con la obtención de la plaza de Director de Museos Anatómicos de Zaragoza y su boda con Silveria Fañanás García el 19 de julio, con quien tendría siete hijos.

Ganó la cátedra de Anatomía Descriptiva de la Facultad de Medicina de Valencia en 1883, donde pudo estudiar la epidemia de cólera que azotó la ciudad el año 1885. En 1887 se trasladó a Barcelona para ocupar la cátedra de histología creada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona. Fue en 1888, definido por el propio Cajal como su "año cumbre", cuando descubrió los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas de la materia gris del sistema nervioso cerebroespinal.

Su teoría fue aceptada en 1889 en el Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, celebrado en Berlín. Su esquema estructural del sistema nervioso como un aglomerado de unidades independientes y definidas pasó a conocerse con el nombre de «doctrina de la neurona», y en ella destaca la ley de la polarización dinámica, modelo capaz de explicar la transmisión unidireccional del impulso nervioso.

En 1892 ocupó la cátedra de Histología e Histoquímica Normal y Anatomía Patológica de la Universidad Central de Madrid. Logró que el gobierno creara en 1902 un moderno Laboratorio de Investigaciones Biológicas en el que trabajó hasta 1922, momento en el que pasa a prolongar su labor en el Instituto Cajal, en donde mantendría su labor científica hasta su muerte.

Entre 1897 y 1904 publicó, en forma de fascículos, su obra magna Histología del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados.

Premios y reconocimientos.


Tras su regreso, le siguieron otros tantos triunfos e invitaciones, desde la Medalla Helmholtz (1905) hasta el Premio Nacional de Moscú (1900), pasando por los nombramientos de doctor honoris causa de las universidades de Clark, Boston y Cambridge en 1899, el mismo año en el que publicó el tercer fascículo de su Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados, que se completaría en 1900 y 1901. A partir de esta fecha, el gobierno español crearía también para él el Laboratorio de Investigaciones Biológicas, que dio origen a la Escuela Española de Neurohistología, uno de los centros científicos más importantes del país. Fue nombrado por Franco, a título póstumo en 1952 Marqués de Ramón y Cajal.

En 2.002, la Diputación General de Aragón celebra el 150 aniversario de su nacimiento, con distintos actos. El más importante del llamado "Año Cajal" es el Gran Congreso Cajal, celebrado el 1, 2, 3 de octubre. Congreso internacional sobre la figura de Santiago Ramón y Cajal, con reconocidos científicos, nacionales e internacionales, celebrado en Zaragoza.


Premio Nobel.

Su trabajo y su aportación a la neurociencia se verían reconocidos, finalmente, en 1906, con la concesión del Premio Nobel de Fisiología y Medicina, galardón que compartió con el médico italiano Camillo Golgi, cuyo método de tinción aplicó Cajal durante años. Tras el premio, Cajal aún publicó muchas obras literarias y biográficas y sus Estudios sobre la degeneración del sistema nervioso. Mientras tanto, se consagró a sus alumnos. Ellos fueron quienes le acompañaron, por expreso deseo del propio Cajal, en su último adiós, ocurrido el 17 de octubre de 1934, poco después de publicar su conocida obra El mundo visto a los ochenta años.

Cronología.


1852 ** Nace el día 1 de mayo en Petilla de Aragón (Navarra).
1854 ** Traslado a Larrés ** Nace su hermano Pedro.
1855 ** Traslado a Luna
1856 ** Traslado a Valpalmas
1857 ** Nace su hermana Pabla.
1858 ** Su padre, Justo Ramón, se doctora en medicina.
1859 ** Nace su hermana Jorja.
1860 ** Traslado a Ayerbe (Huesca)
1861 ** Comienza el Bachillerato en los Escolapios de Jaca (Huesca).[5]
1864 ** Estudia el bachillerato en Huesca.
1865 ** En Ayerbe conoce el ferrocarril y viaja por primera vez en él.
1866 ** Tercer curso de bachillerato en Huesca ** Mancebo de barbería ** Abandona los estudios.
1867 ** Vuelve a Ayerbe. ** Aprendiz de zapatero
1868 ** Primeros contactos con la fotografía. Descubre la fotografía en Huesca a través de unos fotógrafos ambulantes.
1869 ** Termina el bachillerato en Huesca. ** Curso preparatorio de medicina en Zaragoza
1870 ** Empieza la carrera de medicina. ** Traslado familiar a Zaragoza.
1871 ** Es nombrado ayudante de disección.
1872 ** Profesor ayudante por oposición de anatomía en la Facultad de Medicina.
1873 ** Licenciado en Zaragoza ** Médico militar, teniente, destinado a Burgos el 3 de septiembre.
1874 ** Asciende a capitán y es destinado a Cuba.
1875 ** Regresa de Cuba muy enfermo.
1876 ** Practicante del hospital Gracia en Zaragoza ** Ayudante interino de Anatomía
1877 ** Doctor en Medicina ** Profesor auxiliar interino en la Facultad de Medicina de Zaragoza ** Conoce a Aureliano Maestre de San Juan. ** Se compra su primer microscopio (un microscopio Verick)
1878 ** Examen a cátedra de Zaragoza y Granada ** Enfermedad pulmonar que cura en el Monasterio de San Juan de la Peña y en el balneario de Panticosa
1879 ** Director de Museos Anatómicos ** Se casa con Silveria Fañanás García el 19 de julio ** Prepara con su mujer placas fotográficas para vender a fotógrafos.
1880 ** Publica su primer trabajo científico. ** Nace su hija mayor, Fe.
1881 ** Segundo trabajo científico
1882 ** Nace su segundo hijo, Santiago.
1883 ** Gana la cátedra de Valencia.
1884 ** Trasladado a Valencia ** Comienza la publicación en fascículos del Manual de Histología. ** Nace Paula Vicenta, su tercera hija.
1885 ** Estudio para la Diputación de Zaragoza, que le regala el microscopio Zeiss. ** Nace su cuarto hijo, Jorge.
1886 ** Escribe Cuentos de vacaciones.
1887 ** Cátedra en Barcelona por concurso de méritos ** Con Simarro aprende la técnica de tinción de Golgi. ** Nace su quinta hija, Enriqueta.
1888 ** Demuestra la individualidad de las células nerviosas. ** Edita la Revista Trimestral de Histología Normal y Patológica.
1889 ** Congreso de Berlín para presentar sus descubrimientos ** Publica el Manual de histología normal y técnica micrográfica.
1890 ** Publica Manual de anatomía patológica. ** Su hermano Pedro es catedrático en Cádiz. ** Nace su sexta hija, Pilar.
1891 ** Expone la ley de polarización dinámica de las neuronas. ** Muere su hija Enriqueta. ** Su hijo Santiago enferma.
1892 ** Cátedra de histología en Madrid ** Nace su séptimo hijo, Luis.
1894 ** Es investido doctor honoris causa por la Universidad de Cambridge.
1895 ** Miembro correspondiente de las academias de Roma, Viena, París, Lisboa, Berlín,... ** Elegido miembro de la Real Academia de Ciencias
1896 ** Introduce en sus trabajos el método de Ehrlich.
1897 ** Empieza a publicar los fascículos de la Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados. ** Discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias ** Elegido académico de número de la Real de Medicina ** Presidente de la Sociedad Española de Historia Natural
1898 ** Muere su madre, Antonia Cajal.
1899 ** Conferencias en la Universidad Clark de los Estados Unidos ** Viaja a Alemania, Inglaterra, Francia e Italia.
1900 ** Premio Moscú ** Director del Instituto Nacional de Higiene Alfonso XIII
1901 ** Le conceden la Gran Cruz de Isabel la Católica. ** Se crea el Laboratorio de Investigaciones Biológicas. ** Publica Mi infancia y juventud.
1902 ** Empieza a publicarse la revista Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biológicas. ** Nombrado Consejero de Instrucción Pública. ** Francisco Tello empieza a trabajar en el laboratorio.
1903 ** Congreso Internacional de Medicina en Madrid ** Vacaciones en Italia ** Idea el método de tinción de nitrato de plata, sobre el desarrollado por Simarro.
1904 ** Publica Textura del sistema nervioso del hombre y de los vertebrados, su obra más importante.
1905 ** Recibe la medalla de oro Helmholtz. ** Publica Cuentos de vacaciones e Historia de mi labor científica. ** Muere su padre, Justo Ramón.
1906 ** Moret le ofrece ser ministro de Instrucción Pública. ** El día 10 de diciembre le conceden el Premio Nobel de Fisiología o Medicina ** La Sociedad Española de Física y Química le nombra socio honorario [6]
1907 ** Presidente de la Junta para la Ampliación de Estudios
1909 ** Fellow de la Royal Society
1910 ** Canalejas le nombra senador vitalicio.
1911 ** Aparece Histologie du système nerveux de l’homme et des vertébrés.

1912 ** Técnica del formol-urano ** Muere su hijo Santiago ** Se traslada a la casa de Alfonso XII ** Publica La fotografía de los colores
1914 ** Estudios sobre la degeneración y regeneración del sistema nervioso ** Comandante de la Legión de Honor francesa
1915 ** Con Domingo Sánchez publica: Contribución al conocimiento de los centros nerviosos de los insectos ** Se le concede la Gran Cruz de la Orden del Mérito en Alemania.
1916 ** Fernando de Castro comienza a trabajar en el laboratorio.
1917 ** Recuerdos de mi vida (tomo I: "Mi infancia y juventud"; tomo II: "Historia de mi labor científica")
1918 ** Junto a Francisco Tello, publica: Manual técnico de anatomía patológica
1919 ** Sus discípulos fundan el Instituto THIRF
1920 ** Dimite como director del Instituto Alfonso XIII ** Decreto de fundación del Instituto Cajal
1921 ** Charlas de café
1922 ** Jubilado de catedrático, se le concede la medalla Echegaray.
1923 ** Tercera edición de Recuerdos de mi vida
1924 ** Doctor honoris causa por la Sorbona
1925 ** Enriqueta Lewy sustituye a Irene Falcón como secretaria de Cajal.
1926 ** Reconciliación con Pío del Río Hortega
1930 ** Muere su esposa Silveria Fañanás García el 23 de agosto
1932 ** Se inaugura el Instituto Cajal ** Nombrado Presidente de Honor de la Sociedad Española de Historia Natural
1933 ** Publica junto a su discípulo Fernando de Castro el libro "Técnica Micrográfica del Sistema Nervioso", compendio de todas las técnicas histológicas desarrolladas por Santiago Ramón y Cajal y todos los miembros de su escuela hasta entonces. ** Publica ¿Neuronismo o reticularismo?. ** Banda de la Orden de la República
1934 ** Publica El mundo visto a los ochenta años ** Muere el 17 de octubre.



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Mensaje por Invitado Vie 24 Sep 2010, 12:05 am

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Severo Ochoa de Albornoz (Luarca, Asturias, 24 de septiembre de 1905 — Madrid, 1 de noviembre de 1993), científico de nacionalidad española y desde 1956 también estadounidense. En 1959 fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.

Biografía.


Fue alumno de Juan Negrín en el laboratorio de Fisiología de la Residencia de Estudiantes y se centró en el metabolismo energético, con especial atención a las moléculas fosforiladas. Compartió estudios con el padre Pedro Arrupe, quien le quitaría el Premio Extraordinario. Durante su época en el laboratorio de la Residencia de Estudiantes, Ochoa puso a punto un método para la determinación de la creatinina.


Formación europea.


Una vez finalizados los estudios trabajó en varios laboratorios de Europa (Berlín, Londres, Oxford), entre ellos una estancia en el Instituto de Ciencias Médicas, creado por Carlos Jiménez Díaz, en Madrid. En esta época trabajó sobre la química de la contracción muscular, sobre su primera enzima, la glioxalasa, sobre la glicolisis, y sobre la vitamina B1. Después de pasar su primer verano en Inglaterra, en el laboratorio de Patton, publicó su primer trabajo en inglés, en 1929, en la prestigiosa revista Journal of Biological Chemistry. En ese mismo año se doctoró.

En 1931 se casó con Carmen García Cobián, y el mismo año es nombrado profesor ayudante de Juan Negrín, su principal apoyo ante la Junta de Ampliación de Estudios para que completara su formación en el Reino Unido y Alemania.


Exilio y éxito.


Regresó a Madrid para dejar de nuevo España al poco tiempo por el clima de enfrentamiento militar y social del inicio de la Guerra Civil. Pasó por Alemania, luego en el Reino Unido, y en 1940 pasó a afincarse en los Estados Unidos (1941, Universidad Washington de San Luis; 1945, Universidad de Nueva York), donde el matrimonio Ochoa se nacionalizó estadounidense en 1956. Por aquellos años había realizado investigaciones sobre farmacología y bioquímica, que le valieron la medalla Bewberg (1951).

En 1954, prosiguiendo con sus trabajos sobre la fosforilación oxidativa, descubrió una enzima, la polinucleótido fosforilasa, capaz de sintetizar in vitro ARN a partir de ribonucleosidodifosfatos.

En 1955 Ochoa publicó en Journal of the American Chemical Society con la bioquímica francorrusa Marianne Grunberg-Manago, el aislamiento de una enzima del colibacilo que cataliza la síntesis de ARN, el intermediario entre el ADN y las proteínas. Los descubridores llamaron «polinucleótido-fosforilasa» a la enzima, conocida luego como PNPasa, tratándose de una polirribonucleótido nucleotidil-transferasa. El descubrimiento de la polinucleótido fosforilasa dio lugar a la preparación de polinucleótidos sintéticos de distinta composición de bases con los que el grupo de Severo Ochoa, en paralelo con el grupo de Marshall Nirenberg, llegaron al desciframiento de la clave genética.

En 1956, el norteamericano Arthur Kornberg, discípulo de Ochoa, demostró que el ADN se sintetiza igualmente mediante su polimerasa. Ambos compartieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1959 por sus respectivos hallazgos. Severo Ochoa desempeñó un papel importante en la creación de la Sociedad Española de Bioquímica en 1963, hoy Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular y participó posteriormente asidua y activamente en los Congresos de la Sociedad.

A partir de 1964 Severo Ochoa se adentró, por una parte, en los mecanismos de replicación de los virus que tienen ARN como material genético, describiendo las etapas fundamentales del proceso, y, por otra parte, en los mecanismos de síntesis de proteínas, con especial atención al proceso de iniciación, tanto en organismos procarióticos como en eucarióticos, siendo pionero en el descubrimiento de los factores de iniciación de la traducción. España quiso recuperar su magisterio, y al efecto en 1971 se creaba para él en Madrid el Centro de Biología Molecular. En 1974 se trasladó como Investigador Distinguido al Instituto Roche de Biología Molecular en Nueva Jersey. Se jubiló en la Universidad de Nueva York en 1975.


Sus últimos años.


Desde 1977 compartía sus actividades en el Instituto Roche de Biología Molecular en New Jersey con sus frecuentes estancias en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa en Madrid, Centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la Universidad Autónoma de Madrid, cuya creación había promovido.

En 1985 volvió definitivamente a España, al Centro de Biología Molecular ‘Severo Ochoa’, del que era Director Honorario. En 1987 ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina de España, y fue nombrado presidente de la Fundación Jiménez Díaz. Murió el 1 de noviembre de 1993. En su testamento creó la Fundación Carmen y Severo Ochoa, de cuyo patronato forman parte algunos de sus discípulos españoles.

Investigación.


Su investigación fue polifacética, hizo numerosas e importantes contribuciones en distintos campos de la Bioquímica y la Biología Molecular. La aportación científica de Severo Ochoa se ha realizado esencialmente a tres niveles.

En primer lugar mediante trabajos de enzimología metabólica con el descubrimiento de dos enzimas, la citrato-sintetasa y la piruvato-deshidrogenasa, que permitieron concluir el conocimiento efectivo del ciclo de Krebs, y que representa un proceso biológico fundamental en el metabolismo de los seres vivos.
Estudió también la fotosíntesis y el metabolismo de los ácidos grasos.

En segundo lugar Severo Ochoa realiza una serie de trabajos que conducen finalmente a la síntesis del ácido ribonucleico, ARN, tras el descubrimiento de la enzima polinucleótido-fosforilasa. Este hallazgo le valió, junto a su discípulo Arthur Kornberg, el premio Nobel de Medicina de 1959..
En tercer lugar la aportación científica de Severo Ochoa se materializa en una serie de trabajos en los que se desarrollan las ideas y los hallazgos anteriores y que se relacionan con el desciframiento del código genético, la biosíntesis intracelular de las proteínas y los aspectos fundamentales de la biología de los virus.
En una oportunidad, Ochoa dijo una frase que es célebre: "El amor es la fundición de física y química".




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Mensaje por Invitado Vie 24 Sep 2010, 12:34 pm

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Domingo García, conocido como Santo Domingo de la Calzada (Viloria de Rioja, provincia de Burgos, 1019 - † Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, 12 de mayo de 1109). Fue un religioso de España y uno de los mayores impulsores del Camino de Santiago.

Es patrón de los Ingenieros Civiles (Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos).


Biografía.


Hijo de un labrador llamado Ximeno García y de su esposa Orodulce, tras el fallecimiento de sus padres, intentó ser admitido en los monasterios benedictinos de Valvanera y San Millán de la Cogolla, pero no lo consiguió. Tras este traspiés se retiró como eremita a un lugar apartado en los bosques de encinas de Ayuela, lugar cercano al actual Santo Domingo de la Calzada, llevando una vida contemplativa hasta 1039. Sobre ese año comenzó a colaborar con Gregorio, obispo de Ostia, llegado a Calahorra como enviado papal para combatir una plaga de langosta que asolaba los territorios navarros y riojanos. Este le otorgó la ordenación sacerdotal. Juntos construyeron un puente de madera sobre el río Oja para facilitar el tránsito de los peregrinos hacia Compostela. Hasta la muerte de Gregorio en 1044.

Tras morir Gregorio, volvió a la zona de Ayuela y emprendió una profunda labor de colonización. Taló bosques, roturó tierras y comenzó la construcción de una calzada de piedra que supuso una desviación del camino tradicional por la calzada romana entre Logroño y Burgos, pero que se convirtió, a partir de entonces, en la ruta principal entre Nájera y Redecilla del Camino. Por esta labor es conocido como Domingo de la calzada.

Para mejorar las condiciones de los peregrinos que empezaron a transitar la nueva calzada, sustituyó el puente de madera que había construido con Gregorio por uno más robusto de piedra, y construyó un complejo integrado por hospital, pozo e iglesia, para atender a las necesidades de los viajeros, donde en la actualidad se encuentra la Casa del Santo, utilizada como albergue de peregrinos.

Al apoderarse en 1076 de La Rioja, Alfonso VI de León, viendo que el desarrollo del Camino contribuía a su proyecto de la incorporación de la zona a su reino, se hizo partidario del santo, de sus obras, y de su villa, visitando a Domingo en 1090 y responsabilizándolo de las obras viarias que se realizaban a lo largo del Camino de Santiago. En esos momentos, y con la ayuda de su discípulo Juan de Ortega, había iniciado ya la construcción de un templo dedicado al Salvador y Santa María. Este fue consagrado por el obispo de Calahorra en 1106. En el exterior del templo y adosado a sus muros, el santo escogió un lugar para su propia sepultura.

El burgo, llamado Masburguete o Margubete que se dice hoy día, de Santo Domingo de la Calzada empezó como unas pocas casas construidas en torno a la ermita del santo durante su vida. Al morir Domingo en 1109 ya contaba la villa con una creciente población. La iglesia de Santo Domingo de la Calzada, en la que fue enterrado, fue elevada al rango de catedral poco después, al trasladarse a esta la diócesis de Calahorra en 1232 hasta 1235.

Nueve tablas pintadas, adornan hoy una pared de la catedral y recuerda los milagros de Santo Domingo.


Milagros del Santo.

Las buenas obras de Santo Domingo a favor de los peregrinos de Santiago no parecen haber cesado con su muerte. Varias milagrosas curaciones de peregrinos, ocurridas en la villa, se atribuyen a la influencia de Domingo.

Curación del caballero francés poseído por el demonio que fue librado del espíritu maligno ante el sepulcro del santo.
Curación de un peregrino alemán del siglo XV llamado Bernardo, que se curó de una infección purulenta de los ojos al visitar la tumba de Santo Domingo.;
Curación de un normando que recobró la vista al visitar la catedral.


El milagro del gallo y la gallina.


Sucedió en Santo Domingo de la Calzada, en La Rioja.

En el siglo XIV peregrina a Compostela un joven alemán de 18 años llamado Hugonell, que va acompañado por sus padres. En el mesón donde se hospedan trabaja una muchacha joven que se enamora de él y le requiere de amores, a lo que el muchacho se niega. Despechada y con ansias de venganza guarda en el zurrón del joven una copa de plata y luego le acusa de robo.

El joven Hugonell y sus padres se disponen a partir para seguir el peregrinaje, cuando llega la justicia y comprueban la acusación registrando el zurrón del muchacho. Es encontrado culpable y condenado a la horca. Los padres no pueden hacer nada por él más que rezar a Santiago. Al acercarse al cuerpo ahorcado de su hijo para despedirse oyen cómo éste les habla desde la horca y les dice que está vivo por la gracia del Santo.

Felices y contentos van a comunicar la noticia al corregidor que justo en ese momento está cenando opíparamente unas aves. El corregidor naturalmente se burla de lo que oye y lanza la frase conocida: “Vuestro hijo está tan vivo como este gallo y esta gallina que me disponía a comer antes de que me importunarais”. Y en ese momento, las aves saltan del plato y se ponen a cantar y cacarear alegremente.


Fecha de Emisión 7/05/2009
Estampación Huecograbado
Papel Estucado, engomado, fosforescente
Dentado 13 3/4
Tamaño del sello 28,8 x 40,9 mm. (verticales)
Valor facial 0,62 €
Efectos en pliego 50
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Mensaje por Invitado Vie 24 Sep 2010, 1:50 pm

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 01-nov-07b

Fecha de Emisión 5/11/2007
Estampación Huecograbado
Papel Estucado, engomado, fosforescente
Dentado 13 3/4
Tamaño del sello 28,8 x 40,9 mm. (verticales)
Valor facial 0,42 €
Tirada 1.000.000


Mariano Salvador Maella Pérez (Valencia, 21 de agosto de 1739 - Madrid, 10 de mayo de 1819). Pintor español.


Biografía.

Mariano recibió su primera formación artística de su propio padre, pintor también. Después se desplazó a Madrid donde Felipe de Castro le dio clases inroduciéndolo en la pintura neoclásica al gusto de la época. También De Castro le permitió continuar su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y fue acogido con especial interés por Antonio González Velázquez (con cuya hija se casaría años más tarde). En 1757 su familia, y los tres premios obtenidos en la Academia, le permitieron financiar un viaje a Roma donde reforzó su gusto academicista. Regresó a España en 1765 donde trabajó en la remodelación del Palacio Real de Madrid bajo el amparo de Mengs, del que recibirá una notable influencia.

Inicia en Madrid una vertiginosa carrera, ingresando como Académico de la de San Fernando, de la que llegó a ser Director General de 1795 a 1798. Fue nombrado pintor de cámara en 1774, donde se reconoció su espléndida técnica para el retrato. A partir de este momento se integra de lleno en las obras de todo el patrimonio real. Ya no sólo trabaja en Palacio, sino en la La Granja de San Ildefonso, el Palacio de El Pardo y el Palacio de El Escorial. La Ilustración marcaba la época y Maella se adaptaba a ellos a la perfección, recogiendo la admiración de la Casa Borbón. Los trabajos se suceden con otras obras al fresco que debe atender por interés de la Corona como la decoración de las Catedrales de Toledo y de Burgo de Osma, al tiempo que irá incrementando sus trabajos como retratista oficial de la Casa Real o la elaboración de patrones para tapices en la Real Fábrica de Tapices con quien fue durante toda su vida el oponente más firme a Maella, Francisco Bayeu.


Decadencia.


Cuando había llegado a ser Primer Pintor de cámara en 1799 y encargado de la custodia y restauración de todos los Reales Sitios, se produce la caída de Carlos IV y la llegada de José I. Bien fuera por la tentación de los 50.000 reales anuales que cobraba, bien por convicciones propias, no dudó en servir al monarca francés, del que recibió honores y agasajos. Esta situación fue, al final, la que provocó su ocaso. Acusado de afrancesado, al regreso de Fernando VII fue apartado de la Corte, pensionado con una quinta parte del sueldo y sustituido por Vicente López, tanto ante el monarca como en la propia Academia.

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Mensaje por Invitado Vie 24 Sep 2010, 2:19 pm

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Fecha de Emisión 04/10/1997
Estampación Calcografía y Offset
Papel Estucado, engomado, mate, fosforescente
Dentado 13 3/4
Tamaño del sello 28,8 x 40,9 mm (verticales)
Tamaño de la hoja bloque 105x78 mm (horizontal)
Valor facial de los sellos 140 ptas
Tirada 2.000.000


Don Pelayo (¿? - Cangas de Onís, Asturias, 737) fue el primer monarca del reino de Asturias, que rigió hasta su muerte. Su origen es controvertido, aunque se le atribuyen los orígenes más variados. La Crónica Albeldense le hace un noble godo («XV. ITEM ORDO GOTORUM OBETENSIUM REGUM. 1. Primum in Asturias Pelagius rg. in Canicas an. XVIIII. Iste, ut supra diximus, a Uittizzanc rege de Toleto expulsus Asturias ingressus. El testamento de Alfonso III, del año 869, en que el rey Magno dona al presbítero Sisnando la iglesia de Santa María de Tenciana (Tiñana, Siero) que su tío Alfonso el Casto había ganado de las propiedades pertenecientes a su bisabuelo Pelayo, vincula territorialmente a Pelayo con el área central de Asturias, aunque sin aportar datos sobre su lugar de origen. Frenó la expansión de los musulmanes hacia el norte, comenzó la Reconquista y se le ha considerado tradicionalmente como el fundador del reino de Asturias, aunque recientes investigaciones arqueológicas sugieren que podría haberlo hecho sobre una organización política local previa.


La leyenda.


Según la leyenda, Pelayo era un noble visigodo, hijo del duque Favila. Debido a las intrigas entre la nobleza visigoda, el rey Witiza conspiró para asesinar a su padre. Pelayo huyó a Asturias, donde tenía amigos o familia. Posteriormente, al sentirse inseguro en la Península, marchó como peregrino a Jerusalén. Allí permaneció hasta la muerte de Witiza y entronización de Rodrigo, del que era partidario. Con éste, ocupó el cargo de conde de espatarios o de la guardia del rey y como tal combatió en la batalla de Guadalete en abril o mayo del año 711. Tras la batalla se refugió en Toledo y, a la caída de la ciudad (714), mientras otros escapaban a Francia, él volvió a Asturias, supuestamente custodiando el tesoro del rey visigodo.

Las primeras incursiones árabes en el norte fueron las de Muza entre los años 712 y 714. Entró en Asturias por el puerto de Tarna, remontó el río Nalón y tomó Lucus Asturum (Santa María de Lugo de Llanera) y luego Gijón, donde dejó a cargo al gobernador Munuza. Las familias dominantes del resto de las ciudades asturianas capitularon y probablemente también la familia de Pelayo.

En 718 tuvo lugar una primera revuelta encabezada por Pelayo (al parecer porque Munuza se había casado por la fuerza con su hermana Adosinda), que fracasó. Pelayo fue detenido y enviado a Córdoba. Sin embargo, consiguió escapar y volver a Asturias, donde encabezó una segunda sublevación y se refugió en las montañas de Covadonga y Cangas, donde se mantenía la resistencia.

En 722 Munuza envió a un general, Al Qama, a someter a los sublevados. Al Qama se dirigió hacia Bres (Piloña), donde se encontraba Pelayo. Éste se dirigió huyendo hasta el monte Auseva, en el valle de Cangas y allí, en la Batalla de Covadonga, aniquiló al destacamento de Al Qama que venía de la península para ayudar a aniquilar definitivamente la resistencia en las montañas.

Posteriormente a esta batalla, el gobernador militar al mando de la mitad norte de la península Ibérica, Munuza, que tenía como base Gigia (actual Gijón), intentó escapar de Asturias y alcanzar la seguridad de sus posiciones en la meseta, pero fue dado alcance y dado muerte junto con su séquito y sus tropas en un valle del centro de Asturias.


La moderna historiografía.


La moderna historiografía centra los inicios de la Reconquista en la antigua provincia Asturiensis, cuya existencia consta por esta serie de datos históricos:

San Valerio del Bierzo escribió su vida autobiográfica en la segunda mitad del siglo VII, el Ordo Querimonie, y dice que era originario de la provincia «Asturiensis», lugar de «espesísimas malezas, ásperas y fragosas»;
el Cosmógrafo de Rávena, anónimo del siglo VII, señala Asturia como una de las ocho (antes sólo eran seis) provincias de Hispania;
las actas del XIII Concilio de Toledo registran la presencia de ocho Duces Provinciae, dos más que en otras épocas;
la crónica de Alfonso III, en su versión Rotense, dice que los árabes colocaron gobernadores al frente de todas las provincias: «Per omnes prouincias Spanie prefectos posuerunt». Munuza fue el prepósito puesto al frente de la Asturiensis.
La existencia de este ducado es aceptada desde hace ya tiempo por los historiadores del reino visigodo, la novedad ahora es que Pelayo podría ser hijo del Dux Asturiensis, Faffila: la Crónica Albeldense, crónica redactada en Oviedo en tiempos del rey asturiano Alfonso III el Magno, dice que el Dux Faffila —o Favila— era el padre de Pelayo y que fue muerto a manos de Witiza en tiempos del rey godo Égica.

De esta forma se explicarían muy satisfactoriamente muchos particulares acerca del origen del reino de Asturias y acerca del propio Pelayo. Se sabe que los duques eran, en los últimos tiempos del reino visigodo, «cabezas de redes de dependencias protofeudales en sus ducados».Así se explica por qué Pelayo buscó refugio en Asturias, entre la clientela de su padre, cuando Vitiza, el asesino de Favila empuña el cetro real. Debe recordarse que la Crónica Albeldense consigna que Pelayo buscó refugio en Asturias, huyendo de Vitiza, no de los musulmanes: «Pelayo reinó el primero en Asturias, en Cangas, dieciocho años. Este, como arriba dijimos, expulsado por el rey Vitiza de Toledo entró en Asturias». También se entienden las propiedades fundiarias de Pelayo en Tiñana, que constan en el testamento de Alfonso III, así como la del lugar en Brece donde se hallaba cuando los enviados de Munuza tratan de apresarlo (Crónica Rotense). Se comprende mejor también el hecho de que Munuza deseara a la hermana de Pelayo como esposa (Crónica Rotense): de esa forma entroncaría con la descendencia de la última autoridad legítima en Asturias, la del Dux Favila.

La misma existencia de una provincia Asturiense reduce considerablemente las posibilidades para el posible ducado de Favila: no podría ser el de Gallaecia ni tampoco el de Cantabria porque Pelayo hubiera buscado refugio en aquellas tierras y no entre los astures, con los clientes de su padre, astures que no son otros que los habitantes de la Asturiensis. Así, de acuerdo a estos autores la resistencia de Pelayo sería la de un antiguo núcleo del reino de Toledo: el levantamiento y la resistencia finalmente triunfante de una de sus provincias contra el poder musulmán. Es preciso matizar un poco esta visión, pues estas provincias, en manos de sus duques, experimentaban una tendencia centrífuga, protofeudal, en los últimos tiempos de la monarquía visigoda, y de no haber existido la invasión musulmana, se habría consumado seguramente la disgregación del reino:

De esta forma el camino hacia la disgregación del centralizado reino toledano en auténticos Principados territoriales feudales parecía ya completamente abierto a principios del siglo VIII. Tan sólo el accidente de la invasión del 711 sería capaz de impedirlo, aunque sólo momentáneamente si bien se mira.


El posible origen astur de Pelayo.


Las crónicas Albeldense y Rotense de la etapa final del Reino de Asturias (siglo IX) atribuyen un origen godo a Pelayo, aunque este dato ha sido cuestionado por algunos historiadores, especialmente a partir de la publicación de los trabajos de Abilio Barbero y Marcelo Vigil al respecto: resultaría paradójico que los astures, que se habían rebelado contra el dominio godo en tiempos del rey Wamba, aceptasen como caudillo en la nueva lucha contra los musulmanes a un aristócrata enemigo, perteneciente a un pueblo que tan sólo veinte años antes había sojuzgado a Asturias. Por otro lado, ni siquiera las regiones más romanizadas, como la Bética y la Tarraconense, opusieron una seria resistencia al colapso del reino visigótico, y la mayor parte de la aristocracia visigótica, representada por condes como Teodomiro o Casio, aceptó el nuevo dominio omeya a cambio de conservar su estatus. Incluso la viuda de Rodrigo, Egilona, fue tomada como esposa por uno de los jefes de los invasores, Abd al-Aziz, primer valí de Al-Ándalus.

Las primitivas crónicas asturianas, como la Albeldense, no incluyen la genealogía de Pelayo, aunque sí lo declaran hijo del duque Faffila —Favila— de ascendencia goda, por tanto. Los primeros documentos que trazan un supuesto árbol genealógico de Pelayo que lo haría descendiente de Chindasvinto (como la Estoria General de España escrita por el rey Alfonso X el Sabio) son cinco siglos posteriores a los hechos. En este sentido, la ideología neogoticista que impregnó los reinados de los reyes de Asturias Alfonso II y Alfonso III hizo desvirtuar progresivamente los orígenes del reino de Asturias: se pretendía entroncar los orígenes del reino de Asturias con el estado visigótico, para de esta manera legitimar las aspiraciones imperiales de los reyes de León y de Castilla.

De hecho, el antropónimo Pelayo no es germánico (como lo son todos los nombres de los reyes visigodos), sino que deriva del griego πελάγιος (marino), lo que apuntaría a un origen hispano-romano del personaje. Por lo demás, dicho nombre de pila era usado con profusión por los habitantes del noroeste de Hispania.

En cualquier caso, lo cierto es que las informaciones proporcionadas tanto por las crónicas cristianas como por las islámicas lo presentan como un personaje estrechamente vinculado a Asturias y que poseía propiedades fundiarias en la región. De este modo, el testamento del rey Alfonso III (recopilado por el padre Flórez en su España Sagrada) menciona que Pelayo tenía tierras en Tiñana (Siero), no muy lejos de Lucus Asturum, una de las ciudades más importantes de la Asturias romana y prerromana. Por su parte, la Crónica Rotense señala que, tras su huida de Córdoba, Pelayo se refugió en Bres (Piloña) en pleno corazón del territorio de los luggones argandenos y cerca de su capital, Paelontium (Belonciu).

Asimismo, tanto Al Maqqari como Ibn Jaldún, en el siglo XVI, atribuían orígenes asturianos a Pelayo, y el primero de ellos, al describir los sucesos de Covadonga, califica al personaje de asno salvaje, una denominación muy poco apropiada para un pretendido miembro de la aristocracia goda y que hace pensar más bien en un caudillo procedente de las montañas y alejado de los refinados centros de cultura romano-visigóticos, pudiendo ser simplemente un hecho de propaganda y rencor escritos en una época totalmente diferente (ocho siglos después), y desde Egipto, lo que deja claras dudas sobre la fidelidad de estos "relatos" que sin testigos, ni acceso a una información lejana, y recopilando los siglos de leyendas anti-Pelayo que se pudieran haber dado en el bando musulman a lo largo de la Reconquista; siendo esta la información accesible para un "historiador" del régimen que escribe sobre los hechos 8 siglos después y a miles de kilómetros, desde Egipto. Los relatos de otros cronistas musulmanes como Iban Al-Akir, en la que relata como "Muza" ataca al enemigo robando, destruyendo iglesias, campanas. Al-Nuwairi hacen referencia a un lugar denominado la roca de Pelayo, conquistado por Muza en su campaña de los años 712–714, y que los historiadores identifican con el cerro de Santa Catalina, donde se asentaba la ciudad de Gegio (Gijón). El hecho de que el topónimo portase el nombre de Pelayo sugiere que este personaje era por aquel entonces el gobernante local de la villa, aunque si el texto fue escrito con el paso de los siglos, puede ser una variación y adaptación literaria. En tal caso, la leyenda sobre el matrimonio de Munuza con su hermana Adosinda, de ser cierto, habría tenido como objetivo reforzar el pacto entre la aristocracia astur y los nuevos dominadores árabe-bereberes.

Por último no puede dejar de resaltarse el hecho de que la transmisión del poder en el seno de la monarquía asturiana se llevaba a cabo siguiendo reglas de origen indígena, residuos de una anterior estructura matriarcal: así, la mujer a menudo transmitía derechos hereditarios al marido, como sucede en los casos de los reyes Alfonso I y Silo, que acceden al poder gracias a sus esposas Ermesinda y Adosinda, ambas de la familia de Pelayo. Sólo en época posterior, a partir de Ramiro I de Asturias, se impone definitivamente la sucesión por línea patrilineal.


Rebelión y reconquista de Gegio (actual Gijón).


Tras la llegada en el año 714 de la expedición de Muza a Asturias, el jefe bereber Mnuza o Munuza fue encargado de las tropas y la administración de la mitad norte peninsular, asentándose al frente de una guarnición musulmana en Gijón, mientras otras aseguraban el territorio, y otras atacaban a los últimos restos de resistencia. Las familias más importantes de la aristocracia astur, entre ellas la de Pelayo, enviaron rehenes a Córdoba para garantizar la capitulación. Sin embargo, en tiempos del valí Al Hurr (717–718) Pelayo retornó a las montañas de Asturias donde fue elegido princeps o líder de los Astures según una de las crónicas. Tras unos años de mutuo hostigamiento, durante el gobierno de Anbasa (722) Munuza envió un destacamento de tropas al refugio de Pelayo en Piloña. El líder astur y sus hombres se refugiaron en el Monte Auseva, donde esperaron a las tropas musulmanas, mientras que Munuza ordenaba refuerzos desde la meseta para acabar con la resistencia. Allí les tendieron una emboscada al destacamento musulmán, el cual fue aniquilado. Esta acción bélica se conoce como la Batalla de Covadonga.


Don Pelayo en el escudo de GijónCuentan las crónicas que, tras la derrota de Covadonga, Munuza salió huyendo con sus fuerzas, probablemente por temor a que la gente de Gijón se uniera a la revuelta, o por miedo a que las tropas asturianas que habían derrotado a sus propias tropas le dieran alcance en la ciudad. Tras abandonar la ciudad, Munuza intentó salir de Asturias por el puerto de la Mesa, mientras que las tropas victoriosas de Covadonga hacían marchas forzadas para cortarle la huida hacia la meseta, siendo Munuza y sus tropas nuevamente derrotadas y muerto Munuza en Olalíes, actual concejo de Santo Adriano. El caso es que Pelayo se apoderó de Gijón sin mayor esfuerzo, una vez que las tropas musulmanas y Munuza habían intentado huir y habían sido aniquiladas en el intento. Al divulgarse por tierras musulmanas la noticia de la toma de Gijón, muchos cristianos se unieron al ejército de Pelayo. Esto desalentó a los musulmanes de intentar retomar Gijón y la zona que esta ciudad controlaba, aunque en realidad el reino de Asturias tuvo como primera capital Cangas de Onís y como segunda Arriondas, para pasar a ser Oviedo la capital bajo el reinado de Alfonso II. Como reseña de la importancia de la muerte de Munuza según esta versión, destacar que era el general al mando de las tropas al norte de la península Ibérica, y entonces su muerte, se podría considerar de trascendencia dentro del organigrama militar musulmán.

Sin embargo otras crónicas posteriores citan que Munuza consiguió escapar con vida y le sitúan con bastante seguridad puesto a cargo de las tropas bereberes en las zonas fronterizas y de igual geografía montañosa en los Pirineos orientales. Tratados y enlace parecidos con el duque aquitano le llevarían a casar con la hija del duque, tras lo cual y con la alianza del duque como resguardo se levantaría en rebelión contra sus superiores árabes y en alianza con los francos, a la búsqueda quizá de crearse un nicho de poder en el estratégico punto de los Pirineos. Fue suprimido por las tropas del Emir en campaña de castigo y para deshacer el peligro que esta posición hubiera supuesto para el al-Andalus recién creado.

Hay que resaltar que los musulmanes estaban más interesados en expandirse por Francia, y avanzar hacia el centro de Europa hasta las batallas de Toulouse y la de Tours donde Carlos Martel detuvo su carrera hacia el centro de Europa, que de limpiar la retaguardia de pequeños reinos hostiles que quedaron aislados ante el avance musulmán.


Primitiva extensión territorial del Reino.

Sin embargo, el triunfo de la revuelta no llevó a Pelayo a establecer su corte en Gijón, que era la ciudad más importante de la Asturias bajoimperial, sino que se asentó en Cangas de Onís, situada en las estribaciones de los Picos de Europa: lo inseguro de su situación hacía aconsejable refugiarse en un territorio montañoso que fuera poco accesible para las aceifas musulmanas. Pero una vez que décadas más tarde se consolidara el Reino, la sede regia fue trasladada sucesivamente a el Rey Silo, esposo de Adosinda, nieta de Pelayo, y, posteriormente, a Oviedo.

En principio parece que el reino de Pelayo se extendía por la llamada Asturias nuclear, que comprendía, al menos, los territorios central y oriental de la actual Asturias, de acuerdo al relato de la Crónica Albeldense, que acontece entre la civitate Gegione y Covadonga. Fueron sucesores suyos, como Alfonso I de Asturias o Fruela I de Asturias, los que, fagocitando entidades políticas menores (como los condados de Trasmiera o Sopuerta), extendieron los dominios del Reino de Asturias hasta Galicia y Vizcaya.


[color=black]Muerte y sepultura de don Pelayo.



El rey don Pelayo falleció en Cangas de Onís, donde tenía su corte, en el año 737. Después de su defunción, su cadáver recibió sepultura en la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, situada en la localidad asturiana de Abamia, en la que previamente había sido sepultada su esposa, la reina Gaudiosa. En el lado del Evangelio de dicha iglesia, se conserva en la actualidad el sepulcro, vacío, que contuvo los restos del rey, y enfrente, colocado en el lado de la Epístola, se encuentra el que contuvo los restos de la esposa de don Pelayo. El cronista Ambrosio de Morales dejó constancia en su obra de que Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León, ordenó trasladar los restos del rey don Pelayo y los de su esposa a la Santa Cueva de Covadonga.

En una cavidad natural de la Santa Cueva de Covadonga, e introducidos en un túmulo de piedra, reposan en la actualidad los restos del rey don Pelayo, los de su esposa, y los de Ermesinda, hermana del rey. En el sepulcro se encuentra esculpida la siguiente inscripción:

"AQVI YACE EL SEÑOR REY DON PELAIO, ELLETO EL AÑO DE 716 QUE EN ESTA MILAGROSA CUEBA COMENZO LA RESTAVRACION DE ESPAÑA BENCIDOS LOS MOROS; FALLECIO AÑO 737 Y ACOMPAÑA SS M/gEr Y ErMANA"

No obstante lo anterior, numerosos historiadores han cuestionado la autenticidad del traslado de los restos del rey Don Pelayo y de su esposa a Covadonga.



Nupcias y descendencia.


Don Pelayo contrajo matrimonio con Gaudiosa, y fruto de su matrimonio nacieron dos hijos:

Favila de Asturias (¿?-739). Fue el segundo rey de Asturias. Contrajo matrimonio con Froiluba y fue sepultado en la iglesia de la Santa Cruz de Cangas de Onís.
Ermesinda. Contrajo matrimonio con Alfonso I el Católico, tercer rey de Asturias e hijo del duque Pedro de Cantabria. La tradición sostiene que sus restos reposan en la actualidad en la Santa Cueva de Covadonga, junto a los de sus padres y los de su esposo.

Personajes reales y esculturas de Divinidades en los sellos de Correos de España (1850-Abril de 2011) - Página 2 300px-Tumba_de_Don_Pelayo

Tumba del rey don Pelayo en la Basílica de Covadonga.

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Mensaje por Invitado Vie 24 Sep 2010, 6:34 pm

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Los Reyes Magos (también conocidos como los Reyes Magos de Oriente) es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes (tres según la consideración más extendida) que, tras el nacimiento de Jesús, habrían acudido desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.

El evangelio solo habla de magos, en ninguna parte se indica que fuesen reyes. Esta creencia apareció varios siglos despues y se ha mantenido en la tradición popular. Tampoco se mencionan sus nombres en el evangelio.

Estos "magos", según la creencia Católica, eran representantes de religiones paganas de pueblos vecinos y por eso ve en el Evangelio, las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la Buena Nueva de la salvación.

En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía. Pero en otros países se le llama "Pesebre" a toda esta representación.

La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo Testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de "Reyes") quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al «Rey de los Judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.

Las tradiciones antiguas que no fueron recogidas en la Biblia, como por ejemplo el llamado Evangelio del Pseudo Tomás (o Evangelios de la infancia de Tomás) del siglo II, sin embargo, dan su número y les asignan nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar, posiblemente sacerdotes zoroastristas provenientes de Persia. Los nombres son además diferentes según la tradición siriaca. Según posteriores interpretaciones los Magos fueron considerados originarios de Europa, Asia, y de África respectivamente.

Auto de los Reyes Magos, la más antigua reliquia teatral en castellano

El Auto de los Reyes Magos y la Asunción de la Virgen, son las obras teatrales más antiguas escritas en el tosco castellano medieval.

El Auto de los Reyes Magos, es la obra clave del teatro religioso europeo de raíz medieval. En la Región de Murcia constituye la pieza del Medievo que más se ha popularizado, escenificándose anualmente al llegar la Navidad.


El Auto de los Reyes Magos es una de las más antiguas reliquias teatrales españolas, y goza de gran tradición y popularidad en diversos enclaves de la geografía murciana, especialmente en Aledo y la pedanía de Churra.

Con las primeras claras de la mañana del 6 de enero, los vecinos de numerosos pueblos y pedanías de la Región de Murcia se disponen a interpretar y contemplar, por calles y plazas, la escenificación del Auto.


Orígenes.


El origen de esta pieza teatral se remonta al siglo XII, época en la que la Europa medieval veía florecer un teatro basado en el dramatismo litúrgico. De ella se conservan solamente 147 versos de un autor desconocido.

De manera sencilla e ingenua, el Auto de los Reyes Magos relata el Misterio de la Epifanía, mostrando la sorpresa de los Reyes Magos ante el descubrimiento de la Estrella y su entrevista en Jerusalén con Herodes. Una obra teatral representada por los vecinos y vecinas.



El Auto de los Reyes Magos es una ingenua y entrañable pieza teatral de origen medieval, considerada el primer ejemplo de teatro castellano.


Se representa cada 6 de enero en calles y plazas de diversos pueblos de la Región de Murcia, siendo Aledo y la pedanía murciana de Churra los enclaves donde goza de mayor solera y popularidad.

Los vecinos son los protagonistas de esta sencilla representación. Ellos constituyen el reparto de actores que interpreta a los personajes del Auto: Gaspar, Melchor, Baltasar, Herodes, la Virgen María, etc..., trasportando a todos sus paisanos a la época del nacimiento de Jesucristo y al Jerusalén del rey Herodes.

Todos los vecinos acompañan a la Estrella, que normalmente es una niña a lomos de un caballito, para llegar al lugar del nacimiento del Niño Dios.

El texto ha llegado hasta la actualidad gracias a la tradición oral, pasando de generación en generación, hasta que un maestro o sacerdote lo recogía por escrito. Este es el motivo por el que no suelen coincidir los textos, aunque existan multitud de similitudes entre ellos, siendo el pilar fundamental de todos: la representación del Auto al aire libre.

Solo se conservan 147 versos que, siguiendo el evangelio de San Mateo, relatan la sorpresa de los Reyes Magos ante la aparición de la Estrella, su entrevista con Herodes y la consulta con los Rabinos.

El autor del Auto de los Reyes Magos es desconocido y todos los indicios apuntan a que el origen de esta obra se remonta a mediados del siglo XII.



El Auto de Reyes en la Región de Murcia.


En la Región de Murcia, el Auto de los Reyes Magos adquiere tintes regionales y personalidad propia, debido al sello que le timbran sus habitantes y su singular idiosincrasia.

El texto incorpora dos nuevos personajes oriundos de la Huerta de Murcia. Se trata de Jusepe y Receba que, con gracejo y diálogo panocho, matizan de manera regionalista la obra, resultando sumamente atrayente para el público murciano.

Aledo y Churra son los lugares donde el Auto de los Reyes Magos goza de mayor raigambre y popularidad, aunque numerosas pedanías y pueblos de la región murciana han rescatado el antiguo acervo de escenificar autos.

Algunos de los numerosos enclaves murcianos en los que se celebra cada 6 de enero el Auto de los Reyes Magos son: Guadalupe, Algezares, Rincón de Seca, barrios de la capital murciana, como San Juan, Monteagudo, Patiño, la pedanía alhameña de El Berro, Canara (Cehegín), Librilla, pueblos del Campo de Cartagena, etc...

Los Autos de los Reyes Magos que se escenifica en las pedanías de Murcia, comienzan con el encuentro de los Tres Reyes Magos con la estrella que ha de guiarlos. La segunda parte representa la llegada de los tres Magos al palacio de Herodes.

En un ejercicio de anacronismo, intervienen la pareja de huertanos de Jusepe y Rebeca, que comentan el paso de la comitiva real por la Huerta de Murcia:

"Oye Jusepe, ¿no ves? ¡Por allí viene una estrella! - ¿Por dónde? Por Oriente/ ¡Válgame Dios, qué cometa! ¡Mira allí que jopo tiene! ¡Parece cola de yegua!...!", finalmente, en el interior del templo, junto al altar mayor, se representaba la parte final en la que los Reyes adoraban al Niño.



Aledo y Churra: los escenarios más populares.

Los orígenes del Auto de Reyes en Aledo se remontan a finales del siglo XIII, siendo el actual texto obra del maestro Gaspar Fernández de Ávila, fechado en 1748 y basado en obras medievales.

El libreto de Aledo presume de ser una obra de gran valor cultural e histórico, contando con 1.589 versos.

Los vecinos de Aledo preparan y ensayan el Auto de Reyes en los meses anteriores a Navidad y llegado el día 6 de enero, lo representan por calles y plazas de la localidad.

Churra tiene el honor de ser la pedanía con la más antigua tradición en la representación de un Auto de Reyes. Desde el siglo XVIII existe constancia de que vecinos de Churra y aledaños, se congregaban en la Cuesta de Piñero cada 6 de enero para asistir al primer acto de la obra.

Era costumbre representar las escenas de Herodes dialogando con su ministros y con los Magos de Oriente, así como el diálogo de Jusepe y Rebeca, en un escenario instalado junto a la puerta de la Iglesia de Churra.



El Auto de los Reyes Magos es uno de los símbolos más importantes de Aledo, junto a la Torre del Castillo que preside la localidad, así como las Fiestas Patronales, que se celebran a finales de agosto.

Atrae a numerosos visitantes, llegados de distintos lugares para ver una representación de raíces medievales en tan singular marco: las calles del casco antiguo y el interior de la Iglesia de Santa María la Real.

Se trata de una Fiesta declarada de Interés Turístico Regional que suponen el broche de oro a las celebraciones navideñas.

Las gentes de Aledo se convierten en figuras evangélicas que dan vida a los Reyes Magos, el Ángel (un niño o niña de la localidad), el rey Herodes y los dos centuriones.

El texto actual data del siglo XVIII. Los actores recitan unos añejos parlamentos en los que expresan su asombro ante el nacimiento del Mesías, su amor hacia Él y su interés por adorarle.

Es una tradición que aglutina en torno a sí múltiples elementos que enmarcan y dan sentido al Auto de los Reyes Magos: la música, la gastronomía y la religiosidad popular.

Celebración: 6 de enero
Declarado de Interés Turístico Regional



Los ciento cuarenta y siete versos del manuscrito de la Catedral de Toledo.


Siendo canónigo y, más tarde, arzobispo de Santiago de Compostela, don Felipe Fernández Vallejo, descubrió en el siglo XVIII un antiguo manuscrito en la biblioteca de la Catedral de Toledo. Más tarde, Menéndez Pidal se encargaba de su publicación y lo bautizaba como 'Auto de los Reyes Magos'.

El manuscrito relataba la historia de los Tres Reyes Magos en su búsqueda del Niño Dios y la reacción de Herodes.

La lengua de este documento confirmaba como su origen una fecha de la segunda mitad del siglo XII, un poco posterior al año 1150.

El autor se desconoce, aunque resulta aventurado afirmar que fuese español, ya que en el Toledo del siglo XII, núcleo en el que convivían cristianos, judíos y musulmanes y centro intelectual de suma importancia para la Europa Occidental, convivían eruditos venidos de diversos países.


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